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REALIDAD SOCIAL

HUMANA
Mgtr. Pbro. Marcos Antonio Ballena Rentería
mballena@usat.edu.pe
ÍNDICE

 Exposición de Sílabo
 Lección 1: La Persona humana
 Lección 2: Los valores y las virtudes
 Lección 3: La familia
 Lección 4: La sociedad
 Lección 5: La Empresa
 Lección 6: El Estado
índice

LECCIÓN 2: LOS VALORES Y LAS VIRTUDES

 Esencia, objetividad y subjetividad de los valores


 Tipos, clasificación y características de los valores morales
 Noción y clasificación de las virtudes
 Distinción, conexión y formación de las virtudes
Lección 2

ESENCIA, OBJETIVIDAD Y SUBJETIVIDAD DE LOS VALORES 1

Definición de valor: es una propiedad o cualidad moral que se adhiere a un ser haciéndolo
intrínsecamente bueno. Existen adheridos a una acción o manifestación humana, no se manifiestan
por sí mismos, pero son observables en la conducta de los hombres, ya sea ésta individual o social, se
captan por nuestra sensibilidad.

Paradoja: “El hombre siempre elige un bien, pero no siempre elige bien”, se está calificando el acto
no el objeto.
Lección 2

ESENCIA, OBJETIVIDAD Y SUBJETIVIDAD DE LOS VALORES 2

Para Max Scheler: “la esencia del valor está en la preferibilidad de un objeto, es decir, en una
cualidad que logra atraer la atención y la inclinación de las personas que lo perciben. El valor, es una
especie de imán que poseen algunos entes, gracias al cual una persona decide preferir ese objeto”.
Éste autor es partidario de la objetividad, lo que significa que el valor está en el objeto (cosas o
personas) ello son poseedores de ese influjo.
En cambio de acuerdo con los autores subjetivistas, el valor es una creación del sujeto.
Lección 2

ESENCIA, OBJETIVIDAD Y SUBJETIVIDAD DE LOS VALORES 3

Objetividad, pertenece al objeto; su existencia en él, es independiente totalmente del sujeto que
la percibe. Incluso estarían allí aunque ningún sujeto las observara. Ejemplo: lo redondo del
círculo, la longitud de un río, el color de las flores, etc.

Subjetivista, son las que dependen del sujeto que las capta; es él quién las atribuye al objeto. Si
ningún sujeto las percibiera, no existirían como puede ser la belleza de un amanecer, el amor de
una madre, etc.
Lección 2

ESENCIA, OBJETIVIDAD Y SUBJETIVIDAD DE LOS VALORES 4

La objetividad y subjetividad de los valores ha sido una de las características más comentadas y
discutidas entre especialistas, el autor Raúl Gutiérrez Saénz, considera que ambas posturas son
compatibles entre sí, pues al mismo tiempo que existe una relación de adecuación entre dos
cosas, es posible que una persona logre anexar por su cuenta un elemento de preferencia al
mismo objeto. Ejemplo:

Las virtudes de una persona son objetivas, se dan en su interior, no dependen de la opinión que
emite la gente, existirán personas que logren apreciarlas y otras que no, pero esto no las
destruye. En algunos casos la apreciación depende de la cultura, la utilidad y el conocimiento.
Lección 2
TIPOS, CLASIFICACIÓN Y CARACTERÍSTICAS DE
LOS VALORES MORALES 1

TIPOS DE VALORES
Se dividen en dos: universales y relativos.
Ejemplo de los universales: la libertad, la justicia, la salud, el bienestar, el respeto y otros.
Ejemplo de los relativos: son las ideas que se desarrollan en la mente del individuo y que guían
su conducta van en función de su cultura, conocimiento e inteligencia, solo son válidos y vigentes
para la comunidad que los práctica.
La existencia de ellos, nos muestran la diversidad de pensamiento y costumbres entre las
diferentes poblaciones, pero también ha provocado conflictos individuales, nacionales e
internacionales. Ejemplo: en la ciudad de Esparta, desde la edad de los siete años, a los niños se
les entrenaba y capacitaba en las artes de la guerra, porque consideraban que al poderse
defender de sus enemigos, preservarían la vida y el poder.
Lección 2
TIPOS, CLASIFICACIÓN Y CARACTERÍSTICAS DE
LOS VALORES MORALES 2
Clasificación de los valores en “Ética y Valores 1” de Aude Sánchez (2010):
Vitales y personales: buen estado físico relacionado con la salud e higiene física y mental.
Hedónicos: placer, deleite, alegría y felicidad.
Conocimientos: probabilidad, verdad y justificación.
Económicos: el valor de uso, tiempo, cambio y utilidad.
Sociales: la convivencia familiar, gratitud, afecto, tolerancia y solidaridad.
Morales: amor, bondad, altruismo, respeto, templanza y prudencia.
Eróticos: fraternidad, maternidad, paternidad y amor al prójimo.
Profesionales: honestidad, respeto, compañerismo y puntualidad.
Cívicos: respetar el escudo, la bandera y el himno nacional.
Jurídicos: los derechos, las obligaciones, la justicia, honestidad y seguridad.
Religiosos: santidad, pureza, piedad, rectitud y bondad.
Lección 2
TIPOS, CLASIFICACIÓN Y CARACTERÍSTICAS DE
LOS VALORES MORALES 3

CLASIFICACIÓN
Dependiendo para qué utilizamos o practicamos un valor, también se pueden clasificar en los
siguientes grupos:
Como un bien instrumental.- Es el que consideramos valioso porque nos sirve de medio para lograr
otra cosa que deseamos (el dinero, los medicamentos, horas dedicadas a estudiar, dietas, armas, etc.)
Como un valor intrínseco.- Es aquél que vale por sí mismo y lo deseamos, sin importar las
consecuencias, en caso de que las hubiera, ejemplo: El amor desinteresado de una madre por sus
hijos, el hecho de que a veces preferimos la verdad aunque nos haga sufrir.
Lección 2
TIPOS, CLASIFICACIÓN Y CARACTERÍSTICAS DE
LOS VALORES MORALES 4
Características de los valores morales
a) Escala Bipolaridad: considera dos extremos opuestos, uno positivo y otro negativo, por ejemplo:
falso – verdadero, no acepta puntos intermedios. Así es como calificamos a las personas buenas o
malas, sin ningún punto intermedio, esta calificación es demasiado simple e ineficaz.
b) Escala múltiple: cree también en los dos polos anteriores, pero también admite la posibilidad de
otros matices y proporciona a la mente una facilidad para emitir juicios de valor inclinándolos al
aspecto positivo, sacándolo del encasillamiento de la bipolaridad.
c) Preferibilidad: es la particularidad de los valores, que atrapa la atención y la voluntad del hombre
que los capta, esto no es precisamente una cualidad, es el reflejo de una carencia de algo y tiene la
necesidad de complementarla.
d) Jerarquización: un valor será más importante que otro, en medida de la calidad y
perfeccionamiento del hombre, se ordenan a una escala personal.
e) Trascendencia: se refiere a la perfección de su esencia, deben ir más allá de lo físico.
Lección 2

NOCIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LAS VIRTUDES 1


- La virtud es un hábito que facilita al hombre el buen obrar.
- La virtud es una disposición habitual y firme a hacer el bien.
- La virtud es un hábito operativo bueno.

- El hábito operativo se distingue del entitativo.


- La virtud se distingue también del vicio (hábito operativo malo).

Importancia de la virtud:
1. supone en el sujeto una disposición consciente y elegida de practicar el bien;
2. es semejante a una “segunda naturaleza”: el hombre tiene más facilidad para hacer el bien;
3. facilita el ejercicio de la libertad;
4. impide que la persona se deje llevar por la espontaneidad, que en ocasiones le hace actuar como los
animales;
5. ayuda a la persona a adquirir la perfección que le corresponde;
6. en el virtuoso el pecado tiene mucho de flaqueza (no de malicia como en el vicioso).
Lección 2

NOCIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LAS VIRTUDES 2


El CCE da una división tripartita de las virtudes: Las humanas en general, las
cardinales y las teologales.

“Las virtudes humanas son actitudes firmes, disposiciones estables, perfecciones habituales del
entendimiento y de la voluntad que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían
nuestra conducta según la razón y la fe.
Proporcionan facilidad, dominio y gozo para llevar una vida moralmente buena. El hombre virtuoso
es el que practica libremente el bien” (CCE 1804). Esas virtudes
son adquiridas.

Las virtudes cardinales aparecen enumeradas en Sab 8, 7: templanza, prudencia, justicia y fortaleza. Se
llaman cardinales porque son como el “cardo” o quicio sobre el que se asienta el actuar moral.
NOCIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LAS VIRTUDES 3
Lección 2

Prudencia: “auriga virtutum” porque indica a las demás virtudes la regla y la medida en que deben
practicarse.
=> CCE 1806: “La prudencia es la virtud que dispone la razón práctica a discernir en toda
circunstancia nuestro verdadero bien y a elegir los medios rectos para realizarlo”.
=> facilita al sujeto aplicar a los actos concretos los principios morales que han de regir su conducta.

Justicia: es la constante y firme voluntad de dar a cada uno lo suyo.


=> referida a Dios se denomina “virtud de la religión”, que no cumple propiamente una de las
características esencial de la justicia, a saber la equidad, porque la criatura no puede devolver a Dios lo
que de El ha recibido.
=> referida a los hombres contempla las relaciones de los hombres en la convivencia, en orden a
alcanzar el bien común.
=> AT: más de 800 textos sobre llamadas a practicar la justicia y condenas de los pecados de
injusticia.
=> NT: el hombre recto se identifica con el justo (San José, Zacarías, Simeón, Cornelio...). Mesías y
justo
son sinónimos. También llamadas a practicar la justicia.
Lección 2

NOCIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LAS VIRTUDES 4

Fortaleza: es la virtud moral que, en medio de las dificultades, asegura la firmeza y la


constancia en la búsqueda del bien.
=> es una virtud en sí misma, pero además posibilita el ejercicio de las demás virtudes (la
práctica virtuosa es una tarea ardua y costosa).
=> No existe una vida moral sin fortaleza.

Templanza: “modera la atracción de los placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes
creados”
(CCE 1809). La persona ha de tener un dominio de las tendencias que la inclinan al pecado.
Lección 2

NOCIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LAS VIRTUDES 5


1. Las virtudes morales están unidas entre sí: si una crece, también lo hacen las demás; si
una falta, ninguna otra es perfecta.
2. Se suele decir que “la virtud está en el medio”. Pero “es una equivocación pensar que las
expresiones ‘término medio’ o ‘justo medio’, como algo característico de las virtudes morales,
significan mediocridad: algo así como la mitad de lo que es posible realizar. Ese medio entre
el exceso y el defecto es una cumbre, un punto álgido: lo mejor que la prudencia indica. Por
otra parte, para las virtudes teologales no se admiten equilibrios: no se puede creer, esperar o
amar demasiado” (Amigos de Dios 83).
Lección 2

NOCIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LAS VIRTUDES 6


Las virtudes teologales hacen relación directa a Dios. Son específicas de la moral cristiana. No
son fruto del esfuerzo humano, sino que son virtudes infusas. Su fundamento es la
“participación en la naturaleza divina” (2 P 1, 4).

Fe: virtud teologal por la que creemos en Dios y en las verdades que El ha revelado, según las
enseñanzas de la Iglesia. Ha de ser custodiada (no ponerla en peligro), aumentada (por la oración y
los Sacramentos), defendida (salir al paso de los errores) y extendida (propagarla a quienes
desconocen el mensaje cristiano).

Esperanza: garantiza al cristiano la certeza de la salvación eterna y le concede la fortaleza para


mantenerse seguro en medio de las dificultades para alcanzarla.
El cristiano confía no apoyado en sus fuerzas, sino fiado en la ayuda de Dios que no ha de faltar, en
el poder de Dios y su amor ilimitado al hombre.
Lección 2

NOCIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LAS VIRTUDES 7

Caridad: virtud teologal por la que se ama a Dios sobre todas las cosas y a los hombres
por amor a El. El corazón humano no es capaz de producir ese amor, sino que es una pura
donación gratuita de Dios. El amor a Dios es la fuente y la raíz del amor al prójimo, y éste
es la señal de que el amor a Dios es verdadero. => “En eso está el amor, no en que nosotros
hayamos amado a Dios, sino en que El nos amó primero” (1 Jn 4, 7-10)
Lección 2
DISTINCIÓN, CONEXIÓN Y FORMACIÓN DE LAS
VIRTUDES 1

a) Distinción de las virtudes


Las virtudes morales perfeccionan establemente todo el dinamismo tendencial humano
Santo Tomás tiene en cuenta su concepción de las facultades del alma (razón práctica,
voluntad, apetito irascible y apetito concupiscible) y la relación que existe entre las
pasiones y bienes a que estas tienden y la razón que debe regularlas para clasificar las
virtudes:
La prudencia es la virtud fundamental (cardinal) de la razón práctica; la justicia lo es de la
voluntad y sus operaciones; la fortaleza y la templanza corresponden respectivamente al
apetito irascible y al concupiscible. En torno a las cuatro virtudes cardinales se
organizan todas las otras virtudes morales como partes subjetivas, partes integrales y
partes potenciales de aquellas.
Lección 2
DISTINCIÓN, CONEXIÓN Y FORMACIÓN DE LAS
VIRTUDES 2

a) Distinción de las virtudes


Las partes subjetivas responden a la distinción de ámbitos parciales dentro de una misma
virtud cardinal: la sobriedad y la castidad son partes subjetivas de la templanza.
Partes integrales son los hábitos necesarios para la plena realización de la virtud cardinal:
la paciencia y la perseverancia son partes integrales de la fortaleza.
Las partes potenciales son virtudes afines a una virtud cardinal en la que no se realiza
plenamente la ratio de esa virtud: la religión y la piedad hacia los padres son partes
potenciales de la justicia.
Lección 2
DISTINCIÓN, CONEXIÓN Y FORMACIÓN DE LAS
VIRTUDES 3

Panorama general de la clasificación tomista:


Las partes subjetivas de la prudencia son la prudencia personal, mediante el cual la
persona se gobierna a sí mismo, y la prudencia gubernativa, propia del padre de familia,
de las autoridades, etc.
Las partes integrales son virtudes como la memoria que es capaz de sacar experiencia
del pasado, la inteligencia de la situación presente, la docilidad, la diligencia, la previsión, la
cautela, etc.
Partes potenciales son la capacidad de deliberar rectamente (eubulia), la capacidad de
juzgar adecuadamente en las situaciones ordinarias (synesis) y en las situaciones
extraordinarias (gnome), que regula la epiqueya
Lección 2
DISTINCIÓN, CONEXIÓN Y FORMACIÓN DE LAS
VIRTUDES 4

Panorama general de la clasificación tomista:


Las partes subjetivas de la justicia son la justicia general o legal, la justicia conmutativa y
la justicia distributiva.
Las partes potenciales son las virtudes que no tienen o poseen perfectamente la razón
de igualdad propia de la justicia, como la religión, la piedad hacia los padres, la
observancia respecto a las personas constituidas en autoridad y la obediencia; o bien
aquellas virtudes que no comportan un deber en sentido estricto, como la veracidad, la
gratitud, la bondad, la liberalidad, etc.
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DISTINCIÓN, CONEXIÓN Y FORMACIÓN DE LAS
VIRTUDES 5

Panorama general de la clasificación tomista:


La magnanimidad, la magnificencia, la paciencia y la perseverancia son partes integrales
de la fortaleza si las consideramos como presupuestos del acto principal de la fortaleza,
que es emprender acciones o resistir ataques que ponen en peligro la vida. Si, en cambio,
las consideramos como virtudes referidas a objetos secundarios de la fortaleza, esas
cuatro virtudes son partes potenciales.
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DISTINCIÓN, CONEXIÓN Y FORMACIÓN DE LAS
VIRTUDES 6

Panorama general de la clasificación tomista:


Partes subjetivas de la templanza son la moderación en la comida (abstinencia), la
sobriedad en la bebida y la castidad.
Son partes integrales el pudor y la honestidad.
Y partes potenciales la continencia, la mansedumbre, la clemencia, la modestia, la
humildad, la moderación en el deseo de saber y en la curiosidad (studiositas) y la
moderación en el juego, el deporte y, más en general, en la diversión.
Cada virtud moral tiene un modo específico de regular las acciones, las tendencias y las
pasiones, y, por tanto, una lógica interna, una estructura normativa que, convenientemente
desarrollada, permite resolver los problemas que presenta la ética normativa.
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DISTINCIÓN, CONEXIÓN Y FORMACIÓN DE LAS
VIRTUDES 7

b) La conexión de las virtudes


Se llama conexión de las virtudes morales a la propiedad de estas según la cual una no
puede llegar al estado perfecto sin el desarrollo de las otras. La razón de esta conexión es
el vínculo que tienen las virtudes morales con la prudencia y, desde el punto de vista
cristiano, su relación con la caridad, que es la forma y raíz de todas las virtudes (Cfr. 1 Co
13, 1-13; Col 3, 14; Catecismo, nn. 1827-1828; Veritatis splendor, n. 15. ).
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DISTINCIÓN, CONEXIÓN Y FORMACIÓN DE LAS
VIRTUDES 8
b) La conexión de las virtudes
San Agustín habla de la conexión de las virtudes, como de una proposición ampliamente
compartida: «La inseparabilidad de las virtudes ha sido propuesta por todos los filósofos
que proclaman las virtudes como necesarias para la vida […]. El motivo por el cual piensan
que, si uno posee una virtud, las posee todas y, si le falta una, no posee ninguna, es que la
prudencia no puede ser ni débil, ni injusta, ni intemperante: pues si tuviese alguno de tales
defectos, no sería prudente. Y si la prudencia es tal cuando es fuerte, justa y templada,
donde ella está, consigo estarán las demás. Del mismo modo, la fortaleza no puede ser ni
imprudente, ni intemperante, ni injusta; asimismo la templanza debe ser prudente, fuerte y
justa; así como la justicia no es tal si no es al mismo tiempo prudente, fuerte y templada.
De modo que, cuando existe una de esas virtudes, allí están igualmente también las otras;
y cuando las otras faltan, aquella no es auténtica, aunque por algún motivo pueda
parecerlo»(SAN AGUSTÍN, Epistula 167, 2, 4-5: CSEL 44, 591-593).
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DISTINCIÓN, CONEXIÓN Y FORMACIÓN DE LAS
VIRTUDES 9

b) La conexión de las virtudes


También Santo Tomás usa un argumento semejante, posiblemente con una mayor
amplitud: según hemos visto, la virtud moral es una cierta participación de la recta razón
en las potencias apetitivas (Cfr. De virtutibus in communi, a. 12 ad 16). Esta relación de
participación entre la prudencia y las virtudes morales explica, al mismo tiempo, la
distinción de las virtudes (la imposibilidad que exista una sola virtud ética) y la conexión
entre ellas: las virtudes morales participan en cierto modo de la unidad que el bien tiene en
la prudencia, y así todas se forman y se desarrollan al mismo tiempo, según una cierta
proporción armónica, de modo semejante a como los dedos de la mano crecen
proporcionalmente.
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VIRTUDES 10

b) La conexión de las virtudes


Esto resulta más claro al considerar que las pasiones y las acciones reguladas por las
virtudes se encuentran en recíproca relación: «Todas las pasiones se originan de unas
primeras, que son el amor y el odio, y terminan en otras, que son el gozo y la tristeza. Y de
modo parecido, todas las operaciones que son materia de virtud moral guardan orden
entre sí y con las pasiones» (S.Th., I-II, q. 65, a. 1 ad 3.). La virtud moral, por tanto, solo
puede cumplir la función de hábito electivo del justo medio a la luz de una prudencia
referida a todos los sectores de la vida moral.
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DISTINCIÓN, CONEXIÓN Y FORMACIÓN DE LAS
VIRTUDES 11
c) La formación de las virtudes
Crecimiento y disminución de los hábitos — Las virtudes humanas (y los vicios) se
adquieren y aumentan por la repetición de actos. Las virtudes inhieren en las potencias no
en cuanto estas son principios activos, sino precisamente en la medida en que tienen una
cierta pasividad. Estas potencias, al ser movidas por una potencia superior, están por esta
dispuestas de un cierto modo, pues todo lo que es movido por otro recibe una disposición
del agente. Si esta moción se repite, la disposición se hace estable y se genera el hábito.
La fortaleza, por ejemplo, se forma en la tendencia irascible por medio de los actos que
impera la razón para que esta tendencia actúe según la virtud, venciendo la propia pasión
espontánea, cuando esta no coincide con la recta razón. Por eso, el Aquinate afirma que la
virtud «es una disposición o forma “grabada” e impresa en la potencia apetitiva por la
razón» (De virtutibus in communi, a. 9); y la Biblia recomienda: «Aprended a hacer el bien»
(Is 1, 17. Cfr. Sal 1, 2; Lc 16, 8; Rm 1, 25-32).
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VIRTUDES 12

c) La formación de las virtudes


Las virtudes disminuyen y desaparecen por la realización de actos contrarios a la virtud.
De esta manera se genera en la potencia un nuevo hábito, el vicio, que anula la virtud
opuesta, ya que dos formas contrarias (intemperancia y templanza, injusticia y justicia,
etc.) no pueden coexistir en la misma facultad. La prolongada cesación de actos virtuosos
puede ocasionar también la debilitación e, incluso, la pérdida de la virtud, pues si el
esfuerzo para reordenar las potencias según los dictámenes de la recta razón no es
constante, necesariamente surgirán actos que se le opondrán, a causa del movimiento
instintivo que las tendencias sensibles conservan.
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DISTINCIÓN, CONEXIÓN Y FORMACIÓN DE LAS
VIRTUDES 13

c) La formación de las virtudes


Ningún hábito operativo humano procede exclusivamente de la naturaleza, o sea, no
existen hábitos operativos innatos. Sin embargo, hay algunos hábitos que pueden llamarse
naturales, pues proceden en parte de la naturaleza y en parte de los actos realizados por
la persona. Tales hábitos “naturales” son dos: el hábito de los primeros principios
especulativos (intellectus) y el de los primeros principios morales (sindéresis). A diferencia
de los otros hábitos (que se llaman adquiridos), estos se constituyen como disposiciones
naturales que juzgan infaliblemente, una vez que a través de la experiencia ordinaria se
conocen los términos del juicio. Paralelamente a los hábitos intelectuales de los primeros
principios, hay en la voluntad un principio natural de rectitud moral: la inclinación natural al
bien conocido por la razón, que, sin embargo, no es un hábito incoado, sino algo que
pertenece constitutivamente a la voluntad.
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DISTINCIÓN, CONEXIÓN Y FORMACIÓN DE LAS
VIRTUDES 14
c) La formación de las virtudes
Formación de la prudencia — El desarrollo de las virtudes morales propone, desde el
punto de vista práctico, un importante problema: cómo se forma la prudencia (M.
RHONHEIMER, La perspectiva de la moral, cit., pp. 242-246. ). En su estado perfecto, la
prudencia presupone la posesión de todas las virtudes morales, pero estas, por su parte,
pueden nacer solo a través de la guía de la prudencia (Cfr. SAN AMBROSIO, De Officiis
ministrorum, 1, 27, 126: PL 16, 60). Este círculo, ya resuelto desde el punto de vista
teórico, crea dificultades desde el punto de vista práctico, sea para los jóvenes que se
encuentran en fase de maduración, sea para los adultos que en relación a la virtud se
encuentran en un estado imperfecto y que cada día deben afrontar problemas y elecciones
sobre los cuales han de tomar forzosamente una decisión, que no cuenta con la ayuda de
una prudencia desarrollada.
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DISTINCIÓN, CONEXIÓN Y FORMACIÓN DE LAS
VIRTUDES 15
c) La formación de las virtudes
Aristóteles había planteado ya esta cuestión, que él resolvía en el marco de su ética de la
polis: los que se encuentran en la situación apenas descrita serán conducidos de la mano
–y en cierto sentido obligados– hacia la virtud por las leyes de la polis, que han sido
concebidas precisamente para tal fin. Esta solución resulta hoy en día insuficiente, aunque
sigue siendo en parte válida. En efecto, el Estado, la familia, los mass media, el lenguaje,
los modelos socialmente compartidos, etc., ejercen –se quiera o no– un importante influjo
educativo, positivo o negativo. La teología moral añade otra respuesta: «Para el problema
de la prudencia imperfecta existe, ciertamente, una solución teológica: la “sanación de la
naturaleza” por la gracia y la revelación de los principios morales fundamentales como ley
divina» (M. RHONHEIMER, La perspectiva de la moral, cit., p. 245). Solo la ley de Cristo
(lex nova), que consiste primariamente en la gracia del Espíritu Santo, puede hacer al
hombre perfectamente virtuoso.

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