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Este documento presenta las conclusiones de un grupo de neurocientíficos sobre la conciencia en humanos y animales no humanos. Argumentan que la evidencia muestra que los animales no humanos tienen redes cerebrales subcorticales homólogas a las humanas que generan estados emocionales. También exhiben comportamientos intencionales. Por lo tanto, concluyen que no son únicos los humanos en poseer los substratos neurológicos subyacentes a la conciencia.
Este documento presenta las conclusiones de un grupo de neurocientíficos sobre la conciencia en humanos y animales no humanos. Argumentan que la evidencia muestra que los animales no humanos tienen redes cerebrales subcorticales homólogas a las humanas que generan estados emocionales. También exhiben comportamientos intencionales. Por lo tanto, concluyen que no son únicos los humanos en poseer los substratos neurológicos subyacentes a la conciencia.
Este documento presenta las conclusiones de un grupo de neurocientíficos sobre la conciencia en humanos y animales no humanos. Argumentan que la evidencia muestra que los animales no humanos tienen redes cerebrales subcorticales homólogas a las humanas que generan estados emocionales. También exhiben comportamientos intencionales. Por lo tanto, concluyen que no son únicos los humanos en poseer los substratos neurológicos subyacentes a la conciencia.
Matrícula 1550968 Sergio Bustos Montes Matrícula 1594975 Álvaro Ríos Sosa Matrícula 1587186 Carlos Eduardo Bahena Almaguer Matrícula 1589325 Jonathan Hamat Hernández Vargas Matrícula 1553179 Introducción En este día 7 de julio de 2012, un prominente grupo internacional de neurocientificos cognitivos, neurofarmacólogos, neurofisiólogos, neuroanatomistas y neurocientíficos computacionales se han reunido en la universidad de Cambridge para valorar de nuevo los substratos neurobiológicos de la experiencia consciente y los comportamientos relacionados en animales humanos y no humanos. Pese a que la investigación comparada en este asunto está limitada de forma natural por la incapacidad de los animales no humanos, y a menudo de los humanos, para comunicar clara y fácilmente sus estados internos, las siguientes observaciones pueden ser establecidas inequívocamente: El campo de la investigación de la Consciencia está evolucionando rápidamente. Consecuentemente, más datos están convirtiéndose en fácilmente disponibles, y esto implica una reevaluación periódica las concepciones previas de éste campo. Estudios de animales no humanos han mostrado que circuitos homólogos del cerebro correlacionados con experiencia consciente y percepción pueden ser activados o desactivados para evaluar si de hecho son necesarios para tales experiencias. Redes neurales subcorticales activadas durante estados afectivos en humanos también son críticamente importantes para generar comportamientos emocionales en animales. La activación de las mismas regiones cerebrales genera un comportamiento correspondiente y estados sentimentales tanto en animales humanos como en no humanos. Los pájaros parecen ofrecer, en sus comportamientos, neurofisiología y neuroanatomía, un impresionante caso de evolución paralela de la conciencia. Se ha averiguado que las redes emocionales de las aves y los mamíferos, y los microcircuitos cognitivos, exhiben patrones neurales de sueño similares a aquellos de los mamíferos, que previamente se pensaba que requerían un neocortex mamífero. Se ha mostrado en particular que las urracas exhiben impresionantes similitudes con humanos, grandes simios, delfines y elefantes en estudios de auto-reconocimiento en el espejo. En humanos, el efecto de ciertos alucinógenos parece estar asociado a la interrupción de los procesos de retroalimentación cortical.
Evidencias de que los sentimientos emocionales humanos y
no humanos surgen de homólogas redes subcorticales del cerebro proporciona evidencias convincentes para un origen compartido de los qualia afectivos primordiales. Declaramos lo siguiente: “La ausencia de un neocortex no parece impedir que un organismo experimente estados afectivos. Evidencias convergentes indican que los animales no humanos poseen substratos neuroanatómicos, neuroquímicos y neurofisiológicos de los estados de conciencia, junto con la capacidad de exhibir comportamientos intencionales. Consecuentemente, el peso de las evidencias indica que los humanos no son únicos en la posesión de substratos neurológicos que generan consciencia. Los animales no humanos, incluyendo todos los mamíferos y pájaros, y otras muchas criaturas, también poseen estos substratos neurológicos ."