Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Materialismo.
Fenomenología y
Hermenéutica.
EL POSITIVISMO
El término positivismo fue utilizado por primera vez por el filósofo y matemático francés del siglo
XIX Auguste Comte, pero algunos de los conceptos positivistas se remontan al filósofo británico
David Hume, al francés Saint-Simon, e Immanuel Kant.
Según Comte, los conocimientos pasan por tres estados teóricos distintos, tanto en el
individuo como en la especie humana. La ley de los tres estados, fundamento de la
filosofía positiva, es, a la vez, una teoría del conocimiento y una filosofía de la historia.
Estos tres estados se llaman: Teológico, Metafísico y Positivo.
EL POSITIVISMO
El Estado Teológico:
Es ficticio, provisional y preparatorio. En él, la mente busca las causas y los principios de las cosas, lo
más profundo, lejano e inasequible. Hay en él tres fases distintas:
Fetichismo: en que se personifican las cosas y se les atribuye un poder mágico o divino.
Politeísmo: en que la animación es retirada de las cosas materiales para trasladarla a una serie de
divinidades, cada una de las cuales presenta un grupo de poderes: las aguas, los ríos, los bosques.
Monoteísmo: la fase superior, en que todos esos poderes divinos quedan reunidos y concentrados en
uno llamado Dios.
En este estado, predomina la imaginación, y corresponde a la infancia de la humanidad. Es también,
la disposición primaria de la mente, en la que se vuelve a caer en todas las épocas, y solo una lenta
evolución puede hacer que el espíritu humano se aparte de esta concepción para pasar a otra. El
papel histórico del estado teológico es irremplazable.
EL POSITIVISMO
El carácter del estado metafísico, es sobre todo crítico y negativo, de preparación del paso al
estado positivo; una especie de crisis de pubertad en el espíritu humano, antes de llegar a la
adultez.
EL POSITIVISMO
El Estado Positivo:
Es real, es definitivo. En él la imaginación queda subordinada a la observación. La mente
humana se atiene a las cosas. El positivismo busca sólo hechos y sus leyes. No causas ni
principios de las esencias o sustancias. Todo esto es inaccesible. El positivismo se atiene a
lo positivo, a lo que está puesto o dado: es la filosofía del dato. La mente, en un largo
retroceso, se detiene al fin ante las cosas. Renuncia a lo que es vano intentar conocer, y
busca sólo las leyes de los fenómenos.
El Materialismo
En los tiempos modernos el materialismo filosófico estuvo muy influido por la doctrina de la
evolución e incluso puede decirse que ha sido asimilado con la más amplia teoría de la
evolución. Los evolucionistas trascienden el simple anti teísmo o ateísmo materialista y
pretenden mostrar cómo las diversidades y las diferencias en el universo son el resultado de
procesos naturales en oposición a los fenómenos sobrenaturales.
El Materialismo
En el marxismo, lo empírico y lo teórico están unidos por el mismo nexo de la práctica social
(están en función de la realidad social) y desempeñan distintos papeles en el proceso de
conocimiento.
Si bien el conocimiento empírico supone siempre una fase previa necesaria para el
posterior desarrollo del conocimiento –según Marx-, no puede captar más que los aspectos
externos, superficiales, o las apariencias de las cosas y los fenómenos, no su esencia, es
decir, sus aspectos contradictorios internos, su automovimiento y sus relaciones o
conexiones con las demás cosas. Para esto hace falta el conocimiento lógico dialéctico, que
toma en cuenta la tesis estudiada, pero también su contrario: la antítesis, para unirlas en
un todo, que vendría siendo la síntesis (en el método Marx retoma a Hegel).
El Materialismo
Todo este conocimiento tiene como objetivo transformar la realidad social, ser aplicable a los
problemas sociales, para lograr una sociedad más justa a través de la lucha comunitaria (y
desde esta lectura económica- social se aleja de Hegel).
El Materialismo
Marx no es un empirista ni tampoco es un positivista. Admite que los datos o los hechos no son
puros, son construidos basándose en intereses transformatorios. El conocimiento no es un reflejo
pasivo, sino el producto de una actividad. Todo conocimiento es siempre derivado de la
actividad del sujeto. No es una recepción pasiva, no se impregna el sujeto de la realidad
exterior. Es una actividad crítica, que separa, que elige, que selecciona, que segrega.
La Fenomenología
Es un movimiento filosófico del siglo XX que describe las estructuras de la experiencia tal y como
se presentan en la conciencia, sin recurrir a teoría, deducción o suposiciones procedentes de
otras disciplinas, tales como las ciencias naturales. Su iniciador fue Edmund Husserl (siglo XX).
La Fenomenología
Reducción existencial. Una vez realizada la epojé,́ el mundo que rodea al sujeto de ser
existente pasa a ser fenómeno en existencia. Husserl recoge las aportaciones de la crítica
Kantiana de la razón radicalizándolas; ahora el fenómeno es presentado como pura presencia de
algo en la conciencia del sujeto que conoce.
Reducción eidética. Mediante esta se llega al descubrimiento de la esencia de lo universal y
necesario de las cosas, dejando de lado lo que tienen de individual y mudable. Este
descubrimiento de esencias se realiza mediante una intuición peculiar que pertenece al campo
de lo inteligible. Se trata de algo que se capta inmediatamente, sin necesidad de inferencia
alguna. Se trata de una intuición de esencias. Estas esencias son universales. Husserl recoge las
aportaciones del positivismo, radicalizándolas.
Reducción egológica. Mediante esta reducción el sujeto se refiere a las esencias captadas, al yo
como principio unitario que las justifica constituyéndolas. El resultado final es una conciencia
subjetiva que constituye el objeto.
La Fenomenología
El método fenomenológico es un método de análisis del modo como los objetos se dan a la
conciencia del sujeto que conoce, de un análisis del mundo de la inteligibilidad pura.
El término hermenéutica deriva del griego "hermenéuiein", que significa expresar o enunciar
un pensamiento, descifrar e interpretar un mensaje o un texto. Etimológicamente, el
concepto de hermenéutica se remonta con la simbología que rodea a la figura del dios griego
Hermes, el hijo de Zeus y Maya encargado de mediar entre los dioses o entre estos y los
hombres. Dios de la elocuencia, protector de los viajeros y del comercio, Hermes no sólo era
el mensajero de Zeus. También se encargaba de transmitir a los hombres los mensajes y
órdenes divinas para que estas fueran tanto comprendidas, como convenientemente
acatadas. El hermeneuta es, por lo tanto, aquel que se dedica a interpretar y desvelar el
sentido de los mensajes, haciendo que su comprensión sea posible y todo malentendido
evitado, favoreciendo su adecuada función normativa.
La Hermenéutica
Aristóteles escribió́ un “Peri hermeneias” que, como parte del “Órganon” (Obra aristotélica),
versaba sobre el análisis de los juicios y las proposiciones. Se trataba de un análisis del discurso,
pues sólo desde el interior del mismo la realidad se manifiesta. Por este motivo, la hermenéutica se
constituyó fundamentalmente en un arte (techné) de la interpretación dirigida, en el Renacimiento
y la Reforma Protestante, al esclarecimiento de los textos sagrados, dando lugar a la exégesis
bíblica. En esta misma época, como consecuencia del Humanismo, la hermenéutica se aplicó a la
literatura clásica grecolatina, configurándose como una disciplina de carácter filológico y después,
desde el ámbito de la jurisprudencia, se ocupó de la interpretación de los textos legales y de su
correcta aplicación a la particularidad de los casos.
La Hermenéutica
Adoptan una determinada posición en torno al problema de la verdad y del ser, siendo la
primera definida como fruto de una interpretación, y el ser (mundo y hombre) como una
gran obra textual inconclusa que se comporta de manera análoga a como lo hace el
lenguaje escrito.
La Hermenéutica
Características generales
El hombre está arrojado a un mundo que le surte de una cultura y un lenguaje determinados
(facticidad), que delimita y manipula su conocimiento de la realidad. Esta no surge de la
subjetividad, no es original de cada hombre particular, sino que está condicionada históricamente,
y se vertebra en la articulación entre pasado y futuro, esto es, en el diálogo entre tradiciones.
El círculo hermenéutico es para Gadamer un límite a cualquier intento de comprensión totalitaria,
pero también es una liberación del conceptualismo abstracto que teñía toda investigación
filosófica. Esta limitación traduce fielmente la realidad como un decir inconcluso y no acabado.
La Hermenéutica