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Para poder dejar atrás esta objeción de generalidad, tenemos que encontrar un rasgo que sea común al cine y a la
filosofía. Este rasgo o factor común entre estas dos actividades es el rol que en ambas juegan los relatos; téngase
presente que un relato apela a imágenes, a entidades de naturaleza eminentemente sensorial, sobre todo visual.
Examinando con atención la historia de la filosofía, resulta fácil constatar el uso filosófico frecuente de cierto
tipo de relatos, a saber, los experimentos mentales. Este tipo de relato describe una situación hipotética
particular que pretende articular algún principio o afirmación teórica de carácter universal: el símil de la caverna
opera de este modo; así mismo los experimentos mentales diseñados por Putnam, Wittgenstein, Parfit,…etc.
En consecuencia, las tesis filosóficas son susceptibles de proyección cinemática debido a que exhiben capacidad
natural para albergar en su estructura interna relatos del tipo de los experimentos mentales. Más abajo
tendremos que volver sobre este tema.
Imposición
Esta objeción a la posibilidad de que una tesis filosófica sea susceptible de proyección cinemática es la
siguiente: toda interpretación de un film particular que ponga a la vista un cierto contenido filosófico como un
elemento articulatorio esencial de dicho film, o sea, que muestre al film filosofando es atribuible al intérprete; el
film es usado por este para poner en marcha una reflexión filosófica, pero el film mismo no hace filosofía. Así,
pues, afirmar que un film hace filosofía es más bien fruto de una imposición que el intérprete hace sobre el film.
Si usamos en la escuela un cierto film para enseñar alguna tesis filosófica (Blade Runner para enseñar la tesis
funcionalista en filosofía de la mente, por ejemplo), no afirmamos que el film ha hecho una contribución a la
filosofía, sino que es útil para inspirar en los alumnos el interés en la naturaleza de la mente. Así, entonces, la
contribución filosófica ha sido hecha por el filósofo que se sirve del film, pero no por el film mismo.
Seguramente podemos considerar que esta objeción resulta en cierta medida atendible desde el punto de vista de
la evaluación de una interpretación, esto es, de una consideración de las condiciones bajo las cuales una cierta
interpretación debe ser juzgada como correcta o incorrecta. De acuerdo con esto último, la objeción en cuestión,
más que un argumento en contra de la posibilidad del film como filosofía, expresa un principio regulativo como
el siguiente:
Cuando se hace una interpretación de algún film, téngase el cuidado de no imponer sobre dicho film
una interpretación inapropiada.
Ahora bien, ¿cómo sabemos cuando una interpretación de un film es una imposición inapropiada sobre este?
Hay dos tipos de interpretación: la interpretación orientada según el autor del film y aquella orientada según la
audiencia. Sin duda, la más relevante es la primera, la cual es gobernada por la siguiente regla:
No atribuir a una obra de arte, un film en nuestro caso, un significado que el creador de dicha obra no
podría haber pretendido (no podría haber tenido la intención de) darle.
Así, entonces, ya tenemos un método para decidir cuándo una interpretación es o no una imposición inapropiada
sobre el film respectivo. Con seguridad hay interpretaciones orientadas según la audiencia que resulten buenas
contribuciones filosóficas, pero estas contribuciones no pueden ser atribuidas al film. Las únicas
interpretaciones que son relevantes en este nuestro caso son aquellas orientadas según las intenciones y
concepciones propias del autor o creador del film.
Vale la pena hacer una advertencia: prácticamente desde siempre los distintos investigadores pertenecientes al
campo de la filosofía del cine han intentado formular una teoría general que elucide la naturaleza del cine como
arte (con identidad propia); sin duda, las teorías de investigadores como Cavell, Bazin, Kracauer, etc. han de ser
consideradas valiosas dentro del ámbito de un dominio teórico joven y emergente. Sin embargo, no es insensato
intentar una aproximación empírica a dicho campo de investigación que se despliegue mediante análisis de
films particulares.