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CLÍNICAS DEL
TRASTORNO DEL
ESPECTRO AUTISTA
¿Qué
conocemos
del TEA?
TRASTORNO DEL ESPECTRO
AUTISTA
Alteraciones
cualitativas en la
comunicación.
Patrones de conducta
restringidos, repetitivos
y estereotipados.
1. Alteraciones cualitativas
en la interacción social
• - Conductas repetitivas e intereses restringidos: los patrones repetitivos de movimiento se conocen como
estereotipias, como el balanceo y el aleteo de las manos.
• Suelen buscar la estimulación visual agitando una hoja de papel o balanceándose ante un patrón de líneas
verticales. Se suelen sentar demasiado cerca del televisor porque les gustan los patrones que observan al
acercarse. Pueden revelar sus habilidades visuales por su capacidad para los puzles o para los juguetes de
construcción tipo Lego, que completan con mucha más habilidad de la que demuestran en otras
actividades.
• La mayoría de estos niños desarrollan rituales, tales como ver ciertos dibujos animados a cierta hora o
tener que verlo desde el principio hasta el final, incluyendo los títulos de crédito. Si se alteran estas rutinas,
los niños pueden presentar rabietas o a autolesionarse, golpeándose la cabeza o mordiéndose.
• Hipersensibilidad sensorial: es frecuente también que puedan
mostrar gran malestar ante ciertos sonidos, como un aspirador o
una moto. También lo es que tengan un repertorio alimentario
restringido, basado en el rechazo por ciertas texturas o colores de
los alimentos más que por su sabor.
• Por ejemplo, pueden rechazar comidas «suaves» que se deshacen
en la boca o comida de color blanco, como el arroz o las patatas y la
pasta. También suelen insistir en que la comida esté separada en el
plato y que sus porciones no se toquen entre sí.
Edad escolar
-Lenguaje: aunque la mayoría de los niños con TEA mejoran sus habilidades lingüísticas, pueden persistir
dificultades en el lenguaje, como:
• En los escolares de más edad, con buenas capacidades cognitivas, lo que resulta más evidente es
su dificultad en el uso y la comprensión del lenguaje:
• Se dirigen a su interlocutor, sin llegar a tener una conversación «de ida y vuelta».
• No suelen adaptar el tono o contenido de su discurso a las diferentes situaciones sociales, por
ejemplo, pueden hablar muy formalmente en una reunión o fiesta con iguales dirigirse a completos
extraños con excesiva familiaridad.
• Interpretan literalmente las palabras de los demás, muestran dificultades en la comprensión del
sarcasmo, la ironía, las metáforas y otras figuras retóricas.
— Interacción social: en la escuela se pone de manifiesto su dificultad para comprender cómo se interactúa
socialmente. Así, pueden no percibir la diferencia en cómo se relacionan los niños entre sí o con el profesor.
Tampoco suelen mostrar interés por asuntos y actividades populares entre sus iguales, como la música, la moda, el
deporte o salir con amigos. Les resulta difícil tener amigos de su edad. Pueden hacer más facilidad para hacer
amigos entre niños menores o mayores que ellos.
— Conducta: persiste el apego a las rutinas y la escasa capacidad para adaptarse a los imprevistos. Muchos niños con
TEA desarrollan interés por un tema o actividad muy específico, que puede implicar coleccionar, numerar, hacer
listas. Este tema puede ser compartido por otros niños su edad (como los cromos de fútbol), pero la dedicación e
intensidad al respecto de los niños con TEA resultan excepcionales. Pero también puede tratarse de un tema inusual,
que no suele interesar a los niños, como los horarios de los trenes o los manuales de instrucciones, o diferentes
aparatos de tecnología. Pueden cambiar de interés transcurridos unos meses o Pocos años, y se vuelcan en el
siguiente tema con la misma intensidad.
Adolescencia
• La adolescencia es una época caracterizada por el cambio y por la marcada transición a la edad adulta.
• Es fácil imaginar que para los adolescentes TEA resulta aún más difícil la adaptación a los cambios.
• Se incrementan las demandas sociales del entorno y las relaciones interpersonales son más complejas.
Además, los adolescentes con TEA no suelen tener la posibilidad de responder a estas demandas con el
— Rigidez cognitiva: sus dificultades de comprensión socioemocional los llevan a menudo a posicionarse de forma
extremista ante ideas o pensamientos y a entender y aceptar mal los puntos de vista y argumentación de los demás.
• La aparición de esta discrepancia entre su desarrollo socioemocional y físico ejerce un importante impacto
en el desarrollo psicosexual y emocional, así como en la conducta del adolescente con TEA.
• Aunque los adolescentes con TEA tienen deseos sexuales y les gustaría mantener relaciones íntimas,
carecen de las habilidades y de la comprensión social necesarias para iniciarlas y mantenerlas . Esto suele
llevarles a experimentar sentimientos de frustración y desembocar en una conducta inapropiada o
problemática. Por ejemplo, los adolescentes con TEA suelen tener una menor conciencia de las normas
sociales que regulan la intimidad, y pueden hablar sobre temas sexuales en público. Esta falta de
conciencia puede llevarles a exhibir conductas indecentes o inapropiadas o, en el peor de los casos,
aumentar el riesgo de que sufran abusos sexuales.
EL DESARROLLO INTEGRAL DE LOS NIÑOS CON
TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA:
ÁREAS INTELECTUAL Y
SENSORIAL. 2. MEMORIA.
• 1. ATENCIÓN.
• Es una fortaleza, en especial la de tipo
• Presentan lo que se ha denominado visual, la cual frecuentemente es
atención en túnel, sobreselección de fotográfica.
estímulos, o también atención altamente • Las imágenes almacenadas difícilmente
selectiva. las borran.
• Muestran lentitud para cambiar • Tienen facilidad para aprenderse
rápidamente el foco de su atención, como fácilmente secuencias o información con
si no fuera efectivo el mecanismo por el cierto patrón fijo (por ejemplo: capitales,
cual se elimina el zoom (en el ejemplo de la fechas, pasos de un procedimiento para
cámara fotográfica). manejar diferentes equipos).
• 3. SENSO-PERCEPCIÓN.
• En relación a las
sensaciones (auditivas, • 4. FLEXIBILIDAD MENTAL.
visuales, táctiles, olfativas,
vestibulares, propioceptivas),
se han encontrado diversas • Esta inflexibilidad en buena parte se
alteraciones. explica por sus dificultades para
anticipar mentalmente los eventos
• Pueden presentar
futuros e inesperados.
hipersensibilidad o
hiposensibilidad sensorial. • Suelen actuar con ansiedad,
oposición, rechazo o rabietas cuando
se les cambia intempestivamente sus
horarios, lugares, recorridos,
objetos o personas habituales.
ÁREAS SOCIAL Y AFECTIVA
2. DIFICULTADES PARA
• 1. DIFICULTADES EN EL AUTOCONCEPTO. COMPARTIR.
• Presentan dificultades para desarrollar un
concepto objetivo, estable y abstracto de sí Los alumnos con autismo suelen
mismos. tener dificultad para ejercer esta
habilidad, por ejemplo se apegarán de
• La gran mayoría se atrasan en la adquisición tal manera a ciertos objetos, juguetes
de la autoimagen, mientras que ésta es una y alimentos que será prácticamente
habilidad que dominan los niños desde la imposible convencerlos de prestarlos a
mitad del segundo año de vida, en ellos hay otros compañeros.
que esperar a veces hasta la edad escolar
para que reconozcan su imagen en un espejo
o en fotografías.
• 3. COMPRESIÓN EMOCIONAL.
• A los estudiantes autistas les cuesta mucho trabajo reconocer las
emociones y sentimientos en sí mismos y en los demás. Se atrasan en la
comprensión de las emociones básicas como la tristeza, el miedo, la alegría
y el enojo, los niños regulares consiguen hacerlo desde los 3-4 años de
edad cuando se les muestran rostros y a los 6 años logran reconocer
las emociones con sólo mostrarles posturas y movimientos corporales.
• El desarrollo y comprensión de los sentimientos es aún más difícil, ya que
la vergüenza, la culpa, el orgullo, el rencor, la lastima etc. son de una
complejidad mayor; incluso existen personas autistas que no solo no los
comprenden sino que ni siquiera desarrollan estos sentimientos (no por
que no puedan hacerlo sino porque no se realizan intervenciones
especializadas para que lo consigan).
• 4. DIFICULTAD PARA DESARROLLAR TEORÍA DE LA
MENTE.
• La “Teoría de la Mente” es una
competencia que otorga a las personas la
capacidad de entender las emociones y
pensamientos de los demás.
• Aproximadamente a la edad de cuatro años,
los niños regulares comprenden lo que
significa tener mente: se dan cuenta que las
personas pueden pensar, saber, creer o sentir
de forma diferente. La vida social y las 5. OTRAS HABILIDADES SOCIALES:
relaciones interpersonales se basan en esta Cooperar, Trabajar en Equipo y Practicar las
habilidad. Reglas.
Será indispensable aplicar programas de
desarrollo y/o conductuales bien definidos si se
desea conseguir estas habilidades psicológicas
en los estudiantes con autismo.
Los rasgos nucleares del autismo y las áreas del desarrollo
Los objetivos y metas de cualquier intervención son el punto de partida de la misma. En el caso del autismo, parecerían obvios: se trata de abordar aquellos aspectos en los
que los niños y niñas tengan más dificultades, para optimizar su calidad de vida presente y futura. Está claro, por tanto, que es necesario trabajar con las dimensiones que
están más claramente relacionadas con el diagnóstico del autismo. Esto nos llevaría a trabajar ámbitos como las dificultades en el desarrollo social y la falta de flexibilidad
cognitiva y comportamental. Por tanto, esperamos que cualquier intervención en autismo actúe para limitar el impacto y reducir dificultades como las siguientes:
• Dificultades en la reciprocidad socioemocional, es decir, problemas para compartir intereses o emociones, o responder a ellas, o dificultades a la hora de interactuar
socialmente con los demás.
• Problemas en la comunicación no-verbal, como contacto ocular o uso de los gestos anómalo o problemas en su comprensión.
• Falta de flexibilidad y adhesión a pautas de conductas concretas, rutinas o rituales, tanto verbales como no verbales.
• Hipo o híper-reactividad ante determinados estímulos o intereses muy centrados en algunos aspectos del entorno.
ELEMENTOS COMUNES DE UN BUEN
PROGRAMA DE
INTERVENCIÓN
ELEMENTOS COMUNES DE UN BUEN PROGRAMA
DE
INTERVENCIÓN
• Entrada precoz en el programa, sin esperar al diagnóstico definitivo.
• El programa de intervención debe ser individualizado, basarse en los intereses y motivaciones y traducir las necesidades en niveles de
intensidad y tipos de apoyo requeridos.
• Intervención intensiva, el mayor número de horas que el niño pueda recibir por sus características.
• La intervención debe ser intensiva, o más bien extensiva, aprovechando todas las oportunidades naturales para aplicar el plan
individualizado, o que se generen si no ocurren de manera natural, una dedicación de al menos 20-25 horas semanales.
• Baja tasa de niño-profesor, con numerosos momentos de terapia 1 a 1, para conseguir objetivos individualizados.
• Inclusión de la familia en el tratamiento, dándole un papel activo en todo el proceso. Es necesario incorporar a los padres, madres y otros
miembros de la familia tanto en la propia intervención, como en el establecimiento de metas y prioridades, o para satisfacer sus
necesidades de apoyo (orientación, información, ayudas económicas o fiscales, apoyo en el hogar, canguros, programas de ocio, estancias
cortas e intervención en crisis...)
• Oportunidades de interacción con menores sin problemas de su misma edad. Las actividades con iguales
son una parte crucial de la intervención en todas las edades y niveles de capacidad.
• Se debe planificar de forma sistemática la intervención, con una selección de objetivos basada en un
registro detallado de la información y con un seguimiento específico, y una medición frecuente de los
progresos. Los objetivos de la intervención deben ser concretos, medibles y evaluables.
• Alto grado de estructuración, con elementos como una rutina predecible, programas de actividades visuales
y límites físicos para evitar la distracción.
• Los aprendizajes propuestos deben ser funcionales. Los menores con autismo necesitan implicarse en
actividades de aprendizaje significativas (para ellos/as y su entorno), apropiadas a la edad y que sean
funcionales en múltiples contextos. El enfoque de enseñanza natural es la mejor práctica. Siempre adaptando el
entorno a las necesidades de predictibilidad y estabilidad
• Los intereses de la persona con autismo deben ser tenidos en cuenta para el diseño de las actividades.
• El abordaje de las dificultades conductuales debe seguir los principios y prácticas del apoyo conductual
positivo y abordarse con un enfoque funcional, analizando los factores desencadenantes y el sentido de la
conducta en su contexto, mediante estrategias de apoyo conductual positivo.
• Buscar experiencias de relación positivas programando entornos para jugar o compartir experiencias
adaptadas a los intereses y a la edad del niño o la niña.
• Si el niño o niña es pequeño o sus competencias son menores se aconseja fomentar interacciones
rutinizadas, recurrentes y con un alto grado de predictibilidad.
• Iniciar la interacción adulto-menor, y de forma progresiva introducir tiempos de relación con iguales.
• Los tiempos de acción-atención compartida adulto-menor deben ser dedicados fundamentalmente a los
intereses del menor, pero buscando siempre que sean actividades compartidas, no en solitario.
• Buscar tiempos de juego o actividad compartida no-directiva, de modo que el adulto trate de incentivar y
seguir las iniciativas del propio niño o niña.
• En los momentos de juego o de actividad compartida, es importante asegurar y/o
aumentar las miradas “cómplices”, las expresiones emocionales de alegría o
sorpresa compartida, las risas y las exclamaciones.
• Buscar grupos de ocio o actividades sociales que coincidan con los intereses y/o
puntos fuertes del menor, cuando esté preparado para ello.
PROGRAMACIÓN DE OBJETIVOS: NIVEL RELACIONAL
Relaciones sociales
• Aprender a participar en actividades grupales (que implican reglas o normas sociales básicas) con adultos.
• Reconocer conductas sencillas que no son socialmente correctas y aprender conductas alternativas adecuadas a esa
situación.
• Aprender a participar en actividades grupales (que implican reglas o normas sociales básicas) con iguales.
• Comprender las sutilezas sociales (para que la persona con TEA sea capaz de dar una respuesta adecuada
ante ellas).
Capacidades de referencia conjunta
Nivel 1: “penetrar en la acción del niño o niña” (acción conjunta).
• Admitir niveles crecientes de intromisión de las acciones del adulto en las propias acciones.
• Compartir una acción o actividad con el adulto estableciendo una relación satisfactoria.
• Lograr que los niños incorporen a los adultos en actividades compartidas encaminadas a
• Constituir verdaderas interacciones que impliquen turnos, imitación, reciprocidad básica, etc., entre las
acciones de los copartícipes en la interacción.
• Aprender a emplear la mirada para el logro de sus deseos incorporándola a sus acciones comunicativas.
• Ser capaz de utilizar la mirada en situaciones en que se altera la secuencia de acciones del adulto, esperada
por el niño.
• Comenzar a recurrir a expresiones faciales, gestos y miradas del adulto para conseguir sus deseos.
• Aprender a mirar a la cara o a los ojos del adulto en determinadas situaciones y con el manejo de ciertos
objetos.
• Adquirir mayor habilidad para comprender las sutilezas de gestos y miradas en acciones compartidas más
abiertas y complejas.
• Desarrollo de intereses, motivaciones y conocimientos con respecto a los temas de preocupación común.
• Aceptar la compañía del adulto durante periodos de tiempo cada vez más prolongados.
• Compartir alguna actividad con el adulto, estableciendo una relación satisfactoria con este.
• Aceptar que las personas participen de sus emociones, en especial de sus alegrías.
• Diferenciar elementos que se pueden ver de aquellos que no se pueden ver y elementos que pueden tocar de aquellos que no se
pueden tocar.
• Reconocer la relación que existe entre los deseos y las emociones en función de que estos sean cumplidos.
• Comprender que los deseos también guían las acciones de las personas.
• Comprender que diferentes personas tienen diferentes gustos sobre un mismo acontecimiento, objeto o experiencia.
• Comprender que uno mismo y los demás tienen creencias falsas o verdaderas.
• Los programas específicos son eficaces, pero con limitaciones en la generalización de los aprendizajes.
• Es fundamental seguir un enfoque evolutivamente coherente, sin dar saltos ni asumir que están adquiridas
algunas destrezas previas o precursoras de la teoría de la mente.
1. Adoptar perspectivas visuales:
En diferentes posiciones vemos diferentes objetos y, por tanto, diferentes personas vemos cosas diferentes. Un
mismo objeto puede parecer diferente según la perspectiva desde la que lo observemos. Si una persona observa
un objeto desde un lugar y otra persona desde otro pueden tener visiones diferentes del mismo objeto. Esto
significa que las personas tenemos información diferente unas de otras.
2. Comprensión de las fuentes de
conocimiento
• Lo que sabemos está en función de nuestra experiencia directa o indirecta.
• Las personas tenemos diferentes experiencias, por lo que lo que unas sabemos no tiene por qué ser
igual a lo que saben otras.
3. Comprender los deseos y emociones
Los objetivos a trabajar en comprensión y expresión de emociones son:
Es importante que el niño o la niña conozca y experimente verbos relacionados con acciones mentales
(recordar, imaginar, pensar, sentir, creer, saber, engañar, presumir, etc.), así como ser capaces de aplicarlos en
referencia a otras personas.
Las personas tenemos creencias sobre una situación que pueden ser verdaderas o falsas y las creencias guían
nuestras acciones.
Numerosos estudios llegan a la conclusión de que una enseñanza explícita en teoría de la mente mejora las
capacidades mentalistas de las personas con TEA y, por tanto, proporciona un mayor éxito en sus relaciones
sociales y una mejoría en su calidad de vida.
BIBLIOGRAFÍA
• Ezpeleta, (2014). Psicopatología del desarrollo. Pirámide. Barcelona.
• American Psychiatric Association (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders; DSM-5 (5.ª
ed.). Washington, D. C.: APA.
• Rodriguéz, F. (2016). Guía de intervención logopédica en los trastornos del espectro del autismo. Síntesis.
España.