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LA PERSONA HUMANA Y SU

DIGNIDAD
Lic. Nancy Estela Salazar
OBJETIVOS DEL TEMA
• Reconocer la grandeza de la persona como el
ser más sublime que existe en la realidad.
• Reconocer que el ser es el fundamento de la
dignidad de la persona humana y que el obrar
es consecuencia de él.
• Asumir una actitud de respeto y defensa de la
persona humana, de su dignidad y
singularidad, frente a las concepciones
erróneas de la civilización actual.
Significado de la palabra persona
• La voz latina persona procedería de personare, que
significa resonar, hacer eco, retumbar con fuerza.
• En griego la denominación de prósopon, y en latín,
justamente, la de persona.
• Desde su origen, el término «persona» se encuentra
emparentado con lo eminente o relevante.
• En Roma Persona se relacionaría con per se sonans,
para indicar a quienes, en el sentido más amplio de la
expresión, pueden hablar por sí mismos, con voz
propia.

La denominación de persona apunta a la


grandeza o majestad de determinados seres
LA PERSONA HUMANA Y SU DIGNIDAD
Persona: “sustancia individual de naturaleza racional”. (Boecio)

Sub stare El ser que está debajo de las perfecciones


Sustancia accidentales de la que es su soporte
Subsistere Aquello que subsiste por sí mismo y que
no depende de otro para subsistir
Es singular, única e irrepetible,
Sustancia individual tiene sus propias características, perfecciones
Ninguna persona es idéntica a otra.
Lo que le diferencia de los demás seres
De naturaleza racional
es su dimensión espiritual.
Dos potencialidades espirituales: entendimiento
y voluntad

El término persona también hace referencia a la dimensión Trascendental del hombre,
ya que participa de una naturaleza que le ha dado su creador, quien también es persona,
dándole la nobleza de ser hijo suyo, de pertenecer a su familia.
Sustancia individual
• Sustancia individual sitúa
en primer plano la cualidad
de sustrato, de sujeto, y no
de simple actividad, que es
propia de la personas.
• “El obrar sigue al ser”
Naturaleza racional incluye la entera
vida del espíritu
• Todo ser dotado de inteligencia se encuentra por
fuerza provisto de esa inclinación al bien en cuanto
bien: la voluntad. Sus frutos naturales son:
•La autonomía en el obrar que hacen más rica y sabrosa la
•El amor. cualidad interior de la persona.

• La realidad racional incluye también toda esa


plenitud afectiva y decisional, que advertimos
en las personas templadas y maduras.
“Naturaleza racional” significa que es esencial para la persona no tanto el
ejercicio de las actividades unidas a tal naturaleza (pensar, amar, hablar),
sino la capacidad de desplegar una capacidad que se tiene “por naturaleza”,
es decir, por nacimiento (Berti).
La persona humana es libertad…
aunque participadamente
• La libertad define
intrínsecamente a su mismo
ser: la persona.
• Toda persona, posee un ser
espiritual y libre.
• La libertad es la propiedad
esencial de las dos potencias
superiores de la persona: el
entendimiento y la voluntad.
La persona es principio y
término del amor
• Como el amor es el fundamento y el sentido último de
la libertad, su acto más radical y propio, es el que lleva
a definir a la persona como principio y término, como
sujeto y objeto, de amor.
• Tomando el amor en su sentido más alto, como un
querer el bien en cuanto tal, o el bien del otro en
cuanto otro, únicamente la persona resulta capaz de
amar y únicamente ella es digna de ser amada.
• La verdadera grandeza del hombre, su perfección, por
tanto, su misión o cometido, es el amor. Todo lo otro
—capacidad profesional, prestigio, riqueza, vida más o
menos larga, desarrollo intelectual— tiene que confluir
en el amor o carece en definitiva de sentido
La persona está abierta al ser, a la verdad,
a la bondad y a la belleza
• Dotado de un fondo abierto, inteligente, libre,
amoroso, creativo y contemplativo; apto para
relacionarse íntimamente, desde su misma
médula, con lo más profundo y enjundioso de la
realidad… y para hacer que cobre nueva vida.
• La capacidad de dar cabida en su interior a todo
ese maravilloso cosmos de realidades que
deslumbran por su verdad, su bondad y su
hermosura, y de poner ese mundo íntimo en
fecundo contacto con el universo todo, en su
dimensión más insondable, y con el universo-
interno de las demás personas.
Dimensiones de la grandeza de la
persona
1. Semejante nobleza hace referencia al ser.
• Por eso, deben considerarse personas las realidades que
poseen un grado de ser superior, una densidad o
consistencia que las sitúa por encima de cierta cota en la
escala de los existentes: en la cumbre de la jerarquía del
universo.
2. la condición personal lleva aparejada una excelencia también
en el obrar que es lo que conocemos como libertad.
• «el obrar sigue al ser y el modo de obrar al modo de ser»
3. La índole personal exige una actitud de respeto o, mejor, de
reverencia y, como veremos, de auténtico amor: de
promoción de ese bien excelso que cualquier persona está
llamada a alcanzar
La condición de persona está sustentado
principalmente en el SER.

• La condición de persona está anclada en el ser, es decir,


alguien es persona principalmente por la nobleza de su ser.
• Por lo tanto, no podemos juzgar si alguien es persona o no
por su actuar; ya que primero es el ser y luego el obrar (el
obrar sigue al ser).
La condición de persona está sustentado
principalmente en el ser.
• El ser personal posee
todas las perfecciones
propias de su
condición en acto o en
potencia.

•Ejemplo: Un embrión posee


todas las perfecciones propias
de su ser personal, las tiene
algunas en acto y otras en
potencia.
La condición de persona está sustentado
principalmente en el ser.
• Por eso una persona es digna
no por su comportamiento o
por las circunstancias que lo
rodean sino por la nobleza de
su ser, por la consistencia de
su ser.
La condición de persona está sustentado
principalmente en el ser.
• De ahí que tenga dignidad humana el
criminal, el embrión humano, el enfermo
terminal, la persona con incapacidad física
o mental
• ¿Por qué?
Por que posee un ser personal que lo ubica
en un nivel superior a los demás seres
existentes en el universo físico.
Nobleza en el obrar
1. Todas las personas, en mayor o menor medida, son libres, es decir,
dueñas de su propio comportamiento.
• la libertad humana, aun siendo real, en el sentido más fuerte de la
palabra, no es plena y absoluta.
2. Esa aptitud para obrar libremente, con dominio de buena porción de sus
actividades, lleva consigo la posibilidad y la obligación de auto-
perfeccionarse hasta un nivel impensable para quienes no son
personas.
• Esto es la «responsabilidad»: responder con la conducta a las
exigencias del propio ser y del ser de cuanto nos rodea, en particular
de las restantes personas.
3. la práctica, la capacidad y el deber de emprender grandes tareas, de
plantearse y perseguir nobles ideales, de hacer girar la propia
existencia en torno a algo (mejor: a alguien, uno o más bien muchos)
que realmente merezca la pena, pues, de lo contrario, se corre el
riesgo de la frustración y de la infelicidad.
• Esto es la magnanimidad: aptitud e inclinación a emprender magnas
tareas en beneficio de los demás
El respeto a la persona
1. Respeto o incluso veneración al ser
propio y ajeno, con todas sus
dimensiones, incluidas las corpóreas,
puesto que el cuerpo humano es
también personal.
2. Respeto y reverencia también al obrar
correspondiente a la condición de
persona, en uno mismo y en los demás:
• Tengo la obligación de desarrollar mis
capacidades hasta dar de mí cuanto esté
en mis manos.
• Por ese mismo motivo ostento también
el consiguiente derecho a desarrollarme.
CONCLUSIONES
• La dignidad de la persona
deriva de su ser, se manifiesta
en su obrar y reclama de las
restantes personas, más que
respeto, veneración
• Ni yo ni ningún otro debería
jamás poner trabas para que
realice todo aquello que me
permita cumplir con el
derecho-deber de alcanzar la
plenitud que me corresponde

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