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PARTE
COPULATIVOS
• Marcan una acción que –siempre desde el punto de vista del sentido– basta en sí misma: “Iñaki
canta”. Pero puede ser enmarcada por complementos circunstanciales: “Iñaki canta cada mañana a
la misma hora”.
PRONOMINALES
• No pueden ser conjugados sin los siguientes pronombres: me, se, te.
• Así, no puede decirse “yo arrepiento”; debe necesariamente decirse “yo me arrepiento”,
• Y este uso repetirse según las personas del verbo: yo, tú, él.
REFLEXIVOS
• Redirigen la acción hacia quien la realiza. Necesariamente, por tanto, se los identifica por el uso del
pronombre se: “Paulina se ducha”. No podemos escribir “Paulina ducha”, pues carece de sentido.
• Los verbos reflexivos, como puede verse, son también pronominales, pero la diferencia radica en
que la acción se refleja sobre el sujeto.
• En el anterior ejemplo, podríamos decir, lógicamente, Paulina baña a Paulina. Pero no funciona así
con la oración “Yo me arrepiento”, porque lógicamente no podemos decir “Yo arrepiente a yo”.
• La diferencia estriba en que en los reflexivos el sujeto realiza una acción sobre sí mismo.
IMPERSONALES
• Fenómenos climáticos
• O bien: uso metafórico.
EL USO DETERMINA
• Sin embargo, es el uso el que determina la clasificación de algunos verbos, que bien pueden
funcionar como intransitivos, pero pronominales.
• Por ejemplo, la oración “Iñaki duerme” muestra un verbo intransitivo, pero si decimos “Iñaki se
duerme” se ha convertido en un pronominal.
• Asimismo, si decimos “Paulina baña su pierna” el verbo pasa a ser transitivo.
• Por tanto, si bien hay algunos verbos que son puramente pronominales, como atrever, quejar,
arrepentir, hay otros que pueden cumplir diferentes funciones, según el uso o el significado.
• Por ejemplo, “Sandro vuela” tiene un sentido completo, pero podemos precisar “Sandro vuela en
helicóptero” o bien escribir “Sandro vuela la planta baja de un edificio”.
EN EDICIÓN
Ahora bien, vamos a lo que de esto nos sirve para
edición.
• Los verbos ser y estar (evidentemente copulativos) se encuentran entre los más
utilizados.
• En este caso, siempre y cuando no se trate de un uso legítimo, quedan dos alternativas:
a) cambiarlos por un verbo alterno: constituye, representa; b) evitarlos modificando la
construcción.
• Los verbos dar, hacer y tener (evidentemente transitivos) se encuentran también entre
los más utilizados, todo lo cual nos da una idea de cómo habitualmente se redacta,
atribuyendo elementos.
• En estos casos, también debemos recurrir a verbos sinónimos o bien a modificar las
construcciones de modo tal que se evite el uso de estos verbos.
LAS FORMAS NO PERSONALES DEL VERBO
• (en este caso no se da la acción por terminada; parece que no se necesita terminar un libro para que te
llamen escritor, sino solo haberlo comenzado)
• En ciertos casos, el infinitivo ha sufrido un proceso de sustantivación, de manera que de esta forma no
personal del verbo ha surgido un sustantivo: el deber.
EL PARTICIPIO
• Se llama así porque participa en dos ámbitos gramaticales: el verbo y el adjetivo, y en tanto que
adjetivo puede sustantivarse.
PASADO
• Se consigue mediante el sufijo -ado para la primera conjugación ar, y con la terminación -ido para los verbos terminados en er e
ir. Sirve para formar tiempos compuestos en pasado:
• Desde el punto de vista sintáctico, actúa como adjetivo y, por tanto, concuerda en género y número con el sustantivo al que
acompaña.
• Existen algunos casos, de verbos irregulares, en los que se presentan dos formas de participio: despertar, imprimir, freír, torcer.
Uno con procedimientos morfológicos del español y otro del latín.
ABSOLUTO
• Desoídas las advertencias, el conflicto comenzó. Equivale a “habiendo sido desoídas” o bien a “una
vez que habían sido desoídas”. Como un gerundio compuesto, pero con la elisión de haber y ser.
PRESENTE
• Acaba en -nte.
• Al igual que el infinitivo, el gerundio también consta de dos formas: el gerundio simple (llegando) y
el gerundio compuesto, en la cual el verbo auxiliar también presenta la terminación del gerundio
(habiendo llegado).
SIMPLE
• El gerundio simple se encarga de mostrar que algo dura y dura: una acción durativa, que transcurre sin que se determine gramaticalmente su
principio ni su final.
• Los gerundios simples reflejan acciones que están en grado de ejecución, pero no significa que hayan concluido (siempre desde el punto de vista
del sentido: lo perfectivo).
• Eso depende del otro verbo en cuestión: “llegué caminando” (acción concluida) es diferente a “iré caminando” (acción que ni siquiera ha
comenzado).
• El gerundio representa la acción en desarrollo, aunque esa acción ya haya pasado (en este caso, retrata lo que se desarrollaba). En el ejemplo
“llegué caminando”, la acción ya ha pasado, pero el gerundio sigue indicando una duración amplia, aunque esté terminada.
• Acompañando a los verbos funciona como complemento circunstancial: ¿cómo llegó? Caminando.
• El gerundio solo puede servir como enlace entre ideas que se perciben como simultáneas y proporciona una idea de continuidad. No es correcto
escribir: “el jefe llegó con retraso, sentándose adelante”.
• El gerundio compuesto también proporciona la idea de duración, aunque sea en el pasado, y en
este caso en el pasado respecto de otro verbo: