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POR: DRA.

MÓNICA IVONNE RODRÍGUEZ PACHECO


OCTUBRE 2007
¿QUÉ ES LA EPILEPSIA?

 La epilepsia tiene su origen en unos cambios


breves y repentinos del funcionamiento del
cerebro. Por esta razón, se trata de una
afección neurológica, la cual no es contagiosa ni
está causada por ninguna enfermedad o retraso
mental. Algunas personas con retraso mental
pueden experimentar ataques epilépticos, pero
tener estos ataques no implica necesariamente
el desarrollo de una deficiencia mental.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?
 Existen varias formas de presentación de las crisis
epilépticas. Las crisis generalizadas pueden
manifestarse con pérdida brusca de conocimiento
con caída al suelo, contractura de los músculos de
las extremidades y de la cara seguidas de
sacudidas rítmicas. En otras oportunidades,
especialmente en niños y adolescentes, las crisis
se presentan con una pérdida de conocimiento, sin
caída al suelo ni convulsiones, de segundos de
duración, con rápida recuperación.
 Las crisis parciales pueden presentarse con
sensaciones subjetivas extrañas o difíciles
de describir o con fenómenos auditivos,
visuales, sensación de hormigueo, etc.
Estos síntomas pueden aparecer en forma
aislada o dar paso a una pérdida de
conocimiento con movimientos automáticos
de la boca, de las manos o de otra parte del
cuerpo. En otras oportunidades las crisis
parciales pueden presentarse con
sacudidas de una extremidad o de la mitad
de la cara, sin pérdida de conocimiento.
SIGNOS DE ALARMA
 Los distintos signos de alarma que advierten
que se está produciendo un ataque epiléptico
pueden ser los siguientes:
*Períodos de confusión mental.
*Comportamientos infantiles repentinos.
*Movimientos como el de masticar alimentos sin
estar comiendo, o cerrar y abrir los ojos
continuamente.
*Debilidad y sensación de fatiga profundas.
*Períodos de "mente en blanco", en los que la
persona es incapaz de responder preguntas o
mantener una conversación.
*Convulsiones.
*Fiebre.
 Las crisis epilépticas producen una alteración
momentánea del funcionamiento cerebral, debida a la
descarga súbita y desproporcionada de los impulsos
eléctricos que habitualmente utilizan las células del
cerebro. Esta descarga puede afectar únicamente a
una parte del cerebro (crisis parciales o focales) o
comprometer a todo el cerebro (crisis generalizadas).
Los síntomas que presente una persona durante una
crisis epiléptica dependerán entonces de la o las zonas
del cerebro que estén siendo afectadas por la
descarga. Por lo tanto, existen muchos tipos diferentes
de crisis epilépticas.
 Las crisis epilépticas son más frecuentes de lo
que comúnmente se piensa y afectan al 1 % de
la población. Pueden comenzar a cualquier
edad, si bien se inician más frecuentemente
durante la niñez y la adolescencia, en todos los
grupos humanos sin distinción de edad, sexo,
raza ni condición económica.

 Los cuadros epilépticos no son contagiosos, no


constituyen una enfermedad mental, no afectan
la inteligencia y las personas que las presentan
pueden llevar una vida prácticamente normal,
una vez que logran controlar sus crisis con el
tratamiento apropiado.
¿QUÉ SE DEBE HACER ANTE
UN ATAQUE DE EPILEPSIA?
 a) Mantenga la calma y no se asuste.
No sujete ni trate de reanimar a la persona; por
lo general , ella recuperará la conciencia en
pocos minutos. Aunque aparentemente no
respire, no necesita respiración artificial.

 b) No interfiera en sus movimientos.


Tome su cabeza y evite que se golpee. Puede
ponerla de costado para que respire mejor.
No trate de abrirle la boca a la fuerza.
No coloque pañuelos entre sus dientes.
 c) Observe atentamente todo lo que ocurre durante la
crisis.
El elemento más útil para un adecuado diagnóstico de las crisis
es un relato lo más detallado posible de todo lo que ocurre
durante ellas. Esta información es más importante que
cualquier examen de diagnóstico que pueda efectuarse
posteriormente.

 d) Espere pacientemente.
No es necesario llevar a la persona a un servicio de urgencia,
excepto si la crisis dura más de 15 minutos o si se repite una
crisis tras otra.
Es frecuente que deSpués de la crisis la persona caiga en un
sueño profundo. No la interrumpa, déjela descansar.

 Luego de la crisis háblele, oriéntela y ayúdela en el


traslado a su casa o trabajo.
¿QUÉ NO SE DEBE HACER?
 1) No es necesario realizar respiración artificial. Los cambios
de coloración de la piel se producen a causa de la
reactividad de los vasos cutáneos. No hay riesgo de que el
niño se ahogue con su lengua. Los ruidos se deben a la falta
de coordinación de la respiración y al aumento de
secreciones.

 2) No se debe sacudir o golpear al epiléptico. La crisis


comienza y se interrumpe de forma espontánea.
 3) No hay que ponerle alcohol en la frente. No hay razón
para frotarle la frente con alcohol. Esta medida no tiene
ninguna utilidad para controlar las crisis convulsivas, y en
cambio se corre el riesgo de que se produzcan lesiones
químicas si el alcohol entra en contacto con los ojos.
 4) No es útil administrarle medicamentos por la boca. El
epiléptico está inconsciente, el mecanismo para tragar
está falto de coordinación en ese momento. Además, los
medicamentos anticonvulsivos no hacen efecto
inmediatamente; los cambios en el control de las crisis
se aprecian cuando los fármacos ya han llegado a la
sangre en cantidades suficientes y tras 7 días como
mínimo.

 5) Pasada la crisis no se necesita ningún sedante. Una


vez que el epiléptico deja de convulsionarse y está
dormido, ya no es necesario. Los medicamentos que se
usan para interrumpir las crisis son sedantes de acción
corta (su efecto dura entre 20-40 minutos), por lo que
una vez pasada la crisis no tienen utilidad.
¿QUÉ SON LAS AUSENCIAS?
 Las crisis de ausencias constituyen un tipo de
epilepsia denominada "Petit Mal".
La forma clásica de esta epilepsia se observa en
niños, con cierto predominio en el sexo femenino,
debutando entre los 3 y 12 años de edad con picos de
aparición entre los 5 y 7 años de vida.
El factor genético es de importancias, siendo los
antecedentes familiares generalmente positivos como
también los antecedentes de convulsiones febriles
(pero estos últimos en menor grado).
CUADRO CLÍNICO BÁSICO
 Durante las crisis el niño interrumpe en forma
breve lo que estaba haciendo, quedando con la
mirada fija. Estos episodios son de corta
duración (entre 5 y 25 segundos
aproximadamente), pudiendo repetirse varias
veces al día.
Pueden también observarse durante los
episodios otros movimientos como por ejemplo
contracciones de los párpados; el tirar la cabeza
hacia atrás; leve disminución del tono muscular
con o sin caída al suelo, palidez de piel,
rubicundez, automatismos, etc.

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