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VICENTE T.

MENDOZA

LÍRICA NARRATIVA
DE MÉXICO
EL CORRIDO

ESTUDIOS DE FOLKLORE • 2

INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ESTETICAS


UNIVERSIDAD NACIONAL AUTóNOMA DE Mf:XICO
Mf:XICO, 196.of
Primera. edición: 1964

Dere chos r eservados conforme a la ley


© 1964, Univ ersidad Naci onal Autónoma de México
Ciudad Univ ersitaria. México 20, D. F.
D IRECCIÓN GENERAL DE PU BLICACIONE S

Impreso y hecho en México


Printed and made in Me.:.ico
INTRODUCCION
Al concluir el primer tercio del siglo que corre y tras los años trágicos
de la Revolución, se han venido perfilando en México rasgos más
acusados de los diferentes aspectos de nuestra cultura, entre otros los
literarios, con una ventana abierta hacia lo genuinamente popular.
De entre los materiales más abundantes y de mejor calidad que
reclaman la atención de los estudiosos se destaca la lírica narrativa
conocida familiarmente con el título tradicional de Corrido, género
que el pueblo de México ha venido cultivando con amor desde hace
cerca de un siglo.
A diferencia de las otras líricas que poseemos -la declamada (valona),
la coreográfica ( son y jarabe), la verdadera lírica (canción)-, el corrido
se impone por su estilo, por su carácter, por su fluidez; pero aún más
por ser esencialmente narrativo. Por esta circunstancia se ha impuesto
en nuestro ambiente, no sólo entre las gentes de la ciudad y del campo,
sino también entre los eruditos, quienes le han dado beligerancia y
aun han tratado de acercársele imitando sus expresiones idiomáticas, si
se quiere desgarbadas, pero inconfundibles y de sabor acendrado.
Este trabajo reúne un haz apretado de lírica narrativa mexicana sujeta
cada vez a una depuración más rigurosa. En él queda incluido mucho
del contenido en mis obras anteriores: Romance y corridoy El corrido
mexicano, descargando a la primera de muchos materiales que, en
aquella ocasión, se filtraron sin ser realmente narrativos; los ejemplos
seleccionados aquí pasan a enriquecer la segunda dándole más cuerpo y
solidez. Se ha procurado en este caso que la mayor parte de los textos
vayan acompañados con su música. Sólo cuando ha sido materialmente
imposible obtener la melodía aparecerán escuetamente.
La índole de este trabajo será principalmente literaria con el fin de
poner al alcance de los estudiantes lo más selecto de la narrativa popular;

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no obstante, se incluyen algunas explicaciones que tienen por objeto
dar una idea de los elementos que constituyen las melodías, pero sólo
lo que se ha juzgado indispensable .
El corrído mexicano, género de muchos alcances y larga trayectoria,
llegará con el tiempo a constituir uno de los más firmes soportes de
la literatura genuinamente me,.icana ; ha sido conservado por medio
de hojas sueltas impre sas en casas editoriales de modesta apariencia ,
trasmitido oralmente por los cancioneros populares que recorren el
país de feria en feria y de mercado en mercado, ha quedado fijo en
la mente de nuestro pueblo y ha alcanzado una disper sión geográfica
que abarca no solamente el territorio nacional, sino que ha rebasado
las fronteras, llegando a lugares remotos de la Unión Americana y
aun a países europeos. Pongamos por caso España, en donde, durante
la última revolución, se cantaron numerosos corridos especialmente
revolucionarios . Esta difu sión ha dado lugar a la creación de nuevo s
tipos con lineamientos locales.
En las dos última s décadas del siglo pasado ya era materia de
intenso consumo, lo mismo en hojas sueltas de bajo precio , impresa s
en papeles multicolore s, que en forma de canto entonado al son
de un bajo sexto, arpa o guitarra por cancionero s errantes quienes, a
continuación, ponían a la venta su mercancía.
De este modo los sucesos más salientes de la vida nacional, al
par que los acontecimientos trágicos, desastres, incendios, inundaciones,
crímenes pasionales, etcétera, llegaban hasta las regiones más apartadas
como única fuente de información. De ahí el inter és de la gente sencilla
en escuchar el relato íntegro y adquirir el v~hículo impreso para
repetirlo y grabarlo en la memoria con su música .
Había que ver con qué religioso silencio escuchaban, rodeando a
la pareja de cantadores, los últimos momentos de los fusilados, las
hazañas ele los valientes , los detalles truculentos de los crímenes, y
cómo se conmovían, aprobando o reprobando, cómo, "con tres tiro s
de pistola ", remató el protagonista a la mujer traicionera que se escapó
con el rival; cómo consideraban azorados los últimos adelantos de la
ciencia : el ferrocarril, la luz eléctri ca; cómo se alarmaban con las
asonadas y motines por la imposi ción de las monedas de · nikel, la
supresión de las pesetas , el atentado contra el mandatario de entonces:

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general Porfirio Díaz; considerando con igual extrañeza la inauguración
del Reloj de la Catedral o la adjudicación de la misma por algún
maniático extranjero; de igual modo les conmovía la muerte del torero
favorito : Bernardo Gaviño, el triunfo de Ponciano Díaz en la misma
España o el incendio del cadáver de Antonio Montes en el Panteón
Español.
El corrido mexicano actualmente es un género épico-lírico-narrativo,
en cuartetas de rima variable, ya asonante o consonante en los versos
pares; forma literaria sobre la que se apoya una frase musical compuesta
generalmente de cuatro miembros, que relata aquellos sucesos que
hieren poderosamente la sensibilidad de las multitudes; por lo que tiene
de épico deriva del romance castellano y mantiene normalmente la
forma general , de éste, conservando su carácter narrativo de hazañas
guerreras y combates, creando entonces una historia por y para el
pueblo. Por lo que encierra de lírico, deriva de la copla y del cantar,
tratando mu y especialmente asuntos amorosos o bien relatos senti-
mental es a las veces de un corte exquisito. La jácara a su vez le ha
heredado el énfasis exagerado del machismo, las baladronadas, jac-
tancias , engreimiento y soflama , propios de la germanía y en labios de
jaques y valentone s. Marca de este modo una faceta de la idiosincracia
mexicana no estudiada a fondo, heredada probablemente de Andalucía .
Los diversos título s con que son designados los corridos en México
son: romance, historia, narración, relato, e;emplo, tragedia, mañanitas,
recuerdos, versos y coplas. Estas diversas maneras de distinguirlos
derivan no de las formas mu sicales o literarias, sino de los asuntos
que trat an. El título de romance se aplica inconsci entemente y sin
análi sis por per sona s que , sin dominar las formas poéticas, se guían
simplemente por el dictado popular, aunqu e en algunos casos el título
suele encontrar se bi en aplicado , pues en el relato mismo se observan
las reglas de la versificación del romance; puede haber excepciones,
pues en la presente obra se incluye el corrido Lucrecía en versos
decasílabos asonantados en í, que dan la impresión de tratarse de un
romance real. En las publicaciones de literatura popular de la Casa
Eduardo Gu errero se ve aplicar el título de romance a composiciones
poéticas en muy variados metros, cantadas en las inás diversas formas,
algunas completam ente antagónica s a la auténtica: "Romance , recuer-
dos a Anita."

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La palabra historia es aplicada a crímenes, desastres y hechos sen-
sacionales:
s, esta triste historia
Escuchen, se11ore
que traigo en el pensamiento ...

Vengan a olr esta historia


que a todos voy a contar ...

Ya esta historia ha terminado


me despido con afán ...

. . . prestadme vuestra atención


para contar esta historia
que conmueve el corazón.

Por su argumento esta historia


ha causado gran furor . . .

. . . perdonen lo mal trovado,


de esta historÍ<lel contenido
a todos he relatado . ..

Se le llama narración cuando aparece reforzando el carácter del


relato :
Señores, voy a contarles
una triste narración...

Venid a escuchar, señores,


esta triste narración.. :

Aquí concluyo, señores,


esta triste narración...

Y aqui termina el relato,


tal como tuvo lugar,
del triste fusilamiento
del reo Rosalío Millán.

La palabra e¡emplo la principiaron a aplicar los editores populares


que se habían trazado el propósito de moralizar por medio de las
canciones.

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Así se encuentran estrofas que dicen:

Su madre se Jo <leda
que a ese fandango no fuera,
los consejos de una madre
no se llevan como quera.

Vuela, vuela, palomita,


ayisa a toda la gente
que no sigan el ejemplo
del Hijo Desobediente.

Que el Eterno le perdone,


q uc la tierra le sea leve
y que vean los descarriados
cómo los malos se mueren.

El vocablo tragedia implica para los corridístas el sentido de acci-


dente, muerte violenta o desastrada y es frecuentemente usado en casi
todos los Estados del Norte del país, especialmente Durango y Chi-
huahua: · ·

¡Ay!, qué bonita es la plata,


pero más bonito el oro;
aquí se acaban cantando
las tragedías de Teodoro .

. . . y aquí se acaba cantando


la tragediade García.

Con un sentido más amplio es aplicado el término mañanitas, pues


tanto es utilizado en los fusilamientos o desgracias, como en un sentido
de salutación o de gozo; así encontramos: Marianas de Hidalgo, de
la toma de Ciudad Juárez, de D. Francisco I. Madero, de los generales
Argumedo y Ángeles, de la defensa social de Valparaíso y también
de El niño Fidencio. Como cita curiosa pondremos el estribillo del
Desastre de la mina del Ete :

¡Ay ay válgame Dios!


Ya no les canten mañanas,
ya están gozando de Dios.

11
- - = - tr
- 111
• :te iEr'W

Allá va l_a despedida


por las orillas de un llano
estas son las mañanita s
de don Refugio Solano . ..

La palabra recuerdos es también utilizada con alguna frecuencia,


memorando hazañas de valientes, crueldades de asesinos, hechos de
hombres notables o bellezas de ciudades y poblados. Así tenemos:
Recuerdos de Marcial Bravo, Recuerdos a Atlixco, Recuerdo a Puebla:
Y a con ésta me despido
con los rayos de la aurora,
aqui se acaban cantando -
los recuerdos de Zamora.

Respecto a los versos y coplas cabe decir que se designan de esta


manera aquellas composiciones que sirven al pueblo para desahogar
sus sentimientos amorosos o de despecho, de sátira, burla o malicia.
El dictado versos e1 pueblo mismo lo ha aplicado a un género
indeterminado que puede referirse a cualquiera de los grupos señalados
antes:
Versos de Inocencio Ramírez:
Ya con ésta me despido,
árbol que el viento deshoja ,
aqul se acaban los wrsos
de Guadalupe Pantoja .

. . . voy a cantar estos versos,


los versos de la sandia ...

Pero en estas estrofas de despedida aparece también tácitamente


la pal~bra copla :

Y a con ésta me despido . ..

Antigüedad del corrido

El corrido mexicano en su forma ya cristalizada, tal como lo cono-


cemos en la actualidad , después de que obtuvo su carácter definitivo

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en plena Revoluci6n, es relativamente moderno; las coplas al "Tapado",
de que hace mención el padre Cavo en Los tres siglos de México,
así como la canción por el traslado de las mujeres perdidas a Pan-
zacola, en 1745, como su propio título nos indica, no eran corridos,
sino coplas emparentadas muy de cerca con las jácaras del siglo xvn.
El corrido de Carlos IV y aquel otro que todavía se menciona en
Guadalajara de Hidalgo y la Fernandita son verdaderas coplas satíricas;
más cercanos a nosotros, hacia la década del treinta del siglo XIX, .
son los fragmentos a don Juan José Codallos o a don Eustaquio Arias,
publicados por el teniente coronel Barbosa, en sus Apuntes para k1
Historia de Michoaccín (Talleres de la Escuela . Industrial Militar
"Porfirio Díaz", Morelia, 1905); tienen ya la manera de hablar de. los
interlocutores por mediación del relator y los podemos considerar, con
derecho, como las primeras manifestaciones; pero son brotes esporá-
dicos. Es solamente a mediados del siglo x1x, durante las guerras de
Religión y Fueros, cuando surge el verdadero impulso continuado que
no dejará de extravertersc hasta nuestros días. La razón en que me
fundo para sostener este aserto es: que siendo la valona, o sea la
glosa en décimas, la prensa informativa del pueblo, en hojas sueltas
volantes, durante toda la primera mitad del último siglo, los tímidos
impulsos del corrido quedaban completamente ahogados o absorbidos
por ella.
Entre los años de 1800 y 1850 hubo de hecho multitud de pro-
ducciones en coplas de cuatro versos octosílabos; pero no tenían el
carácter narrativo ni épico del corrido, eran solamente coplas satíricas
de índole política o religiosa, y como prueba podemos aducir que
todavía en las hojas impresas por Vanegas Arroyo, en su primera época,
las composiciones llamadas corridos van precedidas por décimas como
influencia de la valona (véase la Muerte de Bernardo Gaviño), que
éstas se intercalan a veces en el cuerpo de la composición como en el
Corrido del agrarista,y que su verdadera independencia, plenitud y
carácter épico lo adquirieron al calor de los combates al iniciarse la
Revolución Maderista.
Señalo, pues, dentro de la trayectoria del corrido en su •vida inde-
pendiente como forma literaria, tres lapsos fundamentales que prueban
que ha logrado su hegemonía y alcanzado el clímax de su plenitud.

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Prím€ro. El último cuarto del sig1o xrx, cuando se cantan las haza-
fías de algunos rebeldes al gobierno porfirista, es propiamente el
principio de la épica en que se subraya y se hace énfasis en la valentía
de los protagonistas y stt desprecio a la vida: corridos de Macario
Romero (1878), de los Mártires de Veracruz (1879), de Leandro Rive-
ra, de Juan Alvarado, de Valentín Mancera (1882), de Heraclio Berna!
(1885), de Reyes Ruiz (1893), de Temamatla (1895), y de Demetrio
Jáuregui ( 1896), y puede agregarse los de Carlos Coronado ( 1900), del
28 Batallón (1900), de Bruno A. Presa (1903), de Jesús del Muro
( 191O), hasta llegar al de Benito Canales ( 1913), como una prolonga-
ción de esta especie.

Segundo. La Revolución Maderista con todos sus antecedentes desde


los motines de Río Blanco ( 1907) hasta la caída del general Porfirio
Díaz, la Revolución Orozquista, la Decena Trágica con sus conse-
cuencias, la Revolución Carrancista, seguida del villismo, la Convención
de Aguascalientes hasta la muerte de don Venustiano Carranza e
implantación del régimen obregonista, con la caída de éste y el mo-
vimiento llamado de "los cristeros", liquidado en 1929. Esta etapa,
la más rica en manifestaciones, coincide con el sacudimiento total del
país y engloba todo el movimiento zapatista dd Sur con su lema :
"Tierra y Libertad ", o sea la lucha por el reparto de tierras; todo esto
constituye la culminación del corrido con sus caracteres épicos y marca
los jalones históricos en la evolución de nuestro país.

Tercero. De 1930 a la fecha, el corrido se hace culterano, artificioso,


frecuentemente falso, sin carácter auténticamente popular : tiende a
constituir la literatura mexicana en manos de verdaderos valores inte-
lectuales; pero, por otra parte, ha perdido su frescura y fluidez, su
espontaneidad en la pluma de escritores mediocres; se le estudia, co-
lecciona y clasifica; se imita su lenguaje, su forma, su entonación;
pero sólo sirve para resefiar hechos políticos o sociales, la desaparición
de algún prócer y para hacer las campañas políticas, no solamente a
la Presidencia de la República, sino también a la de los municipios.
Todo esto denota, en suma, la decadencia y próxima muerte de este
género como genuinamente popular .
Quedó · ya indicado que la forma literaria del corrido deriva del
romance castellano por un parte ; de las coplas, cantares y jácaras

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por otra; por lo tanto, para que esté ligado con el romance necesita
ser, según la opinión de Menéndez Pidal, una tirada de versos de
dieciséis sílabas con asonancia monorrima, versos que, divididos en
hemistiquios de ocho sílabas, entregan la forma común del romance;
o sea, estrofas de cuatro versos en los que el primero y tercero son
libres; y el segundo y cuarto tienen que llevar por fuerza la asonancia
monorrima. Si ésta es la forma general del corrido mexicano, juzgando
independientemente cada estrofa y cuantificando las que constituyen
esta obra, son derivaciones del romance, más o menos, el 21 % del
total de estrofas de cuatro versos; mas si nos atenemos a la forma
estricta ',;eremos que mantienen las condiciones del romance, aunque
no en su integridad, los corridos de La toma de Papantla, con aso-
nancia en a-o; el del General Goroztíeta, con asonancia en o; el de
Cataríno Maravillas, con asonancia en a, es completamente literario y
sembrado de imágenes poéticas; el de El chivo encantado, asonancia
en o, y el de Lucrecia, que pudiera decirse es una letrilla en versos
decasílabos asonantes en i, da la impresión de ser un romance real.
Quedó igualmente asentado que el corrido deriva de las coplas,
cantares y jácaras; y para demostrar esta proposición, debo decir que
estos géneros se sustentan sobre coplas romanceadas, o sean aque-
llas que tienen los versos primero y tercero libres, en tanto que el
segundo y cuarto llevan rima consonante. Y queda demostrado lo
anterior con el 60 % más o menos del total de las cuartetas. El 8.6 %
com:sponde a cuartetas llamadas serventesios, en las que riman el pri-
mero y tercero, segundo y cuarto versos, y el 8.3 % de cuartetas de
doble rima en que indistintamente aparecen asonantes y consonantes
mezclados; el 2.20 % restante lo absorben en sentido descendente
cuartetas redondillas, estrofas completamente irregulares, versos pa-
reados y cuartetas de versos libres.
En cuanto a la métrica, la rítmica y la forma estrófica estudiadas
por Daniel Castañeda, en su Corrido mexicano: Su. técnica literaria
y musical (Editorial Surco. México, 1943), son completamente vá-
lidas para todos los ejemplos contenidos en la presente obra.
Para completar la definición del corrido, en contraposición del ro-
mance, diremos que éste es esencialmente un relato en diálogo directo
de lineamientos dramáticos que incluyen tácitamente un relator que
actúa al iniciarse la obra y relaciona los diversos episodios; en tanto

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que el corrido es una narrac1on en primera o tercera persona que
fluye casi siempre, desde el principio al fin, en labios de un testigo
presencial o de un relator bien informado; no existe propiamente
diálogo y cuando lo hay se puede asegurar que está más ligado con
el romance; cuando habla en primera persona es el protagonista mismo
quien refiere los hechos :

De la edad de quince años / me cogieron de leva ...


Y me dí a querer / en mi Regimiento ...
Ya no me gustó / seguir la carrera .. .
Y me deserté y / me fui pa' mi tierra .. .

Voy a dar un pormenor


de lo que a mí me ha pasado,
que me han agarrado preso
siendo un gallo tan jugado.

Y así continúa:
Me fui para el Agua Prieta . . .
Me prendieron los gendarmes ...
Me enviaron a Cananea . . .
Alll perdí la esperanza .. .

O bien:

Y salirnos de San Luis .. .


Donde les dimos alcance .. .
Llegamos a Matamoros .. .
Allí nos acuartelamos .. .
Ahora vamos a Jalisco . . .
Anduvimos muy felices
en toda esa temporada . . .
Ese día nos tirotearon .. .
No s dimos una carrera .. .

Pero la forma más frecuente, siempre en tercera persona es:

Le decía su general
en la puerta del cuartel:
-Macaría, te han de matar
por una ingrata mujer.

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,.,..~h •
. ; .. . . .. -~.- Decia Macario Romero,
parándose en los estribos:
-Señor, si no me hacen nada;
si todos son mis amigos.

Y cuando el diálogo se entabla:

Decía la niña Rosita :


-Mamá, ahi viene Macario.
-Hija, ¿en qué lo conoces?
-En su bonito caballo.

Mas es siempre el relator el que introduce los parlamentos.


Puedo decir, por lo tanto enfáticamente, que son estos rasgos los
que realmente distinguen al romance del corrido.
Por lo que toca a los elementos estructurale"s del corrido, cuando ha
alcanzado ya su plenitud de forma, Armando Duvalier, en su estudio
Romanc e y corrido (Crisol. "Revista de crítica", 1937, núms. 84,
87, 88. M éxico), señala seis fórmula s primarias y ocho secundarias,
las cuales condensó Daniel Castañeda en su libro El corrido mexicano,
pp. 18-19.

Las seis primarias son:

l. Llamada inicial del corridista al público.


2. Lugar, fecha y nombre del personaje central.
3. Fórmula que precede a los argumentos del personaje.
4. Mensaje.
5. Despedida del personaje.
6. Despedida del corridista .

Las ocho secundarias son :

1. Fra se de insistencia del corridista para que el auditorio no olvide


tal o cual suceso.
2. Exclamación o reflexión aparte del motivo que hace el corridista .
3. Biografía y señas generales del personaje.
4. Recapitulación y resumen del motivo .
5. Invitación del corridista al auditorio para que compre el corrido.

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6. Fin del primer corrido e invitación a escuchar la segunda parte
o cualquier otro corrido.
7. Nombre del autor
8. Principio de la segunda parte o de cualquier otro corrido análogo
al anterior.

"Se comprende ... que no existe un solo corrido popular con las
catorce fórmulas. Generalmente faltan algunas primarias y en mayor
proporción las secundarias."
La llamada inicial del corridista puede ejemplificarse del siguiente
modo:

En mil ochocientos diez,


'ora les voy a contar ...
Voy a cantar un corrido
de esos que hacen padecer,
y les suplico, señores,
que me escuchen por favor ...
Amigos, voy a contar
una honible desventura,
que por poco es sepultura
de gloriosa libertad . ..
Escuchen, señores,
la vendita nueva:
ya m uri6 el austriaco,
ya ganó el chínaco.

En cuanto a la fórmula 2:

El quince de iulio
del año sesenta y siete,
entró don Benito Juárez
triunfante a la capital ...
Señores, voy a contarles
lo que pasó en Veracruz
el veinticuatro de ¡unío
del año setenta y nueve .. .
El general Luís Terán,
con inaudita crueldad,

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por complacer a un tirano
e¡ecutó a unos valientes ...

Voy a cantar un corrido,


pero no crean que es de amor,
es un corrido de historia
del Veintiocho Batallón ...

Con llovizna amaneció


en la mafiana del ;ueves,
día veinticuatro de ;unio
del mil novecientos trece ...

La fórmula 3, que precede a los argumentos del personaje o del


corridista, aparece concebida más o menos del siguiente modo:

Por historieta diré,


tal vez no les diga nada,
antes que esto fuera Hacienda
esto era un rancho de cabras ...

Reyes y don Félix Díaz


echaron muy bien su trazo
y para vengar rencores
idearon un cuartelazo ...

Ese Victoriano Huerta ,


no se les vaya a olvidar,
que debe una cuentecita
y la tendrá que pagar .. .

Todo el mundo está contento


con la rendición de Villa
y espera que no haya guerra
por la cuestión de la silla ...

La fórmula 4 viene a constituir una característica neta del corrido y


está constituida por uno o varios mensajes que suelen aparecer al
principio, en medio o al fin del relato. La forma más típica es la de
la palomita que principia: "Vuela , vuela, palomita" , cuyo origen en-
cuentro en las canciones de boda del folklore leonés, regiones de
Maragatería, la Bañeza y la Montañ a de Murias (Felisa de las Cuevas,
Revista de tradiciones populares. Cu adernos 39 y 49,, t. I, p. 573, 1945) ..

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Vole, vole, la paloma
por encima del olivo;
el presen te que ahi va
es el del señor padrino .

Vole, vole, la paloma


por encima de la higuera;
el presente que aquí va
es el de tu señora suegra.

Coplas que se cantan al ofrecer sus presentes cada comensal.


Este mensaje no se encuentra en los corridos primitivos; hace su
:aparición hacia fines del siglo y, por lo tanto, el que se incluya como
despedida en el corrido de Nicolás Romero me induce a pensar que
.este ejemplo es una reconstrucción histórica de carácter patriótico:

Vuela, vuela, palomita,


llévale la despedida
a ese que murió luchando
por su patria tan querida.

En el caso que se acaba de citar se le aplica como despedida en


lugar de mensaje; en cambio en el corrido de Reyes Ruiz se triplica
al final con los caracteres de mensaje, moralejay conclusi.ón.
Este ruego a la palomita es el tópico más frecuentemente usado
por los trovadores de todo el país, aunque el estro del cancionero po-
pular lo ha venido transformando poéticamente:

Ya volaron las palomas,


dejaron solos los nidos ...

Vuelen, palomas del valle,


párense en aquel juncal ...

Vuela, paloma ligera,


vuela, si me haces favor...

Volando por esa sierra


de Paracho a Apatzingán,
va11palomas de mi tierra
huyendo de un gavilán .. .

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Vuela, vuela, jilguerillo,
anda a llevar este parte ...

Caballito de batalla
-galopar y no llegar ...

Corre, corre, maquinita,


no me dejes ni un vag6n ...

Pero donde alcanza su máximo de empleo es en el corrido bola,


de carácter literario, de La muerte de Emiliano Zapata en donde doce
veces hace su aparici6n transformado; las formas más pr6ximas al
modelo son:

Corre, corre, conejito,


cuéntales a tus hermanos ...

Amapolita olorosa
de las lomas de Guerrero . . .

Canta, canta, gorrioncito,


di en tu canción melodiosa ...

Jilguerillo mañanero
de las cumbres soberano ...

Este tema del mensaje llevado por un pájaro nos convence de su


origen hispánico y de su remota antigüedad, pues lo encontramos ya
en los romances carolingios de don Claros de Montalbán. (Romancero
español, "Romances del Conde Claros", vn, p. 247. Ed. Aguilar,
Madrid, 1930.)
La f6rmula 5a, despedida del personaje, se encuentra bien ejem-
plificada en las mañanitas del general Argumedo:
Adi6s, todos mis amigos,
me despido con dolor,
ya no vivan tan engréídos
de este mundo engañador.

Adi6s, mis padres queridos


de toda mi estimación;
no me volveréis a ver,
volé a la otra mansión.

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Adiós, también el reloj,
sus horas me atormentaban,
pues clarito me dedan
las horas que me faltaban.

Allá va la despedida / por las orillas de un llano,


estas son las mañanitas / de don Refugio Solano.
Sí, Lupita / trae la mano,
ya se despide de ti / el valiente de Solano.
Deda don Francisco Villa~
-Adiós, adiós, mexicanos,
ya me voy para Columbus
a ver los americanos . ..

La despedida del corridista nos es más familiar y sirve de cierre al


relato en casi todos los casos:
Ya con ésta me despido, recemos una oración,
que Dios reciba en su seno y les otorgue el perdón
a los que mueren con honra, con inaudito valor . ..

Aqui va la despedida con cariño verdadero,


estas son las mañanitas de don Francisco l. Madero.
¡Que vivan los mexicanos! ¡Que viva México entero!

Ya con ésta me despido, por mi madrecita santa,


esta es la historia verídica de la toma de Papantla.

Invocaciones
En el cuerpo del corrido aparecen con frecuencia invocaciones a
la divinidad, a imágenes taumaturgas o bien a la patrona de los me-
xicanos, la Virgen de Guadalupe, subrayando de una manera elocuente
los sentimientos piadosos del pueblo de México, expresados aun en
boca de hombres bragados cuando sienten que las fuerzas humana s
les fal1an. Así encontramos ejemplos como los siguientes :
En el nombre sea de Dios y de la Virgen :'.\-faría. . . lo que no s
recuerda a Gonzalo de Berceo:
En el nome del Padre que fiso toda cosa,
e de don Jesucristo fijo de la gloriosa .. .

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En labios de los mexicanos suenan mejor invocaciones como éstas:

JMadre mía de Guadalupe,


que gane la religión! . . .

. . . gritándole al Santo Niño: (de Plateros, Fresnillo)


-¡S ácame de esta laguna! . ..

¡Válgame el Santo Niñito,


andan buscando a Juliánl ...

Despedida no la doy / porque no la traigo aquí,


se la dejé al Santo Niño / y al Setior de Mapimi.

Decía Teófilo Padilla: / -¡El Santo Niño nos valga!


Que el caballo "Cantarito " / ya va herido de una nalga.

Ya con ésta me despido, recemos una oración ...


. . . ya los'taban acabando / y ¡que viva Cristo Rey!
De ustedes ya me despido / y en Dios pongo mi
esperanza.

Estribillos

Con el carácter de estribillo aparecen, con alguna frecuencia inter-


caladas en el cuerpo del corrido, algunas estrofas de pie quebrado que
por sus elementos constituyen otro de sus rasgos peculiares. El más
antiguo tal vez (1883) apareció con motivo de la muerte del torero
español Bernardo Gaviño y es una estrofa formada por dos versos
pentasílabos seguidos de otros dos octosílabos:

Rosa, rosita
disciplinada,
murió Bernardo Gavifio
que era muy certera espada.

Aparece como elemento alternativo variable y constituye realment e


una serie de comentarios sobre la desgracia acaecida. En fecha más
reciente encontramos este estribillo aplicado a la Muerte de Lino
Zamora, torero asesinado en Zacatecas:

23
Rosa, rosita,
flor de romero,
ya murió Lino Zamora,
¡qué haremos de otro torero!
Rosa, rosita,
rosa peruana;
ya murió Lino Zamora,
la causa fue Presciliana.
Rosa, rosita,
flor de alelía,
yo murió Lino Zamora,
pues así le convendría.
Rosa, rosita,
flor de granada;
ya murió Lino Zamora
por una mala tanteada.

y así continúa en más de diez ocasiones. Como se ve, el estribillo de


Bernardo Gaviño fue aplicado a la muerte de otro torero, por analogía.
Realmente curioso resulta observar que en plena Revolución volvió
a ser utilizado el mismo estribillo, pero ahora, en vez de pentasílabos
iniciales son tetrasílabos; véase el Corrido de Refugio Solano:
Sí, Lupita,
trae la mano;
fuertes combates tuvieron
con las tropas de Solano.

o bien forman un octosílabo indivisible:

Sí, Lupita eso hay que ver ...

o como en la variente b de Bernardo Gaviño, forman un terceto de


octosílabos que es en realidad estrofa de soleá andaluza en la que
riman el primero y tercer versos (véase Rodríguez Marín, "La copla"). 1
¡Ay, toro, torito prieto!
¿Por qué a Bernardo Gaviño
sin piedad dejaste muerto?

1 "El alma de Andalucía". La oopla, conferencia del 6 de abril de 1910, Madrid,


1929.

24
Otro ejemplo de terceto sirviendo de estribillo, pero que no es soleá,
es el corrido de Rueda Quijano, asonancia entre el segundo y tercer
YeTSOS :

¡Oh valiente Brigadier


que moriste con valor
para bien de la Nación!

En ocasiones es una cuarteta tambi én variable como en el caso del


corrido del 28 Batallón, en que aparece seis veces transformado:

Yo ya me voy, ya me voy,
quédate con Dios, trigueña,
porque ya los índios mayas
están sirviendo de leña.

En "El Caballo Cantador" los versos primero y tercero pueden


di,-idirse en hemistiquios de cuatro sílabas, constituyendo auténticos
,-ersos de romance épico. (Eduardo Martínez Tomer, Poesía tradicional
española. Obra manuscrita inédita. V ersificación épico-lírica.)

Era lindo / mi caballo / era mi amigo más fiel;


ligerito / como el rayo / era de muy buena ley.

También pueden ser cuartetas de píe quebrado como en el corrido


de El agrarista, que principia con "¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!", dando por re-
sultado una estrofa de un verso de seis sílabas y tres de ocho. Hay
casos en que la cuarteta puede ser exasí1aba: Aviador Carranza, El
desertor, y las puede haber dodecasílabas como en El general Amaro,
cm·o verso es:

Adiós mi papá y mi mamá, ya me voy.

En los corridos bola son cuartetas octosilábicas y constituyen lo


que en el Estado de Guerrero se llama descante, y éste puede ser
simple, doble o triple o bien como en El ciclón de Tampico, doble
estrofa en versos tridecasílabos y doble descante en octosílabos. Mas
todo esto imprime una extraordinaria variedad de formas líricas que

25
rompen con frecuencia la austeridad del relato lleno de heroísmo, de
dolor o de crudezas humanas.
Otros estribillos de mayor número de versos son: el de La Defensa
Social de Valparaíso,que es una estrofa de seis versos con la siguiente
distribución:

-¡No se acobarden! / gritaba Alfredo.


¡Que viva el valor / y que muera el miedo!
Y tomemos el ejemplo / de nuestro jefe Cordero.

y el de don Lucas Gutíérrez, que es doble cuarteta exasílaba:

-¿Qué dice don Lucas?


-"Él no dice nada.
-Pero cómo sale
si ahi'stá !'Acordada.

La casa sitiada
y sin poder salir.
-Pues no cabe duda
que ahí va a morir.

Como se ve, toda esta enorme variedad entrega un sinnúmero de


tipos que prueban la definición dada al principio y comprueban, al
mismo tiempo, cómo las formas poético-musicales españolas han sido
transformadas por nuestro pueblo y constitu yen ya elementos bien
definidos de la cultura mexicana.

Creadoresy propagadoresdel corrido

En el lapso de ascenso y apogeo del corrido, que va de 1880 a 1930


o sea medio siglo, han sido los cancioneros populares -que los hay
en cada población- los que con su fantasía creadora, ante los hechos
que les han conmovido, han forjado rápidamente el relato apoyándose
sobre literatura tradicional , según los modos locales o regionales:

Soy de San Juan de Rangelcs


donde no nacen cristianos ...

26
\iiembros de la misma sociedad en que se producen los aconteci-
mientos han sido verdadero pueblo, al igual que los protagonistas,
muchas veces familiares y hermanos de las víctimas, los que conmovi-
dos y aun con lágrimas en los ojos por la pérdida de sus deudos en-
tonan:

Ya no compongo más versos / que me duele el corazón:


siempre tengo que cantar / porque así es mi profesión.

No piensen que yo me ofendo ...


Mas en fin, ya me despido
con tristeza verdadera ...

En ocasiones son los testigos presenciales de las luchas y aun los


combatientes mismos:

Y nosotros contestamos:
-¡Viva, viva el agrarismo!
Quemando el último tiro
nos daremos por vencidos.

Hay casos en que por los detalles del relato se deduce que el autor
estuvo presente y que la narración no puede ser a través de un inter-
mediario:

Carnicero br inda ci toro


cerca de la Presidencia .. .

Se le arranca por detrás .. .

Se fue derechito al toro


con la capa a medio abrir . . .

En menos que se las cuento


Alberto estaba en el suelo ...

Y todavía más, se ve cómo el testigo de la tragedia corre a su casa


a dar forma a sus estrofas:

.. . aquí se acaba el corrido


. que lo escrib! muy temprano.

27
No es posible concebir de otra manera la descripción de los com-
bates y acciones de guerra en que se enumera lo que va ejecutando
cada uno de los compañeros del narrador; pero es más frecuente que
acudan al cancionero para referirle los hechos y que él les dé forma
poético-musical.
Otro tipo de creador es aquel que toma como fuente de información
la prensa misma, que no habi éndole sido posible estar en el lugar
del suceso, al saber la noticia corre a cerciorarse y a completar su
información. Esto acontece en las desgracias colectivas, desastres fe-
rroviarios, inundaciones, terremotos, etcétera; pero está bien averi-
guado que ha habido también intérpretes del sentir popular extraídos
de la masa anónima o bien identificados con ella; así la Casa Vanegas
Arroyo confiaba la confección de sus corridos a don Constancio Suárez,
la de don Eduardo Guerrero ha publicado en mucha s ocasiones corri-
dos escritos por su hermano José. De este modo poco a poco la
entonación, lenguaje y estilo de los corridos han sido imitados por
individuos eruditos que en estos últimos años han venido confeccio-
nando textos para este género de literatura. Aun en medio de esta
multitud de material es posible distinguir al autor auténtico del simple
imitador, pues aquél pone en sus composiciones la cultura genuina del
pueblo, mientras el segundo descubre con frecuencia sus lecturas y
su nivel intelectual.
Los propagadores son los cancioneros que van de feria en feria y de
poblado en poblado acompañándose con su guitarra y en medio
de multitudes pregonan los título s escandalosos que encabezan las
hojas impresas; hacia fines del pasado y principios del presente siglo
la Casa Vanegas Arroyo abusaba de los epítetos y de los superlativos:
"Espantoso suceso, rarísimo acontecimiento: ¡Una muerta que se
levanta del sepulcro!" "¡Sensacional acontecimiento! Espantoso parri-
cidio y verdadero ejemplo en el Saltillo, el día primero del mes pasado ."
Y a continuación declaraba la primer cuarteta:

Ha quedado ya, señores,


el criminal fusilado
y después en el Averno,
¡para siempre condenado!

28
Al escuchar aquello, las multitudes se apman alrededor para oír
relatar la tragedia, sintiendo en carne propia lo acontecido a la familia
de la víctima:
¡Ay, Petrita se llamaba
la humilde de su mujer,
y le echó la tierra encima y
no la volvieron a ver! ...

La madre cuando lo supo


sus ojos eran cristales
de ver a su hijo querido
con tres heridas mort:iles . . .

Al terminar el canto venden entre los circunstantes sus canciones


o hacen una colecta entre los oyentes. Cuando es una pareja de hombre
y mujer cantan a dos voces, y antes y después del canto hacen una
larga peroración a los presentes con el fin de venderles las hojas del
corrido, que se refiere por lo general al último acontecimiento :
Corrido de la catástrofe aérea al chocar un avión contra
el gigantesco Popocatépetl, en el pico del Fraile , donde
perdió la vida la bella artista Blanca Estela Pavón y el
senador Ramos Millán ¡ ¡ ¡ ¡ 24 muertos!!! l

Pero es frecuente que sea el pueblo mismo el que les pida tal o
cual tragedia, ya sea la muerte del torero Alberto Balderas, o la del
general :r-.faximinoAvila Camacho, o la tremenda explosión de una
tlapalería en la calle de Corregidora . Estos mismos rapsodas trashu-
mantes se contratan y venden por precio sus canciones en las barracas
de las loterías de figuras o a las puertas de los expendios de bebidas.
:\1as los memorillas del pueblo, que reiteradamente los escuchan du-
rante horas, o bien compran la hoja impresa y la llevan a sus hogares
para aprenderla en familia o repiten muchas veces la cantinela y la
difunden en su barrio. Y si vinieron de pueblos remotos o bien se
dedican a la arriería o al tráfico de mercancías; por el camino, en las
noches de luna, para distraer la velada o para desahogar sus emociones,
cantan hora tras hora, repitiendo en los versos los episodios del cruel
asesinato, las altanerías del hijo desobediente, los lamentos del huér-
fano, o las hazañas de los combates de Celaya, y aun se emocionan
patrióticamente con la despedida del emperador Maximiliano.

29
Pero hay además trovadores populares que han hecho de su canto
una profesión, los cuales son considerados como "hombres de mundo",
han recorrido todo el país, de feria en feria, de mercado en mercado,
a lo largo del ferrocarril, han salido al extranjero y conocen las cos-
tumbres de todas las regiones y los méritos y bellezas de las ciudades,
son aquellos que teniendo como único patrimonio su voz y su guitarra
guardan en su memoria un tesoro de relatos y de melodías que explo-
tan y administran con la mayor habilidad.
Entre este tipo de divulgadores los hay que han contribuido de
una manera efectiva a aumentar el acervo de literatura y de música
de corridos, son hábiles improvisadores, conocedores empíricos de la
literatura tradicional, forman una casta de trovadores regionales con
un largo historial y reclaman con justicia la paternidad de sus pro-
ducciones, además de celebrar justas y torneos líricos con otros de su
oficio cada vez que se presenta la ocasión:

Soy compositor poeta,


conózcanme por las señas ...

Sus nombres son bien conocidos: Refugio y Juan Montes, Federico


Becerra, Fausto Ramírez, Samuel M. Lozano, Claro García y toda
una pléyade que les imita y sigue su ejemplo como en los tiempos
de los juglares:

... estos versos son compuestos


por F elipito Rivera ...

Este corrido de historia


lo compuso un buen soldado,
perdonen lo mal forjado
porque le falta memoria .. _

Aqui terminan los versos


y si han logrado gustar,
son compuestos por Lozano,
un coplero popular ...

Yo compuse este corrido


como humilde mexicano,
soy un pobre trovador:
servidor, Samuel Lozano ...

30
Si te agradó este corrido
te suplico lo conserves,
q uc Jo escribió un artesano,
soy tu servidor: Juan Pérez.

Son de igual modo extraordinarios divulgadores los soldados que,


lo mismo en sus cuarteles que en los campamentos o en los poblados
en que están de guarnición, cantan en conjunto aquellos temas que
les son afines o las heroicidades revolucionarias que despiertan su
entusiasmo; los mendigos que se estacionan en las calles y que han
hecho de los cantos un medio seguro de vida; los primitivos gramó-
fonos que más tarde fueron sustituidos por los fonógrafos y actualmente
las sinfonolas que atruenan las barracas y cantinas de los pueblos.
~o debemos omitir en elogio de sus actividades a los llamados cilin-
dreros,que otrora ayudaron a las causas nacionales trasmitiendo noticias
o llevando mensajes sin que el enemigo se diera cuenta de su misión
en vista de lo anodino de su apariencia.
Un factor más efectivo ha sido, durante los últimos años, las esta-
ciones de radio con sus trasmisiones, y la televisión con sus programas
audiovisuales; debiendo señalar como aún más decisivo las imprentas
de la capital y de las ciudades de provincia, que llenan con sus pro-
ducciones, ya en tarjetas sueltas, en cuadernos o cuadernillos, toda
la superficie del país.

Asuntos que trata el corrido

Existen diversas clasificaciones por autores que han estudiado el


tema, pero para ceñirme a la realidad me referiré al acervo que forma
esta obra en la que se ofrece al lector una visión lo más rápida y
completa posible; así organizando al mismo tiempo diferentes grupos
en que automáticamente se divide, se encontrarán relatos bien con-
servados, casi perfectos en su integridad, y fragmentos que el pueblo
ha sabido guardar en la memoria y ha trasmitido oralmente, en tanto
que otros proceden de fuente impresa, ya en hojas sueltas, ya en libros
dedicados a estudiar y reproducir este género de literatura.
De la época inicial del corrido y de los ejemplos que se refieren a
hechos históricos se incluye por primera vez uno referente al Padre

31
de 1a Patria : Maiidnas de Hidalgo en Zacatecas,probablemente el más
antiguo que se conoce; luego vienen otros formulados muchos años
más tarde , como el de Valerio Trujano; siguen otros de las guerras
de Religión y Fueros, la Intervención Francesa y el Imperio, con perso-
najes representativos como los generales Regalado, Tolentino, Nicolás
Romero, Leonardo Márquez, el emperador Maximiliano y el presi-
dente Juárez. Del último cuarto de siglo, aquellos que tratan de los
mártires de Veracniz, las guerras del Yaqui, de la Tarahumara y del
Maya, que abarcan el gobierno del general Díaz.
Los corridos revolucionarios forman el núcleo más importante y
abarcan más de 20 años de luchas. Los ejemplos escogidos atraviesan
a saltos dicha etapa, y son los de don Francisco I. Madero, la toma
de Ciudad J uárez por Cara veo ( 1912), la Decena Tr ágica, don Ve nus•
tiano Carranza, el general Amaro, la Intervención americana de 1914,
la salida de los gachupines de Torreón, la toma de Zacatecas y en
seguida un corrido satírico al Congreso Constitu yente de 1917, algunos
hechos de Francisco Villa, entre otros el de la Expedición Punitiva ;
se agregan dos procedentes de Oaxaca entreverados con idioma zapo-
teco; para continuar cronológicamente con Las esperanzas de la Patria
por la rendición de Villa y la muerte de éste en Parral; agregando otro s
más de individuos que lucharon y murieron en plena revolución: Re-
fugio Solano, OrJachía y "La perra valiente".
La figura de Emiliano Zapata con motivo de su muerte sintetiza
aquí todas las lucha s en los campos del Sur por el reparto de tierras.
Completan el cuadro el Corrido del agrarista de Lorenzo Barcelata,
con su carácter de himno, elegía y resumen histórico; los de Agri.pina,
Ismael Romero, El reparto de tierras, Los Navarro de Cuyutlán y dos
más con tendencias proletaria s; y nueve ejemplos de las luchas reli-
giosas llamadas de "los cristeros", entre cuyos personajes están: Martín
Díaz, Quirino Navarro, Ramón Aguilar, Gervasio Mendoza, el general
Goroztieta , dos versiones del ataque a Tepatitlán, uno de los Crist eros
y Agraristas y otro del Asalto a Dulces Nombres.
Los corridos políticos son aquellos en que los hombres ponen de
por medio los ideales de partido, con sus saldos trágicos o con sus
manifestaciones de entu siasmo. Aparecen también los relacionados
con la aspiración a la Presidencia de la Repúbli ca y las insurrecciones
ele los que fracasan en su intento. La sección termina con otros aspee-

32
tos inherentes a la política, en los que se incluyen acciones de esbirros
y de caciques regionales.
Los corridos de carácter lírico aunque tocan temas revolucionarios
se apartan, junto con los del grupo anterior, de la épica revolucionaria;
pero en cambio adquieren una aureola de idealismo, tal acontece con
el de Los Dorados, de los cuales se incluyen dos matices diferentes,
siendo el segundo más auténtico, pues su autor fue miembro de la
famosa escolta del Centauro del Norte; el de l\'1arcial Cavazos, quien
llegó a constituir un arquetipo romántico de jefe revolucionario; los
de la Revolución y de Catarino Maravillas, que encarnan la decepción
,. el desencanto de muchos revolucionarios ilusos. Se incluyen además
el corrido de La Voltereta, un tanto humorístico en el que se mencio-
nan tanto lo adverso como lo afortunado dentro de la vida revolu-
cionaria; el de Eutiquio Rivera fuertemente influenciado de literatura
erudita y el Corrido Menor, suriano, de forma muy desarrollada.
Las ejecuciones ante un paredón caracterizan el grupo de relatos
sobre fusi.lamíentos -ya bajo el gobierno del general Díaz, ya en plena
época revolucionaria- de desertores, insubordinados o criminales, de
rebeldes o equivocados políticos; en ellos se pone de manifiesto el
rnlor, la serenidad y el aplomo del mexicano en los momentos más
dramáticos como son : perder la vida o esperar la muerte .
Forman el núcleo de la sección de valientes los hechos de individuos
que despliegan sus facultades desafiando los peligros, las persecusio-
nes y la muerte. Pasadas las guerras en que el soldado se encaraba al
invasor, acostumbrado a la vida de guerrillero, en espera del albazo o
prevenido para caer sobre el contrario, quedó en el mexicano del campo
el hábito de luchar, de oír silbar las balas y oler 1a pólvora, por su
propia naturaleza inquieta, por sostener su prestigio personal o por
simple deporte. Armado y pertrechado, siempre a caballo, participando
de la doble fama de héroe y de salteador, da suficiente motivo a los
corridos de tipos de esta especie que principian en las guerras de
Inde penden cia y llegan hasta los días de la Revolución . Los rasgos
distintivos de estos hombres son: la presencia de ánimo en los mo-
mentos críticos, la fe religiosa en los peligros y la plena confianza en
sus armas, en su caba1lo y en su puntería . Ellos pon en de manifiesto
un aspecto psicológico del mexicano: ''el machismo". En efecto, los
\'alientes se distinguen por su masculinidad : no saben llorar. Así las ma-

33
dres que quieren que sus hijos desde pequeños se hagan recios ante
la vida y aptos para sortear los peligros repiten frecuentemente a sus
pequeños: "los hombres no lloran"; a lo cual suelen contestar éstos:
"¿Y cuando no se puede? -Entonces sólo pujan ." De este modo es
proverbial entre los mexicanos evitar el llanto. Mas esto sólo es verdad
en parte; porque es humano llorar y se sabe que nuestros valientes
lloran o han llorado en determinadas circunstancias: a solas, en el
destierro, ante la madre muerta, ante la traidora que les engañó. Sobre
todo no es vergüenza llorar por amor, como dice la canción:

el que no llora es porque no sabe amar ...

luego no por llorar se pierde la hombría, ni el individuo queda reba-


jado ante sus íntimos.
Es posible que sólo sea cuestión cultural trasmitida de España,
heredera de Grecia, donde siempre existió el pudor del llanto. Es po-
sible también que nos venga de Andalucía, donde los hombres que se
ven impulsados a matar, con suma frecuencia exclaman: "Tenedme,
que me pierdo"; aunque más tarde, cuando la fatalidad les obligó a
hacer uso de su faca y conducidos a prisión, lloren entre las rejas;
especialmente al ver pasar al Cristo del Gran Poder, durante las pro-
cesiones de Semana Santa.
En México, el machismo se halla disperso por todo el país, más
frecuentemente por las costas, en las regiones tropicales donde la sangre
hierve y en forma más condensada en el Bajío, Jalisco, Michoacán,
Aguascalientes, Guanajuato y Zacatecas; es decir, en el centro de la
altiplanicie, donde los castellanos, extremeños y andaluces fundaron
sus hogares.
De las expresiones contenidas en los corridos se desprenden dos cla-
ses de machismo: uno que podríamos llamar auténtico, frente a otro
sólo de apariencia, falso en el fondo, que oculta cobardía y miedo,
aquel que ante el peligro se achica y frente a la muerte se amilana;
superhombría que oculta complejo de inferioridad.
Entre los relatos que se refieren a hombres de auténtico valor están
los de Macario Romero, algunas veces publicamos como romances me-
xicanos, el de Valentín Mancera, Demetrio Jáuregui y Benito Canales;
no siendo despreciables aquellos que relatan las hazañas de Carlos Co-
ronado, Lucas Gutiérrez, Teodoro Barajas o Jesús del Muro; sobresalen

34
entre otros varios, tres: el de Guadalupe Rayos, el de Nacho Bernal
y el fronterizo de Gregorio Cortés.
Forman un grupo aparte los corridos formulados por el pueblo para
recordar los hechos, muchas veces generosos, de otros individuos re-
montados en las serranías que en ocasiones asaltaban las haciendas de
1os agricultores acaudalados o de enriquecidos con el sudor de los
trabajadores, a los cuales despojaban para repartir el botín entre gente
menesterosa; éstos eran perseguidos por las Acordadas, por las Comi-
siones de seguridad, por las fuerzas montadas de "rurales" que recorrían
los caminos para dar garantías a los transeúntes pacíficos; se les llama
corridos de bandoleros. Los hubo románticos como Valentín Mancera
o Heraclio Berna! "El Rayo de Sinaloa" y los había profesionales y
acreditados o de simple oportunidad. Aparecían solos o formando parte
de cuadrillas famosas como las de "El Meco", por Coahuila y Zacatecas,
- Los Tulises", "Los plateados" o la de "Ignacio Parra"; otros, a la
rombra de la Revolución cometieron desmanes y atropellos a gentes
indefensas, como Guadalupe Pantoja, Inés Chávez García o "El Chivo
Encantado".
Se desprenden, formando grupo aparte, los corridos llamados carcela-
rios que describen la vida interior de las prisiones y todo aquello que
alude a la reclusión de delincuentes, empezando por la cárcel de las
Recogidas, en que las mujeres que se dedicaban a la vida licenciosa eran
sometidas a un régimen de regeneración, según el relato, había castigos
a msistentes en moler maíz y echar tortillas para los detenidos de la
prisión de la Acordada; se incluye aquí el bien divulgado corrido de
Cananea, el relato sentimental del Prisionero de San Juan de Ulúa,
una descripción de la prisión de Granaditas o el embarque de una
Cuerda destinada a las Islas Marías, para concluir con un ejemplo
de rasgos literarios románticos con la obsesión de una hora fatídica:
-Ta son las once de la mañana", se intitula: Lucrecía.
Un grupo de corridos muy numeroso y nutrido que ha caracterizado
desde hace muchos años al género corrido es el que se ocupa de refe-
rir en forma minuciosa o en grandes pinceladas los raptos, las perse-
CllSÍ
ones, las alevosíasy asesinatos,al cual es muy aficionado el pueblo
de :'.\léxico oyéndolos con morbosa delectación . Para no enumerar los
simples títulos diré que en primer lugar aparecen los raptos de mujeres
por alarde de hombría, por amor y orgullo o por simple capricho, se

35
incluyen tres de esta índole: el de Rivera, el de Juan Urzúa y el de
Coleta Guillén:

En dicho caii6n de Tula, una boda se rugía,


nomás lo supo Rivera, las noches las hizo días.

Estaban en dicha boda cuando Rivera llegó,


les atravesó el caballo y a la novia se llevó ...

Bonito el Plan de la Vílla donde naciera Lucita :


se la robó Juan Urzúa, porque era mujer bonita . . .

Juan Urzúa traía pistola, buena rienda y buena silla,


para llevarse a Lucita del mero Plan de la Villa . . .

El día catorce de marro, mero enfrente, en la banqueta ,


como a las seis de la tarde, se llevaron a Coleta ...
No fue Elpidio, ni Ismael, tampoco el hermano güero;
pues el que se la llevó fue don Candi, el molinero . . .

Vienen en seguida los relatos truculentos en que predominaban las


bajas pasiones, las malquerencias, los odios, las felonías: asesinatos a
traición, premeditados, a sangre fría o bien frente a frente, actuando ,
además del destino, el desprecio a la vida humana. En fin, hay de
todo lo que da de perversidad la humana naturaleza.
Un haz de corridos en los que se contienen parricidios, maldición
y fatalidad mantienen el carácter de ejemplos en los que los culpables
caen al golpe de la justicia inmanente . El de Teresa Durán horroriza
por sus detalles, pero como literatura es un espécimen en el que el
diálogo aparece franco y sin relator, por lo que con pequeños toques
puede pasar al escenario de un teatro como caso raro de desarrollo
dramático. Otros dos ejemplos completan el grupo: el del parricida y
El rayo de la justicia.
Vienen en seguida los corridos de Maldición, en que ésta misma
determina 1a muerte del hijo irrespetuoso; los relatos señalan las
circunstancias de desobediencia, amenazas, embriaguez y golpes, al-
tanería y malas palabras, así como menosprecio de las advertencias
y consejos.
Los ejemplos de fatalidad se caracterizan porque en ellos no inter -
viene ningún anatema, sino que es el destino el que avisa con cora-

36
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Incisos ritmico-mel6dicos sobre los que se componen los corridos


zonadas y presentimientos. En este género de tragedias la emoción
apremia y ahoga al cantador y, como en el corrido de la muerte de
Alberto Balderas, los múltiples detalles del hecho no dan lugar ni
siquiera de enviar a la paloma con el mensaje para los familiares. En
todos ellos el soplo fatídico de la Muerte circula por sus estrofas.
Los corridos concebidos en forma de coplas, cantares y íácaras no
debían figurar en esta obra, pues delimitan, de por sí, capítulo aparte
en la lírica mexicana. La única razón para incluirlos es que su forma
musical coincide con la del corrido, al grado que aun los especialistas
continúan llamando a estas composiciones corridos, los cuales están
constituidos por una frase de cuatro miembros de ocho sonidos esen-
ciales, con la cual se pueden cantar lo mismo las coplas romanceadas
que las jácaras. Como rasgo distintivo, las coplas y los cantares man•
tienen un carácter más lírico que narrativo y en ellas no encaja la
épica de ningún modo.
La jácara se distingue por el desplante, la jactancia, el desgarbo,
las expresiones de baja estofa, en suma las apariencias, como en el
soneto de Cervantes:

... caló al chapeo, requirió la espada,


miró al soslayo, fuese y ... no hubo nada.

Este género de literatura, propio del Siglo de Oro español, es un a


consecuencia del lenguaje de la germanía andaluza del siglo XVI, aquel
utilizado por los jácaros, el cual ascendió a los niveles artísticos hasta
adquirir una forma literaria muy gustada en el siglo xvrr en el que
hubo "jácaras a lo humano" y "jácaras a lo divino"; en éstas tomaban
parte los santos y aun Jesucristo y la Virgen llegaron a adquirir, por
obra de los poetas, el carácter de jaques .
En México encontramos huellas y derivaciones de este género en
los Estados de Jalisco y Michoacán, así puede escucharse entre el
pueblo :

¡Qué barullo hubo en el cielo, / allá me estuve tres días;


toditos cargan sus jierros/ por allá en sus alegrías.. .

o bien las pintorescas estrofas contenidas en las múltiples variantes


de "Los Santos de valor'' o de "San Agustín victorioso".

37
La jácara literaria "a lo divino'' la encontramos comprobada entre
las producciones de la Décima Musa, Sor Juana Inés de la Cruz, pues
en los maitines que escribiera por encargo para las fiestas de las cate -
drales de México, Puebla, Oaxaca y Guatemala, hallamos intercaladas
jácaras, junto con ensaladillas, estribillos, tocotines, coplas, glosas, loas,
etcétera. La monja jerónima aprovechó para sus jácaras, lo mismo a
la Virgen María que a San Pedro apóstol o a San Pedro Nolasco,
tratándolos exactamente como jaques y valentones , como bravos y
provocadores; aunque siempre dentro del decoro y estilo religioso.
Algunos primeros versos aparecen concebidos así:

;Aparten! ¿Cómo? ¿A quién digo? ...


1Plaza! ¡Plaza!, que suben vibrando rayos . ..
Aquel campeón valiente ...
Bravatos, los de la hampa ...

Como ejemplos de este género se incluyen en esta obra: El valiente


guanajuatense, El valiente de San Juan del Río y como corridos. lla-
mados de braveros,que vienen a ser lo mismo, el "Buey" y "Santanón " .
Un núcleo de relatos con visos de tragedia pasional puede seleccio-
narse, éstán constituidos por casos típicos en que el amor es la ver-
dadera causa de los crímenes, interviniendo además el orgullo varonil
que no tolera humillaciones ni desprecios ni soporta la presencia del
rival. En estos casos aparecen las mujeres como causantes de la tragedia
por enredar en sus mallas a dos individuos que se sienten con igual
derecho. Estos corridos son los más gustados por nuestro pueblo por
mirarse retratado en ellos, porque representa la justicia inmanente
q11e castiga la deslealtad y la traición. En esta obra se incluyen varios
en los que la protagonista es siempre una mujer : Belén Galindo, Jua-
nita Alvarado, La güera Chabela, Cuca Mendoza, Rosita Alvírez, Mi-
caila, y Rafaelita .
Encasillados en grupo aparte aparecen los corridos de accidentes y
desastres.Son de los que sacuden hasta lo más hondo la sensibilidad
de las multitudes, abarcan descarrilamientos , temblores, inundaciones
y efectos ciclónicos, incluyendo también desgracias colectivas o de
individuos en quienes había puesto sus esperanzas la nación. En todos
ellos hay detalles patéticos que sabe describir y captar admirablemente
el trovador popular . El arquetipo lo constituye el Descarrilamiento de

38
T emamatla. Es en estos casos en los que el corridista pone a contri-
b ución sus cualidades de observación, pues no olvida el más mínimo
detalle, pintando cuadros sorprendentes por su realismo y precisión,
con los horrores propios de semejantes circunstancias. De entre varios
se ha seleccionado un ejemplo de accidente de aviación en el que el
piloto perece por alcanzar una meta, logrando la categoría de héroe,
~-también los hay en que el aparato falla y produce la muerte de los
tripulantes.
No solamente las criaturas humanas despiertan el estro poético del
creador de corridos, sino también los animales cuando reúnen condi-
ciones especiales, sobresaliendo los caballos campeones en la carrera
por sus cualidades de rapidez, instinto y nobleza casi de seres racionales.
En esta clase de relatos los solípedos alcanzan la categoría de héroes,
aunque el hombre siempre interviene con sus malas tretas y artería;
en un caso parangonable está el corrido de El toro "Gorrión".
Existe un apartado especial que agrupa corridos dedicados a toreros,
sin que en ellos aparezca la nota roja de una cogida fatal; más bien
~ tán dedicados a enaltecer la fama de los lidiadores; se relata algún
accidente propio de la lidia de toros, pero más bien contribuyen a
elevar más aún a los ídolos de las multitudes. En ellos interviene una
buena dosis de nacionalismo exaltado en favor de los diestros mexi-
canos: Ponciano Díaz, Rodolfo Gaona o Juan Silveti; aunque hay otros
,"arios en honor de toreros españoles que no se incluyen en esta obra.
Cuando las circunstancias se lo imponen, el creador de corridos pone
de manifiesto sus sentimientos acendrados, dando lugar a la creación de
un grupo de relatos sobre temas religiosos, bíblicos y de índole moral,
en tre los que se cuentan aquellos dedicados a imágenes famosas, a
celebraciones piadosas, interpretaciones populares sobre el Génesis,
predicciones del Día del Juicio y otros tópicos en los que utiliza
parábolas del Evangelio . Solamente mencionaré tres casos de los cinco
que se incluyen: la Bola de Adán y Eva, el Juicio Final y el corrido
de El Hijo Pródigo.
De entre el acervo general se independiza un número de composi-
ciones que a las veces reciben el nombre de Recuerdos dedicados a loar
los méritos y bellezas de ciudades del país, ya sea por sentimiento de
cariño al terruño, ya porque los trovadores del pueblo quieren mani-
festar el agrado y satisfacción que les han producido a su paso los

39
poblados que visitan. Al efecto han escogido un tono grandilocuente
utilizando versos de arte mayor, porque sienten que con ello dan la
medida de su entusiasmo y admiración. Sorprenden, en efecto, las enu-
meraciones detalladas que hacen de los monumentos, plazas, edificios,
barrios, calles, circunstancias típicas y aun el carácter de los habitantes.
Diez ejemplos que se incluyen en este trabajo hacen suponer que
existen en cantidad estos desbordamientos líricos.
Finalmente , y en virtud de la multiplicidad de aspectos y asuntos que
tratan, se consideran en un núcleo los corridos de asuntos,varios, den-
tro del cual caen los acontecimientos que sacuden la vida diaria. For-
man realmente una miscelánea en la que aparecen: la Entrada del
ferrocarril a Guadalafara, la tran sformación monetaria a principios
del siglo, los efectos del enganchamiento de trabajadores dentro y fue-
ra del país, críticas a las costumbres, concursos de hombres forzudos,
fiestas patria s, ferias regionales y aun la traición japonesa en Pearl
Harbor.
Merece describirse en particular la "Bola suriana", típica de los
Estados de Morelos y Guerrero. Mantienen esta forma tradicional
los poetas del sur, dueños de un estro más desarrollado que los del
norte. Su origen puede rastrearse en España . Sin embargo, me baso en
dos rasgos para suponerle origen peninsular: el término "Bola" nos
viene de allá y entre nosotros, ya como forma poético-musical, está
sumamente difundido; del mismo modo el "discante" tiene igual origen,
habiendo sido usado desde los primeros años de la Conquista .
Como forma literaria consiste en una estrofa formada por dos ver-
sos decasílabos en hemistiquio s de seis y dos versos octosílabos que
alternan con los anteriores. El descante o discante lo constituye una
segunda estrofa regular de cuatro versos octosílabos. El mérito consiste
en la sorpresa que produce el cambio de ritmo y de estructura estró-
fica. Por lo que toca a la melodía, se impone el cambio de compás,
pues la primera se ritma en compás de 9 /8 , en tanto que la segunda
se normaliza en el de 6/ 8.
Esta estructura particular mantiene las cualidades necesarias al rela-
to, sea épico, sea lírico, sea descriptivo. Tan sólo diré que si el corrido
octosílabo está más estrechamente ligado al romance clásico castellano,
la "Bola suriana" lo está más a la "Relación" o "Romance de Rela-
ción", el cual usa metros desiguales.

40
Esta forma queda ejemplificada en este trabajo con: 38. La Muerte
de Zapata, 68. Corrido Menor, 119. De Anastasio Albarrán y Fidencio
Domínguez, 162. El Descarrilamiento de Tamamatla, 179. "Juan sin
miedo", 182. Bola de Adán y Eva, y 203. Las mujeres que se casan con
los chinos.
Como comprenderán los lectores, el contenido de este libro no es
sino una mínima parte del extenso material existente aumentado cada
día con nuevas aportaciones. Todo ello pide una condensación final
en un Corpus que reúna los miles de corridos que circulan en boca
del pueblo así como los consignados en hojas volanderas o publicados
en revistas y prensa periódica.
Entre los corridos que han dado lugar a pintura s murales realizadas
por pintores de prestigio, están dos que ilustrara Diego Rivera en los
corredores del tercer piso, segundo patio de la Secretaría de Educación:
el de "Las esperanzas de la Patria por la rendición de Villa" )' el de la
-).Iuerte de Zapata", los cuales en su aspecto de amalgama, fueron
incluidos en Romance y corrido publicado por la Universidad Nacional
el afio de 1939. Con el objeto de que no queden al margen en esta
Uri ca narrativa, los incluyo y trato de ilustrarlos con algunas fotografías
de dicho mural.

La música del corrido

La música que acompaña los textos de corrido la dividiremos en


melodía, ritmo y forma. Habría que establecer estadísticas para llegar
a mejores conclusiones que las que obtuve en mi obra Romance y
Corrido, publicada hace veinticinco años; aunque es muy posible que
1as cifras en general se mantengan sin grandes oscilaciones. Desde
luego sobresalen tres altos porcentajes en la iniciación de la melodía:
2-f.l % para la tónica, 27.2% para la mediante , y 53.7% para la
dominante. Las terminaciones de la melodía entregan solamente dos
cifras bien definidas: 34.6% para la tónica , y 58.6% para la mediante ,
lo que hace pensar en un fuerte influjo del modo dorio andalu z. Rela-
cionando la iniciación de la melodía con su terminación nos encon-
tramos con cifras significativas: 25.9 % para melodías que principian

41
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Influencia del modo Dorio andaluz en el corrido mexicano.


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V

Música para ser acompañados los corridos.

42
Cadencia melódica en el corrido.

43
con la dominante y concluyen con la tónica, lo cual nos lleva a consi-
derar un fuerte influjo de los modos gregorianos determinando un
alto porcentaje para el modo mayor, tal como acontece con la melodía
popular europea al través de todo el siglo xrx. 19.6% para melodías
que principian con la mediante y concluyen con el mismo grado de la
escala; y un 21.6 % para melodías que principiando con la dominante
concluyen en la mediante . Total, si sumamos estos dos porcientos nos
dará 41.2 % de terminaciones en la mediante, lo que viene a com-
probar un influjo decisivo y preponderante del modo dorio andaluz,
siempre concluyendo con el tercer grado de la escala. Otro elemento
característico en las melodías de corrido es la secuencia litúrgica deri•
vada de los himnos latinos. Estas secuencias o progresiones, ya sean
ascendentes o descendente s, alcanzan un 16.4 %, existiendo algunas
de marcada perfección, consistentes en tres miembros sujetos a un
modelo rítmico-melódico más la cadencia y otras en que el sentido
artístico del pueblo rompe este molde dando libertad y originalidad
al canto.
Las melodías de corrido, por lo general carecen de tonulaciones, son
casi siempre tonales y diatóni cas, unas cuantas toman el cuarto grado
para construir una nueva frase, con objeto de dar variedad y evitar
la monotonía tonal (véase ejemplo 61. "Los Dorados de Pancho
Villa"). Pero por lo general la tonalidad se mantiene estática e inva-
riable. No aparecen melodías en modo menor, lo que indica que la
música de ópera romántica y sentimental no ha influido en las melodías
del corrido dejándolas adheridas a las formas heredadas de la penín -
sula, especialmente a las que proceden de Extremadura.
Por último, se notan en las melodías de corrido ciertas influencias
de formas tradicionales españolas: zapateados y jotas; pero lo que es
patente para mí, en lo referente a la manera de desarrollarse los
canto s dentro del compás, es que el influjo de la guajira está latente
en un gran número de corridos, solamente que los músicos han gene-
ralizado el compás de 6/8 forzando el de 3/4 alternativo con el ante-
rior, impon iendo una especie de síncopa. Es necesario también dis-
tinguir algo sobre los estilos de cantar y la música de algunos grupos
de corridos, por ejemplo: la música que acompaña la tragedia, según
el testimonio de Nelly Campobello, conocedora a fondo de la música
de su región: Durango, Chihuahua, además de aparecer concebida en

44
algún modo litúrgico o andaluz, se apoya en frases lentas, majestuo-
sas, profundas, se ejecutan en tiempo apacible y sus compases favoritos
son: los de dos, tres o cuatro tiempos. El corrido, en cambio, además
de estar compuesto la mayoría de las veces en Modo Mayor, tiene
una frase musical juguetona y alegre, inquieta y viva que le imprime
el compás de 6/8, generalmente en tiempo Allegretto. Su ejecución
es lisa y llana, casi carente de sentimiento, supeditada al tono del
relato, más hondo entre más trágico y sentimental. Por esto se le ha
titulado corrido, porque se canta sin interrupciones y de una manera
flúida, muy diversa de la del romance la cual viene a ser sentenciosa
y grave. Los compases más frecuentes en el corrido son los que here-
damos de Espafia y que usa el pueblo peninsular para divertirse can-
tando: 3/8, 6/8, 9/ 8 y 2/4; este último aparece en las producciones
de Jalisco, las cuales adquieren por este hecho un aspecto de marcha
con acentos alternativos.
Como conclusión diré que este género de manifestantes épico-líricas
de nuestro pueblo va siendo cada día más estimado por los estudiosos
y, de igual modo, va constituyendo una necesidad creciente trazar el
perfil psicológico y la personalidad del mexicano, para lo cual se apresta
este acervo, todo ello con el fin de conocemos mejor y cimentar nues-
tra nacionalidad.

BIBLIOGRAFIA PARA EL CORRIDO

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Toluca, México. Ayuntamiento de Texcaltitlán. 1948. 42 pp.

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Dom inguez, Francisco. Sones, canciones y corridos michoacanos, armoni-


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México. Ediciones de la Secretaría de Educación Pública. Depar-
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45
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Guerrero, Eduardo. l. Corridos históricos de la revolución mexicana desde


1910 hasta 1930. México. Col. 100 hojas.

2. Corridos de amor y cantos sentimentales del pueblo mexicano.


México. Imp . Guerrero. 1931. 90 hojas sueltas.

-- 3. Versos ;ocosos para reír y pasar el rato. México, D . F . Imp.


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-- 4. Colección de 230 e;emplos de canciones :' corridos populares


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Versificación épico-lírica.

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46
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cia del 6 de abril de 1910. Madrid, 1929.

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obtener el grado de maestro en Artes en la Universidad de Columbia,
Nueva York, en 1931. Pub. en Homenaje a Menéndez Pidal.

47
ANTOI, OGl A
REVOLUCIONARIOS

14. DE D. FRANCISCO l. MADERO


Procede de Salvatierra, Gto. Comunicó Miguel
Nieto de 38 años. Recolección en Tacuba, D. F.,
mayo de 1938. V. T. M.

J;ge e r t r r ~ rr e r r r r 1 tJ ·
1 I 1,
de Dios_, conca-ri-ño ver-da-de-ro_
En el nom-brssta

ll f 1 J l J Il t) .IJ J l J J J1.PJ J.11


es-tosver-5os_ de donfraneis-co
wy a can-tar Ma-de-ro":::.
En el nombre sea de Dios, con cariño verdadero
voy a cantar estos versos de don Francisco I. Madero.

Vuela, vuela, palomita, párate en aquel romero;


anda y saluda gustosa a don Francisco l. Madero.

Para siempre ha de quedar, con cariño verdadero,


y con letras de oro el nombre de don Francisco I. Madero.

No le temo al Presidente, tampoco a Ramón Corral,


al santo Niño de Atocha, que es el que me ha de librar.

67
15. DE :MADERO

Procede de Guadalajara, Jal. Comunicaron Mi-


caela Marín y María Dolores Garniño. (Mendi-
gas ciegas.) Recolección de 23 de agosto de
1943. V. T . M., Cincuenta corridos ... , pp.
30-1.

.Ptr r ee¿:n, a
@•~u 1 an. 1 110.
Co.meta,s~uhieras aa _bi_do lo quevenÍas_ a _ nunciando
. -- f!.' -
J) crl r: et I Er1 tLJ tr-11u,
nunca hu.bie. _ ras 5a _ lLdopor elcie.lo_ re_lumbrando

J)J J trw.j I fJ,J f117tJtj IJ)J 11


no tie_ne:ila_ cul -Pª tú_ miDiosquete_ }~mandado.

Cometa,1 si hubieras sabido lo que venías anunciando ,


nunca hubieras salido por el cielo relumbrando;
no tienes la culpa tú, mi Dios que te lo ha mandado.

¡Ay, qué Madero tan hombre, bonitas son sus aiciones!


Mandó a los cabecillas a echar fuera las prisiones.
¡Madre mía de Guadalupe, llénalo de bendiciones!

Porfirio está retratado con su águila y su letrero


y en el letrero diciendo: "¡No pudiste con Madero,
con otros habrás podido, porque eres camandulero!"

Porfirio es el responsable de todit¡¡ la Nación,


no quiso doblar las manos, que hubiera revolución,
no quiso entregar la silla, que le dolía el corazón.

lviadero con su asistente sufrió muv crueles tormentos ,


vino conquistando gente y forman.do regimientos
para echar fuera a Porfirio con todo su ayuntamiento.
1 Corneta de Halley, que fue visible en México en 1910.

68
Hasta que se llegó el día que el Señor nos concediera
que la Nación alcanzara lo que más nos conviniera,
México está en alegría revoloteando bandera .

Madero, tú no te creas de lo que te han contado;


que refuercen las fronteras, que quede bien reforzado,
para que sepan lo que hacen toditos los mexicanos.

¡Y achi y achi! ¡Qué bonito está lloviendo en el cerro!


Ensíllenme mi caballo, yo ya me voy con Madero ,
porque me esperan las tropas y fuerzas del extranjero.

Aquí va la despedida con cariño verdadero,


estas son las mañanitas de don Franci sco I. M adero.
¡Que vivan los mexicanos! ¡Que viva México entero!

16. DE LA TOMA DE CIUDAD JUAREZ EN 1912


Discoteca de la Casa Hispánica de Nueva York.
Cantado por Luis Hern{mdez y Merced Dur án.
T ranscripción de V . T. M., agosto 16 de 1943.

m1.
r
pa.ra darles un de. taJl e _ de la To.ro~ Ciu • dad Juárez __

Voy a contarle s a ustedes con permiso de autoridades,


para darles un det alle de la Tom a'e Ciudad Juárez.

En el día siete de marzo, lo vi, por eso lo creo,


que mandó pedir la Plaza el general. Caraveo.

Los soldados del Gobi erno, todos con sus am1as veo,
esperand o que llegaran las fuerzas de Caraveo.

Otr o día por la maña na, a las seis veinte sería,


que comenzó a fun cionar toda la fusilería . .

69
En los altos del Río Bravo pelearon por desafío,
luego se vieron perdidos y se fueron para el río.

Las doce en punto serían cuando la Plaza cayó


en poder de los rebeldes y el tiroteo terminó.

Las campanas de la iglesia sonaban con alma ciega,


porque la Plaza era ya del general De la Vega.

La Cruz Azul con su equipo, sin miedo, en los dos partidos,


levantaba muy activa los muerto s y los heridos .

La gente se amontonaba en la puerta'el hospital


para ver muertos y heridos que empezaban a llegar.

Los soldados de la iglesia y la cárcel no sufrieron,


porque al ver la línea doble al momento se rindieron.
Los presos estaban listos y con bastante ansiedad,
porque sabían que ganando les darían su libertad.
El general De la Vega, valiente como aguerrido,
al aprehender a los jefes salió levemente herido.
Aquel comandante Frías, que es valiente, y no de chanza,
con sus soldados que traiba se hizo de la Comandancia.
El general De la Vega, que tiene su alma guerrera,
les ordenó a sus soldados: -Échenme la prisión fuera.
Los soldados del Gobierno , todos bien posesionados.
en el bordo de la Línea; pero ya no dispararon.
En la Garita Reforma, allí hicieron formación,
pues entre ellos se encontraba el Jefe de Imígración.
Soldados y voluntarios, por estar comprometidos,
no tuvieron más remedio que pasar a Estaos Unidos.
Serían la siete'e la noche, fue la hora en que pasaron
pero al cruzar ya la Línea a todos los desarmaron.
Ahí dice el general Ramos : -Mucha chos, no tengan miedo:
pasando nos escapamos y \'olvemos por Laredo .
Ya con ésta me despido, cortando flores y azahares;
éstas son las mañanitas de la toma'é Ciudad Juárez.

70
17. DEL CUARTELAZO FELICISTA
(Decena Trágica)

Comunicó el señor Aurelio Vallados (Música).


Hoja suelta impresa. Ed. Eduardo Guerrero. Re-
colección en México, D. F. V . T. M., Romance
y corrido, núm. 20, p. 447.

~p""~u
r e r e , r J 4:P)J J ~ J J'i @,
I I 1

Voyaean..tarun co.rri.do- delagranre.vo. lu.ciÓn-

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JIJ ftu
deDonFranciscoMa.de.1·0_ Fé.lixD~y-Mondragón-
1~.tdll
¡Oigan, nobles ciudadanos, prestadme vuestra atención!
Voy a cantar un corrido de la actual Revolución.

Reyes y don Félix Díaz echaron muy bien su trazo


y para vengar rencores idearon un cuartelazo.

Señores, tengan presente que el día nueve de febrero


Mondragón y Félix Díaz se alzaron contra Madero.

Era jefe Mondragón del Segundo Regimiento


y salió de Tacubaya para México a su intento.

Daba el reloj ese día las siete de la mañana


cuando a México llegó Mondragón con fuerza armada .

Dios libre a Bernardo Reyes y después a Félix Díaz,


para avanzar a Palacio durmieron las compañías .

Don Félix le dijo a Reyes, con audacia y con cautela:


-Si usted asalta el Palacio, yo tomo la Ciudadela .

Reyes con todas sus tropas su valor quiso mostrar,


y al acercarse a Palacio la muerte vino a encontrar.

Allí cayó muerto Reyes por una bala certera


y muchos muertos y h~ridos se miraban por doquiera .

71
A las diez de la mañana del día nueve de febrero
se dirigió hacia Palacio el presidente Madero.

Luego que llegó a Palacio por el pueblo fue aplaudido,


porque de \·eras ese hombre de todos se hizo querido.

Con su estandarte glorioso que en la mano lo traía,


recorrió todas las calies, pues temor no conocía.

Madero estando en Palacio dijo: -¡Qué ingrata es mi suerteJ,


doy mi vida por el pueblo, yo no le temo a la muerte.

Mandó llamar a Blanquet que en Toluca se encontraba,


sin saber el Presidente que Blanquet lo traicionaba.

Cuand o a México llegó con sus tropas ya bien listas,


se proclamó partidario de las fuerzas felicistas.

Huerta le dijo a Madero, con palabra traicionera:


-Si usted me confía las tropas yo tomo h~ Ciudadela .

El Presidente le dijo: -Eso lo voy a ordenar,


aunque yo sé demasiado que usted me va a traicionar.

Luego Riveroll e Izquierdo, los dos con nefanda astucia,


al presidente Madero le pidieron la renuncia.

Madero les contestó: -No presento mi retiro;


yo no me hice Presidente, por el pueblo fui elegido.

El Presidente les dijo: -¿Quién fue el que se los mandó?,


y sacando su revolver el pecho les traspasó.

Don Aureliano Blanquet le dijo al señor Madero,


cogiéndolo por los hombros: -Dése usted por prisionero.

Terminaron los combates el dieciocho de febrero,


quedando allí prisioneros Pino Suárez y Madero.

Muchos soldados ya muertos en Palacio y Ciudadela ,


fueron sus restos quemados en los campos de Balbuena.

La sangre corrió a torrentes, pero era sangre de hermanos,


siendo culpables de todo am_biciosos mexicanos.

72
Huerta por sus partidarios se hizo solo Presidente ,
luego que subió al poder a Madero dio la muerte,

El veintidós de febrero, fecha de negros pesares,


mandó Huerta asesinar a Madero y Pino Suárez.

El presidente Madero a Huerta le hizo favores.


¡Un bien con un mal se paga! Eso es muy cierto, señores.

Cárdenas fue el asesino que hizo tan chula gracia


de asesinar a dos héroes Padres de la Democracia.

Aquí terminan los versos y, si han logrado gustar,


son compuestos por LOZANO, un coplero popular.

18. DE LA TOivIA DE PAPANTLA


Corrido-romance.Original de Maria de la Luz
Lafarga, Papantla, Ver. V. T . M ., Romance y
corrido, núm. 211, pp. 656-7.

~r:nq
Con
n tUJlIQii i j i UJ D
llo-viz-ni-ma-ne-ci6_ enla ma-ña-na
del jue-ves,

d~vein-ti-cua-½ro ire--ee.
de ju-niode mil-no-ve-cien-tos
1 , ~, i I i ti i ª 118, i ; t a , R j J 118
w

PorCQs1-zin-tla mu-choshomb~sa
vie-nenmu-chos, ca-ba-llo
fiiHHJl~@,JffiHHrn~¡ 1
y_u de mil in-va-deyaslcampo-san?.
-na eo-lumna
Con llovizna amaneció en la mañana del jueves,
día veinticuatro de junio de mil novecientos trece.

Por Coatzintla vienen muchos, muchos hombres a caballo,


y una columna de mil invade ya el camposanto.

73
Por el Norte y por el Sur y casi por todos lados
la contienda se decide en favor de los alzados.

Siete hombres solamente defienden encajonados,


como valientes, la Plaza en los fosos inundado s.

Ya el -puxcoSim6n Tiburcio había dispuesto sus nacos,


pero la noche anterior estuvo lloviendo a cántaros.

Y no llegaron a tiempo porque les adelantaron


el camino de Cazones las gentes de Alonso Blanco .

¡Adelante, compafieros, al Cerro del Campanario!,


gritaban unos y otros, habían asaltado el atrio.

Los hombres de Julio Arroyo se abrieron paso luchando


brazo con brazo en la Plaza junto con Didier Mercado.
En las calles empedradas muchos muertos se quedaron
al asaltar las trincheras y brincar los alambrados.
Llueve y llueve y ya no pueden sostenerse los soldados
federales que se baten como unos desesperados.
Se ven diez grupos que corren y que rayan sus caballos,
y en el silencio se pierden ya los últimos disparos.
Asoman por las esquinas caras de hombres espantados:
uno que otro ha salido para ver quiénes ganaron.
Y a las cuatro de la tarde, mes de junio veinticuatro,
los constitucionalista s por fin la Plaza tornaron.
¡Ay! Chabela , la mujer de Juan Tapia se ha ganado
el carifio de su pueblo y en el ejército un grado.
Pero ya es tiempo que bajen los que estuvieron luchando
doce hora s consecutivas arriba del campanario.
Ya tocan a parlamento y salen paso tras paso,
con Sánchez Carreón los siete defensores abnegados.
Siete muchachos valientes que en los fosos inundados
a don Alejandro Vega sus espadas entregaron .
¡Ay! Señores vainilleros, salgan de los subterráneo s
y toda su buena plata bajen ya de los tapancos.

71
No llegarán a sus casas nuestros revolucionarios
a robar sus cajas fuertes y a quemarles los armarios.

¡Ayl Puxco Simón Tiburcio, si supieras que tus nacos


son carne rebelde y brava y no muñecos de trapo .

Mañana que se den cuenta de la vida que han pasado,


se irfo a buscar al monte las fuerzas de Alfonso Blanco.

El trovador de la gleba, el "ciego de los fandango s",


Vicente Cornejo, canta en el Puente del Naranjo .

f:sta es la historia que quise contarles a grandes rasgos


de la Toma de Papantla hace ya veinticuatro años.

Ya con ésta me despido, por mi madrecita santa,


ésta es la historia verídica de la Toma de Papantla.

19. DE DON VENUSTIANO CARRANZA (A)


Procede de Durango. Comunicó el profesor José
Ríos del Rio. V. T . M., Romance y carrido,
núm. 25, p. 452.

Ese Victoriano Huerta, no se les vaya a olvidar,


que debe una cuentecita y la tendrá que pagar.
¡Muera Victoriano Huerta! ¡Muera el Gobierno fatal!
¡Que vivan los carrancistas que nos dieron libertad!
Don Venustiano Carranza tiene palabra de rey,
que ha tomado muchas plazas y también a Monterre y.
Don Venustiano Carranza reclama ser Presidente
y por eso cada día se le recarga más gente.
De Monterrey a Laredo y de Lerdo hasta Torreón,
se echaron los cammcistas toda la Federación

Y también en el Saltillo comenzaron a pelear


hasta que fueron venciendo a la hermosa Capital.
Huerta ya tiró las trancas, se salió por un corral,
cuando supo que Carranza tomaría la Capital.

75
Ese Victoriano Huerta era un vil y traicionero,
que asesinó al Presidente por interés del dinero.
La sangre que es derramada por montes y serranías
es por el traidor de Huerta, Mondrag6n y Félix Día,;.
¡Ora sí, señor Carranza, hasta aquí puso una raya,
pa'que no corra más sangre en los campos de batalla!
De ustedes ya me despido y en Dios pongo mi esperanza.
¡Viva Francisco I. Madero y Venustiano Carranza!

20. DE DON VENUSTIANO CARRANZA (B)


Texto de hoja suelta. Ed. Casa Guerrero. M é•
xico, 1918. Música procedente de Tamaulipas,
comunicó el señor Gabri el Saldívar, en Ixmi•
quilpan , Hgo. 1936.

Ve-nu5-fia-no
Don deCQ.a-hm-la,
Go-ber-na-dor
Ca-rranza,
t) J.1 J JJIJ?til1 J J l¡}¡ffS-
· por~ de-fen-der
la Na-ción
irte en pe-li-grosu vi-da.
Don Venustiano Carranza , gobernador de Coahuila,

,~g
por defender la Nación trae en peligro su vida.

J JJ JJ ;1 t i J. r r r e r 1 J>tJ.
1 1 1
Ve-nµs-ha
Don -noCa-rranza_,Go-ber-na-dor
deC~-:--hui-la_
1 r r r r erI J. 1 J.J l J J J1 , [á. l
la ra-zón
porde-ffen-der an-davex-pa-niendo
la vi-da_·
Ese Estado de Coahuila dicen que le pertenece,
se levantó a defenderle en mil novecientos trece.

76
Don Venustiano Carranza, Jefe de resolución,
lo eligen por hombre honrado y paz dará a la Nación.

En el nombre sea de Dios, en él pongo mi esperanza,


¡viva Francisco l. Madero y Venustiano Carranza!

Don Venustiano Carranza reclama una causa justa,


y como no tiene miedo, por eso nadie lo asusta.

En mil novecientos trece, no me quisiera acordar.


en ese Puerto del Carmen comenzaron a pelear.

21. DEL ·GENERAL AMARO

Procede de Cerritos, Gto. Comunicó Manuel


Guevara. Recolección en México, D. F., enero
7, 1951. Hoja suelta impresa, Ed. Eduardo
Guerrero. V. T . M., Romance y corrido, núm .
133, p. 562.

Portresdgisque ma~que
no co-mie-ron no-pa-les
biz-na-ga_y
J71r vJ P!lf AIJ fJ 1
1~J.}"
fue-rona ren-dirausar-mas a loscruele5fe-de-ra-le5.

fJ /9 1r r r r r rIf), r r r r Ir r r UJ IQ,
A-dios,m1
pa-pá.Hmt
ma-má,
yamevoy_ !J_.amrs losvoya de-jar_
her-ma-m-tos
41-11 1c.µ AJ IU,J J J1 IJJ J ~ J IJ.fl
h-ber-tad_
misan-grela doy_ pa-ra que to-di-tosten-gan
si muertencampa-na

Por tres días que no comieron más que biznaga y nopales,


fueron a rendir sus armas a los crueles federales.

Estribillo:
Adiós mi papá y mi mamá, ya me voy,
y a mis hermanitos los voy a dejar;

77
si muero en campaña, mi sangre la doy
para que toditos tengan libertad.

No le temo a la metralla ni al cañón que tanto avanza,


¡Que viva Joaquín Amaro y Venustiano Carranza!

No le temo a la metralla, ni al cañón de artillería;


adiós mis queridos padres, me voy de su compañía.

Estribillo:
Adiós mi papá y mi mamá, ya me voy . . .

Adios mi padre y mi madre, de todo mi corazón;


adiós todos mis amigos, marcho a la revolución.

No le temo a la metralla, ni al rugir que da el cañón ,


¡que viva Joaquín Amaro y don Alvaro Obregón!

Estribillo :
Adiós mi papá y mi mamá, ya me voy . ..

En el Cuitzeo de Abasolo allí fueron los agarres,


les avanzaronun tren a seiscientos federales .

Gritaban unas mujeres abajo de unos nopales:


-¡Ahí viene Joaquín Amaro, padre de los federales!

Estribillo :
Adiós mi papá y mi mamá, ya me voy . ..

Aquí va la despedid a, señores, yo me separo,


aquí se acaba el corrido de mi general Amaro.

78
22. DEL PELIGRO DE LA INTERVENCION
AMERICANA
Hoja suelta impresa, Ed. Eduardo Guerrero. V .
T. M., Romance y corrido, núm. 133, p. 562.
Estribillo.
Modera to.

~!iJJWJ1rrrcu1f-~ a..LJltot0ltk 1

Con mi do.ble tre intamevoya mnr.char_ yéndom~lus fiJas de la re.he. lión_

J J J J I r r r JD IJ.J1, n J J I AJ J J3 1J.J•"
'--' -...,
pa.ra conquis.tar li.bertad,li.ber .tad _ a lo:1ha.bi . tan tes de nuestra na.ción_

P ,r D r DI r c.,e r I r v r DIV·
Ma..dre mé de Gua .da. Ju.pe , túm~ de fa. vo. re. cer_

f:JI r ~ r JiI J. J , J □ 1 J ; J J'i±W


..__..
pa .ra no r_en.dir las ar.mas has.ta mo.rir o ven.cer _

Estribillo:
Con mi doble treinta me .voy a marchar
yéndome a las filas de la rebelión,
para conquistar libertad, libertad
a los habitantes de nuestra nación .

Madre mía de Guadalupe , tú me ha s de favorecer


para no rendir las armas hasta morir o vencer.

Madrem~deGuada_lu.pe é. chame tuben.di.ción __

yo_ ya me voy a la guerra, ya vi e.ne la Interven _ción --

79
Madre mía de Guadalupe, échame .tu bendición,
yo ya me voy a la guerra, ya viene la Intervención!

Con gusto daré mi sangre, te lo juro, Madre amada,


por no ver nuestra bandera de otra nación pisoteada.

¡Oh hermosa Guadalupana, prenda sagrada y querida!


No permitas que el extraño venga a quitamos la vida.

¡Qué linda es nuestra bandera! Compañeros, a pelear,


ya el enemigo está cerca, ya se oye el clarín sonar.

Verde, Blanco y Colorado contra Barras va jugando.


No te aplomes, compañero, que les estamos ganando.

En su tierra los hermanos todos están pronunciados,


a ver qué suerte corremos, vamos a tirar los dados.
Si acaso creen que los indios ya todos se han acabado,
sobran unos pellejitos para entrarle al embolado.
¡Madre mía de Guadalupe , tú me has de favorecer,
para no rendir las armas hasta morir o vencer!
Si ellos son muy poderosos en armas y municiones ,
nosotros tenemos piedras y muchísimos calzones.
Si fuera una cosa justa lo que ellos vienen peleando ;
pero eso no puede ser, porque nos están robando.
Ya la mitad del terreno les vendió el traidor Santa Anna ,
con lo que se ha hecho muy rica la Nación Americana.
Qué, ¿acaso no se conforman con el oro de las minas?
Ustedes, muy elegantes y aquí nosotros en ruinas.
Todavía quieren perjuicios buscarle a nuestra nación,
la verdad que si se meten los hacemos chicharrón.
Confórmense con ser ricos y tener muchos millones,
porque para gobernarnos les faltan . .. muchas razones.
-Lo hemos de ver y no creer -les dijo Doroteo Arango,
cuando por primera vez les mandó a chupar su mango.
Ahora sí ya, compañeros, ¡muera la guerra int estina!
Bautizaremos un gringo, ya búsquenle su madrina.

80
Pues nosotros, por la buena , señores, los respetamos,
porqu e gocen de placeres, mucha plata les botamos.

Si acaso se vanaglorian que nos dan ilustración,


es como dijo el indito: -Arr eglado a mi tostón.

Búsquenle por otro lado, ya no sean tan ambiciosos,


porque aquí no nos sobraron más que reatas de los pozos.

El petróleo se acabó, se lo consumieron todo.


Caminen por lo parejo, no se atasquen en el lodo.

Todo el mundo ya lo sabe que han sido muy malos jueces.


No le hagan al ruido de uñas, ahí están los japoneses.

Esas Islas Filipinas que también se adjudicaron,


eso, no vayan a creer que sus dueños lo olvidaron.

En fin, son muy poderosos, pero el rico tambi én muere;


pues aquí se hace en la tierra nada más lo que Dios quiere.
¡Viva Hidalgo! ¡Viva Juárez! Les diré de despedida,
que supieron dar su sangre por nuestra Patria querida .
Si acaso muero en campaña, échame tu bendición,
Madre mía Gua<lalupana, te llevo en el corazón.

23. DE LOS AMBICIOSOS PATONES


Corrido en décimas. Procede de Chapala, Jal.
Comunicó el señor Lauro Zamora. Recolección
en México, agosto de 1938. V . T . M.

Por ahi vienen "los patones", los gringos americanos,


diciendo que han de acabar con los indios mexicanos.
La verdad yo les diré que hay unos malos vecinos
que se les van a vender como si fueran cochinos.
Que ya están en Ciudad Juárez y costuriando Laredo,
pero no pasan pa. dentro , porque aquí ya tienen miedo.
Voy que no sacan un dedo pa podérselos clarear;
se me hace que los patones no nos van a gobernar,
si vienen con panta lones aquí los van a dejar.

81
~JiH r HIH H r r r plJJ · 1

Poral!,ivie-nen
lospa-to-nes, a-me-ri-:-ca-nos
losgringos
t F f r E pIf f ,r J J J J f 18t
d1:-c1en-doque~~-bar_ _to-doslosme-xi-ca-nos.
'.con

tV r r r J mJ J f r r r Ji¡TJ
Que~ct,están Juárez cus-to-dian
en Ciu-dad doLa-re-do,
y.

' [ f r E VIELJ f r r r pirjj


pe-rono pa-sanµaden-tro
porqutaquíya tie-nenmiedo
, J J J J NLJ,J J FJ r t1EN
si vie-nen
conpan-ta-lo-nes
a-q;í losvana de-jar._
Dicen que quieren petróleo, mucho oro y mucha plata,
no se vayan a quedar nonuís bailando en la reata .
Después que metan la pata no la han de poder sacar,
fíjense que hay treinta -treinta, nuiusseres para pelear,
pues no sea que los inditos los vayan a hacer ra¡ar.
.Cuando vengan lo verán, que los estamos deseando,
con puro parque de acero los estamos esperando.
¡Ay, Curríón, no te hagas pando ahora que te necesito!
Se va a mirar muy bonito de gringos el tenderete,
después no quedrán "la gorda", les sudará hasta el copete.

La verdad, yo les suplico que traigan a sus gringuítas,


porque estamos enfadados de querer a las inditas,
sé que las tienen bonitas, gordas y bien coloradas,
ahora es tiempo, camaradas, de pelear con muchas ganas,
que les vamos a "avanzar" hasta las americanas.

Ya no peleamos con flecha ni con honda y matatena,


pues "si quieren el almuerzo, también les damos la cena",

8-2
aquí no sentimos pena, es lo puritito cierto,
"ya nos querían asustar con el petate del muerto",
pero sí les aseguro que no lograrán su intento.
Por Veracruz y Tampico dicen que han de dar "cuartilla",
"si no es pedazo de queso envuelto en una tortilla".
Todavía no se conforman con el oro de las minas,
ustedes allá gozando y aquí nosotros en ruinas,
"me tan despacio la mano, porque se llenan de espinas".
Figúrense a Hemán Cortés, aquí se sentó a llorar ...
"No le hace que estén grandotes, no les vamos a cargar."
Después han de suspirar cuando vean la cosa fea,
como dijera Jacinta a la anciana Dorotea :
"Se me hace que aquí los gringos van a estacar la zalea."
Ya con ésta me despido, me despido en esta vez,
¿qué dicen, vendrán los gringos a enseñamos el inglés?
Yo endiendo todo al revés, ¡ah! ¡gué los americanos!
Aquí se van a estrellar con los indios mexicanos.
"¡At6renk, que es mangana, nosotros no nos rajamos!"

24. DE LA SALIDA DE LOS "GACHUPINES"


DE LA CIUDAD DE TORREóN
Hoja suelta impresa ( S/p de imprenta).

Aquí me pongo a cantar con permiso de la gente,


tenemos que recordar mucho de este Presidente.
¡Ay, famoso Victoriano . Cómo nos tienes contentos!
¡Ahí viene don Venustiano a cumplirte tus intentos!
Dices que eres el terror de todito s tus contrarios ·
v tienes a tu favor a todos los millonarios.
Dice don Francisco Villa: -Eso no tiene que ver,
te hemos de buscar la orilla hasta morir o vencer.
Huerta, quisieras poder salvar México de un brinco,
Villa te vendrá a "poner las peras a veinticinco".
Y si no lo quieres creer, no te retires muy lejos,
no tardarás mucho en ver ardiendo tus apare¡os.

83
Tú y tus ricos millonarios que vacilan con afán
ellos temen que los dejes abriendo las de caimán.
Ricos, malos corazones, se han metido muy macizo;
se quedarán sin millones, pero con el compromiso.

Dice el General Carranza: -Hay que perseguir a Huerta,


no perdemos la esperanza de remacharle la puerta.

A él y a sus generales, entre ellos es Argumedo;


quieren hacerse formales, pero no los deja el miedo.

Van haciéndose temibles esos infames pelones,


atropellando familias, incendiando poblaciones.

Dicen que son muy valientes, se burlan de su trabajo,


han fusilado inocentes de esos que no dan trabajo.

Dicen que los federales tienen mucha disciplina,


les sirve pa' seguir males ·y dejar pueblos en ruina .

Dice el general Carranza: -Mi gente no sabe nada,


pero tengo la confianza que no la traigo forzada.
Generales maderistas se atienen a su canilla,
hasta tiemblan los huertistas nomás de oir mentar a Villa.
Con Villa no anda la infamia, menos la calamidad;
antes socorre a los pobres que le piden caridad.
Pero de ese Presidente, por dondequiera se ha dicho,
todo es perecer la gente por su maldito capricho.
En Torreón, Gómez y Lerdo pereció un sin fin de gente;
pero ftte piar en San Pedro, todos lo tienen presente.
Esto es de Jo· más presente sin lo que antes ha pasado,
por causa de ese traidor México se ha trastornado.
Ahí viene Francisco Villa a quitarte de decente,
te ha de repugnar la Silla y el cargo de Presidente.
Ya tu corazón te late, tus ojos tienes grandotes,
te fastidia el chocolate y los finos marquesotes.
Ya tu dafiada conciencia te hace vivir sin consuelo,
ya no quieres Presidencia, sino . salvctr el repelo.

84
Acuérdate de las huelgas que hiciste aquella ocasión,
¿no les decías a los ricos que no quitaban Torreón?
¿No que baílaban de gusto y saltaban de contento?
Villa les va a dar un susto en menos que se los cuento.

Pónganse bien los botines para que busquen la orilla,


ya verán los gachupines lo que les pasa con Villa.

Ellos no querían salir, le suplicaban a Villa:


-Entonces quedrán morir, ya no quiero esta semilla.

"No quiero ser asesino, ni seguirles a otros mal;


yo los pondré en el camino, ahí hay un tren especial."

-Señor, tanto capital, pues, ¿a quién se lo dejamos?


-Pues hasta querían llorar apretándose las manos.

-Cuando a México vinieron -Villa les dijo formal-:


¿verdá que nada trajeron? Eso mismo han de llevar.
"Hay que salir con violencia, yo no quiero averiguar,
obedecen mi sentencia o comienzo a fusilar."
Por nuestra Patria querida que nos cubre y nos mantiene
tenemos que dar la vida, por derecho nos conviene.
Y como hijos mexicanos, hay que luchar con valor,
para echar a los tiranos y acabar con el traidor.
Ya volaron las palomas, dejaron solos los nidos,
se fueron los gachupines entre llantos y suspiros.
Ahí México ha de arreglar, tenemos fiel esperanza
en el Jefe Principal don Venustiano Carranza.
Don Venustiano Carranza se ha dignado en la ocasión
de México ser la alianza y padre de la nación .
¡Viva Dios es lo primero! ¡Vi Ya el pueblo me_xicano!
¡Viva el nombre de Madero! y ¡Viva don Venustiano!
¡Viva don Francisco Villa!, ¡le digo al que sea huertistal
¡Que vivan los generales del partido maderista!
Han empuñado su acero, como todos lo habrán visto,
dicen: -Por México muero, como murió Jesucristo.

85
Cristo se quedó en la Cruz por libramos del contrario,
y nosotros en la guerra combatiendo al sanguinario.
Si viene la Intervención con ella hemos de pelear,
aquí no ha de haber nación que nos venga a pisotear.
Nuestra Patria ha de ser libre y también nuestra bandera,
aquí n o ha de producir ninguna planta extranjera.
Ya se acabó la tragedia, ya se le vieron sus fines,
ya se fueron pa' su tierra los traidores gachupines .

25. DE LA TOMA DE ZACATECAS


Comunicó el señor Ramón Gómez Murillo. Ar-
pista ciego de 35 años, de Jerez, Zac. Carta de
25 de noviembre de 1948 al profesor Bias Ga-
lindo .

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Vo_y
a ean-tar detin- ta tie-nensus le-iras;
es-fesver-sos,
J l fflf ~ Fi¡aJ J·D 1~J J J ) lliJ J F
voya can-tr-les la to-ma efeZa-ca--te-cas.
a..,us-te-des
Vov a cantar estos versos, de tinta tienen sus letras,
voy a cantarles a ustedes la Toma de Zacatecas.
Mil novecientos catorce, mes de junio veintitrés,
fue tomado Zacatecas entre las cinco y las seis.
Gritaba Francisco Villa en la Estación de Calera:
-Vamos a darle la mano a don Pánfilo Natera.
Ya tenían algunos días que se estaban agarrando,
cuando llega el general a ver qué estaba pasando.
Cuando llega Pancho Villa sus medidas fue tomando:
A cada quien en su puesto los iba posesionando.
Les <leda Francisco Villa al frente del Batallón;
para empezar el combate al disparo de un cañón.
86
Al disparo de un cañón, como lo tenían de acuerdo,
empezó duro el combate por lado derecho e izquierdo.
Les tocó atacar la Bufa a Villa, Urbina y Natera,
porque allí tenía que verse lo bueno de su bandera.
Deda el coronel García con su teniente Carrillo:
-Le pido permiso a Villa para atacar por "El Grillo".
Fue atacado Zacatecas por Villa, Urbina y Natera,
Ceniceros y Contreras, Madero Raúl y Herrera.

fr1 r r r Ir ct1,r rI r o r
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Ahora sí, borracho Huerta,_ ya te tiemb~lco _ ra.zón_

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al sa.berqu'enZaca_te_cas_
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derro_taron_
1

a Ba.rrón_
fjJ. 11
¡Ahora sí, borracl10 Huerta, harás las pata s más chu ecas,
al saber que Pancho Vill a ha tomado Zacatccas!

Gritaba Francisco Villa. -¿En dónde te hallas, Barrón?


Se me hace que a mí me vienes guango, como el pantalón.

Les decía Francisco Villa con una \'OZ mu v ufana:


-Ya están tumbando la finca que le llamaban "La Aduana".

Esa finca de La Aduana era una finca bonita,


la tumbaron los huertistas con pólvora y dinamita .
Gritaba Francisco Villa: -¿Dó nde te h allas, Argumedo?
¿Por qué no sales al frente, tú que nunc a tienes miedo?

Abajo de aquella finca, allá había muchos pelones,


muchas armas, mucho parqu e y más de veintidós cañones.

¡Ay, hermoso Zacatecas! Mira cómo te han dejado,


la causa fue el viejo Huerta y tanto rico allegado.
Estaban todas las calles de muertos entapizadas
y las cuadras, por el fuego, todititas destrozadas.

87
Adiós, Cerro de la Bufa, con tus lucidos crestones.
¿Cómo te fueron tomando teniendo tantos pelones?

Andaban los federales que no hallaban ni qué hacer,


buscando enaguas prestadas pa' vestirse de mujer.

Subieron a las iglesias a repicar las campanas


y las Bandas, por las calles, solemnizaban con Dianas.

Cuatro ramitos de flores puestos en cuatro macetas,


por la División del Norte fue tomada Zacatecas.

26. CORRIDO SATIRICO DEL CONGRESO


CONSTITUYENTE. 1917

Texto: Herrera Frimont, Celestino. Los corridos


de la revolución. Original del poeta Marcelino
Dávalos. Música: Procede de Monclova Coah.
Cantaba el señor Ricardo R. Fuentes en 1938.
Comunicó su hija Virginia Fuentes Lobo.

Ya Venustiano Carranza tiene su Constituyente


pa' enderezarle las leyes que les va a.,Q.¡1ra la gente.

i J_J_JJI ffiJ r. r r r r r I J' J ,


___ I

An-da-le,cha-tc!H
nosva-mos,pon-te1uscho-clos
mo-ra-dos;
J l l J J J¡_t-J¿ilJ J J J J¡JJII
va-mosalTea-trQ)-iur-bi-dea ver a los di-pu-t;:¡-dos.

Ándale, chata, y nos vamos, ponte tus choclos morados;


vamos al Tiatro Iturbide, verás a los diputados.

Que hablan, se insultan y gritan; bajan y suben pa'rriba


y el que traga más pinole es quien tiene más saliva.

88
Y aunque todos se enfullinan y hablan de Constitución;
ni son todos los que están, ni están todos los que son.

Yo digo a los diputados no se pelién tan seguido


y en vez de un Constituyente les salga un Constituyido.

Ándale, chata, y te merco tu rebocito huichol;


oirás a los diputados sacctrsus trapos al sol.

En el Congreso hay de todo, como dicen en Saltillo:


de chile, puerco y de dulce y también de picadillo.

Todos tienen algún don, como dice el señor cura,


unos el don de palabra y otros el de pateadura .

A veces un herradero lo güelven con sus locuras


porque en el Constituyente no faltan las herraduras.

Juzgados por sus cabezas hay más de siete huilotas;


pero por sus corazones todos son unos patriotas.

Tien en un tal Campesino, tienen un tal Espelota,


que por mucho que le atinan no han de ata¡ar la pelota.

Amaya que es Presidente les grita : -¡ Hijos del huarachi,


yo me pelé para el Norte antes que ningún tlacuachil

Y el licenciado Cañet e le dice: -Oiga, Presidente,¡


le voy a obsequiar mis códigos para que trate a la gent'e.

Ándale, chata, y nos vamos, ponte aprisa tus botines,


a ver si te toca un cacho del señor Palavichines.

Al señor Palavichines ya se lo querían comer ...


como ;urna del Buen Tono, ¡qué diablos le iban a hacer!

Ándale, chata, y nos \'amos, pont e tus naguas de lana


pa' que veas esa arquería de la suidá queretana.

El diputado Mogica les grita tant as razones, ·


porque mejor que Mogica debiera haber Mogicones.

Y aquí se acaban cantando estos versos tan corrientes.


¡Que viva don Venustiano! ¡Vivan los Constituyentes!

89
27. DE LOS COMBATES DE CELAYA (A)
Tomado oralmente en la Av. Alvaro Obreg611,
México, D. F., el 15 de junio de 1949.

En mil novecientos quince, Jueves Santo, en la mañana,


salió Villa de Torreón a combatir a Celaya.

Corre, corre, maquinita, no me dejes ni un vagón;


nos vamos para Celaya a combatir a Obregón .

De Salamanca a Irapuato se concentraron los trene s


de allí llegaron villistas, todos haciendo cuarteles.

Tenían ellos guarniciones de los más salientes hombres


subieron al Cerro Gordo toda la "Brigada Robles".

Ahi vienen los carrancistas llenos de mudo coraje,


porque les habían quitado el cerrillito de "El Guaje".

Querían quitarles los trenes que iban encarrerados,


y Villa los recibió con su escolta de "Dorados ".

Porque eran hombres valientes todos los que iban con él,
unos tirando balazos y otros levantando el riel.

Angeles, el general, no le temía a la metralla ,


le pidió permiso a Villa para bombardear Celaya.
Por la derecha e izquierda rompen las caballerías,
por el centro de las líneas marchan las infanterías .
¡Qué combate tan reñido que· a todos causó temor!,
pero más fuerte se oía el sonido de~ tambor (yaqui).
Ese tambor que se oía era de los carrancistas,
cuando batían con denuedo a los soldados villistas.
Villa tenía mucha gente regada por dondequiera,
pues en San Luis Potosí dejó a la "Brigada Natera".
¡Vuela, vuela, palomita; vuela con la mariposa!
La primera contraseña era un trapo color rosa.
No le temo a la metralla, ni al cañón que poco avanza;
otros gritaban sus vivas a Venustia~o Carranza.

90
Estaban los carrancistas fortinados en magueyes,
y combatió muy formal toda la "Brigada Reyes" .

Dios le ayudó mucho a Villa y le puso en su memoria


que pusiera diez mil hombres en el "Molino Victoria" .

En el "Molino Victoria" anteojo estaba echando ,


y por doquier se veían los carrancista s vagando.

Sale don Franci sco Villa con sus tren es de insurgente s,


para concentrar sus tropas (en) la Ciud ad de Aguascalientes.

Dice don Franci sco Villa: -De nue vo voy a atacar;


me han matado mucha gente, su sangre voy a vengar.

¡Qué combate tan reñido! Les digo yo a mis amigos,


comienzan a salir tr enes, salen todos los herido s.

¡Vuela, vuela, palomita ; anda a ver lo que ha pasado!


La segunda contraseña era un trapo colorado.

Dice don Francisco Vill a: -Está muy mala la cosa,


están cayendo soldados del "Batallón Zaragoza".

En la ciudad de Celaya eran terribl es las hora s,


¡cómo cayeron villistas por las ametralladoras!

De Salamanca a Irapuato hay quince leguas a León,


fue donde perdió su brazo el general Obr egón .

En la E stación de Irapuat o cantaban los horizont es:


Hoy combatió muy formal la "Brigada Bracamont es".

Decía don Francisco Vi11a: - N o sé qué me está pasando,


estoy perdiendo la acción por los que se están volteando.

Decía don Francisco Villa: -Amigo s, yo ya perdí,


dentro de muy poco tiempo nos veremos por aquí.

Decía don Francisco Villa : -Adió s, adiós, mexicanos;


ya me voy para Columbu s a ver los americanos.

Ya no le temo al catión , ni tampo co· a la metralla,


aquí da fin el corrido del Comb ate de Celaya.

91
28. DE LOS COMBATES DE CELAYA (B)
Celestino HerreraFrimont. Corridos de la revo-
lución. V. T . M., Romance y corrido, núm. 208,
pp. 651-2.

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El día veintitrés de abril los combates principiaron


en la ciudad de Celaya los carrancistas triunfaron.

Un gran número de gente que traiba Álvaro Obregón


fueron los que resguardaron por todita la Estación.

Los carrancistas adentro , los villistas les cayeron,


les empiezan a hacer fuego y los de adentro corrieron.

Les decía Álvaro Obregón: -Ahora lo vamos a ver,


hoy me matan o los mato o me quitan el poder.

Por el lado Salvatierra se agarraron a balazos,


unos tiran con metralla y otros, puros cañonazos.

Por ese lado de Estrada, el Becerro y San Juanico,


no más zumbaban las balas y hasta se lamían el pico.

92
Por el lado de Apaceo entró el general Urbina,
les ha quitado fortines a tiro de carabina.

Por el lado Santa Cruz estaban posesionados,


allí fue donde se acabaron casi todos los rayados.

Les decía Álvaro Obregón: -Vámonos a pecho a tierra,


vamos a ver a ese Villa que dicen que es la pant era.

Decía Álvaro Obregón en su combate en Celaya:


-Éntrale, Francisco Villa, a dirigir la campaña.

Llegaron las avanzadas desde "El Guaje" hasta "La Venta",


nomás se oía el tronad cro de mausser y treinta-treinta .

¡Que Viva Alfredo Elizondo, es un gran Gobernador!


¡Que Yiva Joaquín Amaro, tambi én su Estado Mayor!
Les echaron l'agua encima para poderlos ganar,
allí fue onde los villistas ya no pudieron pasar.
En la Hacienda de Sarabia tuvieron otro agarrón;
allí fue donde Pancho Villa los correteó hasta el pant eón
¡Éntrale, Francisco Villa! ¿No que eres tan afamado?
En la Hacienda de Sarabia corriste como un venado.
-Si no les corro me alcanzan, me tumban el pantalón
y me llevan de la cola como si fuera ratón.
Señores, tengan present e lo que en Celaya pasó:
que el ejército villista casi todo se acabó.
Obregón decía a los yaquis: -No tengan miedo que mueran;
muchachos, les aconsejo, revivirán en su tierra.
Respondió un soldado de ellos: -No es cierto, mi general,
le escribí a un hermano muerto, no me ha vuelto a contestar.
Todos los carabineros y también la artillería
peleaban toda la noche y tambi én todito el día.
Pelearon los carrancistas, pelearon sin compasión,
que a tres leguas de distancia trascendía la corrupción.
Alrededor de Cclaya estaba todo ajollado,
donde estaban los carranzastodos bien afortinados .

93
Les decía Franci sco Villa por arriba de las lomas :
-Aquí les traigo a los hombres , no tuzas escarbalonas.

Y decían los carrancistas: -'Ora de aquí no salemos,


que si llegan los villistas aquí n os acabaremos .

Les decía Francis co Villa: -Vamos pa' fuerita ya,


a tirarnos a la orilla , no a tirarle a la Ciudad.

En la Hacienda de Santa Ana tres leguas lejos de León,


allí fue 'onde perdió el brazo el general Obregón.

Ya con ésta me despido antes de que yo me vaya,


ya les canté a mis amigos los combates de Celaya.

29. DE LA PERSECUCION DE VILLA


Hoja suelta impresa. Ed . Eduardo Guerrero. V.
T. M., Romance y corrido, núm. 175, pp. 607-8.

4epl n O n OI gJi,p p ·1J O n r ("~!


c.41
Pa- iria,Mé-xi-co,
fe-bre-ro
vein-ti-tres_; de-jo Ca-rrclTIZa
pa-sara-me-n- ca-nos_:
; n I J J J ; J o I J LJ,t □ 1J
oosmil· do-cien-ros~-ro-pla-noo-,
50l-da-do5, buscando_¡¡ ~do-la
Vi-Ha,
n J J a IJ l ·
ma-tar.-'

Patria México, febrero veintitrés,


dejó Carranza pasar americanos:
dos mil soldados, doscientos aeroplanos,
buscando a Villa, queriéndolo matar.

De spués Carranza les dijo afanoso :


-Si son valientes y lo quieren combatir,
concedido, les doy el permiso,
para que así se enseñ en a morir .

Comenzaron a echar expediciones,


los aeroplanos comenzaron a volar,
por distintas y varias direcciones,
buscando a Villa, queriéndolo matar .

94
Los soldados que vinieron desde ·Texas
a Pancho Villa no podían encontrar,
muv fastidiados de ocho horas de camino,
los 'pobrecitos se querían regresar.

Los de a caballo ya no se podían sentar,


mas los de a pie no podían caminar;
entonces Vill¡¡ les pasa en su aeroplano
y desde arriba les dijo: -¡Gud bay!

Cuando supieron que Villa ya era muerto,


todos gritaban henchidos de furor:
-Ahora sí, queridos compañeros,
vamos a Texas cubiertos con honor.

Mas no sabían que Villa estaba vivo


y que con él nunca iban a poder;
si querían hacerle una visita
hasta. la Sierra lo podían ir a ver.

Comenzaron a lanzar sus aeroplanos,


entonces Villa un buen plan les estudió:
se vistió de soldado americano
y a sus tropas también las transformó.

:tvlas cuando vieron los gringos las banderas


con muchas barras que Villa les pintó,
se bajaron con todo y aeroplanos
y Pancho Villa prisioneros los tomó.

Toda la gente de Chihuahua y Ciudad Juárez


muy asombrada y asustada se quedó,
sólo de ver tanto gringo y carrancista
que Pancho Villa sin orejas los dejó.

Qué pensarán los "bolillos " tan patones


que con cañones nos iban a asustar;
si ellos tienen aviones de a montones
aquí tenemos lo mero principal.

Todos los gringos pensaban en su alteza


que combatir era un baile de carquiz,
)' con su cara llena de vergüenza
se regresaron en balón a su país.

95
30. DE LA RENDICióN DE LOS FEDERALES A LAS
FUERZAS CARRANCISTAS (1915)
( En Salina Cruz)
Procede de San Antonino, Ocotlán, Oaxaca. Re-
. colección en el lugar, noviembre de 1933. V. T.
M. Comnnidi el scflor Calixto Vázquez.
Palomita blanca, parah guyeo, ·
huyate mandado arali Chiculeo ,
madre huinestine panianda nianeuna,
pará galachó gusá nagenda chiú, paloma.
!viaceda, Carranza, maceda, Gobierno
irá federal maviñi rendir lo s'pini, Carranza.
Irá juchitcco mavíñi a rendir
irá armamento níná pa cavé.
Zaqueque irá viníiate
maguca agregar losh s'píni Carranza,
Cadí chegácalo, ingrata paloma,
iduví corazón gudíale, madre.
Palomita blanca, parah guyeo,
guyaca remedio aralí Chiculeo,
madre huinestine panianda nianeuna,
pará galachó gusá nagenda chiú, paloma .
Hixite layú shuthú zacanó ra igoró,
raqueque chegácalo zela, paloma ,
raqueque ¡ay!, chegácalo zela, paloma.
Traducción:
-Palomita blanca , ¿adónde fuiste?
-Fui a un mand ado, a casa de Chicoleo.
-¡A v, madrecita! ¿Qué, no me llevas?
Si quieres, vamos pronto , paloma.
Ya viene Carranza, ya viene el Gobierno;
todos los federales va se rindieron
a la gente ele Carrá~za.
Todos los jÚchitccos se rindieron también
y entregaron todo el armamento.
También los Ixtaltepc canos
se agregaron a los carrancistas.
No seas ingrata, palomita,
todo mi corazón te doy, madrecita.
-Palomita blanca, ¿adónde fuiste?
Fui a curarme a casa del señor Chicoleo.
-Ay, madrecita, ¿qué, no me llevas?
Si quieres, vamos pronto , paloma.
:!vlañana temprano varrios al Río Grande a bañarno s,
allí serás mi esposa, palomita. ·
¡Ay!, allí serás mi esposa, palomita.

97
31. TO l'v1A DE SALINA CRUZ EN 1923

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.ut,-A}l, _____
1
Camilo Flores, Nicanor Díaz,
cadindi acabeco s' pini Obregón.
Cadí gushivi ca muchacho ca,
99
naga si duute . 1!14q~s:u- gaándano .láa cavé
mape casécave gavía muchacho ca.
¡Que viva, que viva Nicanor Díaz!
¡Que mueran todos los obregonisto!
¡Que viva, que viva l\llagin Bias!
?v1aque vini ve ganar.
Ma vini ve bombardear tuví tren
S' ticá obregonisto .
Ra Zuleta vini ve bombardear tren s' tica obregonisto.
¡Que muera, qu e muera Nicanor Díaz!
¡Que muera, que muera Camilo Flores!
¡Que viva, que viva obregonisto! (bis .)
Ma que vin.i ve ganar vini ve tomar Salina Cru z (bis ).
Cirá que s' piní Enrique Bren a birroni (bis ),
Ma que guyiva ve barco Progreso (bis).
'Tu vi ziniza birroni cavé (bis) .
Hasta Puerto Pochutla víni ve desembarcar (bis).
Enrique Brena, Nicanor Díaz una zaneza rua playa
Tu vi si rua playa bírroni cavé (bis)
Laca Puerto Pochutla guca reunir cavé (bis).
¡Que viva, que viva Nicanor Díaz!
¡Que viva, que viva Camilo Flores!
¡Que viva, qu e Yiva Enrique Brena!
Ma que guca reunir cave s' pin i ca,·é.

Traducción proporcionada por el señor Andrés Henestrosa:


Camilo Flores y Nicanor Díaz están peleando contra gente de Obregón.
-No tengan miedo, muchachos , en este mom ento los alcanzaremos.
Ya se fueron al infierno muchachos.
¡Que viva Nicanor Díaz! ¡Que mueran todos los obregonistas!
¡Que viva Magín Blas! ¡Ya ganó, ya bombardeó un tren de los
En Zuleta bombardeó el tren de los obregonistas. obregonistas!
¡Que muera Nicanor Díaz! ¡Que muera Camilo Flores!
¡Que vivan los obregonistas!
Ya ganaron los obregoni stas, ya tomaron Salina Cruz.
Toda la gente de Enrique Brena huyó,
ya se subieron al Barco Progreso,
por una sola agua hu yeron.

100
Hasta Puerto Pochutla desembarcaron,
tomaron el camino junto a la boca del mar.
Por la orilla. de . la plava huyeron Enrique Brena y Nicanor Díaz,
Y tambi én se reunieron en el Puerto de Pochutla.
¡Que Yiva Nicanor Díaz! ¡Que ,irn Camilo Flores!
¡Que dva Enrique Brcna , ya no pudieron reunirse con su gente!

32. DE LAS ESPERANZAS DE LA PATRIA POR LA


RENDICIÓN DE VILLA
Mexica11Folk1ra)'s,~-ol. 111, núm. 2, p. 70. Méxi-
co, 1927. V. T. M., Ci11cue11ta corridos, núm.
17, pp. 42-5. !\l éxico, 1944.

r U w ~ UttíH:+i f~
4•~1í 1
Vi- Hase rin-di6__ en la ciu-dad
I
deTo.a.rreón
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Pa:iacho
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To-do_elmundq~:;:iá
con-ten-to
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conla reJ1-di-cíón

2lfu.J[J-A%i::C: guerr, ¡,orla OJe>tión ~~ 1:


_'I"nob_oya
Jl_e5·p<-ra
~~ d:
Pancho Villa se rindi ó en la ciudad de Torreón ,
ya se cansó de pelear y se rn a sembrar algodón.
Estribillo : Todo el mundo está contento · con la rendici ón de Villa
y espera que no haya guerra por la cuestión de la Silla.
Carranza ya se murió, que Dios lo haya perdonado,
nada más por su capricho, muy caro le ha costado.
Todo fue por un momento , no más un tru eno se oyó,
el Partido Obregonista a Carranza derrotó .

101
Estribillo:
Todo el mundo está contento . ..

El pueblo y la fuerza armada son de la misma opm10n,


quieren que suba a la Silla el general Obregón.

Todo es un mismo partido , ya no hay con quien pelear,


compañeros, ya no hay guerra, vámonos a trabajar.

Estribillo :
Todo el m.undo está contento ...

Ya se dieron garantías a todo el género humano ,


lo mismo al propietario como para el artesano.

Compañeros, a luchar pa' salir de la desgracia


y hacer a la Patria rica, que es la mejor democracia.

Estribillo:
Todo el mundo está contento ...

Unión, que es la fuerza santa de todito el mundo entero,


Paz, Justicia y Libertad y protección al obrero.

El pueblo dará su voto al general Obregón ,


porque es el único jefe que refrena la ambición.

Estribillo:
Todo el mundo está cont ento ...

Nosotros estamos hartos de mentidas ilusiones;


queremos un Presidente que se faje los calzones.

Que persiga al bandidaje y que cuelgue a los ladrones;


que tanto se acostumbraron a comer sin desazones.

Estribillo:
Todo el mundo está contento ...

Al general Obregón ninguno le tose recio,


y es quien dará bien estar al pueblo, que no es tan necio.

A la honradez y energía junta también la prudencia,


y es lo que México quiere y espera con impaciencia .

102
Estribillo:
Todo el mundo está contento ...

Ahora· 10que •pide el pueblo al general Obregón,


que bajen pronto los precios en todita la nación.

No akánza para la vida, todo se vende muy caro,


~- es muy justo que abaraten o que pasen por el"aro.

Estribillo:
Todo el mundo está contento ...

Así como los soldados han serúdo pa' la guerra ,


que den fruto ·a la nación y que cultiYen la tierra.

Si los campos reYerdccen con la ayuda del Creador,


es el premio del trabajo que nos da Nuestro Señor.

Estribillo:
Todo el mundo está contento ...

¿Quién no se siente dichoso cuando comienza a llover?


Es señal muy evidente que tendremos que comer .

El oro no rnlc nada si no hav alimentación ,


es la cuerda del reloj de nu estra genernción.

Estribillo:
Todo el mundo está cmitento ...

Quisiera ser hombre grande con muchas sabiduría s,


mas mejor quiero tener qué comer todos los días.

Dichoso el árbol que da frutos, pero muy maduro s;


sí, señores, vale más que todos los pesos duros.

Estribillo :
Todo el mundo está content o ...

Ya la milpa jilotea, la mazorca está apretada;


es el sustento del hombre y la cosa más sagrada.

¡Qué primoroso está el trigo! ¡Qué hermosas mata~ se Jan!


Si Dios quiere en este año, vamos a comer buen pan.

103
Estribillo:
Todo el mundo está contento ...

Dan la una, ·dan las dos, y el rico siempre pensando


cómo le hará a su dinero para que \'ava doblando.

Dan las siete de la noche, y el pobre está recostado ;


duerme un sueño muy tranquilo porque se encuentra cansado.

Estribillo:
Todo el mundo está contento ...

Si el pobre se siente· rico; es porque se encuentra sano,


éste es todo su tesoro que le ha dado el Soberano.

Es el mejor bienestar que el mexicano desea, , - ·


que lo dejen trabajar para que feliz se Yea.

Estribillo :
Todo el mundo está contento .. ·. · .

No quiere ya relumbrone s, ni palabras -sin sentido , ·_


quiere sólo garantías para su hogar tan querido.

Hasta ahora labra su tierra ,· hace brotar la semilla,


pero sabe Dios si pueda asegurar su tortill a. •

Estribillo:
Todo el mundo está contento . .. .

Porque si pasa la tropa y lo manda el capitán,


echan las bestias al campo y perdió todo su afán.

Si cría un cerdo o una gallina, un sin-engüenza la roba,


:· no puede reclamar, porqu e le dan con la. escoba.

Estribillo :
Todo el mundo está contento .. .

De todos estos abusos solo el recuerdo "ªhabrá ;


cuando Obregón sea elegido la justicia t riunfará .

Perdonen mis malos ycrsos, mi sabiduría no alcanza


p ara hacer otros mejores a la Patri a " su esperan za.
33. DE LA MUERTE DE PANCH O VILLA
Proc ede de i\Iéxico, D. F. Texto del licenciado
::\·figuel ~ . Lira y ~úsica del profesor Angel
Salas. V. T, \l. , R oman ce -y corrido, núm. 19 3,
pp. 631-2.

¡Pobre Pancho Villa! Fue mu, · triste su destino:


morir en una emboscada a la Ínitad del camino .

Iba dejando Parral manefando su carcachd


el Yaliente general autor de La Cucaracha.

··"La cucaracha, La -cucaracha,-ya no pued e caminar ,


· -porque no tien e, porque -le falta -marihuana qu e fumar. .. "

Estribillo : ¡Pobre Pan cho Villa! .. .

Iba dejando Parral, saliendo de una cantina ·


el Yaliente general autor de La Valentina.

"Si ·porque me ,·es borracho , mañana ya no me ,·es;


si me han de mat ar mañana, que me mat en de una YCZ... "

Estribillo: ·¡Pobre Pancho Villa! . . .

Iba dejando Parral saliendo de su casita,


el valiente -general que compuso La Adelita.
"Si Adelita se casara con Carran za,
Y Pancho Villa con Alnro Obregón,
,·o me casaba con Adelita,
~-se acabab a la Rernluci 6n ."
Estribillo: ¡Pobre Pancho Villa! .. .
Dicen que cayó diciend o : -Y a Plut arco me amoló;
De la Huerta , te lo encargo, dile cómo se portó.
Dicen que Villa murió con la mano en el gatillo:
sobre su hombr o descansaba el general Miguel Trillo.
Nada le valió que su hija y la llamada Austroberta
le dijeran que se fuera siemp re con el ojo alerta.
Estribillo: ¡Pobre Pancho Villa! . ..

105
En una casa alquilada se apostaron los ladrones,
pues para matar a Villa necesitaban .. . calzones.

¡Ay, México está de luto, tiene una gran pesadilla,


pues mataron en Parral al valiente Pancho Villa!

Estribillo: ¡Pobre Pancho Villa! ...

34. DE LA DEFENSA SOCIAL DE VALPARAt-SO

Procede de Zacatecas; Zac. Comunicó la profe-


sora Rebeca Pérez viuda de Nava. En carta de
7 de junio de 1949.

Año de mil novecientos v dieciocho al terminar ,


éstas son las mañanitas dé la Defensa Social. ·

Estaban todos contentos y con ganas de pelear,


no sabiendo que su valle se los habían de quemar.

El día dieciocho de mayo la desgracia sucedió,


entrando "los faldillones" Valparaíso se quemó: ·

-No se acobarden! -Gritaba Alfredo- ; ·


¡Que viYa el valor y que muera el miedo!
Y tomemos el ejemplo de nuestro jefe Cordero ..

En el Fortín del Mercado había gente singular,


a ese Pascual "El Guayabo'' no dcja_ré de admirar .

En el círculo de obreros el víejito don Sabino, 1


le decía a Jesús del Hoyo : -¡Véndanos tantito vino!
Catarino Argomaniz gritaba con mucho empeño:
-¡Que se cierren las cantinas, o si no nos vence el sueño!
Estribillo: ¡No se acobarden! -Gritaba Alfredo-:- . . .
Gritaba Joaquín Carranza : -Carmen Bazán, ¿cómo ve?
-Lo que yo creo que nos falta son las escoltas de a pie.
1 Sabino Cordero.

106
Al señor don Rigoberto, no siendo nuestro paisano,
tuvimos que agradecer que dio bonito la mano.

Y <Ion Jesús Talamant es, que es un hombre tan prudente>,


nadie le podrá negar que es arrojado y ,·aliente.

Estribillo: ¡No se acobarden! -Gritaba Alfredo- . ..

· Y si hablamos de rnlíentes, no· nos hemos de olvidar


de que Baudelio Sifuentes no se cansó de pelear.

· :También Enrique Gallegos es muchacho de valor;


· · pero · si al "Güero Fidencio" no se le pide favor.

Y de Vicente Ramírez tuvimos que comprender


· que no nomás toca el piano, también se sabe meter.

Estribillo: ¡No se acobarden! -Gritaba Alfredo- ...

Don :Tomás Pérez gritaba: -Que abran la carnicería


y preparen unas pulpas, no he comido en todo el día.

También el pobre Santitos, corriendo no tenía fin;


. .buscándole "Los changuitos" al amo don Agustín.

Ese Va)entín Bañuelos, muchacho de gran valor,


he.rido peleó dos días y dos noches con tesón.

Estribillo: ¡No se acobarden! -Gritaba Alfred(}- .. .


Julio es un hombre callado y valiente, ¡por los cielos!
Es .una raza de leones,. esa familia Bafü,1elos.
Decía Tolano Gallegos: -Ya me brinca el corazón,
apenas. tengo doce años y ~-amaté un faldillón.
Decía Juanito Perales: -Manuel Luna, ·¿cómo haremos?
--Evacuaremos la Plaza, si no aquí nos quemaremos.
Estribíllo: ¡No se acobarden! -Gritab a. Alfredo- .. .
Decía don Joaquín Palacios: -No ,·ale ser buen empleado,
yo sí que vine por lana.para salirtrasquilado.
. .

D~~í~ don Pedro T~ujillo: -Señores, ¿aquí qué haremos?


Si seguimos en la iglesia de hambre y sed nos Inoriremos.

107
Decía Francisco Ramírez: -Haber qué plan les formamos;
si a las tres no se retiran, muy silencitos nos vamos.

Estribillo: ¡No se acobarden! -Gritaba Alfredo- ...

Y contestó don Fidencio:- Eso sí no puede ser,


si abandonamos el templo la gente va a perecer.
El señor IVliguel Trujillo hizo en voz alta oración:
--¡Te encargamos bs familias, _Purísima Concepción!
Don Miguel Trujillo chico es hombre que no se altera;
salió por entre las llamas. con su arnrn y su cartuchera.
Estribillo: ¡No se acobarden! -Gritaba Alfredo- .. .
Decían a José Trujillo: -¿Te vestirnos de mujer?
-No, muchachos, no me Yistan, así no puedo correr.
Gritaba don Pedro Narn, 2 bajándose del fo.rtin:
-No me deje sin caballo, amigo don Agustí_n.
A don Agustín del Hoyo, hombre de todos querido ,
. 111uchole dolió dejar aquel 111uchacho_dormido.
•· Estribillo: ¡No se acobarden! '-Gritaba Alfredo- ...
· Y don Hei:minio Ramirez a salirse se-encamina,
y estando herido no pudo sacarse la mandolina .
. . Los dos .hermanos Acos.ta: don Pedro y don Tranquilino,
demostraron su valor y no probaron el vino.

Epigmenio Talamantes, joveri rnliente y callado,


corriendo escoltaba al pueblo con su rifle bien cargado .
Estribillo: ¡No se acobarden!-Gritaba Alfredo- ...
El señor don Rafael Torres, que era nuestro Presidente,
Tuvo que evacuar la Plaza obligado por la gente .
Decía el señor Presidente: -No es por falta de valor;
nos ganaron con cautela y perdimos con honor.
Eran cien los defensores , los otros, mil ochocientos;
pero renían taladrando y haciendo horrores sin cuento.

2 Es afónico.

108
Estribillo: ¡No se acobarden! -Gritaba Alfredo- . . .

A cuatro de la maiiana, silencias fueron saliendo.


pues no pudieron estar en los fortiues ardiendo.

Vuelen , palomas del ,·allc, párense en aquel juncal.


y canten las Mañanitas de la Defensa Social.

Estribillo: ¡No se acobarden! -Gritaba Alfredo- ...

33. DE REFUGIO SOLA:i\O

Recogido en Yurécuaro, .Mich . .1926. Cantaba


Pedro "El güero", limpiabotas. V. T. M., Ro-
mance y corrido, núm . 137, pp. 566-7.

Cn lunes sería por cierto, como a las diez, más temprano


fuerte s _combates tu vieron con la gente de Solano ..
Sí, Lupita , trae la mano,
fuertes combates tuúeron con la gente de Solano.

Salió la gente de Alonso sobre la persccusión,


porque se había equirncad o la gente de Calderón.
Sí, Lupita , ahora hay razón,
porque se había equirncado la gente de Calderón.

Seis soldado s que traía allí . se le hicieron bola;


decía : -No soy prisione_ro, ¡mátenme con mi pistola!
Sí, Lupita, quedas sola,
decía: -No sov prisionero , ¡mátenm e con mí pist ola!

109
Decía Refugio Solano: -Nunca lo había yo de creer,
que siendo mis compañeros me hayan yenido a aprehender.
Sí, Lupita, eso hay que ver,
que siendo mis compañeros me hayan venido a aprehender.

Decía Refugio Solano: -Se acabaron mis placeres,


¡formen la línea de fuego _y escondari bien las mujere s!
Sí, Lupita , ahora, ¿qué quieres?
¡_Formen _la línea de fuego y escon_dan bien las _mujere s!

Le dieron el primer tiro , se le iba acabando el habla,


cuando llegó Chano Bravo cmbutiéndole una daga.
Sí, Lupita , esa es mi paga,
cuando llegó Chano Brarn embutiéndole una daga.

Allá va la despedida por las o.rillas de un llano ,


éstas son las mañanitas de don Refugio Solano .
Sí, Lupita, trae tu mano,
ya se despide de tí el \'aliente de Solano.

36. DE ORLACHtA
Procede de la región de Mascota y Amcca, Jal.
Comunicó el seiíor Víctor Hermosillo. V. T . M.,
Romanc e r corrido, núm . 87, pp . 508-9.

El me_ro cuatro de octubre en e _ s1:1achtlamenta_do

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r v e c·::d-1w

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el Ge_ne_ral Or_ la_chLa a Zamora_lohasi_ tiado.
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El mero cuatro de octubre , en ese Ishaxtla mentado,


el general O.rlach_í:i _a Zamora lo ha sitiado . 1

1 Don Pedro Zamora.

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Decía entonces Orlachía: -¡tntrenles, que están dotmidos
y agarremos a Zamora y acabemos los bandidos!
Decía a todos Orlachía: -¡Vámonos poco a poquito
y agarremos a "La Urraca", le quitamos lo maldito!

"La Urraca" lo estaba oyendo, de adentro se levantó


con su pistola en las manos y el fuego allí comenzó.

Como andaba entre la gente a "El Huarache" se encontró,


le descargó la pistola y tres balazos le dio.

Decía Rafael "El Huarache", como es de resolución:


-Aquí no rifa Zamora, rifa nomás "El Limón" .

¡Maldita Revolución! Pues ahora ya me da pena;


pero cuando me metí creí que era cosa buena .

No quiero revolución, traigo en peligro mi vida.


¡Cómo lloraba Rosario porque era la consentida!

Salió el general Zamora con rumbo a La Lagunilla,


con diecinueve soldados diciendo: -¡Que viva Villa!

Ya con ésta me despido, ya viene la luz del día,


aquí se acaban cantando los versitos de Orlachía.

37. DE "LA PERRA VALIENTE"

Procede de la región de Mascota y Amcca, Jal.


Comunicó el sefior Víctor Hermosillo. V. T. M.,
Romance y corrido, núm. 88, pp. 509-10.

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murió'1,aPe_ rra Va_ liente; l~cierondos mil pe _ da..r:os__
111
No.-ccientos dieciséis, también el cuatro de marzo,
murió "La Perra Valiente", la hicieron dos mil pedazos.

Murió "La Perra Valiente" a las seis de la mañana ,


con un mausser en las manos porque no se acobardaba.

En el Sitio de Volcanes pasó ese combate cruel,


donde ascendió el Mayor Fl.ores a Teniente Coronel.

En el Sitio de Volcanes, no me quisiera acordar,


fusilaron a "La Perra" en la esquina de un corral.

Decía "La Perra Valiente" cuando se miró rodeado :


-No corra, mi general, qué ¿no me mira sitiado?

El general avanzando, ¡qué caso le había de hacer!


-Defiéndete como puedas, algún fin has de tener.
Decía el capitán Téllez : -¿No decías que eras valiente?
Querías conocer tu padre, aquí lo tienes presente.
Dijo el capitán Téllez, como él fue el que lo mató,
que después de estar herido, el mausser le descargó.
Decía don Pedro Zamora: -"La Perra'', ¿dónde estará?
Le contesta Catarino: -Ya se halla en la eternidad .
Decía Catarino Díaz: -Nos quieren hacer poquitos,
ya mataron a "La Perra", pero quedan los perritos.
Decía Catarino Díaz, quemando parque de acero:
-Ya mataron a "La Perra", murió mi fiel compañero.
Decía don Pedro Zamora: -Salimos a Cuerna vaca,
ya mataron a "La Perra", pero les queda "La Urraca".
Decía don Pedro Zamora, haciéndose hacia un corral:
-Vamos haciéndoles fuego, no a todos nos matarán.
Pantaleón Robles decía, paradito en una laja :
-Si ganaron o perdieron, voy agarrando ventaja .
Salió don Pedro Zamora con rumbo a La Lagunilla,
con diecinueve soldados gritándoles: - ¡Viva Villa!
Ya con ésta me despido, son recuerdos de la guerra:
aquí se acaba el corrido de Saturnino "La Perra".

ll 2
DEL MOVIMIENTO AGRARIO

38. DE LA MUERTE DE EMILIANO ZAPATA


( Bola soriana)

Tex to de Armando Liszt Arzubide y música de


Gracíela Amador. V. T. M ., Romance )' corrido,
núm. 232, pp. 690-; .

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va- ti:
Escuchen, señores, oigan el corrido
· de un triste acontecimiento;
pues en Chinameca fue muerto a mansalva
Zapata, el gran insurrecto.

Abril de mil novecientos diecinueve en la memoria


quedarás del campesino como una manch a en la Histori a.

113
·~-----------
- ---··------·---- - -

Campanas de Villa Ayala, ¿por qué tocan tan doliente?


Es que ya murió Zapata y era Zapata un valiente.

El buen Emiliano que amaba a los pobres


quiso darles libertad;
por eso los indios de todos los pueblos
con él fueron a luchar.
De Cuautla hasta Amecameca, Matamoros y el Ajusco,
con los pelone s de "El Viejo don Porfirio" se dio gusto.
¡Trinitaria de los campos, de las vegas de Morelos,
si preguntan por Zapata, di que ya se fue a los cielos!

Le dijo Zapata a don Pancho Madero ,


cuando ya era gobernante:
-Si no das las tierras, verás a los ind ios
de nuevo entrar al combate.
Se enfrentó al sefior Madero, contra Huerta y a Carranza,
pues no le querían cumplir su plan que era el Plan de Ayala.

Corre , corre, conejito, cuéntales a tus hermanos:


¡Ya murió el señor Zapata, el coco de los tiranos!

l\fontado con garbo en yegua alazana,


era charro de admirar;
y en el coleadero era su mangana
la de un jinete cabal.
Toca la charanga un son de los meros abajeños;
rueda un toro por la arena, pues Zapata es de los buenos .

Una rana en un charquito cantaba en su serenata:


-¿Dónde hubo un charro mejor que mi general Zapata?

Con mucho entusiasmo aplaude la gente


y hartas nifias concurrieron,
que el jefe Zapata y sus generales
dondequiera se lucieron.

Con jaripeo celebraba su victoria en la refriega,


y entre los meros surianos que es un charro nadie niega .

Camino de Huehuetoca preguntaba así un turpial:


-Caminante, ¿qué se hizo del fam oso Caporal?

ll4
Nació entre los pobres, vivió entre los pobres
y por ellos combatía.
-¡No quiero riquezas, no quiero honores!,
a todos así decía.

En la Toma de Jojutla dice a un Mayor de su gente:


-¡Traete al general García, que le entre conmigo al frente!

A la sombra de un guayabo cantaban dos chapulines:


-¡ Ya murió el señor Zapata, terror de los gachupines!

Fumando tranquilo se pasea sereno


en medio de los balazos,
y grita: -¡Muchachos, a esos muertos de hambre
hay que darles sus pambazos!

Cuando acaba la refriega perdona a los prisioneros,


a los heridos los cura y a los pobres da dinero.

Estrellita que en las noches te prendes de aquellos picos,


¿dónde está el jefe Zapata que era azote de los ricos?

-Cuando yo haya muerto -dice a un subalterno--


les dirás a los muchachos:
con l'arma en la mano defiendan su ejido,
como deben ser los machos.
Dice a su fiel asistente cuando andaba por las sierras:
-Mientras yo viva, los indios serán dueños de sus tierras.
Amapolita olorosa de las lomas de Guerrero,
no Yolvcrása ver nunca al famoso guerrillero.
Con gran pesadumbre le dice a su vieja:
-Me siento muy abatido,
pues todos descansan, yo soy peregrino,
como pájaro sin nido .
Generales van y vienen dizque para apaciguarlo
y no pudiendo a la buena un plan ponen pa' engañarlo.
Canta, canta, gorrioncito, di en tu canción melodiosa:
-Ca yó el general Zapata en forma muy alevosa.

Don Pablo González ordena a Guajardo


que le finja un rendimiento,

115
y al jefe Zapata entregan sus armas
al llegar al campamento.
Guajardo dice a Zapata: -Me le rindo con mi tropa ,
en Chinameca lo espero, tomaremos una copa.
c\rroyito revoltoso, ¿qué te dijo aquel clavel?
-Dice que no ha muerto el jefe, que Zapata ha de rnh-cL
Abraza Emiliano al pelón Guajardo
en prueba de su amistad,
sin pensar el pobre que aquel pretoriano
lo iba va a sacrificar.
Y tranquilo se dirige a la Hacienda con su escolta:
los traidores le disparan por la espalda a quema ropa.

filgueritomañanero de las cumbres soberano,


¡mira en qué forma tan triste ultimaron a Emiliano!
Cayó del caballo el jefe Zapata
v también sus asistentes.
Así en Chinameca perdieron la Yida
un puñado de valientes.
Señores, ya me despido, que no tengan novedad.
Cual héroe murió Zapata por dar "Tierra y Libertad " .
A la orilla de un camino había una blanca azucena,
a la tumba de Zapata la llevé como una ofrenda . . .

38 Bis. CORRIDO DE EMILIANO ZAPATA

V. T. M. Romance y Corrido. N9 45, p. 769.


Ilustrado por Diego Rivera en los corredores
del ter cer piso de la Secretaria de Educación
Pública.

En Cuautla Morelos hubo un hombre mu y singular


justo es ya que se los diga: hablándoles, pues en plata,
era Emiliano Zapata muy querido por allá.
Todo es un mismo partido, ya no hay con quien pelear;
compañeros, ya no hay guerra, vámonos a trabajar.

ll6
Ya se dieron garantías a todo el género humano,
Jo mismo que al propietario como para el artesano.
¡Unión!, que es la fuerza santa de todito el mundo entero,
Paz, Justicia y Libertad y gobierno del obrero.

Así como los soldados han servido pa' la guerra


que den fruto a la nación y que trabajen la tierra.
¡Quién no se siente dichoso cuando comienza a llover!
Es señal muy evidente que tendremos qué comer.
Si los campos reverdecen con la ayuda del tractor,
es el premio del trabajo que nos da nuestro sudor.
El oro, no vale nada si no hay alimentación :
es la cuerd:1 del reloj de nuestra generación.
Quisiera ser hombre sabio de muchas sabidurías;
pero más quiero tener qué comer todos los días.
Dan la una, dan las dos y el rico siempre pensando ,
cómo le hará a su dinero para que vaya doblando .
Dan las siete de la noche y el pobre está recostado,
duerme un sueño muy tranquilo porque se encuentra cansado.
¡Dichoso el árbol qu e da frutos, pero muy maduros!
Sí señores, vale más que todos los pesos duros.
No quiere ya relumbrones ni palabras sin sentido,
quiere sólo garantías para su hogar tan querido.
Es el mejor bienestar que el mexicano desea:
que lo dejen trabajar, para que feliz se vea.

39. DE EL AGRARISTA

Procede de Tamaulipas . Original de Lorenzo


Barcelata y J. Cortazar. V . T . M ., Roman ce )'
corrido, núm. 130, pp. 558-60.

Voy a empezar a cantarles la Canción del Agrarista,


les diré muchas verdades, sefíores capitalistas.
¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! Luch ando por nu estro anhelo
murieron muchos hermanos, que Dios los tenga en el cielo.

117
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Es el cantar de los pobres que en el campo trabajam os,


los que con tantos sudores nuestras tierras cultivamos.

Mucho tiempo padecimos la esclavitud del vendido,


hasta que al cabo pudimo s ver nuestro triunfo reunido.

Don Porfirio y su Gobierno formado por dictadores,


nun ca oyeron de su pueblo las quejas y los clamores.

Siempre trab aja y trabaja, siempre debiendo al tendero


y al levantar las cosechas, salió perdiendo el mediero.

Nue stras chozas y jacales siempre llenos de tristeza,


viviendo como animales en medio de la riqueza.
Estribillo:
¡Ay!, ¡ay!, ¡ay! Luchand o por nu estro anhelo
murieron mucho s hermanos, que Dios los tenga en el cielo.
En tiempos del porfirismo surgió Zapata en Morelos,
quien luchó por los anhelos del pueblo y del agrarismo.
F ue el grito de rebelión : ¡Libertad , Trabajo y Tierra!
Fuimos con él a la guerra, pero fue muerto a traición .
Zapata, tu nombre encierra un himno de redención.

118
Si a alguna fonda o café se presenta un arrancado,
luego sale cualquier criado diciendo: "Espérese usté".
pero sí un decente fue quien pidió plato o licor,
dicen: "Mande usted, señor, pida usted, ¿qué se le ofrece?,
porque en este comedor siempre el pobre desmerece.

En cambio los hacendados, dueños de vidas y tierras,


se hacían los disimulados sin escuchar nuestras quejas.

Vino el apóstol Madero y al grito de: "Redención"


todo el pueblo por entero se fue a la Revolución.

Mataron a don Panchito, y subió Huerta al Poder;


pero el pueblo verdadero no dio su brazo a torcer.

Era la lucha del pobre que sin miedo fue a la guerra,


a pelear sus libertades y un pedacito de tierra.

Estribillo: ¡Ayl, ¡ay!, ¡ay! . . .

Pasó Carranza a la Historia y el general Obregón


nos repartió nuestras tierras por todita la nación.

El general Calles luego, con su fuerte voluntad ·


protegió nuestros derechos y nos brindó su amistad.

Mas la ambición escondida hizo otra guerra vivir,


cuando ya era Presidente don Emilio Portes Gil.

Estribillo: ¡Ayl, ¡ay!, ¡ay! ...

Y todos los agraristas, como un solo ser humano,


defendimos al Gobierno con las armas en la mano .

Nuestro lema es el trabajo , queremos tierras y arados,


pues la patria necesita de sus campos cultivados.

Cantemos todos unidos la más bonita canción:


la canción de la Esperanza, de Libertad y de Unión .

Estribillo: ¡Ay!, ¡ay!, ¡ay! Luchando por nuestro anhelo


murieron muchos hermanos, que Dios los tenga en el cielo.

119
40. DE AGRIPINA

Procede de San Diego de la Unión, Gto. Reco-


gido por Maria Guadalupe Ruiz Zamora. Es-
cuela Primaria Urbana.

Señores, con el permiso, prestándome su atención,


rny a cantar el corrido de la tal Revolución.

-¡A y! -Decía doña Agripina con sus armas en la mano--:


Yo me voy con esa gente para el Cerro Zamorano.

Decía el señor De la Torre con todos sus Yaledores:


-Yo me voy con esa gente para ese Pinal de Amoles.
Decía c1 general Rivas: -Yo traigo parque de acero,
no pierdo· las esperanzas de acabar· con los del Cerro.
Decía el general Cedillo: -Rivas, espérate, aguárdate,
110 se te vaya a voltear lo de atrás para delante.

Vuela, vuela, palomita, con tus alitas muy finas;


anda, llévale a Agripina estas dos mil carabinas.
Vuela, vuela, palomita, con tus alitas doradas,
anda, llévale a Agripina este p~rquc de granadas.
-¡A y! -Decía doña Agripimt que estaba ya en desatino-:
el auxilio!
¡Divisa para aquel cerro a ver si viene

De ese Cerro del Pino bajó la· caballería,


iba a ver a Agripina que sitiada la tenían.
Se fueron los agraristas con muchísimo valor,
formándole un sitio grande a Agripina al derredor.
De esa Cañada menta da de ese Cerro del Moral,
acabaron al Gobierno ele San Pedro Tolimán.
En San Pedro Tolimán estaban pasando lista,
nomás se vía el tiradero de puritos agraristas.
-¡Ay¡ -Decía doíia Agripina, a todos los prisioneros:
digan si son agraristas para darles sus terreno s.
Ya con ésta me despido-parándome en una esquina,
aquí termina el Corrido _
de la· señora Agripina.

120
41. DE ISMAEL ROMERO

Procede de San Luis Potosí. Comunicó el pro-


fesor Francisco de P. Balta1.ares, 1934.

El mero cuatro de::julio cuando dicen los agrnrios :


- Vamos arriba, muchachos, a matar a esos contrario s.

Ismael Romero decía que iba a h acer y deshacer,


y el día de las elecciones con pistola en mano fu e.

La llegada fue a Jumulco del mentado coronel:


su corazón le avisaba lo que le iba a suceder.

Llegó a las prim eras casas con Santana a qui en habló ,


y Santana le contesta: -Malas noticias , señor.

Toda la gente está armada de pistolas y machet es,


todos a una voz gritaban: -¡Qu e mueran esos burgu eses!

A los prim eros balazos qu e Romero disparó ,


esa fue toda la causa que la vida le costó.

Ismael Romero decía : -¡Ora sí es la de deveras,


aquí n os afortinamos, en el tronco ele esta higuera!
Como a las tres de la tarde el combate comenzó
y en el tronco de una higuera Ismael Rom ero murió.
Cuatro fueron los valientes que murieron del partido
y si más hubiera habido, más hubieran perecido.

"El Chilero" y "E l Chofer " que de allí salir lograron ,


iban contand o a la gente: -A traición nos madrugaron.
Ismael Romero decía hincadito de rodilla s :
-Y o les prometo cien pesos si me perdonan la vida.
Y un agrarista decía sin dolor ni compasión:
-No te perdono 1a vida, porqu e nos haces traición.

Luego llegó el Pre sidente llevando la gente lista;


Un grito sólo se oía: -¡Que vivan los agraristas!
Vuela, vuela, palomita, a la punta de aquel cerro ;
anda , avísale al Gobierno que mataron a Romero.

121
42. DEL REPARTO DE TIERRAS

(En los Ranchos de "La selva" y "La piedra")

Procede de Linares, N. L. Manuel Gómez Ca-


macho. Comunicó el señor Tomás Hunter. Car-
ta de 6 de junio de 1951.

Para ponerme a cantar pido permiso primero,


los trabajos que pasamos todos en el mes de enero.
Año de mil novecientos treinta y dos al contar,
que este Rancho de "La selva" ahora se ha de terminar.
Señores, pongan cuidado, lo que les voy a decir:
-Ha llegado el ingeniero y el que lo va a medir.
Ha llegado el ingeniero con su bandera en las manos:
Voy a marcarles la punta para entregarles los planos.
Cuando llegó el ingeniero estaba desprevenido,
hasta el señor Presidente se hallaba muy afligido.
El Presidente les dice: -Vámonos a trabajar,
ahora "La piedra" adentro y "La selva" en primer lugar.
Don Manuel Gómez les dice a todos los de "La selva":
-Muchachos no hay quien se mueva, vamos a hacer una huelga.
Don Manuel G6mez les dice con dolor del corazón:
-Vamos a hacer un escrito para darles posesión.
Toditos los de "La selva", "La piedra" y "Jesús María",
todos dieron su opinión, porque así les convenía.
El escrito se mandó, como aquí voy a explicarles,
pidiendo amparo al Gobierno, posesión de los jacales.
Unos ganaron pa' "El puerto"; otros con José González;
otros para "La pocita" a trabajar temporales.
Ya con ésta me despido, blanca flor de amapolita;
estos versos son compuestos en el Rancho "La Pocita".
El que compuso estos versos no es poeta o trovador,
es un pobre campesino de México, un labrador.

122
43. DE LOS NAVARRO DE CUYUTLAN, COL.

Procede de 'Tiajomulco, fal. Comunicó el sefior


León Noyola, de 51 años, en 1945. Recolección
en México. Mayo 10 de 1947.

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Un viernes once de junio, ¡qué desgracia sucedió!
La Defen sa de El Pucblito a los Navarro mató.

Entre diez y once del día se encontraron trabajando,


pero no ponían cuidado que ya los iban sitiando.

Cuando pusieron cuidado ya se venían acercando,


todos los de la Defensa ya se venían rejuntando.
José le dice a este Abundio: -Nos agarraron, hermano,
sin duda ya la debemos, ¡ora con una pagamos!

Este Abundio le contesta: -No temas, ni tengas miedo,


voy a hacerme al paredón a comenzar a hacer fuego.

Este José le decía: -No temo ni tengo miedo,


aventaremos las armas, mejor vámonos rindiendo.

Luego aventaron las armas, ya que se vieron perdidos,


diciéndole a la Defensa: -Ahora sí estamos rendidos.

El Jefe de la Defensa les gritaba con valor:


-Ora vengo a fusilarlos, traigo la orden superior.
¡Madre mía de Guadalupe! ¡Madre de mi corazón!
Mira, nos van a matar, échanos tu bendición .
Luego que ya los mataron uno a otro se decía:
-Matamos a los Navarro entre diez y once del día.

123
Luego mandaron aviso para ese Cuadalajara;
que los Navarro 'stán muertos en la orilla de la playa.

Aquí va la despedida con aflicción y dolor;


la muerte de los Navarro fue por orden superior.

Ya con ésta me despido, señores, miren, no sé;


aquí se acaban cantando versos de Abundio y José.

44. DE "LA LEY PROLETARIA"

Original de Concha Michel. Canciones revo-


lucíonarias, México, 1929.

4"1
1 J J JJ IJ J In .n J JIJ J
10-ra va 1aleydelpo-bre, ques
yave-rán lame-j~
=I

1,~r r r 3 JIJ J In a I J.=I JJ


<ra. ri-CO$, se lesha-rá
no~sU&-ten.nin,gúnmal
Ora va la Ley del pobre, ya verán que es la mejor,
sólo queremos justicia, sólo que remos razón .

Ora, ricos, no se asusten, ning ún mal se les hará ,


si quieren vivir como hombr es y ponerse a trabaja r.

El demócrata Madero al pueblo favoreció,


tumb ando a Porfirio Díaz que a México envileció.

Poco a poco van cayendo todos los que son tiranos,


hasta que el mundo se limpie y queden puros hermanos .

Vino la Ley agrarista que Zapata defen dió


y ese mísero Guajardo a Zapata traicionó.

Don Emiliano Zapata nacionalizó la tierra,


pero esos bandido s ricos necesitan otra guerra.

124
La Ley de los inquilino s en Veracruz empezó
y de tantos sirvengüenzas un poco se· descansó.

¡Cuánto trabajo ha costado del pueblo la libertad!


¡Cuánta sangre han derramado esos ricos sin piedad!

Si somos hijos de pobres no debemos estudiar,


pues los ricos sólo quieren puros burros que cargar.

Al fin nos hacemos viejos y de patadas nos dan,


porque del jugo del pobre hasta indigestos están.

Pero el pueblo sus cadenas comenzó ya a maldecir,


y de todos sus derechos las leyes hará regir.

No queremos religiones ni más Leyes con engaños.


¡Vivan los trabajadores! IViva el pueblo proletario!

45. DE "UNION"

Original de Concha Michel. Canciones revo-


cionarias,México, 1929.

~ eam-pe
.-S1-nos
y_o-bre-ros
Jun-tos
va-mosa lu-char
rrr r r r r µ r r r e e r rP
I I 11
µor-ven-cer
la bur-gue-sí-a y 5UJlr8a-1ü5-mo
fa-tal_

Los campesinos y obreros juntos va!11osa luchar


por vencer la burguesía y su organismo fatal.

Señores, la burgu esía en Francia se organizó


v apoyada por el pu eblo a los reyes derrocó.

Luego que subió al poder al pueblo desconoció


y con igual tiranía que los reyes lo trató.

125
Y el pueblo que está sufriendo esta vida desgraciada,
dice que "es la misma gata, nomás está revolcada".

No te aplomes, campesino, únete con el obrero,


que el rico inventa artimañas por conservar el dinero.

Y aunque estamos ensayando con nuestra revolución,


mucho susto te hemos dado, capitalista ladrón.

Zapata, Carrillo Puerto, Domingo Arenas y Montes,


de saber repartir tierras dieron muy buenas lecciones.

La organización obrera tiene una base formal


y la reacción desespera por no poderla aplastar.

La frailería enojada pestes y rayos echó,


porque ya Calles y el pueblo la canasta les alzó.

126

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