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EL PROCESO MUSICAL

MODELOS DE COMUNICACÍON
PROCESO COMUNICATIVO

Para abordar el proceso de la música es necesario usar algún tipo de


modelo de comunicación que nos permita entender cómo se
transmiten los mensajes musicales.
Aunque existen varios modelos de comunicación, el más conocido es
el que incluye un esquema del proceso comunicativo en cinco
momentos:

1. Mensaje 2. Transmisor 3. Canal 4. Receptor 5. Respuesta


PARTES DEL PROCESO MUSICAL
• 1. “Mensaje deseado”: es la creación musical, lo que los transmisores quieren
comunicar, los sonidos adecuados en el tiempo preciso en el orden correcto
que crean un efecto específico.
• 2. “Transmisor”: es cualquier individuo o grupo de individuos que crean la
música, tales como compositor, arreglista, instrumentista, cantante, ingeniero
de grabación, DJ, etcétera.
• 3. “Canal” (o “mensaje codificado”): es la música tal como suena y es
escuchada.
• 4. “Receptor”: es cualquier persona que escucha la música (incluyendo a los
transmisores mismos) y recibe su mensaje.
• 5. “Respuesta”: al final del proceso podemos preguntar si la respuesta o
reacción del receptor de la música fue la esperada o no (adecuada o
inadecuada).
EL MENSAJE DESEADO
• El “mensaje deseado” es difícil de expresar, pero los
músicos usan normalmente su propio lenguaje para
referirse a él mediante ciertos adjetivos que se aplican a la
música: “clásica”, “pesada”, “meditativa”, “bailable”,
“violenta”, “setentera”, “electrónica”, etcétera. ¿Qué le
pasa al mensaje cuando suena y cuando es recibido? ¿El
mensaje recorrió el circuito y llegó a su destino? ¿El
receptor muestra una “respuesta adecuada”?
EJEMPLOS
EJEMPLO 1. Si hablamos de “música electrónica” en una fiesta estaríamos
ante una “respuesta adecuada” si al escucharla los receptores reaccionan
bailando o gesticulando entusiastamente, o quizá hasta gritando de gusto.

EJEMPLO 2. En el caso de un público que escucha un concierto con música


orquestal de Mozart. Aquí la reacción esperada sería otra: escuchar en
silencio y sin expresión visible pero con emociones profundas y sublimes, sin
aplaudir entre los movimientos de las obras pero aplaudiendo fuerte al
director y la orquesta al final de la obra.
Si la gente se sentara en silencio durante la fiesta o se pusiera a
gritar o bailar en la sala de conciertos, podríamos decir que ha
ocurrido un problema de comunicación musical.

Sobre el lugar donde se escucha la música, cuando la acústica no


es la adecuada en una sala de conciertos o en un estadio donde se
presenta un grupo de rock. En esos casos el “mensaje deseado” no
alcanza a llegar al “canal” (lo que el “transmisor” quiere que se
escuche), y mucho menos a los “receptores”. Quizá la interpretación
musical o la grabación pueden sonar bien para el transmisor, pero a
veces el mensaje no se llega a recibir.
INCOMPETENCIA MUSICAL
• Si los receptores ríen cuando debían de llorar o miran con asombro
en vez de gritar y brincar, quizá se trata del público equivocado
para esa música o de la música equivocada para ese público. La
mayoría de los problemas de comunicación musical se explican por
diversos factores sociales y culturales. A veces tienen que ver con
la “incompetencia musical” de los productores de la música y
quienes la escuchan, es decir, la “incompetencia musical” surge
cuando transmisores y receptores no comparten la misma
experiencia musical o provienen de ambiente socioculturales
diferentes, con normas, valores y expectativas musicales que no
son compartidos entre ellos.

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