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El documento describe el periodo entre los siglos XVIII y XIX, cuando ocurrieron grandes revoluciones que llevaron al dominio de la burguesía en la sociedad. También hubo una revolución en los saberes con nuevas disciplinas como la estética, la historia del arte, la biología y la geología. El arte se volvió autónomo durante este periodo debido a factores como la estética, el mercado del arte, la crítica y los museos. Las vanguardias artísticas surgieron como una confrontación entre la tradición y
El documento describe el periodo entre los siglos XVIII y XIX, cuando ocurrieron grandes revoluciones que llevaron al dominio de la burguesía en la sociedad. También hubo una revolución en los saberes con nuevas disciplinas como la estética, la historia del arte, la biología y la geología. El arte se volvió autónomo durante este periodo debido a factores como la estética, el mercado del arte, la crítica y los museos. Las vanguardias artísticas surgieron como una confrontación entre la tradición y
El documento describe el periodo entre los siglos XVIII y XIX, cuando ocurrieron grandes revoluciones que llevaron al dominio de la burguesía en la sociedad. También hubo una revolución en los saberes con nuevas disciplinas como la estética, la historia del arte, la biología y la geología. El arte se volvió autónomo durante este periodo debido a factores como la estética, el mercado del arte, la crítica y los museos. Las vanguardias artísticas surgieron como una confrontación entre la tradición y
dominio definitivo de un nuevo grupo social, la burguesía, en todos los ámbitos de la vida social, también por lo que respecta a las mentalidades o las ideas):
- Revolución económica: Revolución industrial
- Revolución política: Revolución Francesa - Revolución de los saberes (Nuevos modelos de saber -epistemología- Michel Foucault, Las palabras y las cosas) Nuevos saberes s.XIX (cuyas reordenación da pie a la universidad actual): - Estética (como discurso sobre la experiencia estética, iniciado con Kant) - Historia del Arte (concebida como relato unitario y universal, iniciada con Winckelmann ) - Historia (universal) - Biología - Química - Geología - Paleontología - Termodinámica ARTE AUTONOMO
Diferenciar dos sentidos (Theodor Adorno):
- Como un hecho histórico - Como una práctica o voluntad subjetiva
Como hecho histórico la autonomía del arte es característico y
definidor de lo que entendemos por modernidad. Se consolida con el paso del siglo XVIII al XIX, coincidiendo con el periodo de las grandes revoluciones que dan paso a la modernidad (sociedad burguesa, capitalismo económico, democracia burguesa, racionalización de todos los órdenes de la vida social e individual; el arte entendido como creatividad y expresión de la identidad individual –romanticismo-) Novedades históricas que contribuyen a la autonomía del arte: - Estética - Historia del arte - Mercado - Público - Crítica - Museo / galería Con la interrelación de todos estos elementos se produce un hecho histórico nuevo: la autonomía del arte. Entendemos que el arte se vuelve autónomo cuando pierde su función social (función que tenía con anterioridad porque detentaba unos valores de uso -sociales- de los que ahora carece –ejem. catedral-) La vanguardia como proceso vinculado al arte autónomo Terminología bélica. Un Frente: tradición vs progreso positivismo / irracionalismo vs convención bien (moral burguesa) vs mal valor mercancía vs valor simbólico fealdad (sociedad burguesa) vs belleza Este frente se materializa en el Salon de los rechazados 1863.
Si tomamos la sociedad en su conjunto
como un campo donde predominan unos valores (positivos), el arte, como elemento autónomo supone un subcampo en el que los valores sociales se encuentran invertidos. Negatividad del arte. Es así como se forma el fenómeno de la bohemia y sus correlatos: el esteticismo, el arte por el arte o el dandismo. A lo que aluden estos términos es a un colectivo (artistas, escritores, desclasados) que menosprecian o desprecian los valores de la sociedad burguesa. Esto supone que los valores que rigen en el campo autónomo del arte no se corresponden con los del orden social. La contradicción, en principio irresoluble, es que en la sociedad de mercado –en la modernidad- el arte como mercancía tiene como principal cliente a la burguesía y su reconocimiento social depende de la institución arte: mercado, crítica, escuelas, historia del arte y Museo. Esta situación plantea la siguiente dinámica: 1º Las obras en su propio discurso formal y su temática atentan contra los valores socialmente establecidos, especialmente contra lo que la sociedad considera “buen” arte (valioso). Sólo obtienen reconocimiento de unos pocos. 2º generalización del reconocimiento, lo que supone una asimilación estetizada de las obras, abstraídas de aquellos valores negativos -éticos, estéticos, políticos- que las originaron. Esta es la dinámica propia del arte en la modernidad y que llega a su extremo con el fenómeno de las vanguardias, en la cuales la metáfora bélica pone de manifiesto el enfrentamiento entre arte –los sectores vanguardistas- y sociedad –el orden burgués-. El arte está en guerra – aparente- con la sociedad. La primera vanguardia organizada como tal fue el futurismo.
Ya en su nombre comprobamos su dependencia de los tres
grandes mitos de la modernidad: - El progreso - La revolución - Lo nuevo A estos se añaden dos mitos propiamente artísticos de la modernidad: la creatividad/originalidad y el genio. El artista de vanguardia debe ser un revolucionario que contribuya al progreso social (frente a una sociedad anclada en el pasado) y, desde una libertad individual convertida ahora en valor absoluto, debe romper con la tradición para crear lo “nuevo”. Desde un punto de vista histórico esta dinámica se mantiene vigente hasta finales de los 60 y primeros 70. En estos años finales la vanguardia alcanza su punto álgido de radicalización, las tendencias antiarte llevan a su paroxismo y al límite de lo posible esta dinámica. A partir de entonces, el mito de la vanguardia perderá su poder de persuasión en el propio campo artístico. Ya no se dan grupos o movimientos programáticos de vanguardia. El arte deja de estar en guerra –aparente- con la sociedad. El “mundo del arte” sigue siendo un campo relativamente autónomo, pero pierde su “negatividad” (los valores que rigen en el interior del campo artístico ya no suponen una negación de los valores que predominan en el orden social).