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c) Tasa: Es el tributo cuya obligación tiene como hecho generador la prestación efectiva por el
Estado de un servicio público individualizado en el contribuyente. Cuatro aspectos que otorgan
identidad jurídica: servicio (mantenimiento de parques y servicios de parte de la municipalidad),
servicio público (prestación de hacer realizada por el Estado, interés público, derecho público,
ejemplo: serenazgo. Arts. 72.2.5 de la Ley 27972, p. el 27.MAY.2003), servicio individualizable
(ejemplo: licencia municipal de funcionamiento), efectivización del servicio (camión recoge la
basura, arbitrios). En: https://diariooficial.elperuano.pe/Normas/obtenerDocumento?idNorma=28
No es tasa el pago que se recibe por un servicio de origen contractual.
Las Tasas, entre otras, pueden ser:
1. Arbitrios: son tasas que se pagan por la prestación o mantenimiento de un servicio público.
2. Derechos: son tasas que se pagan por la prestación de un servicio administrativo público o el uso o
aprovechamiento de bienes públicos.
3. Licencias: son tasas que gravan la obtención de autorizaciones específicas para la realización de
actividades de provecho particular sujetas a control o fiscalización.
El rendimiento de los tributos distintos a los impuestos no debe tener un destino ajeno al de cubrir el costo
de las obras o servicios que constituyen los supuestos de la obligación.
(1) Las aportaciones al Seguro Social de Salud - ESSALUD y a la Oficina de Normalización Previsional -
ONP se rigen por las normas de este Código, salvo en aquellos aspectos que por su naturaleza requieran
normas especiales, los mismos que serán señalados por Decreto Supremo.
(1) Párrafo sustituido por el Artículo 2 del Decreto Legislativo Nº 953, publicado el 5 de febrero de 2004.
"El presente Código también es de aplicación para las actuaciones y procedimientos que deba llevar a
cabo la SUNAT o que deban cumplir los administrados, conforme a la normativa sobre asistencia
administrativa mutua en materia tributaria, la cual incluye sus recomendaciones y estándares
internacionales.
Para dicho efecto se entiende por asistencia administrativa mutua en materia tributaria a aquella
establecida en los convenios internacionales.”(*)
(*) Cuarto y Quinto párrafos incorporados por el Artículo 4 del Decreto Legislativo N° 1315 , publicado el
31 diciembre 2016.
¿Qué impuestos existen?
Los impuestos nacen de la constitución, la ley y la potestad tributaria. Estos son los 5 tipos de
impuestos que podemos catalogar:
Impuesto General a las Ventas (IGV): es el impuesto que existe sobre las compras y ventas. Cada
transacción posee un gravamen de 18% sobre su valor.
Impuesto selectivo al consumo (ISC): que se realiza sobre la venta de productos a nivel nacional.
Impuesto a las transacciones Financieras (ITF): gravan las operaciones de crédito o débito.
Derechos Arancelarios: es el impuesto sobre la importación de mercancías al país.
Impuesto a la Renta (IR): es un impuesto a ciertos derechos que se ejecutan, y se divide en 5
categorías.
Primera categoría: es el impuesto a los arrendamientos, subarrendamientos y cesión de muebles o
inmuebles.
Segunda categoría: impuesto a los préstamos, regalías, patentes, dividendos y ganancias.
Tercera categoría: es el impuesto al comercio, industria o empresas.
Cuarta categoría: gravan el trabajo independiente,
Quinta categoría: se dan sobre el trabajo dependiente.
EXP. N.° 3303-2003-AA/TC-LIMA-DURA GAS S A.-SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL,
de fecha 28.JUN.2004. https://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2005/03303-2003-AA.pdf
Así, el tributo es definido como: la obligación jurídicamente pecuniaria, ex lege, que no constituye
sanción de acto ilícito, cuyo sujeto activo es, en principio, una persona pública y cuyo sujeto pasivo es
alguien puesto en esa situación por voluntad de la ley“ (Geraldo Ataliba. Hipótesis de Incidencia
Tributaria. Instituto Peruano de Derecho Tributario. 1987. Pág. 37).
A partir de esta noción, podemos establecer los elementos esenciales de un tributo, los cuales son: a)
su creación por ley; b) la obligación pecuniaria basada en el ius imperium del Estado; y c) su carácter
coactivo, pero distinto a la sanción por acto ilícito.
Estos elementos del tributo pueden identificarse en el artículo 10° de la Ley N.° 27332, Ley Marco de
los Organismos Reguladores de la Inversión Privada en los Servicios Públicos, cuyo tenor es el
siguiente: "los organismos reguladores recaudarán de las empresas y entidades bajo su ámbito, un
aporte por regulación, el cual no podrá exceder del 1% del valor de facturación anual, deducido el
Impuesto General a las Ventas y el Impuesto de Promoción Municipal, de las empresas bajo su ámbito.
Este aporte será fijado en cada caso mediante Decreto Supremo aprobado por el Consejo de ministros,
refrendado por el Presidente del consejo de Ministros y el Ministro de Economía y Finanzas".
En efecto, los denominados "aportes por regulación", recaudados a favor de los Organismos
Reguladores -adscritos a la Presidencia del Consejo de Ministros- para el mejor cumplimiento de sus
fines, son obligaciones de pago nacidas en virtud de la ley, las cuales tienen naturaleza coactiva pues
no media para su establecimiento la voluntad de las empresas obligadas al pago. Debe enfatizarse que
la falta de pago oportuno de este aporte se encuentra sujeta a la aplicación de sanciones e intereses
previstos en el Código Tributario, conforme se establece en el Decreto Supremo N.° 004-2002-PCM,
que deroga el Decreto Supremo N.° 114-2001-PCM.
2.- Principios Generales.
2.- Principios Generales.
2.1.- Principio de Generalidad.
2.2.- Principio de Igualdad
2.3.-Principio de Capacidad Económica.
2.4.-Principio de Progresividad y de No
Confiscatoriedad.
2.5.- Principio de Legalidad Tributaria.
2.6.- Principio de Respeto a los Derechos
Fundamentales.
2.1.- Principio de Generalidad
Este principio no se encuentra entre los principios comprendidos en el art. 74 de la Constitución. Sin
embargo, el Tribunal Constitucional lo considera en la sentencia 0004-2004-AI/TC, por su relación con
el principio de igualdad, fijando ambos los parámetros de razonabilidad (respecto a los aspectos
económicos de la estructura del tributo). No caben privilegios.
Art. 103 de la Constitución Política del Estado.
Según César Landa, en su artículo “Los principios tributarios de la
Constitución de 1993.Una perspectiva constitucional”: “Según el
principio de generalidad, todos los ciudadanos están obligados a
concurrir en el sostenimiento de las cargas públicas; ello no supone, sin
embargo, que todos deben, efectivamente, pagar tributos, sino que deben
hacerlo todos aquellos que, a la luz de los principios constitucionales y de
las leyes que los desarrollan, tengan la necesaria capacidad contributiva,
puesta de manifiesto en los hechos tipificados en la ley. Es decir, no se
puede eximir a nadie de contribuir por razones que no sean la carencia de
capacidad contributiva.
El principio de generalidad es el presupuesto para la realización, por
ejemplo, del principio de igualdad. Ello es así en la medida que, por un
lado, este principio supone la interdicción de privilegios o áreas inmunes al
pago de tributos; de lo cual se deriva, por un lado, que el deber de tributar
alcanza a todas las personas naturales o jurídicas, nacionales o
extranjeras”.
https://www.mpfn.gob.pe/escuela/contenido/actividades/docs/2201_07_prin
EXPS. N.° 0004-2004-AI/TC, N.° 0011-2004-AI/TC, N.° 0012-2004-AI/TC,
N.° 0013-2004-AI/TC, N.° 0014-2004-AI/TC, N.° 0015-2004-AI/TC, N.°
0016-2004-AI/TC y N.° 0027-2004-AI/TC (ACUMULADOS)- LIMA-
COLEGIO DE ABOGADOS DEL CUSCO Y OTROS, SENTENCIA DEL
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL. En Lima, a los 21 días del mes de
setiembre de 2004.
https://tc.gob.pe/jurisprudencia/2004/00004-2004-AI%20Admisibilidad.html
2.2.- Principio de Igualdad
Reconocido, de manera expresa, en el art. 74 de la Constitución.
Según la sentencia del Tribunal Constitucional 5970-2006-PA/TC, del 12 de noviembre del 2007:
“La igualdad en materia tributaria
14. En términos generales, el Tribunal Constitucional ha señalado que el derecho a la igualdad tiene dos facetas: igualdad ante la
ley e igualdad en la ley. La primera de ellas, quiere decir que la norma debe ser aplicable por igual a todos los que se encuentren
en la situación descrita en el supuesto de la norma; mientras que la segunda implica que un mismo órgano no puede modificar
arbitrariamente el sentido de sus decisiones en casos sustancialmente iguales, y que cuando el órgano en cuestión considere
que debe apartarse de sus precedentes, tiene que ofrecer para ello una fundamentación suficiente y razonable.
Sin embargo, la igualdad, además de ser un derecho fundamental, es también un principio rector de la organización del Estado
Social y Democrático de Derecho y de la actuación de los poderes públicos. Como tal, comporta que no toda desigualdad
constituye necesariamente una discriminación, pues no se proscribe todo tipo de diferencia de trato en el ejercicio de los
derechos fundamentales; la igualdad solamente será vulnerada cuando el trato desigual carezca de una justificación objetiva y
razonable. La aplicación, pues, del principio de igualdad no excluye el tratamiento desigual; por ello, no se vulnera el principio
cuando se establece una diferencia de t-ato, siempre que se realice sobre bases objetivas y razonables (STC 0048-2004-P ll TC)
15. En el caso de la evaluación de la materia tributaria, este Colegiado considera imperativo que el aplicador del derecho no
olvide que la búsqueda de una sociedad más equitativa - ideal 1 que no es ajeno el Estado peruano- se logra justamente
utilizando diversos mecanismos, entre los cuales la tributación juega un rol preponderante y esencial, pues a través de ella cada
ciudadano, respondiendo a su capacidad contributiva, aporta parte de su riqueza para ser redistribuida en mejores servicios; de
ahí que quienes ostentan la potestad tributaria, deban llamar al ciudadano a contribuir con el sostenimiento de los gastos
estatales sin distinción ni privilegios; siendo este, prima facie, el trasfondo del principio de igualdad en la tributación.
Así, en palabras de Uckmar, la igualdad ante las cargas fiscales debe entenderse en una doble acepción: a) en sentido jurídico,
que supone la paridad o generalidad en el sometimiento a la tributación; y, b) en sentido económico, que implica tomar en
cuenta la real capacidad contributiva de cada ciudadano, al determinarse el monto a tributar”5
https://tc.gob.pe/jurisprudencia/2008/05970-2006-AA.pdf
Jurisprudencia del Tribunal Constitucional: EXP. N.° 02835-2010-PA/TC-LIMA-EMPRESA PESQUERA SAN FERMÍN S.A. EXP. N.° 02835-2010-PA/TC, de fecha
13.DIC.2011. https://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2012/02835-2010-AA.html
9. Como se adelantó en el Fundamento N.° 5., supra, este Tribunal considera necesario precisar el significado y los alcances que, dentro de
la interpretación constitucional y dada su innegable vinculación con los límites a la potestad tributaria recogidos expresamente en la Carta Fundamental,
adquiere el concepto de capacidad contributiva en tanto consideramos que sólo una vez determinado su contenido o marco conceptual podrá
dilucidarse cuál es el limite de la potestad tributaria de la cual goza el legislador para la creación de un tributo y, dado el caso, para establecer alguna
obligación legal derivada de aquel ya creado, sin que en tal actuación se rebase la limitación impuesta por el propio texto constitucional.
10. En la STC N.° 2727-2002-AA/TC este Colegiado, al resolver el cuestionamiento al Impuesto Extraordinario a los Activos Netos sustentado en la
declarada inconstitucionalidad del Impuesto Mínimo a la Renta, sostuvo que: “[...] la imposición que se realice debe siempre sustentarse en una
manifestación de capacidad contributiva. Y la propiedad o, dicho de otro modo, los ‘activos netos’ [...] es una manifestación de capacidad contributiva.”
En el citado pronunciamiento se dejaron sentados dos preceptos, a partir de la diferencia existente entre el Impuesto Extraordinario a los Activos Netos
y el Impuesto Mínimo a la Renta. El primero, referido a que cualquier tributo que se establezca debe basarse siempre en una manifestación de la
capacidad contributiva; y el segundo, a que la propiedad o, como se indicó en dicha oportunidad, los activos netos, constituyen una manifestación de la
capacidad contributiva.
11. Consideramos pertinente, a fin de conceptualizar adecuadamente lo que debe entenderse por capacidad contributiva, recurrir a la definición que
sobre el particular realiza Alberto Tarsitano [García Belsunce, Horacio (coordinador). Estudios de Derecho Constitucional Tributario. De Palma. Buenos
Aires. 1994, pág. 307] quien precisa que constituye una: “(...) aptitud del contribuyente para ser sujeto pasivo de obligaciones tributarias, aptitud que
viene establecida por la presencia de hechos reveladores de riqueza (capacidad económica) que luego de ser sometidos a la valorización del legislador
y conciliados con los fines de la naturaleza política, social y económica, son elevados al rango de categoría imponible”. Se desprende de tal afirmación
que la capacidad contributiva constituye una categoría distinta a la capacidad económica a cuya determinación solamente se llega luego que la
manifestación de riqueza observada por el legislador, siempre de manera objetiva, es evaluada, sopesada y contrapuesta a los diversos fines estatales
para considerarla como hecho imponible.
12. Por consiguiente, la capacidad contributiva tiene un nexo indisoluble con el hecho sometido a imposición; es decir, siempre que se establezca un
tributo, éste deberá guardar íntima relación con la capacidad económica de los sujetos obligados, ya que sólo así se respetará la aptitud del
contribuyente para tributar o, lo que es lo mismo, sólo así el tributo no excederá los límites de la capacidad contributiva del sujeto pasivo,
configurándose el presupuesto legitimador en materia tributaria y respetando el criterio de justicia tributaria en el cual se debe inspirar el legislador,
procurando siempre el equilibrio entre el bienestar general y el marco constitucional tributario al momento de regular cada figura tributaria. De modo
que, cuando el Tribunal Constitucional reconoce que todo tributo que establezca el legislador debe sustentarse en una manifestación de capacidad
contributiva (STC N.° 2727-2002-AA/TC), lo que hace es confirmar que la relación entre capacidad económica y tributo constituye el marco que, en
términos generales, legitima la existencia de capacidad contributiva como principio tributario implícito dentro del texto constitucional.
5. Anticipo Adicional del Impuesto a la Renta y capacidad contributiva
13. Los demandantes sostienen que: “En el caso de los anticipos o pagos a cuenta del Impuesto a la Renta, el respeto al principio de capacidad económica
se manifiesta en un doble sentido: (i) la propia cuantía del pago a cuenta ha de calcularse sobre la base de elementos representativos de capacidad
económica (rentas netas, rentas brutas, ingresos) y, (ii) la proporcionalidad que ha de guardar la cuantía del pago a cuenta con el monto del Impuesto a la
Renta anual que en definitiva tendrá que pagar el contribuyente”. Es evidente que en la fórmula planteada por los demandantes, la inobservancia o la
deformación de cualquiera de estas dos situaciones mediante las que se pone de manifiesto la capacidad económica, implicará una vulneración del
principio de capacidad contributiva.
14. Por otro lado, el representante del Congreso ha señalado que el legislador tributario ha establecido, para determinar: “[...] cuánto será el ingreso
obtenido por los contribuyentes en el ejercicio gravable; [...] un mecanismo que no resulte antojadizo sino adecuado a la capacidad contributiva”, añadiendo,
con relación a los activos netos, que estos: “[...] son una evidencia de capacidad económica porque son utilizados por los contribuyentes para generar
renta”.
15. Como se ha dejado sentado en la Sección 4., supra, cuando este Tribunal Constitucional interpreta los alcances del principio de capacidad contributiva,
lo hace partiendo de la estrecha relación que necesariamente debe existir entre el tributo y la capacidad económica que le sirve de sustento. Es a partir de
dicha consideración que el principio en comentario adopta un contenido concreto y se aleja de la posibilidad de que pueda ser relativizado por el legislador
hasta desaparecer al momento de la generación de un tributo. Sin embargo, tal función no es la única que emana de aquél, sino que también –al igual que
en el caso de los principios tributarios recogidos en el texto constitucional– sirve de límite a la actividad del legislador en el ejercicio de la potestad tributaria
que le es propia.
16. Definido así el ámbito funcional que tiene el principio de capacidad contributiva, toca determinar ahora la forma cómo se configura el principio en
cuestión en el impuesto a la renta. De acuerdo a lo precisado en el Fundamento N.° 12., supra, en el caso del tributo precitado solamente el legislador
podrá tomar como índice concreto de capacidad contributiva la renta generada por el sujeto pasivo del tributo o aquélla que potencialmente pueda ser
generada, y en esa misma línea podrán ser indicadores de capacidad contributiva en otros tributos el patrimonio o el nivel de consumo o gasto o la
circulación del dinero; demás esta decir que en caso de renta inexistente o ficticia, el quiebre del principio se torna evidente. En igual sentido, cuando nos
encontramos frente a una obligación legal derivada de una obligación tributaria principal, como ocurre en el caso de los anticipos o pagos a cuenta, el
principio de capacidad contributiva –que tal como se ha señalado constituye el génesis de la tributación– obliga a que el legislador respete la estructura del
tributo y, como no puede ser de otro modo, el hecho generador de la imposición, que en el caso planteado es la renta.
17. Debe tenerse en cuenta que los pagos anticipados: “[...] sólo encuentran sentido y se legitiman y justifican en relación con un tributo y un hecho
imponible que han de plegarse en todo a los principios de justicia”. [Martín Queralt, Juan y otros. Derecho Tributario. Aranzadi. Navarra. 2000, pág. 137], de
ahí que no sea procedente otorgar autonomía a una obligación que por su naturaleza es accesoria y que siempre dependerá del tributo en el cual se
sustenta, constituyendo tal situación un límite a la potestad tributaria estatal subyacente en el principio de capacidad contributiva; vale decir, que exista
idoneidad y congruencia en la estructuración de los tributos y, por ende, en las obligaciones accesorias que de ella emanan. De esta forma, si en el
impuesto a la renta el hecho económico que sirve de sustento para la creación del tributo es la generación de renta, el mismo basamento deberá ser
utilizado por el legislador para establecer el pago anticipado, generándose, en caso de producido el quiebre de dicha estructura, una colisión con el principio
de capacidad contributiva, lo que obliga a este Tribunal Constitucional a denunciar la inconstitucionalidad de la norma sometida a enjuiciamiento.
§ 6. Activos netos como manifestación de capacidad contributiva en el Impuesto a la Renta
18. Sin perjuicio de que lo expuesto en la Sección 5., supra, sea concluyente para determinar la inconstitucionalidad de la norma sometida a
evaluación, debe tenerse en consideración que este Colegiado, en la STC N.° 0646-1996-AA/TC recaída en un proceso de amparo en el cual se
discutió la inaplicabilidad del Decreto Legislativo N.° 774, norma que estableció el Impuesto Mínimo a la Renta, determinó que se producía la
violación del principio de no confiscatoriedad cuando: “[...] b) el impuesto no [tenga] como elemento base de la imposición una circunstancia que
no sea reveladora de capacidad económica o contributiva, que en el caso del impuesto mínimo a la renta con el que se pretende cobrar a la
actora, no se ha respetado”.
Dicho argumento, que fue analizado por este Tribunal bajo el criterio de que el Impuesto Extraordinario a los Activos sustituyó al Impuesto
Mínimo a la Renta, reproduciendo sus mismos vicios, mereció el siguiente pronunciamiento en la STC N.° 2727-2002-AA/TC: “[...] Como se
precisara en tal ejecutoria, lo inconstitucional radicaba en que, en el seno de una Ley [como el Decreto Legislativo N.° 774] destinado a gravar
renta, se terminase gravando la fuente productora de la renta. Es la incongruencia de un medio [el impuesto mínimo a la renta] con los fines que
perseguía el legislador tributario [gravar la renta], lo que en dicho precedente se considero inconstitucional”.
Como se aprecia, este Tribunal, al evaluar los límites de la potestad tributaria estatal, ha tenido oportunidad de someter a análisis la estructura
de dos tipos de tributos; por un lado, el Impuesto Mínimo a la Renta, cuya finalidad era gravar la renta; y, por otro, el Impuesto a los Activos
Netos, cuyo objeto fue gravar el patrimonio. Por tal motivo, cuando en el Fundamento N.° 12., supra, se señaló que en la STC N.° 2727-2002-
AA/TC se había determinado que los activos netos eran una manifestación de capacidad contributiva, evidentemente tal afirmación se debe
contextualizar dentro del marco de un tributo destinado a gravar el patrimonio, mas no la renta, pues la manifestación de aquella no es la
propiedad, sino las ganancias generadas o aquellas que potencialmente puedan generarse.
19. Conforme a lo expuesto, este Colegiado considera que no resulta acertada la alegación del representante del Poder Ejecutivo cuando
afirma, amparándose en el criterio de razonabilidad, que éste: “ha sido respetado con la emisión del artículo 125° de la Ley del Impuesto a la
Renta [...] el que se emite con la finalidad de cumplir lo establecido en la Ley Autoritativa N.° 28079 que delegó facultades al Poder Ejecutivo [...]
a fin de: Actualizar la normatividad vigente con el objeto de cubrir vacíos legales y supuestos de evasión y elusión tributaria, artículo 1°, inciso f)
de la Ley 28079”, pues si bien este Tribunal en la STC N.° 004-2004-AI/TC ha sostenido, refiriéndose a la “bancarización”, que es factible y
hasta acertado recurrir al establecimiento de medidas destinadas a evitar la evasión tributaria, en el caso del Anticipo Adicional del Impuesto a la
Renta tal finalidad no se evidencia de manera concreta, más aún si de la comparación de la citada obligación legal con el derogado Impuesto
Mínimo a la Renta se verifica que ambos figuras comparten, salvando el hecho de que en el caso del Impuesto Mínimo a la Renta nos
encontremos ante un tributo, el que utilizan como indicador de capacidad contributiva para el impuesto a la renta al patrimonio, hecho económico
que sólo puede servir de sustento para la creación de un tributo cuya finalidad sea gravar el patrimonio.
En tal orden de ideas, y de acuerdo a lo expresado en el Fundamento N.° 16., supra, concluimos en que, siendo inconstitucional el Impuesto
Mínimo a la Renta en los casos en los que no existe renta, con mayor razón lo es el AAIR pues éste resulta exigible a pesar que bajo ningún
supuesto de aplicación se genera una renta o ganancia.
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL-PLENO JURISDICCIONAL
00053-2004-PI/TC-SENTENCIA DEL PLENO JURISDICCIONAL DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL, Del 16 de mayo de 2005.
https://tc.gob.pe/jurisprudencia/2005/00053-2004-AI.pdf
EXPS. N.o S 001-2004-AIITC y 002-2004-AIITC (ACUMULADOS)-LIMA MÁS DE 5,000 CIUDADANOS SENTENCIA DEL
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL , de fecha 27.SET.2004.
https://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2004/00001-2004-AI%2000002-2004-AI.pdf
§9. La contribución solidaria para la asistencia previsional y principio de no confiscatoriedad de los tributos
42. El principio de no confiscatoriedad informa y limita el ejercicio de la potestad tributaria estatal, garantizando que la ley
tributaria no afecte irrazonable y desproporcionadamente la esfera patrimonial de las personas.
Este principio tiene también una faceta institucional, toda vez que asegura que ciertas instituciones que conforman nuestra
Constitución económica (pluralismo económico, propiedad, empresa, ahorro, entre otras), no resulten suprimidas o vaciadas de
contenido cuando el Estado ejercite su potestad tributaria.
Se trata, pues, de un parámetro que la Constitución impone a los órganos que ejercen la potestad tributaria al momento de fijar la
base imponible y la tasa del tributo, ya que supone la necesidad de que, al momento de establecerse o crearse un tributo, con su
correspondiente tasa, el órgano con capacidad para ejercer dicha potestad respete exigencias mínimas derivadas de los
principios de razonabilidad y proporcionalidad.
Es posible afirmar, con carácter general, que se transgrede el principio de no confiscatoriedad de los tributos cada vez que un
tributo excede el límite que razonablemente puede admitirse como justificado en un régimen en el que se ha garantizado
constitucionalmente el derecho subjetivo a la propiedad y que, además, ha considerado a ésta como uno de los componentes
básicos y esenciales de nuestro modelo de Constitución económica.
43. Los demandantes sostienen que el principio de no confiscatoriedad ha sido infringido la ley cuestionada, toda vez que,
mediante el tributo creado por ella, el Estado se apropia de: " un porcentaje importante de [sus] pensiones". Sostienen que "al ser
gravados con este impuesto se está confiscando parte importante de [su] capital, derivados de todos [sus] años de trabajo."
2.4.- Principio de Legalidad Tributaria y de Reserva de la Ley
Se encuentra reconocido en el segundo párrafo del art. 74 de la Constitución.
Art. 2, inciso 24.a de la Constitución.
Art. IV del Código Tributario:
PRINCIPIO DE LEGALIDAD - RESERVA DE LA LEY
Sólo por Ley o por Decreto Legislativo, en caso de delegación, se puede:
a) Crear, modificar y suprimir tributos; señalar el hecho generador de la obligación tributaria, la base para su cálculo y la alícuota;
el acreedor tributario; el deudor tributario y el agente de retención o percepción, sin perjuicio de lo establecido en el Artículo 10;
b) Conceder exoneraciones y otros beneficios tributarios;
c) Normar los procedimientos jurisdiccionales, así como los administrativos en cuanto a derechos o garantías del deudor
tributario;
d) Definir las infracciones y establecer sanciones;
e) Establecer privilegios, preferencias y garantías para la deuda tributaria; y,
f) Normar formas de extinción de la obligación tributaria distintas a las establecidas en este Código.
Los Gobiernos Locales, mediante Ordenanza, pueden crear, modificar y suprimir sus contribuciones, arbitrios, derechos y
licencias o exonerar de ellos, dentro de su jurisdicción y con los límites que señala la Ley.
Mediante Decreto Supremo refrendado por el Ministro de Economía y Finanzas se regula las tarifas arancelarias.
(2) Por Decreto Supremo refrendado por el Ministro del Sector competente y el Ministro de Economía y Finanzas, se fija la cuantía
de las tasas.(2) Párrafo sustituido por el Artículo 3 del Decreto Legislativo Nº 953, publicado el 5 de febrero de 2004.
(3) En los casos en que la Administración Tributaria se encuentra facultada para actuar discrecionalmente optará por la decisión
administrativa que considere más conveniente para el interés público, dentro del marco que establece la ley. (3) Párrafo
incorporado por el Artículo 2 de la Ley Nº 27335, publicada el 31 de julio de 2000.
CONCORDANCIAS: D.LEG.N° 1380, Art. 3 (Infracciones y sanciones establecidas para los Operadores de Servicios Electrónicos
por el Decreto Legislativo Nº 1314)
Sus literales a y b (reserva de la ley en materia tributaria) y literales c a f (preferencia de ley), a excepción del literal d) (reserva de ley en
materia sancionadora administrativa), como aparece en el art. 2, inciso 24 d) de la Constitución.
La legislación tributaria española diferencia el principio de reserva de la ley
de la denominada preferencia de ley (jerarquía de las normas: art. 5.1 de la
Constitución).
También, revisar resoluciones del Tribunal Fiscal, a fin de cautelar el
sustento constitucional y legal de sus decisiones:
-RTF 134-2-99 (al aplicar una sanción contenida en un Decreto Supremo
se vulnera el principio de legalidad).
-RTF 1032-3-98 (solo por ley se puede designar al deudor tributario).
-RTF 960-3-98 (no puede desconocerse el pago realizado por el
contribuyente, sino existía ningún dispositivo legal que precise la forma y
condiciones como debía presentarse el formulario para efectuarlo).
https://tc.gob.pe/jurisprudencia/2022/01588-2020-AA.pdf
“1. El inciso 2) del artículo 200º de la Constitución, establece que el proceso de amparo procede contra el acto u omisión, por parte
de cualquier persona, que vulnera o amenaza los derechos reconocidos por la Constitución, distintos de aquellos protegidos por el
hábeas corpus (libertad individual y derechos conexos) y el hábeas data (acceso a la información y autodeterminación informativa). En
tal sentido, es presupuesto para la procedencia del proceso de amparo (y en general, de cualquier proceso constitucional) que el
derecho que se alegue afectado sea uno reconocido directamente por la Constitución.
§1. Los derechos fundamentales de la persona humana
2. El concepto de derechos fundamentales comprende
“tanto los presupuestos éticos como los componentes jurídicos, significando la relevancia moral de una idea que compromete la dignidad
humana y sus objetivos de autonomía moral, y también la relevancia jurídica que convierte a los derechos en norma básica material del
Ordenamiento, y es instrumento necesario para que el individuo desarrolle en la sociedad todas sus potencialidades. Los derechos
fundamentales expresan tanto una moralidad básica como una juridicidad básica.” (Peces-Barba, Gregorio. Curso de Derechos
Fundamentales. Teoría General. Madrid: Universidad Carlos III de Madrid. Boletín Oficial del Estado, 1999, pág. 37).
Consecuentemente, si bien el reconocimiento positivo de los derechos fundamentales (comúnmente, en la Norma Fundamental de un
ordenamiento) es presupuesto de su exigibilidad como límite al accionar del Estado y de los propios particulares, también lo es su
connotación ética y axiológica, en tanto manifiestas concreciones positivas del principio-derecho de dignidad humana, preexistente al
orden estatal y proyectado en él como fin supremo de la sociedad y del Estado (artículo 1º de la Constitución).
3. Es por ello que el Capítulo I del Título I de la Constitución, denominado “Derechos Fundamentales de la Persona”, además de
reconocer al principio-derecho de dignidad humana como el presupuesto jurídico de los demás derechos fundamentales (artículo 1º) y
de enumerar a buena parte de ellos en su artículo 2º, prevé en su artículo 3º que dicha enumeración no excluye los demás derechos
reconocidos en el texto constitucional (vg. los derechos fundamentales de carácter social y económico reconocidos en el Capítulo II y los
políticos contenidos en el Capítulo III),
“ni otros de naturaleza análoga o que se fundan en la dignidad del hombre, o en los principios de soberanía del pueblo, del Estado
democrático de derecho y de la forma republicana de gobierno”.
4. De esta manera, la enumeración de los derechos fundamentales previstos en la Constitución, y la cláusula de los derechos
implícitos o no enumerados, da lugar a que en nuestro ordenamiento todos los derechos fundamentales sean a su vez derechos
constitucionales, en tanto es la propia Constitución la que incorpora en el orden constitucional no sólo a los derechos
expresamente contemplados en su texto, sino a todos aquellos que, de manera implícita, se deriven de los mismos principios y
valores que sirvieron de base histórica y dogmática para el reconocimiento de los derechos fundamentales.
5. Así, por ejemplo, con relación al derecho a la verdad el Tribunal Constitucional ha sostenido que
“[n]uestra Constitución Política reconoce, en su artículo 3º, una `enumeración abierta´ de derechos fundamentales que, sin estar
en el texto de la Constitución, surgen de la dignidad del hombre, o en los principios de soberanía del pueblo, del Estado
democrático de derecho o de la forma republicana de gobierno.
Así, el derecho a la verdad, aunque no tiene un reconocimiento expreso en nuestro texto constitucional, es un derecho
plenamente protegido, derivado (...) de la obligación estatal de proteger los derechos fundamentales y de la tutela jurisdiccional.
(...) [E]l Tribunal Constitucional considera que, en una medida razonablemente posible y en casos especiales y novísimos, deben
desarrollarse los derechos constitucionales implícitos, permitiendo así una mejor garantía y respeto a los derechos del hombre,
pues ello contribuirá a fortalecer la democracia y el Estado, tal como lo ordena la Constitución vigente.
El Tribunal Constitucional considera que si bien detrás del derecho a la verdad se encuentran comprometidos otros derechos
fundamentales, como la vida, la libertad o la seguridad personal, entre otros, éste tiene una configuración autónoma, una textura
propia, que la distingue de los otros derechos fundamentales a los cuales se encuentra vinculado, debido tanto al objeto
protegido, como al telos que con su reconocimiento se persigue alcanzar” (STC 2488-2002-HC/TC, Fundamentos 13 a 15).
Consecuentemente, expresos o implícitos, los derechos fundamentales pertenecen al ordenamiento constitucional vigente.
6. Por su parte, los derechos fundamentales, como objetivo de autonomía moral, sirven para
“designar los derechos humanos positivizados a nivel interno, en tanto que la fórmula derechos humanos es la más usual en el
plano de las declaraciones y convenciones internacionales” (Pérez Luño, Antonio. Derechos Humanos. Estado de Derecho y
Constitución. 4ta. ed. Madrid: Tecnos, 1991, p 31)
7. A lo cual cabe agregar que, según la Cuarta Disposición Final y Transitoria de la Constitución, los derechos fundamentales
reconocidos en la Constitución, deben ser interpretados de conformidad con los tratados sobre derechos humanos ratificados por
el Perú.”
3.- Fuentes del Derecho
Tributario
3.- Fuentes del Derecho Tributario
3.1.- Definición de Fuente
3.2 Disposiciones Constitucionales.
3.3.-Tratados Internacionales.
3.4.-Leyes tributarias y normas de rango equivalente.
3.5.-Leyes Orgánicas o especiales que norman la creación de
Tributos Regionales o Municipales.
3.6.- Decretos Supremos y Normas Reglamentarias.
3.7.- Jurisprudencia.
3.8.- Resoluciones de carácter general.
3.9.- Doctrina Jurídica.
3. Fuentes del Derecho Tributario
3.1.- Definición de Fuente
Cueto Rúa, Julio (1982)- Fuentes del Derecho. Prólogo de Juan Francisco Linares. Reimpresión Editorial
Abeledo Perrot S.A. Buenos Aires, Argentina. Págs. 13 y 20- señala que: “La palabra “fuente” es multívoca. Con ella
se puede aludir al origen del Derecho, es decir, a las causas que lo han creado o configurado tal cual es”.
Según Porto, Jesús Edelmiro (1952) - Fuentes del Derecho Penal. Edic. Casa Peuser. Talleres de Sucursal, La
Plata, Argentina. Pág. 11-: “Fuente significa tanto, manantial de agua que brota o surge de la tierra, como principio,
fundamento, causa u origen de que procede alguna cosa. En el Derecho, la expresión se emplea metafóricamente para
señalar el origen o principio del mismo”. Incluso, Jiménez de Asúa, Luis (1950)- Tratado de Derecho Penal. Tomo II.
Filosofía y Ley Penal. Edit. Losada. Buenos Aires. Pág. 207-, llama a la fuente o fuentes del Derecho: “Origen del
Derecho”.
Asimismo, Francisco Ruiz de Castilla (2018), en su libro Derecho Tributario: temas básicos, Lima: Fondo editorial
PUCP, pág. 103, manifiesta que: “Se trata de todos aquellos instrumentos que sirven para introducir normas tributarias
en el sistema jurídico de un país”.
De acuerdo a Jorge Bravo Cucci (2003) -Fundamentos de Derecho Tributario, Lima: Palestra, págs. 128-129-: “
(…) las fuentes del Derecho Tributario son aquellos vehículos a través de los cuales se pueden insertar normas
jurídicas en el sistema, produciendo diversos efectos en el mismo (…), para: a). Normas situaciones antes no
reguladas. b). Derogar normas tributarias existentes sin reemplazarlas. c). Substituir normas tributarias existentes”.
Además, Bravo Cucci agrega: “(…) fuente de la Ciencia del Derecho Tributario, será todo aquel conjunto de
conocimiento que permite mejor conocer y explicar la naturaleza del fenómeno tributario”.
En otras palabras, las fuentes del Derecho Tributarios son las herramientas o instrumentos sociales y/o normativos que
cogen los juristas, legisladores, magistrados, y funcionarios administrativos, para construir o edificar resoluciones,
sentencias o cuerpos legales, que propician la solución de conflictos, aplicables a casos tributarios concretos.
El Código Tributario, a través de su Norma III del Título Preliminar, Fuentes Derecho Tributario, son:
NORMA III: FUENTES DEL DERECHO TRIBUTARIO
Son fuentes del Derecho Tributario:
a) Las disposiciones constitucionales;
b) Los tratados internacionales aprobados por el Congreso y ratificados por el Presidente de la
República;
c) Las leyes tributarias y las normas de rango equivalente;
d) Las leyes orgánicas o especiales que norman la creación de tributos regionales o municipales;
e) Los decretos supremos y las normas reglamentarias;
f) La jurisprudencia;
g) Las resoluciones de carácter general emitidas por la Administración Tributaria; y,
h) La doctrina jurídica.
Son normas de rango equivalente a la ley, aquéllas por las que conforme a la Constitución se puede
crear, modificar, suspender o suprimir tributos y conceder beneficios tributarios. Toda referencia a la ley
se entenderá referida también a las normas de rango equivalente.
3.2 Disposiciones Constitucionales.
Norma III a) del Título Preliminar Del Código Tributario.
Segundo párrafo del Art. 74 de la Constitución.
3.3.-Tratados Internacionales.
Norma III.b Del Título Preliminar del Código Tributario.
Arts. 56 y 57 de la Constitución.
TLC.
Convenios relativos a la doble imposición (CDI).
Legislación comunitaria: CAN, Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina.
Norma X del Título Preliminar del CT.
3.4.-Leyes tributarias y normas de rango equivalente.
Norma III.c Del Título Preliminar del Código Tributario.
Arts. 105 y s. de la Constitución.
Último párrafo de la Norma II del título Preliminar del CT.
CT y otras.
3.5.-Leyes Orgánicas o especiales que norman la creación de Tributos
Regionales o Municipales.
Norma III.d Del Título Preliminar del Código Tributario.
Art. 106 de la Constitución.
Leyes Orgánicas:
Ley Orgánica de Gobiernos Regionales: Ley 27867.
Ley 27972: Ley Orgánica de Municipalidades.
Leyes Especiales:
Ley 27783: Ley de Bases de la Descentralización.
Ley 28976: Ley Marco de Licencia Municipal de Funcionamiento.
3.6.- Decretos Supremos y Normas Reglamentarias.
Norma III.e Del Título Preliminar del Código Tributario.
Norma XV del Título Preliminar Del Código Tributario.
3.7.- Jurisprudencia.
Norma III.f Del Título Preliminar del Código Tributario.
TC.
Jurisprudencia vinculante. CPConst.
Doctrina Jurisprudencial.
PJ.
TF.
3.8.- Resoluciones de carácter general.
Norma III.g Del Título Preliminar del Código Tributario
CT.
Resoluciones de la SUNAT.
Oficios, circulares, avisos.
Oficios, cartas, absolución de consultas. Art. 93 del CT., Ar. 95-A del CT.
3.9.- Doctrina Jurídica.
Norma III.h Del Título Preliminar del Código Tributario.
Norma II del TP del CT.
GRACIAS, POR SU ATENCIÓN.-