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PLACENTA

La placenta es un órgano indispensable en el embarazo. Tiene


función endocrina e interviene en la nutrición fetal, en el control del
crecimiento del feto y la regularización de su metabolismo,
haciendo las funciones de pulmón, intestino y riñón fetal.

La placenta es un órgano que no existe previo al momento del


embarazo y que se desarrolla conforme el embarazo progresa. En su
formación puede tener defectos y afectar todo el desarrollo del
embarazo.
El proceso de formación de la placenta es lento,
comienza a formarse en la segunda semana de
fecundación y se considera que ha adquirido su forma
definitiva alrededor del tercer mes, cuando sigue
extendiéndose, creciendo y engrosándose, pero ya está
delimitada.

La placenta, que al momento del nacimiento pesa alrededor de


1/2 kilo, también funciona como una barrera que ayuda a
proteger al feto y a su madre de infecciones y sustancias
potencialmente nocivas. La placenta cumple un rol importante
en mantener aislado/estéril el ambiente en el que se desarrolla
el feto, pero no es un filtro infalible.
FUNCIONES

•Nutrición. El feto extrae de la sangre materna todos los elementos que le son necesarios para su existencia:
oxigeno, aminoácidos, ácidos grasos y glucosa.

•Eliminación de desechos: El feto transfiere a su


madre los productos de desecho que se
producen por su metabolismo y que no puede
eliminar por si solo dado que sus órganos son
inmaduros y que se encuentra en un claustro
aislado del mundo exterior; así, se podría decir
que la placenta permite al feto purificar su
sangre utilizando los órganos maternos.
•Funciones endocrinas: La placenta produce hormonas que permiten la permanencia del embarazo y
modifican el metabolismo y las funciones fisiológicas maternas para la subsistencia del feto en
crecimiento.

•Tolerancia inmunológica: La placenta y los profundos cambios inmunológicos que imprime el


embarazo sobre la madre permiten que el feto no sea atacado por el sistema de defensa de la madre.

•Protección biológica: La placenta se comporta como un excelente filtro que impide el paso de
sustancias nocivas, parásitos, virus y bacterias que pudiesen afectar al feto.
DESPRENDIMIENTO PREMATURO DE LA PLACENTA

Placenta abrupta o Separación placentaria: es una complicación poco común, pero grave en el
embarazo, donde la placenta se separa parcial o totalmente del útero antes del nacimiento
El DPP es un problema potencialmente fatal debido a la pérdida de contacto entre la placenta y el
útero no sólo puede privar al bebé de oxígeno y nutrientes, sino también causar sangrado, llevando a
una pérdida masiva de sangre de la madre. Cuanto mayor es el desprendimiento placentario, mayor es
el riesgo de sufrimiento fetal.
Causas

Las causas del desprendimiento placentario todavía no son totalmente


aclaradas. Los traumas abdominales pueden ser una de las razones, pero
solamente una pequeña proporción de todos los DPP (cerca de 9% de los
casos) están relacionados con eventos mecánicos repentinos, como trauma
abdominal embotado, descompresión uterina rápida o aceleración-
desaceleración del útero, como ocurre en accidentes automovilísticos.
Se conocen varios de sus factores de riesgo. Los más importantes son:

•Hipertensión arterial
•Preeclampsia o eclampsia
•Uso de cocaína
•Tabaquismo
•Desprendimiento prematuro en embarazo anterior
•Rotura temprana de la bolsa de agua
•Edad superior a 40 años
•Disturbios de la coagulación sanguínea
•Amniocentesis
•Embarazo gemelar
Síntomas

El desprendimiento placentario ocurre generalmente en el último trimestre del embarazo,


especialmente en las últimas semanas antes del nacimiento.

Los clásicos signos y síntomas de la placenta abrupta son:

•Sangrado vaginal – 80%.


•Dolor abdominal o lumbar – 70%.
•Contracciones uterinas de fuerte intensidad y gran frecuencias – 35%.
Complicaciones

Para la madre, el desprendimiento de la placenta puede causar:


•Shock circulatorio debido a la pérdida de sangre.
•Cambios de la coagulación de la sangre (coagulación intravascular diseminada).
•Anemia severa que requiere transfusión de sangre.
•Fallo renal y de otros órganos.

Para el bebé, el desprendimiento de la placenta puede llevar a:


•Sufrimiento fetal – privación de oxígeno y nutrientes.
•Nacimiento prematuro.
•Muerte fetal.
PLACENTA PREVIA

Cuando la placenta se inserta parcialmente o en su totalidad en el segmento inferior del útero. La


prevalencia es del 0,25-0,5% en las gestaciones únicas. El riesgo es superior en caso de cesárea previa y
aumenta proporcionalmente al número de cesáreas.

También hay un mayor riesgo en otros casos de cirugía uterina como miomectomía o en antecedentes de
legrado o extracción manual de placenta. Otros factores
de riesgo son la edad materna, tabaquismo, raza negra y asiática, multiparidad, gestaciones múltiples y
tratamiento de reproducción asistida.
PLACENTA ACCRETA

La placenta accreta se define como aquella placenta que se adhiere al miometrio de forma anormal.
Su incidencia, que en la actualidad es de 3/1000, ha aumentado en gran parte debido al aumento del
número de cesáreas.

Su morbilidad asociada está principalmente causada por el elevado riesgo de hemorragia masiva,
necesidad de transfusiones, infección intraabdominal
y lesión de órganos adyacentes. Se ha asociado a una elevada mortalidad materna de hasta el 7%.
LÍQUIDO AMNIÓTICO
A lo largo de los nueve meses de embarazo, mientras el bebé se encuentra dentro del útero,
este crece y se desarrolla dentro de un lugar conocido como saco amniótico

El líquido amniótico es un líquido de color claro y amarillento que empieza a aparecer


dentro del saco amniótico dentro de los primeros 12 días tras la concepción. Durante los 5
primeros meses de embarazo, este líquido se compone principalmente de agua producida
por la madre. Sin embargo, alrededor de las 20 semanas de embarazo se reemplaza por
orina fetal.
Además, contiene en su interior todo tipo de sustancias necesarias para el
crecimiento del bebé como nutrientes, hormonas y anticuerpos que lo protegen de las
posibles infecciones.

La importancia que posee el líquido amniótico es vital ya que, además de nutrir al bebé,
cumple otras muchas funciones dentro del desarrollo del embarazo. En consecuencia,
las alteraciones en los niveles de líquido amniótico causan complicaciones en el
embarazo -tanto si hay una pérdida de este y hay poco líquido amniótico en el saco,
como si hay más del que debería.
El líquido amniótico puede servir para revelar una gran cantidad de aspectos acerca de la
salud genética del bebé. Mediante un procedimiento conocido como amniocentesis se analiza
este fluido, el cual contiene desechos metabólicos y células fetales que pueden ser
examinados para detectar posibles defectos o enfermedades genéticas
En un embarazo normal, el nivel de líquido amniótico es más alto a lo largo de las semanas
34 a 36 y va disminuyendo conforme va acabando el periodo de gestación.
Cuando llega el momento de dar a luz, el saco amniótico se quiebra y la mujer “rompe aguas”.
En este momento, el líquido amniótico que se encontraba dentro del saco comienza a filtrarse a
través del cuello uterino y la vagina.
1. Protección del feto
El líquido tiene entre sus funciones la amortiguación de golpes o presiones externas, lo cual
resulta muy importante para evitar malformaciones en el feto y otros problemas potencialmente
graves.

2. Soporte del cordón umbilical


La presencia del fluido amniótico evita que el cordón umbilical se comprima. A su vez, facilita el
transporte de comida y oxígeno a través de éste.

3. Control de infecciones
Además de nutrientes y otras sustancias muy relevantes para el desarrollo del feto, el líquido
amniótico contiene anticuerpos que evitan la aparición y el desarrollo de infecciones.

4. Regulación de la temperatura
Gracias a las propiedades homeostáticas del líquido amniótico se crea un medio que aísla al
bebé y lo mantiene caliente a una temperatura regular.
5. Desarrollo muscular y óseo
El líquido permite que el bebé pueda flotar y moverse en el interior del saco amniótico, lo que ayuda
a que sus músculos y sus huesos crezcan correctamente.

6. Desarrollo pulmonar y digestivo


Cuando el bebé respira o traga líquido amniótico practica el uso de los músculos respiratorios y
digestivos, lo cual contribuye a su desarrollo anatómico y funcional.

7. Lubricación
El líquido amniótico funciona como un lubricante que evita que algunas partes del cuerpo, como los
dedos y otras extremidades, crezcan pegados.
Oligohidramnios

Las pérdidas de líquido amniótico pueden provocar unos niveles bajos de este y suelen aparecer en un 4%
de los embarazos. Para que sea considerado un caso de poco líquido amniótico en el saco, los niveles
observados en las mediciones de ultrasonidos de este deben ser menores de 5 cm.

La pérdida de líquido amniótico puede ocurrir durante cualquier trimestre pero supone un riesgo mayor
durante los 6 primeros meses de embarazo. A lo largo de todo este tiempo, un bajo nivel de líquido
amniótico puede ocasionar defectos congénitos, nacimiento o aborto espontáneos e incluso la muerte fetal.
Por otra parte, si el oligohidramnios se desencadena en el último trimestre, el riesgo incluye un
crecimiento fetal lento, complicaciones en el parto y necesidad de cesárea para proteger al bebé y a
la madre.

Causas:

• Embarazos previos con oligohidramnios


• Hipertensión
• Desprendimiento de la placenta u otros problemas asociados
• Preeclampsia
• Diabetes
• Lupus
• Embarazo múltiples
• Defectos congénitos
• Embarazos de más de 36 semanas
Polihidramnios

Exceso de líquido amniótico en la bolsa. Para que esta condición pueda ser diagnosticada como tal el nivel de
líquido amniótico debe ser superior a los 24 cm.

En este caso, además de un riesgo para el bebé y la posibilidad de que se dé una muerte fetal intrauterina, la
madre puede experimentar síntomas como dolor abdominal y dificultad para respirar, así como
complicaciones como parto prematuro, ruptura prematura del saco, desprendimiento de la placenta, mal
posición fetal y hemorragia postparto.
En casos de polihidramnios leve el exceso de líquido puede resolverse con el paso del tiempo, sin la necesidad de
recurrir a ningún tratamiento.

No obstante, en otros casos más severos en los que exista un peligro real para el desarrollo del embarazo se puede
reducir el nivel de líquido amniótico mediante un procedimiento de amniocentesis o con la administración de
indometacina, un fármaco que reduce la cantidad de orina que produce el bebé.
El exceso de líquido amniótico puede estar causado por los siguientes trastornos fetales:

•Trastornos gastrointestinales
•Trastornos cerebrales o del sistema nervioso
•Acondroplastia
•Alteraciones en la frecuencia cardiaca fetal
•Infecciones
•Anomalías pulmonares fetales
•Acumulación de agua en el feto (hidropesía fetal o hydrops fetalis)
•Síndrome transfusional gemelo a gemelo
•Incompatibilidad sanguínea entre madre e hijo
•Diabetes mellitus
Bibliografías

https://www.revista-portalesmedicos.com/revista-medica/placenta-desarrollo-estructura-y-funcion/

https://medicinafetalbarcelona.org/protocolos/es/patologia-materna-obstetrica
/placenta%20previa%20y%20otras%20anomalías.%20hemorragia%203er%20t.pdf

https://www.mdsaude.com/es/embarazo/desprendimiento-prematuro-de-la-placenta/

https://viviendolasalud.com/maternidad/liquido-amniotico

http://hospital.uas.edu.mx/revmeduas/pdf/v5/n4/amniotico.pdf

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