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EL NUEVO TESTAMENTO SU

CONTENIDO

El contenido del Nuevo Testamento puede clasificarse de


tres modos: por su carácter literario, por sus autores y por
sus períodos.
CARÁCTER LITERARIO
• Los primeros cinco libros del Nuevo Testamento, Mateo, Marcos, Lucas, Juan, y
los Hechos son de carácter histórico. Todos narran un acontecimiento. Los primeros
cuatro desde diferentes puntos de vista bosquejan la obra y la vida de Jesús. Los
Hechos son la segunda parte de Lucas y continúan con la historia de los seguidores
de Jesús después de que Él terminó su vida terrenal, y ponen énfasis especial sobre
la carrera de Pablo, el misionero.
• Los siguientes libros son principalmente de carácter doctrinal: Romanos, I y II de
Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, I y II Tesalonicenses, Hebreos,
Santiago, I y II Pedro, Judas y I de Juan. La mayor parte de ellos fueron escritos en
forma de cartas dirigidas a las iglesias con el propósito de instruirlas en los
principios de la fe cristiana y de la práctica de la ética cristiana.
• Hay otro grupo de cartas que podemos llamar de correspondencia personal:
I y II Timoteo, Tito, Filemón, II y III de Juan. Todas éstas fueron escritas
como cartas personales a individuos, no a grupos, con el propósito de que
sirvieran como instrucciones y consejos privados.
• Apocalipsis, el último libro del Nuevo Testamento, es profético; su
propósito es ocuparse del futuro tanto como del presente. Debido a su estilo
elevadamente simbólico, compuesto de visiones y de revelaciones
sobrenaturales, se le ha clasificado entre la literatura apocalíptica.
AUTORES
• También pueden agruparse estos libros por autores. Todos los escritores
fueron judíos, con excepción de Lucas. Tres de ellos, con toda seguridad,
Mateo, Pedro y Juan fueron miembros del grupo apostólico. Marcos, Judas y
Santiago desarrollaron actividades desde la fundación de la Iglesia, o habían
estado relacionados con el grupo apostólico desde antes de la muerte de
Jesús. Aunque Lucas y Pablo, no fueron testigos oculares de la vida de
Cristo, eran bien conocidos de quienes lo fueron, y verdaderamente gozaban
de suficiente capacidad para cotejar sus datos con los de que aquellos cuando
fuera necesario.
AUTOR LIBRO
MATEO MATEO
MARCOS MARCOS
LUCAS LUCAS, HECHOS
JUAN JUAN, I JUAN, II JUAN, III JUAN,
APOCALIPSIS
SANTIAGO SANTIAGO
JUDAS JUDAS
PABLO ROMANOS, I CORINTIOS, II CORINTIOS,
GALATAS, EFESIOS, FILIPENSEN,
COLOSENSES, I TESALONICENSES, II
TESALONICENSES, I TIMOTEO, II
TIMOTEO, TITO Y FILEMON

? HEBREOS
PEDRO I PEDRO, II PEDRO.
PERIODOS
• Los libros del Nuevo Testamento no fueron escritos en el orden en que aparecen en la
Biblia. No debe uno creer que los evangelios necesariamente tengan que ser más
antiguos porque en su colocación preceden a las epístolas paulinas. Además, debe
haber una considerable diferencia entre la fecha en que un libro se escribió y el
período histórico del cual se ocupa. Por ejemplo, Marcos describe los
acontecimientos de la vida de Jesús ocurridos en la última parte de la tercera década
del primer siglo, pero el evangelio quizá no circuló públicamente hasta la época
comprendida entre los años 65-70 D.C.

• Para facilitar el estudio de la historia del primer siglo, la dividiremos en tres


períodos desiguales, marcando cada uno de ellos una definida etapa de su desarrollo.
• El primero es el de iniciación, que abarca la duración de la vida de Cristo desde el
año 6 A.C., hasta el 30 D.C. Este período está descrito en los cuatro Evangelios, en los cuales
se narran, con diferentes grados de amplitud los hechos sobresalientes en la carrera del Señor
Jesús haciendo referencias ocasionales a otros acontecimientos históricos.
• El segundo período es el de extensión, que abarca desde el año 30 D.C. al 60
D.C., dando testimonio del desarrollo de la empresa misionera. Recorren los caminos romanos
en todas direcciones diferentes grupos predicadores, evangelizando y fundando nuevas
iglesias en diversos centros importantes. La narración de Los Hechos proporciona
principalmente información sobre la misión paulina a los gentiles, con vistazos ocasionales
nada más en lo que se refiere a las actividades de otros apóstoles y predicadores. Durante esta
época el evangelio progresa de Jerusalén hasta Roma y sin duda en muchas otras ciudades que
no están consignadas en el relato del autor de Los Hechos. Dentro de este período cabe
también la mayor parte de las cartas paulinas que fueron escritas durante la carrera misionera
de San Pablo.
• El tercer período que abarca del año 60 D.C. hasta el 100 D.C., puede
considerarse como de consolidación. En algunos aspectos este período se
caracteriza por el misterio, pues poco se sabe de la historia de la iglesia dentro de esa época. No
existe un relato consecutivo tocante a este período, como el que el libro de Los Hechos nos
proporciona respecto a la época precedente, y lo poco que de historia puede reconstruirse se
integra recogiendo y comparando alusiones indirectas de diferentes escritos. A la parte inicial de
esta época pertenecen las epístolas pastorales de San Pablo y los escritos de San Pedro. Lucas y
Hechos considerado como un libro, y Mateo, quizá comenzaron a circular públicamente entre
los años 60-70 D.C. Marcos pudo haber sido compuesto en una fecha más temprana pero si la
tradición es correcta no debe haber circulado ampliamente, sino también hasta el año 70 D.C.
Los Hebreos y Judas, probablemente, fueron escritos antes del 70 D.C. Los escritos juaninos, es
decir, el cuarto evangelio y las epístolas de San Juan debieron haber aparecido en una época
posterior situada entre el 85 al 90 D.C. El Apocalipsis debe asignarse con toda probabilidad a la
época correspondiente al reinado de Domiciano por el año 96 D.C., o a otra fecha cercana a esa.

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