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Hasta nuestros días, la historia de la explotación por el hombre de los recursos de la pesca es una
lectura lóbrega. Los primeros documentos que existen sobre la pesca son casi exclusivamente los
que se refieren a la disminución de una u otra pesquería. Ocurre lo mismo actualmente. Hasta el
siglo XIX no se dió la serie de factores que condujeron a la halieutología. En la segunda mitad del
siglo XIX la pesca de la platija en el mar del Norte estaba en malas condiciones. El aumento del
esfuerzo de pesca no daba por resultado un aumento de las capturas, disminuía la captura por
unidad de esfuerzo y también lo hacía el peso medio de la platija pescada. La pesquería mostraba
todos los signos de lo que actualmente se denomina “sobreexplotación”. Ahora bien, también en el
pasado había fallado la pesquería sin que se iniciara la investigación. Pero los mismos factores que
condujeron a la sobreexplotación, industrialización y tecnología avanzada, también facilitaban los
fondos para pagar a los científicos encargados de investigar las razones del colapso. Como
resultado, se realizaron muchas encuestas públicas, principalmente en la Gran Bretaña, para
obtener la información que diera la respuesta a la disminución de las poblaciones de platija del mar
del Norte y determinara lo que se podía hacer para remediar la situación. Asi nació la
halieutología.
Historia de una pesquería
Examinadas las estadísticas de unas pocas pesquerías, se observó rápidamente que todas
presentaban el mismo aspecto (Fig. 1.1). Al aumentar con el tiempo el esfuerzo de pesca total,
la captura total aumentó inicialmente, alcanzó un máximo y se estabilizó, aunque en algunas
ocasiones lo hizo en una cantidad muy inferior a la lograda con menor esfuerzo de pesca. Al
mismo tiempo, tanto la captura por unidad de esfuerzo como el peso medio de lo pescado
disminuía constantemente. Aunque es evidente que la razón fundamental de esto es muy
sencilla - se pescaba demasiado - en cada pesquería es necesario efectuar un análisis detallado
para determinar cuantos peces (y de que talla) deberían capturarse anualmente para determinar
el futuro de la pesquería. Este análisis depende de que se disponga de los datos necesarios,
casi todos los cuales pueden obtenerse en la propia pesquería.
¿Por qué investigar una pesquería?
A primera vista, la historia de la explotación por el hombre ha sido un éxito, con las capturas aumentando un 7 por
ciento al año desde 1950, pero este éxito ha sido más aparente que real. Las capturas han aumentado principalmente
porque se ha explotado una población virgen tras otra sucesivamente, dejando una serie de poblaciones agotadas,
incapaces de dar el mejor rendimiento. Esto no puede continuar indefinidamente y se tienen que encontrar maneras
de regular la pesca.
La sucesión normal de hechos en una pesquería no regulada es que el aumento del número de barcos cesa
generalmente porque la captura por unidad de esfuerzo disminuye de tal manera, que es antieconómico construir
más. Con frecuencia, el número disminuye porque se retiran de la pesca los barcos menos económicos, y los más
móviles, como los arrastreros-fábrica y congeladores, se trasladan a distintos lugares a pescar otras poblaciones. No
es normal que se produzca el colapso total de la pesquería (trazo A, Fig. 1) a menos que la pesca haya tenido un
fuerte efecto biológico en los peces, como la reducción intensa de progenitores y con ella el cese casi completo del
reclutamiento. Un ejemplo de este caso es la pesca del arenque en East Anglia, Inglaterra. Suponiendo que este no
sea el caso, la pesca se estabiliza en los niveles mostrados en B, sobre cada curva de la Fig. 1.1. Esta está lejos de
ser una situación ideal. La captura total es muy inferior al máximo obtenible, el esfuerzo de pesca necesario para
alcanzarla es intenso y, por lo tanto, antieconómico. Si la captura por unidad de esfuerzo aumenta lo suficiente,
puede atraer de nuevo algunos de los barcos móviles y la pesquería oscila.
El objetivo evidente es cambiar la serie de hechos y estabilizar la pesquería en un punto C, cerca, pero más allá del
óptimo, o en un punto D, donde se logra la captura máxima o en un punto E en el que se extrae menos de la captura
máxima, pero se hace con la mayor economía. Antes de tomar una decisión para lograr uno de estos objetivos, hay
que determinar los factores fundamentales de la forma de estas curvas
La función del halieutólogo
Antes de examinar esta cuestión, es importante imaginarse la función del halieutólogo. La mayoría de las
pesquerías son internacionales y las regulan comisiones internacionales, que se encargan de todas las
poblaciones de una zona determinada o de ciertas especies. Ejemplos de las primeras son la Comisión de
Pesquerías del Atlántico Nordeste (CPANE) y la Comisión Internacional de Pesquerías del Atlántico Noroeste
(CIPAN), entre las cuales regulan la pesca en gran parte del norte del Atlántico y, como ejemplo de las
segundas, es la Comisión para la Pesca del Hipogloso del Pacífico que reglamenta la pesca de una población
de hipogloso. Todos los países que pescan las poblaciones de la zona de una comisión, o la población si se
trata de una comisión para una sola especie, deberían estar representados en ellas si han de ser eficaces, que
generalmente lo son.
Los halieutólogos presentan sus datos a las comisiones, pero no toman decisiones definitivas sobre
reglamentos. Estas corresponden a los administradores y políticos que han de tener en consideración los
intereses nacionales e internacionales. Es una característica de los reglamentos de las comisiones
internacionales que los intereses nacionales inmediatos han tendido a imponerse a los más distantes o a los
internacionales. Esta tendencia aumenta si el asesoramiento científico es incierto o inconcluyente. La historia
de la Comisión Ballenera Internacional es un ejemplo clásico.
Así pues, el halieutólogo no sólo es responsable de obtener datos para poder asesorar, sino también de hacerlo
de la mejor manera posible para poder expresarse con confianza y exactitud. Como la pesca fluctúa de un año
al siguiente, también tiene que vigilarla, actualizar su evaluación y seguir estudiando la manera de mejorar
sus métodos.
1.5 Cómo investigar una pesquería
Antes de que se pueda comenzar a asesorar, tiene que saber que información ha de obtener para describir su
pesquería. Se tiene que efectuar una serie de investigaciones para muchas de las cuales la propia pesquería facilita
los datos.