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El documento habla sobre los sacramentos de la iniciación cristiana: el bautismo, la confirmación y la eucaristía. Explica que a través de estos sacramentos, los hombres reciben el Espíritu Santo y se convierten en hijos de Dios y miembros del pueblo de Dios. También participan en la conmemoración de la muerte y resurrección de Cristo.
El documento habla sobre los sacramentos de la iniciación cristiana: el bautismo, la confirmación y la eucaristía. Explica que a través de estos sacramentos, los hombres reciben el Espíritu Santo y se convierten en hijos de Dios y miembros del pueblo de Dios. También participan en la conmemoración de la muerte y resurrección de Cristo.
El documento habla sobre los sacramentos de la iniciación cristiana: el bautismo, la confirmación y la eucaristía. Explica que a través de estos sacramentos, los hombres reciben el Espíritu Santo y se convierten en hijos de Dios y miembros del pueblo de Dios. También participan en la conmemoración de la muerte y resurrección de Cristo.
Por el sacramento de la Iniciación cristiana los hombres reciben el Espíritu
de los hijos de adopción y celebran con todo el pueblo de Dios el memorial
de la Muerte y Resurrección del Señor.
POR EL BAUTISMO: Constituyen el pueblo de Dios, reciben el perdón de todos
los pecados, arrancados del dominio de las tinieblas, pasan a ser hijos adopti- vos, son nuevas creaturas, por el agua y el Espíritu Santo, se llaman y son hijos de Dios
EN LA CONFIRMACIÓN: Son marcados por el don del Espíritu, mas
perfectamente al Señor, llenos del Espíritu Santo. Den testimonio del él ante el Mundo, para llevar cuanto antes el Cuerpo de Cristo a su plenitud.
CON LA EUCARISTÍA: Participan en la asamblea eucarística, comen la carne -
del Hijo del Hombre y beben su sangre Propuesto por Cristo a todos para que tuvieran la vida eterna. Y después confió a su Iglesia juntamente con su Evangelio cuando mandó a sus apóstoles:”Vayan, pues, y enseñen a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.
Son incorporados a la Iglesia, integrándose en la construcción, para –
Ser morada de Dios, por es Espíritu, estirpe elegida, sacerdocio real, - Es también vínculo sacramental de la unidad de todos los que existen Marcados con él. El bautismo, baño del agua en la Palabra de vida, limpia a los hom -- bres de toda mancha de culpa, tanto original como personal, y los -- hace participes de la naturaleza divina e hijos de Dios. El bautismo es un baño de regeneración por el que nacen hijos de Dios de lo alto. la invocación de la Santísima Trinidad hace que los que son marca- dos con su nombre le sean consagrados y entren en comunión con El Padre y el Hijo y el Espíritu Santo.
El bautismo, en efecto, conmemora y actualiza el misterio pascual,
haciendo pasar a los hombres de la muerte del pecado a la vida. Por lo tanto, en su celebración debe brillar la alegría de la resurrección, principalmente cuando tiene lugar en la Vigilia pascual o en domingo. COMETIDO FUNDAMENTAL DEL PUEBLO DE DIOS.
La preparación al bautismo y la formación cristiana es tarea del pueblo de Dios
es decir, a la Iglesia, que trasmite y alimenta la fe recibida de los apóstoles, los adultos son llamados al Evangelio por el Espíritu Santo, los niños son bautizados y educados en la fe de la Iglesia.
Tomado de entre la comunidad cristiana. Ayuda al niño a perseverar en la fe.
Representa a la familia, como extensión espiritual de la misma y a la Iglesia. Ayuda a los padres para que el niño llegue a profesar la fe y a expresarla en Su vida. -Sea elegido por quien va a ser bautizado o por sus padres. -Que tenga madurez necesaria para cumplir esta función. -Que haya recibido los tres sacramentos de la iniciación cristiana. -Estos son: Bautismo, Confirmación y Eucaristía. -Que no sea el padre o la madre de quien se ha de bautizar. -Que sea un solo padrino, o una sola madrina, o uno y una. -En caso de ser casado constancia de matrimonio católico. -Que pertenezca a la Iglesia católica y no esté incapacitado por el derecho, para el ejercicio de la función de padrino. No habiendo sacerdote ni diácono, en caso de peligro inminente de Muerte, cualquier fiel, y aún cualquier hombre que tenga la intención, puede, y en algunas veces hasta debe, conferir el bautismo. Pero – Si no es tan inmediata la muerte, el sacramento debe ser conferido,- en lo posible por un fiel y según el rito abreviado. Conviene que, aun en este caso, esté presente una comunidad reducida, o, al menos, - que haya, si es posible, uno o dos testigos.