ANTROPOLOGÍA TEOLÓGICA

LA VERDADERA IDENTIDAD DEL HOMBRE

SOMOS HIJOS DE DIOS

EL HOMBRE CREADO

Parafraseando lo del Concilio Vaticano II encontramos que “el nuevo Adán, Cristo, manifiesta
plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación, en Cristo
esta verdad encuentra su fuente y su corona” (cf GS 22).

Todo hombre dice la GS 21, resulta para sí mismo un problema no resuelto. El hombre en sí,
pues es reflejo de Dios, es imagen de Dios, pero también es fragilidad.
Su ser Relacional con Dios le proviene como consecuencia de ser su imagen, de ahí como dice la
GS 19: “ que la razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la
unión con Dios. Desde su mismo nacimiento, el hombre es invitado al diálogo con Dios”.

Por gracia de Dios lo ha constituido hijo en el Hijo, al decir el salmista: “Tú eres mi hijo, yo te
he engendrado hoy” (Sal 2,7).
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Estos temas han sido verdaderamente para mí un “reciclaje espiritual”, que me han llevado a
energetizarme en mi interior. Descubro desde Jesús, mi grandeza, que por pura gracia, el Señor
ha querido amarme de esa manera, con derroche y sin medida. Estoy cierta, que esto fundamenta
mi fe, mi sentido de pertenencia a Él y a una grande familia de hermanos y hermanos creados
con la misma dignidad que yo. Y que por lo mismo merecen lo mejor de mi, en la acogida, en el
trato y servicio bien ofrecido.

Me encanta saber y experimentarme con una vocación tan especial de ser llamada a la unión con
Dios, al diálogo constante con Él, desde mi interior. Esto no es sinónimo de rezos ni de actos de
piedad, como solemos hacerlo en la vida consagrada, sino de ese trato íntimo, cariñoso.
Es esto creo yo, un camino, un proceso….pero que vale la pena la dedicación y esfuerzo.