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MIS
PARÁBOLAS
3.444 - MIS PARÁBOLAS
432. El club del refugio 473
433. El amante perdido 475
434. Compartir el dolor del prójimo 476
435. El gorrión del aula-jaula 477
436. El Principito y el zorro 478
437. En casa de una prima 480
438. Dientes de león 481
439. Para el otro... ¡lo mejor! 482
440. La oveja negra de la familia 483
441. La historia de un día 485
442. En la ribera del Oka 486
443. Un gato en la palmera 488
444. Las granadas 490
445. Historia de un adoquín 491
446. Parábola de las muletas 493
447. El gato del gurú 494

Índice general 448.


449.
El agujero
Parábola del rey tonto
495
497
450. El loco 498
451. Plaga de langostas sobre la... 499
452. La estatua 501
453. Los pastores y las ovejas 502
454. El ojo 504
455. Los dos rosales 505
411. La historia de la verdad 447
456. El pintor loco 506
412. Quería cambiar su rostro 448
457. Aquella vieja hoja 508
413. Las estrellas de la charca 449
458. El pino 510
414. La puerta de la felicidad 450
459. La hoja que no quiso agua 512
415. Los filósofos 452
460. Parábola del águila 513
416. Tener 453
461. El Cristo de los favores 515
417. Tres pájaros 455
462. La voz de Dios 517
418. Volví a ser paria 456
463. Dos eruditos 519
419. El cuento de la cebolla 458
464. Un hijo pródigo de hoy 520
420. Los ropajes 459
465. La camisa del hombre feliz 522
421. El espantapájaros 460
466. El hacedor del bien 523
422. La mendiga 462
467. La búsqueda: ¿cuál es tu...? 525
423. Los gigantes se destruyen solos 463
468. La multiplicación de los panes 527
424. Crisálida 464
469. Los tambores 529
425. Parábola para tiempos oscuros 465
470. O todos o ninguno 531
426. El esclavo y el filósofo 466
471. La fuente de las vocaciones 532
427. Si el río cambiara 467
472. Cuento de Navidad 534
428. La semilla de mostaza 468
429. Los dos hermanos 469
430. El cuento de la rana 470
431. Tres albañiles 472

MIS PARÁBOLAS - 3. 445


3.446 - MIS PARÁBOLAS
TEMA:
Verdad, miedo
TÍTULO: AUTOR:

411. La historia de la verdad K. Gibran

Era un viejo rabino judío, célebre por su sabiduría. Todos lo admiraban por su
ingenio. Uno le preguntó un día por qué siempre que hablaba lo hacía con
parábolas o contando alguna historia. Y le respondió con una historia, la histo-
ria de la Verdad.
La Verdad, dijo, paseaba entre los hombres, siempre sin adornos, siempre
desnuda. Todos volvían su cara para no verla ni recibirla, decían que por
vergüenza; pero era, sin duda, por miedo. Al verse tan rechazada, indeseada
y temida, se llenó de tristeza y desánimo. Y, estando así, se encontró con la
Parábola, alegre ella y vestida de muchos colores. "¿Cómo estás tan triste y
desolada", dice la Parábola a la Verdad?
"Es que estoy tan vieja y tan fea, le responde la Verdad, que los hombres
escapan de mí". "¡Qué tonterías!, dijo riéndose la Parábola. No es por eso por
lo que te huyen. Mira, ponte estos adornos, ya verás cómo te siguen y cómo te
tratan".
Efectivamente las cosas le fueron de maravilla!
"Es que, terminó el rabino, los hombres no quieren la verdad desnuda, sino
disfrazada".

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Poner ejemplos en los que vosotros disfracéis la verdad. ¿Por qué la disfra-
záis?
* Inventar un diálogo entre la verdad y la mentira.
* Elaborar un decálogo sobre la verdad.
* ¿Qué importancia da la gente a la sinceridad: en la amistad, en la política,
en la religión, en la profesión, en la economía, en el grupo?

MIS PARÁBOLAS - 3. 447


TEMA:
Liberación, compromiso, Cristo, tradición
TÍTULO: AUTOR:

412. Quería cambiar su rostro

Aquel muchacho, casi un niño, iba a la montaña con su abuelo a cuidar las
ovejas. Se había criado en el monte, del que bajaba muy de tarde en tarde.
Aquel era un mundo vivo que conocía palmo a palmo: los animales, las plan-
tas, las piedras...
Desde hacía mucho tiempo, su pueblo vivía sometido a otro por conquista.
Ellos eran pastores y no estaban preparados para la guerra. En la paz de las
montañas nunca habían pensado en esta eventualidad. Pero ahora se encon-
traban en una situación humillante de la que se querían liberar. Tenían que
pagar fuertes tributos en ganado y nunca podían salir de su territorio sin permi-
so de los invasores.
-Escucha, le dijo aquel día su abuelo mientras subían, adoptando un tono de
seriedad. Ya eres mayor y puedes participar del secreto. ¿Ves la peña en la
cima?, el viento y las lluvias han labrado una cara.
El abuelo apuntaba con su vara:
-Mira los ojos, la boca, la nariz, los pómulos, la noble frente. Fíjate bien. El
muchacho había observado muchas veces aquel detalle cuando los buitres se
posaban en su nariz gigantesca o las águilas volaban a la altura de su frente,
dibujando una corona invisible. Se habían detenido un momento a descansar.
La cuesta hacía sudar. El abuelo dijo:
-Tiene que nacer en nuestro pueblo un libertador que nos libere de nuestros
enemigos. Ha de ser un hombre fuerte, valiente, generoso y muy inteligente.
-¿Cómo sabremos quién es?
-Tenemos una señal. Será aquel cuyo rostro se parezca al de la peña.
El nieto no se perdió palabra. Vio el ansia que tenía su abuelo porque saliera
pronto aquel libertador.
Mientras pastaban las ovejas, el pequeño pastor se pasaba largas horas con-
templando el rostro de la peña. Deseaba con todas sus fuerzas parecerse a él.
Murió el abuelo y, al cabo de muchos años, murió también el nieto sin que se
cumpliera su anhelo. Otros muchos detrás de ellos están en el monte mirando
la peña. Así han pasado siglos y siglos. Más de medio millón de años.
Algunos bajan al pueblo con la pretensión de que ya se asemejan al rostro de
la peña. Pero pronto se descubre su impostura.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Identificar a los personajes con los de la vida real.


* Buscar personajes y acciones similares del Nuevo Testamento.
* ¿En qué situaciones sois vosotros opresores y en cuáles os sentís oprimidos?
* Hacer una reflexión-oración personal. Luego intercambiáis y dialogáis.

3.448 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Liberación, constancia, ayuda
TÍTULO: AUTOR:

413. Las estrellas de la charca J.J. Gómez Palacios

Todos los que vivían en aquel oasis sabían que las estrellas que hay en el fondo
de una charca son sólo reflejo de las del cielo... y en sus largas y cálidas
noches, miraban las estrellas de arriba y soñaban amores imposibles con ellas...
Mientras, despreciaban los reflejos que temblaban de noche en noche en el
oscuro del agua.
Un buen día pasó por aquel oasis un caminante; venía desde muy lejos.
Y les habló de países donde en invierno hace frío, donde en primavera los
valles se llenan de hierba, donde la palabra "hogar" tiene sentido, donde los
sueños, van siempre más lejos del horizonte monótono y diario... y todos,
todos, le escucharon asombrados.
También vio las estrellas de la charca, y habló de liberarlas. Fue entonces
cuando los habitantes del oasis le tomaron por loco.
Pero él se pasó toda la noche con un cubo, sacando agua y estrellas casi
ahogadas... Así hasta las primeras luces del nuevo día.
Cuando amaneció y dejaron de brillar las estrellas, el caminante se fue a
descansar satisfecho. ¡No quedaba ni una sola estrella en la charca!
Pero los habitantes del oasis reían maliciosamente y esperaban que volviera la
noche, que brillaran en el cielo las estrellas, que se reflejaran en el agua
oscura... y así fue.
Al día siguiente, el caminante, avergonzado, emprendió un nuevo camino,
dejando tras de sí un rastro que el viento se encargó de borrar.
Pero nadie se dio cuenta de los pequeños brotes de hierba que, días después,
crecieron en el terreno que el caminante había regado sacando cubos de agua
de la charca, en su intento de liberar a las estrellas...
Y, aunque todo siguió igual, el desierto había perdido un poco de su aridez.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Explica el simbolismo que tienen estas palabras: oasis, estrellas, charca,


cubo, noche, camino, caminante.
* ¿De qué cosas os debéis liberar para cumplir con vuestros compromisos
cristianos? Hacer una lista de todo aquello que os tiene atados.
* ¿Cómo es el futuro que vosotros soñáis? ¿Qué debéis hacer para conseguir-
lo?
* ¿A quiénes consideráis "locos" hoy? ¿Por qué?
* Escribir un diálogo entre el oasis, el desierto, las estrellas, la noche y el
caminante.

MIS PARÁBOLAS - 3. 449


TEMA: Felicidad, búsqueda, esperanza, compromiso
TÍTULO: AUTOR:
414. La puerta de la felicidad A. FRANCIA

A la puerta de la felicidad llega un hombre, en la plenitud de la vida. Su paso


es firme y decidido. Una fuerza invisible parece atraerlo hacia allí. Golpea la
puerta, fuerte y esperanzado.
Sale el guardián, quien, mirándolo fijo y como extrañado, le pregunta:
- ¿Qué desea?
- ¿No es ésta la puerta de la felicidad?, pregunta el buen hombre.
- Sí, ésta es la puerta; pero ésta no es tu hora.
Nuestro hombre se queda un poco perplejo, desconcertado y sin capacidad de
reacción. Tras unos segundos de vacilación, se sienta en el suelo y queda como
pensativo, ensimismado. Así pasa un largo rato...
Después empieza a mirar a su alrededor curiosamente: la puerta, las venta-
nas, el edificio..., como si buscara una manera de entrar y de burlar al guar-
dián. Ninguna solución parece convencerle. Nervioso, lucha entre el deseo, la
duda, la indecisión, hasta que por fin se decide a llamar nuevamente.
- Me dijo Vd. que ésta era, efectivamente, la puerta de la felicidad, pero que
no era mi hora. ¿Cuál es, pues, mi hora?, ¿qué tengo que hacer?
- Mi papel es sólo éste; no puedo decirle más.
Como le parece muro infranqueable, intenta abordarlo de otra manera.
Entabla conversación con él, habla de mil cosas, intenta caerle simpático, ob-
serva mucho, estudia sus reacciones y puntos flacos .... pero ¡nada!. No hay
solución de "enchufe".
Cansado, y sin conseguir nada, se echa en el suelo a pensar, a jugar solo, a
cantar y a dormir, ¡quién sabe si alguna vez, por casualidad, por despiste o
aprovechando la llegada de otro...! Aquello es aburrido, insoportable, pero
¡qué hacer, cómo irse, si aquella es la puerta de la felicidad!
Pasan meses y años, sin más preocupaciones que la de organizar su soledad
para que la espera sea lo más agradable posible. Todo valdrá la pena para
cuando llegue la felicidad.
Muy enfermo y envejecido, se ve desfallecer. Quizá su estado inspire compa-
sión al guardián y lo deje entrar. Por eso, juntando las últimas fuerzas, se
acerca y llama de nuevo, preguntando con su voz ya mortecina:
- ¿Cómo es que, siendo ésta la puerta de la felicidad, no ha venido nadie,
cuando en el mundo la gente se mata para conseguirla?
Es que cada uno tiene su puerta.
¿Entonces, es seguro que ésta es la mía?
¡Sí, ésta era su puerta!, dijo con fuerza el guardián. Ahora la cierro definitiva-
mente.

3.450 - MIS PARÁBOLAS


PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* ¿Qué es lo que os puede hacer verdaderamente felices? ¿Dónde buscáis la


felicidad? ¿La habéis encontrado? ¿Dónde? ¿Cómo?
* Hay personas felices con su profesión, con lo que hacen. ¿A quiénes cono-
céis? ¿En qué se nota? ¿Cómo repercute en su vida?
* Contar experiencias de compromisos. ¿En qué y por qué suelen fallar mu-
chos compromisos?
* Ponerle una enseñanza.
* Realizar una escenificación de cómo el hombre puede vivir feliz.

MIS PARÁBOLAS - 3. 451


TEMA:
Búsqueda, conocimiento, inteligencia, estupidez, equipo
TÍTULO: AUTOR:

415. Los filósofos KJ. Gibran

Hace miles de años, dos filósofos se hallaron en un cerro del Líbano, y uno de
ellos le preguntó al otro: -¿A dónde vas?
Y el otro filósofo respondió: ?Voy a la búsqueda de la fuente de la eterna
juventud que, por lo que he leído, mana entre estos montes. He hallado unas
escrituras que mencionan esa fuente, manando hacia el sol por estos rumbos.
Y tú, ¿qué estás buscando?
El primer filósofo contestó: -Ando en busca del misterio de la muerte.
Después, cada uno de ellos pensó que el otro era un necio y visionario, y
comenzaron a disputar enardecidos y a culparse ambos de ceguera de espíri-
tu. En tanto los dos filósofos se insultaban, un forastero, un varón al que creían
el tonto de su pueblo, pasó por allí y, al escuchar que aquellos dos varones
peleaban con ardor, se paró un instante a oír lo que decían.
Después, el recién llegado se aproximó a los filósofos y dijo: ?Amigos, parece
ser que los dos sois de la misma escuela filosófica, y que decís lo mismo,
solamente que con distintas palabras. Uno busca la fuente de la eterna juven-
tud, y el otro busca el misterio de la muerte. No obstante, si bien razonáis,
ambas cosas son la misma y se encuentran dentro de vosotros mismos.
Después, el forastero se dio media vuelta, exclamando: -Adiós, varones
sapientes. Y, al irse, se sonrió con indulgencia.
Los dos filósofos se miraron callados, y luego comenzaron a reírse de sí mis-
mos. Y uno de ellos terminó: -Bueno, ¿qué opinas si, ahora, andamos juntos,
para buscar juntos...?

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Dialogar en grupo la necesidad de buscar juntos.


* Enumerar los puntos de mayor discordia en la familia, en la escuela, en el
grupo.... Comentar.
* Realizar un debate sobre los puntos de mayor desunión entre la Iglesia y el
Estado.
* Comentar casos en los que aceptáis el contenido de las normas, pero no
aceptáis las formas.

3.452 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Sociedad de consumo, materialismo, familia, valores
TÍTULO: AUTOR:

416. Tener Lorenzo PEDRERO

La familia de los López era una familia de cinco tenedores, vamos, que en su
casa sólo se conjugaba el verbo tener. El señor López, don Basilio, se acostaba
cada día en pijama subjuntivo y, en lugar de rezar el "cuatro esquinas tiene mi
cama...", se aplicaba al modo gramatical del deseo, de lo hipotético, de lo
optativo:
Si yo tuviera... ¡Ojalá tenga! ¡Quién tuviera o tuviese!...
Por las mañanas, amanecía con el cepillo de dientes del indicativo en los la-
bios:
Tengo una casa de doscientos metros cuadrados, que me salió a tres mil pese-
tas el metro, que ahora ya cuesta siete mil; tengo un coche; tendré unos terre-
nos en el campo...
¡Los niños no podrán quejarse!, pensaba don Basilio, porque tienen de todo lo
que quieren, una moto, un equipo de tenis, un ordenador; tienen un padre que
tiene y basta...
Los niños se aburrían en el colegio, sufrían interiormente, echaban de menos
la compañía del padre, la conversación sobre lo que ellos consideraban graves
problemas, a su edad, y que tal vez lo fueran. La niña, un día de sol de.
primavera, llegó contenta a casa y esperó, hasta altas horas de la noche, para
besar a su padre y comunicarle una grata noticia:
-Papá, me han nacido dos brotes de rosa en el pecho.
Don Basilio, con la insensibilidad infinita que encierran los números, ni se in-
mutó y anotó en seguida en su agenda:
"Tengo dos chalés, dos hectáreas de regadío, dos industrias potentes, dos mil
acciones en Bolsa y dos pechitos en flor".
El señor López se movía en el mundo del tener, del comprar, del adquirir,
como pez en el agua. Si llegaba alguna visita, le mostraba los objetos, los
muebles, los aparatos de alta tecnología, la cristalería de Murano, las escritu-
ras de los últimos negocios conquistados, los dividendos de la McDonald Douglas
y lo despedía, porque tenía mucho trabajo. Si alguien le preguntaba qué era,
él respondía inmediatamente:
-Tengo dos chalés, tres industrias en el centro de la ciudad, tengo un automóvil
último modelo...
La mujer, en cierta ocasión, que lo vio muy apesadumbrado, se le acercó
afectuosa y le dijo:
-Me tienes a mí, amor mío.
Y él escribió rápidamente en su libreta: "Es verdad, se me había olvidado;
también tengo una mujer y un salario más y otro sexo y una criada..."
Un día su hija, harta de soledad, harta de libros y de tener, sin haber podido
ser jamás lo que quisiera, esperó hasta altas horas de la noche a su padre y

MIS PARÁBOLAS - 3. 453


cuando éste comenzó a repetir su verbo favorito, "tengo dos chalés, tres indus-
trias, tengo una hija con dos rosas, un jardín en el pecho...", la muchacha le
replicó:
-Me voy a una comunidad de jóvenes donde vamos a trabajar por los pobres
de la Alberca (barrio de Zamora), por los agricultores de Aliste, por los ancia-
nos y deficientes... porque tú, padre, eres lo que tienes y yo quiero ser lo que
soy, así de sencillo.
Don Basilio vio que se quedaba sin la propiedad de los chalés, de los coches,
sin la propiedad horizontal de las rosas de su hija, perdió su verticalidad y se
cayó.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Hacer un análisis de la sociedad a partir de esta parábola.


* Escribir una carta al padre, otra a la madre, otra a la hija.
* Escenificar, luego comentar.
* Hacer una parábola con el verbo ser de protagonista.

3.454 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Egoísmo, materialismo y libertad
TÍTULO: AUTOR:

417. Tres pájaros A. FRANCIA

Los tres pájaros llevaban cada uno su trocito de carne en el pico. De pronto se
dan cuenta que unos cuervos les siguen.
-"Démonos prisa, dice uno, que nos persiguen para quitarnos la carne".
-"¡Qué desconfiado eres, le dijo otro, nos siguen porque les gustamos".
-"Déjalos, dice el tercero, si nos la quitan, podemos pronto conseguir más
carne, así estamos más tranquilos y no nos perseguirán".
Éste soltó la carne y se posó en un árbol y desde allí, sereno y libre, vio cómo
al que creía agradar le arrebataban la carne y después se posaba lejos, tem-
bloroso, triste y solo. El tercero, pobrecito, a pesar de su agotamiento, no
quería perder su trocito de carne y siguió volando, esperanzado, hasta que...
lo acosaron, le arrebataron la carne y a él mismo lo destrozaron en pleno
vuelo.

PROPUESTA DÉ ACTIVIDADES

* Explicar cómo hubierais reaccionado vosotros ante una situación similar a la


planteada en la parábola.
* ¿Cuál es la causa de la violencia en el mundo? ¿Conocéis algún hombre
que se haya hecho famoso por el tema de la no-violencia? Comentar actua-
ciones de este hombre.
* Entablar un diálogo sobre el tema de la violencia o del egoísmo.
* Sacar tres conclusiones y ponerlas en un cartel mural.

MIS PARÁBOLAS - 3. 455


TEMA: Sentido de vida, riqueza, libertad, poder, sabiduría, dolor, placer
TÍTULO: AUTOR:
418. Volví a ser paria

Y era en la isla de Ceilán, en el séptimo siglo antes de la venida de Cristo, en


la séptima encarnación de mi alma, en el tiempo en que Sakyamouni predica-
ba por el mundo y enseñaba la ley, ley de gracia para todos los hombres. Y era
en la isla de Ceilán...
Y mi alma triste había encarnado el cuerpo de un paria. En los momentos de
descanso, tras de las rudas faenas, un compañero, esclavo como nosotros, leía
las plegarias y los himnos santos, santos himnos que escribieron el solitario de
la familia de los Sakyas y sus discípulos. Y yo oía las sentencias de Buda, pero
no meditaba en el dolor, ni en la muerte, ni en la miseria de las alegrías del
hombre. Meditaciones que abren al asceta las puertas la misteriosa ciudad
de Nirvana, en donde se es sin ser, y en donde se duerme el eterno sueño del
aniquilamiento; lejos, muy lejos de las miserias y de las torpezas del mundo, en
los dominios de la paciencia y del reposo, fuera del ingrato océano de la
creación dolorosa.
Y mi corazón estaba turbado por la vanidad y mis ojos no veían la luz en el
camino. Porque amaba los goces de la vida, falsos como el eco de las cavernas
y como las sombras reflejadas en los ríos, y quería apurar la copa del placer,
que es tan sólo receptáculo del dolor y de la liviandad.
Y el espíritu, inspirador de los deseos y de las pasiones, me infundió el entu-
siasmo por la aborrecible existencia.
"¿Qué necesito ?pensé? para encontrar la dicha? Ser libre; la libertad basta
para mi dicha".
Y fui libre y me acosó la miseria, y viví desgraciado años y años.
Y no encontré la dicha.
"¡Oh! -pensé entonces-, ¡qué engaño el mío! No basta la libertad para ser
dichoso. Se necesita también la riqueza".
Un día me encontré dueño de una fortuna considerable, y vi satisfechos sin
esfuerzos mis necesidades y mis deseos.
Y no encontré la dicha.
"¿De qué me vale la riqueza -dije después- si mis mayores ambiciones no
puedo satisfacerlas? ¡Oh! Si yo fuera poderoso".
Y fui poderoso y tuve un país bajo mi dominio, y esclavos, y elefantes gigantes-
cos, y carros de oro, y jardines colgantes, y mujeres adornadas con piedras
preciosas.
Y no encontré la dicha.
Y cuando el poderío se me hizo repulsivo, quise ser sabio, y estudié en Egipto,
y en Babilonia, y en Persia, y en Caldea, y medí la distancia de los astros y
calculé las alturas del sol. Y vi que en la mucha sabiduría hay mucha molestia

3.456 - MIS PARÁBOLAS


y que quien añade ciencia añade dolor.
Y no encontré la dicha.
Y recorrí el mundo hasta las tierras del Extremo Occidente, y vi las grandes y
fastuosas ciudades del Mediterráneo, cuna de los más refinados placeres.
Y no encontré la dicha.
Y resignado, volví a la isla de Ceilán, y volví a ser paria y volví a sufrir, y esperé
tranquilo la hora de la muerte, la dulce hora de perder la personalidad en el
crepúsculo del pasado y de fundirme en la augusta inconsciencia, como un
rayo de sol en las masas azules de los mares.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* ¿Sois felices? ¿Cuáles son las bases de vuestra felicidad? ¿Qué harías para
hacer felices a vuestros amigos?
* Hay personas que son felices con su profesión, con lo que hacen. ¿A quié-
nes conocéis? ¿En qué se nota? ¿Por qué son felices? ¿Cómo repercute en
su vida?
* Completar diez veces la expresión: "Soy dichoso cuando ...."
* ¿Os lamentáis alguna vez de vuestra suerte? ¿Por qué? ¿Cuándo?

MIS PARÁBOLAS - 3. 457


TEMA:
Identidad, superficialidad
TÍTULO: AUTOR:

419. El cuento de la cebolla

En un país oriental, donde ocurren tantas cosas bellas y se sueña despierto,


había un huerto que hacía las delicias de vecinos y extraños.
Las cebollas son hortalizas muy apreciadas por el hombre a causa de las múl-
tiples aplicaciones que tienen para hacer más agradable la vida. Ellas, sencillas
y humildes, guardan el secreto en su corazón.
Las cebollas, acompañadas de otras hortalizas frondosas y frescas, crecían en
el huerto donde los árboles frutales, con sus frutos limpios y coloreados abrían
el apetito al más austero penitente. Las plantas que crecían espontáneamente
tapizaban el huerto, al tiempo que conservaban su frescor. Los pájaros con sus
trinos ponían la nota clave para completar la armonía del huerto.
Inesperadamente empezaron a nacer cebollas especiales, cada una de un
color, de un brillo y de unas irradiaciones propias.
Ante tan extraño cambio de las cebollas, los investigadores se interesaron por
descubrir el secreto; y sus constantes trabajos dieron con él. Cada cebolla tenía
en su corazón una piedra preciosa, causa de sus vistosos y radiantes colores.
No se aceptó esta coquetería de las cebollas. Se especuló con la inadecuación,
la presunción, la vergüenza de salirse del común de las cebollas y hasta con
diversos peligros.
Las espléndidas cebollas tuvieron que renunciar a su vistosa ornamentación.
Pasó por allí un sabio, sería un ecologista, que entendía muy bien el lenguaje
de las cebollas y dialogó con ellas. A todas les hacía la misma pregunta:
-¿Por qué ocultas bajo tantas capas lo más bello de tu ser?
-Me han obligado a este rigor. Empecé a echar una capa, no parecía suficien-
te, eché la segunda, todavía no estaba segura, eché la tercera, me pareció
eficaz el procedimiento y así fui superponiendo capas.
Algunas cebollas, las más tímidas, llegaron a cubrir su corazón hasta con diez
capas. Casi habían perdido la memoria de su aspecto primitivo.
El ecologista se echó a llorar. La gente pensó que llorar ante una cebolla a
quien descubrimos el corazón es de una sensibilidad laudable.
Así continuaremos los hombres, dejando caer las perlas de nuestros ojos ante
las cebollas, cuando separemos sus protectoras capas.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* ¿Qué hechos o acontecimientos obligaron a la cebolla a ponerse capas?


¿Por qué? Sacar consecuencias.
* Identificaos con un elemento de la parábola: cebollas, sabio, otras hortali-
zas... ¿Cómo actuaríais? ¿Por qué?
* ¿Cuáles son tus piedras preciosas? ¿Cuáles son tus capas?

3.458 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Apariencias, autenticidad, valores, sociedad.
TÍTULO: AUTOR:

420. Los ropajes K. GIBRAN

Cierto día, la Hermosura y la Fealdad se juntaron en la orilla del mar. Y deci-


dieron una y otra: "Vamos a remojarnos en el mar".
Después, se despojaron de sus ropajes y se sumergieron en las aguas del mar.
Y, después de un rato, la Fealdad salió hacia la playa, se colocó los ropajes de
la Hermosura, y continuó su itinerario.
Y la Hermosura, igualmente, salió del mar y, al no hallar su ropaje y, siendo
muy tímida para caminar desnuda, se colocó el ropaje de la Fealdad. Y la
Hermosura, igualmente, continuó su itinerario.
Y, desde aquel momento, los seres humanos las confunden y mezclan la una
con la otra.
A pesar de lo cual, hay personas que han contemplado la cara de la Hermosu-
ra, y que la reconocen sin importar los ropajes que lleva puestos. Y hay otras
que reconocen la cara de la Fealdad, sin que el tejido se la esconda a sus ojos.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Aplicar a la política, la sociedad, religión, familia y escuela.


* Hacer una parábola parecida con la misma idea central y distintos persona-
jes.
* Sacar una lección o enseñanza.
* Tratar en grupo: "Las fuerzas del mal, las fuerzas del bien"

MIS PARÁBOLAS - 3. 459


TEMA: Generosidad, egoísmo, responsabilidad, dar la propia vida.
TÍTULO: AUTOR:
421. El espantapájaros

Un labrador muy avaro, que vivía en un lejano pueblo, se dio a conocer,


precisamente, por su avaricia. Esta era tal que, cuando un pájaro comía un
grano de trigo encontrado en el suelo, se ponía tan furioso que se pasaba el
día oteando su huerto para que nadie lo tocara.
Tanto pensó en el latrocinio de los pájaros que al fin concibió una idea: cons-
truir un espantapájaros que le ayudara eficazmente en el cuidado del huerto.
Con tres cañas hizo los brazos y las piernas, con paja configuró el cuerpo, una
calabaza le sirvió de cabeza, dos granos de maíz puso para los ojos, una
fresca zanahoria conformaba su nariz y una hilera de granos de trigo compo-
nían su dentadura.
Cuando el cuerpo del espantapájaros estuvo a punto, le colocó un ropaje poco
atractivo y lo hincó en tierra. Le echó una mirada escrutadora y se percató de
que le faltaba un corazón. Cogió el más sazonado fruto del granado y se lo
colocó en el pecho.
El espantapájaros quedó en el huerto, sometido al movimiento caprichoso del
viento. Sin tardar mucho, un gorrión necesitado sobrevolaba muy bajito para
buscar trigo en el huerto. El espantapájaros quiso cumplir con su oficio y trato
de ahuyentarlo con sus desacompasados movimientos, pero el pájaro se colo-
có en el árbol y dijo:
- ¡Qué buen trigo tienes. Dame algo para mis hijos!
- No es posible -dijo el espantapájaros-. Sin embargo, buscó una solución y la
encontró: le ofreció sus dientes de trigo.
El gorrión, contento y conmovido, recogió los granos de trigo. El espantapája-
ros quedó satisfecho de su acción, aunque sin dientes.
A los pocos días, entró en el huerto un nuevo visitante muy interesado. Esta vez
se trataba de un conejo. ¡Con qué ojos miró la zanahoria! El espantapájaros
quiso cumplir con su deber de ahuyentarlo, pero el conejo, fijando su mirada,
dijo:
- Quiero una zanahoria, tengo hambre.
El espantapájaros tuvo una corazonada y le ofreció su zanahoria. Luego dio
rienda suelta a su alegría y quiso entonar una canción, pero no tenía boca ni
nariz para cantarla.
Una mañana apareció el gallo madrugador, lanzando al aire su alegre
quiquiriquí. Acto seguido, le dijo:
- Voy a prohibir a la gallina que alimente con sus huevos el estómago y la
avaricia del amo, pues él les daba poco de comer.
No le pareció bien al espantapájaros la decisión del gallo y le mandó que
cogiera sus ojos formados por granos de maíz.

3.460 - MIS PARÁBOLAS


- Bien -dijo el gallo- y se fue agradecido.
A la hora del crepúsculo, oye una voz humana que le cuenta el despido que le
ha hecho el labrador.
- Soy un vagabundo, le dice.
- Coge mi vestido, es lo único que puedo ofrecerte.
- ¡Oh, gracias, espantapájaros!
Ese mismo día, un poco más tarde, oyó llorar a un niño que buscaba comida
para su madre. El dueño de la huerta lo había despedido, sin atender a su
necesidad.
- Hermano -exclamó el espantapájaros-, te doy mi cabeza que es una hermo-
sa calabaza.
Al amanecer, el labrador fue al huerto y, cuando vio el estado en que había
quedado el espantapájaros, se enfadó tanto que le prendió fuego. Por fin cayó
al suelo su corazón de granada. El labrador, riéndose, dijo: "Esto me lo como
yo". Pero al morder experimentó un cambio, su corazón de piedra se había
convertido en corazón de carne.
En adelante, el huerto del labrador será un vergel y una canción donde todos
podrán recrearse con la armoniosa nota del calor humano.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Comparar el relato de la parábola con situaciones personales. ¿Alguna vez


sois como el labrador, o como el espantapájaros o como los animales? ¿Cuán-
do? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Cómo reaccionáis? ¿Cómo deberíais reaccionar?
* Si decidís dedicar vuestra vida a servir a los demás, ¿en qué debéis cambiar
o qué debéis potenciar?
* Analizar cómo cada uno siente y vive la naturaleza.
* Recopilar canciones, poesías, textos, fotos que hablen de la naturaleza y
comentar en grupo ideas que sugieren, cosas que enseñan, cosas que nos
aportan...

MIS PARÁBOLAS - 3. 461


TEMA:
Orgullo, desprendimiento.
TÍTULO: AUTOR:

422. La mendiga Parábola hindú

Manos vacías
Para encontrar a Dios, renuncié al mundo.
Años de penitencia encorvaron mi cuerpo.
Horas de meditación surcaron de arrugas mi frente.
Mis ojos se hundieron a fuerza de no mirar.
Y, por fin, me atreví a llamar a las puertas del templo, a extender delante de
Dios mis manos cansadas de pedir limosna a los hombres...
Mis manos vacías.
¿Vacías?
Pero ¡si estaban llenas de orgullo!
Y volví a salir del templo en busca de humildad. Era verdad... ¡Era verdad! Yo
había llevado una vida de penitencia, los hombres lo sabían y me honraban...
y a mí me complacía.
Ahora procuré hacerme despreciar de todos. Busqué humillaciones sin cuento.
Hice que me trataran como al polvo del camino. ¡Mira mis manos! Todavía
están llenas... llenas de tu humildad... No quiero ni tu humildad ni tu orgullo...
¡Quiero tu nada!
Y volví a salir para desprenderme de mi humildad. Y ando por el mundo,
tratando de aprender la lección de mi nada... Y entonces, cuando mis manos
estén vacías de todo... sí, de todo... vacías de mí misma... volveré al templo y
Dios depositará en mis manos vacías la limosna infinita de su divinidad.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Comentar, explicar, aplicar la parábola.


* Hacer una lista de todo aquello que estáis dispuestos a renunciar.
* Relacionar esta parábola con otros textos del Evangelio.
* Además de Dios, ¿qué es lo que buscáis ordinariamente en vuestra vida.
* ¿Cuáles son las características que debe tener cualquier acción que hagáis
desinteresadamente a los demás?

3.462 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Esfuerzo, burla, seguridad, grupo, valores, personalidad.
TÍTULO: AUTOR:

423. Los gigantes se destruyen solos A.FRANCIA

La liebre, conocedora de su agilidad, no hacía más que burlarse de la tortuga


que se aloja en aquellas rocas del río.
Cuando había animales delante, la humillaba más: qué patas y pies tan boni-
tos, ¿para qué los quieres, si eres tan lenta? Esto y más lo decía siempre con
mucho "recochineo".
La pobre tortuga estaba tan harta ya que un día desafió a la liebre a ver cuál
llegaba primero allí donde estaba aquel grueso árbol. La liebre soltó una enor-
me carcajada, al escuchar tal ocurrencia. Casi todos los animales se lo toma-
ron a broma, pero la tortuga insistió con enorme enfado, creyendo en sus
facultades de constancia y amor propio; ella podría ser el David que venciera
al Goliat.
-Ya que te empeñas, campeona de la lentitud, en apostar, corramos; bueno, tú,
inténtalo, porque tú, con esa barriga tan pesada que tienes... Que la zorra
haga de juez; ella corre mucho y, al mismo tiempo, es muy astuta.
La zorra dio la orden de salida, la tortuga se lanza, mientras la liebre se queda
riendo, segura de que en unos segundos la adelanta. Comienza a contar a
todos sus hazañas: cómo escapó de los perros que ya casi la tenían atrapada,
cuántas veces esquivó a los cazadores, otras carreras que había hecho, las
maneras de defenderse del lobo y de todas las aves rapaces.
Nada le había salido mal, siempre había triunfado. Habló y habló largo tiem-
po. Tenía muchas experiencias, muchas apuestas ganadas en su vida. Nadie
había podido con ella.
Precisamente cuando dijo que nunca había perdido ante nadie, se acordó de
la tortuga, quiso correr inmediatamente, pero... llegó tarde. La tortuga ya lo
estaba celebrando con otros muchos animales.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* ¿En qué situaciones de vuestra vida sois como la liebre que no valoráis las
cualidades de los demás?
* Buscar la parte positiva de situaciones o momentos que, a juzgar por la
apariencia, son negativos. Comentar.
* Dialogar sobre la importancia que tiene el conocer nuestros defectos para
corregirlos y así comprender los defectos de los demás.
* Cambiar los animales del relato por personajes famosos de la actualidad.

MIS PARÁBOLAS - 3. 463


TEMA:
Madurez, remordimientos, naturaleza, educación.
TÍTULO: AUTOR:

424. Crisálida Alexis ZORBA

Recuerdo una mañana en que yo había descubierto una crisálida en la corteza


de un árbol, en el momento en que la mariposa rompía la envoltura y se
preparaba a salir.
Esperé un largo rato, pero tardaba demasiado, y yo tenía prisa. Nervioso, me
incliné y me puse a calentarla con mi aliento. Yo la calentaba, impaciente, y el
milagro empezó a realizarse ante mí, a un ritmo más rápido que el natural.
La envoltura se abrió, la mariposa salió arrastrándose, y no olvidaré jamás el
horror que experimenté entonces: sus alas no estaban todavía desplegadas y
con su pequeño cuerpo tembloroso, se esforzaba en desplegarlas. Inclinado
sobre ella, la ayudaba con mi aliento... En vano.
Era necesaria una paciente maduración y el despliegue de las alas debía ha-
cerse lentamente al sol; ahora era demasiado tarde, mi aliento había obligado
a la mariposa a mostrarse, completamente arrugada, antes de hora. Se agitó
desesperada y, algunos segundos más tarde, murió en la palma de mi mano.
Yo creo que este pequeño cadáver es el mayor peso que tengo sobre mi con-
ciencia. Pues, hoy lo comprendo bien, forzar las grandes leyes es un pecado
mortal. No debemos apresurarnos, no debemos impacientarnos. Seguir con
confianza el ritmo externo.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Comentar la parábola, la idea central y los detalles. Aplicarla a la vida.


* Elaborar una lista de cosas y situaciones estropeadas por las prisas (en la
familia, en la escuela, en el trabajo, en el deporte, en la iglesia...).
* Recoger noticias y recortes de cómo trata la sociedad a los niños.

3.464 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Seguridad, aspiraciones, derechos humanos, libertad
TÍTULO: AUTOR:

425. Parábola para tiempos oscuros M.VICENT

Deseaba tener una habitación limpia individual, un armario lleno de ropa, una
cama muy blanca, un lavabo resplandeciente, una mesa con una lámpara de
luz suave. Pero debía matar a alguien.
También soñaba con sentirse amparado por una institución del Estado y vivir
entre camaradas en una residencia de volúmenes modernos donde hubiera
una biblioteca, campos de deporte, una cafetería con barajas y una sala de
televisión que diera a un patio o tal vez a un jardín cubierto de flores de nieve.
Para eso necesitaba un buen cuchillo y el dinero del billete de avión.
Era un sujeto hambriento y desamparado, que en Madrid iba como un perro
por los semáforos con la mano tendida pendiente de la caridad automovilística.
Sabía que si lograba realizar aquella hazaña toda su miseria acabaría de re-
pente. Sólo trataba de recobrar la dignidad. Tampoco exigía demasiado. Pedía
comida, trabajo, tiempo libre, aseo personal, un pequeño espacio para soñar,
algún compañero de fatigas con el que pudiera hablar del pasado, pero ese
paraíso estaba lejos de aquí. Antes tenía que liquidar a un prójimo. Por fin se
decidió a hacerlo.
Este "perro" madrileño primero cometió un atraco logístico a un estanco, sacó
el pasaporte y compró un billete de avión con destino a Suecia. No llevaba
consigo la navaja todavía. La consiguió en el mismo aeropuerto de Estocolmo,
y después de pasar la aduana, puestos ya los pies en una tierra tan amable,
comenzó por acuchillar a un nativo, y no mató a uno, sino a tres, porque sabía
que cuantos más crímenes cometiera, más firme sería su porvenir. Se entregó
enseguida, lo metieron en una cárcel del país y, al instante, allí le fueron
reconocidos sus derechos humanos. Esa noche durmió en una celda con cale-
facción; al día siguiente, tomó varias sopas humeantes; luego le atendió un
psicólogo y, a continuación, inició una vida respetable y deportiva dentro de los
muros; y no le faltaba cada dos semanas aquella mujer que le ofrecía el cuer-
po con un poco de amor durante una hora de visita. Su sueño ya nunca tendría
final.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Escribir una carta a los encarcelados.


* Tratar en grupo: "Causas de la delincuencia y aportar soluciones a vuestro
alcance".
* Elaborar una serie de propuestas para solucionar el problema de la insegu-
ridad ciudadana.
* Describir las causas y consecuencias de la falta de libertad de personas,
grupos, pueblos.

MIS PARÁBOLAS - 3. 465


TEMA:
Valores, equipo, seguridad, sabiduría, educación
TÍTULO: AUTOR:

426. El esclavo y el filósofo Paráb. MUSULMANA

Un pashá cruzaba el mar en su barco cuando se levantó una terrible tormenta.


Uno de sus esclavos persas, quien nunca se había alejado de tierra antes,
empezó a llorar, gemir y gritar con tal terror que nadie lo podía consolar. Al fin
el pashá gritó enojado: "¿No hay nadie a bordo que pueda callar a este cobar-
de?" Un filósofo observó un momento al esclavo y luego llamó a varios mari-
neros. "Tírenlo al agua". Así lo hicieron, y empezó a ahogarse, agitándose
desesperado, y sus gritos eran terribles de escuchar. "Ahora recójanlo", ordenó
el filósofo. El esclavo subió en silencio, sin llantos ni gritos. "¿Cómo explica
usted esto?" A lo cual contestó el hombre sabio: "Antes de sentirse ahogar no
podía apreciar la hermosa seguridad del barco". Para los ángeles del Paraíso,
Purgatorio es Infierno. Pero para los condenados al Infierno, Purgatorio es
Paraíso.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* ¿Cómo reaccionaríais ante el planteamiento de una situación semejante?


* ¿Os habéis sentido alguna vez esclavos? ¿De quién? ¿De qué?
* Aplicar esta parábola a la política, religión, escuela, familia, trabajo, gru-
po...
* Enumerar las diez cosas que más valoráis hoy en vuestra vida.
* Dialogar sobre el tema de la violencia aportando soluciones.

3.466 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Adaptación, rutina, naturaleza, ancianidad
TÍTULO: AUTOR:

427. Si el río cambiara A. LANDOÑO

Allá, abajo del río, vi a un hombre cuyo nombre no importa. Tendría unos 80
años, y su paso era poco firme, temblaban sus manos, sus ojos lloraban y se
reía a solas como si supiera algo muy cómico acerca del resto de la humani-
dad.
En su época era el mejor pescador de la comarca. "Yo los agarro hasta donde
no hay", solía decir. Sabía, coger las carnadas más convenientes para toda
ocasión, conocía la profundidad exacta donde nadaban las diferentes clases de
peces y el tamaño preciso que debía tener el anzuelo.
A poca distancia de la choza donde habitaba el pescador, el río hacía una
vuelta cerrada, y era allí (en aguas profundas y tranquilas) donde le encantaba
sentarse sobre un tronco, que estaba en la orilla, y lanzar su cuerda al agua.
Allí nada más, ningún otro sitio le gustaba.
Pero la naturaleza no respeta las costumbres del hombre. Sucedió que, duran-
te un invierno, hubo una crecida espantosa. Cuando las aguas volvieron a
bajar, el río había abandonado su viejo cauce y se había alejado unos cincuen-
ta metros hacia el oeste, formando un canal completamente nuevo. En el reco-
do, donde nuestro pescador solía coger su presa, ya no quedaba sino un banco
de arena.
Un hombre cuerdo, en su caso, se habría adaptado a las nuevas condiciones y
habría buscado también otro lugar para pescar. No así nuestro pescador. Si
uno quiere tomarse el trabajo de visitar el lugar, puede ver al viejo sentado
sobre el mismo tronco y pescando en el mismo banco de arena.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* ¿Cuál es la idea central de la parábola? Comentar.


* Ilustrar la idea central con noticias periodisticas de la semana.
* ¿A qué os compromete el mensaje de esta parábola?
* ¿Qué situaciones de vuestra vida refleja: personales, grupales, familiares,
sociales, eclesiales?
* Buscar a esta parábola un refrán, una frase original o una frase evangélica.

MIS PARÁBOLAS - 3. 467


TEMA:
Muerte, búsqueda, ceguera, oración, realismo
TÍTULO: AUTOR:

428. La semilla de mostaza Parábola budista

Una mujer joven, habiendo perdido a su primogénito, estaba tan acongojada


que vagaba por las calles, rogando por alguna medicina mágica que le devol-
viera la vida a su hijo. Algunos la veían con lástima, otros se burlaban y la
llamaban loca, pero ninguno lograba consolarla. Un sabio, viendo su desespe-
ración le dijo: "Hay uno solo en todo el mundo que puede realizar este mila-
gro. Es el Uno Perfecto, y reside en la parte alta de la montaña. Ve a él y
pregunta". La joven mujer subió a la montaña, se paró y rogó, "Oh Buda,
devuelve la vida a mi hijo". Y Buda dijo: "Ve a la ciudad, y anda de casa en
casa, y tráeme una semilla de mostaza de una casa en que nadie ha muerto
nunca".
El corazón de la joven mujer estaba esperanzado a medida que bajaba apre-
surada la montaña y entraba en la ciudad. En la primera casa, dijo, "El Buda
me pide que lleve una semilla de mostaza de una casa en que nadie ha muerto
nunca". "En esta casa han muerto muchos", le dijeron. Así que fue a la próxima
y preguntó otra vez. "Es imposible contar los que han muerto aquí", le contes-
taron. Fue a la tercera casa, a la cuarta, a la quinta, y así por toda la ciudad y
no pudo encontrar una sola casa que la muerte no hubiera visitado alguna vez.
Así que la mujer regresó a la cima de la montaña. "¿Has traído la semilla de
mostaza?", le preguntó Buda. "No, le dijo, ni la busca más. Mi pesar me ha
hecho ciega, pensando que sólo yo había sufrido causa de la muerte". "Enton-
ces, ¿por qué has regresado?", le inquirió "Para pedir que me enseñes la
verdad". A esto Buda le dijo:
"En todo el mundo del hombre, en todo el mundo de los dioses, esto sólo es la
ley: Todas las cosas son perecederas".

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* ¿Qué opináis del dolor? ¿Cómo lo vive la gente? ¿Cuáles son las cosas por
las que más sufre la gente?
* Escribir una carta a la mujer joven de la parábola, dándole consejos para
que acepte las desgracias con fortaleza cristiana.
* Dialogar del tema de la muerte como liberadora de todos los males.
* Hacer una lista de razones o situaciones por las que estéis dispuestos a
luchar o a morir.

3.468 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Amor, generosidad, comprensión, justicia.
TÍTULO: AUTOR:

429. Los dos hermanos A. de Mello

Dos hermanos, uno soltero y otro casado, poseían una granja cuyo fértil suelo
producía abundante grano, que los dos hermanos se repartían a partes igua-
les.
Al principio todo iba perfectamente. Pero llegó un momento en el que el her-
mano casado empezó a despertarse sobresaltado todas las noches, pensando:
"No es justo. Mi hermano no está casado y se lleva la mitad de la cosecha; pero
yo tengo mujer y cinco hijos, de modo que, en mi ancianidad, tendré todo
cuanto necesite. ¿Quién cuidará de mi pobre hermano cuando sea viejo?
Necesita ahorrar para el futuro mucho más de lo que actualmente ahorra,
porque su necesidad es, evidentemente, mayor que mía".
Entonces se levantaba de la cama, acudía sigilosamente a donde residía su
hermano y vertía en el granero de éste un saco de grano.
También el hermano soltero comenzó a despertarse por las noches y a decirse
a sí mismo: "Esto es una injusticia. Mi hermano tiene mujer y cinco hijos y se
lleva la mitad de la cosecha; pero yo no tengo que mantener a nadie más que
a mí mismo. ¿Es justo, acaso que mi pobre hermano, cuya necesidad es mayor
que la mía, reciba lo mismo que yo?".
Entonces se levantaba de la cama y llevaba un saco de grano al granero de su
hermano.
Un día, se levantaron de la cama al mismo tiempo y tropezaron uno con otro,
cada cual con un saco de grano a la espalda.
Muchos años más tarde, cuando ya habían muerto los dos, el hecho se divulgó.
Y cuando los ciudadanos decidieron erigir un templo, escogieron para ello el
lugar en el que ambos hermanos se habían encontrado, porque no creían que
hubiera en toda la ciudad un lugar más santo que aquél.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Analizar la propia conducta a la luz de esta parábola.


* Buscar en la vida situaciones parecidas u opuestas a las que se dan en la
parábola.
* Inventar un decálogo de la generosidad.
* La justicia y la generosidad: ¿son dos virtudes complementarias o contradic-
torias? Dialogar.

MIS PARÁBOLAS - 3. 469


TEMA: Educación, rutina, derecho, deber, dignidad.
TÍTULO: AUTOR:
430. El cuento de la rana CAIVANO y TONUCI

La maestra entra en el aula y se encuentra un fenomenal jaleo: todos corren y


gritan tratando de cazar una rana que se le ha escapado a Juanito. Portazo,
carreras, agitación. Finalmente se hace el silencio. La maestra sube a la tari-
ma. Está muy enfadada. Muchísimo. Con un dedo tembloroso señala a Juanito.
-Tú, sal afuera y tira esa porquería de bicho. Deprisa... ¡y no se te ocurra traer
animales a clase!
Juanito abandona el aula con su rana verde metida en un tarro de cristal.
Ambos, la rana y el niño, están avergonzados y tienen los ojos húmedos y
saltones. Más la rana que el niño. ¡Cómo está la seño! Un latido de espanto
recorre la clase, todos los niños miran fijamente el tintero de porcelana que
hay a la derecha del pupitre. Se oye el zumbido impertinente de una mosca
preveraniega. La maestra suspira, se ajusta las gruesas gafas y clama seca-
mente.
- Abrid el libro de Naturales (pausa). Página 48 (pausa). ¿Ya está? (pausa más
larga). Hoy vamos a estudiar los batracios.
En el aula se oye un frufrú de páginas y algún crujido de madera vieja.
- Tú, Maruja, ¡sí, tú! Página 49. Definición. Lee.
Como un resorte salta Maruja junto al pupitre. Toma el texto y lee silabeando y
sin apenas respirar:
- Animal de sangre fría que tiene respiración bronquial. Bratracios...
- No. No. Bra, bra, bra...
- Sí. Batracios son anima...
- No. Branquiales. Be, erre, a...
- Sí. Bronquiáceos, batriales, son animales anfibios, así los a-a-anuros y las ra-
esto-las ra-nas y los sapos.
La maestra suspira, parece más tranquila.
- Ahora ya sabéis lo que es un batracio. ¡A ver!...
Justo en ese momento llaman a la puerta y entra, modoso y compungido,
Juanito. En la mano lleva su tarro de vidrio clamorosamente vacío.
- Siéntate. ¡A ver Juanito! ¿Qué es un bratacio, digo Ba- tra-cio?
El rostro de Juanito muestra una profundísima concentración. Está tratando de
recordar. Sabe positivamente que, en algún lugar de su traidora memoria,
debe estar esa maldita definición de "bratacio". Debe ser algo de geometría
que se dio ayer.

¿Un triángulo "bratacio"? ¿O es lo de la hipótesis Tenusa?...


Clama la voz de la seño:
. ¿Lo veis? ¡Si, en vez de jugar con esos animales en clase, estuvieras atento!...
¡Maruja, díselo tú qué es un batracio! ¡Distraído, eso eres!

3.470 - MIS PARÁBOLAS


Con voz de definición, Maruja cuenta:
- Un batracio es un branquio anfibio que enfría la sangre -respira, y añade: -
Una rana.
El pote de vidrio se hizo añicos al caer al suelo.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Comentar situaciones a lo expresado en esta narración


* Elaborar un decálogo de las cualidades que debe tener un buen educador.
* Enumerar cuáles creéis que deben ser los derechos mínimos de las perso-
nas. Confrontar con los derechos humanos oficiales.
* En vuestra vida cotidiana, ¿cuándo no soléis tener en cuenta los derechos
de los demás?

MIS PARÁBOLAS - 3. 471


TEMA:
Alegría, amistad, liberación, profesión .
TÍTULO: AUTOR:

431. Tres albañiles A. Francia

Un día quise ver a mis tres amigos, unos que trabajan en una obra de construc-
ción, cerca de mi casa. Hacía mucho que no los veía, ¿qué era de sus vidas?
Casi a la entrada, en una postura de comodidad, me encuentro al primero.
"Hombre, qué alegría verte", le dije mientras le daba un fuerte abrazo. "¿Cómo
te van las cosas?" -"Aquí, trabajando y sudando como un negro, ya me ves.
Como un idiota, esperando largarme cuanto antes".
Doy tan sólo unos pasos y allí en un andamio, a escasos metros del suelo,
encuentro a otro viejo amigo. "Por fin te veo, ¡cuidado que hace tiempo! ¿Cómo
te va todo esto?" -"Pues hombre, ya ves. Las vueltas que da la vida. Hay que
hacer algo, ¿no? Hay que ganarse el pan y mirar por los hijos. Es ley de vida",
me dijo.
Levanto la vista y, allá arriba, en una postura de difícil equilibrio, veo a mi otro
amigo. Sintió una enorme alegría al verme y, con una gran sonrisa y una voz
potente, me preguntó cómo me iba, cuándo nos veríamos más detenidamente.
Y, para terminar, me dijo: "Aquí estoy haciendo una escuela bonita, bonita, ya
verás qué escuela".

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* ¿Con cuál de los tres albañiles os identificáis? ¿Por qué?


* Comparar esta situación con alguna de vuestra vida en familia, calle, traba-
jo...
* ¿Qué les diríais a cada uno de los personajes?
* ¿Cuál de los tres personajes os parece más real, más objetivo?
* Realizar un debate sobre el trabajo. ¿Cuándo es gratificante y cuándo pue-
de ser alienante?

3.472 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Marginación, pobreza, servicio, amor, solidaridad.
TÍTULO: AUTOR:

432 El club del refugio J.David

Era una costa peligrosa. Golpeada por el oleaje y los grandes huracanes. La
costa había sido testigo de innumerables naufragios. La fama de la zona era
reconocida por todo el mundo. Los capitanes de los grandes barcos procura-
ban no pasar cerca de esa costa por el peligro de naufragio. Sin embargo,
cada año, varios barcos se hundían en las rocas y arrecifes por esos lugares.
Los que vivían en esa parte, siendo misericordiosos, decidieron establecer un
pequeño rancho sencillo en la costa, con un equipo de salvavidas. Hicieron
campañas, año tras año, para recoger fondos y así poder sostener el humilde
refugio. El equipo de salvavidas se volvió experto con mucha práctica y el
número de personas perdidas iba disminuyendo.
La fama del pequeño refugio creció y varios ricos de buena voluntad dejaron
en herencia dinero para mantenerlo. Al final, se notó que los fondos del refu-
gio eran muchos. Fue necesario nombrar un tesorero y comité para controlar
bien el dinero. Así lo hicieron.
Un día, un barco de primera categoría -con pasajeros ricos- se hundió cerca
del refugio. Los salvavidas salieron con sus lanchas para salvar a los pasajeros.
Cuando los llevaron al refugio, tenían vergüenza de las condiciones tan pobres
del lugar. En la próxima reunión del comité pro mantenimiento, decidieron
mejorar las condiciones del refugio para poder servir mejor a los pobres náu-
fragos. A la vez, tomaron la decisión de dar sueldos a los salvavidas (que antes
eran voluntarios) para poder servir mejor a esos mismos náufragos. Se creó
un "comité pro mejoramiento del refugio". Ellos resolvieron conseguir un deco-
rado interior para hacer el refugio más presentable y poder recibir mejor a.
los pobres náufragos. El decorador hizo bien su trabajo y el edificio resultó
muy bello.
La fama del refugio iba creciendo. Mientras tanto, muchas personas pidieron
ser miembros del equipo salvavidas aunque fuera como miembros honorarios.
Contribuyeron ellos con fondos propios para mantener el lugar. Uno de ellos
hizo una bandera especial para el refugio y otro -con mucha iniciativa creado-
ra- sugirió un lema y un cambio de nombre del refugio, así como un regla-
mento específico. Así, la institución pasó a llamarse "El Club del Refugio".
El comité hizo un libro especial, reuniendo todos los reglamentos y las tradicio-
nes más importantes para los miembros. Fue igualmente organizado un rito de
iniciación para admisión de los nuevos miembros del Club.
La fama de "El Club del Refugio" creció aún más. En el sitio se ubicó un gran
restaurante para atender a los socios. Progresivamente aparecieron canchas
de tenis, salones de fiestas, etc.
Un día, durante la reunión-almuerzo de los miembros-, ocurrió un naufragio.
El equipo de salvavidas salió para salvar a las víctimas. Cuando llegaron, esta-

MIS PARÁBOLAS - 3. 473


ban mojados, sucios. Entre los náufragos había blancos, negros, amarillos -
gente de toda clase- porque la nave que se había hundido era un barco que
llevaba trabajadores pobres que buscaban trabajo en otra parte. Al ver a las
víctimas, la dirección del Club del Refugio se reunió en asamblea de urgencia
y proporcionó el garaje para alojamiento de los náufragos, por un corto perío-
do, ya que el sitio sería pronto usado para recibir a los invitados a las fiestas
nocturnas del Club.
Esa noche, en una sesión extraordinaria, se decidió que si algunos miembros
querían hacer entrar tales tipos en el Refugio, sería mejor construir un peque-
ño rancho sencillo más allá de la costa, para salvar náufragos futuros.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Analizar, revisar y observar entre los valores que presenta el valor que se da
al tener, al dinero... y a la pobreza. Sacar conclusiones.
* Buscar maneras posibles de sensibilizarnos y de sensibilizar a otros sobre el
reparto justo de los bienes.
* ¿Qué importancia tiene para vosotros el dinero? ¿Podríais hablar de esclavi-
tud por el dinero, el tener y el consumo?
* ¿Qué rasgos tiene una persona servicial?

3.474 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Amor, realidad, comunicación.
TÍTULO: AUTOR:

433. El amante perdido A. de Mello

Un amante estuvo durante meses pretendiendo a su amada sin éxito, sufriendo


el atroz padecimiento de verse rechazado. Al fin su amada cedió: "Acude a tal
lugar a tal hora", le dijo. Y allí, a la hora fijada, al fin se encontró el amante
junto a su amada.
Entonces metió la mano en su bolso y sacó un fajo de cartas de amor que había
escrito durante los últimos meses. Eran cartas apasionadas en las que expresa-
ba su amor y la unión con ella. Y se puso a leérselas a su amada. Pasaron las
horas y él seguía leyendo.
Por fin dijo la mujer: "¿Qué clase de estúpido eres? Todas esas cartas hablan
de mí y del deseo que tienes de mí. Pues bien, ahora me tienes junto a ti y no
haces más que leer tus estúpidas cartas.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* ¿Cómo reaccionaría yo o el grupo ante una situación parecida?


* Aplicar este hecho a situaciones concretas de la vida real.
* Hablar en grupo sobre el noviazgo y/o el amor.
* Recopilar poemas que traten del amor conyugal.

MIS PARÁBOLAS - 3. 475


TEMA:
Desgracia, solidaridad, bondad, sabiduría, dolor.
TÍTULO: AUTOR:

434. Compartir el dolor del prójimo Saadi

El hambre desolaba la ciudad de Damasco... Ninguna lluvia caía del cielo


sobre la seca tierra, los árboles se morían en los vergeles, las fuentes se ago-
taban, los bosques ya no tenían ni hojas ni frutos, las colinas estaban sin verdu-
ra y sin pájaros y los hombres se veían, por lo tanto, obligados a comer langos-
tas.
En medio de esta general desolación, hallé a uno de mis amigos, gran perso-
naje, lleno de honores y poseedor de una fortuna inmensa.
Sin embargo, ya no conservaba más que los huesos y la piel, por lo que hube
de manifestarle mi sorpresa: "¿Qué accidente -le dije- te ha puesto en un
estado tan lamentable?"
Y me respondió encolerizado:
- "¿No ves qué azote destruye la comarca? La miseria ha llegado a su apogeo;
el cielo no deja caer la lluvia y la queja de los hombres no puede subir hasta el
cielo".
Yo le contesté:
-"¿Por qué te apuras? Tú eres rico y no puedes, como los demás, morir en la
miseria. La cerceta no se preocupa de la inundación".
Mi amigo me dirigió entonces una mirada de lástima semejante a la que se
dirige a los ignorantes.
- "El hombre de corazón -me dijo- no permanece en la orilla cuando sus
compañeros son arrastrados por la corriente; no es el hambre lo que hunde
mis mejillas y da a mi frente el color del marfil: es la angustia por aquellos a
quienes la miseria consume. El sabio teme más el sufrimiento de los demás
qué el suyo propio y el hombre bueno debe siempre compartir el dolor de su
prójimo. Cuando contemplo a mi alrededor a tantos desgraciados que perecen
de hambre y de sed, tengo horror a los alimentos como se tiene horror al
veneno.
Un jardín lleno de luz y de pájaros pierde todo su encanto, al pensar en el
amigo que gime en una prisión húmeda y negra".

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* ¿Cómo reaccionaríais en una situación semejante a la planteada en la pará-


bola?
* Planificar en grupo una campaña de solidaridad.
* Exponer casos o situaciones de miseria. Estudiar las causas y aportar solu-
ciones.
* ¿Tendría que cambiar Cristo esta parábola para presentarla como mensaje
suyo? ¿Cómo actuaría Cristo?

3.476 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Libertad, educación, ceguera, amistad.
TÍTULO: AUTOR:

435. El gorrión del aula-jaula A. Francia

Escribía un día sobre los pajarillos, sobre su libertad envidiable, su vitalidad, su


astucia, su alegría... Me levanté de la máquina para descansar un poco. Me
asomé a la sala de al lado. Un gorrión estaba prisionero en aquella inmensa
aula-jaula. ¿Cómo había entrado? Misterio. Poco importa, me dije, por qué
está aquí, lo que interesa es liberarlo.
El pobre, cuando sintió mi presencia, se debatía, se agitaba, emprendía el
vuelo, se estrellaba contra los amplios ventanales. Sufría yo con él por su falta
de libertad y sus continuos, sus fortísimos golpes, cada uno de los cuales me
parecía mortal. Luché por recogerlo. Le hablaba amistosamente. No lo conse-
guía. Cuanto más me acercaba, más rápidamente levantaba el vuelo y con
mayor fuerza se estrellaba contra las ventanas. Se me ocurrió abrir varios
ventanales. Inútil. Ofuscado, atontolinado por los golpes, como ciego y torpe,
no sólo no comprendía mis buenas intenciones, sino que ni siquiera veía la
puerta de la verdadera libertad. Desconocía, no descubría la libertad real de lo
aparente. Creí que cualquier intento era el último, tal era la fuerza de su
ofuscamiento. Por fin, pude cogerlo. No quise ni siquiera dedicar unos segun-
dos para acariciarlo, sólo deseaba su libertad, me parecía urgente devolvérse-
la. Voló con viveza y agilidad como si nada hubiera pasado...
Pensé: ¿qué mensaje llevaría? ¿Qué recuerdo tendría de mí? ¿Como un mons-
truo sin entrañas, cazador y torturador? ¿Habrá salido de su inconsciencia y
obcecación? ¿Habrá aprendido a distinguir el bien del mal, a los amigos de los
enemigos, la realidad de los espejismos? ¿Seré capaz de soportar muchas
veces que no se valoren mis buenas intenciones y mi esfuerzo de liberación? Y
yo ¿busco o acepto los márgenes de libertad de mi aula-jaula? ¿Arriesgaré
incluso la vida por la libertad? ¿Las ansias de libertad me cegarán tanto que la
busque, hasta destruirme, por caminos que no son los buenos? ¿No será posi-
ble que quienes considero enemigos me aporten libertad?

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Responder a cada una de las preguntas de la parábola. Comentar en grupo.


* Aplicar el contenido de la parábola al campo de la educación, dando deta-
lles.
* Enumerar los medios de liberación con que contamos (liberación de la per-
sona humana) y uso que hacemos.
* ¿Conocéis personas verdaderamente libres? ¿Cómo son y cómo actúan?
Causas. Consecuencias.

MIS PARÁBOLAS - 3. 477


TEMA: Amor, responsabilidad, amistad, esperanza, felicidad.
TÍTULO: AUTOR:
436. El Principito y el zorro Saint-Exupery

Entonces apareció el zorro.


-Buenos días- dijo el zorro.
-Buenos días- respondió cortésmente el Principito, que se dio vuelta, pero no
vio nada.
-Estoy acá- dijo la voz bajo el manzano...
-¿Quién eres?- dijo el Principito. -Eres muy lindo...
-Soy un zorro- dijo el zorro.
-Ven a jugar conmigo- le propuso el Principito. -¡Estoy tan triste!...
-No puedo jugar contigo- dijo el zorro. No estoy domesticado.
-¿Qué significa "domesticar"?- dijo el Principito.
-Es una cosa demasiado olvidada- dijo el zorro. -Significa "crear lazos".
-¿Crear lazos?
-Sí -dijo el zorro-. Para mí, no eres todavía más que un muchachito semejante
a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy
para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas,
mi vida se llenará de sol y tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí
único en el mundo. Seré para ti único en el mundo...
El zorro calló y miró largo tiempo al Principito:
-Empiezo a comprender- dijo el Principito. -Hay una flor... Creo que me ha
domesticado...
El zorro calló y miró largo tiempo al Principito:
-¡Por favor... domestícame!- dijo.
-Bien lo quisiera- respondió el Principito-, pero no tengo mucho tiempo. Tengo
que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
-Sólo se conocen las cosas que se domestican- dijo el zorro-. Los hombres ya
no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a los mercaderes.
Pero como no existen mercaderes de amigos, los hombres ya no tienen ami-
gos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!
-¿Qué hay que hacer?, dijo el Principito.
-Hay que ser muy paciente-, respondió el zorro. Te sentarás al principio un
poco lejos de mí, así, en la hierba. Te miraré de reojo y no dirás nada. Pero,
cada día, podrás sentarte un poco más cerca...
Al día siguiente, volvió el Principito.
-Hubiese sido mejor venir a la misma hora- dijo el zorro. Si vienes, por ejem-
plo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres. Cuanto más
avance la hora, más feliz me sentiré. Pero si vienes a cualquier hora, nunca
sabré a qué hora preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.
-¿Qué es un rito?, dijo el Principito.
-Es también algo demasiado olvidado, dijo el zorro. Es lo que hace que un día

3.478 - MIS PARÁBOLAS


sea diferente de los otros días: una hora, de las otras horas...
El Principito se fue a ver nuevamente a las rosas:
-No sois en absoluto parecidas a mi rosa: no sois nada aún- les dijo. Nadie os
ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Sois como era mi zorro. No
era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y
ahora es único en el mundo.
Y las rosas se sintieron muy molestas.
-Sois bellas, pero estáis vacías- les dijo todavía. No se puede morir por voso-
tras. Sin duda un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella
sola es más importante que todas vosotras. Puesto que es ella la rosa a quien
escuché quejarse, o alabarse, o aun, algunas veces, callarse. Puesto que ella
es mi rosa.
Y volvió hacia el zorro:
-Adiós, dijo.
-Adiós, dijo el zorro. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con
el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
-Lo esencial es invisible a los ojos, repitió el Principito, a fin de acordarse.
-El tiempo que tú dedicaste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.
-El tiempo que perdí por mi rosa..., dijo el Principito, a fin de acordarse.
-Los hombres han olvidado esta verdad, dijo el zorro. Pero tú no debes olvidar-
la. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsa-
ble de tu rosa...
-Soy responsable de mi rosa..., repitió el Principito, a fin de acordarse.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* El Principito habla de la construcción del amor. ¿Creéis que son apropiadas


las características descritas para formar un amor responsable? ¿Por qué?
¿Cuáles añadiríais?
* ¿Se puede decir que "educar con amor" es un arte? ¿Por qué?
* Preparar un decálogo para "educar con amor".
* Aplicar esta parábola a la amistad entre dos personas. Buscar paralelismos.
* Desde la experiencia, una pareja habla con detalle de los elementos psico-
lógicos del amor o de la amistad. Al final, dialogar.
* "Sois responsables de..." Elaborar una lista de personas, situaciones o cosas
sobre las que vosotros sois responsables.
* A veces no sólo vivís momentos, sino situaciones de felicidad, y decís "qué
feliz soy". ¿Cuándo? ¿Por qué? ¿Qué síntomas tenéis? ¿Qué conclusiones
sacáis?

MIS PARÁBOLAS - 3. 479


TEMA:
Amor, ayuda, superación, fe, vida.
TÍTULO: AUTOR:

437. En casa de una prima A. FRANCIA

Sudores costó a la pobre mujer... salvar a su prima.


¡Hechos tan corrientes como tener un hijo de padre que huye!
Allí quedó Isabel destrozada, sin atreverse a decirlo a sus padres, sin poder
contarlo a los amigos. Ella estuvo rumiando la desgracia que, en otras circuns-
tancias, le hubiera parecido insoportable.
Dígase lo que se diga, feminista o no, en sociedad permisiva o no, tener un hijo
en esas circunstancias es una tragedia. Pocos te entienden. Nadie te ayuda. A
lo más te dan consejos.
Todo se le puso fatal. Venció la tentación: no queda más que eliminar al hijo,
abortar ¡vamos!, para salvarse de la vergüenza, de los traumas, de la pobre-
za.
¿Cómo le llegó la noticia a Mary, su prima? Nadie lo sabe, pero inmediata-
mente se pone en camino y, en un santiamén, se planta en la casa de su prima.
Que si eres tonta, que no sabes lo que vas a hacer, que el niño que nace puede
ser premio Nobel, que un hijo es motivo suficiente para llenar la vida de mu-
chas mujeres y cuántas querrían tenerlo... ¡Mil cosas le dijo! Hasta le contó que
ella también estaba embarazada, que lo pasaba mal y que... lo pasó fatal,
pues su Pepe sospechó... ¡fíjate sospechar de ella!...
- No seas tonta, pecados tiene todo el mundo y más gordos, eso de madre
soltera, mujer de la vida y otras cosas que se achacan son condenas injustas en
el momento y más si señalan para toda la vida... A menudo condenan los que
tienen pecados mucho más graves...
Le habló con tal convicción que la buena de Isabel le dijo: "Mira, si hasta mi
niño da saltos de alegría dentro. Casi tú eres su mamá, porque yo... hubiera
abortado. ¡Menos mal que has venido! Qué suerte, Mary, verte tan contenta,
tan saludable, tan buena. A ver si nos vemos y ayudamos. ¡Qué bien si nues-
tros niños se crían juntos y se ayudan en la vida! ¡Que Dios te acompañe, Mary,
eres un cielo!".

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* ¿Cómo transformaríais este texto para que se parezca más al Evangelio?


* Comentar situaciones adversas que hayáis vivido y que, gracias a la ayuda
que os han prestado, las habéis superado.
* Tratar en grupo el tema: "Estar por la vida es estar contra toda forma de
matar".
* Escribir todo aquello con lo que no estáis de acuerdo en vuestro entorno.
¿Por qué no estáis de acuerdo?

3.480 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Amor, convivencia.
TÍTULO: AUTOR:

438. Dientes de león A. de


Mello

Un hombre, que se sentía orgullosísimo del césped de su jardín, se encontró un


buen día con que, en dicho césped, crecía una gran cantidad de "dientes de
león". Y aunque trató por todos los medios de librarse de ellos, no pudo impe-
dir que se convirtieran en una auténtica plaga.
Al fin escribió al Ministro de Agricultura, refiriendo todos los intentos que había
hecho, y concluía la carta preguntando: "¿Qué puedo hacer?".
Al poco tiempo llegó la respuesta: "Le sugerimos que aprenda a amarlos".

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Hacer un pequeño cuestionario colectivo y responderlo.


* Sacar tres conclusiones por grupos y ponerlas en un cartel.
* Analizar las canciones de amor del momento. Contrastarlas con el Evange-
lio.
* En vuestro grupo, ¿aceptáis a todos como son? ¿Os relacionáis sólo con
aquellos que alaban vuestras actuaciones? ¿Por qué?

MIS PARÁBOLAS - 3. 481


TEMA:
Amor, felicidad, generosidad, sacrificio.
TÍTULO: AUTOR:

439. Para el otro... ¡lo mejor! Popular

Era un matrimonio pobre. Ella hilaba a la puerta de su choza pensando en su


marido. Todo el que pasaba se quedaba prendado de la belleza de su cabello
negro, largo como hebras brillantes salidas de su rueca.
El iba cada día al mercado con algunas frutas. A la sombra de un árbol, se
sentaba a esperar, sujetando entre los dientes su pipa vacía. No llegaba el
dinero para comprar un pellizco de tabaco.
Se acercaba el día del aniversario de la boda y ella no cesaba de preguntarse
qué podría regalar a su marido. Y, además, ¿con qué dinero? Una idea cruzó
su mente. Sintió un escalofrío al pensarlo, pero, al decidirse, todo su cuerpo se
estremeció de gozo; vendería su pelo para comprarle tabaco.
Ya imaginaba a su hombre en la plaza, sentado ante sus frutas, dando largas
bocanadas a su pipa: aromas de incienso y de jazmín darían al dueño del
puestecillo la solemnidad y prestigio de un verdadero comerciante.
Sólo obtuvo por su pelo unas cuantas monedas, pero eligió con cuidado el más
fino estuche de tabaco. El perfume de las hojas arrugadas compensaba larga-
mente el sacrificio de su pelo.
Al llegar la tarde, regresó el marido. Venía cantando por el camino. Traía en
su mano un pequeño envoltorio: eran unos peines para su mujer, que acababa
de comprar tras vender su vieja pipa... Abrazados, rieron hasta el amanecer.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Comparar este hecho con el amor que se suele dar en vuestro entorno.
* Elaborar el decálogo de la "verdadera felicidad".
* ¿Qué podéis aportar cada uno al grupo, a los amigos, a la familia para
hacerles más felices?
* Comentar situaciones en las que vosotros no os hayáis comportado de for-
ma tan generosa, como las personas del relato, y explicar qué podríais
haber hecho.

3.482 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Egoísmo, críticas, generosidad, servicio, ideales
TÍTULO: AUTOR:

440. La oveja negra de la familia A. FRANCIA

Había un río caudaloso y bello como pocos. Los árboles creyeron que era un
bonito lugar para colocarse en los alrededores; por ello se reunieron y deci-
dieron situarse cada uno donde quisiera, eso sí, lejitos de las aguas.
Unos prefirieron estar juntos, otros solitarios, aquellos junto a unas rocas, éstos
en la explanada. Había espacio para todos. Ninguno explicó su elección.
Cuando ya cada cual estaba en su sitio, echaron una ojeada para ver a los
otros, y... todos se dieron cuenta de que había uno en un lugar peligroso.
Estaba a tres metros del río, un poco inclinado hacia él; y con las raíces no muy
sólidamente agarradas a la tierra, pues había también rocas y piedras.
Los otros, al ver la peligrosidad del lugar, no pudieron menos de gritarle:
- Quítate de ahí, le dice uno, un pequeño corrimiento de tierra, y no lo cuen-
tas.
- ¿A dónde vas tú con esas raíces? No aguantas ni dos meses.
- Oye, novato, ¿qué te crees, que por estar cerca del agua, vas a crecer más?
El agua va a ser tu perdición, ya verás.
- Ahí, un vendaval, por pequeño que sea, te lleva por delante.
- O un niño que se siente en tus ramas, y caes al agua.
Mil razones le dieron, pero no lo convencieron y no hizo caso. Y, cuando
acabaron de decirle cosas, él también empezó a decir lo que pensaba sobre
cada uno:
- ¿Por qué os ponéis juntos? ¿Es que no sois maduros?
- Como hagan un camino por ahí, veréis dónde vais a parar.
- Cualquier día hay fuego y no tenéis defensa.
- Tú no has pensado en los excursionistas... ¡Qué mal lo vas a pasar"
- Vosotros muy fuertes y creciditos, pero, como necesiten leña para calentarse
o vigas o tablas para la construcción, ya os veo en el suelo.
Cuando terminaron sus argumentaciones, uno miró allá y no pudo contenerse,
lanzó un grito señalando con el dedo a aquel chiquitajo, que nadie había visto,
entretenidos en lo suyo como estaban. Aquello era el colmo: a sólo un metro
del río, además inclinado hacia él y con algunas raíces al aire... "Quítate de
ahí", gritaron todos al unísono con una fuerza increíble, y sin esperar más,
nuevamente gritaron todos: "¡Inmediatamente!" En seguida le cayó una lluvia
de insultos: "Eres un irresponsable", "Imprudente", "Te las quieres dar de listo",
"Mira el original", "Se cree que tiene más personalidad", "No eres más que un
adolescente", "Cuatro ramuchas que tienes y tanto quieres lucirlas"...
Al ver que no hacía caso, comenzaron a reírse de él, a hacer chistes cada vez
más humillantes... El pobrecito no podía decir ni palabra. Todos contra él, lo
tenían acorralado. Demasiados y graves insultos para tanta debilidad...
Apenas pudo, compungido y con la voz temblorosa, les dijo como pidiendo

MIS PARÁBOLAS - 3. 483


perdón: "Yo he visto que cada cual se colocaba donde mejor le parecía. Yo me
quise poner aquí porque me dije:
- "Aquí doy elegancia al río y al paisaje. Quién sabe si alguno en peligro de
ahogarse puede agarrarse a una rama. Si sirvo para hacer leña o hacer algu-
na herramienta, pues estupendo. Y si vienen niños a subirse y divertirse, o
turistas a sacarse fotos, o pájaros a pararse cerca de las aguas, también estu-
pendo. Si..."
No lo dejaron seguir. Todos empezaron a gritar: "¡Estás como una regadera.
Necesitas psiquíatra. Dejémoslo, que se fastidie. Ya aprenderá con los años.
Otro idealista utópico...!" Una carcajada imponente resonó en todos aquellos
contornos. Avergonzado, no se atrevió a mirar a los compañeros, y se puso a
mirar al río, y, ¡oh maravilla!, el río agradecido le devolvió su linda imagen y le
regaló el espejo de sus aguas.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Antes de emprender una acción, ¿acostumbráis a sopesar los pros y los


contras? ¿Buscáis sólo vuestro bien o ponéis en primer lugar el bien de los
demás?
* Aplicar esta parábola a la clase, a la familia, a la política, a la religión, al
grupo...etc.
* Poner en forma de narración de algo semejante que os haya sucedido en la
realidad.

3.484 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Responsabilidad, naturaleza.
TÍTULO: AUTOR:

441. La historia de un día Change in World

Una vez, a media noche, los hombres tuvieron el mundo a su disposición.


Durante mucho tiempo, habida cuenta de lo que sabemos, permanecieron
muy tranquilos: durante la mañana y la tarde de ese día se limitaron a vaga-
bundear en pequeños grupos, a cazar animales con lanzas y flechas, a refu-
giarse en cavernas y a vestirse con pieles. Hacia las seis de la tarde, empeza-
ron a aprender algo sobre semillas y agricultura, sobre el pastoreo y cosas
semejantes. Hacia las siete y media, se habían establecido en grandes ciuda-
des, especialmente en Egipto y la India y en los países comprendidos entre
estas dos naciones.
Después llegó Moisés, que partió a la búsqueda de la tierra prometida, a las
nueve menos cuarto. Tras él vinieron Buda en la India, Sócrates en Grecia y
Confucio en China, que se reunieron y se fueron todos juntos, aunque sin
llegar a conocerse, hacia las diez y diez. En torno a las diez y media, apareció
Cristo, algo después de la Gran Muralla China y de Julio César. A las once fue
el movimiento de Mahoma.
Hacia las once y media surgieron las primeras grandes ciudades en Europa del
Norte. A partir de las doce menos cuarto los hombres salieron de estas gran-
des ciudades y saquearon el resto del mundo por doquier. Primero expoliaron
América del Norte y del Sur, luego la India y, finalmente, cuando solo faltaban
cuatro minutos para media noche, le llegó el turno a África.
Dos minutos antes de medianoche se desencadenó una gran guerra entre
ellos, a la que siguió otra semejante sólo cincuenta segundos después.
En el último minuto del día, esos hombres del Norte de Europa fueron expulsa-
dos de la India, de África y de muchos otros países, pero no de Norteamérica,
donde se habían instalado de forma estable. En ese último minuto, además,
inventaron las armas nucleares, desembarcaron en la Luna, fueron responsa-
bles de doblar prácticamente la población mundial y consumieron más petró-
leo y metales de los que se habían utilizado en las precedentes veintitrés horas
y cincuenta y nueve minutos.
Volvía a ser medianoche, el inicio de un nuevo día.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Comparar lo que vivimos en un día con lo que figura en el texto.


* ¿Cuánto de vuestro tiempo libre dedicáis a trabajar desinteresadamente por
los demás?
* Leer el texto con la "Sinfonía del Nuevo Mundo" de Anton Dvorak como
música de fondo. Luego, comunicar ideas y sentimientos.
* Seleccionar poemas que traten del tiempo.

MIS PARÁBOLAS - 3. 485


TEMA: Sociedad justa, peligro, defensa, consejo.
TÍTULO: AUTOR:
442. En la ribera del Oka TOLSTOI

En la ribera del Oka vivían felices numerosos campesinos; la tierra no era


fértil, pero, labrada con tesón, producía lo necesario para vivir con holgura y
aun para guardar algo de reserva.
Iván, uno de los labradores, estuvo una vez en la feria de Tula y compró una
hermosísima pareja de perros sabuesos para que cuidaran su casa. Los ani-
malitos, al poco tiempo, se hicieron conocidos en todos los campos de la vega
del Oka por sus continuas correrías en las que ocasionaban destrozos en los
sembrados, y las ovejas y los terneros no solían quedar bien parados. Nicolás,
vecino de Iván, en la primera feria de Tula compró otra pareja de perros para
que le defendieran su casa, sus campos y sus tierras.
Pero, a la vez que cada campesino -para estar mejor defendido- aumentaba el
número de perros, éstos se hacían más exigentes. Ya no se contentaban con los
huesos y demás sobras de la casa, sino que había que reservarles los mejores
trozos de las matanzas y hubo que construirles recintos cubiertos y dedicar más
tiempo a su cuidado.
Al principio, los nuevos guardianes riñeron con los antiguos, pero pronto se
hicieron amigos y los cuatro hicieron juntos las correrías. Los otros vecinos,
cuando vieron aumentar el peligro, se proporcionaron también sabuesos y así,
al cabo de pocos años, cada labrador era dueño de una jauría de 10 ó 15
perros. Apenas oscurecía, al más leve ruido, los sabuesos corrían furiosos y
con estrépito tal que parecía que un ejército de bandidos fuera a asaltar la
casa. Los amos, asustados, atrancaban bien sus puertas y decían:
- "Dios mío, qué sería de nosotros sin esos valientes sabuesos que
abnegadamente defienden nuestras casas".
Entre tanto, la miseria se había asentado en la aldea; los niños, cubiertos de
harapos, palidecían de frío y de hambre, y los hombres, por más que trabaja-
ban de la mañana a la noche, no conseguían arrancar del suelo el sustento
necesario para su familia. Un día se quejaban de su suerte ante el hombre más
viejo y sabio del lugar y, como culpaban de ella al cielo, el anciano les dijo:
- "La culpa la tenéis vosotros: os lamentáis de que en vuestra casa falta el pan
para vuestros hijos que languidecen delgados y descoloridos, y veo que todos
mantenéis docenas de perros gordos y lustrosos".
- "Son los defensores de nuestros hogares" exclamaron los labradores.
- "¿Los defensores? ¿De quién os defienden?"
- "Señor, si no fuera por ellos, los perros extraños acabarían con nuestros
ganados y hasta con nosotros mismos".
- "¡Ciegos, ciegos! -dijo el anciano-. ¿No comprendéis que los perros os de-
fienden a cada uno de vosotros de los perros de los demás, y que si nadie
tuviera perros, no necesitaríais defensores que se comen todo el pan que de-

3.486 - MIS PARÁBOLAS


biera alimentar a vuestros hijos? Suprimid los sabuesos y la paz y la abundan-
cia volverán a vuestros hogares".
Y, siguiendo el consejo del anciano se deshicieron de sus defensores y, un año
más tarde, sus graneros y despensas no bastaban para contener las provisio-
nes y en el rostro de sus hijos sonreía a la salud y la prosperidad.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Si os vierais en una situación grave, ¿qué es lo primero que defenderíais?


* Elaborar una lista de los peligros que amenazan hoy a los niños, a los jóve-
nes, a la familia, a los adultos y a los ancianos. Ofrecer soluciones.
* Comentar situaciones en las que acostumbráis a echar la culpa de vuestros
malestares a los demás.
* ¿Acostumbráis a pedir consejos a las personas mayores? ¿Cuándo? ¿Seguís
los consejos que os dan?

MIS PARÁBOLAS - 3. 487


TEMA: Sociedad, libertad.
TÍTULO: AUTOR:
443. Un gato en la palmera PLIEGO

Érase una vez un gato que, perseguido por un perro, arribó misteriosamente a
la copa de una palmera. Tan alta era la palmera que, al irse el perro, le dio
miedo bajar por el vértigo que sentía.
Acurrucado pasó una hora, dos horas... llegó la noche. Y sintió hambre y frío.
Y se puso a llorar con maullidos lastimeros. Toda la noche fue de llanto. Al
amanecer, pasó por allí el panadero que llevaba pan caliente para los vecinos
de la casa cercana. Pero el panadero ni miró. Hacía mucho frío como para
sacar la cara de la bufanda.
Un poco más tarde, se acercaron un grupo de niños que caminaban hacia el
colegio. Uno de los niños venía comiendo un soberbio bocadillo de sardinas. Al
olor de las sardinas, el gato sintió que los ojos se le salían de sus órbitas. Su
maullido fue muy agudo... Los niños se pusieron a mirar la copa de la palmera
y comenzaron a tirar piedras. El gato se tapó la cabeza entre las patas y se dijo
para sí: "¿Qué les habré hecho yo?". El toque de una campana lejana hizo
cesar automáticamente el bombardeo. El gato debería seguir esperando...
Pasadas unas dos horas, oyó el gato un rumor de voces. Varias personas esta-
ban hablando al pie de la palmera. Aguzó el oído y le pareció que estaban
hablando de él. Uno de los que hablaban decía pertenecer a la Sociedad
Protectora de Animales y discutía acaloradamente sobre la manera más efec-
tiva de hacerlo bajar de la palmera. Hablaron de llamar a los bomberos, de
buscar una escalera, de montar un puente, de poner sardinas,... etc, etc,. Todo
se quedó en palabras. Tras dos horas discutiendo, el pobre gato seguía siendo
inquilino de la palmera... Y el gato pensó para sí: "¡Pobrecitos! con lo sencillo
que es..."
Llegó la hora de la comida, volvió a quedar la palmera solitaria. Y de nuevo el
hambre se hizo dueña del estómago del gato, que, por los resultados obteni-
dos, veía que, sin remedio, la muerte se le acercaba... Relamiendo la tristeza
de su próximo fin, sintió varios golpes. Dos jóvenes, con largas varas, golpea-
ban las ramas de la palmera. Una de ellas, lo alcanzó y le hizo caer desde
arriba bruscamente. Tras el golpe, el gato huyó presa del miedo y, mientras se
alejaba, escuchó: "¡Para otra vez, mira dónde te subes!".
Mientras corría sin rumbo fijo, al gato le sobrevino la película de los aconteci-
mientos. "¿Qué distintos son los hombres?" pensó para sí. Unos ni se enteran,
otros son violentos, otros pierden el tiempo hablando, y los que solucionan las
cosas, no lo arreglan del todo bien...! Y se las dan de inteligentes!...

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* ¿Cómo reaccionaríais ante una situación parecida?

3.488 - MIS PARÁBOLAS


* Comentar hechos similares a los planteados en la parábola y aportar situa-
ciones viables.
* ¿Con qué personaje de la parábola os identificaríais ante el problema de un
extraño? ¿Por qué?
* Dialogar sobre el tema de la no? violencia.

MIS PARÁBOLAS - 3. 489


TEMA:
Rutina, generosidad, sociedad, valor.
TÍTULO: AUTOR:

444. Las granadas K. Gibran

Existía cierta vez un varón que poseía numerosos granados en su huerta. Y


todos los otoños ponía sus granadas en charolas de plata, en el pórtico de su
casa, y en las charolas colocaba letreros que él mismo confeccionaba: "Coged
una granada, son gratis".
Pero las personas cruzaban por su casa, y nadie agarraba ni una sola granada.
Después, el varón pensó y, al otro otoño, ya no puso las granadas en charolas
de plata en el pórtico de su casa; en su lugar puso allí un letrero, en el que se
leía: "Aquí tenemos las mejores granadas del país, pero se venden también
más caras que las otras".
Y entonces, efectivamente, todos los varones y todas las mujeres del pueblo
llegaron presurosos a comprar esas granadas.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Hacer un cuestionario y responderlo individualmente ante el grupo.


* Sacar tres conclusiones y aplicarlas al grupo.
* Enumerar las causas que os llevan a considerar extraña a una persona ge-
nerosa.
* Escribir una carta al personaje de la parábola.
* Tratar en grupo el tema: "La sociedad de consumo".

3.490 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Libertad, mal, críticas, servicio, equipo.
TÍTULO: AUTOR:

445. Historia de un adoquín A. FRANCIA

Había un adoquín en la calle que estaba contento con su papel: los niños y
ancianos lo pisaban, los coches pasaban, no había charquitos ni baches, todo
era bonito. Pero a él lo fastidiaban los otros adoquines, que cada uno apretaba
por un lado, y no se podía mover. Los veía hasta con malas intenciones. A su
vista sólo tenía a ésos y le parecían injustos con él, ¡egoístas! "Seguro -decía-
que me aprietan a mí porque yo no me quejo y luego ellos tienen espacio de
sobra para respirar.
Un día, no aguantaba más y se plantó: "Estoy harto de vosotros y me voy". Los
otros pensaron: "Más tranquilos y anchos vamos a estar" "Si quieres rodar, vete
por ahí, cualquiera sabe dónde irás a parar... Ah, y tú eres responsable de las
desgracias que sucedan por no estar en tu sitio", "Adiós, no aguanto más".
Apenas se marchó, un niño en bicicleta que venía a toda velocidad y no lo vio,
se cayó aparatosamente y se rompió el brazo. La gente que acudió a atender
al niño colocó el adoquín en el hueco de antes. Los cuatro compañeros le
riñeron: "Ves, eres un irresponsable, ¿para qué quieres tanta libertad? En la
vida hay más cosas que eso".
- "¿Veis, dice el adoquín, cómo no se puede estar con vosotros? Sólo hacéis
condenarme. No me queréis a vuestro lado; lo único, aprovecharos de mí.
Para eso me voy, me pongo fuera de la calzada y ya está".
Apenas se había quitado, vino una moto y, al pasar su rueda por el hueco
dejado por el adoquín, ¡hala!, fue a estrellarse contra la pared y, por poco, se
mata el conductor al darse su cabeza, con el adoquín. El muchacho ensan-
grentado y todo pone el adoquín en su sitio. Surgen nuevas riñas de los compa-
ñeros, uno le dice: "Por faltar tú, ¡otro golpe". Otro: "Antes, ni charquitos de
agua, y ahora todo van a ser charcos de sangre". El tercero: "Y la calle está
más fea". Y el otro cuarto adoquín: "Y hasta nos proteges, el otro día un niño
estuvo tirando de mí y me separó un poco de los otros. Hasta puede ser que,
por tu culpa, se estropee toda la calle". Todos le decían: "Dónde mejor estás es
aquí". Parecía convencido ya de quedarse cuando oyó mucho ruido, gritos,
caballos, botes de humo. Dice: "¡Uff!, es una manifestación de trabajadores,
que no están contentos y se enfrentan a la policía. Esto no me lo pierdo. Lo veo
desde fuera, junto a la pared". Desde allí pudo observar bien lo que pasaba.
Los obreros arrojaron palos, piedras, todo lo que encontraban. Tiraron tam-
bién los otros adoquines compañeros, los arrancaron y los lanzaron contra la
policía. Por ello quedó un hoyo enorme en la calle. Otros que venían detrás
cogieron más y más. El último de todos vino por él y lo tiró con fuerza a un
policía, lo hirió mortalmente y, otra vez, lo bañaron en sangre... El quería ya
volver a su sitio y estarse quietecito haciendo su papel, pero... al día siguiente,
tempranito, vinieron unos señores con distintas herramientas, los juntaron con

MIS PARÁBOLAS - 3. 491


otros adoquines, los unieron con cemento, los golpearon fuerte y dijeron: "Es-
tos ya no se mueven". "No puedo ni moverme. ¿Dónde estarán mis antiguos
compañeros? Estos aprietan más. Parecemos todos una sola cosa ¡Cualquiera
les dice nada! Más vale callar, no sea que se enteren de que fui el culpable".

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Resumir la idea fundamental.


* Componer una parábola parecida a la misma idea central.
* ¿Qué es para vosotros la libertad? Escribir las características de la libertad.
* Enumerar los motivos que ponen las personas para escapar de las responsa-
bilidades que tienen.
* Relacionar fe-libertad. ¿La fe libera o esclaviza? Aportar ideas y comentar
experiencias.

3.492 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Educación, ideales, superación, tradición, inteligencia,
TÍTULO: conformismo, jóvenes. AUTOR:

446. Parábola de las muletas Cuento indio

Había una vez un país donde todos, durante muchos años, se habían acostum-
brado a usar muletas para andar. Desde su más tierna infancia, todo los niños
eran enseñados debidamente a usar sus muletas para no caerse a cuidarlas, a
reforzarlas conforme iban creciendo, a barnizarlas para que el barro y la
lluvia no las estropeasen.
Pero un buen día, un sujeto inconformista empezó a pensar si sería posible
prescindir de tal aditamento. En cuanto expuso su idea, los ancianos del lugar,
sus padres y maestros, sus amigos todos le llamaron loco: "Pero, ¿a quién
habrá salido este muchacho? ¿No ves que, sin muletas, te caerás irremedia-
blemente? ¿Cómo se te puede ocurrir semejante estupidez?"
Pero nuestro hombre seguía planteándose la cuestión. Se le acercó un anciano
y le dijo: "¿Cómo puedes ir en contra de toda nuestra tradición Durante años y
años, todos hemos andado perfectamente con esta ayuda. Te sientes más se-
guro y tienes que hacer menos esfuerzo con las piernas: es un gran invento.
Además, ¿cómo vas a despreciar nuestras bibliotecas donde se concreta todo
el saber de nuestros mayores sobre la construcción, uso y mantenimiento de la
muleta? ¿Cómo vas a ignorar nuestros museos donde se admiran ejemplares
egregios, usados por nuestros próceres, nuestros sabios y mentores?"
Se le acercó después su padre y le dijo: "Mira, niño, me están cansando tus
originales excentricidades. Estás creando problemas en la familia. Si tu bis-
abuelo, tu abuelo y tu padre han usado muletas, tú tienes que usarlas porque
eso es lo correcto".
Pero nuestro hombre seguía dándole vueltas a la idea, hasta que un día se
decidió a ponerla en práctica. Al principio, como le habían advertido, se cayó
repetidamente. Los músculos de sus piernas estaban atrofiados. Pero, poco a
poco, fue adquiriendo seguridad y, a los pocos días, corría por los caminos,
saltaba las cercas de los sembrados y montaba a caballo por las praderas".
Nuestro hombre del cuento había llegado a ser él mismo.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* ¿Con cuál de los personajes os identificáis: con el joven o con los mayores?
¿Por qué?
* Enumerar las cosas que te gustaría cambiar. ¿Cómo hacerlo?
* Hacer un retrato-robot de cada personaje.
* Escenificar sólo con mímica y comentar posteriormente.
* Buscar todo lo positivo que lleva consigo el conservadurismo y los valores
que aporta el cambio.

MIS PARÁBOLAS - 3. 493


TEMA:
Rutina, superficialidad, apariencias, tradición.
TÍTULO: AUTOR:

447. El gato del gurú A. de Mello

Cuando, cada tarde, se sentaba el gurú


para las prácticas del culto, siempre
andaba por allí el gato del Asbram
distrayendo a los fieles. De manera
que ordenó el gurú que ataran al gato
durante el culto de la tarde.

Mucho después de haber muerto el gurú,


seguían atando al gato durante el
referido culto. Y, cuando el gato murió,
llevaron otro gato al Asbram para poder
atarlo durante el culto vespertino.

Siglos más tarde, los discípulos del


gurú escribieron doctos tratados
acerca del importante papel que
desempeña el gato en la realización
de un culto como es debido.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Sacar cuatro aplicaciones: una a la vida escolar, otra a la familiar, social,


eclesial.
* Cambiar cinco verbos del texto por otros que reflejan cinco actitudes huma-
nas y comentar el porqué.
* Enumerar todas las cosas que seguís haciendo por ser tradición y mirar por
cuáles se pueden sustituir.
* Señalar todo lo positivo que tiene ser conservadores y decir lo positivo que
posee el ser progresistas.
* Narrar lo mismo de la parábola, pero cambiando los personajes.

3.494 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Solidaridad, egoísmo, rivalidad, problemas, superioridad.
TÍTULO: AUTOR:

448. El agujero S. MROZEK

Había un río con un pueblecito a cada lado. Se unían por una calle sobre un
puente que cruzaba el río. Un día, apareció un agujero en el puente. Ambos
pueblos estaban de acuerdo en que había que arreglar este agujero. Pero no
se ponían de acuerdo respecto a quién le tocaba hacerlo. Cada uno de los
pueblos se consideraba superior al otro. El pueblo de la derecha del río decía
que era el principal destino de la calle, así que ya que el otro pueblo era
menos importante, se debía encargar de arreglarlo. El pueblo del lado izquier-
do del río, por su parte, mantenía que todo el tráfico venía hacia ellos, de
modo que les debía tocar a los de la derecha.
La disputa siguió y también el agujero. Mientras más tiempo pasaba, más cre-
cía la hostilidad entre los pueblos.
Un día, un vagabundo del pueblo se cayó en el agujero y se partió la pierna.
Las personas de los dos pueblos le preguntaron con mucho detalle si había
caminado desde la orilla derecha a la izquierda, o desde la izquierda a la
derecha, para poder decidir cuál de los pueblos era el responsable del acci-
dente. Pero él no lo podía recordar, ya que esa noche estaba borracho. Un
tiempo después, un carruaje estaba cruzando el puente; se cayó en el agujero
y se rompió el eje. Ninguno de los pueblos se fijó en este accidente, ya que el
viajante no iba de un pueblo a otro, sino que solamente estaba de paso. El
viajante salió del agujero y preguntó enfadado que por qué no se había arre-
glado el agujero.
Cuando escuchó la razón, declaró: "Yo compraré este agujero. ¿Quién es el
dueño?".
Los dos pueblos dijeron a la misma vez que eran los dueños del agujero.
"El que sea el dueño tiene que probarlo."
"¿Cómo podemos probarlo?", preguntaron ambos lados. "Es simple. Sólo el
dueño del agujero tiene el derecho de arreglarlo. Compraré el agujero del
que arregle el puente."
Las personas de los dos pueblos se pelearon por hacer el trabajo, mientras el
viajante fumaba un cigarro y el chófer le arreglaba el eje. Arreglaron rápida-
mente el puente, y pidieron el dinero por el agujero.
"¿Qué agujero?", el viajante decía sorprendido. "Yo no veo ningún agujero.
Llevo desde hace tiempo buscando un buen agujero. Estoy dispuesto a pagar
bastante dinero por él, pero por aquí no hay agujero. ¿Me están tomando el
pelo, o qué?
Se subió a su carruaje y se fue. Las personas de los dos pueblos ya han hecho
las paces. Ahora esperan en el puente en perfecta armonía y, cuando pasa un
viajante, lo paran y le dan una paliza.

MIS PARÁBOLAS - 3. 495


PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* ¿Cuáles son los principales "agujeros" que existen en vuestro grupo, pandi-
lla, clase, trabajo, sociedad?
* ¿Qué "agujeros" hay en vuestra vida diaria? ¿A quién corresponde arreglar-
los? Razonar.
* ¿Cuántas veces habéis sido "puente" -punto de unión- en alguna situación
difícil. Comentar.
* Aplicar el mensaje de esta parábola a la problemática de los ancianos, de la
sanidad, de la enseñanza, de las familias rotas, de la drogodependencia...
* Escenificar la parábola. Luego dialogar, aplicarla y sacar conclusiones.

3.496 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Autenticidad, hipocresía, inteligencia, profesión.
TÍTULO: AUTOR:

449. Parábola del rey tonto TOLSTOI

Había una vez un rey, al que le gustaban mucho los trajes bonitos, y sólo
pensaba en vestirse del mejor modo posible.
Cierto día dos sastres fueron a verlo y le dijeron:
- Podemos hacerte un traje tan hermoso como nadie ha tenido nunca y, ade-
más, tendrá la ventaja de que aquel que sea tonto no podrá verlo.
Sólo los inteligentes serán capaces de ver el traje. El rey se alegró al oír la
oferta de los sastres y les encargó el vestido.
Les dieron a los sastres las mejores piezas de seda y terciopelo para que em-
pezaran a confeccionar el traje.
Cuando pasaron unos días, el rey envió a un ministro suyo para saber cómo
iban los trabajos.
Los sastres enseñaron al ministro una percha, donde no había nada colgado, y
le dijeron: -El traje ya está listo.
Y, como el ministro sabía que el que fuera tonto no podía verlo, fingió que lo
veía y los felicitó.
Llevó la percha vacía al rey y el rey también fingió verlo.
Se quitó el traje que llevaba y ordenó que le pusieran el nuevo.
Cuando el soberano salió a pasear por la ciudad, todo el mundo veía que iba
desnudo, pero nadie se atrevía a decirlo, sabiendo que únicamente los tontos
no podían ver el traje.
Todo el mundo seguía fingiendo ver el traje hasta que, de pronto, un niño se
fijó en el rey y dijo: -Mirad, el rey se pasea desnudo por la ciudad. El rey
entonces, se miró a sí mismo y se puso todo colorado.
Y toda la gente empezó a reírse al ver al rey desnudo por la calle.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Contar algunos casos en los que vosotros os habéis dejado llevar de las
opiniones de los demás y no os habéis atrevido a decir la verdad.
* ¿Cambiaría algo Cristo para hacer suya esta parábola?
* Estudiar el grupo el tema de las "medias verdades".

MIS PARÁBOLAS - 3. 497


TEMA:
Manipulación, personalidad, sociedad, educación.
TÍTULO: AUTOR:

450. El loco K. Gibran

En el jardín de un sanatorio para dementes, trabé conocimiento con un varón


joven de cara pálida, bastante agradable y pleno de asombro.
Y después de sentarme a su lado en una banca, le pregunté: -"¿Por qué causa
estás aquí?"
Y aquel joven varón me observó, atónito, y me contestó:
-"Es en verdad una pregunta inoportuna, pero te responderé. Sucede que mi
padre deseaba que me pareciese yo a la imagen de él. Mi madre deseaba que
me pareciese yo a la imagen de su ilustre progenitor. Mi hermana me daba el
ejemplo de su marido, que es hombre de mar, para que continuara su ejem-
plo.
Mi hermano quiere que me asemeje a él, que es un famoso deportista.
Y mis profesores, asimismo, deseaban que fuese yo como ellos: el doctor en
filosofía, el profesor de música, el de lógica...; todos ellos se encontraban
empeñados en que fuera yo una imagen fiel, como la de un espejo, de la cara
de cada uno de estos varones.
Así que, por lo tanto, vine a este lugar. Creo que este sitio es el más saluda-
ble... Al menos aquí, puedo ser yo mismo."
De improvisto, aquel joven varón se giró hacia mí y me mandó: -"Pero, explí-
came, ¿también tú arribaste a este sitio, forzado por tus educadores y los
buenos consejos?"
Le respondí: -"No, solamente estoy de visita."
Y el joven varón comentó despectivo: "¡Ah!, tú eres de los que habitan en el
manicomio, al otro lado de esa valla."

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* ¿Cuál es la idea central de la parábola? Contar experiencias que se parez-


can a la idea central.
* Presentar ideas, situaciones, y aplicarlas a la vida.
* Comentar algún caso en el que vosotros habéis intentado enseñar a alguien
y habéis sido vosotros los que habéis aprendido.
* ¿Os habéis sentido alguna vez manipulados? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por quién?
* Hacer una lista de las características que debe tener una persona para
poder decir de ella que tiene personalidad.

3.498 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Afrontar los problemas, palabras trabajo
TÍTULO: AUTOR:

451. Plaga de langostas sobre la ciudad Z. TAMER

Se cuenta que, en tiempos muy remotos, hubo una ciudad con ríos y campos
que le daban cuanto necesitaba, y que nunca supo de hambre ni de tristeza.
Pero la gente que vivía en las casas de esta ciudad disfrutaba hablando. Sólo
trabajaban un poquito: el resto del tiempo lo perdían hablando.
Ocurrió un día la llegada a la ciudad de un hombre que habitaba en la cima de
un monte y que informó de haber visto una nube de incontables langostas
volando en dirección a la ciudad. Muchos habitantes de la ciudad se apresura-
ron a hacer largos discursos de agradecimiento para el hombre, por haberles
avisado.
Y la ciudad comenzó los preparativos para hacer frente a la plaga: los poetas
compusieron versos criticando a las langostas y amenazándolas con la destruc-
ción. También se rastrearon en los libros antiguos, con las hojas bien amarillas,
testimonios que afirmaran la posibilidad de vencer perfectamente a las nubes
de langostas. También se diseñaron vestidos preciosos para uso de quienes
quisieran combatir la plaga. También se escribieron con tiza en las paredes de
las casas frases vejatorias para las langostas. También se organizó un congreso
en el que participó casi toda la población de la ciudad y en el que se pronun-
ciaron discursos verdaderamente larguísimos. Y salieron de su boca un torren-
te de frases que insultaban acaloradamente a la plaga:
"Las langostas son tontas..."
"Las langostas son feas..."
Los ciudadanos callaron cuando un sencillo labrador, conocido por sus pocas
palabras se adelantó y dijo: "Tenemos que encontrar un medio eficaz para
acabar con las langostas. Obremos todos como un solo cuerpo, reunámonos
alrededor de nuestros árboles y nuestros campos e impidamos que la plaga de
langostas se acerque a ellos por cualquier medio".
Cuando el discurso llegó a su fin, aplaudieron mucho y maldijeron a las lan-
gostas, pero ya habían olvidado lo que acababan de oír.
La plaga de langostas llegó mientras la gente de la ciudad estaba dedicada a
discutir: cada partido intentaba imponer el valor de su opinión por todos los
medios. La langosta ocupó la ciudad y no tardó en comerse la yerba y las
espigas de trigo y las hojas de los árboles.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Comentar algún caso en el que hayáis aportado soluciones y luego no ha-


yáis sido capaces de realizarlas.
* Elegir personas de vuestro entorno social que se caractericen por su activi-
dad en favor de los demás.

MIS PARÁBOLAS - 3. 499


* Recopilar frases, refranes y dichos relacionados con lo que tiene de negati-
vo el mucho hablar.
* Completar hasta diez veces la expresión: Debemos hablar cuando...
* ¿Tenéis experiencia de trabajar? ¿Qué habéis sentido? ¿Qué os ha aporta-
do de bueno o de malo? ¿Por qué?
* Dialogar y aportar soluciones al problema del paro. ¿A qué se debe? ¿Qué
repercusiones tiene? ¿Cómo influye en vosotros? ¿Cuál es vuestra actitud?

3.500 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Valores, estupidez, sociedad y arte
TÍTULO: AUTOR:

452. La estatua K. Gibran

Entre las colinas vivía un hombre que poseía una estatua, cincelada por un
antiguo maestro. La tenía ante su puerta, de cara al suelo, sin jamás prestarle
atención.
Un día pasó ante la casa un hombre de la ciudad, un hombre de conocimiento,
y al ver la estatua, preguntó a su poseedor si la vendería.
El dueño respondió, riendo:
- Por favor, ¿quién querría comprar esa piedra sucia y sin gracia?
- Te daré por ella esta moneda de plata, díjole el hombre de la ciudad. Y el otro
se quedó atónito y encantado.
La estatua fue transportada a la ciudad, a lomos de un elefante. Y, después de
muchas lunas, el hombre de las colinas visitó la ciudad y, mientras andaba por
las calles, vio una multitud delante de una tienda y un hombre que gritaba:
- ¡Entrad a contemplar la más hermosa, la más maravillosa estatua del mundo!
Sólo dos monedas de plata para admirar la más portentosa obra maestra!
Y, así, el hombre de las colinas pagó dos monedas de plata por entrar en la
tienda a ver la estatua que él mismo había vendido por una sola moneda de
plata.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Imaginar qué pensó el protagonista, al darse cuenta de lo que había ocurri-


do. ¿Cómo hubierais reaccionado vosotros?
* ¿Qué valores creen los adultos que hemos abandonado hoy? Enumerarlos.
* ¿Qué cosas de la infancia hemos dejado? ¿Cuáles hemos adquirido?

MIS PARÁBOLAS - 3. 501


TEMA: Amor, responsabilidad, libertad, sacrificio, apariencias
TÍTULO: AUTOR:
453. Los pastores y las ovejas A. Francia

Había muchos pastores en aquel pueblo. Cada uno tenía unas 100 ovejas.
Todos los días las cuidaban lo mejor que podían. Por eso eran la envidia de
otros pastores de la comarca. Aquellos pastores tenían fama de ser muy com-
petentes, conocedores del rebaño, del lugar de pastos, aguas y atenciones
requeridas en cada época del año...
Poco a poco se fue apagando su entusiasmo y se entretenían en hablar de sus
cosas.
Un día llegó a tanto su desgana, irresponsabilidad o despiste que, entretenidos
en hablar y jugar en el campo donde pastaban sus rebaños, al atardecer, hora
de volverse, no ven más que 12 ovejas. Todas las demás, centenares, habían
desaparecido.
Al sentirse tan enfrascados, no se propusieron ir a buscar a todas las que se
habían perdido. Pensaron que era muy tarde y que ya volverían si querían.
Ellos las habían querido, las habían cuidado bien ¿de qué se podían quejar?
¡Peor para ellas! Vamos a cuidar bien a éstas que se han quedado -se dijeron-
. Y las rodearon entre todos, las llenaron de mimos. A veces había hasta celos
entre ellos, tanto las querían.
Algún pastor quiso separarse de los otros e intentar ir a buscar a las otras, pero
por poco le pegan... Pasaban muchas horas, recordando a cada una de las
que se habían perdido y procurando descubrir las razones por las que se
perdieron. Hicieron poesías, artículos, estudios, estadísticas, libros... sobre ellas.
Al fin, se acostumbraron a esas poquitas y las rodearon con cariño, las cono-
cían al detalle y se turnaban para darles de comer. Les buscaron un lugar muy
tranquilo, defendido de los vientos y las aguas, y un buen cobijo.
Todo parecía ir muy bien, hasta que comenzaron a faltar pastos y hubo que ir
monte arriba a buscar otras hierbas. Entonces vino la tragedia. Unas no podían
subir, no estaban acostumbradas, otras se quedaban prendidas en las zarzas,
algunas otras resbalaban en las rocas... Al final, comprendieron que tenían
que turnarse llevándolas a hombros, de lo contrario no llegarían, morirían sus
ovejas en el camino.
Los pastores están allí arriba cada vez más tristes porque envejecen con tan
poquitas ovejas, y éstas cada vez más flacas, viejas, incapaces... ¡estériles!
Lejos, muy lejos se ven muchas ovejas que corren y juegan... con todos sus
corderillos. Los pastores siempre comentan a quienes ven "que, aunque parez-
ca que aquellas ovejas están mejor, es pura apariencia. Ninguna está tan bien
guardada y es tan querida como éstas; no tienen corderillos que estropeen la
intimidad y la unidad; y, al final, morirán, rodeadas de cariño, ¿cuándo una
oveja ha muerto tan querida?"
Y, entre todos, se pusieron a redactar un precioso documento, sobre la vida y la

3.502 - MIS PARÁBOLAS


muerte, la fecundidad, la alegría, sobre el pastor, sobre la libertad, sobre las
ovejas dóciles y las descarriadas...

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Comentar la idea central y dialogar sobre los detalles.


* Sacar aplicaciones a la escuela, familia, Iglesia, sociedad.
* Tratar en grupo: "La responsabilidad de unos para con los otros".
* Enumerar los motivos que dan las personas para escapar de las responsabi-
lidades que tienen.

MIS PARÁBOLAS - 3. 503


TEMA:
Sentidos, ayuda.
TÍTULO: AUTOR:

454. El ojo K- Gibran

Cierto día, el Ojo dijo: "Más allá de estos valles, veo una montaña envuelta en
el azul de la niebla. ¿No es hermosa?
El Oído oyó esto y, tras escuchar atentamente un rato, dijo: "Pero, ¿dónde está
esa montaña? No la oigo..."
Luego habló la Mano y dijo: "En vano trato de sentirla o de tocarla; no encuen-
tro ninguna montaña por ahí."
La Nariz dijo: "No hay ninguna montaña, no puedo olerla"
Cuando el Ojo se volvió hacia otro lado, los demás sentidos empezaron a
murmurar sobre su extraña alucinación. Y comentaban entre sí: ?"¡Algo le
debe fallar al Ojo!"

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* ¿Quiénes dicen frases parecidas? ¿En qué momentos? ¿Por qué?


* Comparar con situaciones reales de la familia, trabajo o clase.
* ¿Qué cosas son más dificiles de conocer en uno mismo y en los demás?
* Dialogar un tema a partir de la parábola.

3.504 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Amistad, responsabilidad, ser
TÍTULO: AUTOR:

455. Los dos rosales A. Francia

Eran dos rosales, a cada cual más bello. Crecían juntos, se alimentaban de la
misma tierra, del mismo aire, del mismo sol. Eran los más hermosos del jardín.
Ambos soñaban lucir, dar perfume y gracia a la casa, a un chalet, a una
iglesia... dar flores para ramilletes de enamorados, para... Siempre hablaban
entre ellos. Un día, el más bonito se quedó mucho tiempo callado, se puso
triste. El otro lo notó.
- ¿Qué te pasa que hoy no pareces el mismo?
- Estoy muy preocupado porque, siendo tan perfectos y teniendo tantas posibi-
lidades de hacer la vida más agradable a los demás, disfrutando también no-
sotros con lo que somos y tenemos, a lo mejor la abeja, en vez de miel fabrica
veneno y la serpiente... ¿A ti no te entristece?. Voy a languidecer y morir, no
quiero servir para nada malo.
- No seas tonto, le dijo el compañero. Quien busca el mal lo va a encontrar
siempre. Encontrar el bien no es tan fácil. No podemos dejar de ofrecer olor,
color y alegría a quienes nos vean y se acerquen. El bien debe lucir más que el
mal. Bastante mal existe ya en el mundo.
- Gracias, menos mal que estás a mi lado y me animas...
- Sí, pero, ahora tengo miedo yo, ¿sabes? He descubierto al verte que también
nosotros llevamos el mal y la muerte dentro.
Desde aquel día, los dos rosales se hicieron más amigos.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Cuando alguien os pide ayuda, ¿sois generosos y rápidos en prestarla o,


más bien, buscáis razones para no ofrecerla?
* Enumerar actitudes que poseen las personas que son portadoras del bien y
de vida.
* Sacar conclusiones sobre la idea fundamental.
* ¿Alguna vez habéis hecho algo por alguien? ¿Cuándo? ¿Por qué? ¿Qué
consecuencias habéis sacado? ¿Qué repercusiones ha dejado en los otros y
en vosotros?

MIS PARÁBOLAS - 3. 505


TEMA: Esperanza, incomprensión, marginación, escucha.
TÍTULO: AUTOR:
456. El pintor loco

Había llegado a un oasis y le fue fácil reconocer a sus escasos habitantes.


Tan sólo hubo un hombre joven que le miró con ojos duros y penetrantes...
Como si temiera que el caminante le pudiera arrebatar su tesoro, un tesoro
ganado al desierto en mil años de lucha.
Cuando el caminante salió de la tienda de este hombre joven, un anciano de la
tribu que le acompañaba, le dijo:
- Está loco. No habla con casi nadie desde hace mucho tiempo. Emplea sus
días y sus noches en pintar y pintar, con trozos de carbón, una línea y un punto
sobre ella. Siempre pinta lo mismo, y guarda sus dibujos en una bolsa de
cuero. ¡Pobre hombre... ! Aún es joven para que el sol le haya castigado con
tanta fuerza.
El caminante siguió toda la jornada con aquellos hombres amables y hospitala-
rios. Cuando todos se fueron a descansar y sólo quedaba un rescoldo de ho-
guera semimuerto, el caminante permaneció un rato más, arrebujado en su
manta, contemplando el brillar de las estrellas en el cielo y alguna que otra
chispa entre los troncos ennegrecidos.
De pronto se sobresaltó al ver avanzar un bulto entre las tiendas... Y sintió
miedo al comprobar que era aquel hombre joven de mirada dura y penetran-
te. Este se acercó a la hoguera, buscó algún tizón apagado y, sin decir palabra,
se marchó.
El caminante no pudo resistir la curiosidad y le siguió hasta la misma puerta de
su tienda. Al llegar allí el hombre joven se detuvo y giró y, tras un momento de
indecisión, invitó al caminante a pasar a su tienda. La dureza de su mirada
había desaparecido cuando el caminante aceptó.
Bajo el resplandor de un candil, sobre una tabla de madera, había un trozo de
cuero y, sobre él, una raya y un punto... Un punto casi perdido sobre una raya
horizontal.
Mientras el caminante contemplaba aquel extraño dibujo, el hombre joven le
sacó varios de igual factura que aquél. El caminante fingía observar con aten-
ción aquellas pinturas y, de cuando en cuando, asentía su cabeza en señal de
aprobación, para que aquel hombre loco no se enfadara.
- ¿Te gustan? ?preguntó el hombre.
- ¡Oh, sí, sí! Son perfectos en sus líneas...- se apresuró a decir el caminante.
- No, no me refería a las líneas; ésas son muy fáciles de hacer. Te pregunto por
los puntos del horizonte, por los oasis...
- ¡Claro, claro! También son perfectos- dijo el caminante, retardando las últi-
mas palabras y comenzando a entender algo.
- Pues ahora te voy a enseñar mi mejor obra. Desde que la pinté, no he podido
hablar con nadie. Todos dicen que estoy loco, que pinto cosas imposibles, que

3.506 - MIS PARÁBOLAS


es una lástima..., que el sol me ha dañado la cabeza...
El hombre joven sacó de su bolsa de cuero un pequeño trozo de piel arrugada.
La extendió sobre la tabla. El caminante vio allí la misma línea horizontal de
siempre, y sobre ella muchos puntos juntos, uno al lado del otro, formando casi
una gran mancha.
Cuando el hombre le preguntó, clavando sus ojos en él, si estar loco es creer
que pueda existir una tierra llena de oasis, el uno junto al otro..., el caminante
no supo qué responder. Simplemente miró con ojos nuevos a aquel hombre,
intentando devolverle la esperanza que, durante años, le había negado su
pueblo.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Aplicar a situaciones personales y cercanas.


* Hacer una lista de cosas por las que llamamos locos a otros. Otra lista por
las cosas de locos que hacemos cada uno: "Se puede llamar loco por...
* ¿Cuántos "oasis" podéis encontrar hoy en nuestra sociedad? Enumerarlos.
¿En qué momentos habéis sido vosotros un "oasis"? Explicar.
* Expresar la esperanza, la ilusión, la utopía de forma original. Luego comen-
tar.

MIS PARÁBOLAS - 3. 507


TEMA: Experiencia, marginación, sabiduría.
TÍTULO: AUTOR:
457. Aquella vieja hoja Cristina VEGA
Una primavera, se encontraron dos hojas en ramas vecinas de un mismo ár-
bol. Una, hacía poco tiempo que había visto la luz de la vida; la otra, esperaba
el próximo otoño con miedo, porque sabía que una ráfaga de viento, la arran-
caría del árbol de la vida.
Esta última hoja, seca casi, sintió deseos de ayudar a la joven que era tierna y
blanca. Como no podía hacer muchos movimientos (por temor a desprenderse
de su rama), se dedicó solamente a hablarle, a darle consejos. Muchas tardes
se escuchaba su voz en el aire que decía:
- Cuando el viento sople fuerte, procura moverte con él y producir melodía; así
pondrá música en las almas solitarias.
- Trabaja con las demás hojas formando un conjunto armonioso, para que la
sombra que produzca el árbol sea más grande y perfecta.
- Déjate llenar de rocío en las noches frías y, al amanecer, cuando el sol te
deslumbre con su alegría, permite que las gotas de agua resbalen por tu piel
en libertad hacia la tierra.
Así pasaba la vieja hoja horas y horas, contando cosas a la nueva y ésta la
escuchaba con atención. Cuando no tenía nada nuevo que decirle, repetía lo
mismo una y otra vez.
La vieja hoja, que sólo se creía útil para dar consejos, no deseaba de ningún
modo que llegase el otoño; su vida tenía un sentido: ayudar a la joven era
tarea importante.
El verano avanzaba. La hoja nueva comenzaba a convertirse en una hoja
madura. Empezaban a molestarle los dichos de la vieja. Un día, harta ya, le
gritó:
- ¡Déjame en paz, siempre me repites las mismas cosas! Quiero aprender sola
y vivir mi vida! Además, voy a decirte algo: Toda la belleza de esta rama la
estropea tu presencia, entérate, ya no sirves para nada; ni las gotas de rocío
aparecen en tu piel...
- Es verdad que mi piel, seca ya, no tiene lágrimas que derramar ?dijo triste-
mente la vieja hoja.
Su voz no volvió a escucharse. Cada día envejecía más y esperaba ya, con
calma y con deseo, la llegada del otoño. No quería molestar más con su pre-
sencia. ¡Qué diferente le parecía su vida y sus pensamientos de los de aquella
nueva hoja!
Así, sumida en sus tristezas, pasaba su tiempo.
Al llegar el otoño la primera hoja que cayó del árbol, con la primera ráfaga de
viento, fue la vieja. Era un atardecer oscuro y triste. Sólo rodearon su caída la
soledad y el silencio. Pero bastaba mirar a la rama para comprender que algo
importante faltaba allí.
Al amanecer del día siguiente, el primer rayo de sol que tocó la tierra acarició

3.508 - MIS PARÁBOLAS


a la vieja y seca hoja, tirada en el suelo. Luego un torbellino de aire la levantó
hacia los cielos.
Pasaron los días. Llegó el invierno. El aire frío y helado transportó, muchas
veces, los lamentos de una hoja:
- Si en lugar de escucharla, hubiese conversado con ella, ¡cuántas cosas más
me habría enseñado! ¡Cuánto hubiese yo podido ayudarla!...
Esta hoja, madre ya, casi vieja, continuó lamentándose hasta que comenzó la
primavera. Nació una hojita en una rama vecina. Le dio tanta lástima verla tan
pequeña y tierna, que olvidándose de sus tristes recuerdos, se prometió ayu-
darla.
Pero, como no podía moverse mucho (por miedo a desprenderse de su rama),
le ofreció sus consejos. La hoja recién nacida escuchaba atentamente cuanto le
decía...
El árbol que, calladamente, había observado, sentido y vivido muchas prima-
veras y muchos inviernos seguidos, sonrió un momento.
La noche, sin embargo, fue testigo de las lágrimas que brotaron del corazón
cansado del árbol de la vida.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* ¿En qué circunstancias actuáis como la hoja joven? Comentarlas.


* Intentar definir y valorar un personaje.
* Elaborar un pequeño cuestionario para ser respondido en grupo.
* Hacer una puesta en común sobre lo que plantea esta historia.
* Buscar frases o refranes que hablen de la experiencia.
* Construir un montaje audiovisual.

MIS PARÁBOLAS - 3. 509


TEMA: Equipo, inteligencia, la vida y la muerte, naturaleza.
TÍTULO: AUTOR:
458. El pino A. Francia

Sucio, cansado y hambriento


de tanto esfuerzo y camino,
rogué a un solitario pino
que me diera algún sustento.
"No puedo, me respondió,
es tan sólo primavera,
no es el tiempo de mi fruta,
pero siéntate y disfruta
del aire, color y sombra,
duerme tranquilo a mi vera".
No estaba yo para esperas,
ni consejos ni disputas...
Me vencí, no lo quemé,
pero, eso sí, lo olvidé.

El sol quemaba en verano,


?¡hasta el aire mismo ardía!?
cuando del campo volvía
con azada y hoz en mano.
Ya era imposible seguir
tan abrasador camino...

Volví la vista hacia el pino


que desprecié en primavera...
Allá estaba verde, erguido,
como un amigo que espera.
Su sombra fue paraíso
para mi infierno estival.
Yo no sé si tenía frutos,
¡ni me acordé de mirar!

Cuando, mediado el otoño,


se acabaron heno y paja,
busqué una cama mullida
para el becerro y las vacas.
Busqué abonos para el huerto,
nadie me los pudo dar...

¡Qué triste será mi invierno

3.510 - MIS PARÁBOLAS


de pobreza y soledad!
Miré primero hacia el cielo,
luego, lejos, al camino...
allá estaba, solo, el pino,
dispuesto a colaborar.
Tiró sus hojas al suelo
haciendo una espesa alfombra...
¡Qué me importaban sus frutos!
¡Qué me importaba su sombra!

Llegó el invierno inclemente,


con lluvias y temporales,
con fríos, heladas, nieves,
con soledad, miedo y hambre.
Mi débil choza no pudo
con tantas calamidades.
Un ciclón la hirió de muerte,
voló parte del tejado,
sentí cerca mi final.
Tendí la vista hacia el pino...
¡El sí aguantó el vendaval!
Con lágrimas lo corté,
hice fuego, hice techado,
y pensé en la primavera
sin frutas, y en el verano
?con caricias de su sombra?
y en las hojas del otoño,
y en todo lo que me ha dado.
Una foto de recuerdo,
y una leyenda debajo:
"Antes me salvó su vida,
hoy su muerte me ha salvado".

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* ¿Cómo reaccionáis cuando alguien no os da aquello que buscáis?


* Sacar tres conclusiones para los jóvenes, otras para los adultos y otras para
los ancianos.
* Aplicarlo a la vida de cada uno, a la del grupo, movimiento, asociación o
Iglesia.

MIS PARÁBOLAS - 3. 511


TEMA:
Cerrarse, morir, irresponsabilidad, solidaridad.
TÍTULO: AUTOR:

459. La hoja que no quiso agua Fábulas, par...

Érase una vez un árbol muy joven, del que se esperaba que, cuando fuera
mayor, diera hermosos y buenos frutos.
Este árbol tenía cuatro hojas, cuatro bonitas hojas, verdes y resplandecientes.
Un día, las cuatro hojas tuvieron una reunión de grupo. Una de ellas, la que
estaba más arriba en el árbol, les dijo a las otras tres:
- Yo quiero seguir unida al mismo árbol que vosotras. Pero, en lo sucesivo, no
quiero recibir el agua, porque está muy fría, ni el sol, porque quema. Por eso,
me voy a poner un paraguas, que abriré, cuando llueva o haga sol, y cerraré
cuando haga fresquito.
A las otras tres hojas, no les pareció bien la idea, pues se dieron cuenta de que,
cuando abriera el paraguas, no sólo no iba a recibir ella el agua ni el sol, sino
que tampoco se tos dejaría recibir a ellas.
La hoja del paraguas no les hizo caso y, efectivamente, se puso el paraguas,
que abría, cuando llovía o hacía sol, y cerraba cuando hacía fresco.
Al cabo del tiempo, aquellas cuatro verdes y hermosas hojas empezaron a
languidecer y a marchitarse hasta que, un día, las cuatro, secas, cayeron al
suelo y fueron arrastradas por el viento; y el árbol joven, del que se habían
esperado tan buenos y hermosos frutos, quedó convertido en un tronco seco.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* ¿Qué entendéis por solidaridad? Estudiar las publicaciones de un día, sema-


na o mes y ver los hechos de solidaridad e insolidaridad.
* Existen muchos momentos de solidaridad entre la gente. ¿Por qué no se da
más solidaridad? Sacar consecuencias.
* Dialogar en grupo sobre el tema: "Todos responsables de todos...
* ¿Cuántas veces os habéis dejado arrastrar por el consejo negativo de un
amigo? ¿Os ha sido fácil oponeros? ¿Por qué?
* Inventar un diálogo entre las cuatro hojas, convenciendo a la hoja superior
de la necedad de su propuesta.

3.512 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Educación, ,libertad, valores, superación, miedo, vocación.
TÍTULO: AUTOR:

460. Parábola del águila J. Aggrey

Érase una vez un hombre que, mientras caminaba por el bosque, encontró un
aguilucho. Se lo llevó a su casa y lo puso en su corral, donde pronto aprendió
a comer la misma comida que los pollos y a conducirse como éstos. Un día, un
naturalista que pasaba por allí le preguntó al propietario por qué razón un
águila, el rey de todas las aves y los pájaros, tenía que permanecer encerrada
en el corral con los pollos.
- Como le he dado la misma comida que a los pollos y le he enseñado a ser
como ellos, nunca ha aprendido a volar -respondió el propietario-. Se conduce
como los pollos, y, por tanto, ya no es un águila.
- Sin embargo -insistió el naturalista-, tiene corazón de águila y, con toda
seguridad, se le puede enseñar a volar.
Después de discutir un poco más, los dos hombres convinieron en averiguar si
era posible que el águila volara. El naturalista la cogió en brazos suavemente
y le dijo. "Tú perteneces al cielo, no a la tierra. Abre las alas y vuela."
El águila, sin embargo, estaba confusa; no sabía qué era y, al ver a los pollos
comiendo, saltó y se reunió con ellos de nuevo.
Sin desanimarse, al día siguiente, el naturalista llevó al águila al tejado de la
casa y le animó diciéndole: "Eres un águila, abre las alas y vuela." Pero el
águila tenía miedo de su yo y del mundo desconocido y saltó una vez más en
busca de la comida de los pollos.
El naturalista se levantó temprano el tercer día, sacó el águila del corral, y la
llevó a una montaña. Una vez allí, alzó al rey de las aves y le animó diciéndole:
"Eres un águila, eres un águila y perteneces tanto al cielo como a la tierra.
Ahora abre las alas y vuela."
El águila miró alrededor, hacia el corral, y arriba, hacia el cielo. Pero siguió sin
volar. Entonces el naturalista la levantó directamente hacia el sol; el águila
empezó a temblar, a abrir lentamente las alas y, finalmente, con un grito triun-
fante voló alejándose en el cielo.
Es posible que el águila recuerde todavía a los pollos con nostalgia; hasta es
posible que, de cuando en cuando, vuelva a visitar el corral. Que nadie sepa,
el águila nunca ha vuelto a vivir vida de pollo. Siempre fue un águila, pese a
que fue mantenida y domesticada como un pollo.
Al igual que el águila, la persona que ha aprendido a pensar de sí misma como
algo que no es, puede volver a decidirse a favor de sus verdaderas posibilida-
des. Puede convertirse en triunfadora.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* ¿Qué hubiérais hecho en la situación del águila?

MIS PARÁBOLAS - 3. 513


* Escribir ideas, situaciones y aplicarlas a la vida.
* Escoger y comentar tres frases que más os hayan gustado.
* Elegir diez animales con los que más os identifiquéis por alguna razón.
Comentar.
* Comentar algunas ocasiones en las que vosotros os hayáis comportado de
manera distinta a como sois en realidad.
* Dialogar sobre la importancia que tiene el adaptarse fácilmente a las cir-
cunstancias, sin perder ninguno de los valores que se poseen.
* Todos tenemos dentro a un héroe al que hay que despertar. ¿Puede ocurrir
con vosotros lo mismo que con el águila? ¿De qué forma?
* Señalar ejemplos concretos (circunstancias, cosas, formas de vivir, perso-
nas...) que no os dejen crecer y otras que os ayuden a crecer.

3.514 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Oración, Cristo, promesa, fidelidad, justicia, providencia.
TÍTULO: AUTOR:

461. El Cristo de los favores Ley. noruega

El viejo Haakón cuidaba una cierta ermita. En ella se conservaba un Cristo muy
venerado que recibía el significativo nombre de "Cristo de los Favores". Todos
acudían a él para pedirle ayuda. Un día también el ermitaño Haakón decidió
solicitar un favor y, arrodillado ante la imagen, dijo:
- Señor, quiero padecer por ti. Déjame ocupar tu puesto. Quiero reemplazarte
en la cruz.
Y se quedó quieto, con los ojos puestos en la imagen, esperando una respues-
ta. De repente ?¡oh, maravilla!? Vio que el crucificado empezaba a mover los
labios y le dijo:
- Amigo mío, accedo a tu deseo, pero ha de ser con una condición; que,
suceda lo que suceda y veas lo que veas, has de guardar siempre silencio.
- Te lo prometo, Señor.
Y se efectuó el cambio. Nadie se dio cuenta de que era Haakón quien estaba
en la cruz, sostenido por los cuatro clavos, y que el Señor ocupaba el puesto
del ermitaño. Los devotos seguían desfilando, pidiendo favores, y Haakón, fiel
a su promesa, callaba. Hasta que un día...
Llegó un ricachón y, después de haber orado, dejó allí olvidada su bolsa. Haakón
lo vio, pero guardó silencio. Tampoco dijo nada cuando un pobre, que vino dos
horas más tarde, se apropió de la bolsa del rico. Y tampoco dijo nada, cuando
un muchacho se postró ante él, poco después, para pedir su protección antes
de emprender un viaje. Pero no pudo contenerse cuando vio regresar al hom-
bre rico, quien, creyendo que era ese muchacho el que se había apoderado
de la bolsa, insistía en denunciarlo. Se oyó entonces una voz fuerte:
- ¡Detente!
Ambos miraron hacia arriba y vieron que era la imagen la que había gritado,
Haakón aclaró cómo habían ocurrido realmente las cosas. El rico quedó ano-
nadado y salió de la ermita. El joven salió también porque tenía prisa para
emprender su viaje. Cuando, por fin, la ermita quedó sola, Cristo se dirigió a
Haakón y le dijo:
- Baja de la cruz. No vales para ocupar mi puesto. No has sabido guardar
silencio.
- Señor -dijo Haakón, confundido-, ¿cómo iba a permitir esa injusticia?
Y Cristo le contestó:
- Tú no sabías que al rico le convenía perder la bolsa, pues llevaba en ella el
precio de la virginidad de una mujer. El pobre, en cambio, tenía necesidad de
ese dinero e hizo bien en llevárselo. En cuanto al muchacho último, si hubiera
quedado retenido en la ermita no habría llegado a tiempo de embarcar y
habría salvado la vida, porque has de saber que, en estos momentos, su barco
está hundiéndose en alta mar.

MIS PARÁBOLAS - 3. 515


PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Tratar en grupo uno de los temas posibles de la parábola.


* Tener una conversación con cada uno de los personajes.
* Analizar a los que soportan dolorosas cruces en vuestro alrededor. ¿Os cam-
biaríais por alguien? ¿A quién podéis y queréis ayudar?.
* Dialogar en grupo situaciones que se dan parecidas a las de la parábola.
Sacar conclusiones.
* Buscar todas las formas de luchar contra el mal.
* Escribir otra parábola con contenido social.
* Imaginarse que cada uno sustituye a Cristo. Escribir lo que ve desde la cruz
y cómo actuaría en cada caso.
* Escribir un diálogo con Cristo. Luego comentar en grupo.

3.516 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Ideales, incomprensión, oración, fe, Dios.
TÍTULO: AUTOR:

462. La voz de Dios G. Palacios

Cada vez que había tormenta y rugía el trueno en el cielo, los habitantes de
aquel nuevo oasis se postraban en tierra y adoraban a Dios, llenos de temor,
porque decían escuchar su voz potente y temer su mano dura.
El caminante llegó a ellos una tarde de negros nubarrones, pero ni se doblegó
ni se hincaron sus rodillas en la arena, ni se alzaron sus manos suplicantes, ni
el temor se asomó en su rostro curtido.
Cuando pasaron las nubes, sin dejar caer ni una sola gota de agua, algunos le
dijeron:
- ¡Insensato!, ¿es que no temes a Dios? ¿Acaso no escuchaste su voz?
El caminante, que no salía de su asombro respondió:
- ¡Yo nunca he escuchado la voz de Dios! ¿Acaso la habéis oído vosotros?
Un silencio marcó la sorpresa de aquellos hombres del oasis. El caminante
siguió, sin darles tiempo a responder:
- Si habéis escuchado la voz de Dios, decidme qué os ha dicho.
Entonces, lentamente y avergonzados, comenzaron a hablar:
- Dios me ha dicho que rompa mi avaricia, porque los avariciosos mueren a
dientes de los chacales...
- A mí -dijo un segundo- me ha hablado de la honradez, porque los ladrones
mueren ahogados en sus riquezas robadas.
- A mí me ha recordado que la lepra es el castigo de los impuros ...
... Y así, uno tras otro, fueron manifestando lo que habían escuchado al Dios
que tronaba desde lo alto.
El caminante, después de escucharles pacientemente, respondió:
- Vosotros no habéis escuchado a Dios, tan sólo a vosotros mismos.
Hubo un murmullo de indignación. Levantando la voz, prosiguió:
- Vosotros llamáis voz de Dios a la distancia que hay entre lo que en realidad
sois y lo que quisierais ser. El Dios que os habla desde el trueno no existe.
Quienes existís sois vosotros, asustados y temerosos de reconoceros tales como
sois.
Aquellos hombres, después de escuchar estas palabras, entendieron lo sufi-
ciente para arrojar al caminante al desierto sin comida y sin agua. Allí moriría
de hambre y sed por ateo y blasfemo...
Abrumado, caminó por el desierto varios días, dejando tras de sí huellas de
muerte.
De pronto el cielo se cubrió de nubes. Sopló el viento a la par que se escucha-
ba el trueno redondo, profundo y potente... y llovió abundantemente.
Las laderas resecas se llenaron de impetuosos torrentes. Todo fue muy fugaz,
como una tormenta en el desierto, pero el caminante encontró agua suficiente
para hacer provisión y emprender viaje hacia el oasis que le había obligado a

MIS PARÁBOLAS - 3. 517


partir hacia la muerte.
Cuando llegó, se arrodilló ante aquellos hombres y les pidió que le acompaña-
ran en la oración al Dios que desde el trueno le había devuelto la vida ...
... Pero nadie le acompañó.
Todos habían dejado de creer en el mismo momento en que vieron que el
caminante no había sido castigado desde lo alto por su falta de fe.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* ¿Qué ayuda a creer y qué aleja de la fe?


* Resumir, para un niño de siete años, lo fundamental de la fe.
* Invitar al grupo a alguien que dé testimonio de su fe. Preguntas-respuestas.
* Simular un diálogo entre un creyente y un ateo.
* Escribir vuestro credo personal
* Recopilar textos del Evangelio que hablen de la fe. Reflexionar.

3.518 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Comunicación, autenticidad, superficialidad.
TÍTULO: AUTOR:

463.Dos eruditos K. Gibran

Vivían en la antigua ciudad de Afkar dos intelectuales. Cada uno rechazaba y


menospreciaba el saber del otro. Porque uno de ellos negaba que los dioses
existiesen, y el otro era creyente.
Un día se encontraron ambos en el mercado y, rodeados por sus partidarios,
empezaron a discutir acerca de la existencia de los dioses. Y, tras horas de
acalorada disputa, se separaron.
Aquella noche, el incrédulo fue al templo y se postró ante el altar, y pidió a los
dioses que le perdonaran su antigua impiedad.
A la misma hora, el otro erudito, que había defendido la existencia de los
dioses, quemó todos sus libros sagrados, pues se había convertido en incrédu-
lo.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Dialogar sobre el tema central de la parábola.


* Buscar y comparar situaciones reales de vuestra vida similares a las de la
parábola.
* ¿Sirve para algo la fe? ¿Qué aporta a la vida? ¿Tiene algo que aportar?
* Escribir razones por las que creéis o razones por las que no creéis.
* ¿Qué aspectos positivos debe tener una fe madura?
* ¿Qué razones daríais a un incrédulo para que fuera creyente?

MIS PARÁBOLAS - 3. 519


TEMA: Dios, amor, remordimiento, comprensión, ayuda, educación.
TÍTULO: AUTOR:
464. Un hijo pródigo de hoy

Un padre tenía dos hijos. Un día le dijo el menor -16 años-:


- Necesito cien mil pesetas. Quiero ir con unos amigos. No, no pongas esa
cara. Sabes que, si no me las das, las buscaré por otra parte...
El padre entendió enseguida que no había otra cosa que hacer. Con las manos
temblándole y una voz muy tierna, le dijo:
- Toma, hijo, tú sabes que todo lo mío es tuyo y mucho cuidado con lo que
haces.
El padre sufrió mucho durante aquel mes. El hijo mayor constantemente le
echaba en cara su debilidad. El dinero era también suyo y no veía con buenos
ojos que su hermano se fuera a derrochar ese dinero con aquellos amigotes...
El hijo no escribió ni una triste tarjeta. Naturalmente el padre sospechaba.
Dormía y comía poco. Temía que, cualquier día, desde cualquier lugar, un
telefonazo le comunicara algo raro, fatal. Ya veía él meses antes que su hijo
estaba insoportable, hiriente, mordaz, irritable. "¿Habré hecho bien?, se pre-
guntaba. ¿Lo habré perdido definitivamente, así, sin haber tenido una conver-
sación en profundidad, sin saber lo que exactamente le pasaba? ¿No perderé
también al mayor?".
Todos los días veía la tele, escuchaba todas las noticias de la radio. Todo lo que
se decía sobre los jóvenes le interesaba. Soñaba, soñaba mucho y tenía fre-
cuentes pesadillas.
Un día recibió unas letras muy escuetas. Con su dirección y el ruego, -casi
mandato- de que le enviara otras cien mil, que había hecho gastos extraordi-
narios y le habían robado la cartera. El padre se emocionó. Lloró. No se creyó
nada. Sí, su hijo malgastaba eso y mucho más. El padre pensó en todos los
vicios existentes e imaginables. Los vecinos, la familia preguntaban ya por él,
¿qué contestar? Salía de apuros como podía...
¡Ay!, el día que volvió su hijo, le dio un vuelco el corazón. No importaba nada
cómo viniera con tal de que volviera a su lado. Qué cara traía. Apenas habla-
ba. Estuvo unos días en casa como alma en pena. El padre ya sabía lo que
eran las drogas y sus efectos. Lloró muy amargamente, pero al menos lo tenía
con él. Un día lo abordó:
- Hijo, te encuentro mal, las cosas no pueden seguir así. Puedo buscar un
médico, lo que quieras, pero es necesario que esto acabe.
El hijo puso cara de compungido:
- No, papá, yo sé dónde hay granjas que curan a los toxicómanos. Dame
dinero y verás cómo vuelvo curado.
El padre no vaciló. Lo abrazó y le dio el dinero... Qué dolor, cuando llegó a
saber que su hijo ni siquiera había ido a aquella granja. Desesperado, no sabía

3.520 - MIS PARÁBOLAS


qué hacer. Su hijo era una piltrafa. Lo abrazó; no le dijo nada. Lloraron los
dos.
El hijo mayor, salió dando un portazo, mascullando palabrotas y un "¡Ea!, pue-
des seguir gastando todo lo que ganamos con nuestro sudor para salvar a este
degenerado. Entérate bien, papá. Lo que haces por él es hundirlo más. No le
des ni una peseta. Que pase hambre, que mendigue... Que robe como hacen
los de su ralea, pero que no viva como una sanguijuela, chupándonos la san-
gre".
El padre siguió ayudándole, gastando dinero en médicos, en granja, en droga,
para que no tuviera que robar, esperando siempre que un día se curara.
Estaba dispuesto a arruinarse, antes que perder a su hijo o permitir que tuviera
que matar, ni siquiera herir a nadie, para poder tener su dosis. Pasaron años,
se acabó el dinero, no la paciencia del padre. Su hijo menor fue muy lenta-
mente saliendo de la droga. No pudo más que ayudar un poquitín a su padre.
No soportaba más el seguir allí. Por eso, un día con pena, pero con decisión
dijo:
- Lo siento, no sufras, papá, debo irme, pero no, temas, debo irme a una
granja, me siento obligado, debo ir a ayudar a otros que están como estaba
yo...

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Cambiar el final de la parábola


* Enumerar y analizar situaciones parecidas.
* Escribir una carta a los drogadictos.
* Hacer un cartel sobre el amor padres-hijos. Comentar.
* Buscar ejemplos similares cercanos a vosotros. Compararse con el padre,
con el hijo mayor, con el hijo menor.
* Elaborar una lista de los caminos (personas, casos, situaciones... ) que lle-
van al bien, a la familia, a Dios, a los otros.
* Hacer una lista de caminos que alejan de los padres, de Dios, del bien.
Causas. Consecuencias. Comentarios.

MIS PARÁBOLAS - 3. 521


TEMA:
Felicidad, búsqueda.
TÍTULO: AUTOR:

465. La camisa del hombre feliz

Un gran marajá indio no era feliz. Sin embargo, tenía todo lo que un mortal
puede desear: un palacio lujoso, riquezas en abundancia, esclavos a su dispo-
sición, distracciones renovadas incesantemente, mujeres que cambiaba varias
veces por semana. A pesar de eso, no era feliz. Un día, fue en busca de su
gran visir, y le preguntó qué debía hacer para ser feliz.
- Nadie es feliz, le respondió el hombre.
Insatisfecho, el marajá planteaba su problema a todos los que encontraba. Un
sabio aceptó comprometerse y le dio su receta de la felicidad: "Tenéis que
poneros la camisa de un hombre feliz, y llegaréis a serlo".
Inmediatamente, el marajá envía a sus embajadores por todo su reino con la
misión de encontrar al hombre feliz y llevarle su camisa.
Los enviados partieron hacia los cuatro puntos cardinales del reino e interroga-
ron a las gentes. Por todas partes la misma respuesta: No, no soy feliz...
No tengo más que un pedazo de tierra y no puedo alimentar a mi familia.
- No estoy bien en mi pellejo; no estoy de acuerdo conmigo mismo.
- Estoy terriblemente fastidiado, etc.
Ricos y pobres, hombres y mujeres, adultos y niños, nadie era feliz.
Los legados estaban a punto de desesperarse cuando, un día, uno de ellos
descubrió, en el fondo de un macizo montañoso, una cueva en la que vivían
unos "yoguis". Habían abandonado el mundo para dedicarse a las realidades
divinas. No poseían nada y se alimentaban con un grano de arroz por día. Al
primero a quien se acercó, el enviado le hizo la pregunta:
- ¿Eres feliz?
- ¿Yo? Completamente feliz, contestó.
- Entonces, dame tu camisa al momento.
Unos instantes el sabio fijó sobre el rostro del interlocutor su mirada profunda
y transparente. Después dijo, con un gesto que indicaba una evidencia:
- Muy gustoso te daría mi camisa. Pero ya hace tiempo que no la tengo...

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* ¿Cuál es la idea central de la parábola?


* Adaptarla a distintos ambientes (pueblo, ciudad, cultos, incultos... )
* Tratar en grupo el tema de la felicidad.
* ¿En qué situaciones de vuestro entorno encontráis la felicidad?
* En grupo hacer un análisis de las ropas que lleváis. ¿Sois esclavos de la
moda?
* Comentar y sacar conclusiones de estas frases: "La felicidad está, más que
en las circunstancias, en nosotros mismos". "Sin donación, no hay felicidad".

3.522 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Sentido de la vida, encuentro conversión.
TÍTULO: AUTOR:

466. El hacedor del bien Oscar WILDE

Era de noche y estaba él solo. Y vio desde lejos las murallas de una vasta
ciudad y se acercó a ella. Y cuando estuvo muy cerca oyó el jadeo del placer,
la risa de la alegría y el sonido penetrante de numerosos laúdes. Y llamó, y uno
de los guardianes de las puertas le abrió.
Y contempló una casa construida con mármol y que tenía unas bellas columnatas
de igual materia en su fachada, y sus columnatas estaban cubiertas de guirnal-
das y dentro y fuera había antorchas de cedro.
Y él penetró en la casa.
Y cuando hubo atravesado el vestíbulo de la calcedonia y el del jaspe y llegó a
la gran sala del festín, vio acostado sobre un lecho de púrpura a un joven con
los cabellos coronados de rosas rojas y con los labios rojos de vino.
Y se acercó a él, le tocó en el hombro y le dijo:
- ¿Por qué haces esta vida?
Y el joven se volvió y, reconociéndole, contestó:
- Era yo leproso y tú me curaste. ¿Cómo iba yo a hacer otra vida?
Y algo más lejos vio a una mujer con cara pintada y el traje de colores llama-
tivos, y cuyos pies estaban calzados de perlas. Y, detrás de ella, caminaba un
hombre, con el paso lento de un cazador y llevando un manto de colores. Y la
faz de la mujer era bella como la de un ídolo y los ojos del joven centelleaban
cargados de deseo.
Y él le siguió rápidamente. Y tocándole en una mano, le dijo:
- ¿Por qué sigues a esa mujer y la miras de esa manera?
Y el joven se volvió y, reconociéndole, respondió:
- Era yo ciego y me devolviste la vista. ¿Cómo iba yo a mirarla de otra mane-
ra?
Y él corrió hacia adelante y, tocando el vestido de colores chillones de la mujer,
dijo:
- Me perdonaste todos mis pecados y este camino que sigo es agradable.
Entonces él sintió su corazón lleno de tristeza y abandonó la ciudad.
Y, cuando salía de ella, vio por fin, sentado al borde de los fosos de la ciudad,
a un joven que lloraba.
Y se acercó a él, tocándole los rizos de sus cabellos, y le dijo:
- ¿Por qué lloras?
Y el joven alzó los ojos para mirarle, y reconociéndole, respondió:
- Estaba yo muerto y me resucitaste. ¿Qué iba yo a hacer más que llorar?

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* ¿En qué facetas de vuestra vida os identificáis con algunos personajes?

MIS PARÁBOLAS - 3. 523


* ¿Qué diríais de cada uno de los personajes?
* Comentar alguna experiencia en la que el encuentro con alguien haya
supuesto un cambio en vuestra vida.
* Escribir otra parábola distinta con los mismos personajes.
* Enumerar los motivos por los cuales hay que estar en conversión permanen-
te.

3.524 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Vida, conocimiento, deseo, riqueza, amor, sabiduría, egoísmo.
TÍTULO: AUTOR:

467. La búsqueda: ¿cuál es tu pregunta?Perrin

Cierto día, un anciano ermitaño recibe la visita de un joven que viene a consul-
tarle. El muchacho trae una pregunta que hacerle.
- Ya que sois un hombre de Dios -dice el visitante-, pedidle que se cumpla mi
deseo: quiero ser rico, afortunado en el amor, disfrutar de una larga vida y
poder humillar a los que me humillaron a mí, cuando era niño. Os pagaré lo
que sea ?añadió el joven, tras un breve silencio.
El ermitaño ni le miró siquiera y el muchacho se fue, decepcionado e irritado.
Al cabo de cierto tiempo, volvió el joven adonde el ermitaño.
- Comprendo -dijo- que ni siquiera me mirarais cuando os pedí ser rico y
afortunado en el amor, disfrutar de larga vida y vengarme de los que me
hicieron daño. Eran unas peticiones muy egoístas. Pero hoy traigo un asunto
más serio: ¿por qué tengo yo que morir?
El ermitaño le miró, pero no dijo nada, y el joven se fue preocupado e irritado.
De nuevo volvió adonde el ermitaño y dijo.
- ¿Por qué tengo yo que morir, siendo así que Dios es bueno? ¿Por qué hay
hijos asesinados, pobres hambrientos y enfermos incurables? ¿Por qué existen
la tenebrosidad del alma, y el dolor, y el crimen, y la muerte, si decís que Dios
es bueno? Dadme una respuesta, os la exijo.
Pero no hubo respuesta.
- Ya veo -dijo el joven- que consideráis necias y despreciables mis preguntas.
- Yo no he dicho tal cosa -replicó el ermitaño, pero sin añadir más. Y el joven
se fue pensativo.
La próxima vez que volvió, empezó guardando silencio.
Entonces, quien habló fue el ermitaño:
- ¿Qué es lo que deseas?
- ¡Pero, cómo, si de sobra sabéis lo que deseo! -repuso el joven-.
Lo que deseo es sabiduría y poder: deseo alcanzar conocimiento, para así
verme libre de la duda y la ansiedad; y deseo alcanzar el poder, para con él
disfrutar de la vida y exaltar mi fuerza.
- Muy bien -dijo el ermitaño-, todo deseo tiene su verdad. Ve y actúa, en
conformidad con tu deseo.
Pero el joven no se fue, permanecía allí en silencio.
- ¿Qué quieres de mí? -le pregunto el ermitaño.
Quisiera que me hicierais una pregunta, pues sé que sois un hombre sabio y
que estáis próximo a las verdades profundas, que yo no alcanzo a compren-
der. Preguntadme para que, por lo menos, sepa dónde he de buscar.
- Así que -dijo el ermitaño- quieres comprender bien, pero con tal que se te
haga una buena pregunta. De ese modo, te verás libre de la duda y la ansie-
dad, y podrás disfrutar del camino.

MIS PARÁBOLAS - 3. 525


El joven se fue, vivamente encolerizado.
La próxima vez que volvió adonde el ermitaño, dijo:
- Decidme una palabra de verdad y, si al menos soy capaz de comprenderla,
intentaré poner en práctica la verdad.
- Muy bien -dijo el ermitaño-, ahora es cuando voy a responder a tus pregun-
tas. Voy a decirte en qué consisten la verdadera riqueza, el verdadero amor, la
verdadera vida, el verdadero poder. Voy a explicarte cuál es la altura, la lon-
gitud, la anchura y la profundidad de la sabiduría de Dios.
- Pero ¿por qué me dais hoy lo que me negasteis no hace mucho? -preguntó el
joven, sorprendido.
- Nunca te negué nada -le replicó el ermitaño. ¿Cómo podría haberte dado lo
que entonces no querías?

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* ¿Habéis vivido situaciones similares a las del joven de la parábola?


Comentadlas.
* Dialogar sobre la necesidad de la constancia en vuestra vida.
* ¿Cuáles son vuestros horizontes de felicidad? ¿Qué valores debéis trabajar
para conseguir la felicidad?
* Hacer un análisis de vuestras peticiones. ¿Corresponden a los niveles del
ser o del tener?
* Dar una respuesta a los interrogantes del joven: muerte, asesinatos, dolor y
bondad de Dios.

3.526 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Compartir, grupo, generosidad.
TÍTULO: AUTOR:

468. La multiplicación de los panes

Un día en que las multitudes seguían a Jesús, al ver que caminaban muy
difícilmente, que se les abría la boca de hambre, que muchos niños lloraban,
se le enternece el corazón, le da lástima porque van a desfallecer. Llama a sus
discípulos y les dice:
- Hay que buscar una solución inmediata, hay que darles de comer. Ea, dadles
de comer.
Se miran todos con cara de extrañeza. Pedro se atreve a decir:
- Pero, Maestro, si aquí no hay supermercados, ni mochilas de comida, ni
dónde cazar o pescar.
- Por ahí he visto yo a un chavalín, dice Santiago, que traía unos panes y unos
pececillos. Los acabará de comprar y se ha unido a nuestra caravana.
- Señor, dice Judas, ya que no hay pan para todo al menos que haya para ti y
algo para nosotros. El más importante eres tú; luego, nosotros que te seguimos
de siempre, te entendemos mejor y te ayudamos.
- ¡Qué cara tienes, Judas, qué poco has entendido! Yo empiezo siempre por
los últimos o los más débiles; los fuertes, los listos ya se apañan.
- Señor, comenta Mateo, esto es muy grave, vamos a tener que comer hasta
raíces, yo me acuerdo que, en Caná y otros lugares, te has sacado de la
manga comida y hasta vino.
- Ahora tienes otra oportunidad de lucirte, de probar lo que eres. ¡Menudo
fracaso si alguien se muere de hambre, siguiéndote!, le dice Bartolomé.
- ¡Anda que no sois vivos! Cualquiera confía en vosotros! No tenéis más que
frases bonitas... Yo me encargaré de que haya para todos -dice Jesús entre
paternal y recriminatorio-. Que se sienten todos. Ponedlos por grupitos, y que
el chavalín ese traiga el pan y los peces, para tener una muestra, o ¿queréis un
banquete con vino y todo?
- Lo que tú digas, Señor, no vamos ahora a ser exigentes.
- ¡Eh!, empieza a gritar Pedro, sentaos en grupos de doce, que va a haber
comida para todos. Para el que esté de pie, nada y, para el niño que llore,
tampoco.
Hace Jesús una oración. Y se llenan milagrosamente los cestos de panes y
peces. Parecía un tren de mercancías, o una cabalgata de Reyes. A la gente se
le ponen los ojos como bolas de billar. Los discípulos empiezan a coger los
cestos y se los llevan allí junto a los árboles, a la sombrita. Empiezan a comer
ellos, tranquilos, e invitan a muchos amigos. Y, mientras comen, rezan, recuer-
dan y comentan todo lo maravilloso que Jesús dice y hace. Cantan, danzan,
ríen, cuentan chistes. Han formado un clima delicioso.
Jesús, que ve el espectáculo, se pone furioso. ¡El colmo! Lo que El había mul-
tiplicado para todos, se lo comían entre unos pocos. Y, lo que era peor, entre

MIS PARÁBOLAS - 3. 527


los que le seguían más de cerca. Al ver las miradas de pena de la gente, el
llanto de los niños y la desvergüenza de los suyos... se levanta, hecho un
basilisco, comienza a increparlos, a insultarlos y a punto estuvo de romper la
rama de un árbol para pegarles fuerte.
De momento todo se arregló, hubo comida para todos, pero a Jesús le vino
una ligera depresión al pensar "¡qué harán mis discípulos a lo largo de la
historia cuando falte Yo!".
Desde entonces, muchos, lo que más valoran, lo que llaman milagro de ver-
dad es que el niño se desprendiera de los pocos panes y peces que tenía.
Dicen que, con unos cuantos milagros de ésos, se solucionarían los problemas
más graves.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Leer y comparar este texto con la parábola evangélica.


* Ilustrar con hechos, situaciones y frases lo que aquí se dice.
* ¿De qué podéis desprenderos cada uno y entregarlo al grupo para compar-
tirlo?
* Analizar vuestra vida a la luz de esta parábola.

* Tratar en grupo: "Nuestro papel, en los problemas sociales".

3.528 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Cambio, reino, esperanza.
TÍTULO: AUTOR:

469. Los tambores

Hace muchos, muchos años, un tambor recorría las calles de aquella ciudad
gritando: ¡Empezamos una nueva vida! ¡Nos vamos a otro país!
Los ciudadanos, preocupados, decidieron meter el tambor entre rejas, a pan y
agua. Pero, a la mañana siguiente, las gentes oyeron de nuevo el tambor en
las calles. Y así una mañana y otra.
Un día eran ya hombres y mujeres, el carcelero, soldados y caballeros, los que
recorrían con sus tambores las calles de la ciudad gritando: ¡Empezamos una
nueva vida! ¡Nos vamos a otro país. Aunque otra mañana prendieron a los
tambores y los llevaron ante el Obispo para que los rociara con agua bendita,
porque creían que la ciudad estaba hechizada. Pero cuando salieron de la
catedral... había más tambores. En todas las casas, resonaba su grito: ¡Empe-
zamos una nueva vida! ¡Nos vamos hacia otro país!
Al domingo siguiente, abrieron la gran puerta de la muralla y se pusieron en
camino, para empezar una nueva vida. Caminaron y caminaron. En la prime-
ra ciudad les dijeron que no había sitio, pero, cuando ya se iban por las coli-
nas, cuatrocientos hombres de aquella ciudad siguieron su camino. Anduvie-
ron y anduvieron. Después de seis semanas llegaron a un valle donde no había
ni un solo árbol. Entonces los tambores gritaron: Construyamos cabañas y sem-
bremos el trigo. Pero no había agua. Los tambores se sentaron en el suelo y
estaban tristes. Recogieron su trigo de entre la arena y se fueron a otro lugar.
Allí llegó la lluvia y creció el trigo. Algunos dijeron: ?Hermanos, hemos sem-
brado y hemos recogido la cosecha. Nadie pasa hambre. Alegrémonos, baile-
mos y cantemos. Pero nadie se alegró. Uno de ellos gritó en sueños: ?¡Aquí no
crece ninguna flor! Otro chilló: ?¡Aquí no canta ningún pájaro! Una vez más se
pusieron en marcha.
Habían olvidado que la tierra es redonda. Un día apareció ante ellos una
ciudad maravillosa, con su muralla y su hermosa catedral. Al llegar a aquella
ciudad, preguntaron: ?¿Cómo se llama esta ciudad? ¿Podemos entrar? Los
centinelas les contestaron: Pueden entrar los comerciantes y los campesinos;
no aquellos que llegan en harapos y con tambores. Id donde queráis. Aquí no
hay sitio para vosotros.
Entonces, por primera vez, los tambores volvieron atrás. Los guardianes se
desternillaban de risa. Uno dijo. ?Hay una leyenda en nuestra ciudad. Se cuenta
que, hace muchos años, unos hombres salieron por la gran puerta de la mura-
lla en busca de una nueva vida. Se dice que llevaban maderos y tambores.
Igual que éstos...
Los tambores habían desaparecido tras las colinas y nunca se volvió a saber de
ellos. Pero el más joven de los guardianes estuvo largo rato mirando el camino
por donde marcharan. A la mañana siguiente, cogió un tambor y recorrió las

MIS PARÁBOLAS - 3. 529


calles gritando: ¡Empezamos una nueva vida! ¡Nos vamos a otro país!

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* ¿Qué debéis cambiar vosotros para iniciar una nueva vida?


* Elaborar una lista de obstáculos que debéis salvar para comenzar el cam-
bio.
* ¿Qué es más fácil cambiar: costumbres, amistades o ideas? Entablar un
diálogo.
* ¿Qué habéis cambiado desde pequeños? ¿Qué es lo que añoráis? ¿De qué
os sentís satisfechos por haber cambiado?
* Hacer una lista de los valores que deben permanecer en la persona, en el
grupo, en la familia, en la sociedad.

3.530 - MIS PARÁBOLAS


TEMA:
Salvación, egoísmo, Dios, maldad.
TÍTULO: AUTOR:

470. O todos o ninguno Dostoievski

Había una vez una vieja que era muy mala, y murió. La mujer había realizado,
en su vida, una sola acción buena. Llegaron entonces los demonios y la echa-
ron en el lago del fuego. Pero el ángel de la guarda, que estaba allí, pensó:
- "¿Qué buena acción suya podría recordar para decírselo a Dios?" Entonces
se le ocurrió algo y se lo dijo a Dios.
- Una vez arrancó de su huerto una cebolla y se la dio a un pobre.
Y Dios le respondió complaciente:
- Toma tú esta misma cebolla, y échala al lago, de forma que se pueda agarrar
a ella. Si puedes lograr sacarla del lago, irá al paraíso, pero si la cebolla se
rompe, entonces tendrá que quedarse donde está.
El ángel corrió donde estaba la mujer, y le alargó la cebolla.
- Toma, mujer, agárrate fuerte, vamos a ver si te puedo sacar.
Y comenzó a tirar con cuidado. Cuando ya casi la había sacado del todo, los
demás pecadores que estaban en el lago del fuego, se dieron cuenta y empe-
zaron todos a agarrarse a ella para poder salir también de allí. Pero la mujer
era mala y les pateaba gritando:
- Me va a sacar a mí y no a vosotros; es mi cebolla y no la vuestra.
Pero apenas había pronunciado estas palabras cuando la cebolla se rompió en
dos. Y la mujer volvió a caer en el lago del fuego y allí arde hasta el día de hoy.
El ángel se echó a llorar y se fue.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Enumerar ocasiones en las que vosotros hayáis sido un ángel para los de-
más.
* Sacar tres conclusiones y aplicarlas al grupo.
* Hacer un pequeño cuestionario para tratar el tema de la solidaridad.
* Comentar ejemplos de personas solidarias con la humanidad.

MIS PARÁBOLAS - 3. 531


TEMA: Vocación, comunidad, Cristo, amor.
TÍTULO: AUTOR:
471. La fuente de las vocaciones A. de Mello

El gurú, que se hallaba meditando en su cueva del Himalaya, abrió los ojos y
descubrió, sentado frente a él, a un inesperado visitante: el abad de un célebre
monasterio.
- ¿Qué deseas?, le preguntó el gurú.
El abad le contó una triste historia. En otro tiempo, su monasterio había sido
famoso en todo el mundo occidental, sus celdas estaban llenas de jóvenes
novicios, y en su iglesia resonaba el armonioso canto de sus monjes. Pero
habían llegado malos tiempos: la gente ya no acudía al monasterio a alimentar
su espíritu; la avalancha de jóvenes candidatos había cesado y la iglesia se
hallaba silenciosa. Sólo quedaban unos pocos monjes que cumplían triste y
rutinariamente sus obligaciones. Lo que el abad quería saber era lo siguiente:
- "¿Hemos cometido algún pecado para que el monasterio se vea en esta
situación?"
- "Sí", respondió el gurú, "un pecado de ignorancia".
- "¿Y qué pecado puede ser ése?"
- "Uno de vosotros es el Mesías disfrazado, y vosotros no lo sabéis".
Y; dicho esto, el gurú cerró sus ojos y volvió a su meditación.
Durante el penoso viaje de regreso a su monasterio, el abad sentía cómo su
corazón se desbocaba al pensar que el Mesías, ¡el mismísimo Mesías!, había
visitado su monasterio. ¿Cómo no había sido él capaz de reconocerlo? ¿Y
quién podría ser? ¿Acaso el hermano cocinero? ¿El hermano sacristán? ¿El
hermano administrador? ¿O sería él, el hermano prior? ¡No, él, no! Por des-
gracia, él tenía demasiados defectos...
Pero resulta que el gurú había hablado de un Mesías "disfrazado"... ¿No serían
aquellos defectos parte de su disfraz? Bien mirado, todos en el monasterio
tenían defectos... ¡Y uno de ellos tenía que ser el Mesías!
Cuando llegó al monasterio, reunió a los monjes y les contó lo que había
averiguado. Los monjes se miraban incrédulos unos a otros:
- ¿El Mesías aquí? ¡Increíble! Claro que, si estaba "disfrazado"... entonces, tal
vez... ¿Podría ser Fulano...? ¿O Mengano, o...?
Una cosa era cierta: si el Mesías estaba allí "disfrazado", no era probable que
pudieran reconocerlo. De modo que empezaron todos a tratarse con respeto y
consideración. "Nunca se sabe", pensaba cada cual para sí cuando trataba con
otro monje, "tal vez sea éste..."
El resultado fue que el monasterio recobró su antiguo ambiente de gozo des-
bordante. Pronto volvieron a acudir docenas de candidatos pidiendo ser admi-
tidos en la Orden, y en la iglesia volvió a escucharse el jubiloso canto de los
monjes, radiantes de espíritu de Amor.

3.532 - MIS PARÁBOLAS


PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Escribir y comentar lo que pasaría en la clase, familia, etc. si creyerais lo


que dice la parábola.
* Organizar en grupo una campaña sobre el buen trato en el colegio.
* Pensar en personas de vocación o ideales. Comentar su estilo de vida, su
influencia en los demás.
* Comentar experiencias de problemas que creíais que la solución estaba
fuera de vosotros y la teníais dentro.

MIS PARÁBOLAS - 3. 533


TEMA: Dios, salvación, amor, justicia, pobres.
TÍTULO: AUTOR:
472. Cuento de Navidad
...Y tocaron las trompetas y Dios dijo: "Se acabó". Y toda la gente que aún vivía
se dio cuenta de que era el fin .
...Y se pusieron todos a la cola, en la puerta de la otra vida, arreglándose el
vestido, peinándose un poco y frotando los zapatos con disimulo porque era la
hora del juicio y había que estar presentables.
Así que apareció San Pedro por la puerta leyendo a gritos su recado: "Por
orden... que manda... que pasen los pobres... los presos... los que tienen
hambre... ". Y seguía su cantinela hasta que terminó con un sonoro "y todos los
oprimidos".
Una macabra caravana se fue formando, y, sin más trámite, entró en el cielo.
La fila quedó entonces mucho más vistosa. Todo lo sucio, lo feo, lo roto, lo
desastrado había desaparecido, y los que quedaban se miraron sonrientes.
Ahora vamos nosotros -pensaban todos-.
San Pedro, que había entrado a acompañar a los primeros, volvió a salir y, con
cara de funcionario de ministerio, dijo: "Completo, ya no caben más".
Se organizó un revuelo tremendo. ¡Cómo que no cabemos! ¡Ahí hay sitio para
todos! ¡Estás loco, déjanos pasar...
Asustado con la revuelta, San Pedro le gritó al ayudante: "Corre, dile al Jefe
que salga"... Y, al momento, vino Dios a la puerta y todos se callaron porque le
tenían muchísimo respeto.
- ¿Qué pasa aquí? ¿A qué viene este griterío?
- Nada, Jefe, que les he dicho que está completo y se han puesto furiosos.
- Por mis barbas, Pedro, que eres la monda... ¿Quién ha dicho que está com-
pleto? Te he dicho que ya están todos, que no es lo mismo...
Pedro puso cara de "ijolines! a Este no hay quien le entienda", pero se calló, y
Dios siguió diciendo:
- ... Ya están todos los que entraron por derecho propio -eso os lo dije ya hace
muchos siglos-. Ahora, los que quedan, iréis pasando de uno en uno por esa
mesa. En ella se sentará un representante de cada una de las pobrezas que
hubo en la tierra, y juntos formarán un jurado. A ellos tendréis que demostrar-
les que, en la vida, fuisteis sus hermanos y, si ellos os reconocen como tales,
iréis pasando. El cielo es para toda la familia... ¡Suerte! Yo os espero dentro,
que ya ha empezado la fiesta.

PROPUESTA DE ACTIVIDADES

* Cada uno piensa: Si yo fuera Dios, ¿qué cambiaría del mundo y de la mane-
ra de funcionar? ¿Cómo actuaría?
* Si en vuestro ambiente, entre los conocidos, los pobres hicieran un tribunal
para juzgaros, ¿qué dirían de vosotros?

3.534 - MIS PARÁBOLAS


* Analizar revistas y entre los valores que presentan observar qué valor se da
al tener, al dinero... y a la pobreza.
* Analizar la propia vida ante la justicia, la comprensión y el perdón.

MIS PARÁBOLAS - 3. 535


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