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TÉCNICAS DE

LITIGACIÓN ORAL
HERRAMIENTAS PARA PRODUCIR Y
CONTROLAR LA PRUEBA
¿Qué son las técnicas de
litigación oral?
• Podríamos decir que son herramientas que sirven, principalmente,
para producir y controlar la información que se realiza durante el
debate del juicio oral.
• La litigación en el juicio oral está focalizada fundamentalmente en un
debate sobre hechos, esto es, en una competencia de relatos o historias que
los litigantes presentan a terceros imparciales que no poseen antecedentes
previos sobre el caso, a excepción de los hechos que vienen sucintamente
presentados en el auto de apertura del juicio oral.
• Si, conforme lo exigen la Convención Americana sobre Derechos
Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el
juicio penal debe ser público y frente a un tribunal independiente e
imparcial, la única forma de cumplir con esas exigencias impuestas por los
tratados internacionales y por la Constitución Nacional es que el juicio sea
oral y esquematizado bajo un sistema acusatorio o adversarial puro.
Producción de la prueba
• En el proceso penal la producción de la prueba es una especie de método
de razonamiento que tiene como fin resolver, con el mayor grado posible
de certeza, la tesis acusatoria que lo provoca, para lo cual es necesario
que el tribunal conozca profundamente los hechos y sus circunstancias.
• Dentro de tal proceder, el debate oral debe necesariamente ser
contradictorio o de discusión dialéctica. Este proceso penal
necesariamente trae consigo el contrainterrogatorio como vía principal
para materializar el principio de contradicción, dar confiabilidad a la
prueba y controlar la veracidad de los testigos y peritos. Pues sólo
mediante el contrainterrogatorio directo, libre, amplio y pleno es posible
verificar la confiabilidad y credibilidad de sus declaraciones, de modo
que, pasadas por este filtro, queden descartadas o aceptadas en cuanto a
su eficacia acreditante. Con la denominación de acusatorio-adversaria!
se individualiza el rol de las partes en el juicio.
Discurso de apertura o de
presentación del caso
• El discurso de apertura es el primer relato de las partes ante el tribunal oral en lo
penal, cuyo objetivo principal es dar a conocer la teoría del caso y ofrecer a los
jueces una mirada particular sobre los hechos. Es decir, aquel relato inicial que
presenta los hechos desde la posición de cada litigante, con el objeto de ofrecer al
tribunal una óptica, lente, o mirada coherente, completa y creíble de los mismos, a
partir de la cual los jueces logren ordenar, entender y aceptar los hechos del caso.
• El “alegato de apertura” es la primera oportunidad que cada litigante tendrá de
anunciar su caso en el juicio; su primera oportunidad para exponer la teoría del caso
que intentará probar (o refutar, en el caso de la defensa) en el transcurso del debate
oral.
• ¿Qué no debe hacerse en el discurso de apertura?: 1- pensar que vamos a
convencer al tribunal con buenas palabras o con una excelente retorica; 2- no debe
extenderse más allá del tiempo en que razonablemente una persona puede
prestarnos atención; 3- no es el momento indicado para realizar argumentaciones y
4- no es un espacio para el relato de discursos emotivos.
Examen directo de testigos
• Es la principal herramienta con que cuenta el litigante para producir,
efectivamente, la información anunciada en el discurso de presentación del caso.
Los testigos, por ende, será una de las fuentes de información que tendrá el
tribunal para verificar si lo que sostienen los litigantes se prueba o no en el
juicio.
• El examen directo se define como el primer interrogatorio que se efectúa
por la parte que ofreció al testigo propio. El "examen directo" puede ser
conceptualizado como la revisión de los testigos propios durante el desarrollo
del juicio oral, a través de las preguntas formuladas por el litigante que los
presenta.
• La denominación "testigo propio" alude al hecho que tales testigos han sido
seleccionados para aportar información a la parte que los presenta por resultar
útil y coherente con la versión que de ese caso posee esa parte en particular.
• En otras palabras, el testigo propio resulta funcional a la teoría del caso que la
parte desarrollará durante el juicio.
¿Cómo trabajar con los testigos?
• Para llevar a una persona a declarar a juicio, el trabajo del litigante comenzará
mucho tiempo antes de la audiencia de juicio propiamente tal: es necesario
entrevistarse con la persona, tomar conocimiento de los hechos que relata, en la
medida de lo posible verificar los mismos para constatar su veracidad, observar la
forma de declarar de la persona, el lenguaje que utiliza, sus modos, sus actitudes.
• La preparación previa no consiste, solamente, en entrevistarse con el testigo para
saber. qué es lo que sabe, sino también, implica que el litigante dé al testigo la
confianza suficiente para declarar con libertad.
• Para el litigante es de suma importancia conocer cabalmente la declaración de los
testigos, preguntar varias veces sobre los mismos hechos previamente a la
concurrencia al juicio, identificar – si existieran- contradicciones, vacíos,
ambigüedades y solicitar a los testigos explicación sobre dichos puntos, de forma tal
de no encontrarse sorprendidos por la contraparte ya al momento del juicio.
• Finalmente, en términos de preparación el abogado debe prepararse también para
interrogar.
Herramientas del examen de
testigos
• Las herramientas que el litigante utilizará para producir información desde
los testigos, serán las preguntas.
• Preguntas abiertas: Son las preguntas por excelencia en un examen
directo. Las preguntas abiertas son las que permiten que el testigo declare
libremente sobre lo que se le consulta. ¿Qué.. .? ¿Cómo.. .? ¿Cuándo.. .?
¿Por qué.. ?, entre otros inicios de formulación de pregunta, son clásicos
para determinar que una pregunta se ha formulado en forma abierta.
• Preguntas cerradas: Las preguntas cerradas se diferencian de las abiertas
en que se formulan al testigo requiriendo una porción específica de la
información. Es decir: el testigo no está tan libre de decir lo que quiera
porque quien lo examina le direcciona la pregunta hacia un punto concreto.
• Preguntas sugestivas: están prohibidas en el examen directo de testigos.
Que NO hacer en examen de
testigos
• Protagonizar: El protagonista de la declaración debe ser el testigo, que es quien
introducirá la información que luego el tribunal valorará en su sentencia. La
función del litigante es producir la información pasando desapercibido.
• Utilizar lenguaje hostil al testigo: El litigante debe desarrollar la versatilidad
suficiente para poder manejarse en forma adecuada en los distintos niveles de
lenguaje que los testigos presenten al momento de declarar.
• Ordenes rígidos: El litigante debe estar en capacidad de hacer tantas preguntas
como sean necesarias para obtener la información que requiere y no quedarse sólo
en las preguntas que originalmente pensó si éstas no le dan resultado.
• Pretender probar "'todo el caso" con un solo testigo: Esto sucede en general
cuando el litigante no tiene claridad sobre la información que puede aportar cada
testigo al caso.
• Leer el examen directo: si bien es bueno que el litigante se prepare y piense en las
preguntas que formulará, incluso que se haga un ayuda memoria para dichas
preguntas, no resulta adecuado que concurra al juicio a leer las preguntas.
Examen directo de peritos
• Los peritos concurren al juicio a declarar no en función al
conocimiento directo que tengan del hecho (propio de los testigos),
sino debido a que por su manejo de un ámbito específico del
conocimiento, pueden realizar análisis y sacar conclusiones sobre un
aspecto puntual sometido a su experticia.
• Los peritos llegan a juicio por poseer una experticia especial en un
área de conocimientos derivada de sus estudios o especialización
profesional, su desempeño en ciertas artes, o el ejercicio de
determinado oficio.
• Otro tema relevante es que en un sistema acusatorio, el perito no es un
auxiliar de la justicia, sino que es perito de parte.
¿Cómo trabajar con los peritos?
• Para realizar sus preguntas es importante que el litigante tenga claridad
sobre el trabajo que se ha realizado y los resultados que se han
obtenido.
• El litigante deberá estudiar el informe, marcar todo lo que no sea
claro, consultar con el perito hasta entenderlo cabalmente y trabajar
conjuntamente con él para que al momento de concurrir a declarar a
juicio, sus explicaciones sean accesibles a todo el público y,
principalmente, al tribunal que posteriormente deberá valorar la
información producida.
• El trabajo con el lenguaje en un trabajo a tener cuenta. El litigante debe
trabajar a consciencia con el perito para lograr que pueda explicar su
trabajo en el juicio.
Herramientas para el examen de
peritos
• En cuanto a las posibles preguntas que se le realicen al perito siguen la
misma lógica que la realizada a los testigos: preguntas abiertas y
cerradas, utilizando las abiertas para generar el panorama general y las
cerradas para puntualizar aquellos puntos que resulten de importancia
para la teoría del caso.
• Si el litigante ha hecho su trabajo de preparación en forma adecuada, es
probable que ya tenga bastante clara la terminología técnica del perito y
sepa cuál es la explicación de las conclusiones a las que ha arribado.
• Es tarea del litigante, y sólo del litigante, que el mensaje que quiere
transmitir al tribunal llegue en forma adecuada. Su herramienta de
trabajo son las preguntas y debe utilizarlas para que el perito deje claro
cuál ha sido la tarea concreta que ha realizado, cómo lo ha hecho y qué
conclusiones ha sacado.
Pasos a seguir en el examen de
peritos
• Acreditación: para cumplir con el objetivo de la acreditación de los peritos
nuestras primeras preguntas deben dirigirse a que este demuestre su
conocimiento a nivel académico, por ejemplo, sobre estudios, doctorados,
publicaciones e. investigaciones. Asimismo, sobre la experiencia del perito, por
ejemplo, las actividades que ha realizado y durante cuántos años, la cantidad
de veces que ha participado en casos como el presente.
• Estructura temática: ya que los peritos no son testigos presenciales, la
cronología carece de relevancia en estos casos. El relato de los peritos será
temático, es decir, girará en torno a las conclusiones a las que ha llegado y los
procedimientos que usó para ello.
• Lenguaje especializado: cuando el perito utilice términos científicos propios de
su área de conocimiento, se le debe pedir que explique en términos comunes.
• Control: el litigante no puede perder el control en el examen directo del perito,
por más que el experto conozca mucho sobre la materia, el examen debe ser
dirigido por el litigante siguiendo la estrategia que ha diseñado previamente y
obtener la información que necesita.
Que NO hacer en el examen
directo de peritos
• Complejidad: debe tenerse muy presente que la tarea del litigante no es
elevarse al nivel del perito, sino bajar al perito al nivel de los legos en su
materia específica. Pero ello no implica que el litigante deba asumir una
vez en juicio la postura de "el perito y yo nos entendemos" y
despreocuparse de la comprensión del resto de los asistentes a la
audiencia.
• Extender el ámbito de declaración: El litigante debe tener muy
presente al momento de realizar el examen que el perito sólo puede
declarar sobre ese ámbito de conocimiento específico.
• Es importante ser cuidadosos con el alcance que le damos a las
declaraciones de los peritos, ya que en su decisión el tribunal sólo podrá
considerar como probadas las afirmaciones que estén dentro del ámbito
de conocimiento para el que ha sido acreditado el perito en cuestión.
Testigos vs peritos
Control de la información:
contraexamen de testigos
• El contraexamen es aquel que lo lleva a cabo el abogado de la parte
contraria inmediatamente después que el testigo fue objeto de un
interrogatorio directo. En el contraexamen, se pone a prueba la información
obtenida en el examen directo, es la mejor oportunidad que se tiene para
confrontar la prueba de nuestra parte adversa.
• El contraexamen es el medio idóneo para garantizar la vigencia del
principio de contradicción. El contraexamen de testigos es el trabajo que
el litigante realizará con los testigos de la contraparte.
• El trabajo con los testigos de la contraparte será la de identificar los puntos
débiles y mostrárselos al tribunal, de tal forma que este puede dimensionar
la calidad del testigo brindado.
• Para llevar un contraexamen debemos analizar dos cuestiones: los testigos
propuestos afectan notablemente su teoría del caso propia y los testigos
propuestos apoyan en forma esencial a la teoría del caso de la contraparte.
Preparación del contraexamen
• En primer lugar, debe asumirse que, salvo raras excepciones,
generalmente no tendremos acceso directo a los testigos de nuestra
contraparte. Es decir: no tendremos la libertad de reunirnos con ellos,
hacerles preguntas, verificar sus versiones, ya que mediarán cuestiones
de posibilidad y tiempo.
• Un segundo tema a considerar es que a diferencia de lo que sucederá con
nuestros testigos, que irán a declarar sabiendo que es importante que
aporten información a nuestra teoría del caso, los testigos de la
contraparte serán reacios a responder nuestras preguntas.
• Por ello, el trabajo preparación del litigante consistirá, en gran parte, en
buscar información sobre los testigos y sus dichos por canales
alternativos a los propios testigos.
• Es importante dejar claro que un litigante no puede contrainterrogar sin
información previamente obtenida que le permita sostener sus preguntas.
Herramientas para el contraexamen de
testigos
• La herramienta fundamental para la realización de un contraexamen de
testigos es la pregunta sugestiva. La pregunta sugestiva es aquella en
la cual se hace una aseveración, la respuesta del testigo será afirmar o
negar la aseveración que hace el litigante.
• En las preguntas sugestivas es el propio abogado quien afirma algo, él
pone en la boca del testigo las palabras que quiere escuchar, en la
pregunta sugestiva parece que el abogado le "sopla" al testigo lo que
quiere escuchar.
• Una segunda herramienta a utilizar en el contraexamen de testigos será
la pregunta cerrada. En el caso del contraexamen, opera de la misma
manera: al permitir puntualizar información resulta pertinente para un
contraexamen ya que el litigante no pierde el control. en función a que
el ámbito de respuesta siempre será limitado.
Que NO en un contraexamen de
testigos
• Anticipar conclusiones: el contraexamen de testigos mira al alegato final. Esto
implica que las conclusiones se sacarán en el alegato final, no en el contraexamen.
En primer término porque no es legal sacar conclusiones durante la producción de
la prueba y en segundo lugar porque en caso de hacerlo, corremos el riesgo de que
el testigo ponga fin a nuestra argumentación.
• Posibilitar explicaciones: Nunca, bajo ningún, punto de vista, debemos pedir
explicaciones a los testigos. Porque si pedimos que nos expliquen, lo más
probable es que los testigos tengan algún tipo de explicación medianamente
creíble.
• Ir de pesca: En términos generales es una regla de litigación que nunca debe
hacerse una pregunta si no se conoce su respuesta. Por ello, si no tengo
información de respaldo, es mejor no hacer preguntas.
• Repetir el examen directo: Una forma específica de "ir de pesca" es la repetición
del examen directo por parte del litigante encargado del contraexamen.
¡Definitivamente, no tiene ningún sentido hacer esto!
Contraexamen de peritos
• El contraexamen de peritos es, en un sistema acusatorio, el verdadero
control de calidad del trabajo realizado en la pericia por un experto de
parte.
• Para que un perito concurra a juicio debe demostrarse al tribunal que
existe en el juicio un punto controvertido que se refiere a un área de
conocimiento que escapa al corriente y requiere de una opinión
experta.
• Desacreditar al perito: desacreditando al perito en su calidad de
órgano de prueba, debido a que tiene algún interés en el resultado del
juicio, o porque declara sobre áreas donde no se ha acreditado su
conocimiento especializado. También se puede desacreditar el
testimonio del perito, por ejemplo, respecto a las conclusiones a las
cuales llega el perito, cuando utiliza procedimientos antiguos, o no se
puede afirmar con certeza la conclusión del perito.
Objeciones
• Las objeciones son las incidencias mediante las cuales el abogado, fundando su
disconformidad, al tribunal solicita, durante el juicio oral, el rechazo de una actividad
procesal de otra parte por no ajustarse a las normas o principios. Es decir, "poner reparo a
algún elemento material de la prueba que se pretenda introducir al proceso por alguna
de las partes litigantes o por el Juez”.
• Podemos decir que existen tres razones posibles para objetar:
• A-Excluir evidencia perjudicial. En este caso, la objeción debe pensarse desde la teoría
del caso;
• B- Proteger al testigo de conductas inapropiadas. Generalmente serán objeciones
vinculadas a intentos de argumentación de la contraparte. Esto se produce en el
contraexamen cuando el abogado de la contraparte, más que hacer preguntas sugestivas,
lo que intenta hacer es dañar el testimonio de nuestro testigo intentando sacar
conclusiones o realizar juicios de valor, y
• C- Establecer la posibilidad de un posterior recurso. Por ello, cuando el litigante
considere que la introducción de una determinada evidencia podría ser valorada
desequilibrando el caso a favor de su contraparte y, además, tenga elementos para
sostener que esa evidencia no debe ingresar al juicio por razones vinculadas a la legalidad
con la que fue obtenida o la pertinencia de ésta, deberá objetar para, en principio, lograr
su no introducción o en caso de no recibir razón en la objeción de parte del tribunal, dejar
sentado su derecho a recurrir sobre la base de la resolución negativa de la objeción.
Preguntas objetables
• Preguntas capciosas: Son aquellas formuladas de forma engañosa tendientes a inducir a
error o confusión al declarante. Están prohibidas y por lo tanto son susceptibles de
objeción tanto en cualquier interrogatorio directo como también en el
contrainterrogatorio.
• Preguntas confusas: Son aquellas formuladas de manera defectuosa por su falta de
claridad, sea por su amplitud, vaguedad o ambigüedad; características que no permiten al
declarante comprender qué es concretamente lo que se le está preguntando.
• Preguntas coaccionantes: Son aquellas que importan un persistente acoso u
hostigamiento hacia el declarante, de manera abusiva e innecesaria.
• Preguntas impertinentes: Serán aquellas que refieren a hechos o circunstancias
manifiestamente irrelevantes por no guardar ninguna relación con el hecho objeto del
juicio ni con ninguna de las versiones que sobre él postulan las partes.
• Preguntas ya formuladas anteriormente: Es el supuesto en que se repite una
interrogación idéntica a otra ya formulada previamente por la misma parte que está
interrogando.
• Preguntas compuestas: Por ello son objetables las preguntas integradas o compuestas
que en su formulación contienen un interrogante sobre determinado hecho acompañado
de una o más afirmaciones de otros sobre los cuales el testigo no ha respondido con
anterioridad
Uso de declaraciones previas
• Por declaraciones previas se entienden conceptualmente no sólo las que se han
prestado como testimonios ante la policía o el fiscal, sino cualquier otra
manifestación expresiva del declarante contenida en cualquier clase de soporte
que sea factible de ser interpretado mediante lectura, escucha o audiovisión.
• a) Con el fin de ayudar a la memoria: en el supuesto de la utilización de alguna
declaración previa con el fin de ayudar a la memoria del declarante, deberá
tratarse de situaciones en las que en un momento dado del relato el testigo o perito
exprese dudas, olvido, ambigüedad o narre una circunstancia de modo levemente
diferente a como lo ha expresado en una declaración previa y, a su vez, que para el
litigante que está interrogando, dicha circunstancia sea relevante objetivamente
para los intereses de su parte.
• b) Con el fin de poner de manifiesto inconsistencias: la otra excepción que
permite utilizar manifestaciones previas del declarante es para los supuestos en
que el abogado que está interrogando pretenda poner de manifiesto la existencia
de inconsistencias en lo que está diciendo en sus respuestas con relación a otra u
otras declaraciones previas en las cuales, aludiendo a la misma circunstancia, se
había expresado de modo tan diferente que ambas versiones resultan
inconciliables.

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