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ANÁLISIS CORRECCIÓN DE

ESTILO: FANTASMAS
• Anamaria Jaramillo
• Ana Isabel Gil
• Jean Christopher Juilland
• Verónica Rodríguez
• Stephanny Gutiérrez
• María Alejandra Calvo
CONCEPTOS
TEÓRICOS
TRIADA: Hugo Enrique Del Castillo Reyes
AUTOR
■ “Al partir e la concepción de que el texto es la configuración de un modo de
pensamiento, busca en éste el reflejo de una intuición creadora, pues cree, de cierta
forma, que la psique del autor está contenida en el material discursivo. En esta línea,
Amado Alonso asevera que en la frase existe una referencia intencional al objeto, pero
también: «da a entender o sugiere otras cosas, y, ante todo, la viva y compleja realidad
psíquica de donde sale» (1969, p. 80)” (Del Castillo, 25).
■ “Esta certeza lo hace declarar que el autor es consciente de lo que hace pues «está
preocupado por la manera como quiere que su mensaje sea decodificado». Y más
adelante afirma: «Lo que se transmite al lector no es sólo su significado, sino su propia
actitud respecto al mensaje. El lector está obligado a comprender, naturalmente, pero
también a compartir las perspectivas del autor sobre lo importante y no importante del
mensaje»” (30).
■ “Rifaterre plantea una distinción entre «unidades de estilo» y un «fondo contextual», es
decir, en una misma obra pretende diferenciar entre fragmentos que conllevan un efecto
preciso, por lo tanto portadores del estilo, y otros que simplemente no pueden
considerarse como parte de éste, que funcionan como contexto. Esta certeza lo hace
declarar que el autor es consciente de lo que hace pues «está preocupado por la manera
como quiere que su mensaje sea descodificado». Y más adelante afirma: «Lo que se
transmite al lector no es sólo su significado, sino su propia actitud respecto al mensaje.
El lector está obligado a comprender, naturalmente, pero también a compartir las
perspectivas del autor sobre lo importante y no importante del mensaje» (1989, p. 93)”
(31).
OBRA
■ Por lo cual, siguiendo el mismo tipo de enfoque que la lingüística, se puede aislar un
solo fenómeno estilístico, analizar su forma y su función, luego entonces deducir las
formas en que es empleado por uno o varios autores” (26).
■ “La tercera se enfoca en si el estilo puede verse como un desvío, resultado de una
elección, o bien como la coherencia que estructura a una obra, es decir, si el estilo se
aprecia al compararlo con otro tipo de discurso o en sí mismo, respondiendo únicamente
hacia dentro de la obra(Yllera, 1979, p. 150). “ (27)
■ “Como el uso de algunos tipos de palabras o de estructuras sintácticas; para este
enfoque un dato numérico hace las veces de análisis. Usar este tipo de métodos
cuantitativos resulta arriesgado en un ámbito plenamente cualitativo” (26).
LECTOR
■ “Me parece más sencillo entender por literatura toda escritura que tenga los caracteres
de un monumento, es decir, que se imponga a la atención por su forma […]. El estilo es
una puesta de relieve que impone ciertos elementos de la secuencia verbal a la atención
del lector, de manera que éste no los puede omitir sin mutilar el texto, y no puede
descifrarles sin encontrarlos significativos y característicos (Rifaterre,1989, p. 91).” (30)
■ “Incertidumbre en cuanto a que el lector está en su presente leyendo y construyendo una
estructura cognitiva de comprensión e interpretación a partir de lo que ya leyó, pero
también ante la expectativa de lo que leerá.’’ (32)
■ “Estamos de acuerdo con Rifaterre cuando afirma que el objeto del análisis del estilo no
es el texto solamente sino «la ilusión que el texto crea en el espíritu del lector», la cual
está condicionada por la estructura del texto, su configuración y el bagaje cultural e
ideológico del receptor” (31-2).
RITMO
El estilo de Auster en cuanto a la estructura del ritmo en Fantasmas, se puede
notar en unas ocasiones de forma fragmentada y sostenida. El ritmo es marcado
por las pausas, la fonética y los signos de puntuación que componen el texto. Si
bien es cierto que se hable de una forma más concreta sobre el ritmo en la
música o poesía por cuestiones de métrica, esto no quiere decir que solo sea
perteneciente a estos campos, pues en la narrativa también se puede encontrar. A
continuación, se mostrarán apartes específicos del relato:
En los inicios de los relatos de Auster, es muy común encontrar un ritmo
sostenido y sereno, casi como una rima. El autor utiliza como signos de
puntuación las comas y los puntos seguidos para dar énfasis a frases en
concreto, por ende, tiene un ritmo sostenido/coordinado, sin embargo, en la
siguiente cita hay una combinación de las categorías coordinadas y
subordinadas, pues se evidencia también un ritmo fragmentado, ya que hay
muchas comas que conectan el mismo sentido de la oración, dentro de puntos
seguidos que marcan la fuerza:
‘’En primer lugar está Azul. Más tarde viene Blanco, y luego Negro,
y antes del principio está Castaño. Castaño le inició, Castaño le
enseñó el oficio, y cuando Castaño envejeció, Azul le sustituyó’’ (78)

El inicio casi suena a un cuento infantil, es muy detallado y enfático


en la participación de cada personaje. El juego de nombrar a los
personajes de forma inusual (con colores) interfiere con el ritmo,
pues hay un cambio en la entonación y rompe con el tópico de los
nombres personales. La preferencia del escritor de utilizar una coma
(,) antes de ‘‘y’’, para marcar la pausa muchísimo más, da indicios de
encontrar una lectura pausada, que requiere de un lector hábil capaz
de seguir el ritmo de la obra, debido al aire de suspenso y misterio
que tiene y el autor recrea.
■ Si bien el texto es pausado, hay momentos en donde la tensión
del misterio sale a flote y obliga  a quien lee seguir un el ritmo
más acelerado, como por ejemplo:
■ ‘‘[...]  tropezó con Gris en un bar, a menos de dos manzanas de
donde estaba su esposa, convencida de que él no regresaría
nunca. Entonces Gris se llamaba Verde, pero Azul supo que era
Gris a pesar de todo, porque desde hacía tres meses llevaba
encima una fotografía del hombre y conocía su cara de
memoria. Resultó ser un caso de amnesia’’ (81)
■ Auster tiene la habilidad de insertar entre la narración ‘‘ordinaria’’
que hasta el momento se conoce, varias historias sin desenlace que al
final componen una sola. El relato está siendo contado por un
narrador omnisciente y tercera persona, lo que permite tener una
visión más amplia y completa de lo que sucede con los personajes,
principalmente con Azul, dando cierto toque de familiaridad; sin
embargo, se cree que la narración se presenta de esa forma, porque la
obra la demanda.  

‘‘Todo sigue igual durante los primeros días. Azul observa a Negro y
no sucede casi nada. Negro escribe, lee, come, da breves paseos por
el barrio, no parece darse cuenta de que Azul está allí. En cuanto a
Azul, intenta no preocuparse. Supone que Negro está escondido
temporalmente, esperando a que llegue el momento oportuno.’’ (82)
■ Hay otra cuestión con respecto al ritmo y es las repetición de los
nombres:

Azul necesita el trabajo, así que escucha a Blanco y no le hace


muchas preguntas. Supone que se trata de un caso matrimonial y
que Blanco es un marido celoso. Blanco no da muchas
explicaciones. Quiere que le mande un informe a la semana, dice, a
tal apartado de correos, mecanografiado por duplicado en hojas de
tal largura y tal anchura. Azul recibirá un cheque por correo todas
las semanas. Blanco le dice luego a Azul dónde vive Negro, qué
aspecto tiene, etcétera. Cuando Azul le pregunta a Blanco cuánto
tiempo cree que durará el caso, Blanco le contesta que no lo sabe.
Que siga mandando los informes hasta nuevo aviso, le dice... (78)
■ Dicha repetición no se vuelve tediosa, está bien marcada y
resulta siendo una ‘‘guía’’ para el lector que anticipa lo que
seguirá en el orden de la narración por la familiaridad que ha
tenido hasta el momento con el texto.
■ Lo mismo pasa lo mismo con la enumeración, es muy común
encontrar en el texto acciones implícitas y explícitas que están
realizando los personajes, principalmente Azul, que acogen el
‘‘sentir’’ de los momentos descritos… Los artículos ayudan a
leer, de cierta forma, cantado:
‘‘Los latidos de su corazón, el sonido de su aliento, el parpadeo
de sus ojos, Azul es consciente de estos minúsculos
acontecimientos, y por más que intenta no fijarse en ellos,
persisten en su mente como una frase absurda repetida una y otra
vez. Sabe que no puede ser verdad, y sin embargo, poco a poco,
esta frase parece estar cobrando sentido.’’ (83)  

En el relato, se evidencia un ritmo fragmentado.


Hacia la segunda mitad del libro, los párrafos, que hasta entonces
son más bien cortos, comienzan a alargarse. Esto podría deberse
al cambio que sufre el personaje con el paso del tiempo, es decir,
una vez Azul comienza a sospechar la existencia de una artimaña,
de algo más detrás de aquel extraño trabajo, se produce en él una
transformación personal al obligarlo a cuestionar su papel en el
mundo, y la posibilidad de que alguien esté intentando hacerle un
mal. En este orden de ideas, al personaje estar reflexionando
continuamente, se vuelve necesaria la implementación de párrafos
más largos, que permitan que Azul navegue por sus
pensamientos, y que a su vez, el lector sea absorbido por estas
divagaciones gracias a la extensión, por ejemplo:
En cuanto a Negro, el supuesto escritor de ese libro, Azul ya no puede fiarse de lo que
ve. ¿Es posible que exista realmente un hombre así, un hombre que no hace nada, que
únicamente se sienta en su cuarto y escribe? Azul le ha seguido a todas partes, ha ido
tras él hasta los rincones más remotos, le ha observado con tanta atención que parecía
fallarle la vista. Ni siquiera cuando sale de su habitación, Negro va a alguna parte,
nunca hace mucho: comprar comestibles, cortarse el pelo, ir al cine, etcétera. Pero
generalmente sólo vagabundea por las calles, mirando alguna que otra cosa, recogiendo
datos al azar, e incluso esto sucede únicamente a rachas. Durante un tiempo son
edificios: estira el cuello para ver los tejados, inspecciona los portales, pasa las manos
lentamente por las fachadas de piedra. Y luego, durante una semana o dos, son estatuas
públicas, o los barcos del río, o los rótulos que hay en las calles. Nada más que eso, sin
apenas cruzar una palabra con nadie, sin encontrarse con otras personas exceptuando
aquel almuerzo con la mujer llorosa hace ya tanto tiempo. En un sentido, Azul sabe
todo lo que hay que saber acerca de Negro: qué clase de jabón compra, qué periódicos
lee, qué ropa lleva, y todo eso lo ha anotado fielmente en su cuaderno. Ha aprendido
mil cosas, pero lo único que le han enseñado es que no sabe nada. Porque el hecho es
que nada de eso es posible. No es posible que un hombre como Negro exista. (98)
Como podemos observar, el párrafo contiene un flujo de
pensamiento en torno a las sospechas de negro. Anteriormente, el
autor utiliza párrafos cortos destinados a la narración de acciones,
sin embargo, el personaje comienza a enfrascarse en este tipo de
reflexiones, entonces los párrafos se alargan. El ritmo, como ya se
mencionó anteriormente, es sostenido y sereno, gracias a la
utilización de múltiples comas y puntos seguidos:
Coge los papeles que ha robado, esperando distraerse de esos
pensamientos. Pero sólo agravan el problema, porque una vez que
empieza a leerlos, ve que no son más que sus propios informes. Allí
están, uno tras otro, los informes semanales, todo explicado por
escrito, y no significan nada, no dicen nada, están tan lejos de la
verdad del caso como lo habría estado el silencio. Azul gime al
verlos, hundiéndose profunda- 109 mente dentro de sí, y luego,
enfrentado a lo que encuentra allí, empieza a reírse, al principio
débilmente, pero cada vez con más fuerza, más alto, hasta que le
falta el aliento, casi se ahoga, como si estuviera tratando de
borrarse a sí mismo de una vez por todas. Cogiendo los papeles
firmemente, los lanza al techo y ve cómo el montón se separa, se
esparce y cae al suelo revoloteando, página tras miserable página.
Como se aprecia en este fragmento, abundan las comas,
permitiendo así la introducción de diferentes ideas en una misma
oración, y estas se unen por medio de los 5 puntos seguidos que
engloban el sentido.

Otra elemento que podemos encontrar con mayor frecuencia en


esta parte de la novela, es al introducción de diálogos, la cual no
se hace de manera convencional, es decir, el autor no utiliza
ningún tipo de marca textual que evidencie la introducción de una
conversación, como por ejemplo, los guiones, sino que
sencillamente separa las oraciones por punto y aparte:
■ No, Azul, se equivoca. Todo ha terminado.
■ Deje de hablar en clave. Se acabó. Esta historia ha tocado a su fin. No queda
nada por hacer.
■ ¿Desde cuándo?
■ Desde ahora. Desde este momento.
■ No está usted en su sano juicio.
■ No, Azul. En todo caso, estoy en mi juicio, demasiado en mi juicio. Me ha
agotado y ahora no queda nada. Pero usted ya lo sabe, Azul, usted lo sabe
mejor que nadie. (111)
■ Esto no dificulta la comprensión del texto, el autor logra claridad en las
intervenciones de lo personajes. Es probable que el autor elija esa técnica para
no desentonar del todo como la reflexión constante del protagonista.
Visualmente, los diálogos hacen parte de la voz interior de Azul.
LÉXICO
■ El léxico y campo semántico que se evidencia en “Fantasmas”
es de un carácter bastante simple, en la medida en que el autor
compone las oraciones con elementos o palabras muy
comunes, o en algunos casos, excluye varias partes que
construyen cada oración.
■ Sin embargo, se puede decir que hay una intención particular
para que de cierta manera sobresalga la claridad de lo que se
dice, es decir, del contexto que se construye en la obra misma.
■ Esto tiene como propósito que el lector preste más atención a
lo que se está diciendo, a la trama, en vez de que se pierda o
confunda con elementos que no aportan directamente a la
misma.
■ Por lo tanto, el lenguaje simple es una herramienta que el autor
usa para dar más importancia a la trama que a una posible
reflexión.
Sustantivo
■ Los sustantivos dentro de la obra son en cierta medida simples,
pero al mismo tiempo algo particulares porque muchos
(incluyendo lugares en algunos casos) son nombrado a partir
de colores.
■ Esto puede ser una estrategia para guiar al lector. Sin embargo,
debido a la trama, puede haber una confusión entre blanco y
negro.
Ejemplos:

■ “En primer lugar está Azul. Más


tarde viene Blanco, y luego
Negro, y antes del principio
está Castaño.” (Auster 78)
■ “Una calle tranquila, poco
transitada, no lejos del puente,
la calle Naranja, quizá.” (79).
Adjetivo
■ El autor hace un uso muy básico de los adjetivos a lo largo del
relato, estos no son muy particulares. Al mismo tiempo, al no
haber muchas descripciones detalladas, el valor característico
de las cosas es bastante claro o superficial.
■ Los adjetivos usados en las pocas descripciones que aparecen
en el texto tienden a generar un carácter de verosimilitud
debido a esa simpleza, y al mismo tiempo sirve para que el
lector no se distraiga de la característica principal de la obra, es
decir, la historia.
Ejemplos:

■ “Es un pequeño estudio en el tercer piso de una casa de cuatro


plantas de piedra parda.” (79).
■ “A su izquierda está la estatua de la Libertad; a su derecha,
Manhattan, los edificios tan altos bajo el sol de la mañana que
parecen de mentira.” (86).
■ “La trayectoria de la luz que pasa por la habitación cada día,
por ejemplo, y la forma en que el sol a ciertas horas refleja la
nieve en el extremo más lejano del techo de su habitación.”
(83).
Verbo
■ Los verbos, al igual que los otros elementos, no son
particulares, pero si están conjugados en diversos tiempo
como: presente simple y continuo, pasado simple y perfecto,
futuro, entre otros.
■ Por lo general, no van acompañados de adverbios.
Ejemplos:
■ “Mete su informe en un sobre y sale a la calle, camina hasta la
esquina y lo echa en el buzón.” (85)
■ “Su método es atenerse a los hechos externos, describir los
sucesos como si cada palabra concordara exactamente con lo
descrito, y no llevar el asunto más allá.” (84).
■ “Durante los últimos meses sus informes han sido sumamente
crípticos, […]” (95).
■ “Todavía estaba vivo cuando lo aceptó. Quería que supieran
que no le importaría que le abrieran más tarde.” (99).
Adverbio
Como se dijo anteriormente, no suele haber
adverbios a lo largo de “Fantasmas”; sin
embargo, a veces el autor lo emplea para
lograr que el ritmo sostenido no se vuelva
tedioso.
Ejemplos:
■ “Pero aunque se siente razonablemente contento mientras
limita sus pensamientos a Negro, su habitación y el caso en el
que está trabajando, cada vez que la futura señora Azul entra en
su conciencia, se adueña de él una especie de pánico.” (84).
■ “A la mañana siguiente el sol brilla con fuerza, grupos de
gorriones pían en los árboles y Azul oye el agradable goteo del
agua 86 que cae desde el borde del tejado, las ramas y las
farolas.” (85).
Conjunción
■ Al haber una mezcla de los dos tipos de ritmo, en la
narración se puede llegar a encontrar todo tipo de
conjunciones, ya que además el tono del narrador es
muy explicativo (aunque esto no sea del todo cierto) y
claro en la medida que se utilizan para unir las
oraciones o consecuencias a nivel de la trama.
■ Suelen haber muchas adversativas.
Ejemplos:
■ “Pero sería injusto culparle.” (94).
■ “Porque justo en ese momento […]” (94).
■ “Sin embargo, ha conseguido algo […]” (105).
■ “Y luego: pobre Negro.” (105).
■ “Después, la nieve empieza a derretirse.” (85).
■ “[…] hay momento en que el cristal se mancha un poco y Azul
tiene que limpiarlo en un punto u otro, […]” (84).
Preposición
A pesar de que no hay muchas descripciones o
estas son muy simples, el tono del narrador es muy
indicativo, lo que significa que hay un gran uso de
las preposiciones. Esto sirve para dar un orden
lógico y “verosímil” a lo que está pasando.
Ejemplos:
■ “En todos los informes que ha escrito hasta ahora la
acción predomina sobre la interpretación.” (85).
■ “Camina hacia el norte, solo en sus pensamientos […]”
(94).
■ “Nadie saltará desde un puente. Nadie saltará a lo
desconocido.” (87).
Interjección
No suele haber interjección a lo largo del relato, solo aparece
cuando hay diálogo entre los personajes, y muy pocas veces.

• “¡Tú!, le dice. ¡Tú!” (94).


• “¡No me diga!, exclama Azul, recobrándose rápidamente […]”
(223).
Pronombres

Los pronombres usados por el autor varían un


poco, pero habitualmente es la tercera persona. La
primera y la segunda se puede apreciar en los
diálogos e incluso la primera del plural.
Ejemplos:
■ Tercera: “Azul empieza a pensar que cualquier día recibirá
una carta […]” (195).
■ Primera: “Mi trabajo consiste en vigilar a alguien […]” (224).
■ Segunda: “¿Qué clase de trabajo hace usted?” (223).
■ Primera del plural: “Sí, estamos rodeados de fantasmas.”
(217).
■ “¿Y nunca sabemos qué le dice a su esposa?” (219).
Artículo

Al igual que los otros componentes gramaticales


mencionados, aparecen muchos artículos en la obra
para darle un orden lógico y sentido a las
oraciones. De igual modo, gracias a la sencillez en
su lenguaje, estos se potencian más.
Ejemplos:
■ “Walt, por supuesto, era un hombre expansivo […]” (217)
■ “ Durante un tiempo son edificios: estira el cuello para ver los
tejados, inspecciona los portales, pasa las manos lentamente
por las fachadas de piedra”. (212)
Campo Semántico
En lenguaje o léxico que aparece en el texto en
general, es bastante simple. Esto puede ser una
herramienta por parte del autor en la medida que la
novela pretende tener un historia complicada e
incluso con espacios abiertos, por lo cual, los
elementos que tiene son claros para evitar que la
atención frente al misterio de la historia misma se
pierda.
Ejemplo:
■ “Se siente como un hombre que ha sido
condenado a sentarse en una habitación y a
continuar leyendo un libro durante el resto de su
vida. Es bastante extraño, estar vivo solo a
medias en el mejor de los casos, ver el mundo
solo a través de las palabras, vivir sólo a través
de las vidas de otros” (211).
FIGURAS RETÓRICAS
Elipsis
■ “Más tarde viene Blanco, y luego Negro, y antes del principio
está Castaño” (78)
■ “Calcula que la edad de Negro es la misma que la suya, año
más, año menos.” (80)
■ “Tratando de decidir entre la verdad y la bondad” (93)
Anáfora

■ “Castaño le inició, Castaño le enseñó el oficio, y cuando


Castaño envejeció́ , Azul le sustituyó” (78)
■ Oye el canto de un pájaro, oye pasos en la calle, oye un coche
que cruza el puente de Brooklyn. (112)
■ “Ni un momento más, ni un momento menos.”
Aliteración
■ “Azul va a su oficina todos los días y se sienta detrás de su mesa,
esperando que ocurra algo. Durante mucho tiempo no ocurre nada, y
luego un hombre que se llama Blanco entra por la puerta, y así́ es
como empieza. ” (78)
■ “Es un pequeño estudio en el tercer piso de una casa de cuatro
plantas de piedra parda” (79)
■ “Convertirse en un ciudadano normal en un pueblo americano
normal” (93)
■ “Ha quedado marcado por el pasado” (93)
■ “estaría en el cielo antes de tocar el suelo” (109)
Símil
■ “Y luego está la piel, que parece exageradamente blanca, como
si estuviera cubierta de polvos.” (78)
■ “Con un conocimiento tan repentino e irrevocable como un
portazo” (94)
■ “Cada nuevo golpe como un justo castigo a su
comportamiento” (95)
■ “Se detiene delante de ella como si lo hiciera en honor de los
viejos tiempos” (109)
Metáfora:
■ “Azul necesita concentrarse en seguir sus palabras.” (78)
■ “Estar sentado mano sobre mano” (80)
■ “Le da muchas vueltas en la cabeza” (93)
■ “Sale a tomar el aire” (94)
■ “El cielo se le viene encima” (94)
■ “Ha tirado su vida por la borda” (95)
■ “Es hora de volver la página.” (95)
Metonimia
■ “Eso eliminará el trabajo de piernas” (78).

“Usted era todo mi mundo, Azul, y le he convertido en mi muerte”


(112).
Alegoría
■ “Pero el presente no es menos oscuro que el pasado y su misterio es igual a
cualquier cosa que nos reserva el futuro. Así́ es el mundo: un paso después de
otro, una palabra y luego la siguiente. “ (79)
■ “Pero las oportunidades perdidas forman parte de la vida igual que las
oportunidades aprovechadas, y una historia no puede detenerse en lo que podría
haber sido.” (94)
■ “Habiendo penetrado en la habitación de Negro y permanecido allí́ a solas,
habiendo estado, por así́ decirlo, en el templo de la soledad de Negro, no puede
responder a la os- curidad de ese momento excepto sustituyéndola por su propia
soledad. Entrar en Negro, entonces, era el equivalente de entrar en sí mismo, y
una vez dentro de sí mismo, ya no puede concebir estar en ningún otro sitio.”
(109)
Personificación
■ “Una calle tranquila “ (79)
■ “Las lentes, sin embargo, no son lo bastante potentes como para
mostrarle la propia escritura” (79)
■ “Su mente vaga de una cosa a otra y finalmente se detiene en la futura
señora Azul” (80)
■ “Habrían luchado con los palillos” (80)
■ “El secreto está enterrado” (93)
■ “Ha quedado marcado por el pasado” (93)
■ “Ha llegado el momento” (93)
Paradoja Hipérbole

■ “Todo queda en nada” (80) ■ “sin nada que la distinga


■ “El principio del fin” (94) de otras mil caras que uno
ve todos los días” (80)
■ “Es el ser más triste del
mundo” (110)
Epíteto Refrán

■ “Trepando por laderas ■ “están hechos el uno para


pedregosas y riscos el otro” (93)
traicioneros” (93)
■ “Esto te pasa por enterrar
■ “Haciendo marchas forzadas”
el hacha, piensa. Esto te
(93)
pasa por cambiar las
■ “Hechos desnudos” (95) tornas.” (110).
■ “Oscuro comentario” (95)
■ “Solitario sobre blanco” (95)
Ironía

“Por supuesto que somos amigos. Hemos sido amigos desde el


principio, ¿no es cierto? Grandes amigos.
Si es así como trata a sus amigos, dice Azul, entonces tengo
suerte de no ser uno de su enemigos.
Muy gracioso.” (111)

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