Está en la página 1de 7

1)Como se incorpora la mujer a la gesta emancipadora.

La figura femenina a jugado un papel fundamental en la gesta emancipadora a lo largo


de la historia de Venezuela, pues nuestra historia se forjó con fuerza de mujer.
Durante las luchas del movimiento emancipador, se rompieron los estrictos cánones
de la organización de género de la época colonial para abrazar la causa de la libertad,
en un lapso extraordinario en el que se llegó a dibujar la igualdad entre los géneros.
Fue, sin duda, un grupo de mujeres notable y heterogéneo, el que jugó un rol
trascendental, con arrojo y valentía y sobre todo, convicción libertaria. Provenían de
todos los sectores sociales las féminas que, con diferentes niveles de compromiso,
estuvieron presentes desde el inicio del movimiento independentista. Y a pesar de que
parte de la historiografía tradicional minimiza la figura femenina en la escritura de los
hechos, pretendiendo mostrarlas como simples acompañantes, hasta la actualidad
llegan las extraordinarias historias de heroínas independistas. Como por ejemplo
Juana Ramírez, Josefa Camejo, Luisa Cáceres de Arismendi, Ana María Campos,
entre muchas otras, dejaron un legado de fortaleza, convicción libertaria y espíritu de
lucha que hoy no solo se reconoce sino, además, evidencia en la voluntad con que la
mujer venezolana enfrenta los retos actuales.
2)importancia de la mujer en la emancipación cómo protagonista:
Es de suma importancia hacer énfasis de cómo en la historia de la independencia de
Venezuela se tuvo la participación de numerosas mujeres que colaboraron de manera
constante con fuerza y perseverancia para lograr el tan anhelado sueño de libertad. Sin
embargo, fue un protagonismo que no ha sido valorado, ya que en el proceso histórico de
la nación se ha ocultado la intervención femenina.

3)Influencia ideológica :
A través de la historia ha existido una gran participación de la mujer en las revoluciones y
batallas por la independencia. Personajes como Manuelita Sáenz y Antonia Santos fueron
heroínas que apoyaron las causas de liberación y en formar un nuevo gobierno que
favoreciera a los criollos de la Nueva granada. Aunque se les consideraban a las mujeres
de esa época como una “empleada de servicio” por decirlo así, algunas eran alfabetas,
educadas y sabían los ideales del pueblo. Las mujeres de la época de la independencia
cumplieron un papel muy decisivo en cuanto a la logística, además en el campo de batalla
fueron muy importantes ya que actuaban como espías, cocineras, a la vez enfermeras de
las tropas criollas y cobraron un valor importante en las gestas independentistas A través
de la historia ha existido una gran participación de la mujer en las revoluciones y batallas
por la independencia. Personajes como Manuelita Sáenz y Antonia Santos fueron heroínas
que apoyaron las causas de liberación y en formar un nuevo gobierno que favoreciera a
los criollos de la Nueva granada. Las mujeres de la época de la independencia cumplieron
un papel muy decisivo en cuanto a la logística, además en el campo de batalla fueron muy
importantes ya que actuaban como espías, cocineras, a la vez enfermeras de las tropas
criollas y cobraron un valor importante en las gestas independentistas. También las
mujeres que lucharon por la independencia cambiaron de cierta forma la percepción de
una mujer sumisa a lo que diga su marido o el gobierno machista que las excluía de la
participación política construyendo un concepto de mujer capaz de aportar a los intereses
del pueblo y a las gestas independentistas. Un dato para tener en cuenta gracias a la
mujer pudieron avanzar las tropas de Simón Bolívar después de cruzar el páramo de
Pisba, contribuyendo a que este ganara en La Batalla del Pantano de Vargas. ¿Cómo lo
hicieron? Pues estas donaron sus prendas de vestir a los soldados criollos y con esto las
tropas españolas creyeron que eran mujeres las que estaban combatiendo. La mujer
venezolana, ejerció su rol desde los primeros movimientos que iniciaron Los Comuneros
en el Socorro, participa en la Sociedad Patriótica, lucha directa e indirectamente en la
guerra, apoyando a sus padres esposos, hijos y hermanos en la lucha por la
independencia. Las motivaciones del género que participó en la revolución, obedecía en
algunos casos a influencias familiares, al oír en sus hogares hablar de los ideales de
libertad, o también con una inspiración propia, para trabajar por el ejército republicano,
despertando así su patriotismo. Mas sin embargo ya los sentimientos de nacionalismo
criollo no eran desconocidos por las damas de la época, y la mujer venía desarrollando
una conciencia de país y de pertenencia a América.Posiblemente la mujer luchaba
desinteresadamente, sin aspirar a gozar de los cambios económicos, políticos y legales,
como resultado de la revolución, ya que tenía claro que pertenecía a una sociedad
conservadora, donde su lugar estaba muy bien definido, puede ser que llegara a pensar en
el beneficio que le produciría el poder, que tendrían los hombres criollos, si ganaran el
conflicto. Hoy en la historia contemporánea han surgido diversos grupos de investigación
que demuestran a través de fuentes, que la mujer estuvo presente durante la guerra, y la
encontramos en los andes, en occidente, en el centro, en los llanos o en el oriente del
país, luchando con un gran sentimiento de amor por su patria. Simón Bolívar que conocía
la actuación de la mujer en la lucha, no dudó en reconocer las contribuciones, las obras y
los logros de los combatientes femeninos. En una proclama al ejército libertador, ensalzó
no solo a los soldados que habían logrado expulsar a los realistas de la provincia de
Trujillo, sino que alabó también a las mujeres que habían luchado tan valientemente. Por
toda Venezuela las mujeres salieron a defender la causa cuando sus ciudades fueron
atacadas. La Guerra a Muerte iniciada por Bolívar, contra los sangrientos hechos de los
realistas en 1813, convirtió a Venezuela en un campo de batalla, donde realistas y
patriotas se enfrentaron en luchas feroces por todo el país, y ella estaba ahí, jugándose la
vida.

4) Grandes participantes:

LUISA CÁCERES DE ARISMENDI, HEROÍNA EJEMPLAR.


Nació en Caracas el 25 de septiembre de 1779 y murió en la misma ciudad el 2 de
junio de 1866. Su padre Domingo Cáceres y su hermano Félix fueron asesinados por
los realistas en marzo de 1814, esto la obligó a emigrar junto con el resto de su familia
a la isla de Margarita, donde contrajo matrimonio el 4 de diciembre con Juan Bautista
Arismendi, quien después de su derrota en Ocumare, viajó a la isla y se acogió al
Armisticio propuesto por el General realista Pablo Morillo.
“Jamás lograréis de mi que le aconseje faltar a sus deberes. Que mi marido cumpla
con su deber que yo sabré cumplir con el mío”. Esta fue la respuesta que dio Luisa
Cáceres, detenida por los realistas, sin respetar su estado de preñez, con el propósito
de chantajear a Juan Bautista Arismendi, quien luchaba ferozmente contra el ejército
realista y tenía prisionero un grupo de ellos, ante la proposición que le hiciera el
gobernador de la isla, el español Joaquín Urreiztieta, que le comunicara a Arismendi
que estaba dispuesto a dejarla en libertad, si él liberaba a los prisioneros que tenía en
su poder, ante tal ofrecimiento, Arismendi también respondió: “Diga usted al jefe
español que sin patria no quiero esposa”.
Luisa Cáceres, en medio de vejámenes y torturas dio a luz una niña, que murió en el
parto antes de ser trasladada del Castillo de La Asunción al Castillo de Pampatar.
Posteriormente, en1816, fue enviada a España, donde siempre fue presionada para
que renegara de sus ideas a lo que siempre se negó. Liberada, regresó a Venezuela,
en 1818, murió en caracas y sus restos fueron trasladados al Panteón Nacional, en
1876.
CONCEPCIÓN MARIÑO, UNA MARGARITEÑA EJEMPLAR.
Nació en el Valle del Espíritu Santo, Edo. Nueva Esparta, en 1790, y muere en
Chacachacare, estado Sucre, en 1854. Contribuyó activamente en la organización de
la expedición de Chacachacare, que al mando de su hermano Santiago Mariño liberó
al oriente de Venezuela de las fuerzas realistas en 1813. Sus padres fueron Santiago
Mariño de Acuña, español establecido en Venezuela y Atanasia Carige Fitzgerald,
irlandesa, quienes contrajeron matrimonio, en 1787, en la isla de Margarita. El
matrimonio Mariño-Carige poseía haciendas en la isla de Trinidad y en la región
oriental de Venezuela, entre ellas una en el islote de Chacachacare y otra en la zona
continental de Delta Amacuro. Concepción Mariño al igual que su hermano fue
educada en una familia contraria a las tiranías y autocracias y partidaria de las ideas
liberales, esto fue una influencia decisiva en la participación de los Mariño en las
luchas por la independencia de Venezuela. Se distinguió por ser una mujer muy
refinada y de excelente cultura, contrajo matrimonio con José María Sanda de cuya
unión nacieron 5 hijos.
Establecida la familia Sanda-Mariño en la región oriental de Paria y en el islote de
Chacachacare, acumuló considerable bienes en tierras y propiedades. A partir de la
pérdida de la Primera República, a mediados de 1812, la familia Mariño tuvo un papel
fundamental la lucha por la independencia. La hacienda de Chacachacare de
Concepción Mariño se convirtió en el sitio de reunión de los republicanos. Su
compromiso a favor de la causa independentista la llevó a introducir armas de
contrabando desde Trinidad hasta Tierra Firme, esto le ocasionó un juicio bajo la Ley
Marcial de las autoridades inglesas y el decomiso de los bienes de su hermano. El
Acta de Chacachacare, suscrita por Santiago Mariño, Francisco Azcue, José Francisco
Bermúdez, Manuel Piar y Manuel Valdés el 2 de enero de 1813, con la cual se inició la
campaña libertadora del oriente venezolano, fue redactada y firmada en la hacienda
de Concepción Mariño, a quien se menciona en la misma como «Magnánima Señora».
Durante el transcurso de la guerra continuó solidaria con la causa de la República. En
tal sentido, en 1821 en buques de su propiedad, transportó desde Jamaica armas para
el Ejército Libertador, cuyo jefe de Estado Mayor era entonces su hermano Santiago.
Cuando éste falleció en 1854, ella vivía todavía y residía en su hacienda de
Chacachacare.

EULALIA RAMOS SÁNCHEZ DE CHAMBERLAIN (EULALIA BUROZ) .


Nació en Tacarigua de Mamporal, estado Miranda, el 12 de febrero de 1796 y murió
en Barcelona, estado. Anzoátegui, el 7 de abril de 1817. Pertenecía a una familia
adinerada, desde muy joven se vinculó con el movimiento independentista, cuando
apenas tenía 14 años sus padres Francisco Ramos e Isabel Sánchez se sumaron al
movimiento del 19 de abril de 1810. A comienzos de 1812 contrajo matrimonio con el
patriota Juan José Velásquez, con quien tuvo una hija. Después de la pérdida de la
«Primera República», la vida de Eulalia Ramos cambió drásticamente. Su esposo
perseguido por los españoles huyó dejándola sola en Tacarigua de Mamporal, donde
sufre el asedio de los realistas, por eso huye a Río Chico con su hija de 40 días de
nacida, la cual muere en el camino. Posteriormente regresó a Caracas con su padre,
sin tener noticias de su esposo, quien finalmente fue fusilado en la Plaza Mayor de Río
Chico en 1814.
Después de la pérdida de la «Segunda República», Eulalia Ramos se refugió con unos
familiares en Cartagena de Indias (Colombia), donde tuvo amistad con la familia
Buroz, parientes del general Carlos Soublette, por lo que ha sido confundida como
miembro de dicha familia. En 1815, regresó a Cumaná enterándose finalmente de la
muerte de su esposo. El año siguiente conoció al oficial inglés Coronel William Charles
Chamberlain, edecán del Libertador, con quien contrajo matrimonio en 1817,
radicándose en la ciudad de Barcelona (Venezuela). Durante los primeros meses del
mismo año, el coronel realista Juan Aldama se dirigió hacia esa población con una
división armada; las tropas republicanas y muchas personas se refugiaron en el
edificio del Convento de San Francisco, que después tomaría el nombre de Casa
Fuerte. En ese lugar resistieron los patriotas 3 días. El 7 de abril irrumpieron los
realistas en la fortaleza, muriendo allí Eulalia Ramos junto a su esposo. Acerca de los
detalles relativos a su muerte hay varias versiones todavía no confirmadas, que en
definitiva le dan cierto matiz mítico a la vida de esta heroína.

JOSEFA CAMEJO, HEROÍNA DE LAS TIERRAS DE FALCÓN.


Nació en el fundo de Aguaque, en Curaidebo, Pueblo Nuevo, Estado Falcón, el 13 de
mayo de 1791. Heroína de la independencia, y tenaz defensora de la Provincia de
Coro. Hija de Miguel Camejo y de Sebastiana Talavera y Garcés. Inició sus estudios
en el colegio de las hermanas Salcedo en Coro, luego fue enviada a un convento de
monjas en esa ciudad, donde completó su educación y estuvo en contacto con las
ideas republicanas.

En 1810 estando en Caracas, tuvo la oportunidad de presenciar los sucesos del 19 de


abril. En 1811, viajó a Mérida donde conoció al coronel Juan Nepomuceno Briceño
Méndez, con quien contrajo matrimonio. El 18 de octubre de 1811, radicada en
Barinas, firma el documento titulado «Representación que hace el Bello Sexo al
Gobierno de Barinas»; en el cual las firmantes enteradas de la invasión que intentaban
los realista de Guayana por San Fernando de Apure, se ponían a la orden para la
defensa de Barinas, sin ningún temor a los horrores de la guerra.

A principios de 1813, Barinas fue asediada por tropas realistas al mando de José
Antonio Puey, esto hizo que el gobernador, Manuel Antonio Pulido se viera en la
necesidad de llevar a cabo el traslado de la población hacia San Carlos, estado
Cojedes, en la travesía iban Josefa Camejo y su madre, quien muere ahogada cuando
trataba de cruzar el río Santo Domingo. En San Carlos, los pobladores procedentes de
Barinas se unen a las fuerzas de Rafael Urdaneta, disponiéndose que los hombres
protegieran a las mujeres durante el viaje hacia la Nueva Granada. Durante este
éxodo, Josefa Camejo se dedicó a curar a los heridos. Al llegar a Nueva Granada,
Josefa se unió a las familias republicanas, permaneciendo allí por espacio de cuatro
años.
A mediados de 1818 decide regresar a Venezuela, viajando según algunos
testimonios, disfrazada de vagabunda o pordiosera y en 1821, al frente de 300
esclavos que trabajaban en su hato de Paraguaná, propició una rebelión contra las
fuerzas realistas de la Provincia de Coro; fueron derrotados. El mismo año, con un
grupo de 15 hombres se presentó en Baraived, lugar donde descansaba el jefe realista
Chepito González, a quien enfrentó y derrotó. Posteriormente se dirige junto con varios
patriotas a Pueblo Nuevo, donde es puesto preso el gobernador, nombrándose a un
gobernador civil republicano: Mariano Arcaya. El mismo día (3 de mayo de 1821)
Josefa Camejo leyó en Pueblo Nuevo el manifiesto que declaraba libre a la Provincia
de Coro y en el que se juraba fidelidad a la República. Se dice que después de la
Independencia se retiró a sus haciendas en donde finalizó sus días al lado de su
familia. Murió posiblemente en 1862.

JUANA RAMÍREZ, HEROÍNA LLANERA CONOCIDA COMO “LA


AVANZADORA”.
Nació en Chaguarama estado Guárico, en 1785 y falleció en Maturín, estado
Monagas, el 11 de julio de 1856. Su madre Guadalupe Ramírez, era oriunda de África
y fue esclavizada y su padre pudo haber sido uno de los generales patriotas de
apellido Rojas. En 1813, cuando Domingo Monteverde, jefe realista atacó a Maturín,
ella se incorporó al grupo de mujeres de esa ciudad que había organizado el General
Manuel Piar. Figuró en varios combates y siempre estaba de primera, ese le valió el
calificativo de “La Avanzadora”. Después de los combates se dedicaba a curar heridos.

Consuelo Fernández
Nació en Villa de Cura, Venezuela, en 1797. Su hermano Manuel fue oficial en el
ejército independentista. En 1814, Villa de Cura fue ocupada por soldados españoles.
Fingiendo amistad con Pérez, un coronel realista, Consuelo se enteró de un plan para
atacar la unidad militar de su hermano. Pérez le pidió a Consuelo que se casara con
él. Consuelo escribió a su hermano para advertirle del ataque y para contarle que
Pérez se había atrevido a pedirle su mano a su anciano padre. Ella señaló que la
diferencia entre patriotas y realistas era insalvable. La carta fue interceptada y llegó a
manos del Coronel Pérez. Éste decidió que o ésta se casaría o le pegaría un tiro.
Consuelo y su padre fueron detenidos. Le mostraron la carta y, protestando, alegó que
su padre era inocente y que moriría mil y una veces antes que casarse con un realista.
Consuelo fue condenada a muerte por difundir información militar secreta a su
hermano. Su padre fue liberado. Al día siguiente, 10 de febrero de 1814, cuando la
llevaban a la Plaza para ser ejecutada, el Coronel Pérez le pidió de nuevo que se
casara con él para salvar su vida. Ella se negó proclamando, “¡Viva la Patria!” y “¡Viva
la Libertad!”. Cuando se encontraba frente al pelotón de fusilamiento, su padre entró
corriendo en la Plaza y le se abrazó a ella. Los soldados dispararon y los dos cayeron
juntos, envueltos todavía en un abrazo.

Ana María Campos


Heroína de la independencia venezolana nacida en los Puertos de Altagracia el 2 de
abril de 1796 y fallecida en Maracaibo en 1828.
Su lucha por la Independencia comenzó tarde, en 1822, después de la Batalla de
Carabobo, cuando Maracaibo fue ocupada por los realistas bajo el mando de
Francisco Tomas Morales. Campos se encargó de realizar gran cantidad de reuniones
clandestinas, frecuentes en la época. En una de estas tertulias afirmó: "Si Morales no
capitula, muere". Esta declaración le llevó a ser arrestada y castigada públicamente.
Fue paseada por las calles de la ciudad a caballo semidesnuda y luego azotada por el
verdugo Valentín Aguirre.
El castigo no logró hacerla cambiar de opinión, por lo que continuó luchando hasta la
Batalla de Maracaibo de 1823 y la capitulación final de los realistas.

Teresa Heredia
Nació en Villa de Ospino, Venezuela, en 1787, en una familia de clase alta. Estaba
emparentada por matrimonio con el coronel realista Fermín de Heredia, que murió en
la batalla de Araure en 1813. Ella era, sin embargo, simpatizante de la causa
independentista al igual que sus padres, que murieron en la lucha por la
independencia (sin especificar) en algún momento antes de 1804. Heredia se fue a
vivir con su tía en Guaira. Se casó con el isleño José Antonio Agüero cuando tenía 17
años. Él murió dos años después (nuevamente sin especificar) y ella se dedicó a la
causa independentista. Fue encarcelada después de rehusarse a dar el paradero de
algunos patriotas. Después de seis meses, fue transferida a Caracas el 8 de mayo de
1818 acusada de deslealtad; acusada de haber sido escuchada hablando de la llegada
de Bolívar a la Isla Margarita y de haber visitado a Yáñez. Otros dijeron que la habían
visto vestida como hombre con los realistas y que había tomado de uno dinero para
dárselo a los patriotas. Ella negó los cargos pero fue declarada culpable. Fue
desterrada a Norteamérica.

Cecilia Mujica .
Heroína de la independencia venezolana nacida en San Felipe y muerta en Los
Zunzunes en 1813.
Era hija de un realista español, Martín Mújica, y prometida de Henrique Villalonga,
junto al que luchó en los primeros episodios de la Guerra de la Independencia. Se
dedicó entonces a confeccionar escarapelas tricolores y a componer y cantar
canciones patrióticas.
Después del decreto de Guerra a Muerte de 1813 aumentó la represión realista.
Cecilia continuó con la difusión de propaganda patriótica, por lo que fue sentenciada a
morir fusilada. Según se cuenta, antes de morir dejó una trenza de su cabello y su
sortija de compromiso para que fuesen entregadas a su prometido y sus postreras
palabras fueron “No tuve la gloria de ser tu esposa pero si la gloria de inmolarme por la
libertad”.
¡Viva la Patria! ¡Viva la Libertad!.

Luisa Arrambide de Pacanins


Mujer de gran belleza. Se casó con Tomás Pacanins, con quien tuvo cinco hijos. En la
sala de su casa, decorada con elegancia, concurría un círculo cultural de la más alta
distinción por aquellos días, así como Bolívar y Montilla. Se dice que el Libertador la
amó "locamente", pero ella nunca le correspondió y alegaba, entre otras razones, que
era "muy pretencioso".
Su devoción a las ideas emancipadoras la hizo blanco de la furia de los realistas. Fue
condenada y a ser azotada públicamente hasta perder el aliento en la Plaza de San
Juan, en Caracas, hoy conocida como Plaza Capuchinos.
Allí, Luisa fue mandada a montar en lo alto de un cañón y desnuda fue expuesta a
risas y burlas. En vano la interrogaban con cada azote, ella se limitaba a responder:
"Viva la patria. Mueran los tiranos".
Luego de eso se trasladó a Puerto Rico en donde murió al nacer su hija Luisita. Tenía
28 años.

Leonor Guerra
En 1816, el coronel Juan Aldama, jefe y gobernador interino de la provincia de
Cumaná enardecido por los triunfos de Gregor MacGregor en las batallas de
Quebrada Honda (2 agosto), Alacrán (6 septiembre) y Juncal (27 septiembre),
descarga su ira en Leonor Guerra quien osadamente se había asomado a la ventana
con una cinta azul, símbolo que adoptaron los patriotas como divisa política y que las
señoras llevaban discretamente en el cabello.
Leonor se encontró frente al gobernador Aldama y fue víctima de sus atropellos, lo
cual sin embargo no hizo que abjurara de sus convicciones políticas. En consecuencia
se le siguió juicio y se le sentenció a salir por las calles montada en un burro
enjalmado, para recibir públicamente 200 azotes por «insurgente». En cada esquina
debía amonestársele y se le pedía que revelara los nombres de quienes compartían
sus ideas. Mientras se la sometía a este suplicio, le gritaba a sus verdugos, antes de
cada azote: «¡Viva la Patria, mueran los tiranos!»; esto fue respondido con repetidos
latigazos hasta que fue conducida a su hogar exhausta. Afectada por la ofensa
recibida, se negó a ingerir alimentos y a recibir asistencia médica, hasta que sobrevino
la muerte ese mismo año.
El 1 de diciembre de 1819, el general Pablo Morillo expuso al ministro de la Guerra de
España la conveniencia de que el brigadier Aldama fuese trasladado a España, vistos
su bajo rendimiento militar y por la «dureza imprudente» en Cumaná.

María del Carmen Ramírez


Poseedora de valiosas propiedades, todos sus bienes y servicios personales
estuvieron a favor de la causa de la Independencia.
Entre sus propiedades combátase un hato de ganado en la región de San Camilo, una
elegante y cómoda casa en San Cristóbal, y entre varias casas de su propiedad en el
Rosario de Cúcuta (Colombia) se incluía una de dos plantas amplísima y lujosa que
fue sede del Congreso del Rosario, celebrado en 1821, y también sirvió como mansión
de residencia del Poder Ejecutivo y fue llamada Palacio del Congreso y Palacio de
Gobierno de la Gran Colombia.
Su adhesión a la ideas de emancipación la hicieron blanco de la saña de los realistas,
incluyendo a sus familiares y propiedades. Durante los últimos meses de 1819 fue
capturada en San Cristóbal y fue conducida, junto a otras señoras patriotas, en
humillante calvario, hasta el pueblo de Bailadores, donde fue rescatada por un piquete
de caballería enviado por Bolívar desde Pamplona, al mando del Coronel Leonardo
Infante.
Convenció a su hijo de 15 años, Pedro Briceño Ramírez, para que se alistara en el
Ejército Patriota, este fue tomado prisionero y condenado a muerte. Él y sus
compañeros se salvaron de ser ejecutados por la intervención de una dama criolla,
favorita del jefe realista Antonio Tíscar. Este contratiempo no arredró al joven, quien
apoyado por su madre empuñó nuevamente las armas en las filas patriotas, peleó en
varios combates y alcanzó el grado de Capitán, falleció en una sangrienta batalla.
María del Carmen Ramírez gozó de merecida fama entre los adalides de la
Independencia. Murió en San Cristóbal el 7 de febrero de 1857.

También podría gustarte