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LAS GUERRAS MÉDICAS se saldaron

con dos grandes triunfos de los


griegos sobre los persas: Maratón y
Platea. En la imagen, la batalla de
Maratón en un sarcófago romano.
Museo Cívico Romano, Brescia.

LA INFANTERÍA PERSA no fue


oponente para la infantería griega.
En la página siguiente, abajo, plato
con un arquero persa en trance de
cargar su arco. Hacia 500 a.C. Museo
Británico, Londres.

LA MAYOR VICTORIA DE GRECIA En agosto del año 479 a.C. tuvo lugar la mayor
batalla terrestre librada por los griegos contra los

PLATEA: GRIEGOS invasores persas. La llanura de Platea fue el


escenario del triunfo griego, debido en buena
medida al valor de la infantería de Esparta. A esta

CONTRA PERSAS
ciudad pertenecía Pausanias, jefe supremo de las
tropas de más de 20 estados griegos que allí se
jugaron, y ganaron, el destino de la Hélade.
Batalla de Salamina. La victoria de la flota ateniense sobre la fuerza naval Jerjes I el Grande. El Gran Rey decidió volver a Tras la derrota total de la flota persa contra los atenienses en la batalla de
persa en Salamina, cambió el curso de la guerra en favor de los griegos lo Persia y dejar en Grecia a su general, Salamina, Jerjes se vio obligado a emprender la retirada temiendo que se
que dificultó la situación de Jerjes. Captura del juego «Total War: Rome II. Mardonio, para combatir contra los griegos. alzase una rebelión en las ciudades ya conquistadas de Asia Menor.
Wrath of Sparta». Busto obra de Carles Vaquero. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta».

La victoria griega sobre los persas en aguas de Salamina había decantado la suerte de la segunda guerra médica por mar. Pero poderosas fuerzas persas
quedaban todavía en Grecia con ansias de redimirse ante Jerjes, su soberano, por el fracaso sufrido. La derrota de estas tropas, que constituiría el último
acto de la contienda, iba a tener lugar en Platea, y el desenlace fue anunciado por un oráculo del santuario de Apolo en Delfos. Las palabras del dios habían
llegado a Esparta tras la batalla de Salamina, e instaban a los lacedemonios (como se conocía a los espartanos) a que le exigieran a Jerjes una satisfacción
por la muerte de su rey Leónidas en las Termópilas, choque terrestre que había precedido el combate naval de Salamina. Un heraldo fue despachado al
campamento persa y planteó la demanda. «Entonces –cuenta Heródoto– Jerjes se echó a reír y, tras un largo silencio, como se daba la circunstancia de que
Mardonio se hallaba a su lado, exclamó señalando: “¡De acuerdo! ¡Será Mardonio, aquí presente, quien les dará la satisfacción que se merecen!”» (VIII
114). El oráculo se cumpliría inexorablemente.
Batalla de las Termópilas. Trescientos espartanos, la élite de guerreros Jerjes I el Grande. El Gran Rey decidió volver a La muerte de los espartanos que lucharon y cayeron en el desfiladero de
liderada por el Leónidas, cayeron luchando con su rey ante el ejército de Persia y dejar en Grecia a su general, las Termópilas. Según una profecía del oráculo de Delfos, los espartanos
Jerjes por la defensa del paso de las Termópilas. Captura del juego «Total Mardonio, para combatir contra los griegos. debían exigirle a Jerjes una compensación por la muerte de su rey
War: Rome II. Wrath of Sparta». Busto obra de Carles Vaquero. Leónidas. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta».

La victoria griega sobre los persas en aguas de Salamina había decantado la suerte de la segunda guerra médica por mar. Pero poderosas fuerzas persas
quedaban todavía en Grecia con ansias de redimirse ante Jerjes, su soberano, por el fracaso sufrido. La derrota de estas tropas, que constituiría el último
acto de la contienda, iba a tener lugar en Platea, y el desenlace fue anunciado por un oráculo del santuario de Apolo en Delfos. Las palabras del dios habían
llegado a Esparta tras la batalla de Salamina, e instaban a los lacedemonios (como se conocía a los espartanos) a que le exigieran a Jerjes una satisfacción
por la muerte de su rey Leónidas en las Termópilas, choque terrestre que había precedido el combate naval de Salamina. Un heraldo fue despachado al
campamento persa y planteó la demanda. «Entonces –cuenta Heródoto– Jerjes se echó a reír y, tras un largo silencio, como se daba la circunstancia de que
Mardonio se hallaba a su lado, exclamó señalando: “¡De acuerdo! ¡Será Mardonio, aquí presente, quien les dará la satisfacción que se merecen!”» (VIII
114). El oráculo se cumpliría inexorablemente.
Choque entre trirremes de la flota persa y la flota ateniense en la batalla Busto del general espartano Pausanias. Jerjes observa desde su trono la derrota total de su flota. Las dificultades
de Salamina. La victoria naval de los atenienses cambió el curso de la Museos Capitolinos, Roma. Italia. de aprovisionamiento del ejército persa obligaron a Jerjes a emprender la
guerra. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta». retirada hacia Persia. Captura del juego ««Assassin’s Creed: Odyssey».

La derrota de la flota persa en Salamina había comprometido la situación de Jerjes. Las dificultades de aprovisionamiento de sus tropas por mar se tornaban irresolubles y se corría
el riesgo no sólo de que se produjeran sublevaciones en las zonas que los persas controlaban en Grecia, como Tesalia y Macedonia, sino de que, ante la noticia, estallaran
insurrecciones en la propia Asia. El monarca, pues, decidió retirarse por tierra de inmediato, pero dejó en Grecia a una parte importante de su ejercito: no menos de 80.000 hombres
(cifra que exageraron los autores griegos) permanecieron a las órdenes de Mardonio, un aqueménida, primo del Gran Rey, decidido partidario de la guerra a ultranza. Al fin y al
cabo, los persas todavía no habían tenido la oportunidad de enfrentarse a los griegos por tierra con su caballería, su arma más temible, y era cuestión de elegir el lugar idóneo para
ello.
Jerjes, pues, abandonó Atenas a comienzos de octubre de 480 a.C. Mardonio, que se había retirado a Tesalia para pasar el invierno, efectuó, en enero de 479 a.C., ofertas de paz a los
atenienses –que habían vuelto a ocupar su ciudad tras la retirada persa–, sabedor de que, de tener éxito, la coalición griega se rompería y sus posibilidades de victoria aumentarían.
Sin embargo, Atenas rehusó la oferta persa, haciendo antes una solemne profesión de panhelenismo: «el incendio y la destrucción de las imágenes y los templos de los dioses […]
exigen de nosotros una implacable venganza, en vez de pactar con el autor de tales sacrilegios; por otro lado está el mundo griego, con su identidad racial y lingüística, con su
comunidad de santuarios y de sacrificios a los dioses, y con unos usos y costumbres similares, cosas que, de traicionarlas, supondrían un baldón para los atenienses» (Heródoto, VIII
144). Y solicitó urgentemente a Esparta que enviase tropas a Beocia antes de que Mardonio reanudara la ofensiva en primavera.
Caída de la Acrópolis de Atenas. Los atenienses debieron sufrir dos veces Busto del general espartano Pausanias. Marcha del ejército espartano a la llanura de Platea. El temor de que la
consecutivas la destrucción de su ciudad, sus hogares y los monumentos Museos Capitolinos, Roma. Italia. flota ateniense se aliara con los persas persuadió a Esparta de intervenir
de la Acrópolis. Captura del film «300, Rise of an Empire». Año 2014. en la batalla. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta».

La derrota de la flota persa en Salamina había comprometido la situación de Jerjes. Las dificultades de aprovisionamiento de sus tropas por mar se tornaban irresolubles y se corría
el riesgo no sólo de que se produjeran sublevaciones en las zonas que los persas controlaban en Grecia, como Tesalia y Macedonia, sino de que, ante la noticia, estallaran
insurrecciones en la propia Asia. El monarca, pues, decidió retirarse por tierra de inmediato, pero dejó en Grecia a una parte importante de su ejercito: no menos de 80.000 hombres
(cifra que exageraron los autores griegos) permanecieron a las órdenes de Mardonio, un aqueménida, primo del Gran Rey, decidido partidario de la guerra a ultranza. Al fin y al
cabo, los persas todavía no habían tenido la oportunidad de enfrentarse a los griegos por tierra con su caballería, su arma más temible, y era cuestión de elegir el lugar idóneo para
ello.
Jerjes, pues, abandonó Atenas a comienzos de octubre de 480 a.C. Mardonio, que se había retirado a Tesalia para pasar el invierno, efectuó, en enero de 479 a.C., ofertas de paz a los
atenienses –que habían vuelto a ocupar su ciudad tras la retirada persa–, sabedor de que, de tener éxito, la coalición griega se rompería y sus posibilidades de victoria aumentarían.
Sin embargo, Atenas rehusó la oferta persa, haciendo antes una solemne profesión de panhelenismo: «el incendio y la destrucción de las imágenes y los templos de los dioses […]
exigen de nosotros una implacable venganza, en vez de pactar con el autor de tales sacrilegios; por otro lado está el mundo griego, con su identidad racial y lingüística, con su
comunidad de santuarios y de sacrificios a los dioses, y con unos usos y costumbres similares, cosas que, de traicionarlas, supondrían un baldón para los atenienses» (Heródoto, VIII
144). Y solicitó urgentemente a Esparta que enviase tropas a Beocia antes de que Mardonio reanudara la ofensiva en primavera.
LA AMENAZA PERSA se cernió sobre Grecia por espacio de 20 años, desde que, tras
aplastar la revuelta de las ciudades jonias (499-494 a.C.), el rey Darío I decidió infligir un
duro castigo a Atenas y Eretria, que habían apoyado la rebelión. TESALIA
ASÍ EMPEZÓ la primera guerra médica, de la que Mardonio fue uno de los principales
Larisa
protagonistas. Este comandante persa, hijo del noble Gobrias y, probablemente, de una Mar Egeo
hermana de Darío, pudo someter Tracia y Macedonia (492 a.C.), base para las campañas
contra la Grecia continental. Pero la ofensiva persa se frustró con la derrota de Maratón Cabo
Feres
(490 a.C.) ante las fuerzas dirigidas por Milcíades. ÉPIRO Artemisio
Jerjes I, hijo de Darío, quiso vengar la derrota de su padre y se lanzó sobre Grecia en el (480 a.C.)
480 a.C. A costa de sus vidas, los espartanos dirigidos por Leónidas lograron retrasar el Termópilas
avance persa en las Termópilas, lo que permitió a los aliados griegos, que no habían (480 a.C.) Eubea
Leucas
triunfado en el cabo Artemisio, preparar su flota y vencer en Salamina. LA VICTORIA fue
muy importante, pero no decisiva: Jerjes abandonó Grecia pero Mardonio, que dirigía las BEOCIA Eretria
fuerzas terrestres, permaneció allí con un enorme contingente, cultivando las relaciones PLATEA Tebas
Maratón
con diversas ciudades-estado griegas. Por fin, los aliados decidieron presentar batalla y Cefalonia (479 a.C.) Atenas (490 a.C.)
ACAYA
Mardonio fue vencido y muerto en Platea (479 a.C.). Caristos
Elis Corinto
Salamina ÁTICA
ÉLIDE (480 a.C.)
Argos
Zaquinto
ARCADIA ARGÓLIDA
MESENIA
Esparta
Mar Pilos
LACONIA
Jónico
Helos

Melos

Citera
En el paso de Giptocastro, el general persa Mardonio ordenó a los Hoplita ateniense del siglo V a.C. La caballería persa, bajo las órdenes de Mardonio, atacó el convoy de
miembros de su caballería real atacar el convoy griego cargado de Efectivo de las tropas de la escolta griega. provisiones griego que debió protegerse en los contrafuertes de la
provisiones. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta». Obra de «Arcangel Images». montaña. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta».

Entre tanto, los peloponesios cruzaron el istmo de Corinto y avanzaron hasta Eleusis, en el Ática, donde se les unieron los atenienses procedentes de la isla de Salamina. Todos los
efectivos griegos se dirigieron entonces, a través de la cadena montañosa del Citerón, hacia la llanura de Platea. Allí iba a tener lugar la batalla terrestre más formidable librada hasta
entonces en territorio griego.
De los tres pasos que permitían avanzar desde el Ática hasta Beocia a través del Citerón, el único que admitía el paso de carros era el de Giptocastro, que fue el que utilizaron las
tropas griegas. Cuando los persas las vieron mientras afluían por el paso, Mardonio envió a la caballería para acosarlas, por lo que los griegos tuvieron que protegerse en los
contrafuertes de la montaña. Pero esa posición era indefendible por su carencia de agua y, además, había que inducir a Mardonio, apostado al norte del Asopo (a unos cinco
kilómetros de la salida de los pasos de montaña), a que cruzara el río con su infantería y presentase batalla.
Los helenos decidieron, pues, avanzar unos cinco kilómetros en dirección oeste, hasta alcanzar dos colinas (la del Asopo al este y la de Pirgo al oeste), separadas entre sí por tres
kilómetros. En la colina del Asopo, al sur de la cual manaba una fuente de agua potable llamada Gargafia, se apostó el ala derecha griega, integrada por los 10.000 hoplitas
lacedemonios (con sus muchos servidores, pues los hoplitas sólo tomaban sus pesadas armas en el momento de entrar en combate) y un contingente de 1.500 infantes de Tegea, una
localidad de Arcadia. En la colina de Pirgo se situaron 8.000 hoplitas atenienses y 600 plateos huidos de la destrucción de su ciudad. Entre ambas colinas se distribuyó el centro de los
efectivos griegos, integrado por algo más de 18.000 hoplitas pertenecientes a 20 estados diferentes, la mayoría del Peloponeso. A ellos hay que añadir fuerzas auxiliares.
La escolta de hoplitas defendieron el convoy griego del ataque de la Hoplita ateniense del siglo V a.C. La llanura de Platea fue el escenario donde tendría lugar la batalla
caballería persa, que terminaría por esperar el combate decisivo en Platea. Efectivo de las tropas de la escolta griega. terrestre más formidable librada hasta entonces en territorio griego.
Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta». Obra de «Arcangel Images». Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta».

Entre tanto, los peloponesios cruzaron el istmo de Corinto y avanzaron hasta Eleusis, en el Ática, donde se les unieron los atenienses procedentes de la isla de Salamina. Todos los
efectivos griegos se dirigieron entonces, a través de la cadena montañosa del Citerón, hacia la llanura de Platea. Allí iba a tener lugar la batalla terrestre más formidable librada hasta
entonces en territorio griego.
De los tres pasos que permitían avanzar desde el Ática hasta Beocia a través del Citerón, el único que admitía el paso de carros era el de Giptocastro, que fue el que utilizaron las
tropas griegas. Cuando los persas las vieron mientras afluían por el paso, Mardonio envió a la caballería para acosarlas, por lo que los griegos tuvieron que protegerse en los
contrafuertes de la montaña. Pero esa posición era indefendible por su carencia de agua y, además, había que inducir a Mardonio, apostado al norte del Asopo (a unos cinco
kilómetros de la salida de los pasos de montaña), a que cruzara el río con su infantería y presentase batalla.
Los helenos decidieron, pues, avanzar unos cinco kilómetros en dirección oeste, hasta alcanzar dos colinas (la del Asopo al este y la de Pirgo al oeste), separadas entre sí por tres
kilómetros. En la colina del Asopo, al sur de la cual manaba una fuente de agua potable llamada Gargafia, se apostó el ala derecha griega, integrada por los 10.000 hoplitas
lacedemonios (con sus muchos servidores, pues los hoplitas sólo tomaban sus pesadas armas en el momento de entrar en combate) y un contingente de 1.500 infantes de Tegea, una
localidad de Arcadia. En la colina de Pirgo se situaron 8.000 hoplitas atenienses y 600 plateos huidos de la destrucción de su ciudad. Entre ambas colinas se distribuyó el centro de los
efectivos griegos, integrado por algo más de 18.000 hoplitas pertenecientes a 20 estados diferentes, la mayoría del Peloponeso. A ellos hay que añadir fuerzas auxiliares.
EN LA LLANURA de Platea se congregó el mayor ejército de hoplitas jamás reunido hasta entonces; esta infantería pesadamente armada arrolló a la infantería ligera persa –que
constituía el grueso del ejército de Mardonio– en el choque final. Éste llegó después de que los griegos, sabiéndose superiores en campo abierto, lograsen provocar una batalla tras
cambiar de posición hasta dos veces.

Paso
TEMPLO DE HERA Río
Occidental TERCERA Atenienses SEGUNDA
Oéroe Aliados
PLATEA POSICIÓN POSICIÓN griegos
GRIEGA GRIEGA
G I J
F SEGUNDA
SEGUNDA POSICIÓN
POSICIÓN GRIEGA Indios PERSA
Sacas
K J Bactrios
Centro J Medos

ANDROCRATEO

G L Persas
Paso de
Vilia Lacedemonios
D Río Asopo
A FUENTE SEGUNDA
GARGAFIA E CAMPAMENTO PERSA
Paso de H POSICIÓN
Giptocastro GRIEGA

G
PRIMERA
POSICIÓN
HISIAS PERSA

Río
Molunte
B Caballería
persa

ERITRAS PRIMERA
POSICIÓN C
GRIEGA
EN LA LLANURA de Platea se congregó el mayor ejército de hoplitas jamás reunido hasta entonces; esta infantería pesadamente armada arrolló a la infantería ligera persa –que
constituía el grueso del ejército de Mardonio– en el choque final. Éste llegó después de que los griegos, sabiéndose superiores en campo abierto, lograsen provocar una batalla tras
cambiar de posición hasta dos veces.

A B C D

EL PASO DEL CITERÓN PRIMERA POSICIÓN PRIMER ATAQUE PERSA DESPLAZAMIENTO


Los griegos cruzan el Citerón, la cadena Esta primera posición permite a los Mardonio lanza la caballería contra los Animados por la victoria, los griegos se
montañosa que separa las regiones de griegos controlar el paso del Citerón y griegos. Éstos repelen el ataque, en no desplazan de Eritras hacia Platea,
Ática y Beocia, por el paso de asegurar el flujo de suministros y poca medida gracias a la actuación de donde abunda más el agua, y se dirigen
Giptocastro (el único cuya anchura refuerzos, al tiempo que su ubicación 800 arqueros atenienses. En el combate a la fuente Gargafia. Acampan cerca de
permite el tránsito de carros) y más elevada les confiere ventaja sobre la muere el jefe de la caballería persa, la misma y del recinto del héroe
acampan al pie del monte. caballería persa. Masistio. Andrócates.

E F G H

EL CAMPO PERSA FRENTE A FRENTE LUCHA POR LOS PASOS LA FUENTE, CEGADA
Mardonio había instalado su Los persas se desplazan por la otra Pasados 8 días desde la toma de Dos días después de la toma del paso de
campamento, protegido por una orilla del Asopo. Según Heródoto (cuyas posiciones en Platea por los griegos, Giptocastro, Mardonio manda la
muralla de madera, tras el río Asopo. cifras se consideran demasiado Mardonio envía la caballería, con éxito, caballería a cegar la fuente Gargafia,
Consciente de la superioridad de la abultadas), sus efectivos sumarían a tomar el paso de Giptocastro, por empresa de la que los persas salen
infantería griega, evita que la suya 300.000 hombres, frente a 110.000 donde llegaban refuerzos y víveres a los victoriosos. Los griegos sufren la falta
cruce el río y trabe combate. griegos. griegos. de agua y víveres.

I J K L

REPLIEGUE GRIEGO EL ATAQUE FINAL LOS ATENIENSES LOS ESPARTANOS


Ante la falta de agua, el ejército griego Cuando espartanos y atenienses, que Los aliados griegos de Mardonio atacan Los espartanos destrozan a la infantería
decide abandonar su segunda posición han protegido el repliegue de los otros a los atenienses, que resisten la persa. Mardonio muere en combate,
para replegarse tras el río Oéroe, con el cuerpos de ejército, se están replegando acometida. Los griegos acampados rodeado de los mil persas más valientes.
propósito de mantener el control de los a su vez, Mardonio confunde la junto al templo de Hera marchan en Luego los espartanos, junto con los
pasos occidentales del Citerón. maniobra con una retirada y ordena el ayuda de los compañeros atacados por atenienses y los tegeatas, conquistan el
ataque. los persas. fuerte persa.
Formación del contingente de hoplitas, espartanos y tegeatas, de la Hoplita griego del siglo V a.C. Efectivo del Formación de la primera línea de la caballería persa. Mardonio ordenó a
primera posición griega. Los griegos rechazaron el primer ataque de la contingente de la primera posición griega. sus jinetes lanzar la primera ofensiva contra la primera posición griega.
caballería persa. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta». Obra de «Arcangel Images». Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta».

El estado mayor griego decidió, entonces, retrasar su posición para asegurarse el control de los pasos: el ala derecha se dirigía a Giptocastro, el ala izquierda al paso central y el
centro a custodiar el paso más occidental. La maniobra debió de comenzar a eso de las once de la noche. Pero, como el primitivo centro griego había sufrido bastante por las
escaramuzas de la caballería de Mardonio y estaba integrado por contingentes de muy diversos Estados, su maniobra fue demasiado lenta. Y lacedemonios, a la derecha, y atenienses,
a la izquierda, no iban a emprender la marcha hasta que sus camaradas hubieran llegado hasta las proximidades de las ruinas de Platea.
Al alba del decimotercer día desde que los griegos ocuparan sus posiciones en las dos colinas y en el intervalo entre ambas, la caballería persa inició una nueva escaramuza y se
encontró con que sus adversarios habían abandonado sus posiciones y con que lacedemonios y atenienses, aparentemente desorganizados, no habían alcanzado los contrafuertes del
Citerón. Era la hora decisiva.
Mardonio decidió cruzar el Asopo y lanzar a su caballería persa contra los espartanos y a la de sus aliados griegos contra los atenienses. De inmediato la infantería de sus dos alas
debía lograr que la desorganización producida en sus enemigos por la caballería fuese mayor. Finalmente, el centro de su ejército remataría la faena. Pero la disciplina de los hoplitas
fue determinante. La caballería de Mardonio –eficacísimos arqueros a caballo– no logró romper la disciplina de los hoplitas (que se protegían de las saetas con sus redondos escudos
de madera guarnecida de bronce) y, con ello, la suerte de la batalla estaba echada.
La caballería persa cargó contra la falange espartana de la primera Hoplita griego del siglo V a.C. Efectivo del Hoplita espartano de la primera formación del ejército griego combate
posición griega que pudo resistir el ataque inicial del enemigo asiático. contingente de la primera posición griega. contra jinete persa. Rechazado el ataque inicial, los griegos provocaron la
Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta». Obra de «Arcangel Images». retirada inmediata de la caballería persa. Captura del juego «Total War:
Rome II. Wrath of Sparta».

El estado mayor griego decidió, entonces, retrasar su posición para asegurarse el control de los pasos: el ala derecha se dirigía a Giptocastro, el ala izquierda al paso central y el
centro a custodiar el paso más occidental. La maniobra debió de comenzar a eso de las once de la noche. Pero, como el primitivo centro griego había sufrido bastante por las
escaramuzas de la caballería de Mardonio y estaba integrado por contingentes de muy diversos Estados, su maniobra fue demasiado lenta. Y lacedemonios, a la derecha, y atenienses,
a la izquierda, no iban a emprender la marcha hasta que sus camaradas hubieran llegado hasta las proximidades de las ruinas de Platea.
Al alba del decimotercer día desde que los griegos ocuparan sus posiciones en las dos colinas y en el intervalo entre ambas, la caballería persa inició una nueva escaramuza y se
encontró con que sus adversarios habían abandonado sus posiciones y con que lacedemonios y atenienses, aparentemente desorganizados, no habían alcanzado los contrafuertes del
Citerón. Era la hora decisiva.
Mardonio decidió cruzar el Asopo y lanzar a su caballería persa contra los espartanos y a la de sus aliados griegos contra los atenienses. De inmediato la infantería de sus dos alas
debía lograr que la desorganización producida en sus enemigos por la caballería fuese mayor. Finalmente, el centro de su ejército remataría la faena. Pero la disciplina de los hoplitas
fue determinante. La caballería de Mardonio –eficacísimos arqueros a caballo– no logró romper la disciplina de los hoplitas (que se protegían de las saetas con sus redondos escudos
de madera guarnecida de bronce) y, con ello, la suerte de la batalla estaba echada.
Formación del contingente de hoplitas. Los efectivos griegos de la primera Hoplita griego del siglo V a.C. Efectivo del Animados por su victoria, los griegos de la primera posición se dirigieron
posición reorganizaron su formación y emprendieron su marcha desde contingente de la primera posición griega. hacia Platea en busca de suministros y agua, y acamparon cerca de la
Eritras hasta Platea. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Obra de «Arcangel Images». fuente Gargafia. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta».
Sparta».

El estado mayor griego decidió, entonces, retrasar su posición para asegurarse el control de los pasos: el ala derecha se dirigía a Giptocastro, el ala izquierda al paso central y el
centro a custodiar el paso más occidental. La maniobra debió de comenzar a eso de las once de la noche. Pero, como el primitivo centro griego había sufrido bastante por las
escaramuzas de la caballería de Mardonio y estaba integrado por contingentes de muy diversos Estados, su maniobra fue demasiado lenta. Y lacedemonios, a la derecha, y atenienses,
a la izquierda, no iban a emprender la marcha hasta que sus camaradas hubieran llegado hasta las proximidades de las ruinas de Platea.
Al alba del decimotercer día desde que los griegos ocuparan sus posiciones en las dos colinas y en el intervalo entre ambas, la caballería persa inició una nueva escaramuza y se
encontró con que sus adversarios habían abandonado sus posiciones y con que lacedemonios y atenienses, aparentemente desorganizados, no habían alcanzado los contrafuertes del
Citerón. Era la hora decisiva.
Mardonio decidió cruzar el Asopo y lanzar a su caballería persa contra los espartanos y a la de sus aliados griegos contra los atenienses. De inmediato la infantería de sus dos alas
debía lograr que la desorganización producida en sus enemigos por la caballería fuese mayor. Finalmente, el centro de su ejército remataría la faena. Pero la disciplina de los hoplitas
fue determinante. La caballería de Mardonio –eficacísimos arqueros a caballo– no logró romper la disciplina de los hoplitas (que se protegían de las saetas con sus redondos escudos
de madera guarnecida de bronce) y, con ello, la suerte de la batalla estaba echada.
Formación del contingente aqueménida. Los efectivos persas de la «Melóforo» o lancero aqueménida del siglo V Una vez organizada su formación, los efectivos persas de la segunda
segunda posición organizaron su formación para dirigirse hacia las a.C. Efectivo del contingente de la segunda división aqueménida emprendieron la marcha hacia su encuentro con los
posiciones griegas e interceptarlas. Captura del juego «Total War: Rome II. posición persa. Figura de plomo. griegos. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta».
Wrath of Sparta».

El estado mayor griego decidió, entonces, retrasar su posición para asegurarse el control de los pasos: el ala derecha se dirigía a Giptocastro, el ala izquierda al paso central y el
centro a custodiar el paso más occidental. La maniobra debió de comenzar a eso de las once de la noche. Pero, como el primitivo centro griego había sufrido bastante por las
escaramuzas de la caballería de Mardonio y estaba integrado por contingentes de muy diversos Estados, su maniobra fue demasiado lenta. Y lacedemonios, a la derecha, y atenienses,
a la izquierda, no iban a emprender la marcha hasta que sus camaradas hubieran llegado hasta las proximidades de las ruinas de Platea.
Al alba del decimotercer día desde que los griegos ocuparan sus posiciones en las dos colinas y en el intervalo entre ambas, la caballería persa inició una nueva escaramuza y se
encontró con que sus adversarios habían abandonado sus posiciones y con que lacedemonios y atenienses, aparentemente desorganizados, no habían alcanzado los contrafuertes del
Citerón. Era la hora decisiva.
Mardonio decidió cruzar el Asopo y lanzar a su caballería persa contra los espartanos y a la de sus aliados griegos contra los atenienses. De inmediato la infantería de sus dos alas
debía lograr que la desorganización producida en sus enemigos por la caballería fuese mayor. Finalmente, el centro de su ejército remataría la faena. Pero la disciplina de los hoplitas
fue determinante. La caballería de Mardonio –eficacísimos arqueros a caballo– no logró romper la disciplina de los hoplitas (que se protegían de las saetas con sus redondos escudos
de madera guarnecida de bronce) y, con ello, la suerte de la batalla estaba echada.
Mardonio envió su caballería a apoderarse del paso de Giptocastro y cegar «Melóforo» o lancero aqueménida del siglo V Batalla entre griegos y persas. Los jinetes persas de la caballería de
la fuente Gragafia, ambos puntos vitales por el suministro de agua y a.C. Efectivo del contingente de la segunda Mardonio embisten a los hoplitas griegos. En esta empresa, los persas
víveres para los griegos. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of posición persa. Figura de plomo. resultaron victoriosos. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of
Sparta». Sparta».

El estado mayor griego decidió, entonces, retrasar su posición para asegurarse el control de los pasos: el ala derecha se dirigía a Giptocastro, el ala izquierda al paso central y el
centro a custodiar el paso más occidental. La maniobra debió de comenzar a eso de las once de la noche. Pero, como el primitivo centro griego había sufrido bastante por las
escaramuzas de la caballería de Mardonio y estaba integrado por contingentes de muy diversos Estados, su maniobra fue demasiado lenta. Y lacedemonios, a la derecha, y atenienses,
a la izquierda, no iban a emprender la marcha hasta que sus camaradas hubieran llegado hasta las proximidades de las ruinas de Platea.
Al alba del decimotercer día desde que los griegos ocuparan sus posiciones en las dos colinas y en el intervalo entre ambas, la caballería persa inició una nueva escaramuza y se
encontró con que sus adversarios habían abandonado sus posiciones y con que lacedemonios y atenienses, aparentemente desorganizados, no habían alcanzado los contrafuertes del
Citerón. Era la hora decisiva.
Mardonio decidió cruzar el Asopo y lanzar a su caballería persa contra los espartanos y a la de sus aliados griegos contra los atenienses. De inmediato la infantería de sus dos alas
debía lograr que la desorganización producida en sus enemigos por la caballería fuese mayor. Finalmente, el centro de su ejército remataría la faena. Pero la disciplina de los hoplitas
fue determinante. La caballería de Mardonio –eficacísimos arqueros a caballo– no logró romper la disciplina de los hoplitas (que se protegían de las saetas con sus redondos escudos
de madera guarnecida de bronce) y, con ello, la suerte de la batalla estaba echada.
En el flanco izquierdo, el contingente de hoplitas atenienses debió Hoplita griego del siglo V a.C. Efectivo del En el flanco derecho, el contingente de hoplitas espartanos se replegó para
proteger el repliegue del conjunto griego ubicado en el centro de la contingente de la segunda posición griega. proteger la retirada de los griegos posicionados en el centro de la segunda
segunda posición. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Obra de «Arcangel Images». posición. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta».
Sparta».

El estado mayor griego decidió, entonces, retrasar su posición para asegurarse el control de los pasos: el ala derecha se dirigía a Giptocastro, el ala izquierda al paso central y el
centro a custodiar el paso más occidental. La maniobra debió de comenzar a eso de las once de la noche. Pero, como el primitivo centro griego había sufrido bastante por las
escaramuzas de la caballería de Mardonio y estaba integrado por contingentes de muy diversos Estados, su maniobra fue demasiado lenta. Y lacedemonios, a la derecha, y atenienses,
a la izquierda, no iban a emprender la marcha hasta que sus camaradas hubieran llegado hasta las proximidades de las ruinas de Platea.
Al alba del decimotercer día desde que los griegos ocuparan sus posiciones en las dos colinas y en el intervalo entre ambas, la caballería persa inició una nueva escaramuza y se
encontró con que sus adversarios habían abandonado sus posiciones y con que lacedemonios y atenienses, aparentemente desorganizados, no habían alcanzado los contrafuertes del
Citerón. Era la hora decisiva.
Mardonio decidió cruzar el Asopo y lanzar a su caballería persa contra los espartanos y a la de sus aliados griegos contra los atenienses. De inmediato la infantería de sus dos alas
debía lograr que la desorganización producida en sus enemigos por la caballería fuese mayor. Finalmente, el centro de su ejército remataría la faena. Pero la disciplina de los hoplitas
fue determinante. La caballería de Mardonio –eficacísimos arqueros a caballo– no logró romper la disciplina de los hoplitas (que se protegían de las saetas con sus redondos escudos
de madera guarnecida de bronce) y, con ello, la suerte de la batalla estaba echada.
Formación del contingente aqueménida. Cruzado el río Asopo, Mardonio Soldado aqueménida del siglo V a.C. Efectivo Cuando Mardonio advirtió el repliegue del contingente griego, protegido
ordenó a los soldados de la segunda posición de su ejército poner en del contingente de la segunda posición persa. en sus flancos por los atenienses y los espartanos, el general persa
persecución a los griegos. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Recreación de Ardeshir Radpour. confundió la maniobra con una retirada por lo que ordenó el ataque.
Sparta». Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta».

El estado mayor griego decidió, entonces, retrasar su posición para asegurarse el control de los pasos: el ala derecha se dirigía a Giptocastro, el ala izquierda al paso central y el
centro a custodiar el paso más occidental. La maniobra debió de comenzar a eso de las once de la noche. Pero, como el primitivo centro griego había sufrido bastante por las
escaramuzas de la caballería de Mardonio y estaba integrado por contingentes de muy diversos Estados, su maniobra fue demasiado lenta. Y lacedemonios, a la derecha, y atenienses,
a la izquierda, no iban a emprender la marcha hasta que sus camaradas hubieran llegado hasta las proximidades de las ruinas de Platea.
Al alba del decimotercer día desde que los griegos ocuparan sus posiciones en las dos colinas y en el intervalo entre ambas, la caballería persa inició una nueva escaramuza y se
encontró con que sus adversarios habían abandonado sus posiciones y con que lacedemonios y atenienses, aparentemente desorganizados, no habían alcanzado los contrafuertes del
Citerón. Era la hora decisiva.
Mardonio decidió cruzar el Asopo y lanzar a su caballería persa contra los espartanos y a la de sus aliados griegos contra los atenienses. De inmediato la infantería de sus dos alas
debía lograr que la desorganización producida en sus enemigos por la caballería fuese mayor. Finalmente, el centro de su ejército remataría la faena. Pero la disciplina de los hoplitas
fue determinante. La caballería de Mardonio –eficacísimos arqueros a caballo– no logró romper la disciplina de los hoplitas (que se protegían de las saetas con sus redondos escudos
de madera guarnecida de bronce) y, con ello, la suerte de la batalla estaba echada.
El inicio de la batalla entre griegos y persas. Tras advertir erróneamente el Hoplita griego y efectivo de la élite persa de Primer choque entre griegos y persas. El ejército aqueménida de Mardonio
repliegue de sus adversarios, Mardonio decidió lanzar el grueso de su los Inmortales (siglo V a.C.). Recreaciones de cargó ferozmente contra las falanges griegas que, ya organizadas, pudieron
ejército contra la primera línea griega. Obra de autor anónimo para «Giò Tarantini» y de Ardeshir Radpour. resistir la acometida. Obra de autor anónimo para «Ancient War Art».
«Ancient War Art».

El estado mayor griego decidió, entonces, retrasar su posición para asegurarse el control de los pasos: el ala derecha se dirigía a Giptocastro, el ala izquierda al paso central y el
centro a custodiar el paso más occidental. La maniobra debió de comenzar a eso de las once de la noche. Pero, como el primitivo centro griego había sufrido bastante por las
escaramuzas de la caballería de Mardonio y estaba integrado por contingentes de muy diversos Estados, su maniobra fue demasiado lenta. Y lacedemonios, a la derecha, y atenienses,
a la izquierda, no iban a emprender la marcha hasta que sus camaradas hubieran llegado hasta las proximidades de las ruinas de Platea.
Al alba del decimotercer día desde que los griegos ocuparan sus posiciones en las dos colinas y en el intervalo entre ambas, la caballería persa inició una nueva escaramuza y se
encontró con que sus adversarios habían abandonado sus posiciones y con que lacedemonios y atenienses, aparentemente desorganizados, no habían alcanzado los contrafuertes del
Citerón. Era la hora decisiva.
Mardonio decidió cruzar el Asopo y lanzar a su caballería persa contra los espartanos y a la de sus aliados griegos contra los atenienses. De inmediato la infantería de sus dos alas
debía lograr que la desorganización producida en sus enemigos por la caballería fuese mayor. Finalmente, el centro de su ejército remataría la faena. Pero la disciplina de los hoplitas
fue determinante. La caballería de Mardonio –eficacísimos arqueros a caballo– no logró romper la disciplina de los hoplitas (que se protegían de las saetas con sus redondos escudos
de madera guarnecida de bronce) y, con ello, la suerte de la batalla estaba echada.
Formación de la infantería meda y bactria. Estos dos contingentes se Hoplita ateniense (s. V a.C.). Efectivo del Formación de la primera línea de la infantería ateniense del flanco
enfrentaron a los atenienses y a los griegos de la posición central. Captura contingente de la segunda posición griega. izquierdo. Los atenienses hubieron de resistir dos embates consecutivos.
del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta». Obra de «Arcangel Images». Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta».

Cuando la infantería de la primera oleada persa llegó hasta donde esperaban hallar a unos adversarios en plena confusión, se encontraron con
contingentes alineados en posición de «erizo» que los fueron aniquilando. El comportamiento de los espartanos fue particularmente destacado: el propio
Mardonio encontró la muerte y sus fuerzas huyeron desordenadamente en dirección hacia el fuerte de madera previamente construido.
También los atenienses resistieron valerosamente a la caballería del ala izquierda enemiga, aunque contaron con la ayuda de quienes se habían retirado
para custodiar el paso occidental, que se percataron del ataque que se estaba produciendo. Quienes habían constituido, durante los días de inactividad, el
ala izquierda y el centro griegos, diezmaron la segunda oleada del primitivo centro persa, que se retiró en desbandada hacia el fuerte, mientras los aliados
griegos de Mardonio huían hacia Tebas. La conquista del fuerte produjo un botín incalculable para unos hombres como los griegos, acostumbrados hasta
entonces a llevar una vida austera y carente de lujos.
La victoria de Platea, debida sobre todo al valor de los espartanos, alejó definitivamente de la Grecia continental el peligro persa. Y en Platea pereció
Mardonio, que expió en su persona el sacrificio de Leónidas en las Termópilas, tal y como el oráculo había profetizado.
Los aliados griegos de Mardonio cargaron contra los atenienses, que Hoplita ateniense (s. V a.C.). Efectivo del Los griegos aliados a los persas son superados por los atenienses del
resisten el choque. Los griegos aliados a los atenienses apoyaron a sus contingente de la segunda posición griega. segundo contingente griego y, con sus propios aliados, avanzaron sobre su
compañeros. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta». Obra de «Arcangel Images». adversario. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta».

Cuando la infantería de la primera oleada persa llegó hasta donde esperaban hallar a unos adversarios en plena confusión, se encontraron con
contingentes alineados en posición de «erizo» que los fueron aniquilando. El comportamiento de los espartanos fue particularmente destacado: el propio
Mardonio encontró la muerte y sus fuerzas huyeron desordenadamente en dirección hacia el fuerte de madera previamente construido.
También los atenienses resistieron valerosamente a la caballería del ala izquierda enemiga, aunque contaron con la ayuda de quienes se habían retirado
para custodiar el paso occidental, que se percataron del ataque que se estaba produciendo. Quienes habían constituido, durante los días de inactividad, el
ala izquierda y el centro griegos, diezmaron la segunda oleada del primitivo centro persa, que se retiró en desbandada hacia el fuerte, mientras los aliados
griegos de Mardonio huían hacia Tebas. La conquista del fuerte produjo un botín incalculable para unos hombres como los griegos, acostumbrados hasta
entonces a llevar una vida austera y carente de lujos.
La victoria de Platea, debida sobre todo al valor de los espartanos, alejó definitivamente de la Grecia continental el peligro persa. Y en Platea pereció
Mardonio, que expió en su persona el sacrificio de Leónidas en las Termópilas, tal y como el oráculo había profetizado.
Rechazado el ataque de los aliados griegos de Mardonio, los atenienses Hoplita ateniense (s. V a.C.). Efectivo del El contingente ateniense de la segunda posición griega y sus aliados
cargaron contra la infantería meda y bactria de la segunda división persa. contingente de la segunda posición griega. avanzaron sobre las filas medas y bactrias de la segunda posición
Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta». Obra de «Arcangel Images». aqueménida. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta».

Cuando la infantería de la primera oleada persa llegó hasta donde esperaban hallar a unos adversarios en plena confusión, se encontraron con
contingentes alineados en posición de «erizo» que los fueron aniquilando. El comportamiento de los espartanos fue particularmente destacado: el propio
Mardonio encontró la muerte y sus fuerzas huyeron desordenadamente en dirección hacia el fuerte de madera previamente construido.
También los atenienses resistieron valerosamente a la caballería del ala izquierda enemiga, aunque contaron con la ayuda de quienes se habían retirado
para custodiar el paso occidental, que se percataron del ataque que se estaba produciendo. Quienes habían constituido, durante los días de inactividad, el
ala izquierda y el centro griegos, diezmaron la segunda oleada del primitivo centro persa, que se retiró en desbandada hacia el fuerte, mientras los aliados
griegos de Mardonio huían hacia Tebas. La conquista del fuerte produjo un botín incalculable para unos hombres como los griegos, acostumbrados hasta
entonces a llevar una vida austera y carente de lujos.
La victoria de Platea, debida sobre todo al valor de los espartanos, alejó definitivamente de la Grecia continental el peligro persa. Y en Platea pereció
Mardonio, que expió en su persona el sacrificio de Leónidas en las Termópilas, tal y como el oráculo había profetizado.
Formación de la primera línea de la infantería persa. Mardonio ordenó a Hoplita espartano (s. V a.C.). Efectivo del Formación de la primera línea de la infantería espartana del flanco
sus infantes apoyar la ofensiva que la caballería persa llevaría contra los contingente de la segunda posición griega. derecho. La actuación de los espartanos fue decisiva para el triunfo de los
espartanos. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta». Obra de Nik Keevil para «Trevillion Images». griegos. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta».

Cuando la infantería de la primera oleada persa llegó hasta donde esperaban hallar a unos adversarios en plena confusión, se encontraron con
contingentes alineados en posición de «erizo» que los fueron aniquilando. El comportamiento de los espartanos fue particularmente destacado: el propio
Mardonio encontró la muerte y sus fuerzas huyeron desordenadamente en dirección hacia el fuerte de madera previamente construido.
También los atenienses resistieron valerosamente a la caballería del ala izquierda enemiga, aunque contaron con la ayuda de quienes se habían retirado
para custodiar el paso occidental, que se percataron del ataque que se estaba produciendo. Quienes habían constituido, durante los días de inactividad, el
ala izquierda y el centro griegos, diezmaron la segunda oleada del primitivo centro persa, que se retiró en desbandada hacia el fuerte, mientras los aliados
griegos de Mardonio huían hacia Tebas. La conquista del fuerte produjo un botín incalculable para unos hombres como los griegos, acostumbrados hasta
entonces a llevar una vida austera y carente de lujos.
La victoria de Platea, debida sobre todo al valor de los espartanos, alejó definitivamente de la Grecia continental el peligro persa. Y en Platea pereció
Mardonio, que expió en su persona el sacrificio de Leónidas en las Termópilas, tal y como el oráculo había profetizado.
Ubicado en el flanco derecho, el contingente espartano de la segunda Hoplita espartano (s. V a.C.). Efectivo del El contingente de infantería persa de la segunda división aqueménida
posición griega se enfrentó a la infantería persa de la segunda división contingente de la segunda posición griega. cargó contra las falanges espartanas del contingente de la segunda
aqueménida. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta». Obra de Nik Keevil para «Trevillion Images». posición griega. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta».

Cuando la infantería de la primera oleada persa llegó hasta donde esperaban hallar a unos adversarios en plena confusión, se encontraron con
contingentes alineados en posición de «erizo» que los fueron aniquilando. El comportamiento de los espartanos fue particularmente destacado: el propio
Mardonio encontró la muerte y sus fuerzas huyeron desordenadamente en dirección hacia el fuerte de madera previamente construido.
También los atenienses resistieron valerosamente a la caballería del ala izquierda enemiga, aunque contaron con la ayuda de quienes se habían retirado
para custodiar el paso occidental, que se percataron del ataque que se estaba produciendo. Quienes habían constituido, durante los días de inactividad, el
ala izquierda y el centro griegos, diezmaron la segunda oleada del primitivo centro persa, que se retiró en desbandada hacia el fuerte, mientras los aliados
griegos de Mardonio huían hacia Tebas. La conquista del fuerte produjo un botín incalculable para unos hombres como los griegos, acostumbrados hasta
entonces a llevar una vida austera y carente de lujos.
La victoria de Platea, debida sobre todo al valor de los espartanos, alejó definitivamente de la Grecia continental el peligro persa. Y en Platea pereció
Mardonio, que expió en su persona el sacrificio de Leónidas en las Termópilas, tal y como el oráculo había profetizado.
En el enfrentamiento, el contingente de hoplitas espartanos destrozó a la Hoplita espartano (s. V a.C.). Efectivo del Derrotada la infantería persa por los espartanos, éstos emprendieron una
infantería persa de la segunda posición y su general Mardonio muere en el contingente de la segunda posición griega. rápida marcha para unir sus fuerzas con la de los atenienses y sus aliados
combate. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta». Obra de Nik Keevil para «Trevillion Images». griegos. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta».

Cuando la infantería de la primera oleada persa llegó hasta donde esperaban hallar a unos adversarios en plena confusión, se encontraron con
contingentes alineados en posición de «erizo» que los fueron aniquilando. El comportamiento de los espartanos fue particularmente destacado: el propio
Mardonio encontró la muerte y sus fuerzas huyeron desordenadamente en dirección hacia el fuerte de madera previamente construido.
También los atenienses resistieron valerosamente a la caballería del ala izquierda enemiga, aunque contaron con la ayuda de quienes se habían retirado
para custodiar el paso occidental, que se percataron del ataque que se estaba produciendo. Quienes habían constituido, durante los días de inactividad, el
ala izquierda y el centro griegos, diezmaron la segunda oleada del primitivo centro persa, que se retiró en desbandada hacia el fuerte, mientras los aliados
griegos de Mardonio huían hacia Tebas. La conquista del fuerte produjo un botín incalculable para unos hombres como los griegos, acostumbrados hasta
entonces a llevar una vida austera y carente de lujos.
La victoria de Platea, debida sobre todo al valor de los espartanos, alejó definitivamente de la Grecia continental el peligro persa. Y en Platea pereció
Mardonio, que expió en su persona el sacrificio de Leónidas en las Termópilas, tal y como el oráculo había profetizado.
El contingente de atenienses y tegeatas continuó combatiendo contra la Hoplita espartano (s. V a.C.). Efectivo del Una vez unidas las fuerzas del ejército griego, los espartanos junto a los
infantería persa de la segunda posición aqueménida hasta la llegada de los contingente de la segunda posición griega. atenienses y tegeatas combatieron contra los persas que todavía resistían.
espartanos. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta». Obra de Nik Keevil para «Trevillion Images». Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta».

Cuando la infantería de la primera oleada persa llegó hasta donde esperaban hallar a unos adversarios en plena confusión, se encontraron con
contingentes alineados en posición de «erizo» que los fueron aniquilando. El comportamiento de los espartanos fue particularmente destacado: el propio
Mardonio encontró la muerte y sus fuerzas huyeron desordenadamente en dirección hacia el fuerte de madera previamente construido.
También los atenienses resistieron valerosamente a la caballería del ala izquierda enemiga, aunque contaron con la ayuda de quienes se habían retirado
para custodiar el paso occidental, que se percataron del ataque que se estaba produciendo. Quienes habían constituido, durante los días de inactividad, el
ala izquierda y el centro griegos, diezmaron la segunda oleada del primitivo centro persa, que se retiró en desbandada hacia el fuerte, mientras los aliados
griegos de Mardonio huían hacia Tebas. La conquista del fuerte produjo un botín incalculable para unos hombres como los griegos, acostumbrados hasta
entonces a llevar una vida austera y carente de lujos.
La victoria de Platea, debida sobre todo al valor de los espartanos, alejó definitivamente de la Grecia continental el peligro persa. Y en Platea pereció
Mardonio, que expió en su persona el sacrificio de Leónidas en las Termópilas, tal y como el oráculo había profetizado.
Hoplita ateniense atraviesa a infante persa con su lanza. Apoyados por los Hoplita espartano (s. V a.C.). Efectivo del Infante persa cae atravesado por la lanza de un hoplita espartano. Nada
espartanos, los atenienses quebraron las defensas de la retaguardia persa. contingente de la segunda posición griega. pudo hacer la infantería persa frente a la disciplina de la infantería de
Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta». Obra de Nik Keevil para «Trevillion Images». Esparta. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta».

Cuando la infantería de la primera oleada persa llegó hasta donde esperaban hallar a unos adversarios en plena confusión, se encontraron con
contingentes alineados en posición de «erizo» que los fueron aniquilando. El comportamiento de los espartanos fue particularmente destacado: el propio
Mardonio encontró la muerte y sus fuerzas huyeron desordenadamente en dirección hacia el fuerte de madera previamente construido.
También los atenienses resistieron valerosamente a la caballería del ala izquierda enemiga, aunque contaron con la ayuda de quienes se habían retirado
para custodiar el paso occidental, que se percataron del ataque que se estaba produciendo. Quienes habían constituido, durante los días de inactividad, el
ala izquierda y el centro griegos, diezmaron la segunda oleada del primitivo centro persa, que se retiró en desbandada hacia el fuerte, mientras los aliados
griegos de Mardonio huían hacia Tebas. La conquista del fuerte produjo un botín incalculable para unos hombres como los griegos, acostumbrados hasta
entonces a llevar una vida austera y carente de lujos.
La victoria de Platea, debida sobre todo al valor de los espartanos, alejó definitivamente de la Grecia continental el peligro persa. Y en Platea pereció
Mardonio, que expió en su persona el sacrificio de Leónidas en las Termópilas, tal y como el oráculo había profetizado.
Hoplita espartano asesina a un efectivo persa. Los espartanos lograron Hoplita espartano (s. V a.C.). Efectivo del Con la muerte de Mardonio, y ante la inminente derrota, los persas
poner en fuga a los persas quienes, rápidamente, abandonaron el campo contingente de la segunda posición griega. huyeron desordenadamente hacia el fuerte de madera que habían
de batalla. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta». Obra de Nik Keevil para «Trevillion Images». construido. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta».

Cuando la infantería de la primera oleada persa llegó hasta donde esperaban hallar a unos adversarios en plena confusión, se encontraron con
contingentes alineados en posición de «erizo» que los fueron aniquilando. El comportamiento de los espartanos fue particularmente destacado: el propio
Mardonio encontró la muerte y sus fuerzas huyeron desordenadamente en dirección hacia el fuerte de madera previamente construido.
También los atenienses resistieron valerosamente a la caballería del ala izquierda enemiga, aunque contaron con la ayuda de quienes se habían retirado
para custodiar el paso occidental, que se percataron del ataque que se estaba produciendo. Quienes habían constituido, durante los días de inactividad, el
ala izquierda y el centro griegos, diezmaron la segunda oleada del primitivo centro persa, que se retiró en desbandada hacia el fuerte, mientras los aliados
griegos de Mardonio huían hacia Tebas. La conquista del fuerte produjo un botín incalculable para unos hombres como los griegos, acostumbrados hasta
entonces a llevar una vida austera y carente de lujos.
La victoria de Platea, debida sobre todo al valor de los espartanos, alejó definitivamente de la Grecia continental el peligro persa. Y en Platea pereció
Mardonio, que expió en su persona el sacrificio de Leónidas en las Termópilas, tal y como el oráculo había profetizado.
Momento decisivo de la batalla en el que los griegos avanzan sobre las Herma de Leónidas. Museo Arqueológico Derrotados, los persas se refugian desordenados en su campamento. Los
diezmadas filas del ejército persa, forzando la retirada de sus adversarios. Nacional de Nápoles, Italia. La muerte de griegos asaltaron el campamento persa apoderándose de un cuantioso
Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta». Mardonio expió el sacrificio de Leónidas. botín. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta».

Cuando la infantería de la primera oleada persa llegó hasta donde esperaban hallar a unos adversarios en plena confusión, se encontraron con
contingentes alineados en posición de «erizo» que los fueron aniquilando. El comportamiento de los espartanos fue particularmente destacado: el propio
Mardonio encontró la muerte y sus fuerzas huyeron desordenadamente en dirección hacia el fuerte de madera previamente construido.
También los atenienses resistieron valerosamente a la caballería del ala izquierda enemiga, aunque contaron con la ayuda de quienes se habían retirado
para custodiar el paso occidental, que se percataron del ataque que se estaba produciendo. Quienes habían constituido, durante los días de inactividad, el
ala izquierda y el centro griegos, diezmaron la segunda oleada del primitivo centro persa, que se retiró en desbandada hacia el fuerte, mientras los aliados
griegos de Mardonio huían hacia Tebas. La conquista del fuerte produjo un botín incalculable para unos hombres como los griegos, acostumbrados hasta
entonces a llevar una vida austera y carente de lujos.
La victoria de Platea, debida sobre todo al valor de los espartanos, alejó definitivamente de la Grecia continental el peligro persa. Y en Platea pereció
Mardonio, que expió en su persona el sacrificio de Leónidas en las Termópilas, tal y como el oráculo había profetizado.
Momento decisivo de la batalla en el que los griegos avanzan sobre las Herma de Leónidas. Museo Arqueológico Derrotados, los persas se refugian desordenados en su campamento. Los
diezmadas filas del ejército persa, forzando la retirada de sus adversarios. Nacional de Nápoles, Italia. La muerte de griegos asaltaron el campamento persa apoderándose de un cuantioso
Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta». Mardonio expió el sacrificio de Leónidas. botín. Captura del juego «Total War: Rome II. Wrath of Sparta».

Cuando la infantería de la primera oleada persa llegó hasta donde esperaban hallar a unos adversarios en plena confusión, se encontraron con
contingentes alineados en posición de «erizo» que los fueron aniquilando. El comportamiento de los espartanos fue particularmente destacado: el propio
Mardonio encontró la muerte y sus fuerzas huyeron desordenadamente en dirección hacia el fuerte de madera previamente construido.
También los atenienses resistieron valerosamente a la caballería del ala izquierda enemiga, aunque contaron con la ayuda de quienes se habían retirado
para custodiar el paso occidental, que se percataron del ataque que se estaba produciendo. Quienes habían constituido, durante los días de inactividad, el
ala izquierda y el centro griegos, diezmaron la segunda oleada del primitivo centro persa, que se retiró en desbandada hacia el fuerte, mientras los aliados
griegos de Mardonio huían hacia Tebas. La conquista del fuerte produjo un botín incalculable para unos hombres como los griegos, acostumbrados hasta
entonces a llevar una vida austera y carente de lujos.
La victoria de Platea, debida sobre todo al valor de los espartanos, alejó definitivamente de la Grecia continental el peligro persa. Y en Platea pereció
Mardonio, que expió en su persona el sacrificio de Leónidas en las Termópilas, tal y como el oráculo había profetizado.
499-494 a.C.
Revuelta de Jonia, sofocada por
Persia.

490 a.C.
Primera guerra médica. Los
persas, derrotados en Maratón.

Agosto de 480 a.C.


Comienzo de la segunda guerra
médica. Triunfo persa en el
paso de las Termópilas.

Septiembre de 480 a.C.


Derrota de la flota persa en
Salamina.

Agosto de 479 a.C.


Los griegos aniquilan al
ejército terrestre persa en
Platea.
Los guerreros griegos que pelearon en
Platea. Foto de Joe Alblas, extraída del Septiembre de 479 a.C.
documental «Mankind the Story of All
of Us», del canal History Channel. Victoria naval griega en Mícala
y liberación de Jonia.
• SCHRADER, Carlos, La mayor victoria de Grecia. Platea: griegos contra persas, HISTORIA, NATIONAL
GEOGRAPHIC, 46 (1): 56-65, diciembre/2007.

• DOMÍNGUEZ MONEDEROS, Adolfo J., Grecia derrota a los persas: Las guerras médicas, HISTORIA, NATIONAL
GEOGRAPHIC, 61 (1): 42-51, marzo/2009.

• https://forums.totalwar.com/discussion/102659/epic-screenshot-thread-time/p152.

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