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Sinopsis Histórico-Militar
c) Forja de líderes carismáticos que arrastraron a la resistencia Jonia frente a los Persas
tal fue el caso de Aristágoras (Heródoto IV, 37) que lideró las conversaciones con las
otras poléis griegas en busca de apoyos.
parecía un equilibrio que cualquiera de los Estados podía mantener. Sin embargo, la
consolidación del poder de Ciro –que se había ampliado tras derrotar a los medos (h.
546 a. C.)– sorprendió a los estados rivales.
• 546 a. C.: Ciro II se planta frente a Sardes tras someter Cilicia y Capadocia La
ocupación de Sardes y el rapto del propio Creso suponen la ocupación del territorio
lidio por parte de Persia.
• 546-545 a. C.: La koiné de griegos de la Jonia (koinón tón ionión) se reúne en el
templo de Poseidón en Mícale para intentar conseguir de los Persas un trato semejante
al que habían recibido proverbialmente de los Lidios (Heródoto I, 170).
• 546-540 a. C.: La presencia persa se hace efectiva en todas las ciudades de la Jonia
rindiéndose los griegos ante los Persas (Heródoto I, 169-170).
mil infantes y jinetes liderados por Datis, Artafernes y el extirano ateniense Hipias.
a) Ocupación de Naxos.
III. SEGUNDA FASE
b) Deportación de los Eretrios a Susa (Heródoto VI, 119) castigados por su viejo
apoyo a la sublevación Jonia.
c) Los Persas, quizás aconsejados por el propio Hipias, desembarcan en Maratón.
Atenas, conocedora del desembarco Persa pide ayuda a Esparta, que retrasa su
apoyo por hallarse en plenas fiestas Carneas (paz religiosa). Milcíades propone la
salida al encuentro del Persa pese a lo descompensado de ambos ejércitos (veinte
mil Persas frente a diez mil atenienses, según Heródoto VI, 109). Atenas atacó con
rapidez –quizás para evitar que sus soldados, temerosos, medizaran– y causó a los
Persas –según Heródoto VI, 117– casi siete mil bajas. Los Persas reembarcados
se dirigieron en retirada hacia Atenas, que esperaban desguarnecida,
desembarcando en Falero. Vista su falta de previsión, regresaron a Asia.
• 498 a. C.: Ataque griego (Jonios y aliados) contra Sardes, capital de Lidia. Logran saquearla e
incendiarla pero no tomarla. El acontecimiento arrastra a la sublevación anti-Persa a los Licios, los
Carios, los habitantes de los Estrechos y la Propóntide y los de Chipre.
• 496 a. C.: Reacción Persa. Darío I inicia una política de aislamiento de las ciudades sublevadas
LA REVUELTA JONIA (y II)
que, ante semejantes condiciones, van medizando. Mileto se mantiene como foco de resistencia anti-
Persa.
II. PRIMERA FASE
• 494 a. C.: Toma de Mileto, que es destruida (gran crisis político-ideológica en Atenas testimoniada
en la Toma de Mileto, de Frínico, tragedia representada en Atenas en el 493 a. C. y cuyo autor fue
castigado –según Heródoto VI, 621– por rememorar semejante desastre militar) y sus habitantes
deportados a la Persia interior.
• 491 a. C.: Mardonio, yerno de Darío I, reestablece la situación Persa en la Jonia
y, especialmente, en el área de los Estrechos. El dominio Persa y el miedo a una
ocupación militar salpica también los debates de la Ekklesía ateniense, que fluctúa en
posturas medistas (pro-Persas) y anti-Persas.
PREPARATIVOS DE LA SUBLEVACIÓN JONIA
• 480 a. C.: Establecimiento de varios frentes defensivos griegos: 1) en las Termópilas, con
Leónidas de Esparta y con un grupo de naves en el cabo Artemisio, al norte de Eubea y 2) en el
Itsmo de Corinto, con Salamina como fondeadero de la flota ateniense. Varios fueron los episodios:
a) Sacrificio espartano en las Termópilas. Los Persas las cruzan quedando libre el
camino hacia Beocia y Atenas.
b) Los atenienses –ante el avance Persa, que se produjo con el apoyo de locrios,
beocios y dorios– retiran a la población a Salamina. Atenas es saqueada vacía.
c) Temístocles achica el espacio de la flota Persa en Salamina de tal modo que sus
naves, obligadas a maniobrar chocan unas contra otras. Victoria ateniense y retirada
Persa.
• 479 a. C.: Mardonio propone un pacto entre Persia y Atenas para que ésta disuelva
LA SEGUNDA GUERRA MÉDICA
Para Grecia el resultado de Maratón admitía dos lecturas: los atenienses –que,
efectivamente, habían ganado la batalla a partir de su ejército de infantería–
recapacitaron sobre su estrategia apostando todo a la flota, idea aportada por
Temístocles. Para Esparta –que llegó a la batalla cuando ya había concluido– la
victoria ateniense generó un clamor popular contra el peso de los diarchai en la
política de los lacedemonios lo que aceleró algunas reformas constitucionales de
no demasiado relieve dado el carácter conservador de la constitución espartana.