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Catequesis

Pre-matrimonial

Margarita Pérez y Víctor Hugo Santos


El amor conyugal
Niveles :
• Atracción Es plenamente Características:
• Deseo humano: sensible - Total
• Benevolencia y espiritual. - Fiel
• Amistad Integra las - Exclusivo
• Donación de sí dimensiones bio- - Fecundo
psico-espirituales - Maduro

Origen, fundamento y meta del


matrimonio
Lo que necesitarás

Presentación ppt.
Película: Diario de una pasión (The note book)Dir.
Nick Cassavetes, E.U.A. 2004. Minutos: 1:54 – 1:58.
Película: Cicatrices. Dir. Paco del Toro. México.
2005. Minutos: 1:41.
Para profundizar:

- J. M. IRABURU, síntesis del matrimonio católico, Fundación


Gratis Date, Pamplona 1990
- J. POWELL S.J., Amor incondicional, Diana, México 1993.
- Humanae vitae 8-9.
- K. WOJTYLA, Amor y responsabilidad, Editorial razón y fe,
Madrid 1969, 73-107
Comenzamos el camino

El amor es una palabra empleada


en muchos y diversos sentidos,
desde el mayor valor, hasta la
exaltación del egoísmo o los
impulsos del cuerpo.
Existen personas que dudan del amor
verdadero y permanente, por ello
consideran el matrimonio y la familia
como “ideas anticuadas”. Pero, quienes
piensan así, no han tenido la
experiencia del verdadero amor.
Los cristianos creemos en
el amor, porque Dios Padre es Amor.
Confiamos en que es posible el amor
verdadero entre un hombre y una mujer,
que puede ser incondicional y para
siempre, aunque hay que luchar para
lograrlo, contando con la ayuda de Dios.
Veamos

1.- ¿Qué entendemos ordinariamente cuando


decimos “Te amo”?
2. ¿Según tú, cuáles son las señales más
seguras que un hombre ama a una mujer o una
mujer a un hombre?
3. ¿Por qué no se puede casar por la Iglesia
quien no ama a la persona con la que se quiere
casar?
4. ¿Cuáles crees que serían los
principales enemigos del amor en un
matrimonio?
5. ¿Por qué el amor de los esposos
debe ser para toda la vida?
Tu amor
nos ilumina

Algún participante proclama la primera cita bíblica:


El amor cristiano
El amor es paciente y bondadoso, no tiene envidia
ni orgullo ni arrogancia. No es egoísta, no se irrita
ni es rencoroso; no se alegra de la injusticia, sino
que encuentra su alegría en la verdad. Todo lo
disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo
soporta. El amor nunca pasará.
Primera carta a los Corintios 13, 4-8
Busqué al amor de mi vida
En mi lecho, por la noche, busqué al amor de mi vida; lo
busqué y no lo encontré. Me levanté, recorrí la ciudad, las calles y las
plazas, buscando al amor de mi vida; lo busqué y no lo encontré. Me
encontraron los centinelas que rondaban por la ciudad: “¿Han visto al
amor de mi vida?” pero apenas los había dejado, encontré al amor de mi
vida. Lo abracé y no lo soltaré hasta llevarlo a la casa de mi madre, a la
alcoba de la que me dio a luz. Cantar de los cantares 3, 1-4
1 Juan 4, 7-11:
• En la fuente de la caridad.
“Queridos, amémonos unos a otros, ya
que el amor es de Dios, y todo el que
ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.
Quien no ama no ha conocido a Dios,
porque Dios es Amor.
En esto se manifestó el amor que Dios
nos tiene: en que Dios envió al mundo
a su Hijo único para que vivamos por
medio de él.
• En esto consiste el amor:
no en que nosotros hayamos
amado a Dios, sino que él
nos amó y nos envió a su Hijo
como propiciación por nuestros
pecados.
Queridos, si Dios nos amó de esta
manera, también nosotros
debemos amarnos unos a otros”.
Colosenses 3, 1-9. 13:
La unión con Cristo glorioso,
principio de nueva vida.
Así pues, si habéis resucitado con Cristo,
buscad las cosas de arriba, donde está
Cristo sentado a la diestra de Dios. Aspirad
a las cosas de arriba, no a las de la tierra.
Porque habéis muerto, y vuestra vida está
oculta con Cristo en Dios. Cuando
aparezca Cristo, vida vuestra, entonces
también vosotros apareceréis gloriosos
con él.
Preceptos generales de
vida cristiana.
Por tanto, modificad vuestros
miembros terrenos: fornicación,
impureza, pasiones, malos
deseos y la codicia, que es una
idolatría, todo lo cual atrae la
cólera de Dios sobre los
rebeldes, y que también vosotros
practicasteis en otro tiempo,
cuando vivíais entre ellas.
Mas ahora, desechad también vosotros
todo esto: cólera, ira, maldad,
maledicencia y palabras groseras,
lejos de vuestra boca. No os mintáis
unos a otros.
Soportaos unos a otros y
perdonaos mutuamente,
si alguno tiene queja contra otro.
Como el Señor os perdonó, perdonaos
también vosotros.
Con la mirada atenta:
El Caso: Una difícil situación
Abraham y Carolina, muy enamorados, están a unos
meses de casarse. Su felicidad se interrumpe cuando
diagnostican a Carolina una enfermedad incurable,
que le anuncia vivirá con muchos problemas para
tener hijos. La pareja vive momentos de crisis y
discernimiento. Carolina quiere dejar libre a
Abraham para que construya su vida con otra
pareja. Él, después de mucho pensarlo, decide que
la enfermedad no cambia en nada su amor por ella
y propone continuar con los planes de boda.
Juicio sobre el caso:
Reflexión:
Existen situaciones límite donde es difícil tomar la
decisión correcta. En este caso ambos han hecho a un
lado su propio interés para ver por el otro, lo cual es
muestra de la existencia de un amor profundo y
verdadero. El criterio para discernir ha sido
precisamente el amor mutuo; ellos han asumido con
valentía la decisión, conscientes de las consecuencias.
El amor se fortalece con el tiempo, crece hasta ser
capaces de estar con el otro en la salud y en la
enfermedad, en las buenas y en las malas.
Pistas didácticas:
Cada pareja comparte sus respuestas:
- ¿Si vivieras una situación semejante,
cuál sería tu decisión?
- ¿Qué piensas del amor y compromiso de
esa pareja?
- ¿Cómo es el amor y compromiso hacia
tu pareja?
Caminamos y aprendemos

1. El amor, más que un sentimiento.


El amor es el fundamento del noviazgo, lo
fortalece y conduce al matrimonio,
sostiene el camino de la vida conyugal.
La palabra amor significa realidades
diversas, incluso contradictorias.
Para los cristianos el amor es una
realidad más profunda de Dios y
del ser humano, nos da la clave
para entender el misterio del
matrimonio.
“Porque el amor procede de Dios. Todo el
que ama ha nacido de Dios. Y conoce a
Dios. El amor no consiste en que
nosotros hayamos amado a Dios, sino
en que él nos amó a nosotros, y envió
a su Hijo como víctima por nuestros
pecados. Hermanos queridos, si Dios
nos amó así, también nosotros
debemos amarnos unos a otros” (1Jn
4,7. 10)
En el tema anterior reflexionamos
niveles o tipos de amor:
- Atracción (eros)
- Amor de amistad (filia)
- Y benevolencia-donación (ágape)
La atracción es amor naciente, aunque
imperfecto, involucra el
conocimiento sensible de la otra
persona, voluntad, afectividad y
sentimientos. Se relaciona con el
amor - deseo, el anhelo de otra
persona porque se considera un
bien.
No basta con sentir atracción por una
persona, ni desearla, se requiere
además, llegar al amor benevolente:
amor altruista de la voluntad y los
sentimientos. Consiste en querer el bien
de la persona, es el amor más puro,
enriquece al que ama y al amado; dilata
el corazón, saca a la persona de sí
misma para unirla profundamente a
quien ama.
Caminamos y aprendemos

2. La reciprocidad en el amor.
El amor puede ser unilateral, no
correspondido. Cuando es recíproco, la
persona sale del aislamiento originario
de su yo, para unirse al tú del otro y
formar un nosotros.
El amor recíproco se fundamenta en un
amor verdaderamente personal, nace
la confianza, la seguridad en el otro,
que echa fuera sospechas, celos, y
descansa en una unión firme.
Por el contrario, si el amor parte del interés,
placer o utilidad, es desconfiado, débil o
inconstante.
Hay amor verdadero cuando la atracción y el
deseo están sellados por el auténtico amor
personal.
La reciprocidad amorosa, que nace del
encuentro de dos egoísmos, pronto
manifiesta su carácter ilusorio.
Caminamos y aprendemos

3. El amor de amistad
La amistad también es una forma de amor,
incluye la simpatía, se funda en la
voluntad y el mutuo compromiso.
Produce entre los amigos gran unión- se
dice: “son inseparables”, lleva a compartir
los bienes interiores y exteriores- “lo mío
es tuyo, lo tuyo es mío”
Nace de una benevolencia recíproca: “ yo
quiero el bien para ti, como lo quiero
para mi”. El amor entre hombre y mujer
ha de apoyarse en la forma más alta de
amistad, base indispensable para el
amor conyugal.
Caminamos y aprendemos

4. Hacia el amor conyugal


El amor conyugal incluye la atracción, deseo,
benevolencia, simpatía y amistad, pero va más allá.
Darse a una persona para siempre es algo más que
querer su bien; recibir a una persona para siempre,
incorporándola a uno mismo, es mucho más que
experimentar hacia ella atracción y simpatía.
Lo propio del amor conyugal es donarse a sí mismo, en
todo su ser: alma y cuerpo
Dicho amor lleva a los esposos a una libre
y mutua donación de sí mismos,
demostrada con sentimientos de
ternura, e impregna toda la vida
(GS 49)
La esencia del amor conyugal consiste en la
donación mutua y plena de las
personas, pide que cada uno de los
esposos ofrezca el don de sí mismo y
acoja incondicionalmente al otro.
Donarse, acoger el amor del otro y volver a
donarse… realiza la dinámica del amor, por
eso decimos que el amor no tiene límites,
es infinito y eterno.
La Iglesia nos enseña que el amor conyugal, por
ser donación mutua entre el hombre y la
mujer, posee características especiales. Es
un amor: plenamente humano, total, fiel,
exclusivo y fecundo (cf. HV 9)
Caminamos y aprendemos

5. El amor plenamente humano


El amor conyugal por ser plenamente
humano, abarca todas las dimensiones
de la persona: física, afectiva y
espiritual, ordenadas según una
jerarquía de valores. Tiene como meta
la comunión y la relación de persona a
persona.
Es, ante todo un amor plenamente humano; es
decir, sensible y espiritual al mismo tiempo. No
es por tanto una simple efusión del instinto y
del sentimiento, sino que es también, y
principalmente, un acto de la voluntad libre,
destinado a mantenerse y a crecer mediante las
alegrías y los dolores de la vida cotidiana, de
forma que los esposos se convierten en un solo
corazón y en una sola alma y juntos alcanzan su
perfección humana (cf. HV 9)
El amor conyugal nace de la libre voluntad;
amar a alguien es una decisión, no sólo
un sentimiento. Esta decisión libre
puede ser sostenida en el tiempo y, por
ello, motivo de pacto entre los que
deciden unirse en Matrimonio.
La decisión va acompañada de otras
características humanas:
La atracción sexual y
Los sentimientos
Estos ocupan un lugar importante en la relación
amorosa (amor afectivo); son una forma de
responder emotivamente ante los valores de
la persona y ante lo que genera la propia
relación.
Aunque poseen un carácter subjetivo y
ambivalente que escapa al dominio de
la voluntad, son importantes, porque
enriquecen la relación con diversas
expresiones de afecto y ternura.
El amor conyugal, como realidad humana,
está sometido al crecimiento o
evolución, necesita ser cultivado y
vivido para madurar en la comunión
plena, los esposos se convierten “en un
solo corazón y una sola alma”
Caminamos y aprendemos

6. El amor total
El amor total expresa el sentido radical de
la donación mutua. La verdad de este
amor consiste en una donación
personal recíproca y total de la que
nace la comunión.
La donación y entrega lleva a los esposos a
experimentar pertenencia y amistad
conyugal. Esta amistad singular significa
aceptar incondicionalmente a la otra
persona, con la voluntad de amarle por
sí misma:
Es un amor total, esto es, una forma singular
de amistad personal, con la cual los
esposos comparten generosamente todo,
sin reservas indebidas o cálculos egoístas.
Quien ama de verdad a su propio
consorte no lo ama sólo por lo que de él
recibe, sino por sí mismo, gozoso de
poderlo enriquecer con el don de sí (HV 9)
Caminamos y aprendemos

7. Amor fiel y exclusivo


La fidelidad no es respuesta a un compromiso
adquirido, sino la consecuencia lógica del
amor total, de la recíproca donación
personal sin reservas ni límites. Un amor
con estas características no puede menos
que ser exclusivo y para siempre. Se es fiel a
la palabra dada y a una persona, a causa del
amor.
Es un amor fiel y exclusivo hasta la muerte.
Así lo conciben el esposo y la esposa el
día en que asumen libremente y con
plena conciencia el empeño del vínculo
matrimonial. Fidelidad que a veces
puede resultar difícil pero que siempre
es posible, noble y meritoria; nadie
puede negarlo.
El ejemplo de numerosos esposos a través
de los siglos demuestra que la
fidelidad no sólo es connatural al
matrimonio sino también manantial
de felicidad profunda y duradera
(HV 9)
La fidelidad conyugal significa no traicionar
al propio cónyuge y la plenitud del
amor. Es la respuesta de quien ama con
amor total, la expresión de la vida en
pertenencia, la actitud recíproca ante
quien nos regala el don de sí mismo.
Caminamos y aprendemos

8. Amor fecundo
El amor conyugal precisa ser fecundo:
Un amor fecundo, que no se agota en la
comunión entre los esposos sino que
está destinado a prolongarse
suscitando nuevas vidas (HV 9)
Caminamos y aprendemos

9. Madurar en el amor
Caminamos y aprendemos

LAS DIAPOSITIVAS SIGUIENTES SOLO SON


COMPLEMENTOS.
PENSEMO
S:
• La vocación de todo hombre y toda
mujer es amar y ser amado.
• Dios desde el principio les pidió ser un
solo corazón. El mensaje cristiano se
concentra en el mandato de amar a Dios
y al prójimo, cuya mejor expresión la
encuentra en el matrimonio y en la
familia.
¿Qué es el amor?
• El amor es más que el
sexo, está en el interior
y se expresa de muchas maneras en la
vida diaria, sobre todo, en el diálogo,
la ayuda mutua, el perdón y en el afán
de mejorar siempre su relación de
pareja.
Clases de amor
• El amor puede ser
egoísta o generoso.
El egoísta trata de atraer, capturar,
recibir, sacar ventaja, autoservicio.
El generoso se da, se ofrece, renuncia a
sí mismo. Y si es generoso termina
siempre siendo mutuo.
Cualidades del amor:
• Para que un matrimonio se realice en
plenitud debe cultivarse un amor que
abarque toda la persona y busque
siempre la madurez capaz de
controlar los impulsos y hacer
prevalecer siempre la
razón y la caridad.
Enemigos del amor:
Hay enemigos que destruyen el amor de los esposos,
unos desde el interior, y otros externos.
Éstos son muchos y siempre degradan el amor
conyugal y familiar.
a) Los enemigos internos:
Son los que parten de nosotros mismos: el egoísmo
principalmente, la rutina, el cansancio, la desilusión,
los celos, la falta de diálogo, la ausencia de
educación, delicadeza y buenas maneras, la falta de
ternura, los pocos espacios de convivencia.
b) Los enemigos externos:
Son los que vienen de nuestro ambiente.
La dignidad matrimonial se ve obscurecida por la
infidelidad conyugal y adulterio, la epidemia del
divorcio, el llamado amor libre y otras
deformaciones.
Otros peligros: los medios de comunicación que
inducen a esos males, los malos amigos y
parientes que provocan la desunión, el exceso de
trabajo o diversiones que los separan, los vicios,
etc. Todo lo que invita a la infidelidad y
degradación del amor, falseando el verdadero
amor.
Exigencias del amor:
El amor conyugal para que sea
verdadero debe ser total, buscar el
bien de la persona amada, ser libre,
unir más que unificar, ser exclusivo,
indisoluble, fiel,
fecundo y
responsable.
La felicidad fruto del amor
• El fruto del amor conyugal es la
alegría de estar juntos, la esperanza
de un porvenir siempre mejor, las
ilusiones para seguir luchando,
el optimismo en los fracasos, las satisfacciones
personales y comunes. En una palabra, les da
la felicidad plena. Y es que donde hay
felicidad, hay amor, y donde hay amor está
Dios y donde está Dios no falta nada.
El Amor Conyugal
• Es como el suave yugo que
aligera la carga que se
acepta en el nombre de
Dios.

• Para que perdure hasta que


la muerte nos separe, es
necesario construir el
camino que recorreremos
juntos, unidos por nuestro
amor.
• Aceptar al ser amado tal y como
es, sin pretender cambiarlo.

• Crear y difundir una buena


imagen de la persona que amo.

• Respetar los gustos, las


preferencias, la autonomía y la
libertad de la persona.

• Apoyar al ser amado en todo lo


que emprenda.
• Es pedir perdón y perdonar todo,
antes de que termine el día.

• Es bendecir y pedir a Dios que


bendiga a la persona que amo y
unirme a ella en oración.

• Es compartir todo, los bienes, las


alegrías, las tristezas, el éxito, el
fracaso, el placer, el dolor, la riqueza
y la pobreza.

• Es reconocer y valorar el esfuerzo de


ambos por proveer lo necesario, como
el alimento, el vestido, el hogar, el
buen ejemplo y la protección.
• Es dialogar, compartiendo
los pensamientos y los
sentimientos más profundos
del alma.
• Es construir un proyecto de
vida en el que tu y yo
encontremos intereses
comunes y afines.
• Es mantenerse fiel a las
promesas que ante Dios
hicimos el día que nos
unimos sacramentalmente.
Conclusión.
Construir el Amor
Conyugal, es servir y
dar lo mejor de cada
uno para mantener
unidos a los seres que
amamos, guiándolos
en el peregrinar por
este mundo hacia la
casa del padre que
está en los cielos.

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