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Clase Otto Dorr Normalidad y Anormalidad en Psiquiatria
Clase Otto Dorr Normalidad y Anormalidad en Psiquiatria
EN PSIQUIATRÍA
Otto Dörr
ETIMOLOGÍA
Normalidad viene de “norma”.
El sentido original de norma en latín es escuadra.
Ángulo recto se dice, p. ej., “angulus normalis”.
Este sentido geométrico de la palabra se conserva en
otros términos vinculados, como regla, p. ej.
En griego norma se dice “gnomon”, que también significa
medida, escala o regla, pero cuyo sentido original era
otro: “reloj de sol”.
Este es un instrumento que representa el encuentro del
hombre y la naturaleza en torno a una medida.
ETIMOLOGÍA II
El hombre fabrica un disco y un puntero con el
objeto de medir la rotación cósmica, vale decir, la
norma de la naturaleza en su movimiento
perfecto.
El hombre adquiere, entonces, su conocimiento
sobre lo que es normal y normativo a través de
su trato con la naturaleza, pero como él también
pertenece a la naturaleza, debe ser capaz de
encontrar en sí mismo las medidas o normas “a
priori” de nuestra existencia.
EJEMPLOS DE CONCEPCIONES DEL HOMBRE
QUE HAN SERVIDO DE CRITERIOS NORMATIVOS
1. La ética de Aristóteles.
2. La idea de organismo surgida en el siglo XVII.
3. La antropología de Kant.
4. La visión científico-natural del cuerpo que se
forja a lo largo del siglo XIX y persiste hasta el
día de hoy.
5. La novedosa descripción del ser humano
como “Dasein” en la filosofía de Heidegger.
ANORMALIDAD Y ANOMALÍA
Con frecuencia se emplean como sinónimos,
pero tienen un origen totalmente diferente.
Anomalía viene de “omalos”, que significa en
griego unido, igual, liso. “An-omalos” significa
entonces desigual, rugoso, irregular.
Canguilhem (1983) afirma al respecto: “La
anomalía es un hecho biológico que tiene que
ser tratado como tal, es decir, que la ciencia
natural tiene que explicarlo y no apreciarlo”.
ANORMALIDAD Y ANOMALÍA
En el campo de la anatomía lo anómalo significa
lo insólito, lo desacostumbrado, aquello que
se aleja por su organización de la gran
mayoría de los seres con los cuales debe ser
comparado.
La anomalías se dividen en: variedades, vicios de
conformación, heterotaxias y
monstruosidades.
ANORMALIDAD Y ENFERMEDAD A
TRAVÉS DE LA HISTORIA
1. Concepción ontológica: enfermo es aquel a
quien se le ha agregado o quitado algo de su ser.
La enfermedad entra y sale del hombre como los
parásitos o los maleficios. El descubrimiento de
los microbios vino en cierto modo a confirmar
esta concepción.
2. Concepción dinámica y holística o griega: la
naturaleza o “physis” es armonía y equilibrio. La
enfermedad sería la pérdida de esa armonía. La
ANORMALIDAD Y ENFERMEDAD A
TRAVÉS DE LA HISTORIA II
enfermedad no está radicada en ninguna parte, sino
que es la totalidad del ser la que ha perdido su orden
interno, su norma.
Pero la enfermedad no es solo pérdida de equilibrio, sino
que es el resultado también del esfuerzo que hace el
organismo por recuperar la salud, la que implicaba
también la búsqueda de la “sophrosyne”, sensatez o
salud del espíritu, a la que aspiraba todo griego. En su
acción terapéutica el médico debe aprovechar las
tendencias autocurativas del organismo y prescribir
una “diaita” adecuada.
ANORMALIDAD Y ENFERMEDAD A
TRAVÉS DE LA HISTORIA III
Platón : “Siguiendo una dieta adecuada las almas
adquirirán inteligencia y agudeza superiores a las que
tenían por naturaleza” (Las Leyes, Libro V). En el caso
de los enfermos, la dieta pretende restablecer “sin
violencia y con tino el orden de la divina naturaleza
que el azar de la enfermedad había alterado”.
A lo largo de la historia se contraponen dos visiones: la
ontológica (algo se agrega o le falta al organismo) y la
dinámica (pérdida de la armonía del todo). Las
enfermedades carenciales y las infecciosas y
parasitarias dan razón a la primera visión, mientras las
endocrinas y todas aquellas con prefijo dis- dan razón a
la segunda.
NORMALIDAD Y ANORMALIDAD: LO
COMÚN Y LO DIFERENTE I
Broussais (1822) sostiene que existe una identidad entre
los fenómenos fisiológicos y los patológicos y que la
enfermedad consistiría “en el exceso o defecto de la
excitación de los diversos tejidos por encima o por
debajo del estado normal”. Con otras palabras, los
estados patológicos difieren de los normales solo por
la intensidad.
Claude Bernard (1877) comparte esta visión y la
desarrolla: “En toda enfermedad hay una función
normal respecto a la cual ella es una expresión
perturbada, exagerada, aminorada o anulada”. Pero a
diferencia de Broussais, Bernard distingue entre
alteraciones cuantitativas y cualitativas.
NORMALIDAD Y ANORMALIDAD: LO
COMÚN Y LO DIFERENTE II
Leriche (1936): “La salud es la vida en el silencio de los
órganos”, mientras que la enfermedad “es aquello que
molesta a los hombres en el normal ejercicio de vida y
de sus ocupaciones, pero sobre todo aquello que los
hace sufrir”. Esto significa que la enfermedad es algo
negativo, pero no falta o exceso de algo, sino por la
molestia que implica. “La enfermedad del hombre
enfermo no es la enfermedad anatómica del médico.
Una piedra en una vesícula biliar atrófica puede no dar
síntomas durante años.”
G. Canguilhem (1983): “Existe una medicina porque hay
hombres que se sienten enfermos y no porque hay
médicos que se enteran de sus enfermedades”.
LA DIMENSIÓN SOCIAL DE LA
ANORMALIDAD I
Karl Jaspers (1913, 1959): “El médico es quien
menos se rompe la cabeza pensando en lo
que significa ‘sano’ o ‘enfermo’. Él tiene que
ocuparse y en forma científica de los procesos
vitales y de las enfermedades; pero lo que sea
realmente el ‘estar enfermo’ depende menos
del juicio de los médicos que del de los
pacientes o de las ideas predominantes en un
ámbito cultural particular” (p. 652).
LA DIMENSIÓN SOCIAL DE LA
ANORMALIDAD II