Está en la página 1de 7

EL ESTADO DESBORDADO

-A la par que la nueva sociedad nacional se decanta, el Estado aparece


más desbordado que nunca.
-Incapaz de contener a las masas en ascenso pacifico.
Porque la globalización a través de los organismos multilaterales y las corporaciones
trasnacionales le impone límites a su función de Estado.
Porque la emergencia popular y la descentralización le restan márgenes de acción interna.
Es por ello que hoy el poder político discurre sumido a una crisis de partidos, ideologías y
organizaciones que la hacen intrascendente por no abarcar el nuevo espacio nacional y
estar lejos de la realidad nacional.
El Perú Oficial tuvo en esta segunda etapa del emergente Perú moderno, cuatro presidentes
civiles elegidos democráticamente, dos de ellos lideres sin partido (outsider).
En dos décadas el Perú había logrado crear condiciones
excepcionales para ubicarlo en liderazgo latinoamericano
frente al poder imperial de América del Norte. Pero, una vez
más, el Perú y América Latina están perdiendo, se pudo
contribuir a crear una comunidad latinoamericana fuerte,
como Europa con la Comunidad Europea, con una sola moneda
como cambios estructurales ofreciendo al proceso de
globalización su cuota de regionalización.
Contexto que plantea el desafío de establecer políticas y estrategias de desarrollo
nacional en función de relaciones con los bloques regionales, especial con los
países de nuestra área: América el Sur, en un juego de interconexiones
transversales que permitan integrar el actual eje moderno costeño del Pacifico con
las dos grandes regiones transversales: la Macro Región Andina y la Macro Región
Amazónica, y unirnos con la cuenca del océano Atlántico. Participar activa y
plenamente en las diversas organizaciones regionales en marcha, teniendo en
cuenta que somos una sociedad nacional andina.
Los ciudadanos de la nueva sociedad nacional eran masas precarias
donde el líder no existía; al igual que en el Perú Oficial, gobernantes sin
ideología y partidos políticos nacionales acordes con la nueva realidad
nacional, carentes de líderes y partidos necesarios para conducir un
Buen Gobierno, capaz de ejecutar los cambios estructurales en marcha
del Otro Perú.
La encrucijada de esta segunda década del siglo XXI es o asumimos el reto de aprovechar la feliz
coyuntura económica, política y social consolidando al Perú, como un país emergente sudamericano, o
volvemos a perder una oportunidad. Para ello se requiere Buen Gobierno y cambios estructurales, total
reestructuración política acorde con el perfil de la sociedad nacional emergente, otro rumbo y sistema
económico, afirmando nuestra plena soberanía, los derechos humanos y el bienestar generalizado de 30
millones de peruanos demandan Patria.

También podría gustarte