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INTESTINO
IRRITABLE
UNIV: YERELLY ALEJANDRA LLANOS
VELASCO
CURSO: 4 “B”
HISTORIA
Históricamente, (SII) se reconoció hace más de 150 años, con la descripción en
1849 de Cumming.
”Los intestinos presentan una vez estreñimiento, otra diarrea, en la misma persona.
No puedo explicar cómo la enfermedad tiene estos dos síntomas diferentes”
En el pasado se han empleado diversos términos para referirse a los síntomas del
síndrome del intestino irritable,.
Tales como colitis mucosa,
Colitis espástica,
Colon espástico,
Colon nervioso o colon irritable.
• Dolor Abdominal
1
• Desarreglo de la digestión
2
• Flatulencia
3
CHILE
FISIOPATOLOGÍA
• Los síntomas del SII tienen una base fisiológica.
• Aun no se ha identificado un mecanismo
fisiológico único.
• A lo largo de los 50 años, las investigaciones
clínicas han evolucionado de un enfoque basado
en:
• La motilidad
• Hipersensibilidad visceral
• Interacción Cerebro-Intestino
• Infecciones intestinales,
Encefalinas
Subtancias P
Polipéptido
Calcitonina ligado a genes (CGRP)
Óxido Nítrico (NO)
5 – Hidroxitriptamina (5-HT)
Colicistoquinina (CCK)
Retortijón vago,
Cólico
Urente
Pungitivo
• Laboratoriales
• Anatomopatológico
• Endoscópicos
• Radiológicos
• O de otra índole
CRITERIOS NEGATIVOS
• Signos físicos anormales y/o historia patognomónica de cualquier otra enfermedad.
• Sedimentación eritrocitaria > 20 mm/2hr.
• Leucograma > 10.000.
• Hemoglobina <12g /dl (mujeres) o <14g /dl (varones).
• Sangre positiva en heces.
Criterios de roma I ( 1994)
Síntomas continuos o recurrentes, por lo menos con 3 meses de duración:
1. Dolor abdominal, que se alivia con la defecación o que se asocia a un
cambio en la frecuencia o en la consistencia de las heces.
2. Dos o más de los siguientes síntomas al menos una cuarta parte de las
ocasiones:
a) Frecuencia alterada de las evacuaciones (> ó < 3 evacuaciones/día).
b) Forma alterada de las heces ( grumosas/duras o blandas/acuosas).
c) Pasaje alterado de las heces (esfuerzo, urgencia o sensación de
evacuación incompleta.
d) Moco en la deposición.
e) Flatulencia o sensación distención abdominal.
Criterios de roma II 1999
• Los siguientes síntomas deben se continuos o recurrentes por lo
menos durante tres meses en los 12 meses precedentes
• Dolor o malestar abdominal con dos o tres de las siguientes
características:
• Patrón Mixto:
Heces duras ≥ 25% de las ocasiones/heces “sueltas” o acuosas ≤25 % de las
ocasiones.
• Patrón Indefinido:
Anormalidad insuficiente de la consistencia de las deposiciones para reunir los
criterios expuestos para el resto de las categorías.
roma iV
Métodos complementarios de
diagnostico
• Los criterios ,mencionados anteriormente confieren
un alto porcentaje de sensibilidad y especificidad
para el Dx de S.I.I. Sin embargo es necesario
recurrir a un numero limitado de métodos auxiliares
de diagnostico para descartar patología orgánica.
EX. COMPLE
Se solicitara hemograma
completo, VSG, química
sanguínea, examen
coproparasitológico y sangre
oculta en heces .
Estudios de colon, como colon
por enema, rectosigmoidoscopia
en menores de 50 años y
colonoscopia en mayores.
• Si los exámenes iniciales no muestran alteraciones
compatibles con trastornos orgánicos:
• Se inicia tratamiento.
• Se reevalúa a las 4 o 6 semanas.
• Si no hay mejoría o el cuadro empeora
• Realizar estudios adicionales, en base a los síntomas.
Dolor y flatulencia :
TC
Hepatograma
Amilasemia
Biopsias intestinales y colónicas
Pruebas de tolerancia a la lactosa
Diarrea :
Osmolaridad en heces,
transito intestinal,
biopsias intestinales y colónicas,
pruebas de tolerancia a la lactosa y a la glucosa,
cuantificación de grasa en heces.
estreñimiento :
Transito colónico
Manometría anorectal
Defecografía
Nuevas técnicas imagenológicas para el
estudio de fisiología cerebral en el sii
• Procedimientos como potenciales evocados corticales (CEP).
• Tomografía por emisión de positrones (PET).
• imagenología por resonancia magnética funcional (fMRI).
Han sido usados para diferenciar en el funcionamiento del cerebro de
pacientes con SII.
Diagnostico diferencial
Son:
o Trastornos de malabsorción, que incluye síndrome postgastrectomia,
enfermedades intestinales (enfermedad celiaca) o insuficiencia
pancreática.
o Trastornos dietéticos como la intolerancia a la lactosa, al café, al alcohol o
a las grasas.
o Infecciones de origen bacteriano o parasitario. SIDA.
o Enfermedad inflamatoria del intestino, más enfermedad de Crohn que
colitis ulcerativa.
o Trastornos psicológicos, principalmente el pánico, depresión y
somatización.
o Misceláneas: endometriosis, tumores endocrinos (carcinoide, VIPoma,
Zollinger- Ellison).
Clasificación de sii en el adulto
De acuerdo al patrón en los hábitos defecatorios, el síndrome del
intestino irritable se clasifica en tres subtipos:
• SII con constipación: Heces duras más del 25% de las veces y
deposiciones disminuidas de consistencia menos de 25% de las
veces.
• SII con diarrea: Deposiciones disminuidas de consistencias
mas del 25% de las veces y heces duras menos del 25% de las
veces.
• SII Mixto: Heces dura más del 25% de las veces y
deposiciones disminuidas de consistencia mas del 25% de las
veces.
Clasificación de severidad
• Tanto el diagnostico como el tratamiento del SII deben basarse
en un enfoque biopsicosocial integrado, que tome en cuenta
factores fisiológicos y psico-sociales, en base a estos, puede
determinarse la severidad del S.I.I. en leve, moderado y severo.
Sii leve :
Son los más numerosos y generalmente
Son vistos en centros de atención primaria.
Presentan síntomas leves.
Presentación poco frecuente o intermitente, y
están.
Asociados con estresores claramente
relacionados con la función intestinal alterada.
Los pacientes con SII leve pueden identificar por
anticipado cuando su dolor o diarrea va a
empeorar, por eje:
Después de comer,
Con el periodo menstrual
Estresores psicológicos.
Pacientes no presentan dificultades psicosociales o
cuadros psiquiátricos asociados. Controlan su
enfermedad y tienen una buena calidad de vida,
pacientes no recurren a los centros médicos con
frecuencia.
Sii moderada :
Una menor proporción de pacientes.
Generalmente vistos en centros de
atención primaria y de especialidad.
Presentan síntomas moderados,
generalmente intermitentes ,
Pero más severos y frecuentes
A veces incapacitantes.
Pueden faltar al colegio o a trabajo
durante los ataques severos.
CALIDAD DE VIDA
COMPROMETIDA
Sii severo:
Menos numerosos, .
Frecuentemente vistos en centros de
especializados o de tercer nivel,
Refieren dolor más constante y
recurrente,
Que no se relaciona con función
intestinal alterada,
Que sugiere mas bien una alteración
del SNC antes que de la fisiología
intestinal.
• Presentan frecuentes dificultades psicosociales (ansiedad,
depresión, somatización),
• Los pacientes no las aceptan o minimizan su relevancia,
• Destacan los síntomas físicos buscando validación diagnostica
y exigen una cura real para una enfermedad antes que para un
problema psicológico,
• Rechaza antidepresivos y tratamiento psicológico.
tratamiento
Tomar en cuenta los aspectos fisiológicos y psicosociales, dad
su interacción en la explicación de la severidad de los síntomas
y el comportamiento de la enfermedad.
• También es importante la
orientación dietética.
• Que incluye evitar medicamentos:
• Alimentos grasa
• Cafeína
• Alcohol
• Habas
• Leche que dan lugar a los síntomas
• recomendar fibra en caso de
estreñimiento.
Síndrome de intestino irritable
moderado
Además de lo indicado en el anterior :
Monitorizar los síntomas,
Precisar horario,
Severidad y presencia de factores asociados,
Factores desencadenantes:
Como alimentos o estresores,
Reevaluar dichos factores
Replantear con el paciente modificaciones a la dieta,
Estilo de vida
Comportamiento, en casos de dolor diarrea o estreñimiento,
relacionados con la fisiología alterada.
• Para tratar lo que se menciona anteriormente se puede recurrir a anti
espasmódicos para el dolor, anti diarreicos en caso de diarrea, y fibra
para el estreñimiento la psicoterapia reduce la ansiedad estimula
comportamientos favorables a la salud, confiere control de su tratamiento
y mejora la tolerancia al dolor.
Síndrome de intestino irritable severo
• Además de las medidas indicadas, fortalecer la
relación con el medico, a través de visitas cortas pero
regulares, en las que se refuerce en apoyo
psicosocial.
•► Introducción
• La terapia aplicada en el control del síndrome del intestino irritable (SII) se efectúa de acuerdo con la sintomatología predominante en el
paciente, como diarrea (SII-D) o estreñimiento (SII-E); la presencia de alteraciones psicológicas, y la posibilidad de cumplimiento del
tratamiento, ya sea de implementación de cambios dietarios o de utilización de fármacos, entre otros.
• En los ensayos clínicos se comprobó la complejidad del SII respecto de los múltiples mecanismos moleculares subyacentes y las alteraciones
funcionales determinantes de la afección. Sin embargo, en la práctica médica, si bien hay consenso acerca de la sintomatología característica
en el diagnóstico del SII, la cual comprende un conjunto de alteraciones abdominales, no se ha efectuado una extrapolación del conocimiento
aportado por los ensayos clínicos a la estrategia terapéutica.
• El objetivo de la presente revisión fue describir los mecanismos subyacentes con mayor implicancia en la determinación de tratamientos
factibles de aplicar en el control del SII.
• ► Mecanismos subyacentes en el SII
• Es frecuente detectar cambios en la mucosa intestinal, como en células inmunes, mayor permeabilidad y proliferación de mastocitos
• Si bien la clasificación de Roma permitió contar con un consenso respecto de los síntomas en el diagnóstico del SII y la posibilidad de
efectuar ensayos clínicos en busca de nuevos fármacos, en los individuos que presentan dicho trastorno es necesaria la realización de estudios
adicionales que aborden la complejidad del trastorno, el cual tiene una incidencia del 10% al 15% en la población occidental, disminuye la
calidad de vida y repercute en costos económicos y en la salud pública.
• El SII suele acompañarse de otros cuadros clínicos, como dolor pélvico crónico, cistitis intersticial, síndrome de Sjögren, síndrome de fatiga
crónica, fibromialgia, trastorno de la articulación temporomandibular, trastorno de estrés postraumático y diversas alteraciones (problemas
del sueño y cefalea, entre otros). Por lo tanto, es fundamental evaluar y tratar el SII de manera integral.
• Por ello, el primer paso en la determinación de la estrategia terapéutica consiste en estudiar las características y la gravedad de los síntomas, los rasgos de la
personalidad del paciente que pueden influir en estos y en la presentación de alteraciones psicosomáticas, las afecciones asociadas y la información
epidemiológica de utilidad en el caso clínico en particular.
• Mediante la evaluación de los diversos casos clínicos de SII, es frecuente detectar cambios anómalos en la mucosa intestinal, como en la representación de
células inmunes (infiltración y alteración en la composición de poblaciones de diferentes tipos de linfocitos), mayor permeabilidad en la parte apical del
complejo de unión y proliferación de mastocitos en las terminaciones nerviosas.
• Las alteraciones pueden constatarse a nivel sistémico con un aumento de los péptidos antimicrobianos (defensina B2) y de anticuerpos contra la flagelina
(antígeno bacteriano) en respuesta a agentes patógenos en la mucosa intestinal y de citoquinas proinflamatorias, cuya actividad puede reducirse con el
consumo de probióticos (los cambios observados se registraron en la activación de NF-kappa B e IL-8). Los procesos inflamatorios y la alteración de la
interacción de la mucosa con la flora intestinal estarían implicados en la determinación del SII causado por gastroenteritis infecciosa. Un 3% a 30% de los
pacientes que presentan ese cuadro tienen SII.
• La infección por agentes microbianos genera una respuesta inmunitaria que provoca el aumento en la sensibilidad visceral. Asimismo, otras características
particulares del paciente, como el sexo y la edad (mujeres jóvenes), la presencia de cuadros depresivos (que aumenta la propensión a sufrir gastroenteritis
infecciosa) o la utilización previa de antibióticos, determinan que el individuo sea más proclive a sufrir SII luego de transcurrir dicha afección infecciosa.
• Se propusieron diversos mecanismos implicados en la consecución de procesos conducentes al SII de etiología infecciosa. Entre estos, la reducción en el
umbral de detección de estímulos inducida por las endotoxinas y procesos inflamatorios en la mucosa intestinal, el aumento de las contracciones en la región
del íleon y en la secreción de serotonina provocado por la producción de ácidos grasos de cadena corta y de gases, y la desconjugación de los ácidos biliares
en el intestino delgado, conducente a la liberación de subproductos que provocan diarrea.
• Es necesario efectuar otros estudios que corroboren estas hipótesis e indagar sobre la posibilidad de diferentes marcadores que faciliten el estudio. Si bien
diversas alteraciones en la función intestinal y la presencia de toxinas u otras moléculas pueden desencadenar una mayor sensibilidad visceral en la mucosa e
hiperalgesia, hay un conjunto de mecanismos implicados en la determinación del dolor abdominal característicos del SII.
• El incremento en la actividad de las fibras sensoriales debido a la sensibilización periférica o la inflamación, entre otros, se conjuga con la alteración en los
procesos de integración y regulación del estímulo doloroso en el sistema nervioso central (SNC). En particular, la presencia de trastornos psiquiátricos, como
ansiedad y depresión, como también el estrés, pueden condicionar en forma significativa la percepción de los estímulos viscerales. Así, en el componente
emocional del dolor participan estructuras nerviosas como la amígdala, la sustancia gris periacueductal y el hipotálamo. Este último participa en el eje
hipotálamo-hipófiso-suprarrenal (HHS) que, en conjunción con el sistema nervioso autónomo, regula la comunicación y modula las señales del eje cerebro-
intestino.
• La importancia del componente emocional del dolor se hace evidente cuando condiciones como el estrés crónico pueden provocar modificaciones
epigenéticas en el SNC y el sistema nervioso entérico y mayor respuesta a estímulos del eje HHS. La activación de este último, inducida por la hormona
liberadora de corticotropina, puede incidir en la función intestinal de manera similar al estrés experimental.
• También los cuadros de depresión o ansiedad potenciarían los procesos inflamatorios en la mucosa intestinal. En consecuencia, es imprescindible la
evaluación integral del estado de salud del paciente mediante la consideración del papel central que cumple el sistema nervioso en este cuadro clínico para
prescribir la terapia más adecuada.
• ► Estrategias de tratamiento
• Los cuidados principales en los pacientes con SII, respecto de sus hábitos alimentarios, consisten en limitar el consumo de grasas y de cafeína,
evitar la ingesta abundante de alimentos ricos en fibras o cuya digestión provoca la producción de gases, y alimentarse con pequeñas raciones
de comida. El cumplimiento de esas pautas es más factible que la utilización a largo plazo de una dieta de bajo contenido de FODMAP
(carbohidratos fermentables de cadena corta).
• El consumo de probióticos produciría cambios en la flora intestinal conducentes a la modulación de las funciones intestinales mediante su
efecto en la activación del nervio vago. Dicho efecto, observado con cepas bacterianas silvestres, debe comprobarse en estudios adicionales.
El control de la proliferación de bacterias y las modificaciones en la composición o en el ambiente de la flora intestinal, particularmente en el
colon, podrían contribuir a la disminución de los síntomas del SII-D y de la distensión abdominal luego del tratamiento con el antibiótico
irreabsorbible rifaximina.
• Otra estrategia farmacológica consiste en la utilización de agentes secuestradores de ácidos biliares, como el colesevelam, cuya acción
disminuye la irritación provocada por estos ácidos en la mucosa intestinal y aumenta su eliminación en las heces.
• Asimismo, el control de los síntomas del SII y del dolor visceral asociado en el SII-D y el SII-E puede lograrse mediante la utilización de
eluxadolina y de linaclotida, respectivamente. Los inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina (IRSN), como la duloxetina y
la venlafaxina, disminuyen el dolor abdominal, en particular en los pacientes con SII que presentan cuadros de depresión o ansiedad.
• ► Conclusión
• En el SII es frecuente detectar cambios anómalos en la mucosa intestinal, como la infiltración y la alteración en la composición de poblaciones
de diferentes tipos de linfocitos, la proliferación de mastocitos en las terminaciones nerviosas y el aumento a nivel sistémico de péptidos
antimicrobianos (defensina B2), anticuerpos contra la flagelina (antígeno bacteriano) y citoquinas proinflamatorias.
• Las diversas alteraciones en la función intestinal, la presencia de endotoxinas, la mayor actividad de las fibras sensoriales (sensibilización
periférica e inflamación) y la disfunción de los procesos de integración y regulación del estímulo doloroso en el SNC (sensibilización central)
pueden desencadenar una mayor sensibilidad visceral en la mucosa del intestino e hiperalgesia.
• Por otra parte, la percepción de los estímulos viscerales se encuentra condicionada por el componente emocional del dolor, regulado por
estructuras nerviosas como la amígdala, la sustancia gris periacueductal y el hipotálamo. En particular, la ansiedad y la depresión, como
también el estrés, agudizan esa percepción.
• ♦ SIIC- Sociedad Iberoamericana de Información Científica
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de
síndrome de intestino
irritable
Prevención y recomendación
síndrome de intestino
irritable
GRACIAS!!!!
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA “TOMÁS FRÍAS”
FACULTAD MEDICINA
MATERIA: GASTROENTEROLOGÍA.
DOCENTE: RENÉ MIGUEL LENIS CAZAS.
ESTUDIANTE: ALEJANDRA LLANOS VELASCO.
NIVEL 4TO “B”
GRUPO DE ROTE: 5
GESTIÓN: 2018
POTOSÍ-BOLIVIA