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Principios de Fe

La ley
ce re m o n i a l
de Moisé s
Creemos que Dios dio al pueblo de
Israel, a través de Moisés,
diferentes estatutos concernientes
al sistema de sacrificios y
ceremonias del servicio del
templo, los cuales ilustraban la
obra redentora de Cristo. Estos
eran una sombra y símbolo de las
cosas futuras. La validez de esta
ley finalizó cuando Jesús clamó en
la cruz: ”Consumado es”.
Hebreos 10:1; Colosenses 2:17.
”Al expirar Jesús en el Calvario exclamó:
’Consumado es’, y el velo del templo se
rasgó de arriba abajo en dos mitades…
El desgarramiento del velo en el templo
demostró que los sacrificios y los ritos judaicos
no serían ya recibidos. El gran sacrificio había
sid ofrecido y aceptado…”.
Primeros Escritos, 252, 259
Los sábados
ceremoniales o

de la sombra.
Creemos que los sábados
ceremoniales, de los cuales
escribe Pablo en Colosenses
2:16, 17 y Gálatas 4:10, eran
sólo sombras del sacrificio de
Cristo y la salvación. No deben
ser confundidos con el sábado
semanal que fue dado a los
seres humanos como día de
reposo, el cual es el día del
Señor establecido en la
creación. Génesis 2:1-3; Éxodo
20:8-11; Levítico 23:3; Isaías
58:13; Marcos 2:27, 28.
La ley ceremonial incluía los siguientes
sábados simbólicos:

La fiesta de los panes ázimos: la pascua precedía a


la fiesta de los panes ázimos. Los días 15 y 21 del
primer mes del año judío se celebraban como
sábados, con completo descanso del trabajo.
Levítico 23:5-8.

El pentecostés o fiesta de las semanas: El día 50,


calculado a partir del día 16 del primer mes, era
celebrado como un sábado.
Levítico 23:15, 16, 21; Éxodo 34:22.
La fiesta de las trompetas: El primer día del séptimo
mes, el día del son de trompetas, era celebrado como
preparación para el día de la expiación.
Levítico 23:24, 25.

El día de la expiación: El día 10 del séptimo mes,


conocido como día de la expiación, era considerado
como gran sábado, y era el punto culminante en la
serie de sábados ceremoniales.
Levítico 23:27, 28, 31, 32.
La fiesta de las cabañas: Los días 15 y 22 del
séptimo mes eran celebrados alegremente com
sábados de la fiesta de las cabañas.
Levítico 23:34-36, 39, 40.
Si Jesús, con su muerte,
hubiese anulado el sábado
semanal e introducido el
domingo, debería existir un
mandamiento explícito en la
Biblia al respecto. Ni Jesús ni
los apóstoles informan acerca
de un cambio similar, sino
todo lo contrario. Los
siguientes textos lo
demuestran: Mateo 5:17, 18;
24:20; Hechos 13:13, 14, 42 –
44; 16:13; 17:2; 18:2-4, 11.
Es importante comprender el tema de las dos leyes. La
ley de Dios o Diez Mandamientos son los principios
divinos comunicados al ser humano como regla de
conducta y relación Con Dios y sus semejantes. Sin
embargo, la ley, denominada, de Moisés reúne una serie
de características que la distinguen por completo de la
primera.
La relación de Dios con cada una
de estas leyes es totalmente
diferentes, ya que la
proclamación de los Diez
Mandamientos se describe así:
”Y habló Jehová con vosotros de
en medio del fuego; oísteis la
voz de sus palabras, mas
excepción de oír la voz, ninguna
figura visteis. Y él os anunció su
pacto, el cual os mandó poner
por obra; los diez
mandamientos, y los escribió en
dos tablas de piedra”.
Deuteronomio 4:12, 13.
El modo en que la ley ceremonial fue dada
conocer a los israelistas se explica, como
sigue: ”Esta es la ley del holocausto, de la
ofrenda, del sacrificio por el pecado, del
sacrificio por la culpa, de las consagraciones y
del sacrificio de paz, la cual mandó Jehová a
Moisés en el monte Sinaí, el día que mandó a
los hijos de Israel que ofreciesen sus
ofrendas”.
Levítico 7:37, 38.
Cuando Adán y Eva fueron creados
recibieron el conocimiento de la ley de
Dios; conocieron los derechos que la
ley tenía sobre ellos; sus preceptos
estaban escritos en sus corazones.
Cuando el hombre cayó a causa de su
transgresión, la ley no fue cambiada,
sino que se estableció un sistema de
redención para hacerle volver a la
obediencia. Se le dio la promesa de un
Salvador, y se establecieron sacrificios
que dirigían sus pensamientos hacia el
futuro, hacia la muerte de Cristo como
supremo sacrificio. Si nunca se
hubiera violado la ley de Dios, no
habría habido muerte ni se habría
necesitado un Salvador, ni tampoco
sacrificios.
En Efesios 2:15 se
encuentra una definición
muy breve pero
contundente de la ley
cermemonial: ”…la ley de
los mandamientos en
orden a ritos…” y en
Colosenses 2:14 ”…la
cédula de los ritos …”. Así
pues, es un conjunto de
principios religiosos en
forma de ritos y
ceremonias.
Después de la caída
en el pecado se
ratifica en el informe
bíblico la práctica del
sistema ceremonial.
”Y Abel trajo también
de los primogénitos
de sus ovejas, y de su
grosura. Y miró
Jehová con agrado a
Abel y a su ofrenda”.
Génesis 4:4.
Ya en el tiempo de Abrahán se
amplió el sistema de sacrificios
por la adición de la circuncisión,
un rito que tenía por objeto
identitificar a los seguidores fieles
de Dios. ”Este será mi pacto, que
guardaréis entre mí y vosotros y
tu simiente después de ti: Será
circuncidado todo varón de entre
vosotros. Circuncidaréis, pues, la
carne de vuestro prepucio, y será
por señal del pacto entre mí y
vosotros”. Génesis 17:10, 11.
Continuando con la información que nos ofrece la
Biblia otra serie de rituales, leyes y estatutos se
añadieron en ocasión del peregrinaje de Israel a través
del desierto, las cuales fueron transcritas por Moisés
en un libro: ”Y como acabó Moisés de escribir las
palabras de esta ley en un libro hasta concluirse,
mandó Moisés a los levitas que llevaban el arca del
pacto de Jehová diciendo: Tomad este libro de la ley, y
ponedlo al lado del arca del pacto de Jehová vuestro
Dios, y esté allí …” Deuteronomio 31:24-26
”A Moisés se le dijo que escribiera, como
Dios se lo había mandado, derechos y
leyes que contenían instrucciones
minuciosas respecto a lo que el Señor
requería. Estas instrucciones relativas a los
deberes del pueblo para con Dios, a los
deberes de unos para con otros, y para
con los extranjeros, no eran otra cosa que
los principios de los diez mandamientos
ampliados y dados de una manera
específica, en forma tal que ninguno
pudiera errar. Tenían por objeto
resguardar la santidad de los diez
mandamientos grabados en las tablas de
piedra”. Patriarcas y Profetas, 379
Diferencias
Escritura:
a) Ley de Dios: ”Y las tablas eran obra de Dios y la
escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas”.
Éxodo 32:16
b) Ley de Moisés: ”Y escribió Moisés esta ley …”.
Deuteronomio 31:9

Material:
a) Ley de Dios: ”Y dio a Moisés, como acabó de hablar con
él en el monte Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de
piedra escritas con el dedo de Dios”. Éxodo 31:18
b) Ley de Moisés: ”Y como acabó Moisés de escribir las
palabras de esta ley en un libro hasta concluirse”.
Deuteronomio 31:24
Diferencias
Contenido:
a) Ley de Dios: ”Estas palabras habló Jehová a toda
vuestra congregación en el monte, de en medio del
fuego, de la nube y de la oscuridad a gran voz: y no
añadió más. Y escribiólas en dos tablas de piedra, las
cuales me dio a mí”. Deuteronomio 5:22

b) Ley de Moisés: ”Y Moisés vinó y contó al pueblo


todas las palabras de Jehová, y todos los derechos …
Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová …”.
Éxodo 24:3, 4
Diferencias
Ubicación:
a) Ley de Dios: ”…puse las tablas en el arca
que había hecho; y allí están, como Jehová
me mandó”. Deuteronomio 10:5

b) Ley de Moisés: ”Tomad este libro de la


ley, y ponedlo al lado del arca del pacto de
Jehová vuestro Dios …”. Deuteronomio 31:26
Diferencias
Carácter:
a) Ley de Dios: ”La ley de Jehová es perfecta, que
vuelve el alma, el testimonio de Jehová, fiel, que hace
sabio al pequeño. Los mandamientos de Jehová son
rectos, que alegran el corazón; el precepto de Jehová,
puro, que alumbra los ojos”. Salmo 19:7, 8

b) Ley de Moisés: ”Esta es la ley del holocausto, del


presente, de la expiación por el pecado, y de la culpa,
y de las consagraciones, y del sacrificio de las paces”.
Levítico 7:37
Diferencias
Propósito:
a) Ley de Dios: ”El fin de todo el discurso oído
es este: Teme a Dios y guarda sus
mandamientos, porque esto es el todo del
hombre”. Eclesiastés 12:13

b) Ley de Moisés: ”Lo cual era figura de aquel


tiempo presente, en el cual se ofrecían presentes
y sacrificios que no podían hacer perfecto…”.
Hebreos 9:9
Diferencias
Duración:
a) Ley de Dios: ”Para siempre, oh Jehová,
permanece tu palabra en los cielos”.
Salmo 119:89

b) Ley de Moisés: ”…quitándola de en


medio y clavándola en la cruz”. Colosenses
2:14
Con el gran sacrificio ofrecido en el Calvario, terminó
aquel sistema de ofrendas que durante cuatro mil
años había prefigurado al Cordero de Dios. El símbolo
encontró la realidad, y todos los sacrificios y
oblaciones del sistema ceremonial debían cesar.”
El Conflicto de los Siglos, 375
La ley ceremonial estaba limitada en
el tiempo, ya que no era completa ni
perfecta: ”Se presentan ofrendas y
sacrificios que no pueden hacer
perfecto, en cuanto a la conciencia,
al que practica ese culto” Hebreos
9:9, por lo que se encontraba en
vigencia con su contenido hasta un
período específico: ”Consiste sólo de
comidas y bebidas, de diversas
abluciones, y ordenanzas acerca de
la carne, impuestas hasta el tiempo
de reformar las cosas”. Hebreos 9:10.
La reforma anunciada acerca del
sistema religioso ya se
encontraba prevista: ”Pero
habiendo venido Cristo, sumo
sacerdote de los bienes
venideros, por medio del mayor y
más perfecto tabernáculo, no
hecho de manos, …habiendo ya
hallado eterna redención”
Hebreos 10:11, 12, pues la
muerte de Cristo clausuró la ley
ceremonial: ”Aboliendo en su
carne las enemistades, la ley de
los mandamientos expresados en
ordenanzas” Efesios 2:15.
El fin de la ley ceremonial también
se encontraba profetizada, de
acuerdo a Daniel 9:27 ”Y dará
validez al pacto para con muchos en
la semana restante, y a la mitad de
la semana hará cesar el sacrificio y
la ofrenda …” y fue confirmada en
el momento en que Cristo entregó
su espíritu: ”Más Jesús, habiendo
otra vez clamado a gran voz,
entregó el espíritu. Y he aquí, el velo
del templo se rasgó en dos, de arriba
abajo” (Mateo 27:50, 51) como
señal del fin de todo el sistema de
sacrificios que se prácticaba en el
templo.
Las Sagradas Escrituras nos presentan, aún, otras
razones, por las que la ley ceremonial fue eliminada:
”Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a
causa de su debilidad e ineficacia, y de la
introducción de una mejor esperanza, por la cual nos
acercamos a Dios”. Hebreos 7:18, 19
”Cuando los labios de Cristo
eshalaron el fuerte clamor:
’Consumado es’, los sacerdotes
estaban oficiando en el templo. Era la
hora del sacrificio vespertino. Habían
traído para matarlo el cordero que
representaba a Cristo. Ataviado con
las vestiduras significativas y
hermosas, el sacerdote estaba con el
cuchillo levantado… Con un ruido
desgarrador, el velo interior del
templo fue rasgado de arriba abajo
por una mano invisible, que dejó
expuesto a la mirada de la multitud
un lugar que fuera una vez llenado
por la presencia de Dios...
”Todo era terror y
confusión. El sacerdote
estaba por matar la victima;
pero el cuchillo cayó de su
mano enerveda y el cordero
escapó. El símbolo había
encontrado en la muerte
del Hijo de Dios la realidad
que figuraba. El gran
sacrificio había sido hecho.”
El Deseado de Todas las
Genetes, 704, 705
”Así como la Biblia presenta dos leyes, una inmutable y eterna, la otra
provisional y temporaria, así también hay dos pactos. El pacto de la gracia se
estableció primeramente con el hombre en el edén, cuando después de la
caída se dio la promesa divina de que la simiente de la mujer heriría a la
serpiente en la cabeza. Este pacto puso al alcance de todos los hombres el
perdón y la ayuda de la gracia de Dios, para ovedecer en lo futuro mediante
la fe en Cristo. También les prometía la vida eterna si eran fieles a la ley de
Dios. Así recibieron los patriarcas la esperanza la salvación.
Aunque este pacto fue hecho con Adán, y más tarde se le renovó a Abrahán,
no pudo ratificarse sino hasta la muerte de Cristo. Existió en virtud de la
promesa de Dios desde que se indicó por primera vez la posibilidad de
redención. Fue aceptado por fe: no obstante, cuando Cristo lo ratificó fue
llemado el pacto nuevo. La ley de Dios fue la base de este pacto, que era
sencillamente un arreglo para restituir al hombre a la armonía
con la voluntad divina, colocándolo en situación de poder
obedecer la ley de Dios... Los término del pacto antiguo eran:
Obedecer y vivirás… el nuevo pacto se estableció sobre ’mejores
promesas’, la promesa del perdón delos pecados, y de la gracia
de Dios para renovar el corazón y ponerlo en armonía con los
principiod de la ley de Dios.” Patriarcas y Profetas, 386, 387,389
”La obra de Dios es la misma en todos los tiempos, aunque hay distintos
grados de desarrollo y diferentes manifestaciones de su poder para suplir
las necesidades de los hombres en los diferentes siglos. Empezando con la
primer promesa evangélica, y siguiendo a través de la edades patriarcal y
judía, para llegar hasta nuestros días, ha habido un desarrollo gradual de los
propósitos de Dios en el plan de redención. El Salvador simbolizado en los
ritos y ceremonias de la ley judía es el mismo que se revela en el Evangelio.
Las nubes que envolvían su divina forma se han esfumado; la bruma y las
sombras se han desvanecido; y Jesús, el Redentor del mundo, aparece
claramente visible. El que proclamó la ley desde el Sinaí, y entregó a Moisés
los preceptos de la ley ritual, es el mimso que pronunció el sermón sobre el
monte. Los grandes principios del amor a Dios, que él proclamó como
fundamento de la ley y los profetas, son sólo una
reiteración de lo que él había dicho por medio de Moisés al
pueblo hebreo: ’Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
Y amarás a Jehová tu Dios de todo corazón, y de todo tu alma, y
con todo tu poder.’ Y ’amarás a tu prójimo como a ti mismo.’
(Deut. 6:4,5; Lev. 19:18) El Maestro es el mismo en las dos
dispensaciones. Las demandas de Dios son las mismas. Los
principios de su gobierno son los mismos.” Patriarcas y Profetas,
390.
D i o s t e
Be n d i g a

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