cerebro emocional, tiene un papel fundamental en la aparición de los estados emocionales. Es aquí donde las emociones tienen su base neurológica. El sistema límbico no constituye una región anatómica dentro del encéfalo, si no que se compone de una red de neuronas distribuidas por el cerebro. Existen zonas en las que el sistema límbico actúa de una forma más específica La amígdala
La amígdala tiene una gran importancia en el procesamiento
emocional, en la anatomía de las emociones. Este núcleo cerebral juega un papel central en las reacciones emocionales básicas. Se sitúa al lado de cada hipocampo: hay una en cada hemisferio. Esta zona está relacionada con la respuesta emocional aprendida por lo que es una de las zonas involucradas en el aprendizaje emocional. La amígdala es el principal núcleo cerebral relacionado e implicado en las respuestas de miedo, tanto innatas como aprendidas. El hipocampo El hipocampo está implicado en procesos mentales relacionados con la memoria, tanto en la memorización de experiencias e informaciones abstractas como en la recuperación de recuerdos. Ejemplo: La corteza prefrontal La evidencia científica muestra que las estructuras prefrontales son las principales encargadas de organizar el comportamiento y la toma de decisiones. Estas estructuras se encargan del control de la regulación emocional, la comprensión de situaciones complejas y el comportamiento social adaptativo. En condiciones normales ambos hemisferios cerebrales trabajan de forma complementaria en la regulación y control de las emociones Investigaciones como la de Canli y cols. (Canli, et al., 1998) sugirieron que cada hemisferio muestra una vinculación diferencial con las reacciones emocionales de valencia positiva y negativa Hemisferio derecho
Es dominante en el control del tono emocional, con un mayor
procesamiento de las emociones negativas (ej., el miedo o la ira) Muestra mayor vinculación con aspectos automáticos relacionados con la supervivencia inmediata. Promueve conductas de alejamiento, timidez, depresión, etc Lesiones prefrontales localizadas en este hemisferio se relacionan con la aparición de un síndrome psicopático. Son frecuentes sentimientos de euforia injustificados y anosognosia Hemisferio izquierdo
Es dominante en la interpretación de las emociones
positivas. Realiza el control cognitivo de los estados emocionales a través del lenguaje. Favorece conductas de aproximación, control, vigilancia y superación de estados disfóricos y media en las respuestas del sistema inmunitario. Lesiones prefrontales localizadas en este hemisferio (preferentemente dorsolaterales) pueden generar un síndrome pseudodepresivo (hipocinesia, apatía, falta de impulso, reducción del habla, indiferencia, falta de planificación, inercia psíquica y ausencia de motivación). La corteza orbitofrontal es una estructura que sirve de cauce de las órdenes emocionales hacia otras zonas del lóbulo frontal encargadas de la planificación y creación de estrategias. Por esta razón, la corteza orbitofrontal tiene especial importancia en el control de los impulsos irracionales. Digamos que la corteza actúa de un filtro, dejando pasar aquellas señales que definen los objetivos de nuestras acciones. Las lesiones de esta región pueden originar la aparición del síndrome prefrontal orbitario que se relaciona con conductas impulsivas e irritables. También se relaciona con patrones de psicopatía o sociopatía adquirida. Técnicas de control emocional 1- Relajación muscular Esta técnica también sirve para aplicar antes, durante y después de la situación, pero para su empleo eficaz requiere entrenamiento previo. Para su práctica sigue los siguientes pasos: Siéntate tranquilamente en una posición cómoda. 2 - Ensayo mental Esta técnica de control emocional está pensada para ser empleada antes de afrontar situaciones en las que no nos sentimos seguros. Consiste simplemente en imaginarte que estás en esa situación (por ejemplo, pidiéndole a alguien que salga contigo) y que lo estás haciendo bien, a la vez que te sientes totalmente relajado y seguro. Debes practicar mentalmente lo que vas a decir y hacer. Repite esto varias veces, hasta que empieces a sentirte más relajado y seguro de ti mismo. 3- Regulación del pensamiento
Cuando estamos ante un momento de malestar mental y no
sabemos cómo gestionar nuestras emociones, solemos experimentar algo conocido como "torrente de pensamientos“ Regular el pensamiento puede ser una eficaz técnica de control emocional. ¿Cómo podemos hacerlo? El primer paso será detectar el torrente de pensamientos e ir identificando qué tipo de ideas acuden a nuestra cabeza. A continuación, podemos probar de apuntarlas en una libreta si estamos solos para luego trabajar sobre esas afirmaciones. 4 - Razonamiento lógico
Muy ligada a la anterior técnica de control
emocional, el razonamiento lógico consiste en analizar uno a uno los pensamientos que nos producen malestar emocional y razonarlos de manera lógica, por ejemplo: Pensamiento: "soy un inútil y no sirvo para nada" Emoción: tristeza y llanto Razonamiento lógico: "¿hasta qué punto es cierta esa afirmación? ¿de qué me sirve pensar eso de mí? ¿qué puedo hacer para cambiar ese pensamiento?" 5 - Distracción
Esta técnica se recomienda hacer en momentos de emergencia, cuando no podemos
controlar los sentimientos de otra forma. Cuando nos sentimos desbordados por nuestras emociones, podemos intentar distraernos con algún estímulo que nos reconforte como una canción, un libro, una película.. Técnicas de emergencia Si estás muy nervioso o ansioso, refréscate la cara con agua muy fría e intenta que te dé el aire. Se ha demostrado que el frío puede reducir la ansiedad. Evita las bebidas con cafeína. Los estudios evidencían que incrementan tu nerviosismo y niveles de ansiedad. ¡Ejercicio! Todo lo que se diga sobre las ventajas de hacer deporte con moderación me parece poco. Se ha demostrado que reduce la ansiedad y mejora la confianza en ti mismo. Duerme lo necesario. Cuando duermes generas endorfinas y reduces los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Por eso cuando no has dormido bien estás más irritable.