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ÉTICA Y

CIUDADANÍA
SESIÓN 4 – EL SUJETO MORAL
RESPONSABLE
OBJETIVOS DE LA SESIÓN
• Revisión de lo trabajado la semana pasada.
• ¿Quién es el sujeto moral responsable?
– Revisión de la lectura “La persona como sujeto moral que realiza
la ética” de Xabier Etxeberria.
• Actividad de la semana:
– Caso ”Susana Villarán”.
• Conclusiones de la sesión 4
EL SUJETO MORAL RESPONSABLE
• Hasta ahora hemos visto que la ética es un
“saber práctico” que busca no quedarse en
la teoría, sino realizarse en la vida.
• Quienes realizan la ética son los humanos,
entonces sujetos morales somos todos
nosotros.
• Hay tres cuestiones importantes
relacionadas con el sujeto moral:
– La conciencia moral.
– La responsabilidad.
– La sabiduría práctica o prudencia.
LA CONCIENCIA MORAL
• La conciencia moral es el proceso
de deliberación y decisión que
desemboca en la acción moral.
• Es el lugar del juicio y valoración de
los actos concretos.
• En una concepción de ella, la
conciencia es la instancia suprema
del ámbito moral y su dictamen es
obligatorio (incluso si contradice a
las autoridades).
• Socialmente hablando, las
autoridades políticas y religiosas
recelan de ella pues el individuo
METÁFORAS DE LA CONCIENCIA:
LA CONCIENCIA COMO VOZ
• La conciencia opera como un diálogo entre mi yo y ”algo
que me sobrepasa”.
• En realidad, es producto de mi subjetividad, pero mi
actitud hacia ella es de pasividad, como receptor de lo que
me dice.
• La conciencia entonces se vuelve como un lazo que anuda
al hombre consigo mismo y con algo más que sí
mismo.
• Esta receptividad inicial se convierte en un mandato para
ser actores de nuestra propia vida moral: lo que debo
hacer aquí y ahora.
• Sin embargo, su voz no siempre se oye con claridad,
por lo que debemos entrar en un proceso educativo de
maduración de la conciencia.
METÁFORAS DE LA CONCIENCIA:
LA CONCIENCIA COMO TRIBUNAL
• La conciencia opera como un juez que
dictamina nuestra culpabilidad o inocencia
por las acciones que hemos realizado.
• El castigo que emite este tribunal es el
sentimiento de culpabilidad, mientras que el
premio es el sentimiento de haber cumplido
con mi deber.
• La acción de la conciencia en la deliberación
implica un desdoblamiento del sujeto entre
fiscal, defensor y juez, con agravantes y
atenuante.
• Cuando hay una conciencia escrupulosa, el
sentimiento de culpa se convierte en
remordimiento: la acción nos corroe el alma.
• También hay el extremo de la conciencia laxa:
LA CONCIENCIA MORAL
• Además de juzgar si nuestras
acciones se ajustan a la ley, la
conciencia también contribuye a
juzgar la misma ley jurídica o moral.
• La conciencia se somete a la
auténtica ley moral y se rebela
contra la moralidad social
inadecuada.
• Es necesario evaluar con cuidado
los casos de conciencia y la
necesidad de principios éticos que
informen la manera adecuada de
proceder.
LA RESPONSABILIDAD
• Responsabilidad se origina en el
responder: hacerse garante, asumir
algo, comprometerse a algo.
• Este asumir tiene dos aspectos: hacia
los otros, pues nos pone en relación
con los demás; hacia uno mismo,
pues uno es responsable de realizarse
como persona. La responsabilidad
remite hacia la globalidad de lo que
somos.
• La autonomía no es arbitrariedad del
querer (querer egoístamente). La
responsabilidad de lo que estoy
llamado a ser me hace discernir, situar
mis cualidades, deseos y circunstancias
LA RESPONSABILIDAD
• Responsabilidad por la vía de la imputación:
aquellas acciones de las que soy autor, con
las que me autodetermino y he tenido la
posibilidad de actuar de otro modo.
• Si se nos imputa una acción indebida, resulta
connatural que aparezca la culpa y se nos
aplique una pena.
• Kant es estricto con las imputaciones de las
acciones: sólo son imputables las
consecuencias de la acción ilegítima, y las
consecuencias buenas de la acción meritoria.
• En la realidad vemos que las acciones y obras
bien hechas, con buena intención, puede
tener consecuencias negativas no deseadas
que hay que asumir.
• De otro lado, debemos recordar que también
se nos imputan las consecuencias de nuestras
LA RESPONSABILIDAD
• Es entonces que la primera cara de
responsabilidad es la exigencia: es el lado
adusto de la moral, donde somos
responsables de los negativo, lo
reprobable, lo culpabilizador.
• Sin embargo no es el único y quizá
tampoco el más importante aspecto de la
imputación: el que se nos reconozca
responsables de nuestros actos con sus
consecuencias es la condición para que
seamos reconocidos y se nos reconozca
como sujetos.
• Esta es la cara plenificante de la moral.
LA RESPONSABILIDAD
• La responsabilidad se entiende individual al sujeto, pero muchas de nuestras
acciones las realizamos al interior de instituciones. Ellas nos condicionan
para el bien y el mal.
– Aspectos coaccionantes específicos de la iniciativa personal: ¿Debemos o no
implicarnos en una institución? ¿Cómo y hasta dónde? Puede haber un choque
entre la política de la institución y nuestras opciones morales. La realidad puede
forzar decisiones, pero nunca se abandona el discernimiento. El estar en una
institución es sólo un factor más.
– Dilución de la responsabilidad: En las instituciones participan diferentes sujetos e
instancias, y se extienden los mecanismos de deliberación y decisión. Si bien la
responsabilidad depende de qué lugar ocupemos en el organigrama, nunca
desaparece del todo la responsabilidad personal.
– Las instituciones generan la experiencia de la co-responsabilidad: no sólo somos
responsables respecto a los otros, sino que compartimos responsabilidad con ellos.
Las instituciones no deben ser instancias dedicadas exclusivamente a la búsqueda
de “bienes externos” a las prácticas, sino lugares donde la corresponsabilidad se
ejerce participativamente y se generan los poderes necesarios para enfrentar los
desafíos actuales.
LA RESPONSABILIDAD
• Tres preguntas claves de la
responsabilidad: ¿De qué somos
responsables? ¿Ante quién? ¿En
virtud de qué?
• ¿Ante quién somos responsables?
Ante nosotros, pero se nos remite a
los otros, fundamentalmente ante
los otros a los que nuestra acción se
dirige explícitamente.
• ¿En virtud de qué somos
responsables? La respuesta
dependerá de la aproximación ética
que elijamos.
LA SABIDURÍA PRÁCTICA
• La conciencia nos llama a la
responsabilidad. El alcance y sentido de
ésta se discierne con el ejercicio de la
virtud de la prudencia o sabiduría
práctica.
• La dinámica de la acción moral:
– Una acción intencional, donde el fin es un
elemento determinante de su realización,
así como los motivos.
– Supone una deliberación.
– Termina en una decisión, cuya puesta en
práctica es dicha acción.
• Phrónesis es la recta deliberación entre lo
que es bueno y malo, realizada de modo
racional y práctico. La prudencia se da
cuando observamos e imitamos a aquellos
que consideramos prudentes.
LA SABIDURÍA PRÁCTICA
• La prudencia se concibe como algo que
implica la vida entera, es decir, no sólo
orientado a un acto específico o lo que
conviene en un sentido parcial, sino al vivir
bien en general.
• La pudencia se distingue de la sabiduría
(aquella opera sobre lo contingente, lo que
puede ser de otra manera) y de la
habilidad (esta se preocupa sobre los
resultados, mientras que la prudencia
considera medios y fines).
• La actividad que define decisivamente la
sabiduría práctica es la deliberación. El
debate se hace más explícito cuando hay
varias alternativas.
• La deliberación puede ser personal pero
nunca es estrictamente personal
GRACIAS

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