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ACTITUDES FUNDAMENTALES DE LA

EXISTENCIA HUMANA
ANTROPOLOGÍA TEOLÓGICA II
INTRODUCCIÓN

 La opción fundamental del hombre como respuesta a la


autodonación de Dios, que caracteriza a la existencia
auténticamente cristiana, “incluye la confesión de Cristo, la espera
confiada de su manifestación futura y la entrega personal a él
cumplida en el amor efectivo del prójimo”. Nos referimos a las
virtudes teologales.
1. De las “virtudes teologales” a
las “actitudes fundamentales”
 Terminológicamente estos tres aspectos de la existencia cristiana (fe, esperanza y
caridad) que ya aparecen vinculados en la Escritura, recibe posteriormente, la
denominación de virtud. Será en la Edad Media, que esta concepción alcance su
grado de madurez con la síntesis de Tomas de Aquino.
 Es así como se va consolidando la doctrina de las “virtudes teologales”, en cuanto
dichas virtudes son otorgadas directamente por Dios y a él están exclusivamente
referidas.
 En estos últimos siglos se ha ido experimentando una profunda crisis de tal
concepción, debido “al proceso de perdida o perversión progresiva de su
significado”(J. Pieper).
 En la teología dogmática católica, prevalece la tendencia a sustituir el concepto de
virtud (Kraus)designándolos como: fuerzas básicas, actitudes fundamentales,
procesos básicos, procesos vitales del cristiano.
 Por ejemplo, Ranher considera las virtudes teologales como “las maneras
fundamentales de la aceptación de la comunicación de Dios mismo por la gracia que
orientan la vida espiritual y personal del hombre al Dios trinitario de la vida eterna, a
la participación de su misma vida; y tienen a Dios mismo como tal por objeto formal.”
 Alfaro aboga por una revisión de los términos “virtud” e “infusas”, razones: lingüística-
cultural y teológicas. En efecto, la utilización de dichas categorías “no encajan ya en la
experiencia del hombre moderno, ni en su modo de pensar y de expresarse”.
Lenguaje poco significativo.
 La razón teológica de esta reformulación se debe a que la utilización de la
terminología clásica de la escolástica parecía indicar la introducción de una entidad
creada y permanente, intermedia entre la autodonación de Dios por Cristo en el
Espíritu y la “opción fundamental” en la que el hombre acepta y recibe la
autodonación de Dios.
 La afirmación de opción fundamental, permite explicar el carácter interior, permanente,
dinámico y gratuito de la gracia creada sin admitir otra realidad que la de la llamada interna
de la respuesta radical del hombre al amor de Dios en Cristo por el Espíritu.
 Estos conceptos filosóficos-aristotélicos, tienen desventaja, de no expresar el aspecto
principal de la fe, esperanza y caridad: relación dialogal del hombre con Dios.
 Alfaro propone una nueva nomenclatura acorde con el dato revelado y el discurso filosófico
mas actual: tras un amplio estudio a lo largo de toda la Biblia, especialmente en los escritos
neotestamentarios, llega a la conclusión de que en ella no se reduce la fe, esperanza y
caridad a meros “actos”, sino que hablan mas bien de “la actitud permanente de creer,
esperar y amar.
 Por esta razón, considera mas oportuno definir estas tres cualidades de la existencia
cristiana como “actitudes fundamentales”. Una terminología que permite expresar mejor la
dimensión dialógico-personalista de la gracia y como se nos ha revelado en la historia.
2. De las “actitudes
fundamentales” a la “actitud
fundamental”
 Hay una “reflexión critica” del sistema teológico elaborado por Tomas de Aquino
sobre las virtudes teologales. En su elaboración profundiza de forma particular en
la distinción de las tres, debido a las características propias de cada una, y en su
mutua relación, estableciendo lo que posteriormente ha sido una distinción clásica
entre el “orden de origen” orden de perfección. Nota Alfaro, la separabilidad de
estas virtudes aparece tajante.
 En este punto Alfaro se muestra critico con la doctrina tomista afirmando que se
trata de una “lamentable incoherencia”: “La distinción entre la fe, la esperanza y
la caridad, legitima dentro de ciertos limites, es llevada hasta un extremo que no
respeta las implicaciones vitales de la existencia cristiana”.
 Alfaro intenta con su planteamiento subrayar la unidad que se da entre la fe,
esperanza y caridad; su mutua inmanencia, según se desprende de los textos
neotestamentarios, especialmente los paulinos.
 El hecho de que el apóstol distinga estas actitudes no “justifica por si solo una
distinción real de estas actitudes, ni establece un orden de prioridad o dependencia
entre ellas”. Mas bien se trata, a su juicio, de diversos aspectos de una única y misma
actitud existencial.
 La justificación teológica de dicha unidad la encontramos en el evento único de la
autocomunicación personal de Dios al hombre; el cual, aun siendo uno, engloba tres
distintos aspectos fundamentales: la revelación en cuanto manifestación, la promesa
en cuanto anticipación del futuro y el amor en cuanto autodonación de Dios-amor. Esta
autocomunicación de Dios ha llegado a su plenitud en Jesucristo. Por esta razón, en la
unidad del misterio de Cristo, Alfaro encuentra también la unidad de las tres virtudes
fundamentales que componen la única existencia cristiana vivida en fe, esperanza y
caridad.
 Alfaro analiza brevemente, cada una de las virtudes teologales, en busca de la calve
que las auna.
 Por lo que respecta a la fe, esta comporta una doble dimensión de afirmación-
confesión y confianza. La esperanza, por su parte, también se define precisamente
como confianza en el futuro prometido. Finalmente la caridad es expresada en la
opción fundamental donde el hombre hace de tal amor el centro de su existencia
confiándola toda ella a Dios. Siendo la confianza, para Alfaro, la dimensión común
que unifica estas tres actitudes fundamentales de la existencia cristiana.
 Por tanto, aunque se de esta mutua implicación inmanente entre las tres, no
existe una total igualdad entre ellas, pues el primado corresponde al amor.
 Las tres virtudes teologales están intrínsecamente unidas y con su acción conjunta
edifican constantemente la nueva existencia cristiana a base de las actitudes
fundamentales o virtudes cristianas.
3. Cristo: centro, fundamento y
fin de la existencia cristiana.
 Una ulterior contribución de Alfaro a la reflexión sobre la existencia cristiana proviene
del cristocentrismo característico de su teología, ¿Qué lugar ocupa el verbo encarnado?:
“Lo decisivamente importante para el cristiano es Cristo mismo, su aparición en la
historia, su muerte y resurrección, como cumplimiento supremo y absoluto de la
autodonación de Dios, ha dado a la existencia humana y a la historia un sentido nuevo
y definitivo”.
 Es el estudio del dato bíblico, especialmente de la teología paulina, el que le ha llevado,
una vez mas, a recuperar la centralidad de Cristo en la comprensión de la fe, la
esperanza y la caridad. Para el apóstol de los gentiles el acontecimiento pascual, la
muerte y resurrección de Cristo, es el centro de la fe del cristianismo y el fundamento
ultimo de su esperanza que la impulsa al amor a Cristo y a los hombres.
 La conclusión a la que llega Alfaro: “es una existencia centrada y fundada en el
acontecimiento Cristo, ser cristiano es ser para Cristo, relación personal de toda la
existencia a Cristo y en Cristo a Dios”
3.1. La fe: confesión de Cristo.

 J.M. de Miguel: La fe es un acto que implica al hombre en su totalidad. La fe es la


respuesta integral del hombre a Dios, que se revela como su salvador y que esta
repuesta incluye la aceptación del mensaje salvífico de Dios y la confiada sumisión
a su palabra. En el acto de fe, la confesión y la opción no solo van
inseparablemente unidas, sino que se implican mutuamente. La opción se termina
y expresa en la confesión, que a su vez ilumina el sentido de la opción.
 La fe bíblica es el “si” total del hombre al acto salvífico de Dios, cumplido y
revelado definitivamente en Cristo. “la fe esta centrada, fundada y finalizada en
Cristo. Es cristica en todos sus aspectos”. La fe consecuentemente, es
cristocentrica, cristológica y cristoteleologica.
 Después de este análisis Alfaro define la fe: “creer es reconocer y vivir la relación
personal a Cristo como sentido último de la existencia”, fundar la propia existencia
en Cristo. Mensaje cristiano es una invitacion personal a la fe.
3.2. La esperanza: espera
confiada en Cristo.
 La esperanza, según se desprende de los análisis escrituristicos llevados a cabo
por Alfaro, se encuentra íntimamente vinculada a la fe, por cuanto esta, la fe,
conlleva la aceptación confiada de las promesas divinas. Es esta dimensión
fiducial, la que hace de nexo entre ambas actitudes fundamentales.
 Esta actitud fundamental, de la esperanza, encuentra en San Pablo su mayor
desarrollo “describe la esperanza cristiana en todo su densidad existencial que
incluye la confianza sin limites en la promesa de Dios, la esperanza de la
salvacion, el agitante paciente y perseverante y la audacia de la libertad interior”.
Es precisamente esta tensión hacia el futuro de la promesa la que imprime un
carácter propio a la esperanza, distinguiéndola de la fe.
 La actitud de la esperanza es vivida por el cristiano también en relación personal
con Cristo y supone “una decisión existencial, que compromete la libertad del
hombre en la renuncia a si mismo para lanzarse en las manos de Dios.”
3.3. La caridad: entrega
personal a Cristo y amor al
prójimo.
 Debe ser entendida como culminación, a la vez que fundamento, de las otras
actividades: la fe y la esperanza.
 Esta actitud fundamental de la caridad posee una doble índole: en primer lugar una
dimensión “vertical”, de amor a Dios y, en segundo lugar, una dimensión “horizontal”
de amor a los hombres, al prójimo.
 En esta vivencia “vertical” del amor se encuentra también la otra dimensión
“horizontal” de amor a los hombres: “Jesús ha integrado su amor a los hombres en su
misma actitud filial para con Dios. El amor a Dios y el amor a los hombres estuvieron
unidos en la decisión radical de su existencia”.
 La actitud fundamental del amor en cuanto fundada en el amor a Cristo debe ser
entendida, al igual que la fe y la esperanza, cristológica y cristocentricamente.
 Esta perspectiva cristológica del amor, fruto del dato revelado es completada por
Alfaro con una fundamentación antropológica.
 El punto de partida es la concepción del hombre como “ser autotrascendente” caracterizado por esta
apertura a Dios, al mundo y a los otros. El ser humano es un “ser en proyecto” en busca de su total
y plena realización personal. En este contexto el amor es visto como “la aspiración mas profunda del
hombre, la única realización en si mismo en la libertad”.
 El aspecto “el amor al prójimo” alcanza mayor reflexión en el pensamiento de Alfaro. la opción
fundamental de la existencia cristiana se concretiza en el amor a Cristo hecho efectivo en nuestro
amor al prójimo.
 En efecto una vez que verbo a asumido una naturaleza humana mediante la encarnación, ha
quedado unido, en cierto modo, con todo el genero humano, haciéndonos participes de su filiación y
constituyéndonos una fraternidad.
 Como consecuencia de esta dignidad de hijos de Dios, el hombre se convierte en sujeto que debe ser
respetado y aceptado en su alteridad y no en un objeto que puede ser manipulado, el otro esta
delante de mi como una valor, que se me impone por si mismo un valor que el hombre mismo no ha
creado ni puede destruir, pues se identifica con la misma dignidad de la ´persona humana. La
aceptación del otro en su singularidad es la aceptación a Dios, en que se funda y su valor y dignidad
como persona.

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