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Arquitectura en la Alta

Edad Media
En la arquitectura de la Alta Edad Media se desarrollan principalmente
tres estilos: El bizantino, que influye durante todo el período, el
románico entre los siglos XI y XII, y el estilo gótico entre el siglo XII hasta
el siglo XV.
Arquitectura Bizantina
La arquitectura bizantina, es el primer estilo
importante en la Alta Edad Media, destaca por su
solidez estructural, utiliza esplendidos mosaicos
interiores, capitel hermosamente decorado, una
característica cubierta abovedada, y buena
ornamentación, un buen ejemplo de este tipo de
edificio es la Iglesia bizantina de San Vital.
La arquitectura bizantina se inscribe dentro del
marco del arte bizantino, y abarca un largo espacio
de tiempo, que se inicia en el siglo IV y al que
pone fin abruptamente la caída de
Constantinopla en manos de los turcos
otomanos en 1453, ya en el siglo XV.
Períodos

• A pesar de que en los primeros momentos de su existencia la


arquitectura bizantina no se distinguía especialmente de
la arquitectura romana, de la que en sus primeros balbuceos
constituía únicamente una mera derivación regional, la larga
evolución en el tiempo de la misma permitió la emergencia
consolidada de un estilo arquitectónico distintivo, que quedaba por
lo demás muy permeabilizado ante las influencias que recibía de
las arquitecturas orientales.
• Uno de los rasgos que fueron mantenidos a lo largo de todo el
período de su existencia fue el uso del ladrillo para la arquitectura
de las iglesias, que sustituyó a la piedra, que era el material
constructivo utilizado en su predecesora la arquitectura romana; a
lo que se añade una más libre interpretación de los órdenes
clásicos, la sustitución de las esculturas como elementos
decorativos de los edificios por los mosaicos o el realce de las
cúpulas, que se elevan a mayor altura que en otros estilos
arquitectónicos anteriores.
Características

• 1.- Una nueva valoración de la cúpula y de las


estructuras abovedadas con un carácter
simbólico-religioso. La cúpula se convierte en el
elemento principal de las iglesias, es el centro y el
culmen de la construcción. Se utiliza para cubrir el
corazón del edificio en las plantas centrales, pero
también en los tramos de las naves centrales y
laterales en otros tipos de plantas. Es semiesférica
como la romana y puede ser mostrada al exterior
o no. Representa el espacio celestial sobre el cual
reina Cristo, que a menudo aparece en su clave
como Pantocrátor bendiciendo. La luz que ingresa
por su tambor o por la misma curvatura de la
cúpula crea un efecto mágico como si estuviera
suspendida flotando sobre nuestras cabezas.

Iglesia del monasterio de Hodegitria de Mystra,


Grecia. Siglos XIII y XIV. Exterior e interior.
Las principales novedades de la arquitectura bizantina
atañen al uso de la cúpula, al capitel y su relación con el
arco y a la decoración, sobre todo a los mosaicos.

• Por partes: la arquitectura bizantina, como la


romana, es abovedada, pero su innovación con
respecto a aquella reside en el empleo
sistemático de la cúpula valiéndose de las
experiencias previas sirias y sasánidas. Los
bizantinos llegaron a construir cúpulas de
proporciones tan gigantescas como las de
Santa Sofía de Constantinopla, de más de 30
metros de diámetro, resolviendo de forma
admirable la manera de contrarrestar los
Cúpula de Santa Sofía de Constantinopla
empujes, no solo mediante estribos o muros desde el interior de la basílica
gruesos, sino oponiéndoles otras bóvedas.
Pechina

• Es cada uno de los elementos


estructurales y constructivos que
resuelve el encuentro entre la base
circular de una cúpula y un espacio
inferior de planta cuadrada
Otra aportación de gran transcendencia fue la
decoración de capiteles, de los que hubo varios
tipos; así, el de tipo teodosiano es una
herencia romana, empleado durante el siglo IV como
evolución del corintio y tallado a trépano, semejando
a avisperos; otra variedad fue el capitel cúbico de
caras planas decorado con relieves a dos planos. En
uno y otro caso era obligada la colocación sobre
ellos de un cimacio pieza troncopiramidal decorada
con diversos motivos y símbolos cristianos
Principales obras

• Basílica de San Vitale


• La Basílica de San Vitale fue construida en Rávena durante el siglo VI
por órdenes directas del emperador Justiniano. Es considerada una
obra maestra y una de las creaciones más importantes de todo el
período arquitectónico bizantino. La construcción de esta iglesia fue
supervisada por el arzobispo de la ciudad.
• Una de sus características más destacadas es la presencia de
incontables mosaicos en todo su interior. Los bizantinos utilizaron
decoraciones con mosaicos tanto en las paredes como en el techo de
esta basílica.
Iglesia de Santa Sofía

• La Iglesia de Santa Sofía, también conocida como Hagia Sophia o la Iglesia del
Sagrado Conocimiento, es la catedral más emblemática construida en
Constantinopla durante el dominio del Imperio bizantino.
• Su construcción fue supervisada por el emperador Justiniano y es considerada
como la estructura más importante construida por los bizantinos. Además, es uno
de los monumentos más importantes de todo el planeta.
• Esta edificación combina las ideas tradicionales de una basílica de gran longitud
con un edificio centralizado de manera única. Además, tiene un domo
increíblemente grande, el cual está soportado por el uso de la pechina y un par
de domos más pequeños. Sin embargo, según los planes arquitectónicos el
edificio es cuadrado casi en su totalidad.

Arquitectura románica
• Desde el punto de vista exclusivamente arquitectónico
el románico fue un esfuerzo continuo en construir templos
perdurables con la mayor grandeza posible pero evitando su
posible destrucción. En este empeño la arquitectura
románica siguió un proceso evolutivo continuo de
perfeccionamiento y de resolución de problemas tectónicos
en busca de la altura y la luz.
• El material empleado debía ser piedra fundamentalmente,
aunque no se renunció a otro materiales como luego
veremos. Otra condición ideal era que el templo debía estar
abovedado. Esto era por dos razones: la primera, por dar
mayor relevancia simbólica al edificio y otra, más práctica,
para evitar los incendios que los techos de madera sufrían
con cierta frecuencia.
En la arquitectura románica, ya no
aprovecha elementos constructivos ni
decorativos de los monumentos
romanos, el sentido de la proporción
clásica desaparece, y donde esa ruptura
con el pasado se hace más patente es
en la columna, cuyo fuste deja de ser
troncocónico y se hace cilíndrico. La
proporción entre el diámetro y la altura
de la columna se olvida y
el arquitecto románico no tiene
inconveniente en dar el mismo grueso a
la baja columna de un claustro que a la
altísima que, adosada a un pilar del
templo, se eleva hasta la bóveda de la
nave mayor.
Exterior de la iglesia de san Martín de Tours, Frómista
Se pierde también el recuerdo de los órdenes clásicos,
todas las columnas tienen basa con plinto y el fuste,
o bien se conserva liso, que es lo más frecuente, o se
estría, incluso en zigzag, o se recubre de ornamentación
vegetal. El collarino, que en la columna romana se
labraba en la parte superior del fuste, pasa ahora a
formar parte del capitel, del que desaparece ahora todo
recuerdo del dórico y el jónico. Se emplea, en cambio, el
tipo de capitel cubierto de hojas que deriva del corintio
aunque, salvo determinados momentos y escuelas, el
recuerdo del acanto desaparece y el follaje es distinto.

Real Monasterio de san Juan de la Peña, Jaca


El templo tipo de la arquitectura
románica
• A groso modo, un templo románico es un edificio de
piedra labrada orientado con la cabecera al este con
una o varias naves longitudinales que podían tener
otras atravesadas (se verá en el siguiente apartado).
En ocasiones, la fachada o hastial occidental estaba
precedida de un nártex o antesala abovedada
monumental.
Cabecera
• La cabecera es la parte más noble de los
edificios románicos puesto que es el lugar
donde se ubica el altar. De forma invariable
en el románico y en otras arquitecturas
medievales, la cabecera se encuentra en el
extremo oriental de la iglesia. La razón de
esta orientación canónica es la de que los
primeros rayos de luz del día debían incidir
en ella porque este Sacta Sactorum
simboliza a Jesucristo que es, según el
Nuevo Testamento "la luz del mundo".
Cimborrio
• Sobre el crucero (intersección del
transepto con la nave central) se solía
levantar un cimborrio o torre-linterna -
de planta cuadrada u octogonal- con
ventanales para iluminar el interior.
• Además de estos citados cimborrios
sencillos, existe un grupo llamado
"Cimborrios del Duero" presentes en
catedrales y colegiatas mucho más
elaborados. Se les ha atribuido
influencia bizantina. El más primitivo de
todos es el perteneciente a la catedral
de Zamora. Tiene bóveda gallonada,
con cubierta de lajas de piedra y cuatro
torrecillas en las esquinas.
Campanarios románicos: torres
y espadañas
• También era frecuente la construcción de parejas de torres
campanario pareadas flanqueando la fachada (lo que se
denomina "fachada armónica") o torres únicas en un costado
del templo (con predilección por el costado norte).
• El campanario tenía muchas funciones simbólicas más allá de
la mera utilización como instrumento sonoro para convocar a
Misa. Se trataba de un símbolo de unión entre Dios y los
hombres y del poder de la Iglesia. En ocasiones se trataba
también de una especie de torre fortaleza de defensa frente a
los enemigos, como en algunos lugares de la Castilla al sur del
Duero. La torre románica solía tener varios pisos definidos por
impostas salientes con troneras y ventanales para las
campanas normalmente ajimezados.
Otra forma de campanario es la llamada
espadaña, muro vertical plano horadado de
vanos para los campanas. Esta estructura tuvo
como foco difusor las iglesias de los
monasterios cistercienses. En España se han
conservado numerosas espadañas en el
románico del norte palentino, burgalés y de
Cantabria. La más conocida, quizás, sea la de
San Salvador de Cantamuda (Palencia).
Fachadas y portadas
• Las puertas monumentales o portadas
ornamentadas mediante sucesivas arquivoltas
abocinadas que apoyaban sobre columnas se
abrían normalmente en el muro occidental o
meridional o en ambos. En los templos más
ambiciosos podía haber numerosas puertas de
entrada para abarcar todos los muros del edificio.
En este caso, la puerta principal está normalmente
en el hastial occidental. Esta fachada, además de
la puerta monumentalizada, puede tener otros
ventanales y óculos o rosetones de iluminación
(en el tardorrománico).
Si la puerta era muy ancha se colocaba como refuerzo
una columna central llamada parteluz o mainel. En
templos importantes se solían añadir estatuas de
personajes bíblicos a las columnas o/y a las arquivoltas
(en sentido radial frente a la orientación longitudinal del
gótico). Otro elemento destacado de las portadas
románicas es la presencia de tímpanos esculpidos bajo
las arquivoltas.
• Arquivolta: es cada una de los pilares o molduras que
forman una serie de arcos concéntricos decorando el
arco de las portadas medievales en
su paramento exterior, recorriendo su curva en toda su
extensión y terminando en la imposta ó de una manera
más sencilla, moldura colocada alrededor de un arco.
Materiales de construcción de la
arquitectura románica
• Piedra de sillería o sillar: Bloque de piedra labrado
como un paralelepípedo). Frecuentemente estos
sillares eran marcados por los canteros con marcas
para su posterior cobro. Las paredes así elaboradas
tenían dos finas capas de sillería y en medio una
masa de ripio (pequeñas piedras normalmente
procedentes del tallado de los sillares.
• La colocación o aparejo de la sillería puede ser a
soga y tizón (alternando la disposición en forma
paralela y perpendicular a la dirección del
paramento), encintada, en hileras, etc.
Sillarejo
• Piedra más pequeña, de peor labrado y ajuste,
realizada con martillo devastando directamente
la piedra bruta, pero sin pulir las caras.
• Los sillares suelen tener un tamaño y peso
que obliga a manipularlos mediante
máquinas, a diferencia de los mampuestos,
que, como su nombre indica, se ponen a
mano.
Mampuesto
• Piedra no labrada o de labrado tosco.
frecuentemente se usaba el "calicanto" a
base de mampostería aglutinada con
argamasa (mortero de cal, arena y agua).
Posteriormente se enfoscaba para dar
aspecto liso a la superficie previamente
irregular.
Elementos sustentantes: arcos,
columnas y pilares
• El arco utilizado en la arquitectura románica es el de
medio punto (semicircular) y de sección rectangular,
enriqueciéndolo en su intradós (superficie interior)
con uno más estrecho, decorando sus ángulos con
dos molduras (saliente con perfil uniforme) de
sección semicircular.
• A partir del siglo XII también se emplea el arco
apuntado u ojival, por dos segmentos curvos que
forman ángulo en la clave. Esta invención fue
esencial para el desarrollo de la arquitectura
medieval posterior (gótico) pues los empujes que
trasladaban estos arcos (y por extensión las bóvedas
apuntadas) a los pilares y restos de estructuras eran
mucho más verticales y fáciles de resistir.
La columna y el pilar son los elemento arquitectónicos
esenciales para recibir el peso de las estructuras
superiores (arcos y bóvedas). La columna esta
compuesta por basa, fuste y capitel. La basa de la
columna románica es de tipo ática. El fuste, a
diferencia de las columna romanas y griegas y del
resto de estilos posteriores al gótico no es
troncocónica ni tiene éntasis (diferente sección en los
extremos) sino completamente cilíndrica (salvo en
casos aislados)
Tampoco tiene normalmente acanaladuras verticales
como en la arquitectura clásica sino que son lisos o en
el caso más complejo lleva sogueados oblicuos o
decoración geométrica (zigzag) o vegetal. El capitel
suele ser figurado o de motivo vegetal y tiene collarino
y ábaco en los extremos.
El pilar o soporte prismático de sección cuadrada fue
usado ampliamente como soporte, aunque adoptó
diferentes modalidades. La más frecuente fue la
variedad de pilar cruciforme (sección de cruz griega) o
aún más, el pilar cruciforme con semicolumnas
embebidas para recoger los arcos y sus dobladuras.
Arquitectura Gótica
• El estilo gótico se desarrolla en Europa, sucediendo al románico
desde la cuarta década del siglo XII hasta bien entrado el XVI}
• La denominación peyorativa "gótico" fue inventada por los eruditos
del Renacimiento con sentido de desprecio a un arte que
consideraban bárbaro (el "arte de los godos") muy inferior en
consideración al arte grecorromano. Sin embargo fue revalorizado y
exaltado en el siglo XIX por los movimientos nacionalistas y
románticos europeos y en la actualidad se considera
universalmente como uno de los momentos más brillante, desde el
punto de vista artístico, del mundo occidental.
Aunque el gótico sucede arquitectónicamente al
románico del siglo XII, lo cierto es que ambas
arquitecturas responden a principios inspiradores
opuestos.

• Como sostiene el gran experto Otto von Simson, con el gótico


se produce una de las más radicales rupturas estilísticas que
han conocido la arquitectura occidental.
• La razón de tal revolución es el cambio de la mentalidad
medieval sobre el conocimiento y la verdad existente. Los
siglos XII y XIII contemplan la derrota del idealismo de Platón,
defendido por San Agustín, que fue la base filosófica de los
siglos altomedievales. Desde estas fechas, se recupera las
filosofía basada en la preeminencia de los sentidos de
Aristóteles, intensamente defendido por personajes de la talla
de san Alberto Magno y santo Tomás Aquino.
La luz
• Los nuevos edificios religiosos se caracterizan por la definición
de un espacio que quiere acercar a los fieles, de una manera
vivencial y casi palpable, los valores religiosos y simbólicos de la
época. El humanismo incipiente liberaba al hombre de las
oscuras tinieblas y le invitaba a la luz. Este hecho está
relacionado con la divulgación de las corrientes filosóficas
neoplatónicas, que establecen una vinculación entre el concepto
de Dios y el ámbito de la luz. Como las nuevas técnicas
constructivas hicieron virtualmente innecesarios los muros en
beneficio de los vanos, el interior de las iglesias se llenó de luz, y
la luz conformará el nuevo espacio gótico. Será una luz física, no
figurada en pinturas y mosaicos; luz general y difusa, no
concentrada en puntos y dirigida como si de focos se tratase; a la
vez que es una luz transfigurada y coloreada mediante el juego
de las vidrieras y los rosetones, que trasforma el espacio en
irreal y simbólico. El color alcanzará una importancia crucial.
• La luz está entendida como la sublimación de la divinidad. La
simbología domina a los artistas de la época, la Escuela de
Chartres considera la luz el elemento más noble de los
fenómenos naturales, el elemento menos material, la
aproximación más cercana a la forma pura.
• El arquitecto gótico organiza una estructura que le permite,
mediante una sabia utilización de la técnica, emplear la luz, luz
transfigurada, que desmaterializa los elementos del edificio,
consiguiendo claras sensaciones de elevación e ingravidez.
Capiteles

• El capitel gótico va perdiendo su importancia según


adelanta la época del estilo. Después del periodo de
transición en el que se sigue el capitel románico se
presenta como un tambor algo cónico abrazado con
follaje cuyos motivos se toman de la flora del país
(aunque, a veces, sobre todo durante el siglo XIV
admite figurillas e historias entre el follaje siempre con
más pulcritud que en el estilo románico) y se corona
por un ábaco circular o poligonal de varias molduras.
• Posteriormente, el capitel se va haciendo más
pequeño y delicado y por fin, llega hasta suprimirse
cuando en el siglo XV el haz de junquillos se ramifica
directamente en los nervios de la bóveda sin que
medie solución de continuidad en muchos casos o se
queda en forma de simple anillo.
Columnas

• Los soportes o columnas del arte gótico consisten de ordinario en el


pilar compuesto el cual durante el periodo de transición es el mismo
soporte románico aunque dispuesto para el enjarje de arcos cruceros.
Pero en el estilo gótico perfecto se presenta cilíndrico el núcleo del
pilar rodeado de semicolumnillas y apoyado sobre un zócalo poligonal
o sobre un basamento dividido a diferencia del estilo románico en que
tal zócalo era uniforme y cilíndrico.
• Estos basamentos se hallan más divididos y moldurados conforme
avanza más la época del estilo distinguiéndose especialmente los de
periodo flamígero por destacarse de ellos pequeñas basas parciales de
diferentes alturas correspondiendo éstas a las columnillas que rodean
el núcleo del pilar. Pero en el siglo XVI se vuelve con frecuencia al uso
del zócalo primitivo prismático o cilíndrico sin divisiones. Las
columnillas adosadas alrededor del núcleo se corresponden con los
arcos y nervios de las bóvedas, cada una con el suyo, según el principio
seguido en el estilo románico de que debe corresponder a cada pieza
sostenida su propio sostén o soporte.
Cúpulas

• Las cúpulas se forman de témpanos sostenidos por


nervios radiantes que arrancando del octógono
formado por los arcos torales y por una especie de
trompas muy artísticas situadas en los ángulos
determinados por ellos, se unen concurriendo a
una clave superior y céntrica.
• El cimborrio se manifiesta al exterior en forma de
prisma octógono o hexágono coronado por una
pirámide con más atrevimiento y elegancia que en
arte románico. Muchas veces, en lugar de cúpula se
alza una simple linterna prismática a modo de torre
sobre el crucero.
Obra Representativa
Catedral de Nuestra Señora de París (Notre
Dame).
• La catedral fue un centro de referencia en el
gótico, ya que constituía la máxima ofrenda a
Dios y tenía como propósito alcanzar la
trascendencia espiritual e histórica.
• Fue el resultado del apogeo de las ciudades,
cuando la prosperidad del campo permitió
que se formaran centros urbanos o
burgos. Los habitantes de los burgos, o
burgueses,pagaban impuestos al rey, lo que
significó una mayor riqueza para este y un
mayor poder de inversión social.
Tras más de 850 años de existencia, Notre
Dame de París ha persistido como un espacio
vivo. Sus funciones espirituales han permanecido
intactas, al tiempo que ha recibido cada año un
promedio de 20 millones de visitantes, al menos
hasta el lamentable incendio del 15 de abril de
2019, que obligó al cese temporal de sus
funciones por restauración.
La planta de la catedral Notre Dame tiene forma de cruz latina. La nave
principal tiene de un total 127 metros de largo y 48 de ancho. El transepto,
particularmente corto, tiene 14 metros de ancho y 48 metros de longitud, es
decir, la misma medida del ancho de la nave. Se distingue una nave
principal y 4 laterales, para un total de 5 naves con doble deambulatorio. A
su vez, la edificación alcanza en la aguja una altura máxima de 96 metros y
una superficie total de 5500 m².

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