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Síndrome Metabólico.

Klgo. George López Gutiérrez


Antofagasta,2019.
Definición.
El Síndrome Metabólico (SM) corresponde a un conjunto de
anormalidades metabólicas consideradas como un factor de riesgo para
desarrollar enfermedad cardiovascular y diabetes.
Existe una amplia controversia respecto a la real existencia del
síndrome metabólico como entidad patológica y a la utilidad de un
enfoque terapéutico particular, los conocimientos y avances en
investigación permiten plantear este síndrome como una patogenia
común, reconociendo a la obesidad abdominal como una condición
fundamental en su desarrollo.
La definición misma del síndrome metabólico varía según los distintos
consensos internacionales. Son cuatro grupos a nivel internacional que
han planteados criterios para su diagnóstico.

• Organización Mundial de la Salud (OMS).


• Grupo de Estudio para la Resistencia a la Insulina (EGIR).
• Consenso del National Cholesterol Education Program Adult
Treatment Panel III (NCEP ATP III).
• Consenso de la Federación Internacional de Diabetes (IDF).

En general, mantienen los criterios de clasificación, pero discrepan en


su medición y puntos de corte. Los consensos de la IDF y del NCEP ATP
III son los más utilizados y difundidos.
Prevalencia. ENS 2003: 22,6% de la
población chilena.
Síndrome Metabólico como factor de Riesgo
Cardiovascular.
Se ha demostrado una asociación directa entre el síndrome metabólico
y el mayor riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular. En un
metaanálisis, con 173.573 pacientes, se concluyó que existe un riesgo
cardiovascular y de muerte mucho mayor en personas con síndrome
metabólico y que no es posible de explicarse en sus componentes por
separado.
Hasta un 80% de los pacientes que padecen de síndrome metabólico
mueren por complicaciones cardiovasculares.
Síndrome Metabólico y Diabetes Mellitus.
En aquellos pacientes que tienen síndrome metabólico y que dentro de
sus criterios no tienen DM, el riesgo de desarrollar esta enfermedad se
encuentra aumentado en alrededor de 6 veces.
Además la presencia de diabetes mellitus como criterio del síndrome
metabólico, puede aumentar hasta en 5 veces la posibilidad de sufrir
un evento cardiovascular.
Enfoque Terapéutico.
El objetivo principal es prevenir el desarrollo de enfermedad
cardiovascular. La terapia en primera línea está dirigida hacia la pérdida
de peso y el control de lo factores de riesgos mayores: colesterol LDL,
hipertensión arterial y alteración en el metabolismo de hidratos de
carbono.
El tratamiento debe ir enfocado en producir cambios en el estilo de
vida, realización de ejercicio físico, dieta equilibrada y suspensión del
tabaquismo.
La terapia farmacológica está indicada para los casos en que estas
intervenciones no logren conseguir los objetivos para los distintos
factores de riesgo.
Obesidad Central.
Objetivo: Disminución del 10% del peso corporal en el primer año. Luego una
pérdida continuada o mantención de la reducción.
Recomendaciones: Restricción calórica, ejercicio regular, modificaciones
conductuales.
Inactividad física.
Objetivo: Actividad física regular de moderada intensidad.
Recomendaciones: 30-60 min de ejercicio diario de moderada intensidad.
Dieta.
Objetivo: Reducir ingesta de ácidos grasos saturados, grasas trans y colesterol.
Recomendaciones: Grasas saturadas 7% del total de calorías. Grasas totales 25%-
35% del total de calorías. Ingesta de colesterol menor a 200mg/día.
Tabaquismo.
Objetivo y Recomendación: Suspensión completa del tabaquismo.
Junto con este bajar el nivel de LDL elevado, triglicéridos, bajar los
niveles de presión arterial en pacientes hipertensos, aumentar los
niveles de HDL, disminuir la glicemia.
Actividad Física en Pacientes con Síndrome
Metabólico.
El ejercicio es la primera línea de tratamiento del síndrome metabólico
debido que influye en todos los componentes de este trastorno.
• Reduce el exceso de grasa corporal.
• El ejercicio mejora la sensibilidad de las células a la insulina, por lo que
regularizan los niveles de insulina en sangre y disminuye el nivel de
glicemia.
• Reduce la presión arterial.
• Aumenta los niveles de HDL (colesterol bueno).
El músculo esquelético es el tejido que aporta más a la insulinosensibilidad
del organismo. Es por esto, que la actividad muscular representa la mejor
manera para disminuir la insulinorresistencia.
El ejercicio físico tiene buen impacto sobre la insulinosensibilidad en un
tiempo de 24 a 48 horas y tiende a disminuir para finalizar su actividad en 4
a 5 días luego de realizar la actividad física.
Es por esto que el ejercicio se debe realizar de manera regular para ser
parte del tratamiento para reducir la insulinorresistencia. Se ha demostrado
que 3 horas de ejercicio de moderada a vigorosa intensidad en la semana
disminuyen el riesgo de desarrollar Síndrome Metabólico y en caso de
padecerla, reduce los factores que lo producen.
Se recomienda realizar ejercicio físico de manera regular que involucre
grandes grupos musculares y que demanden un esfuerzo al sistema
cardiorrespiratorio.
Se deben realizar ejercicios aeróbicos, de fuerza muscular y flexibilidad
músculoesquelética principalmente.
Las adaptaciones al sistema cardiovascular y músculoesqueléticas se
estiman luego de 10 a 12 semanas de entrenamiento.
Conclusión.
El síndrome metabólico se ha convertido en una pandemia, causado
por la creciente prevalencia de la obesidad y los estilos de vida no
saludables.
El tratamiento se basa en la reducción de peso y en la adquisición de
un estilo de vida saludable. Una dieta equilibrada, actividad física y
suspensión del tabaquismo son medidas fundamentales en el manejo
de estos pacientes.
Es fundamental ir tratando a los componentes que provocan al
síndrome metabólico por separado, buscando lograr los objetivos
planteados.

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