Antofagasta,2019. Definición. El Síndrome Metabólico (SM) corresponde a un conjunto de anormalidades metabólicas consideradas como un factor de riesgo para desarrollar enfermedad cardiovascular y diabetes. Existe una amplia controversia respecto a la real existencia del síndrome metabólico como entidad patológica y a la utilidad de un enfoque terapéutico particular, los conocimientos y avances en investigación permiten plantear este síndrome como una patogenia común, reconociendo a la obesidad abdominal como una condición fundamental en su desarrollo. La definición misma del síndrome metabólico varía según los distintos consensos internacionales. Son cuatro grupos a nivel internacional que han planteados criterios para su diagnóstico.
• Organización Mundial de la Salud (OMS).
• Grupo de Estudio para la Resistencia a la Insulina (EGIR). • Consenso del National Cholesterol Education Program Adult Treatment Panel III (NCEP ATP III). • Consenso de la Federación Internacional de Diabetes (IDF).
En general, mantienen los criterios de clasificación, pero discrepan en
su medición y puntos de corte. Los consensos de la IDF y del NCEP ATP III son los más utilizados y difundidos. Prevalencia. ENS 2003: 22,6% de la población chilena. Síndrome Metabólico como factor de Riesgo Cardiovascular. Se ha demostrado una asociación directa entre el síndrome metabólico y el mayor riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular. En un metaanálisis, con 173.573 pacientes, se concluyó que existe un riesgo cardiovascular y de muerte mucho mayor en personas con síndrome metabólico y que no es posible de explicarse en sus componentes por separado. Hasta un 80% de los pacientes que padecen de síndrome metabólico mueren por complicaciones cardiovasculares. Síndrome Metabólico y Diabetes Mellitus. En aquellos pacientes que tienen síndrome metabólico y que dentro de sus criterios no tienen DM, el riesgo de desarrollar esta enfermedad se encuentra aumentado en alrededor de 6 veces. Además la presencia de diabetes mellitus como criterio del síndrome metabólico, puede aumentar hasta en 5 veces la posibilidad de sufrir un evento cardiovascular. Enfoque Terapéutico. El objetivo principal es prevenir el desarrollo de enfermedad cardiovascular. La terapia en primera línea está dirigida hacia la pérdida de peso y el control de lo factores de riesgos mayores: colesterol LDL, hipertensión arterial y alteración en el metabolismo de hidratos de carbono. El tratamiento debe ir enfocado en producir cambios en el estilo de vida, realización de ejercicio físico, dieta equilibrada y suspensión del tabaquismo. La terapia farmacológica está indicada para los casos en que estas intervenciones no logren conseguir los objetivos para los distintos factores de riesgo. Obesidad Central. Objetivo: Disminución del 10% del peso corporal en el primer año. Luego una pérdida continuada o mantención de la reducción. Recomendaciones: Restricción calórica, ejercicio regular, modificaciones conductuales. Inactividad física. Objetivo: Actividad física regular de moderada intensidad. Recomendaciones: 30-60 min de ejercicio diario de moderada intensidad. Dieta. Objetivo: Reducir ingesta de ácidos grasos saturados, grasas trans y colesterol. Recomendaciones: Grasas saturadas 7% del total de calorías. Grasas totales 25%- 35% del total de calorías. Ingesta de colesterol menor a 200mg/día. Tabaquismo. Objetivo y Recomendación: Suspensión completa del tabaquismo. Junto con este bajar el nivel de LDL elevado, triglicéridos, bajar los niveles de presión arterial en pacientes hipertensos, aumentar los niveles de HDL, disminuir la glicemia. Actividad Física en Pacientes con Síndrome Metabólico. El ejercicio es la primera línea de tratamiento del síndrome metabólico debido que influye en todos los componentes de este trastorno. • Reduce el exceso de grasa corporal. • El ejercicio mejora la sensibilidad de las células a la insulina, por lo que regularizan los niveles de insulina en sangre y disminuye el nivel de glicemia. • Reduce la presión arterial. • Aumenta los niveles de HDL (colesterol bueno). El músculo esquelético es el tejido que aporta más a la insulinosensibilidad del organismo. Es por esto, que la actividad muscular representa la mejor manera para disminuir la insulinorresistencia. El ejercicio físico tiene buen impacto sobre la insulinosensibilidad en un tiempo de 24 a 48 horas y tiende a disminuir para finalizar su actividad en 4 a 5 días luego de realizar la actividad física. Es por esto que el ejercicio se debe realizar de manera regular para ser parte del tratamiento para reducir la insulinorresistencia. Se ha demostrado que 3 horas de ejercicio de moderada a vigorosa intensidad en la semana disminuyen el riesgo de desarrollar Síndrome Metabólico y en caso de padecerla, reduce los factores que lo producen. Se recomienda realizar ejercicio físico de manera regular que involucre grandes grupos musculares y que demanden un esfuerzo al sistema cardiorrespiratorio. Se deben realizar ejercicios aeróbicos, de fuerza muscular y flexibilidad músculoesquelética principalmente. Las adaptaciones al sistema cardiovascular y músculoesqueléticas se estiman luego de 10 a 12 semanas de entrenamiento. Conclusión. El síndrome metabólico se ha convertido en una pandemia, causado por la creciente prevalencia de la obesidad y los estilos de vida no saludables. El tratamiento se basa en la reducción de peso y en la adquisición de un estilo de vida saludable. Una dieta equilibrada, actividad física y suspensión del tabaquismo son medidas fundamentales en el manejo de estos pacientes. Es fundamental ir tratando a los componentes que provocan al síndrome metabólico por separado, buscando lograr los objetivos planteados.