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ÓRTESIS Y PRÓTESIS 1

1.1. Conceptos generales.


1.1.1. Referencias anatómicas.
1.1.2. Principios Biomecánicos de Aplicación en Órtesis y Prótesis.
1.1.3. Técnicas sensitométricas.
1.1.4 Principios sobre Prescripción y Fabricación.
1.1.5. Estructura General de los dispositivos.
1.1.6. Unidades funcionales.

1.2. Terminología Básica.


1.2.1. Terminología Básica Utilizada.
Conceptos generales.

El término ÓRTESIS deriva del término griego ορθως (orthos) cuyo


significado es “poner recto”. La definición más precisa de una órtesis es:
“elemento externo que aplica vectores de fuerzas para generar
alineación, estabilización, soporte o que busca mejorar un patrón de
movimiento, corregir una deformidad e incluso proteger un segmento
corporal específico”.
La palabra férula suele hacer referencia a una ortesis de extremidad
superior o inferior, univalva, y de uso temporal.
Cuando hablamos de brace nos referimos al concepto inglés que
generalmente indica una ortesis bivalva de extremidad superior o de
tronco.
Clasificaciones:

La Sociedad Americana de Terapeutas de Mano, en el año 1992, definió el


Sistema de Clasificación de Órtesis S.C.S. (sistem clasification splint), según
4 características:
1- Lugar anatómico:
Se refiere a las áreas afectadas en el diseño de la órtesis como por ejemplo:
articulaciones o segmentos corporales.
Ejemplo de una férula articular es una inmovilizadora de muñeca y no
articular un brazalete de húmero.
2- Dirección cinemática:
Se refiere a las áreas contenidas en el diseño de la órtesis, tiene un
componente cinemático en relación a la funcionalidad articular. Ejemplos
de éstos son: órtesis de flexo-extensión, pronación, supinación, separación
y aproximación, etc.
3- Propósito fundamental:
Se refieren a si la órtesis facilita la movilización, inmovilización o restringe
la movilidad. Ejemplo de éstas es la palmeta de reposo.
4- Inclusión de articulaciones secundarias:
Se refiere a las articulaciones involucradas en el diseño Ortésico que no
están relacionadas directamente a la principal. Por ejemplo, una órtesis
antipronosupinadora donde si bien se requiere posicionar en extensión de
codo, el objetivo principal es el bloqueo de la pronosupinación.
Clasificaciones no S.C.S:
La siguiente clasificación es la más utilizada y se refiere a la presencia o no
de elementos móviles en la órtesis.

1- Estáticas (no tienen partes móviles): construidas en base firme que


inmoviliza estructuras (articulaciones) para facilitar el movimiento de otras
por bloqueo, sus objetivos habitualmente son brindar estabilidad,
protección y soporte. Ejemplo: palmeta de reposo.
2- Estáticas seriadas: se utilizan en tejidos específicos
en máxima tensión por periodos prolongados,
alternado con tensión suave, son remoldeadas
sucesivamente por el terapeuta ocupacional para
aumentar la tensión. Ejemplo: órtesis que se utilizan
en el tratamiento de pacientes con quemaduras,
como el espaciador de primer espacio interdigital.

3- Dinámicas (partes móviles): poseen partes móviles


en su diseño y su objetivo es generar movimiento o
soporte pasivo asistido, para fomentar rango de
movimiento por fuerzas externas. Ejemplo: órtesis
para parálisis radial.
Las ortesis son más efectivas y beneficiosas si los objetivos funcionales
por las que se colocan están perfectamente definidos y son asumidos
por la totalidad del equipo, porque el tipo de ortesis depende de las
necesidades biomecánicas y de los objetivos funcionales para cada
individuo.

La prescripción ortésica debe reunir una serie de indicaciones, como


ocurre con las indicaciones farmacéuticas, y deben incluir el nombre y
apellidos del usuario, diagnóstico, descripción y diseño de la misma,
objetivo de uso y forma de aplicación.
OBJETIVOS DE LAS ORTESIS
El primer objetivo en el diseño de las ortesis es adecuarse a las necesidades
biomecánicas del paciente, para sustituir las funciones articulares o las
deficiencias musculares. El segundo es conseguir alinear la extremidad y
reducir las deviaciones o evitarlas. La construcción de una ortesis debe
cumplir una serie de requisitos:

• Individualizarla para cada paciente.


• Confeccionarla a través de un molde tomado directamente sobre el paciente.
• Usar material de poco peso y gran confortabilidad.
• Aspecto cosmético, que permita la aceptación y uso por el usuario de la misma.
El término PRÓTESIS deriva del griego pros y significa añadir, colocar o
sustituir. Por tanto, definimos cómo prótesis externa a aquel dispositivo
que reemplaza parcial o totalmente un miembro ausente del cuerpo.

Una prótesis es una extensión artificial que reemplaza o provee una parte
del cuerpo que falta por diversas razones, entre ellas por amputación.
Existen prótesis cuyo única función es estética (prótesis oculares,
mamarias, etc.)

El principal objetivo de una prótesis es sustituir una parte del cuerpo que
haya sido perdida por una amputación o que no exista a causa de agenesia,
cumpliendo las mismas funciones que la parte faltante.
Funciones:
➢ Restaurar funcionalidad perdida a causa de la amputación o de alguna
malformación congénita.
➢ Recuperar la imagen.
➢ Reinstauración parcial del centro de gravedad.

CLASIFICACIÓN:
1. Endoprótesis: Son aquellas que precisan procedimientos quirúrgicos para su colocación,
estas tienen un diseño endoesquelético.
2. Exoprótesis: Estas son aquellas que al contrario de las endoprotesis, estas se pueden
retirar, se les considera aparatos ortopédicos, estas a su vez se clasifican en:
➢ Motoras: Estas son ejecutadas en una acción simple.
➢ Sensoriales: En la cual ambas extremidades informan la relación con el entorno, y de
manera automática se calcula la cantidad de fuerza que se debe aplicar por parte del
aparato locomotor por el individuo. También se clasifican de acuerdo a sus materiales:
MATERIALES:
1. Plástico
2. Láminas de titanio
3. Resina
4. Metal

De igual manera se clasifican de acuerdo a la energía presentada: se utiliza


para realizar los movimientos de las articulaciones suplidas las hay en 2 tipos:
➢ Interna: el propio individuo mueve la articulación protésica con el resto del
aparato locomotor.
➢ Externa: sistemas mecánicos, hidráulicos o eléctricos sobre el individuo
que actúan de forma indirecta para activarlos, movidos por pequeños
motores con baterías.
EVALUACIÓN DEL PACIENTE
Antes de prescribir una ortesis es preciso realizar una evaluación correcta
del paciente, que debe incluir una serie de análisis:

• Balance articular.
• Balance muscular.
• Sensibilidad.
• Cambios de volumen de la extremidad.
• Alineación estática.
• Marcha.
Balance articular:
Si se encuentra limitado en las articulaciones incursas en la ortesis, es preciso corregirlo
previamente, porque, por ejemplo, una contractura en flexión plantar del tobillo,
asociada con una rotación interna del fémur y de la tibia, se compensa con una eversión
del calcáneo y pronación mediotarsal. En el individuo con este tipo de contractura,
al colocar el pie en el suelo, las articulaciones distales a la subastragalina deben
sustituir el déficit de rango articular de aquella, lo que a la larga creará deformidades,
con inestabilidad en dicha articulación y en la mediotarsiana, que serán irreparables.
Balance muscular:
La determinación del balance muscular y de la espasticidad permite conocer los controles
biomecánicos que son necesarios para que la ortesis provoque un movimiento estable en
la deambulación.
Cuando tengamos que prescribir una ortesis es preciso realizar un test muscular
adecuado, evaluando la estabilidad de las articulaciones en los planos sagital y coronal, y
predecir las posibles deformidades patomecánicas. El test muscular debe contemplar
siempre cada articulación, valorando la simetría entre agonistas y antagonistas. Así, por
ejemplo, cuando el tibial anterior es potente a 4 sobre 5, pero los perineos son
deficitarios, la articulación subastragalina y el calcáneo colocan al pie en inversión.
Sensibilidad:
La propiocepción del tobillo es vital para el control de la rodilla. Si un individuo no sabe el
lugar donde tiene colocada su rodilla en relación con el tobillo, la cadera y el tronco,
tendrá graves dificultades para la estabilidad y para la alineación correcta, de forma que
puede usar como compensación una extensión incontrolada de la rodilla, más allá del
límite del arco articular, en hiperextensión, con el objeto de evitar la flexión de la rodilla.
También es necesario conocer si hay alteración de la sensibilidad superficial, no
inhabitual en diabéticos, con polineuropatía, porque hay que prever la posibilidad de
úlceras por presión debido al roce con la ortesis.
Volumen de la extremidad:
Debe valorarse si es posible que existan cambios volumétricos de la extremidad a lo
largo del día, porque no es infrecuente que los pacientes que precisen una ortesis
tengan parálisis muscular y, por ende, dificultades para la movilización de la columna
hidrostática sanguínea. En otras ocasiones se presenta linfedema, que pueden
modificar el volumen y ser la causa de presiones de la ortesis en algunos puntos a lo
largo del día.
Alineación estática:
La determinación de la alineación estática de la extremidad sin ortesis, es decir, el
cuadrilátero que forman las espinas ilíacas anterosuperiores y la línea que pasa por
las caderas, rodillas y articulaciones tibioastragalinas, es fundamental para conocer el
equilibrio entre el tronco y las extremidades y servirá para saber el efecto que tiene
sobre una articulación, sobre la movilidad articular, la alineación y la marcha.
Evaluación de la marcha:
Siempre que sea posible es necesario evaluar la marcha sin ortesis, porque nos permite
comparar el test del balance muscular con la actividad muscular durante la marcha, En
la evaluación de la marcha debe analizarse, igualmente, cómo influyen las alteraciones
del balance muscular, articular, de la alineación y de la espasticidad en los
determinantes de la misma, es decir, en la rotación pélvica, inclinación pélvica, flexión
de rodilla, movimiento del pie y de la rodilla y desplazamiento lateral de la pelvis.

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