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Capítulo 5

En el edificio donde vivía Dante, éste aparecía en la puerta del mismo. Dentro de
él, estarían los gemelos. El propietario del departamento estaba regresando de su
batalla contra Ormundus.
-¿Qué tal la pelea?- Preguntarían los gemelos.
-Bien… Es lo mismo que los demás, aunque, solamente que ese tercer listón es
algo interesante. Me sirve bien. Aunque… Ellos no son los pecados.- Dante
estaría algo intrigado ante la diferencia de poder entre los demonios y los
pecados, pero todo se iría al recordar como Mindy bailaba siempre que podía,
haciendo que Dante se inspirada. -¡Ustedes dos! Vengan conmigo. Necesitaré esa
magia de restauración suya.- Dice el chico, dejando sorprendidos a los gemelos,
que se emocionan ante esto.
-Finalmente veremos al poderoso Dante en acción.- Exclamarían ambos,
creándose traje blancos con corbatas negras. -¡Estamos listos, jefe!- Exclamarían
con euforia, ante esto, Dante sonreía ligeramente, desapareciendo los tres del
lugar.
En el infierno, Mindy estaba caminando hacia su alcoba. Se veía preocupada por
los planes de su padre. Endola se detendría enfrente de ella, dejándola
confundida.
-Te ayudaré a salir de aquí.- Decía Endola con discreción, tratando de no llamar la
atención.
Esto sorprendería a la princesa. Conocía a Endola desde que era una niña, ella
siempre le fue fiel a Lucifer, pero con esto, cambiaba su punto de vista sobre la
mujer anciana.
-¿Cómo…?- Preguntaba Mindy acercándose hacia Endola.
-Conozco sobre un escondite que se encuentra en uno de las habitaciones del
castillo. Se encuentra en la biblioteca.- Decía Endola manteniéndose cautelosa
ante los demás demonios.
Aunque, para sorpresa de ambas, una silueta oscura estaría presenciando su
conversación.
-Interesante…-
Volviendo con Dante y los gemelos; estos aparecerían enfrente de los estudios de
grabación, estos estarían completamente abandonados, viéndose como un pueblo
fantasma.
-¿Es normal tener miedo?- Preguntaba Mitre, observando los estudios con cierto
temor.
-Puedes tener miedo mientras te quedes detrás, curándome…- Le respondía
Dante fríamente, avanzando con bastante tranquilidad.
Dante iría al frente observando el lugar mientras avanzaba. El lugar estaba
silencioso, eran los famosos estudios de grabación que antes eran usados pero
que fueron clausurados porque se encontró que el propietario de dichos estudios
era un traficante de pornografía infantil.
Los gemelos estarían caminando algo inquietos ante el ambiente que se creó en el
lugar, sintiéndose observados todo el tiempo. De pronto, empezó a levantarse
unas bocinas donde empezaría a salir música; esto asustaría a los gemelos
mientras Dante se pondría en posición.
Del suelo empezaría a salir pilares de roca que llegaban hasta más arriba que los
estudios, rozando con las nubes. Lejanamente, desde la más alta, estaría una
silueta que rápidamente descendería hasta caer y causar un gran cráter con un
poderoso estruendo, además de agrietar el suelo, desestabilizando al trío.
El chico retomaría el equilibrio y vería que era alguien encapuchado cubierto con
una túnica, que empezaría a destruirse para revelarse que sería Pride, el pecado
capital del orgullo; él portaba su característico traje de batalla con diseño
napoleónico. Dante ante esto, liberaría sus listones de inmediato.
-A sus posiciones.- Ordenaba Dante sin perder el contacto visual con el líder de
los pecados capitales.
-¡Pensaba que el amo había perdido la cabeza…! Pero al final… ¡Resultó ser
cierto!- Exclamaría Pride liberando una onda expansiva que movería la corbata y
cabello de Dante. -¡Te has ganado el título de asesino de demonios! ¡Pero haré lo
que no pude hacer hace dos días! ¡Matarte!- Diría Pride aumentando su masa
muscular, y rasgando levemente su ropa.
Al mismo tiempo, Dante estaría de pie en postura de pelea, empezando la pelea.
Los gemelos se esconderían detrás de unas cajas, observando desde ellas a
ambos contrincantes.
La música se intensificaría, hasta que, ambos desaparecen en un pestañeo y
apareciendo en otro, chocando puños para así crear una onda expansiva que los
lanzaba por el retroceso.
Aprovechando su agilidad, Dante saldría disparado hacia la pierna izquierda del
pecado, pero éste saltaría y justamente caería encima del asesino de demonios,
dándole una estocada de piernas al chico en el pecho, enterrándolo varios metros
en el suelo; seguido de esto, Pride estaría en el aire esperando a que saliera, pero
no salía; siendo así, como una poderosa ventisca saldría del agujero, saliendo
disparado Dante hacia el aire en busca de Pride que empezaría a girar hasta en el
último momento donde se detendría dando un puñetazo hacia abajo, creando una
corriente de aire que empujaría al asesino de demonios nuevamente al suelo, pero
lograría caer de pie y empezar a moverse rápidamente por los escenarios; de la
cabellera del demonio empezarían a dispararse cabellos afilados como agujas a
mucha más velocidad, dirigiéndose inteligentemente contra el asesino de
demonios.
Dante estaría esquivando algunas, siendo cortado por algunas, causando molestia
en él, pero seguía corriendo hasta que frena en seco, girando y usando sus
listones como con el hijo, desviando a todas las dirección, pero siendo detenidas
por Pride, dejándolas todas alrededor del chico que al ver esto sería tarde; el
demonio haría que todas fueran hacia él, atravesándolo varias veces.
-¡Ahora, cabezas de uvas!- Exclamaría Dante, usando la restauración para curar al
chico.
Pride vería esto y les lanzaría una esfera de oscuridad, pero Dante llegaría a
tiempo y la patearía en dirección del pecado, siendo atravesado por su propia
esfera, causando el asombro en el demonio y una leve sonrisa ególatra en el
chico. Continuando con la pelea, rápidamente se esfumaría al ver que el agujero
del demonio sanaría en cuestión de segundos; estando como sí nada.
El chico miraría al demonio para lanzarse hacia, destruyendo por donde pasaba,
su enemigo iría hacia él, pero rodeado por un manto de oscuridad para formarse
como un león que rugiría y se tragaría a Dante para luego, iluminarse de adentro y
explotar, lanzando hacia los suelos al humano, mientras el demonio estaría
flotando tranquilamente observándolo con una sonrisa confiada.
-Veo que tienes mejoras, Dante. ¿Le has vendido tu alma a él? ¡Qué tan bajo has
caído! Y además irónico…- Pride empezaría a reírse descontroladamente,
mientras, Dante se levantaría teniendo parte de su camisa rota, mostrando parte
de su torso.
-¡Qué asqueroso eres!- Exclamaba Dante con molestia por el comportamiento del
pecado. Los gemelos volverían a restaurar a Dante, que estaría nuevamente de
nuevo en acción.
-¡Esos miserables!- Exclamaría Pride para ver a los gemelos, molesto ante su
traición. –Serán un dolor de huevos sí no los mato lo más pronto posible.-
Susurraría el demonio, viéndolos.
-¿Estás olvidando algo?- Preguntaba un Dante detrás de Pride.
Dante sorprendería a Pride que se lanzó a gran velocidad, dándole un puñetazo
en el rostro para luego darle una patada en el abdomen y usarlo como plataforma
para girar hacia arriba dándole un rodillazo en la quijada, seguido una patada
descendente en todo el rostro, rompiéndole la nariz y dispararlo hacia el suelo. El
suelo poco a poco estaría destruyéndose, los estudios de grabación estarían a
punto de derrumbarse por completo pero seguían de pie.
Dante giraría hasta caer de pie en uno de los estudios de grabación, rompiéndose
el techo y cayendo al interior de éste. Estaba oscuro, el chico no podía ver más
allá de sí mismo; pero la pared empezaría a agrietarse tras un impacto de Pride
que entraría directo hacia el chico, dándole un golpe que logró cubrirse
deslizándose varios metros; nuevamente se lanzaría hacia él, pero el asesino de
demonios, ahora agarraría un soporte para cámaras y le pegaría en el rostro con
él como un bate de béisbol. Aprovechándolo todavía, el humano lo usaría como
bastón golpeando por un lado en la cabeza y con el otro en el costado derecho;
sin embargo, el pecado lograría romperlo de un mordisco y los pedazos los
aprovecharía todavía para lanzárselos a los pies, siendo atravesados, logrando
que el pecado exclamara de dolor pero cerrándole la boca de otro rodillazo en la
quijada.
-¡Cállate!- Decía Dante con una sonrisa ególatra.
Con ambas manos, le golpeaba en el rostro para enterrarlo en el suelo y dejando
solo su cabeza. Al caer, el chico correría y patearía la cabeza del demonio como sí
de un balón fuese, arrancándosela por el impacto del golpe.
Fuera del agujero estarían los gemelos escuchando los golpes, pero luego, uno de
ellos sería golpeado por la cabeza del pecado, sorprendiendo al otro; pero del
suelo debajo de ellos, saldría el cuerpo de Pride lanzándolos por los aires, siendo
atrapados por Dante, justo al salir del estudio.
-¿Cómo mato a un pecado?- Preguntaría Dante hacia los gemelos, notándose
cansado y con su camisa cubierta de rasgaduras que mostraban parte del torso
del joven.
-Ellos tienen cincos corazones. Debes destruirlos todos.- Dirían los gemelos
apuntando a cinco puntos en su pecho.
-¿Por qué tienen que ser tantos? ¿Te gusta complicarme la vida, eh? ¡Muy bien!
¡Hagámoslo!- Dijo Dante con motivación, observando los puntos del pecho.
-¡Tendrás que ser mejor que eso!- Exclamaba un Pride, sacando sus espadas.
Tras esto, Dante saldría disparado y con un listón de cada brazo atraparía los
brazos del demonio, los usaría para golpearlo a él mismo varias veces.
-¿Por qué te golpeas solo?- Preguntaba Dante, quitándole las espadas y
usándolas para atravesarlo; sin embargo, las espadas se esfumarían ante un
sorprendido joven.
El demonio ya harto, rompería los listones con facilidad; Dante se impulsaría hacia
atrás con sus pies, retrocediendo.
-¿Esos son todos tus trucos? ¿Por qué usas ese ataque que ibas a usar contra
Lust? Yo soy más fuerte que ella. ¡Yo puedo aguantarlo!- Pride se mofaría de su
contrincante que, poco a poco, estaría cansándose más, viendo borroso entre
momentos. -¿Qué te pasa? ¡Es verdad! Ya no tienes a la princesa para ayudarte…
¡Qué pena!-
Pride aparecería enfrente de Dante y le pegaría un gancho en el abdomen que
destruiría la parte trasera de la camisa del chico, sacándole el aire al chico.
Aprovechando esto, lo sujetaría de la cabeza y lo arrastraría por el suelo por
varios metros, destruyendo el suelo con su rostro; luego de recorrer todo el
terreno, el pecado lo lanzaría hacia un estudio, entrando por una de las paredes
hasta caer dentro de él.
Dante intentaría moverse pero Pride había dado un salto, cayendo en el techo del
set y cayendo encima de Dante que le destruiría la columna del impacto.
-¡2000 kilos de tu muerte!- El demonio lo sujetaría de la pierna y lo estamparía
contra el suelo varias veces. -¡¿Acaso no entiendes quién soy yo?! ¡Soy un
demonio! ¡SOY UN PUTO PECADO CAPITAL!- Con la euforia desbordando de su
cuerpo, Pride soltaría al humano que saldría disparado por el agujero que hizo el
pecado al caer, cayendo de cara y doblándose completamente para caer al suelo
lleno de sangre.
Pride aparecería enfrente de él, caminando tranquilamente hacia él. Los gemelos
observaron a Dante perdiendo ante el pecado.
-¿Qué haremos? Dante puede morir… ¡Nuestro contrato! ¡Debemos de salvarlo!-
Los gemelos se mirarían. Mientras, Pride sujetaría nuevamente a Dante de la
pierna.
-¿Todavía no entiendes…? ¡Has matado a miles de demonios, pero nunca a un
pecado!- Pride diría esto con tanto orgullo, mirando al chico casi muerto. -¡Estás a
años luz de nosotros!
-¿Por qué todos hablan cuándo van ganando?- Se preguntaba Dante a sí mismo,
tratando de levantarse con mucho dolor.
En eso, la música cambiaría, Pride miraría algo molesto. Su expresión cambiaría
ante una expresión de molestia.
-¡Malditos cabezas de uva! ¡Debí matarlos cuando podía!- Exclamaría el pecado
del orgullo, caminando hacia los gemelos que saldrían de entre una nube de humo
violeta.
Los gemelos comenzarían a cantar mientras Pride los observaba con una sonrisa
arrogante; poco a poco, la música se intensificaría. El cuerpo de Dante se vería
rodeado de un humo violeta. Sus heridas no se verían regeneradas pero sí dejaría
de desangrarse.
El demonio lanzaría otro orbe mucho más de grande de energía que iría
directamente ante los gemelos. En el último segundo, Dante llegaría y, con sus
puños cubiertos con sus listones, golpearía el orbe para destruirlo por completo,
mirando al demonio con su camisa completamente destruida, con sangre en su
cabeza, moretones, hemorragias internas y cortes alrededor de su cuerpo.
-¡¿Cómo…?!- Preguntaba un indignado Pride al observar al joven. -¡Muérete de
una vez!-
Dante apretaría los músculos y se lanzaría ante el pecado a gran velocidad, éste
último volvería a crear otro orbe; sin embargo, a Dante no le importaría el tamaño,
desviando el orbe con una patada mientras se acercaba a Pride.
Poco a poco empezaba a tener miedo y a tal punto que empezaría a agrietarse,
pero en cuestión de segundos, con un movimiento rápido, el chico le arrancaría
todo su brazo izquierdo y parte del torso, llevándose con ello un corazón.
El demonio al ver esto, entraría en cólera y empezaría a liberar oscuridad de su
cuerpo, creándose un brazo mucha más grande de pura oscuridad. El chico
miraría esto y rodearía sus brazos de los listones, mientras observaba al demonio
que liberaba un rugido y disparaba su brazo como un pistón hacia el humano;
impactaría en él y se lo llevaría varios metros, dejando un rastro tras él.
Lograría librarse del impacto tras moverse hacia un lado. Pride no le daría un
descanso a Dante, empezando a liberar puñetazo tras puñetazo, siendo recibidos
todos por el chico; quien los resistía gracias a usar los listones como refuerzo en
los brazos.
Los golpes cada vez eran más fuertes y rápidos; sin embargo, los músculos del
brazo izquierdo del demonio empezarían a tensarse por el uso constante, bajando
la potencia de ese brazo; lo cual, sería inmediatamente aprovechado por el
humano, quien giraría, esquivando el ataque del puño derecho de oscuridad, y
pegarle un gancho que destruiría las costillas del demonio, y las astillas de ellas,
atravesarían órganos de él, en especial un corazón.
Pride retrocedería del dolor; pero Dante tampoco le dejaría un descanso y
empezaría a liberarle puñetazos a mucha gran velocidad, sus listones le brindaban
la potencia necesaria para disparar diferentes ráfagas de ataques a esa velocidad.
Con ellos, destruye toda la caja torácica del demonio, astillando otro corazón, para
luego darle una patada en la cabeza que lo derribaría y sería enterrado en el
suelo, pero el chico enterraría su pierna izquierda y empezaría a moverla por
debajo del suelo hasta impactar en el rostro del demonio que levantaría, teniendo
una expresión de asombro tras todo lo que le ha hecho el humano que hace poco
había humillado, Dante atravesaría con ambas manos la espalda del demonio
para sacarle otro corazón y aplastarlo con sus manos.
Ya solo faltaba uno, pero en eso, Pride volvería en sí, dándole un poderoso
puñetazo que le sacudiría el rostro, rompiéndole algunos dientes y dejándolo
sordo del oído derecho, siendo lanzado hacia atrás donde chocaría con varias
paredes de los estudios, cayendo finalmente todos.
De entre la nube de humo, Pride estaría de pie lleno de heridas y sangre, mientras
que, Dante estaría levantándose estando igual o peor que el pecado. Ambos se
verían y ambos apretarían los músculos de la espalda con intensidad. No les
importaba caer, sólo buscaban acabar con su rival de una vez por todas. Dante y
Pride rugían con tanta fuerza que harían temblar el suelo.
Ambos se lanzarían contra el otro, causando otro choque de puños que causaría
otra onda de choque que destruiría todo a su paso, cada uno aguantando el
impacto e intentando acabar con el otro. Esforzándose al máximo para lograr su
propósito. Nadie cedía. Ninguno daba el brazo a torcer. Incluso cuando Dante
estaría soltando lágrimas tras el insoportable que sentía tras tener los huesos del
brazo agrietados, rosándose entre ellos por la fuerza engendrada por ambos
contrincantes.
-¡Eres mejor que esto…!- Los gemelos repetirían esto varias veces, haciendo que
Dante poco a poco empezara a tomar ventaja ante el demonio; quien liberaba más
oscuridad en su brazo, creando un brazo del doble de su tamaño, haciendo
retroceder a Dante nuevamente.
-¡Soy mejor que esto!- Exclamaba Dante en repetidas ocasiones, haciendo agarrar
fuerzas para intentar superar al pecado de una vez por todas.
-¡No eres mejor que yo!- Exclamaría Pride entre gritos, completamente
desesperado. No podía perder. Era el líder de los pecados capitales. Sí pierde
todos los demás Pecados se reirán de él por ser el primero en caer a manos del
asesino de demonios.
-¡Soy más grande que esto!- Dante empezaría repetir esto varias veces más,
apretando más músculos y usando todo su coraje; liberando una aura negra que le
daba mucha más fuerzas que le hacían superar al pecado.
Empezaría a tomar de nuevo la ventaja, avanzando poco a poco. Todo el esfuerzo
del humano sería mayor que el del demonio, que veía como sus esfuerzos eran en
vano, empezando a tener miedo por todo esto.
Ambos seguían esforzándose, pero finalmente, Dante empezaría a avanzar cada
vez más y más hasta liberar un poderoso grito que haría estremecer todo.
Comenzó a recordar a Mindy. Todos los momentos que compartió con ella, no
podían perderse de nuevo.
-¡¡Soy más grande que esto!!- Finalmente, Dante lograría destruir el brazo de
oscuridad.
Sin embargo, al ver la expresión de coraje de su adversario, una gran rabia
comenzaría a consumirlo por completo.
-¡¡NO VAS A GANARME!!- Gritaba Pride con todas sus fuerzas, soltando saliva
incluso, creando otro brazo de oscuridad.
A su espalda, liberaría diferentes ráfagas de energía oscura que usaba como
propulsores que le hacían tomar más fuerza y potencia que nuevamente le hacía
tener la ventaja en el forcejo gritando con todas sus fuerzas.
Dante comenzaría a gritar en desesperación, aguantando con todas sus fuerzas y
tratando de ganar pero era inútil.
Finalmente, el joven apretaba sus listones con tanta fuerza que los huesos de sus
brazos se quedaban fijos de una vez por todas, siendo el momento crucial para
Dante.
Con extrema dificultad, usaba su otro brazo y así lograba superar a Pride,
destruyendo su otro brazo y logrando mantenerse a pesar de las ráfagas de
oscuridad que usaba el pecado.
Pride no podía creerlo, estaba perdiendo y ya había usado todo a su alcance para
detenerlo. Pero finalmente, el asesino de demonios lograba arrancarle el último
corazón a Pride que veía todo esto mientras se iba deshaciendo poco a poco,
observando como Dante destruía su último corazón con sus manos.
-Señor… Lo lamento.- De las cuencas de Pride saldrían lágrimas que se caerían al
suelo tras haberse deshecho completamente y dejando las cenizas de su cuerpo.
Dante al ver que salió victorioso del combate. Estaría jadeando mientras se
mantenía de pie, resistiendo para no caer al suelo. Pero, después de diez
segundos de resistir, caería al suelo, inconsciente.

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