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UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES • ESCUELA DE ECONOMÍA


CÁTEDRA DE HISTORIA DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO

Gremios medievales, Alemania


PENSAMIENTO ECONÓMICO
MEDIEVAL
Prof. Victor Abreu
Caracas, 2018
CONTEXTO DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO MEDIEVAL
CHRISTIANITAS
FEUDALISMO
XIII XIV

V VI VII 800 XI XV
Caída Cierre Carlomagno Reapertura
Roma mercado comercio Ciudades mercantiles

Justiniano I Principados
(Derecho)

ESCOLÁSTICA
Reinos romano Sacro Imperio
germánicos Romano Germánico

Prof. Victor Abreu Oresme


EL FEUDALISMO
 Papel irrelevante del mercado.
 El enfoque de los asuntos
económicos es eminentemente
ético: equidad y justicia.
 Propiedad condicional
 Economía natural (no monetaria), basada en la tierra
 Casi ha desaparecido la vida urbana
 Relación de vasallaje: los productos se entregan, pero no
se venden
 Pobrismo y ambivalencia en la valoración del trabajo
 Actitud generalmente hostil al comercio
 Condena a la «usura» (D – D’)
Prof. Victor Abreu
LA PROPIEDAD
• La patrística es la obra de los llamados «padres de la Iglesia», entre los
siglos II y VIII d.C.
• Su concepción de la propiedad está estrechamente asociada con el
ejercicio de la caridad. Aunque no hay una negación expresa de la
propiedad privada, ésta, en última instancia, debe estar supeditada a la
necesidad de los que menos tienen. La propiedad debe ser de quien la
necesita. Los propietarios son solo «administradores» de una riqueza
cuyo destino natural es común
• La doctrina de estos autores no consigue conciliar el derecho de la
propiedad privada y el derecho de los desposeídos, lo cual se verá más
claramente logrado en el siglo XIII con los escolásticos y especialmente
con Tomás de Aquino

Prof. Victor Abreu


EL TRABAJO
 Ambivalencia: valoración encomiástica en los evangelios,
mientras se ubica en los últimos estratos sociales
 Variedad de interpretaciones teológicas durante los primeros siglos de la era
cristiana:
 Origen negativo: es condenatorio en el mito del Génesis
 Dilema ¿Dios trabaja? El mundo es obra divina (opus Dei), pero su
creación no es emulable: a) Lo creado se origina de elementos
arrancados de sí; b) No obra por sí mismo, su acto es todo palabra
 San Agustín (Confesiones): Dios es el gran artesano que da forma a la
materia. Reinterpretación del demiurgo griego (Méda)
 San Pablo: «El que no quiera trabajar que no coma». Conminación
disciplinaria y de orden público a los que se ocupaban «de curiosearlo todo»
 Revaloración positiva del trabajo. San Benedicto y «La regla» para normar la
vida monástica (s. VI). Combinación del trabajo manual con la vida
contemplativa. «El trabajo manual de cada día» (Cap. 48): «La ociosidad es
enemiga del alma»
Prof. Victor Abreu
LAS ARTES LIBERALES
• Concepto medieval, por oposición al
trabajo directo, servil, mecánico. Herencia o
derivación de las clasificaciones antiguas
(Platón, Aristóteles, Cicerón)
• Son 7 artes agrupadas en el Trivium («tres
caminos») , relacionadas con la elocuencia,
y el Quadrivium («cuatro caminos»),
relacionadas con las matemáticas
• Trivium:
• Gramática
• Dialéctica
• Retórica
• Quadrivium:
• Aritmética
• Geometría
• Astronomía
• Música

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REAPARICIÓN Y AUGE DEL COMERCIO
 Restablecimiento de la vida urbana y la economía
monetaria
 Disolución de la relación servil
 Separación del trabajo
 Propiedad de la tierra
 Modificación del territorio social: ciudades y
principados
 El derecho romano en ciudades y universidades
 Poder de los gremios para fijar precios y jornales

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GUILDAS Y GREMIOS DE OFICIOS
 Fueron corporaciones formadas por comerciantes («guildas») o por
artesanos que ejecutan el mismo oficio (gremios), las cuales desarrollaron su
actividad en la Europa de la Baja Edad Media (siglos XI al XV)
 Tuvieron un funcionamiento institucional similar, con estrictos requisitos de
ingreso y normas internas. Particularmente, los gremios regulaban la escala
laboral y la formación mediante contratos de aprendizaje, que duraban un
número importante de años, según una jerarquía de tres niveles compuesta
por maestros, oficiales y aprendices
 La fijación de precios no se da fundamentalmente por el mecanismo del
mercado. Por su poder monopólico, las guildas y los gremios de oficios
tenían una gran capacidad de determinar los precios de sus productos y los
jornales de los trabajadores. Por ello, todavía no surge la necesidad de una
teoría de los precios ni una teoría de la distribución
LA ESCOLÁSTICA
Corriente filosófica y teológica que,
entre la segunda mitad del siglo XI y
el siglo XV, buscó comprender la
revelación cristiana apelando a la
razón y apoyándose principalmente Scriptorium
en la filosofía de Aristóteles.
Tuvo su mayor auge durante el siglo XIII y su exponente más
relevante fue el dominico Tomás de Aquino («tomismo»).
En la confluencia entre fe y razón, la segunda queda
supeditada a la primera: «La filosofía es sierva de la
teología». En el siglo XIV se separan filosofía y teología, con
el «nominalismo» de Guillermo de Ockham.
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TOMÁS DE AQUINO (1)
Doctrina de la propiedad
 Por su condición racional, el hombre tiene un dominio natural sobre las cosas
exteriores (irracionales), por cuanto las necesita para su plena realización
(argumento aristotélico)
 El derecho de propiedad, que es un derecho humano, no puede dejar sin efecto el
derecho divino o el derecho natural, según los cuales los bienes de la creación están
destinados al uso de todos los hombres
 Los desposeídos tienen derecho a acceder a aquellos bienes que están en posesión
privada, en consecuencia de actos caritativos de los propietarios; solo en casos
extremos se justificaría el acceso directo a los bienes privados por parte de la
voluntad y acción del desposeído
TOMÁS DE AQUINO (2)
Doctrina de la propiedad (Cont.)
 El derecho de propiedad privada es conveniente por tres motivos, también de
raigambre aristotélica:
1. Las cosas son mejor gestionadas si pertenecen a alguien en particular, que si
pertenecen al común o a muchos;
2. Puede alcanzarse un mayor orden si cada cual cuidada sus propios intereses,
mientras habría mayor confusión si tendría que ocuparse de todo sin
distinción;
3. Se mantendría mejor la paz si cada cual está conforme con lo suyo que si los
bienes son comunes o indivisos
 El propietario, pues, tiene a su cargo la gestión de unos bienes destinados al uso
de todos los hombres. Además de gestionar, el propietario distribuye. Tomás de
Aquino utiliza el verbo «Dispensar», Dis-pensare, que significa distribuir luego de
haber sopesado (pensare)
 No admite la retención de bienes «superfluos», es decir que excedan a las
necesidades de los propietarios; los mismos deben ser asignados a los pobres
 Así, la doctrina tomista de la propiedad contempla una función personal y una
función social, busca conciliar los intereses individuales y los intereses comunes
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TOMÁS DE AQUINO (3)
«Justo precio» y «usura»
 Su enfoque de los precios y del préstamo de dinero a interés es eminentemente ético.
Lo que se tiene en el horizonte es el bien común
 No proscribe el comercio, el intercambio de dinero por cosas, porque son para
satisfacer necesidades de la vida; pero sí condena la «usura», el cambio de dinero por
dinero (D-D’), porque no es para satisfacer necesidades de la vida sino por motivos
pecuniarios –como lo veía Aristóteles-, para obtener un beneficio
 Por «usura» ha de entenderse el interés excesivo. Tomás de Aquino admite un interés
moderado que compense el daño que podría acarrearle al prestamista la privación
temporal de la suma prestada
 Por los bienes debe pagarse un «justo precio». Venderlos o comprarlos más caros o
más baratos «de lo que en realidad valen» es injusto e ilícito. El precio debe cubrir los
gastos y la manutención del comerciante y su familia, y eventualmente una parte ser
usada para sostener a necesitados o servir a algún interés público. En este caso el
lucro no es un fin sino una remuneración a su trabajo. Rechaza la especulación,
aprovecharse de la situación de urgencia y necesidad de otro, tanto para la fijación de
precios como para el cobro de intereses
 Menos indeterminadas que el «justo precio» son otras condiciones que prescribe para
la compraventa. Por ejemplo, el comerciante no debe vender productos defectuosos,
de lo contrario deberá indemnizar al comprador
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NICOLÁS DE ORESME (1)
Principal exponente de la escolástica tardía (s. XIV), autor de
Acerca del origen, de la naturaleza, del derecho y de las
alteraciones de las monedas (1366). Época de frecuentes
alteraciones de las monedas por los príncipes.
Función del dinero: el cambio. Tras una indagación histórica sobre las monedas,
subraya la dificultad del trueque. La moneda desdobla la operación de cambio y
sirve de común denominador de valores. El comercio es primordial y los príncipes
deben fomentarlo.
Materia. El material de las monedas debe ser resistente, que permita dividirlas
sin pérdida de valor y ser fáciles de trasportar. Concibió y propuso un sistema
monetario bimetalista (oro y plata), fijando la proporción entre los dos metales en
las monedas que se acuñen, que solo pueda alterarse si es significativa la oferta
de dichos metales.
Cantidad. Plantea por primera vez la relación entre cantidad de dinero y la
actividad económica. ¿Cuál es la cantidad necesaria de dinero? Precursor de las
formulaciones al respecto de Bodino, Cantillon y la teoría cuantitativa de Irving
Fisher (MV = PQ).
Prof. Victor Abreu
NICOLÁS DE ORESME (2)
Acuñación, facultad del príncipe. Con exclusividad. Lo hace
en nombre de la comunidad, ya que el dinero existe por el
bien de la misma, siendo el príncipe guardián y promotor
del bien común.
Propiedad de las monedas. Derecho de cada miembro de la comunidad, ya que
cada cual cede algo de su propiedad a cambio de dinero. Formula una pregunta
clave: cuando los príncipes están faltos de recursos, ¿es legítimo que obliguen a
los súbditos a entregarle sus monedas a cambio de otras de menor peso y ley más
baja?
«Aunque por razón del bien común pertenece al príncipe el derecho de acuñar moneda,
no se sigue, sin embargo, que él sea el propietario de la moneda que circula en su
principado.
«Puesto que la moneda es el instrumento equivalente que sirve para permutar las
riquezas naturales […] su propiedad pertenece, por tanto, a aquellos a quienes pertenecen
las riquezas. Porque si alguien da su pan o el trabajo de su propio cuerpo a cambio de
dinero, cuando recibe el dinero, éste es suyo como suyo era el pan o el trabajo de su
cuerpo. […]
«La moneda pertenece, por tanto, a la comunidad y a cada uno de sus miembros.»
Prof. Victor Abreu
NICOLÁS DE ORESME (3)
Beneficios ilegítimos. Tres maneras de obtener beneficios con
el uso del dinero: 1) Cambio, custodia y tráfico de dinero:
«Rastrera»; 2) Usura: «Mala»; 3) Alteración: «Aún peor».

Contra la alteración de las monedas. Debe castigarse la falsificación con la pena


capital. La adulteración por parte del príncipe le hace perder confianza en él,
siendo un procedimiento tiránico, por cuanto:
 Despoja a sus súbditos de parte de su riqueza, mientras sigue «llamando
denario a lo que en verdad no es denario y libra a lo que no es libra.»;
 Es como si estuviese aplicando nuevos impuestos no consentidos por la
comunidad.

Lo anterior es «más antinatural» que la usura. Con el préstamo a


interés, al menos las partes están de acuerdo y el prestatario cubre
una necesidad. Al contrario, aquí habría un engaño.
Es una «vejación injusta». Si bien el príncipe tiene el monopolio de
la acuñación, en esta caso sería «un monopolio más tiránico que el
de los alimentos».
Prof. Victor Abreu
NICOLÁS DE ORESME (4)
Comercio. La adulteración perjudica el comercio y la
función del dinero como referente de valor para el
intercambio. Se cede una mercancía por un valor,
recibiéndose un dinero de menor valor real. Mientras se
empobrece la comunidad, se enriquecen el príncipe, los cambistas y los que
estaban enterados antes de la adulteración.
Precursor de la ley de Gresham. La proporción de metales nobles en las monedas
sólo pueden alterarse de acuerdo –en lenguaje actual- con la oferta y la demanda
de los mismos. Dos siglos antes, Oresme descubre el mecanismo de lo que será el
principio «La moneda mala expulsa a la buena».

Prof. Victor Abreu


ANEXO A – LA PATRÍSTICA (1)
Doctrina de la propiedad
«Al que despoja a un hombre de sus vestidos se le llama ladrón.
¿Qué otro nombre merece el que pudiendo no cubre la desnudez del
andrajoso? El pan que tú guardas pertenece al hambriento. La ropa
que tienes en tus cofres, al desnudo. El calzado que se pudre en tu
casa, al descalzo. El dinero que atesoras, al necesitado.»
San Basilio

«Dios nos ha dado el sol, los astros, los cielos, los elementos, los ríos de los que
gozamos en común; nada de esto es propiedad particular […] Si Dios ha hecho
comunes estas cosas, ha sido ciertamente para enseñarnos a poseer en común
todo lo demás. Los conflictos y las guerras estallan porque algunos tratan de
apropiarse lo que pertenece a todos, como si se indignara la naturaleza de que el
hombre con tan frías palabras como «tuyo» y «mío» introduzca la división donde
Dios ha puesto unidad.»
San Crisóstomo
ANEXO A – LA PATRÍSTICA (2)
Doctrina de la propiedad
«La tierra fue creada en común y para todos, ricos y pobres; ¿por
qué, pues, ricos, os atribuís el monopolio de la propiedad? La
naturaleza no conoce ricos, solamente engendra pobres; no nacemos
con vestidos, ni somos engendrados con oro y plata […] No son tuyos
los bienes de que haces obsequio al pobre; es una pequeña porción
de lo suyo que le restituyes, pues se trata de un bien común, para uso
de todos y que tú solo usurpas. La tierra es de todos, no de los ricos
exclusivamente.
«Dios Nuestro Señor quiso que esta tierra fuera posesión común de
todos los hombres y que sus productos fueran para todos, pero la
avaricia ha repartido los títulos de propiedad.»
San Ambrosio

(Nota: las citas de los «padres de la Iglesia» han sido tomadas de Xavier Scheifler, Historia
del Pensamiento Económico, México: Trillas, 2006.)
Prof. Victor Abreu
ANEXO B – TOMÁS DE AQUINO

Doctrina de la propiedad
«Acerca de los bienes exteriores, dos cosas competen al hombre: primero, la potestad
de gestión y disposición (potestas procurandi et dispensandi) de los mismos, y en cuanto
a esto es lícito que el hombre posea cosas propias. Y es también necesario a la vida
humana por tres motivos: primero, porque cada uno es más solicito en la gestión de
aquello que con exclusividad le pertenece que en lo que es común a todos o a muchos,
pues cada cual, huyendo del trabajo, deja a otro el cuidado, deja a otro el cuidado de lo
que conviene al bien común, como sucede cuando hay muchedumbre de servidores;
segundo, porque se administran más ordenadamente las cosas humanas cuando a cada
uno incumbe el cuidado de sus propios intereses, mientras que reinará confusión si cada
cual se cuidara de todo indistintamente; tercero, porque el estado de paz entre los
hombres se conserva mejor si cada uno está contento con lo suyo, por lo cual vemos que
entre aquellos y pro indiviso poseen alguna cosa surgen más frecuentemente
contiendas.»
Suma Teológica, IIa, IIae, q. 66, a. 2
(Cit. por Xavier Scheifler, op. cit.)

Prof. Victor Abreu


ANEXO C – TOMÁS DE AQUINO

El «justo precio»
«Utilizar el fraude para vender algo en más del precio justo es absolutamente un pecado,
por cuanto se engaña al prójimo en perjuicio suyo; de ahí que también Tulio [Cicerón], en
el libro De officiis diga que toda mentira debe excluirse de los contratos; no ha de poner el
vendedor un postor que eleve el precio, ni el comprador otra persona que puje en contra
de su oferta.
«Pero si se excluye el fraude, entonces podemos considerar la compraventa bajo un
doble concepto: primero, en sí misma; en este sentido, la compraventa parece haber sido
instituida en interés común de ambas partes, es decir, mientras que cada uno de los
contratantes tenga necesidad de la cosa del otro, como claramente expone el Filósofo
[Aristóteles] en I Política Mas lo que se ha establecido para utilidad común no debe
redundar más en perjuicio de uno que del otro otorgante, por lo cual debe constituirse
entre ellos un contrato basado en la igualdad de la cosa. Ahora bien: el valor de las cosas
que están destinadas al uso del hombre se mide por el precio a ellas asignado, para lo cual
se ha inventado la moneda, como se dice en V Ethica. Por consiguiente, si el precio excede
al valor de la cosa, o, por lo contrario, la cosa excede en valor al precio, desaparecerá la
igualdad de justicia. Por tanto, vender una cosa más cara o comprarla más barata de lo
que realmente vale es en sí injusto e ilícito.
ANEXO C – TOMÁS DE AQUINO

El «justo precio» (Cont.)


«En un segundo aspecto, podemos tratar de la compraventa en cuanto accidentalmente
redunda en utilidad de una de las partes y en detrimento de la otra; por ejemplo, cuando
alguien tiene gran necesidad de poseer una cosa y otro sufre perjuicio si se desprende de
ella. En este caso, el precio justo debe determinarse de modo que no sólo atienda a la cosa
vendida, sino al quebranto que ocasiona al vendedor por deshacerse de ella. Y así podrá
lícitamente venderse una cosa en más de lo que vale en sí, aunque no se venda en más del
valor que tiene para el poseedor de la misma.
«Pero si el comprador obtiene gran provecho de la cosa que ha recibido de otro, y éste,
que vende, no sufre daño al desprenderse de ella, no debe ser vendida en más de lo que
vale, porque, en este caso, la utilidad, que crece para el comprador, no proviene del
vendedor, sino de la propia condición del comprador, y nadie debe cobrar a otro lo que no
le pertenece, aunque sí puede cobrarle el perjuicio que sufre. No obstante, el que obtiene
gran provecho de un objeto que ha sido adquirido de otro puede, espontáneamente, dar al
vendedor algo más del precio convenido, lo cual es un signo de honradez.»

Summa Theologica, Pars Secunda Secundae, Quaestio LXXVII


Prof. Victor Abreu

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