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MITOS Y

LEYENDAS
LA IMPORTANCIA DE ELLOS
Los mitos son las explicaciones que los hombres
primitivos dieron a los fenómenos de la naturaleza cuyas
causas no podían dilucidar. De esta forma, los sucesos
del entorno encontraron sus orígenes en personajes
divinos, sobrehumanos y como resultado de poderes
buenos o malos. Según Oreste Plath, acucioso
investigador de las tradiciones populares chilenas, “el
mito entrega el conocimiento de la vida del hombre
antiguo y la interpretación de sus pensamientos y
acciones. Es una clave que pasa a ser el auxilio a
muchas disciplinas humanísticas y científicas que
exploran el origen, el ambiente y el quehacer natural e
intelectual del hombre”.
LA IMPORTANCIA DE ESTOS
“Las leyendas responden -según Plath- a los
estímulos de la naturaleza circundante, pueden tener
una razón, ocultar una verdad , tener relación con la
geografía, con un hecho histórico o con un
acontecimiento que repetido y exagerado integra el
acervo folclórico”.
Ambos, mitos y leyendas, constituyen un relato
que revela las más arraigadas costumbres y creencias
criollas y son un reflejo de la identidad de un país.
LA IMPORTANCIA DE ESTOS
La recopilación que se presenta en esta sección se
ha recogido principalmente de la literatura del investigador
de la cultura popular Oresthe Plath (1907-1996), quien dirigió
por años el Museo de Arte Popular de la Universidad de Chile,
fue docente y fundador del Teatro Experimental de la misma
casa de estudios y miembro de la Academia de la Lengua.
Asimismo, contribuyen a este material los aportes del
Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares de la
Biblioteca Nacional.
INCA Y EL BARRETERITO
Un duende que, en el fondo de las minas,
en receso, avisa a los mineros, con unos
golpecitos, que todavía existe una beta no
explotada. En el Centro sobresalen la ciudad de
los Césares, la Lola y la Mujer Larga, es una
mujer que sale de su tumba, en el cementerio
de paredones, a las doce de la noche. Su figura
es muy larga, pero cuando alguien se le acerca,
se achica. Y le crujen las enaguas. Y al
amanecer vuelve a su tumba. Y en el Sur son
conocidas: El “Copihue rojo”, el “Río Damas” y
la “Cascada de Velo de la Novia”, que cada
zona de Chile tiene sus propios mitos
POR QUE LAS “LOICAS” TIENEN
EL PECHO ROJO
Dicen que antiguamente la
loica era un pájaro como tantos
otros, de color negro y gris que no
llamaba en nada la atención.
Ocurrió que en el Valle Abajo,
escondido entre varias colinas y el
río, las loicas habían encontrado un
paraíso donde vivían y se
multiplicaban con gran contento.
Muchos años duró este tiempo feliz,
hasta que un día un cazador que
merodeaba por Puangue, perdió su
ruta y caminando y caminando, llegó
a Cuncumén.
POR QUE LAS “LOICAS” TIENEN
EL PECHO ROJO

Agotado por el viaje, se


echó a dormir en medio de unos
espinos a través de los cuales se
veía un cielo tan lleno de
estrellas, que casi molestaban
su vista cansada.
POR QUE LAS “LOICAS” TIENEN
EL PECHO ROJO
Al despertar, sintió el
trinar de numerosos pajaritos.
Su alma de cazador dio un
vuelco en el pecho,
preparándose para un festín
inesperado. El hombre, sin
siquiera preocuparse de tomar
un vaso de agua, preparó su
escopeta y sin pensarlo dos
veces, apuntó a una loica que
lo observaba desde el espino y
disparó la mortífera arma que
estalló en un ruido infernal.
POR QUE LAS “LOICAS” TIENEN
EL PECHO ROJO
Las loicas que
observaban paralizadas al
extraño personaje, sin
comprender el peligro que
representaba, huyeron ante el
estampido, pero ninguna de
ellas fue alcanzada por las balas
asesinas. La verdad es que
había sido tal la prisa del
cazador, que había cargado mal
su arma y ésta había reventado
causándole una horrible herida
en el cuello.
POR QUE LAS “LOICAS” TIENEN
EL PECHO ROJO
Las aves aterradas se
quedaron largo rato escuchando los
gritos y quejidos del hombre y,
cuando éste calló, una de ellas
venció el miedo y se acercó.
-Perdón-, le susurró el
hombre, - Ayúdame por favor-.
La pequeña loica tuvo pena al
verle los ojos cubiertos de sangre y
la lengua seca de sed. Sin ponerse a
pensar mucho, tomó con su pico unas
hojas de menta silvestre y le limpio
poco a poco los ojos. Las plumas de
su pecho empezaron a mancharse de
sangre y tierra pero, aunque se veía
harto fea, ella prosiguió su tarea.
POR QUE LAS “LOICAS” TIENEN
EL PECHO ROJO
Las otras loicas, sin decir palabra,
la comenzaron a ayudar y se turnaron para
depositar en la boca del herido, gordos
granos de uva negra entregándole así el
agua y el azúcar que tanto necesitaba.
Un grupo de ellas emprendió viaje hacia el
poblado y comunicó a un perro del lugar la
noticia del malherido que yacía esperando
ayuda en el Valle Abajo. Dio la casualidad
que el tal perro andaba buscando a su amo
que se había perdido en aquellas colinas.
El animal corrió a avisar con furiosos
ladridos a los familiares del hombre que,
sin tardanza partieron a Cuncumén con
vendas y medicinas.
POR QUE LAS “LOICAS” TIENEN
EL PECHO ROJO
El ángel de la guarda del
cazador, que estaba de lo más
avergonzado de las costumbres de este
hombre, comunicó a Dios toda esta
increíble historia y entonces, ante los
ojos asombrados de las gentes y de los
otros animales del lugar, en el pecho de
las loicas se formó un precioso
triángulo colorado, con la misma forma
de la mancha de sangre que había
ensuciado las plumas de los
bondadosos pajaritos.
Desde entonces las loicas son
las aves más lindas del lugar y su figura
inconfundible recordará para siempre a
los hombres que Dios premia la
generosidad y el perdón
EL CACIQUE “COLO-COLO”
El cacique ColoColo era un
anciano de cabeza redonda y pelo
blanquecino, tieso y corto. Sus
ojos, pequeños y vivos,
traspasaban a su interlocutor y le
ayudaban a imponerse a los otros
caudillos, junto con su gran
capacidad de oratoria. Se
presentaba a parlamentar con un
eterno poncho y con una rama de
Canelo en sus manos, símbolo de
su autoridad.
EL CACIQUE “COLO-COLO”
Intervino en los primeros
alzamientos contra los españoles y,
a pesar de ser un hombre en plena
madurez, acompañó en sus
campañas a Lautaro y a
Caupolicán, a quienes sobrevivió.
Colo Colo era campeón de
chueca, el deporte con que se
divertían los indios compitiendo en
dos bandos que se disputaban un
grueso ovillo de paño.
EL CACIQUE “COLO-COLO”
Después de la muerte de
Lautaro, Colo Colo se vió
obligado a firmar la paz. Lejos
de vivir mejor, esto significó un
período de gran sufrimiento y
humillaciones para los
mapuches. El desquite fue un
alzamiento general que
determinó la muerte del
gobernador Martín García Oñez
de Loyola.
EL CACIQUE “COLO-COLO”
Cuenta la leyenda que fue
Colo Colo quien capitaneó el partido
de Chueca en que el tal gobernador
hizo su última aparición pública; de
hecho, las chuecas sonaban
diferentes peleándose por golpear
el cráneo del odiado invasor.
Fue ultimado en Quipeo, a
los 45 años, sin renunciar a su
sueño de libertad para su pueblo. En
Chile se honra permanentemente su
nombre ya que lo lleva uno de los
equipos de futbol más popular y
querido.
¿COMO SE CREÓ CHILE?
"En el principio, Dios creó las
maravillas del mundo. Sin embargo,
cuando terminó se dio cuenta que
había muchos trozos sueltos. Tenía
partes de ríos y valles, de glaciares y
desiertos, de montañas y bosques y
praderas y colinas. En vez de dejar
que estas maravillas se perdieran,
Dios las dispuso todas en el lugar
más remoto de la tierra. Así es como
se creó Chile".
LA INCOGNITA SOBRE LA PALABRA
“CHILE”
Es imposible saber cuál es la verdadera versión
sobre el origen del nombre de nuestro país. Aquí te damos
algunas teorías para que te quedes con la que más te
guste o de todas armes la propia.
¿De dónde viene la palabra Chile? Parece una
pregunta tan simple que la mayoría tal vez ni siquiera se lo
ha cuestionado. Pero la respuesta no es tan simple ni
categórica como se podría esperar. Las versiones son
múltiples. Cronistas e historiadores al parecer no lograron
aunar criterios o datos, lo que se tradujo en diferentes
teorías sobre el origen del nombre de esta larga y angosta
faja de tierra llamada Chile. Incluso al listado se le pueden
sumar un par de teorías anónimas, que no tendrían por qué
ser menos válidas que el resto.
LA INCOGNITA SOBRE LA PALABRA
“CHILE”

Empecemos por el abate Molina. Notable


figura intelectual chilena y autor de obras como el
"Compendio de la historia geográfica, natural y civil
del reino de Chile" y del "Ensayo sobre la historia
natural de Chile", según su versión el nombre de
Chile vendría de trih o chi, palabra mapuche con la
que se llamaba a un pájaro que tenía unas manchas
amarillas en sus alas.
LA INCOGNITA SOBRE LA PALABRA
“CHILE”
Para el cronista del siglo XVIII, Diego de Rosales, la
denominación de nuestro país proviene del nombre del
cacique que gobernaba el valle del Aconcagua hasta la
invasión de los incas, todo esto antes de la llegada de los
españoles.

También se relaciona con los incas la versión del


historiador Ricardo Latcham. Dice que la palabra Chile se
debe a un grupo de indios mitimaes traídos por los incas,
quienes venían desde una región de Perú donde había un
río bautizado con ese nombre.
LA INCOGNITA SOBRE LA PALABRA
“CHILE”
Entre las teorías anónimas destaca aquella
que dice el origen sería aymará, ya que el inca
Tupac Yupanqui habría dado esa denominación a
las tierras conquistadas al sur del imperio inca,
hasta el valle del Aconcagua.

Aparte de estas versiones, lo más probable es


que existan varias otras que han alcanzado menor
difusión. El punto es tener claro que no hay una
más verdadera que la otra, por lo que te puedes
quedar con la que más te guste.
EL CALEUCHE Cuenta la leyenda que el
Caleuche es un buque fantasma
que navega por los mares de
Chiloé y los múltiples canales
del sur. Poderosos brujos
conforman su tripulación, la
que sólo navega por las
noches, jamás con luz de día.
Según la creencia popular las
personas que han muerto
ahogadas son recogidas por
este misterioso barco desde
las profundidades del mar para
ser acogidas en la vida eterna.
EL CALEUCHE
Si bien la embarcación brinda
hogar a aquellos que han naufragado,
no es igual de gentil con aquellos que
se han atrevido a dirigirle la mirada
de frente. Los tripulantes castigan a
los “osados” torciéndoles la boca o la
espalda, e incluso en ocasiones,
dándoles la muerte. Para ocultarse de
las miradas no deseadas, El Caleuche
tiene las facilidad de transformarse
en un simple madero flotante o
simplemente hacerse invisible. Otros
lo identifican como el barco que se
oculta en la neblina que él mismo
genera para esconderse de las
personas.
EL CALEUCHE
No obstante, el Caleuche
también puede ser compasivo. Cuando
navega cerca de las costas y se apodera
de ciertas personas, las lleva a visitar
ciudades instaladas en el fondo del mar,
revelándoles las ubicaciones de las
grandes fortunas ocultas en el mar y
permitiéndoles gozar de ellas con la
amenazante condición de que
mantengan esos secretos hasta la
muerte. Si no lo hacen se exponen a ser
severamente castigados por los
“brujos” tripulantes. Las malas
lenguas dicen que cuando un
comerciante logra hacerse de una rápida
fortuna, es debido a que ha tenido
contactos ocultos con el barco
“fantasma”.
Las miles de jovencitas y
EL TRAUCO
mujeres que alguna vez
quedaron embarazadas sin
desearlo y que, además de
querer negar su estado,
debían ocultar a toda costa
la identidad del futuro padre
encontraron la salvación y el
perdón al adjudicarle la
responsabilidad de “tan
ajena situación” a un famoso
y conocido personaje de la
mitología chilena: El Trauco.
Y es que al El Trauco se le
conoce como aquel brujo, EL TRAUCO
chico y feo que pasaba sus
días encaramado sobre los
árboles a la espera de
lanzarse sobre alguna de las
inocentes jovencitas que
daban un paseo por el
bosque. Ante la mirada
“matadora” del Trauco, las
niñas -pese al miedo y las
ganas de escapar- se
quedaban cautivadas ante
sus ojos y caían rendidas
ante él, en un profundo y
alucinante sueño de amor.
EL TRAUCO
Al despertar, las ya no “tan
ingenuas” niñas, al ver sus
ropas y sus cabellos, se
daban cuenta de que estaban
extrañamente desordenados
y revueltos. Saben que
“algo” ha ocurrido en sus
cuerpos y presas del pánico
corren a sus casas a dar
cuenta a sus padres de que
han sido víctimas del
“hechizo” del Trauco.
La Añañuca es una flor típica
LA AÑAÑUCA de la zona norte de nuestro
país, que crece
específicamente entre Copiapó
y el valle de Quilimarí, en la
región de Coquimbo. Pocos
saben que su nombre proviene
de una triste historia de amor...
Cuenta la leyenda, que en
tiempos previos a la
Independencia, la Añañuca era
una flor joven de carne y hueso
que vivía en un pueblo nortino.
Un día, un minero que andaba
en busca de la mina que le
traería fortuna, se detuvo en el
pueblo y conoció a la joven.
LA AÑAÑUCA Ambos se enamoraron y
el apuesto minero decidió
relegar sus planes y
quedarse a vivir junto a
ella. Eran muy felices,
hasta que una noche, el
minero tuvo un sueño que
le reveló el lugar en dónde
se encontraba la mina que
por tanto tiempo buscó...
Al día siguiente en la
mañana tomó la decisión:
partiría en busca de la
mina.
LA AÑAÑUCA
La joven desolada, esperó y
esperó, pero el minero nunca
llegó. Se dice de él que se lo
tragó el espejismo de la
pampa. La hermosa joven
producto de la gran pena
murió y fue enterrada en un
día lluvioso en pleno valle. Al
día siguiente salió el sol y el
valle se cubrió de flores rojas
que recibieron el nombre de
infeliz mujer.

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