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INSEGURIDAD ALIMENTARIA

¿Qué es?

 La inseguridad alimentaria se refiere a que en el país no


producen la suficiente cantidad de alimentos por lo que
se importan de otros países dichos alimentos para
satisfacer las necesidades de la población.
 En el entorno familiar se refiere a que en muchas
ocasiones no se tienen los suficientes recursos
económicos para la adquisición de dichos alimentos o
se dedican a actividades agropecuarias donde no
cuentan con suficientes insumos para desarrollar tales
actividades.
 De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación (FAO), la seguridad alimentaria:
“existe cuando todas las personas tienen, en todo momento,
acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y
nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y
preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana.”
Inseguridad alimentaria en México
 De manera preocupante, en la República Mexicana existen
condiciones elevadas de inseguridad alimentaria, lo cual implica
severos efectos para la salud de las personas, particularmente las
niñas y los niños, quienes enfrentan un fenómeno doble: la anemia
y la desnutrición por un lado, y por el otro la obesidad y el
sobrepeso.
 De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012
(Ensanut), en México únicamente 19.2% de la población rural y 33%
de la población urbana en México viven en condiciones de
seguridad alimentaria; esto es, sólo uno de cada cinco y uno de
cada tres en el ámbito rural y urbano, respectivamente.
 Asimismo, 45.5% de la población rural vive en inseguridad
alimentaria leve; mientras que 40.6% lo hace en los ámbitos
urbanos; 22.4% de quienes viven en zonas rurales vive en
inseguridad alimentaria moderada, mientras que en el mundo
urbano lo está 16.5%. Finalmente, la Ensanut muestra que 13% de la
población rural, y 9.7% de quienes viven en las zonas urbanas, viven
en lo que se considera como inseguridad alimentaria severa.
Salarios para pasar hambre
 Uno de los factores que en mayor medida influyen en las condiciones
de inseguridad alimentaria e incumplimiento del derecho a la
alimentación en nuestro país es el muy bajo nivel de los salarios que
existe en todo el territorio nacional.
 En efecto, de acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de
Ocupación y Empleo (ENOE), elaborada por el INEGI, en nuestro país
había, al cierre del segundo trimestre del 2014, un total de 6.56 millones
de trabajadoras y trabajadores con ingresos de hasta un salario
mínimo al día. Esta suma es equivalente al 13.25% del total de la
población ocupada del país.
 A esa cifra sin embargo, debe sumarse el dato relativo a la cantidad
de personas que perciben ingresos entre uno y dos salarios mínimos,
ingresos laborales que en sentido estricto, por sí mismos, no permiten
superar los umbrales de ingreso de la línea de la pobreza en los
ámbitos urbanos.
 Así, de acuerdo con la citada ENOE, 2014, había al cierre del
segundo trimestre de este año un total de 12 millones con ingresos
que oscilan entre los 63 y los 126 pesos al día; esta cifra de
trabajadores en ese nivel salarial equivale al 24.33% de la
población ocupada.
 De este modo, lo que muestran los datos es que 37.6% de quienes
tienen un trabajo remunerado en el país perciben entre 1 y 126
pesos al día; esto es, uno de cada tres trabajadoras y trabajadores
del país percibe salarios que literalmente los condenan a la
pobreza.
La carestía de los alimentos
 Conjugado con la caída de los ingresos laborales, se encuentra el
fenómeno inflacionario en los precios de los alimentos, los cuales registran
tasas de inflación mucho más elevadas que el promedio de los bienes y
servicios que forman parte del Índice Nacional de Precios al Consumidor
(INPC).
 En efecto, de acuerdo con los datos del INEGI, entre los años 2005 y 2013,
la inflación general fue de 39%, es decir, un ritmo de crecimiento anual
promedio de 4.3%.
 En contraste con este dato, el índice relativo a los precios de los alimentos
tuvo un crecimiento de 63.8%, lo cual implica un ritmo aproximado de
incremento de 7.1% anual.
 Cabe destacar que entre los precios de los alimentos, los que
mayor incremento han registrado son los relativos a los aceites y
grasas, en cuyo capítulo se registra un crecimiento de 86% en el
periodo señalado; en orden de magnitud le sigue el capítulo de los
panes y cereales, los cuales han crecido en su precio en el orden
de 76.6%.
 En tercer sitio se ubica el capítulo de la leche, el queso y los huevos,
con un incremento de 63.9%; le siguen las legumbres y hortalizas
con 63.2%; los alimentos y las bebidas no alcohólicas con 61.1%; las
carnes con 58.1%; los pescados y mariscos con 57.1% y las frutas
con 50.5%.
¡GRACIAS!

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