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4 - Libérame
4 - Libérame
BARB CAPISCE
Saga Ángel Prohibido
Título original: Libérame
Rabindranath Tagore
Para mi hermana Alejandra,
la mejor madre que conozco,
aún antes de haber sido madre.
Escríbenos:
barb.capisce@gmail.com
daphnears@gmail.com
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@BarbCapisce
@DaphneArs
Libro 1
Capítulo Uno ~ Un agujero en mi vida
Capítulo Dos ~ Contacto
Capítulo Tres ~ Visiones de la noche
Capítulo Cuatro ~ Zenyatta Mondatta
Capítulo Cinco ~ Estrategias Flexibles
Capítulo Seis ~ Cerca de ti
Capítulo Siete ~ Hambriento por ti
Capítulo Ocho ~ Nacida en los 50
Capítulo Nueve ~ Voces en mi mente
Capítulo Diez ~ Cualquier otro día…
Capítulo Once ~ La verdad golpea a todos
Capítulo Doce ~ Cada pequeña cosa que ella hace
Capítulo Trece ~ Madre
Capítulo Catorce ~ Está bien para ti
Capítulo Quince ~ Amigas
Capítulo Dieciséis ~ Sé mi chica
Capítulo Diescisiete ~ Campos de Oro ~ Parte II
Capítulo Dieciocho ~ Mi deseo
Libro 2
Capítulo Uno ~ Que empiece la noche
Capítulo Dos ~ Llevada hasta lágrimas
Capítulo Tres ~ Tan Solo
Capítulo Cuatro ~ Bajo tu dominio
Capítulo Cinco ~ Un sermón
Capítulo Seis ~ No soporto perderte
Capítulo Siete ~ Sangre
Capítulo Ocho ~ No te pares tan cerca mio
Capítulo Nueve ~ Otra vez tú
Capítulo Diez ~ Lo que cuesta
Capítulo Once ~ Algo en qué creer
Capítulo Doce ~ Rey del dolor
Capítulo Trece ~ Synchronicity
Libro 3
~ Octubre
~ Noviembre
~ Diciembre
~ Enero
~ Febrero
Epílogo
~
Los Puentes de Madison
"Ahora mismo parece que todo lo que hecho
en mi vida
ha construido mi camino para llegar a tí."
Capítulo Uno
Un agujero en mi vida
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John abrió el aparador que tenía en su estudio y sacó
una botella de Whisky añejo que guardaba sólo para las
ocasiones especiales, alguna visita ilustre o para cerrar un
negocio importante. El hecho de que fuera a ser padre y
abuelo casi en simultáneo, cuanto menos ameritaba un
brindis. Seth lo miró caminar en silencio como si estuviera
buscando las palabras para iniciar el discurso del brindis.
–¿Estás preocupado? –John lo miró y sonrió apenas.
–Creo que hemos hecho un buen trabajo contigo y
que criar un hijo es predicar con el ejemplo, y que estés tan
feliz por ser padre, por formar una familia, por seguir el
camino que tu madre y yo hemos querido forjar para ti, me
dice que nuestro trabajo como padres fue un éxito.
–¿Aún cuando no cumpla tu sueño de ser arquitecto
y acompañarte en la empresa familiar?
–A esta altura de las circunstancias, sólo me
preocupa saber cómo te puedo ayudar para que puedas
seguir adelante para mantener a tu familia –Seth miró el
líquido ambarino y lo revolvió antes de bajárselo de un
trago.
–Ashe y yo hemos hablado sobre esto y tenemos
algunas ideas. Ella insiste en que tengo que seguir con mi
carrera y por otro lado, no va a dejar de trabajar.
–¿Y la vas a dejar? ¿Y cómo harán con el bebé?
–Yo no tengo problemas con ello. Creo que mamá
nos ha dado un buen ejemplo de que se puede
compatibilizar el trabajo y la maternidad, y creo que Ashe
va por ello. Yo tengo más flexibilidad con mis horarios
durante el día y me haré cargo la mayor parte del tiempo.
–Pero…
–Mamá trabajó codo a codo junto a ti cuando
comenzaron, y ese es mi mejor ejemplo. Si Ashe me
plantea que no quiere trabajar para quedarse con el bebé,
buscaré cuatro empleos y la mantendré para que pueda
hacerlo.
–¿Vas a seguir con lo del teatro? –Asintió en
silencio mirándolo a los ojos–. Seth…
–No voy a discutir sobre ello –John apretó los
labios y permanecieron en silencio–. Ashe también quiere
ver qué posibilidades tenemos de comprar una casa, no
quiere que el bebé se crie en la ciudad.
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Libro 2
~
Don Juan de Marco
“Sólo hay cuatro preguntas de valor en la vida.
¿Qué es sagrado? ¿De qué está hecho el espíritu?
¿Por qué vale la pena vivir?
¿Por qué vale la pena morir?
La respuesta a cada una de ellas es la misma. Sólo Amor."
Capítulo Uno
Que empiece la noche
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~***~
Robert dejó su automóvil en el estacionamiento del
nuevo centro comercial sobre Oxford y caminaron hasta el
local en la calle siguiente, donde Hellen los esperaba. La
cafetería ya estaba preparada para el almuerzo y ellos
tenían reservada una mesa amplia cerca de la cocina para
evitar la concurrencia, que a esa hora era bastante. Omar en
persona se encargó de recibirlos y atenderlos.
Ya en el café, Ophelia hizo la delicia de los
presentes con todas las monerías que su madre le había
enseñado y sorprendiendo a más de uno con las palabras
que ya balbuceaba, bastante avanzada para sus cortos 10
meses de edad. Hellen los miraba a los tres con una sonrisa
imposible de describir.
Las conversaciones variaban, desde mobiliario para
bebés hasta novelas que estaban por venir. Todo era futuro,
todo era vida. Parecía una vida lejana aquella que los había
reunido en la tragedia. Marta ya no estaba, sin embargo,
todo llevaba su impronta, el hecho que Robert estuviera
allí, con ellas, era producto de su existencia, de su amor.
Ashe, apoyada en la mesa, miraba la escena como si fuera
una película romántica con final feliz, con una sonrisa en
los labios. La vida era buena.
Después de un almuerzo liviano, y de que John
revisara unas cosas con Omar, porque no podía con su
genio de controlar que todo estuviera perfecto, Hellen
apartó con cuidado su silla para ponerse de pie, con ayuda.
–Es hora que volvamos… –dijo Robert dirigiéndose
a Ashe, que recibía una segunda vuelta de su postre
favorito.
–No te muevas de allí hasta que yo vuelva –dijo
Hellen, señalándolo. –Tengo que hablar con ustedes dos.
–¿Qué pasó? –dijo Kristine como si fuera una niña a
punto de ser regañada por su madre
–Hay algo que quiero pedirles... –se detuvo e inspiró
profundo, hizo una mueca y se reacomodó.
–¿Estás bien? –dijo John, preocupado.
–Si. Ya vuelvo. –Con paso lento, se encaminó al
tocador de damas.
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Kramer: –Hola
Kristine: –¡Doctor! Soy Kristine Martínez.
Kramer: –Dime, Kristine.
Kristine: –Están llevando a Ashe al hospital con
contracciones cada ocho minutos.
Kramer: –¿Tiene dilatación?
Kristine: –No lo sé…
Kramer: –Me dijo que fue tres veces en los últimos
dos días al hospital y la devolvieron .O está muy
asustada o ya llegó la hora.
Kristine: –Yo creo que llegó la hora.
Kramer: –¿Estás con ella?
Kristine: –No, en el teléfono con Robert, que la está
llevando.
Kr ame r : –Acabo de salir del hospital, nos
avisaron que no bajaramos por Bloomsbury porque
hubo un accidente en Tottenham.
Kristine: –Ellos están ahí…
Kramer: –Yo me desvié por Byng Place. Doy la
vuelta y regreso al hospital.
Kristine: –¿Qué hago?
Kr ame r : –Que controlen la frecuencia y la
duración, con cinco minutos o menos, el tiempo se nos va
de las manos. Enviaré un radio para pedir una
ambulancia y llamaré a mi partera que también se acaba
de ir.
Kristine: –¿Lo llamo en cinco minutos?
Kramer: –Vale.
Hellen: –¡Kiks!
Kristine: –¿Qué pasa?
Hellen: –¿Cómo están?
Kristine: –Ashe no ha tenido otra contracción y
Robert está por colapsar. Hablé con el doctor y están todos
en el mismo embotellamiento, pero va a tratar de llegar.
Hellen: –¿A dónde?
Kristine: –No lo sé… él debe estar mejor
capacitado que yo para decidirlo.
Hellen: –¡Kiks!
Kristine: –¿Qué pasa?
Hellen: –Seth está como un león enjaulado, quiere
que corte la comunicación y que hables con él o que le
digas a Robert que busque el teléfono de Ashe y que se
lo pase para poder hablar con ellos.
Kristine: –Dile que se calme o me voy a subir al
helicóptero para calmarlo a cachetazos.
Hellen: –Dile que se calme. Yo corto y ella lo va a
llamar.
Kristine: –No cortes, que te vuelva loca a ti, no a mí.
¿Dónde estás?
He l l e n: –Estamos en Mortimer St, llegando
Goodge. Desde aquí se ven las luces del
embotellamiento.
Kristine: –Justo hoy… qué suerte. Cuanto menos
saldremos en las noticias.
Hellen: –¿Estás mirando la televisión?
Kristine: –¿Y qué quieres qué haga? Estoy encerrada
aquí, con cinco niños que cuidar, mi marido jugando al
póker, ustedes atascados en el medio de Londres…
Kristine: –¡Bobby!
Robert: –¿Qué pasa?
Kristine: –Están yendo a pie hasta donde ustedes
están, no creo que logres salir, así que lo más probable es
que lo hagan nacer ahí. Trata de hacerles señas para que te
vean.
Robert: –¡Roger That!
Kristine escuchó un par de tumbos y el grito de
Ashe más alejado.
Kristine: –¿Qué estás haciendo?
Robert: –Me subí al techo de la camioneta.
Kristine: –¡Bájate YA del techo de mi camioneta!
Robert: –Aquí me van a ver –Le dijo en tono
divertido como cuando sus hijos hacían una travesura y los
descubría a la distancia, incapaz de castigarlos.
Kirstine: –Hellen.
Hellen: –John está yendo para allá también.
Kristine: –Todo va a estar bien –De fondo, escuchó
el llanto ahogado de la pequeña Martha y Hellen suspiró.
Hellen: –Mi hija quiere comer.
Kristine: –Te llamaré en cuanto tenga alguna
novedad.
Hellen: –Gracias.
~
Cuando Harry conoció Sally
"Vine aquí ésta noche porque cuando te das cuenta de que
quieres pasar con alguien el resto de vida, quieres que el
resto de tu vida empiece lo antes posible."
Octubre
~***~
–Bobby…
–¡Déjame en paz de una vez! ¡Deja que me muera
solo! ¿Es que nadie se da cuenta de que nada puede
salvarme? Ella se llevó todo… ¡Todo! Mi vida, mis sueños,
mi amor… Miro para adentro y sólo veo un enorme
agujero negro. Donde antes latía un corazón ahora sólo
retumban las palabras. Donde antes había amor ahora hay
ira y resentimiento. Ella no tiene una idea de lo que me
hizo muriéndose ¡La odio! ¡La odio, maldita sea! ¡La odio
por haberse muerto! ¡Por haberme dejado en esta vida
miserable sin ella! –Repitió una y otra vez golpeando con
furia la puerta–. ¡No me quedó nada! ¿Ella pensó que un
departamento, un auto y su puesto en el trabajo
compensarían su ausencia? ¿Llenarían su lugar? ¡Qué poca
fe se tenía!
~***~
Kristine estaba de pie frente a la tumba de Marta sin
moverse, sin soltar el ramo de flores que había comprado.
Se quedó allí, repasando una y otra vez el nombre grabado
en la lápida de mármol, que se mezclaba con el pasto bien
recortado. Se quedó allí mientras la voz de Robert seguía
retumbando en su mente, los golpes en la puerta como los
de un preso desesperado que no encuentra la manera de
escapar. Ahogado en su propio encierro, enterrado en vida
en el barro de su propio dolor. Él dijo que ella no lo
entendía, pero ella también había perdido el amor. Él
pensaba que ella no sabía de su dolor, ¿cómo explicárselo?
–Te extraño, Marta. Ojalá estuvieras aquí.
~***~
~***~
~***~
~***~
Demoraron más de lo previsto en salir del hotel, en
tres diferentes automóviles, Andrew con Carter, Victor
solo y Matthew con Dan, su guardaespaldas personal.
Trevor abandonó el hotel en un taxi por una de las puertas
laterales donde ya se había verificado libre de Paparazzi.
Llegar al aeropuerto fue rápido y fácil, sobre todo cuando
el rumor corrió como pólvora que Rhys, uno de sus
coprotagonistas, le había ofrecido su casa en Santa Mónica
para descansar, y todos los paparazzi de Los Ángeles
volaron a cazar la noticia.
Victor hizo los trámites de embarque de su hermano
y lo esperó con la documentación lista en la entrada
internacional. Una vez listo el papeleo, la operación escape
duró cinco segundos, lo que tardó Trevor en atravesar el
hall rodeado de tres guardaespaldas de la misma
envergadura que Dan.
A la espera de la autorización de subir al avión
privado que Carter había contratado, el teléfono del agente
volvió a sonar.
–Es Isa. – Trevor miró por sobre su hombro y dudó
un momento qué hacer. Ella había estado llamando desde
que salió del hotel y no la había querido atender. Pasado el
primer arrebato de furia, tomó el aparato que su agente le
ofrecía y se alejó hacia un ventanal solitario.
–Hola.
–Trev… ¿cómo estas? Yo…
–Déjalo, Isa. Me voy.
–¿Cómo que te vas? ¿A donde? ¿A Londres?
Tenemos las promociones y…
–No me interesa.
–No puedes dejarme sola con esto – dijo en un hilo
de voz.
–Mírame…
–Trev… yo lo siento, no fue a propósito, tú
sabes…
–Tú sabes que teníamos un acuerdo. Que firmamos
un maldito contrato que había que respetar. Vender la
imagen de los novios de América nos servía a todos. Yo
hice mi parte.
–Lo sé, y lo siento…
–¿Quién queda dañado aquí? ¿A quién se le ven los
cuernos? ¿Cómo queda mi imagen? ¿Me llamaran
solamente para hacer de novio engañado? Tú sabes muy
bien como funciona esto…
–Por supuesto que lo sé.
–Entonces atente a las consecuencias.
–Las fans me van a asesinar – dijo con
desesperación. Si era real o fingida era difícil de saber,
pero Isa conocía en carne propia la locura de las fans de la
pareja y de las de él en particular. Su mente viajó a lo más
remoto e imposible, aquello que durante mucho tiempo
había negado y escondido, pero que estaba allí, latente,
esperando saltar como una pantera en la noche.
–Lo siento, Isa. Esto ya no es mi problema. Habla
con mi agente y que tu equipo lo arregle de la manera que
mejor le parezca. Yo terminé con todo esto. Roto el
contrato por una de las partes, yo no tengo obligación de
nada.
–Trev…
–Buena suerte. – Miró el teléfono y apretó con un
dedo el botón para terminar la llamada.
~***~
~***~
Emily:
VOY LLEGANDO… VOY LLEGANDO. LO JURO.
Y CUANDO SEPAS LA NOTICIA NO TE VA A
IMPORTAR QUE LLEGUE 30 MINUTOS TARDE. TE
QUIERO.
Emily sonrió.
–Sí, puede decirse que sí.
–¿Dónde? Porque tendríamos que ver el
trasportarnos a provincia, y dónde quedarnos.
–No te preocupes, la editorial cubrirá los gastos de
traslado y logística.
Dasha la miró reticente, había algo que Emily no le
quería decir.
–¿Qué me estás ocultando?
–Dasha Pavón, estás cordialmente invitada a La
primera feria Internacional de lectores europeos, de
Illusions con sede en… ¡Londres!
–¿Qué? ¡Boluda, ¿me estás cargando?! –Dasha gritó
tan alto que además de los ocupantes del café, varias
personas que paseaban por la calle también la miraron–.
Emily, no juegues con eso…– Dijo bajando la voz- Sabes
que Michael y yo estamos tratando de ir para nuestro tercer
aniversario, si esto es una broma…
Estimada Emily:
Nos complace informarte que la última lista
oficial de escritores invitados a La Feria Internacional
de lectores europeos, ha sido aprobada y publicada por
el comité organizador y los departamentos asociados a
dicho evento de Illusions, donde para nuestra entera
satisfacción, Dasha Pavón figura en ella.
Anexamos los requerimientos necesarios para
cumplir con la logística de dicho evento con el fin de
poder ofrecerles una estancia satisfactoria.
Atte.
Ashe Taylor.
Dpto. Traducciones
Comité Organizador de La Feria Internacional de
lectores europeos.
Dasha rió.
–Gracias, Em –Dijo apretando la mano de su amiga-
Esto es asombroso…
–Y por si fuera poco, puedes llevar a dos
acompañantes, así que empaca al boludito de mi hermano
que nos vamos a Londres.
~
Recuérdame
"Si pudiera decirte algo, te diría que nuestra huella nunca
desaparece de las vidas que hemos tocado… que te
quiero… y que te perdono”
~*** 26 de Abril ***~
Fin
ADELANTO DE
Rescátame
DAPHNE ARS
Saga Ángel Prohibido
Prefacio
So long and good night
[1]
Abrazar y Rodar, táctica que le da Ross a Chandler en la
serie de TV americana, Friends para obtener espacio en la
cama cuando dormía con su pareja.