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Ortega Gasset La Reforma Universidad Publica Bolivia
Ortega Gasset La Reforma Universidad Publica Bolivia
Ortega Gasset La Reforma Universidad Publica Bolivia
-
La reforma de la universidad p ú blica de Bolivia Santafé de Bogotá: Instituto
Universitario Ortega y Gasset, Convenio Andrés Bello, 1998.
344 p.
ISBN: 958-9089-42 9-
1. Reforma universitaria. 2. Reforma educativa.
3. Administración universitaria. 4. Autonomía universitaria.
5. Comunidad y universidad. 6. Educación superior en Bolivia
CONTENIDO
PRESENTACIóN Vil
Tito Hoz de Vila Quiroga
PRóLOGO ix
AGRADECIMIENTOS xi
INTRODUCCIóN XV
I. Alcance y límites de este informe xv
II. Principios y valores xvi
Observación metodológica xx
CAPÍTULO I
EL CONTEXTO DE LA REFORMA 1
I. El marco histórico 1
n. El marco estructural: los déficit del sistema educativo 16
DI. Las herencias 28
IV. Un diagnóstico compartido 35
V Conclusiones 40
5/ •
CAPÍTULO II
EL SISTEMA UNIVERSITARIO BOLIVIANO 43
L. Las instituciones universitarias 43
n. Oferta de estudios universitarios 48
m. La matrícula del sistema pú blico 56
IV. Los recursos humanos de las universidades 63
V. Tasas de graduación de las universidades públicas 68
VI. Conclusiones 72
CAPÍTULO III
EL ESTADO Y LA UNIVERSIDAD. LA AUTONOMíA 79
I. El Estado y las universidades públicas 79
II. El Estado y las universidades privadas 102
EE. Modelos de relación universidad-Estado 109
IV. Conclusiones 112
CAPÍTULO IV
LA ADMINISTRACIóN UNIVERSITARIA. EL COGOBIERNO 119
I. De la autonomía al cogobierno 119
V
L A R E F O R M A D E L A U N I V E R S I D A D PÚB L I C A D E B O L I V I A
CAPÍTULO V
EL FINANCIAMIENTO DEL SISTEMA UNIVERSITARIO 177
Introducción 177
I. El financiamiento del sistema universitario boliviano 179
II. El financiamiento de la educación superior por medio de tasas,
becas, préstamos e impuestos 183
m Características de la subvención pública a las universidades 190
IV. Financiamiento y gestión 196
V. Conclusiones 198
CAPÍTULO VI
UNIVERSIDAD Y SOCIEDAD 201
Introducción 201
I. Las universidades y el nuevo marco de desarrollo de BoMvia 202
II. Evaluación y responsabilidad social 209
HI. El mercado laboral de profesionales 211
IV. El aporte universitario a la investigación boliviana 216
V. La interacción social universitaria 224
BIBLIOGRAFíA 273
SIGLAS 279
RELACIóN DE PERSONAS ENTREVISTADAS 281
SEMBLANZA DE LOS AUTORES 283
ANEXO
AUTONOMíA Y GOBIERNO EN MéXICO .
Algunas lecciones del pasado y del presente 285
Wietse de Vries
Introducción 285
Bibliograf ía 293
vi
P R E S E N T A C IÓN
vi í
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
.
VIII
PR ÓLOGO
xii
NOTA DE LOS EDITORES
xiii
:
INTRODUCCIÓN
XV
CA DE BOLIVIA
LA REFORMA DE LA U NIV E R SI D A D P ÚB L1
Este informe, como cualquier an álisis, se sustenta sobre una serie de presu-
puestos y, eventualmente, de juicios de valor y opciones, que definen y
enmarcan la perspectiva del análisis. En aras de la transparencia y de la
seriedad profesional nos parece conveniente señ alar, de entrada, los princi -
pales principios que sustentan el análisis:
1. Carácter estratégico de la educación. La educación posee un indudable carácter
estratégico, cuya relevancia es mayor en un país con altísimas tasas de
analfabetismo, como Bolivia, y en un momento -como el actual en que -
las fuentes de la riqueza colectiva tienden a variar desde los recursos
naturales o el capital, a los recursos humanos. Según datos comparados
de la UNESCO la tasa de analfabetismo de adultos de Bolivia ascendía en
1995 al 16,9 %, pero entre las mujeres subía al 24 %, una de las mas altas (si
no la más alta) de la región. Segú n el Censo de Hogares, la tasa de anal -
fabetismo funcional sería algo superior, del 20 % de media, aunque en Potosí
y Sucre casi se dobla.
xvi
INTRODUCCIÓN
1. Véase C. Lemoine, Iberoamérica habla, Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia
y la Cultura -OEI- y Consorcio Iberoamericano de Investigación de Mercados y Asesoramlento, Santafé, 1997.
xvii
LA REFORMA DE LA UN I VER SIDA D PÚBLI C A DE BOLIVIA
xviii
.
SL
INTRODUCCIÓN
XIX
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚ BLICA DE
BOLIVIA
no
ser responsable y eficaz. Que haya un gobierno democrá tico interno
debe significar ausencia de un buen gobiern o. Al contrari o .
10. Universidad de calidad. Las universidades deben tener como objetiv
o
calidad en las activida des que realizan ,
principal alcanzar la máxima
docencia, formación, investigaci ón , extensi ó n universi taria, en un esfuerz o
constante por superarse introduciendo una cultura de la calidad. Y puesto
que no resulta posible alcanzar altos niveles de calidad en todas ellas, deben
saber priorizar sus actividades en el entendimiento que sólo así algunas
-algunas facultades, algunos institutos, algunas actividades- podrán alcan -
zar ese nivel.
11. Universidad responsable. Las universidades del sistema p úblico en
, cuanto
instituciones financiadas con cargo a los impuest os que pagan los
bolivianos, deben dar cuenta precisa a la socieda d del uso que hace de
dichos fondos. La autonomí a en la gesti ó n no sólo no est á re ñida con el
principio de accountability y transpa
de rencia , sino que lo presupo ne .
12. La reforma universitaria como proceso de autorre forma . Finalme nte -y
éste es quizá el más importante- toda reforma universi taria es un proceso
de autorreforma, es una autorreforma continua y permanente. Las leyes
,
,
de existir, son sólo hitos de un proceso que se extiende antes y, sobre todo
despu és. Lo más importante es el proceso, no la meta, que debe ser
reconstruida a medida que se avanza. Más importante que cualquier
reforma concreta es generar mecanismos institucionales que aseguren una
evaluación y autorreforma constante.
Observación metodológica
Hemos huido conscientemente de la utilización de métodos o esquemas
i de
ó n
investigación estandarizados (tipo DAFO U otros) como recetas cuya aplicaci
mecánica sólo se sustenta si se desconoce el objeto que se va a investig y ar
que permiten descubrir sólo aquello que aparece ya predeterminado por el
:! esquema.
Por el contrario, hemos intentado aproximarnos al objeto en profundidad
mediante numerosas entrevistas con los actores y el análisis de los datos e informe
s
instituc ional,
disponibles. Ello se debe a la importancia que otorgamos ala cultura
como conjunto de normas, valores y hábitos arraigados en el tiempo y plasma dos
en prácticas estandarizadas, que suele ser una de las características típicas de las
universidades, instituciones usualmente de gran antigüedad y relativamente
aisladas del entorno, con culturas institucionales muy fuertes.
En todo caso, nuestro objetivo no es tanto elaborar una fotograf ía precisa
de la educación superior boliviana, o diseñar un esquema o modelo al que
ésta deba ajustarse, como colaborar en un proceso de cambio que, aun
necesitado de un horizonte, debe reconstruir éste a medida que avanza.
XX
C A P ÍT U L O \
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
I- El marco histórico
.
A La universidad en la historia de Bolivia
1. La educación superior en el siglo XIX
La historia de la Universidad boliviana se inició con la fundación en 1664 de
la Universidad Mayor, Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca.
La Universidad colonial de Sucre, cuya comunidad académica tuvo, por otra
parte, una participación muy destacada en la génesis del ideal indepen-
dentista1, fue la ú nica institución boliviana de educación superior hasta la
constitución $$ la Rep ública, Inmediatamente después de la consecución de
la independencia se inició un segundo ciclo de desarrollo institucional, con la
fundación durante la primera d écada de vida republicana de la Universidad
Mayor de San Andrés de La Paz, en 1830, y de la Universidad de San Simón
en Cochabamba dos a ños despu és. A lo largo del siglo xix, estas casas
superiores de estudios de Sucre, La Paz y Cochabamba monopolizaron la
actividad acadé mica de la Repú blica, y fueron la base de los programas
educativos que ensayaron los gobiernos. Así, el decreto orgá nico de las
universidades, elaborado por Tomás Frías y promulgado por el presidente
Ballivián en 1845, que se mantuvo vigente hasta 1908, dividió el territorio de
la República en tres distritos universitarios y encargó a las tres instituciones
universitarias existentes "de la Dirección e inspección de la Enseñanza General
del país"2. El planteamiento, reproducido en el decreto del 15 de enero de
1874, partía de "la existencia de una Universidad única, la Boliviana, de la
que las múltiples universidades existentes no serían más que sus distritos"3.
Aquellas tres universidades tenían, por supuesto, un bajísimo nivel de
diferenciación institucional, y una proporción abrumadora de los alumnos se
concentraba en las carreras de derecho y medicina. En cuanto a la relación de
la universidad con su entorno social, cabe recordar que aquélla reunía entonces
a un grupo muy reducido de estudiantes, procedentes de círculos elitistas.
En Bolivia, al igual que en el conjunto de América Latina o en la gran mayoría
1
ICA DE BOLIVIA
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBL
de los países de Europa hasta bien entrado el siglo xx, "la educaci
ón superior
a formar la é lite dirigente,
era concebida en términos de agencia4 destinada ñ as
fundamentalmente la élite política . Y alreded
" or de aquella s peque
masa
instituciones de élite la inmensa mayoíra de la poblac ió n, en particu lar la
ismo y la
campesina, se encontraba radicalmente excluida del alfabet
escolarización .
5
2 . La reforma universitaria
llo
En los años del cambio de siglo tuvo lugar un nuevo ciclo de desarro
ó con la etapa de mayor estabil idad del orden
institucional, que coincid i
oligárquico, marcada por la hegemonía del partido liberal . Se crearo
6 n entonces
tres nuevos distritos universitarios en el país: los de Santa Cruz (1879
1911), -
Potosí (1892) y Oruro (1892).
ia
Pero a finales de la década de los años 20, el cambio de la tendenc
o y las
econ ó mica (el inicio del declive secular de los precios del esta ñ )
reivindicaciones de la incipie nte "clase media " surgida al ampar o de la
,
expansión de la gran minería y el crecimiento del aparato estatal propici
aron
pugna s intraeli tistas, y las aguas del estanqu e
la emergencia de nuevas
nte a
universitario comenzaron a agitarse. En aquellos años llegó finalme
iniciado en
Bolivia, en efecto, la onda expansiva del movimiento estudiantil
,
Córdoba en 1918, que se concretó en las consignas autonomistas partidpativas
ncione s Nacion ales Univer sitarias de 1928 y 19297.
i y nacionalistas de las Conve
do
El dinamismo del movimiento estudiantil impulsó al presidente Hernan
de 1930. Y
Siles a crear una comisión para el estudio de la reforma en enero
a , el
pocos meses después, tras el golpe de Estado de junio de aquel mismo ño
r
2
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
La revoluci ón nacional
La revolución de abril de 1952, que liquid ó el viejo orden oligárquico e inició
abruptamente un ciclo radicalmente nuevo en la historia contemporánea de
Bolivia, no terminaría siendo, parad ó jicamente, un "momento constitutivo"9
fundamental para su sistema universitario.
. . .
8. Via-Reque y Cossío, Autonomía .,, ob cit r p. 32.
9. René Zavaleta, el más conspicuo pensador social boliviano, acuñó la expresión "momento constitutivo" para
describir el momento histórico en el que «las cosas comienzan a ser lo que son» ( Lo nacional-popular en
. .
Bolivia, México: Siglo XXI, 1986, p 180) Para Zavaleta, la revolución de 1952 fue un momento constitutivo
"complementario” en la historia de Bolivia, superpuesto a los dos grandes momentos constitutivos originales -la
domesticación del hábitat andino y la Colonia-, que impuso una impronta duradera en la trayectoria posterior
3
LA REFORMA D E LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
(Continuación nota 9)
del país al menos en dos sentidos: en primer lugar, en tanto que generó una matriz de relaciones (“matriz de
per
1952”) entre el Estado y los agentes sociales cuya herencia definirá la dinámica política del país por un íodo
de tiempo muy prolongado; en segundo lugar, porque la crisis revolucionaria fue un hito fundamental en el
proceso de formación del acervo de experiencias de los actores sociales y políticos, marcando profundamente
''
su memoria histórica.
10. M. Baptista, Revolución y Universidad en Bolivia, La Paz: Juventud, 1956, p. 105.
4
l\
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
4. Los añ os sesenta
En los años 60, cointidiendo con el primer crecimiento significativo de la
matrícula universitaria (que pasó de 5.000 estudiantes en 1950 a 11.000 en
1966) se fue extendiendo un profundo malestar entre gran parte de los
estudiantes, que generaron una visión credentemente crítica de la situación
de las casas superiores de estudios. Sus preocupadones se centraban, segú n
parece desprenderse del "Manifiesto" estudiantil de Cochabamba, en la
disodadón entre las casas superiores de estudios y la sociedad, en la inerda
burocrática que atenazaba a las instituciones, en el défitit de investigatión
científica, y en la ausencia, «realmente alarmante», de planificació11n del
crecimiento y de criterios rationales para la utilizadón de los recursos .
Ciertamente, deseaban promover una educación universitaria relevante
para el desarrollo económico nacional, modernizando sus institutiones. De
ahí, por ejemplo, su é nfasis en la investigación. Pero las declarationes de los
estudiantes revelan también su malestar por el crecimiento inorgánico de las
universidades, que en verdad había sido una preocupadón constante de todos
los actores interesados en la education superior casi desde el establecimiento
mismo de la autonomía12. Y a mediados de los años 60, ese malestar de larga
data con los derroteros que estaba siguiendo el desarrollo de la autonomía
universitaria encontró un nuevo aval teórico y argumentos m ás sólidos en
los trabajos de la CEPAL, con su énfasis en la planificación, en la necesidad de
crear sistemas de educación superior que pudiesen ser planificados en
conjunto y coordinados entre sus partes .
13
.
1 1 Manifiesto Revolucionario de los Estudiantes de San Simón, 23 de julio, 1966 .
12. Ya en la IV Convención de Estudiantes, celebrada en 1938, habían abundado lecturas fuertemente críticas
sobre un desarrollo autonómico que estaba llevando a las universidades a comportarse «como si fueran
. .
Universidades enemigas o extranjeras» ( Vía-Reque y Cossio, Autonomíaob cit , p 28), o «como si se
.
tratara de Universidades ubicadas en paí ses distanciados por la raza, el idioma y la cultura» [ ibfd , p. 29)
13 Véase, por ejemplo, CEPAL, Educación, recursos humanos y desarrollo en América Latina, Nueva York:
.
Naciones Unidas, 1968
.
14. Sobre la crisis de la universidad liberal, véase H Taborga, Mito y realidad de la Universidad Boliviana, Los
Amigos del Libro, Cochabamba, 1970.
5
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
... .
15. Vía-Reque y Cossfo, Autonomía , ob. cit , pp. 52 y 56. Véase asimismo Jorge Komadina, La reforma
1
.
universitaria, proceso y estructura, en Runayay;Cochabamba, UMSS, 1992
. ... .
16 Ill Congreso Nacional de Universidades, en Vía-Reque y Cossfo, Autonomía , ob. cit., p. 53
s
. - .. .
17 Vía Reque y Cossio, Autonomía . , ob. cit , p. 56. 1
--
S*.
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
5 . El gobierno de Banzer
En agosto de 1971, un golpe militar apoyado por las fuerzas "de orden" puso
término al breve experimento populista de Torres, y abortó los procesos de la
"revolución universitaria" en curso. Las universidades públicas, que habían
tenido una participación muy destacada en las actividades de la Asamblea
Popular, y que se habían convertido a los ojos de la derecha en una expresión
particularmente perversa de las tendencias "anárquicas" que impedían el
desarrollo de la sociedad boliviana, fueron intervenidas de inmediato por las
nuevas élites políticas del Estado, que deseaban someterlas a una reestruc-
turación profunda.
Por desgracia, no hemos encontrado trabajo alguno dedicado al análisis
global y sistemá tico de la controvertida reforma que ensayó el gobierno de
Banzer (1971-1978); una reforma que ha sido descrita recientemente como un
esfuerzo por crear un sistema universitario unificado y capaz de «lograr una
administración racional, una mayor eficiencia interna, afrontar el problema
de la equidad al establecer matrículas diferenciadas», y alterar las relaciones
entre las casas superiores de estudios y la sociedad, «con indicios de mayor
rendición de cuentas»18.
Sus principales innovaciones institucionales fueron, en cualquier caso, la
creación de un nuevo organismo coordinador, el Consejo Nacional de
Educación Superior (CNES), y la aprobación de una Ley Universitaria que
incluía un cambio fundamental en materia de organización acad é mica,
dise ñ ando una nueva estructura departamental que debían adoptar
obligatoriamente todas las universidades.
Pero lo cierto es que la resistencia interna de la comunidad académica
paralizó casi por completo la aplicación efectiva de las medidas de reforma.
En concreto, el nuevo organismo coordinador tuvo que enfrentar una
oposición cerrada «por su origen oficial», pese a que «su necesidad histórica»19
venía siendo reconocida desde mucho tiempo atrás por todos los actores
interesados en la reforma universitaria, que aspiraron siempre a superar el
aislamiento y la desconexión de las instituciones. Por lo tanto, y con inde-
pendencia de la importancia que pueda darse a sus logros parciales (moder -
nización de los sistemas de estadística, desarrollo de actividades de extensión),
aquel ensayo de reforma estructural, que en verdad es hasta hoy el único
emprendido por el Estado de la historia contemporánea de la universidad
boliviana, estuvo radicalmente limitado desde el principio por el rechazo
frontal de la comunidad universitaria.
18. M. Contreras, "La evolución de las políticas universitarias en Bolivia", en H. Grebe (comp.), Educación
.
superior: contribuciones ai debate, La Paz: Milenio, 1996, p 17.
19. M. Rolón Anaya, La crisis universitaria, Oruro: Editorial Universitaria, 1975, p. 59.
7
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
2 0. Véase Rolón Anaya, La crisis..., ob. cit., y J. Siles Salinas,La Universidady el bien común, La Paz:UMSA, 1972.
21. En este punto es necesario recordar la distancia real que separa al débil régimen de Banzer, enormemente
dependiente del poder personal del general, del resto de (os «nuevos autoritarismos »» latinoamericanos. Véanse
-
J. M. Malloy y E. Gamarra, Revolution and Reaction: Bolivia, 1964 1985, New Brunswick: Transaction Books,
1988, cap. 3.
22. V Congreso Nacional de Universidades. Acta de Constitución del CEUB, pp. 15-16.
8
11
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
9
m
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
que aquéllas tuvieron que toparse también necesariamente con una «seria y
sistemática no atención de sus necesidades presupuestarias»27 Se inidó, en .
2 3 P o r e l contrario, en el período 1970-71, durante el breve mandato del general Torres, se produjo una
.
configuración muy parecida, y otro tanto podría decirse de los desarrollos que culminaron con el enfrentamiento
abierto entre los gobiernos movimientistas y los sindicatos mineros a partir de 1956.
. .
24 G Sánchez de Lozada, “La nueva política económica”, Foro Económico 5, La Paz: ILDIS, 1985, p. 6.
25. M. Contreras, «La evolución de las políticas universitarias en Bolivia», en H. Grebe (comp.), Educación
superior contribuciones al debate, 95-121, La Paz: Milenio, 1996, p. 108.
.
26 G. Rodríguez, “Políticas públicas y modernización de la Universidad Boliviana”, en H Grebe (comp.),
.
.. . .
Educación superior. , ob. cit , p 136.
... .
27. Vía-Reque y Cossio, Autonomía , ob. cit , p. 62.
10
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
11
OLIVIA
LA REFORMA DE LA U N I V ER S I D A D PÚBLI CA DE B
.
29 Ibíd.t p. 66.
. - .
30 ibid, pp. 69 70
.. . . -
31. G Rodríguez, “Políticas públicas . ”, ob. cit , pp 125 126.
.
.
32 G. Rodríguez, “Las universidades privadas en Bolivia”, Estudios de Milenio 6, La Paz
.
, 1986, p. 27
12
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
. . .
33 M Virreira y E. Llanos, Universidades privadas en Bolivia Estudio preliminar, La Paz: CEUB, 1996.
.
34. CEUB, Reforma universitaria (documento de discusión), La Paz, diciembre 1993, p 11 (énfasis nuestro).
.
35. CEUB, Documentos para la reforma universitaria, tomo III, La Paz, diciembre, 1993, p 11.
13
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DÉ BOLIVIA
r,
pretend ía y entend ía el Gobierno, un mecanismo técnico de mejoramiento
de su calidad educativa.
I
Pronto se vería, en ese marco, que existía una distancia significativa entre
contar con una ambiciosa disposición legal y disponer de una capacidad real
de materializarla. El Gobierno no encontró interlocutores internos en el siste-
ma universitario. Tampoco pudo explicar adecuadamente a la sociedad civil í
F
3 6. M. Contreras, “La evolución...", ob. cit. , p. 116.
14
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
15
LA REFORMA D E L A UNI VE R S I DAD PÚBLICA D E BOLIVIA
37. Ninguna cifra incluye a lá Escuela Militar de Ingeniería (EMi), cuya matrícula en 1996 ascendía a 1.156
estudiantes.
16
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
CUADRO 1.1
ESCOLARIZACIÓN SUPERIOR EN AMÉ RICA LATINA. TASAS BRUTAS
Pa íses 1975 1980 1985 1991 1994/5
Argentina 27, 2 21 , 6 36 , 4 43,4 35,8
BOLIVIA 11.7 17,2 22,3 22, 6 22,8
Brasil 10,7 11,9 11.2 11.7 14, 4
Chile 16,2 13,2 15,9 23,3 26, 6
Colombia 8, 0 10,2 12,6 14 ,8 17,5
Ecuador 26, 9 36,5 33,1 20 ,1 19 ,7
Paraguay 7,0 8 ,5 8, 9 8 ,2 12,3
Perú 14 ,6 19, 4 24,3 39, 4 28,3
Uruguay 16 ,0 17,6 31 ,7 32,0 29,9
Venezuela 18 ,1 21,4 26,4 29,5 31 , 4 •
Fuente: Anuario Estadístico (UNESCO, varios años) , y Carmen García Guadilla, Situación
30
38. Cuando no están disponibles los datos para los años considerados se incluyen cifras correspondientes al
año anterior o posterior.
.
39 E. Hobsbawm, Age of Extremes. The Short Twentieth Century, Londres: Michael Joseph, .1994; p 297. .
17
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
CUADRO 1.2
ESCOLARIZACÍÓN SUPERIOR EN 1993: BOLIVIA Y PAISES DESARROLLADOS
Estados Unidos 79,7
Noruega 54,5
Francia 49,7
Corea 48, 2
Holanda 47,1
España 44 ,1
Suecia 40, 1
Italia 37,3
Irlanda 36,4
Alemania 35,6
BOLIVIA 22 ,8*
(*) 1994. Fuente: C. García Guadilla, Situación y principales..., ob. clt .
18
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
3
en el área rural40, y estarían de este modo claramente por debajo del promedio
latinoamericano. Los datos de la UNESCO, sin embargo, apuntan a una
cobertura más alta, y sitúan a Bolivia en un nivel semejante al de Brasil o
Chile (cuadro 1.3).
i
CUADRO 1.3
I COBERTURA DE - LA EDUCACIÓN PRIMARIA: BOLIVIA Y PAÍSES SELECCIONADOS
i
Países 1980 1985 1990
1¿
BOLIVIA Bruta 87 95 95
i BOLIVIA Neta 79 86 91
Argentina Bruta 106 105 106
Brasil Bruta 99 101 109
Neta 81 82 89
Chile Bruta 109 105 100
Colombia Bruta 124 113 117
Neta 72 83
Paraguay Bruta 104 104 108
Neta 87 88 95
Fuente: UNESCO.
40. M. Casanovas, “La política social en el ajuste”, en ILDIS, Aspectos sociales de diez años de ajuste, La Paz ,
1996.
41. M. Casanovas, “La política social...", ob. cit., p. 83.
19
LIVIA
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BO
áreas del país son relativamente pocos los que terminan la educación primaria
,
y casi nadie acaba la secundaria . Pero un porcentaje elevadísimo de los que lo i
hacen, tanto en el campo como en las ciudades, ingresa en las universidades
públicas y privadas.
CUADRO 1.4
ESCOLARIZACIÓN SECUNDARIA EN AMÉRICA LATINA. TASAS BRUTAS
Países 1975 1980 1985 1991
Argentina 54 56 71 71 r .
BOLIVIA 31 35 37 34
Brasil 26 34 38 39 i
Chile 47 53 67 72
Colombia 39 41 48 55
Ecuador 39 51 55
Paraguay 20 27 30 •
30
Perú 46 59 63 68
Uruguay 60 62 72 84
Venezuela 45* 22 24 34
Medí a 41 46 50 54
B . Desigualdad y marginalidad y.
i-
i
r
,
42 Venezuela ha revisado sus tasas de escolarización secundaría, referentes a los anos 80 reduci
. éndolas t-
mente. Inicialmente se estimaba el 41% para 1980, pero en los años 90 seha declarado una tasa
considerable
de escolarización del 22% únicamente para esa fecha. V
43. M. Cají as de la Vega, "1995: La educación boliviana ante el desafío de la reforma", en ILDIS , Informe Social X
. -
2. Bolivia 1995, La Paz, 1996, pp 107 108.
Y
20
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
primaria a la secundaria en la que, para empezar, sólo contin úa una parte del
grupo que logra concluir el primer nivel. De nuevo hay que destacar el
contraste rural-urbano en los niveles de escolarizadón secundaria, que es
aún mayor en este tramo educativo que en el ciclo básico.
Según las cifras más optimistas, en efecto, sólo un 35% de la población
rural participaba en 1993 en el ciclo intermedio, frente a un 65% de la urbana .
44
Pero, ante todo, las tasas de deserción en el medio rural son tan elevadas que
al parecer sólo el 1,4% de los varones y el 0,7% de las mujeres consiguen
ingresar en el último añ o de secundaria para optar al título de bachiller que
les permitirá acceder a la educación superior.
CUADRO 1.5
TASAS DE ANALFABETISMO ABSOLUTO EN BOLIVIA
Y PA ÍSES LATINOAMERICANOS
1 BOLIVIA 20
2 Brasil 13
3 Perú 13
4 Ecuador 12
5 Colombia 12
6 Paraguay 10
7 Venezuela 10
8 Chile 5
9 Uruguay 4
10 Argentina 3
21
L A R E F O R M A D E L A U N I V E R S I D A D P ÚB L I C A D E B O L I V I A
CUADRO 1.6
BOLIVIA: NÚMERO DE PROVINCIAS POR TRAMOS DE ANALFABETISMO ,
SEGÚN DEPARTAMENTO, 1992
La Paz 19 1 2 16
Cochabamba 16 1 1 14
Oruro 16 0 5 11
Potosí 16 1 0 15
Tarija 6 0 2 4
Santa Cruz 15 3 7 5
Beni 8 2 4 2
Pando 5 0 2 3
.
45 M. Contreras, "Hacía la construcción del mercado de la educación”, en revista Unitas, 15, p. 31.
22
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
5
CUADRO 1.7
ANALFABETISMO EN BOLIVIA: TASAS NACIONALES, DEPARTAMENTALES
Y POR PROVINCIAS SELECCIONADAS
Fuente: INE, con datos del Censo Nacional de Población y Vivienda de 1992 .
46. R. Coa, Diagnóstico social de Bolivia, La Paz: UDAPSO, 1995, pp. 7-8.
23
CA DE BOLIVIA
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLI
a en
Finalmente, que, segú n datos de un estudio de UDAPSO sobre La pobrez ún
Bolivia, el 65,7% de los hogares a nivel nacional rural mostraban en
1992 « alg
, que en el
rezago» en asistencia escolar, añ os aprobados y/o alfabetismo y
área rural la proporción se elevaba al 84,7%. .
, ían
Las cifras, sin duda poco ajustadas y a veces contradictorias podr
multiplicarse, pero resultaría muy dif ícil, en cualquier caso
, exager ar la
í os que enfrenta el país en el proceso de reduci r la
magnitud de los desaf ó n
de la poblac i
marginalidad escolar, que alcanza a un porcentaje abrumador la
de
rural, y en particular a sus mujeres, y de mejorar la calidad global
educación básica y secundaria.
24
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
presupuestaria, resulta sin duda preferible asignar el poco dinero que hay a
la educación básica.
En este contexto de pugna distributiva, los actores del sistema uni-
versitario pú blico han tendido a recordar que la eficacia de las instituciones
universitarias y, por lo tanto, la «rentabilidad social» de las inversiones en
educación superior, no pueden determinarse sin atender a sus contri-
buciones más «intangibles», inaccesibles a un discurso que consideran
rígidamente «economicista». Se afirma, en efecto, que más allá de los
beneficios personales que puedan obtener sus titulados en el mercado, la
educación superior p ública desempeña un papel fundamental e insustituible
en el fortalecimiento o la construcción de la identidad nacional, al igual que
en el sostenimiento y desarrollo de su autonomía científica e intelectual.
Desde esta perspectiva, las políticas y estrategias que algunos organismos
internacionales (ante todo, el Banco Mundial) recomiendan hoy a los países
en desarrollo, tendrían la consecuencia real de debilitar la capacidad nacional
para debatir con un mínimo de independencia modelos de crecimiento; para
mantener una producción intelectual autónoma y sostener foros para el
desarrollo de la conciencia cívica y la crítica social. Y es que estas tareas, tal
como sostuvieron en abril de 1993 los numerosos intelectuales
latinoamericanos reunidos en Antigua bajo los auspicios de la UNESCO,
desaparecerán sin más de la agenda si no las encara un sistema universitario
pú blico suficientemente financiado.
Al respecto, cabría afirmar que, como tantas veces, cada uno de los actores
enfrentados tiene su cuota de verdad. Resulta indiscutible, en efecto, que la
relevancia social de las universidades no puede determinarse a base de
indicadores cuantitativos. Pero desde nuestro punto de vista, es el criterio
normativo de la equidad, y no la mayor o menor «eficiencia externa» de
las inversiones, el que proporciona el argumento m ás sólido a quienes
proponen alterar de un modo sostenido las prioridades del gasto pú blico
en educación.
Es verdad que sólo un financiamiento público adecuado en cada uno de
los niveles del sistema educativo puede maximizar la libertad real de todos
los ciudadanos, contribuyendo a mitigar las desigualdades derivadas de la
herencia familiar (en renta y capital cultural): es responsabilidad del Estado
democrá tico, en efecto, garantizar el derecho de todos a recibir una buena
formación, con independencia de su origen social. En este sentido, es f ácil
ver que en Bolivia, como en el conjunto de América Latina, no se alcanzan ni
de lejos los par á metros internacionales generalmente aceptados como
umbrales mínimos de gasto en educación. Así, las críticas de los actores sociales
populares -sobre todo la COB-, que se niegan a entrar en el debate sobre las
prioridades del gasto social, argumentando que lo que debe discutirse es la
necesidad de aumentarlo y la falta de voluntad política para hacerlo, contienen
un n úcleo de verdad indiscutible. En Bolivia y países vecinos, la construcción
de un Estado benefactor, por medio de una profunda reforma tributaria y de
25
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
una redistribución radical del gasto público a favor del gasto social, cont
ínuai
siendo la gran asignatura pendiente de los gobiernos democráticos.
CUADRO 1.9
GASTO PÚBLICO EN EDUCACIÓN SOBRE EL PIB (%)
26
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
27
L A R E F O R M A D E L A U N I V E R S I D A D PÚB L I C A D E B O L I V I A
28
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
a esto último es muy f ácil ver, por ejemplo, que el debate sobre las prioridades
del gasto público en educación sólo puede plantearse como un juego de "suma
cero", y ser percibido como tal por la opinión pública, en la medida en que la
universidad, contradiciendo los temas centrales de su discurso, se ha aislado
realmente de su medio.
Esta aparente paradoja de una cultura "abierta" hada la sodedad que acaba
por amparar el aislamiento de las universidades puede comenzar a explicarse
atendiendo al hecho de que su desarrollo desigual, profundamente des-
equilibrado a favor del compromiso con intereses externos, ha terminado
produdendo en los hechos un substrato cultural amorfo y, por lo tanto, muy
débil. Así, sabemos que solamente en momentos históricos muy específicos,
cuando la universidad se enfrentó a referentes externos que entonces se
presentaron como indiscutibles y unívocos (la "revolución sodal" a finales de
los años 60 o la "lucha por la democrada" a finales de los 70, por ejemplo)
aquélla "cultura" pudo realmente aglutinar y guiar a la comunidad académica,
dotándola de objetivos y metas. Y sabemos también que a medida que esos
referentes externos se fueron diluyendo en la complejidad y las contradic-
dones de la acd ón política cotidiana, fue revelándose con crudeza la inexis-
tenda de valores y orientaciones cognitivas comunes, la ausencia de una
cultura institutional propiamente dicha. Podemos decirlo de otra manera: no
ha habido nunca una cultura universitaria fuerte que haya optado por el
compromiso sodal; por el contrario, ese compromiso fue el que creó, en
determinados momentos, una apariencia de "cultura".
La falta de motivación y la inoperanda de los mecanismos informales de
control dentro de la comunidad académica son hoy síntomas evidentes de la
extrema debilidad de la cultura universitaria. Y es que si los valores académicos
de la excelencia en la actividad docente e investigadora apenas han arraigado
en unas institudones que estuvieron casi siempre volcadas en otras tareas
que paretían más importantes y urgentes, los valores políticos de la autonomía
y la democracia interna carecen hoy de la fuerza integradora que extrajeron
en algún momento de la identificación con otros actores (la clase obrera, el
movimiento popular) o la negación de enemigos externos (los gobiernos
autoritarios, el imperialismo).
El problema es, por supuesto, que en esta situación, rayana en la anomia,
los liderazgos universitarios encuentran muchas dificultades para apelar al
colectivo, legitimarse frente a él, motivarle y establecer una comunicación
fluida con sus miembros. Y si unos y otros no comparten un conjunto de
I
l normas-valores y de modos de "hacer las cosas" relativamente consistente, la
5
¡
9 contrapartida es que cualquier objetivo espurio puede parapetarse detrás de
£ alguna interpretation de la herenda cultural redbida, manipulando los viejos
valores políticos para defender intereses corporativos estrechos o para ocultar
la propia mediocridad.
Pero la constante manipuladón de los valores de la cultura universitaria
no debería confundirnos: no debería llevarnos a pensar que la cultura,
29
LIVIA
LA R E F O R M A D E LA U N I V E R S I D A D PÚBLICA D E B O
47. A. Vía-Reque, "La Universidad Boliviana”, Boletín Documentación 23, CEPROLAI, noviembre 1989, p. 27.
31
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
32
i*.
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
33
L A R E F O R M A D E L A U NI V E R S 1 D A D P üB L 1 C A D E B O L I V I A
34
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
.
A La profundidad de la crisis
.
49 El Estado boliviano sólo abandonó su tradicional pasividad frente a las universidades en momentos en que
también se quebró la institucionalidad democrática del país (1971-78; 1980-82).
35
L A R E F O R M A D E L A U N I V E R S I D A D PÚ B L I C A D E B O L I V I A
.
5 0 F. Calderón y R. Laserna, Paradojas de fa modernidad. Sociedad y cambios en Bolivia La
, Paz: Milenio/
-
CERES/Los Amigos del Libro, 1995, pp. 58 59.
51. CEUB, Reforma Universitaria, ob. cit., pp. 8-11.
.
52. Véase, por ejemplo, G Ruiz Martínez, Mito y realidad de la Universidad Pública, Cochabamba: Univalle
(Univalle).
,
1990. Ruiz Martínez es actualmente rector de la mayor universidad privada de Bolivia
36
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
1. La equidad
El debate sobre las universidades públicas comenzó centr ándose exclusi-
vamente en la discusión del monto de recursos públicos que recibe para su
únandamiento, comparativamente muy superior al que recaudan la educadón
primaria y secundaria. Se trata sin duda un tema clave, que exige una discusión
razonada de las prioridades del gasto público en educación en un país como
Bolivia, que en un entorno de recursos escasos hereda una distribución
radicalmente desigual de las oportunidades de acceso a la educación sobre
ejes clasistas, geográficos, étnicos y de género.
En estas condiciones, resultaría muy dif ícil cuestionar que la superadón
de esas desigualdades seculares debe ser un objetivo prioritario de cualquier
proyecto de reforma de la universidad en Bolivia. La mayoría de los bolivianos
redbe una educadón primaria incompleta o de una pésima calidad, no accede
al nivel secundario y simplemente no puede pensar en cursar estudios
superiores. Y los debates del último lustro han comenzado a incorporar al
sentido comú n de los bolivianos que esta realidad exige claramente una
redefinición de la estructura del gasto en educación desde el valor democrá-
tico del igualitarismo y, por lo tanto,una reforma progresiva de las modalida-
des de financiamiento de la universidad pública . Sin embargo, como
argumentaremos de inmediato, esta constatación no tiene por qué llevar a
plantear las relaciones entre la universidad y los primeros segmentos del
proceso educativo como un juego de suma cero, por un lado, ni conducir
tampoco a una jibarización del sector universitario p úblico.
2. Eficiencia y calidad
Por lo que se refiere al desempeño de las universidades públicas, existe, más
allá de la disputa sobre las cifras, una conciencia generalizada de que su
eficiencia interna se ha ido deteriorando hasta llegar a irnos niveles realmente
críticos. Las tasas de graduación, como veremos en su momento, muy bajas
incluso consideradas en el contexto latinoamericano, y los datos que reflejan
los niveles de deserción y de permanencia de los estudiantes en las aulas son,
con independencia de su mayor o menor fiabilidad en el detalle, ciertamente
preocupantes.
Desde luego, las críticas al bajo desempeño de las universidades públicas
| se han concentrado en exceso en revelar su escasa eficiencia institucional, y
han elaborado mucho menos sobre la calidad de la educaci ón impartida, una
variable que resulta sin duda mucho más dif ícil de medir, pero sobre la que
también existe una insatisfacción general. Todos los entrevistados por este
equipo han hecho una y otra vez hincapié, en efecto, sobre el déficit de los
% recursos docentes de las universidades, tanto en lo que refiere a la formación
de sus profesores como al deterioro de sus infraestructuras. En este punto es
además donde se han concentrado las críticas a las nuevas universidades
37
L A R E F O R M A D E L A U N I V E R S I D A D P Ú B L1C A D E B O L I V I A
privadas, muchas de las cuales operan, tal como ha evidenciado una reciente &
evaluación encargada por el Ministerio de Educación, sin disponer de los rr-
recursos mínimos necesarios para ofrecer una educación que pueda calificarse $É* " -
sin rubor de "universitaria". Finalmente, el com ún de los académicos y de los
actores de la sociedad civil consultados coincide en afirmar que «es
53. Desde luego,
definitivamente cierto que la Universidad apenas investiga »
fe -
la inmensa mayor ía de las universidades privadas ni investiga en absoluto ni
se plantea siquiera el hacerlo, pero el problema central se sitú a en las
universidades públicas. Las universidades públicas son responsables, en p®
efecto, de la práctica totalidad del esfuerzo boliviano en investigación y ¡fe
desarrollo, pero resulta evidente, salvando por supuesto una multitud de W ?-
esfuerzos individuales altamente encomiables, que su aportación institucional
~V>:V
: ? '/
al desarrollo de nuevos conocimientos es casi nula en la mayor ía de las áreas.
£•': ;
-
institucional no pueden entenderse ni abordarse sin revisar la matriz de
relaciones que ha ido generándose a lo largo de la historia de Bolivia entre
las universidades, el Estado y la sociedad civil. La cuestión central en este VÍ -
punto atañe a la interpretación del sentido y la demarcación de los límites del •
-
v. ;.
53. G. Mariaca, “La ética de la reforma Propuesta al II Congreso Universitario”, La Paz, 1996, p. 3.
.
38
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
4. El gobierno institucional
El gobierno y la gestión de las universidades p úblicas es otro tema clave en
todos los diagnósticos de la crisis. Ya hemos anotado que las universidades
públicas bolivianas han heredado una estructura de autoridad que no tiene
equivalentes en ninguna otra parte, el cogobierno docente-estudiantil, que
i añade una buena cantidad de acentos peculiares a la problemá tica tradicional
del gobierno y la gestión de las instituciones universitarias. Y en este punto,
es indudable que se ha ido generando también un creciente consenso en torno
a la idea de que el cogobierno, tal como se practica actualmente, dificulta la
d
gobernabilidad y la gestión racional de las comunidades académicas;
1
54. Véase R . A. Mayorga, “Bolivia’s silent revolution ”, en Journal of Democracy 8(1 ), 1997.
39
L A R E F O R M A D E L A U N I V E R SI D A D P ÚB L IC A D E B O L I V I A
V. Conclusiones
Si algo ha quedado claro para los miembros de este equipo a lo largo de sus
conversaciones con los actores locales ha sido que todos ellos reconocen (más
allá de las profundas divergencias que sin duda separan a unos y otros) que
hay una reforma pendiente, de cuyo éxito dependerá el futuro del sector.
Que se trata, además, de una reforma estructural, de un proceso que deberá
ir alterando profundamente las relaciones tradicionales entre los miembros
de la comunidad académica, y entre la universidad, la sociedad y el Estado.
Que la universidad boliviana vive, por lo tanto, una situación de crisis en la
acepción literal del término: se enfrenta a un decisivo "punto de transición"
Y es que, como recordaba hace algunos años André Gunder Frank,
í o, la palabra crisis hace referencia a
«la crisis no significa el fin: por el contrar
una época cr ítica durante la cual se evitará el fin, de ser posible mediante
nuevas adaptaciones; sólo si éstas fracasan, el fin se torna inevitable»55.
Desde luego, en este caso no cabe pensar que nos estamos jugando tanto
como la supervivencia de la universidad en Bolivia. Pero todos sabemos que
los costos de la inacción o del fracaso continuado de los esfuerzos reformistas
serán enormes.
Es necesario destacar hasta qu é punto el momento de transición que
enfrentan las universidades en el presente es radicalmente distinto de los
que enfrentó en el pasado. Ante todo, porque hasta ahora ninguno de los
actores ponía en duda que la educación superior fuera la principal fuerza
motora del crecimiento económico y la transformación social56. Hoy, como
hemos visto, se cuestiona, por el contrario, el derecho de la educación superior
a detraer unos recursos públicos escasos a los ciclos básico y secundario. De
este modo, los sistemas universitarios parecen haber pasado de ser promesa,
. . .. .
5 5. A. G. Frank, “Crisis de ideología e ideología de la crisis", en S Amin, G Arrighi, A G Frank e I Wallerstein,
Dinámica de ia crisis global, México: Siglo XXI, 1983, p. 119.
56. C. Tunnermann, «A new vision of higher education», en Higher Education Policy 9, 1996, p. 11.
40
EL CONTEXTO DE LA REFORMA
.
57. UNESCO, Policy Paper on Change and Development in Higher Education, Paris, 1994
41
LA REFORMA DE LA UNIVER SI DAD P Ú BLI C A DE BOLIVIA
análisis del Banco Mundial58, y ello es así porque a su lectura subyace lina
concepción muy diferente de las funciones y la utilidad de las universidades
públicas.
Si para el Banco Mundial parece tratarse ante todo de que aquéllas se
adapten a las condiciones del nuevo modelo de crecimiento inducido por el
mercado y no lastren excesivamente los presupuestos públicos, de modo que
los Estados puedan invertir más en la educación básica para reducir la pobreza
en las condiciones del ajuste (tal es el objetivo central del Banco), la UNESCO
espera sin duda mucho más de ellas. Pide a las universidades públicas, en
efecto, que se atrevan a afrontar los desaf íos del presente, emprendiendo los
cambios necesarios para alcanzar una mayor relevancia social, contribuyendo
al objetivo de promover un desarrollo humano sostenible.
Desde luego, una de las líneas de acción estratégica en la que la universidad
pública deberá demostrar a la sociedad su relevancia en el futuro inmediato
es la mejora de la calidad de la educación en los primeros niveles del ciclo
educativo, con los que debería interactuar de un modo positivo. Sin la
participación de la universidad pública resulta muy dif ícil imaginar, en efecto,
el progreso sostenido de una reforma educativa cuyo valor estratégico para
el país nadie puede discutir. Y es indudable que la ciudadanía, que es
perfectamente consciente de la importanc ia de la educaci ó n y que está profun- :
damente insatisfecha con su situación actual , sabr á valorar , para bien o para ^rr -
.
5 8 V éase Banco Mundial, La enseñanza superior Las lecciones derivadas de la experiencia
, Washington,
. .
1995.
Í V
42
C A P ÍT U L O II
EL SISTEMA UNIVERSITARIO BOLIVIANO
CUADRO 2.1
UNIVERSIDADES PÚBLICAS DE BOLIVIA
Fuente: CEUB, La Universidad Boliviana en cifras. Análisis estadístico 1985 1996. La Paz, 1997.
-
43
/
LA REFORMA D E LA U N I V E R S I D A D PÚBLICA D E BOLIVIA
CUADRO 2.2
TAMAÑO MEDIO Y CONCENTRACIÓN
44
EL SISTEMA UNIVERSITARIO BOLIVIANO
vaciando de sentido. Y hoy resulta desde luego muy dif ícil justificar la exis-
tencia de una universidad autónoma en la deprimida zona minera de Llallagua
(Potosí). Pero también habría que calibrar la racionalidad de sostener como
instituciones independientes (y desconectadas) las universidades de Or uro
y Potosí. Lo mismo vale para las dos pequeñas universidades de los departa-
mentos de Beni (José Ballivián) y del Pando (Amazónica), con sus poco más
de 2.000 y 350 alumnos matriculados, respectivamente.
Las afirmaciones precedentes son perfectamente compatibles con el
reconocimiento del importante avance que ha supuesto la extensión de la
cobertura geográfica de la educación superior, mediante la creación de
instituciones universitarias en todos los departamentos. De hecho, en un país
que presenta unas enormes dificultades prácticas para la movilidad geográfica
de los estudiantes,la satisfacción del principio de igualdad de oportunidades
exige la presencia f í sica de la universidad pública en todos los departa-
mentos, y todos ellos tienen muy buenas razones para reclamarla. Y es
indudable que la multiplicación de universidades públicas ha contribuido en
gran medida a corregir las desigualdades territoriales en las oportunidades
de acceso a la educación superior, que gradas a ellas ha llegado a un porcentaje
significativo de la población de los departamentos m ás deprimidos. El
contraste con la universidad privada es a este respecto muy llamativo, dado
que ésta sólo alcanza a porcentajes significativos de la población en los tres
departamentos del Eje Central.
Sin embargo, los porcentajes de población universitaria sobre la población
total en los departamentos de Potosí, Beni o Pando, muy alejados de la media
nacional, demuestran los límites de la mera multiplicación de universidades
pú blicas (cuatro universidades autónomas en los tres departamentos) como
procedimiento de igualación territorial. Pero si el procedimiento no garantiza
la igualdad, sí garantiza en cambio la multiplicación de los costos, y por ello
resulta necesario discutir nuevos modos de facilitar el acceso a la educación
universitaria en los departamentos. La intensificación de los contactos entre
i las instituciones, que, comenzando por el desarrollo de programas conjuntos,
podría tender en un plazo razonable a su fusión en universidades multicampus,
y el cambio progresivo hacia modelos duales (presencial y a distancia) de
i instrucción, pueden ser en este sentido alternativas razonables para combi-
nar las exigencias igualitarias con la necesaria reducción de los costos.
46
¡
EL SISTEMA UNIVERSITARIO BOLIVIANO
CUADRO 2.3
UNIVERSIDADES PRIVADAS DE BOLIVIA
. .
1 La matrícula de la Universidad Católica de Bolivia se refiere al año 1995
47
L A R E F O R M A D E L A U N I V E R S I D A D P ÚB L I C A D E B O L I V I A
CUADRO 2.4
DISTRIBUCIÓN GEOGR ÁFICA DE LA MATR ÍCULA
DE LAS UNIVERSIDADES PRIVADAS
48
EL SISTEMA UNIVERSITARIO BOLIVIANO
49
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
CUADRO 2.5
CARRERAS DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA BOLIVIANA (LICENCIATURA)
50
EL SISTEMA UNIVERSITARIO BOLIVIANO
51
DE BOLIVIA
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA
52
EL SISTEMA UNIVERSITARIO BOLIVIANO
está compuesta por alumnos extranjeros, atraídos por las facilidades de ingreso
(no existe prueba de admisión) y por el bajo costo de la colegiatura en Bolivia, .
en comparación con los países vecinos. Así, en dos universidades privadas de
Cochabamba (Universidad del Valle, Técnica Privada "Cosmos") que ofertan
programas de medicina, más del 40% del alumnado en 1995 era de nacionalidad
peruana y brasileña2; en otras dos de más reciente creación (UNISUR yUPAL) la
proporción de extranjeros supera el 80%.
No debería extrañar que esta abundantísima oferta de carreras de medicina
haya provocado de inmediato sospechas sobre la calidad de la formación que
están recibiendo los futuros practicantes de una profesión tan delicada, y
abundantes críticas sobre la absoluta ausencia de control gubernamental en
la materia. La situación se ha corregido finalmente a nivel normativo con la
inclusión de un artículo dedicado específicamente a los requisitos de
infraestructura y equipamiento que deben satisfacer las universidades
privadas que ofrecen carreras en el área de salud. Falta ahora que el Estado
efectúe una rigurosa inspección sobre ellas.
3. El contenido curricular
El contenido curricular de los programas de pregrado en las universidades
públicas es objeto de frecuentes críticas desde distintos sectores de la sociedad
civil. Desde el mundo empresarial se afirma recurrentemente, por ejemplo,
que los contenidos de la enseñanza que reciben los alumnos en determinadas
áreas están muy alejados de las necesidades de la empresa moderna . Y esto
es así incluso en los departamentos que, como Cochabamba, tienen una
universidad pública notablemente m ás dinámica que la media .
3
2. G. Rodrí guez Ostria, "Las universidades privadas en Bolivia", Estudios de Milenio n. 6, La Paz, 1996, p. 18.
3. PllE, Informe final consultorfa PHEa la Universidad Mayor de San Simón, Cochabamba, 1995, pp. 57-58 .
53
L A R E F O R M A D E L A U N I V E R S I D A D PÚB L I C A D E B O L I V I A
B . Programas de posgrado
El posgrado es una experiencia muy reciente para las universidades pú blicas
bolivianas. Al finalizar la década pasada, este nivel educativo ten ía escasa
profundidad y cobertura y se ceñía a las universidades públicas. Apenas
podían registrarse tres maestrías estables, dos de ellas en la Universidad Mayor
de San Andr és (UMSA) y la otra en la Universidad Autónoma Gabriel René
Moreno, y en conjunto su matrícula no superaba los doscientos estudiantes.
En la primera institución se trataba de una maestría multidisciplinaria en
"Estudios del Desarrollo" y otra en "Salud Pública", ambas organizadas por
primera vez en 1984. En la segunda, se impartía desde 1989 una maestría en
"Estudios del Desarrollo".
A partir de 1993, empezaron a vislumbrarse nuevos programas, inicialmente
en las universidades públicas de Cochabamba y La Paz, y luego en el resto de
las pú blicas y de las privadas. En el campo pú blico el salto más espectacular
se dio entre 1995 y 1996, cuando se ofertaron 55 actividades posgraduales en
tres niveles: un doctorado, 35 maestr í as y 19 diplomados/ especialidades,
sin contar las de medicina y en general las de la UCB4. Durante este ciclo se
matricularon 2.130 nuevos estudiantes, y 9 de las 10 universidades p úblicas
existentes ofertaron algú n programa de posgrado. Por lo que sabemos, durante
1997 estas cifras han continuado en ascenso. La explosión del posgrado ha
alcanzado también a las universidades privadas, que, en 1995, igualaron a
4. La UCB inició a mediados de los 80 un sistema posgradual, concentrado en el área de la ciencias económicas
y administrativas. Actualmente está abandonando esta línea y está fortaleciendo las maestrías para el desarrollo,
en colaboración con el Harvard International Institute for Development.
54
k
EL SISTEMA UNIVERSITARIO BOLIVIANO
. .
5 G Rodríguez Ostria, El posgrado en la universidad pública, UDAPSO-HIID, 1997.
55
LA R E F O R M A D E LA U N I V E R S I D A D P ÚBLICA D E B O L I V I A
CUADRO 2.6
ALUMNADO DEL SISTEMA UNIVERSITARIO PÚBLICO
Fuente: Estadí sticas universitarias (CEUB). Notas: * datos para 1988 fl: datos para 1983.
.
B Distribución del alumnado por áreas y titulaciones
En el cuadro 2.7 se puede observar que entre 1972 y 1994 se han producido
algunos cambios en la distribución del alumnado por áreas de conocimiento.
56
EL SISTEMA UNIVERSITARIO BOLIVIANO
CUADRO 2.7
DISTRIBUCIÓN DE LA MATR ÍCULA UNIVERSITARIA
CUADRO 2.8
DISTRIBUCIÓN DE LA MATRÍCULA POR ÁREAS Y POR UNIVERSIDAD EN 1994
CUADRO 2.9
Ne DE CARRERAS POR UNIVERSIDAD
CUADRO 2.10
TAMAÑO MEDIO DE LAS CARRERAS POR UNIVERSIDAD
.
Fuente: Estadí stica universitaria (CEUB, varios años) Elaboración propia .
58
r
i EL SISTEMA UNIVERSITARIO BOLIVIANO
En los datos recogidos en los cuadros se observa, en primer lugar, que las
ciencias sociales y los estudios de ingeniería y carreras técnicas están presentes
en todas las universidades. Tambié n destaca el hecho de que las dos
instituciones de mayor tamaño (UMSA y UMSS) cubren pr ácticamente las seis
áreas representadas en los cuadros. Ningú n grupo de titulaciones alcanza el
40% de la matrícula, y entre los dos primeros grupos apenas superan el 50% .
Cabe concluir que estas instituciones tienen el perfil clásico de universidades
sin especializar. En la UMSA, el n ú mero de titulaciones ha permanecido
prácticamente inalterado en la última década (52 en 1995), mientras que ha
crecido en un 40% en la UMSS (cuadro 2.9). El nú mero medio de alumnos
matriculados por carrera supera los 750 en la UMSA y los 950 en la UMSS. Sin
embargo, una tercera parte de las titulaciones no alcanzan los 200 alumnos
matriculados.
Las otras dos universidades grandes (UAGRM y UMSFX) presentan un cierto
grado de especialización, ya que cubren 5 de las 6 áreas consideradas. Sus dos
principales grupos de titulaciones recogen más del 65% de la matrícula total.
En estas dos instituciones, el n úmero medio de alumnos por carrera supera
los 500, pero aproximadamente un 42% a 44% de las titulaciones no llega a
tener 200 alumnos.
Las universidades de tamaño «intermedio» (UTF y UJMS), que no llegan a
los 10.000 alumnos totales cubren también 5 de las 6 áreas, y no parecen estar
muy especializadas. En el cuadro 2.10 se confirma que el tamaño «medio» de
las carreras es relativamente reducido (255 y 394, respectivamente), y que un
63% y un 39 % de las titulaciones no mantienen 200 alumnos matriculados.
La Universidad Tomás Fr ías parece presentar un n ú mero muy elevado de
titulaciones para su tamaño, y de ahí su alto índice de carreras infrautilizadas
(63% ).
3
En cuanto a las universidades técnicas (UTO y UTB), cabe destacar que
comparten algunos rasgos. Ambas cubren ú nicamente 4 de las á reas
analizadas, y las dos principales concentran más del 80% de la matrícula
(Derecho -Economía más un área técnica). El cuadro 2.10, sin embargo, indica
que la UTO tiene, en principio, mayor eficiencia, ya que le corresponde una
media de 380 alumnos por titulación, frente a los 230 de la UTB. En la UTO, el
37 % de las titulaciones no alcanza una matrícula de 200 personas, mientras
que en la UTB la mitad de los títulos no llega a este umbral.
Por último, la Universidad Nacional Siglo XX, aunque tiene una fuerte
especialización en Ciencias de la Salud (70 % de la matrícula total y 75% de los
alumnos nuevos), también tiene un 75% de sus 8 titulaciones con menos de
200 alumnos matriculados.
En resumen, las universidades públicas bolivianas aparecen en general
como instituciones poco especializadas, con un n ú mero relativamente elevado
de carreras en relación con su tama ño. Como consecuencia, el 43% de las
titulaciones no alcanza la cifra de 200 alumnos matriculados, y ninguna
Vi universidad tiene menos de un tercio de sus carreras en esta situación. Algunas
:V
'
-I 59
L A R E F O R M A D E L A U N I V E R S I D A D P ÚB L I C A D E B O L I V I A
C La distribución de la matr
í cula en el posgrado
La nueva matrícula posgradual (1995-96), tanto en el nivel de Diplomado/
Especialización como en el de Maestría, se orientó básicamente hacia las
ciencias humanas (54,85% ), seguidas de lejos por las ciencias sociales (26,85% )
y, mucho más atrás, por las ciencias básicas y tecnologías (18,30% ).
En relación a las actividades implementadas, observamos que la asignación
presenta un comportamiento similar a la del flujo estudiantil: ciencias
humanas (41,18% ); ciencias sociales (26,85% ) y ciencias básicas y tecnológicas
(18,30% )6.
Cabe advertir que las anteriores distribuciones no son homogéneas dentro
del conjunto de las universidades p úblicas, que han accedido al nivel de
posgrado. Cochabamba, por ejemplo, es un caso singular, ya que el 50% de
sus actividades se desarrollaron en las ciencias básicas y tecnológicas, con un
registro del 37,90 % del total de la matrícula. Porcentajes que la colocan muy
por encima del promedio.
El perfil anterior está retratando una situación donde los núcleos más
din ámicos del conocimiento (aquellos que se ligan con el sector productivo)
no tienen amplia demanda por parte de los estudiantes. Por el contrario, éstos
inclinan su preferencia hacia áreas "blandas" que les permiten trabajar
principalmente en el aparato estatal, en organismos internacionales y no
gubernamentales, o en actividades de consultoría.
6. Ibfd.
60
r EL SISTEMA UNIVERSITARIO BOLIVIANO
D. Especialización,competencia y movilidad
Al considerar el tamaño óptimo de las universidades, es relevante analizar la
importancia de las economías de escala; es decir, si al aumentar el volumen
de producción (por ejemplo, medido por el n ú mero de estudiantes) se reduce
el coste por unidad. Este fenómeno aparece en la educación superior por la
importancia de los costes «fijos», casi independientes del nivel de actividad
(alumnos). Ejemplos de estos costes que apenas varían con el tamaño de la
institución, y en los que hay que incurrir aunque el n ú mero de alumnos sea
reducido, son: biblioteca, centros de cálculo, laboratorios, servicios generales
administrativos, etc.
Numerosos estudios han documentado la importancia de las economías
de escala en las actividades de educación superior en diferentes países7.
Además de las economías de escala, en las actividades universitarias pueden
tener importancia las economí as de alcance, ya que las instituciones de
educación superior son centros multiproducto. Así, la sociedad asigna a las
universidades diversas funciones, que se suelen resumir en tres grandes
epígrafes: creación y crítica de la ciencia (investigación), preparación de
profesionales (enseñanza) y extensión de la cultura al entorno social. Cada
uno de estos objetivos se puede realizar a su vez a distintos niveles formando
graduados de primer ciclo, de segundo ciclo o de posgrado, o realizando
investigación básica o aplicada. Y cada una de estas actividades se puede llevar
a cabo en muy diversas áreas de conocimiento.
Pueden existir economías de alcance entre distintas actividades univer-
sitarias, si comparten factores productivos (como biblioteca, redes informáticas,
laboratorio, tiempo de estudio de los profesores, etc.). Si las funciones de coste
i de las universidades presentan economías de alcance, el coste por unidad de
cada actividad se reduce al llevar a cabo conjuntamente otras actividades.
$ Así, por ejemplo, Cohn, Rhine y Santos encuentran economías de escala en
las universidades norteamericanas, y también economías de alcance entre la
enseñanza y la investigación8.
A Cabe concluir que estos estudios de diversos países revelan la importancia
de las economías de escala y de las economías de alcance en las universidades.
Y estas características de las funciones de costes en el sector terciario parecen
muy relevantes a la hora de determinar el tamaño óptimo de las universidades
(y de las titulaciones), así como al establecer la conveniencia o no de la
.
7 Para el Reino Unido,Glass, J. C. et ai , The Achievement of Scale Efficiency In UK Universities: A Multiple-
input Multiple-output Analysis”,Education Economics 3(3), 1995, pp. 249-264; para Estados Unidos; Cohn, E.,
Rhine, S. y Santos, M., “Institutions of Higher Education as Multi-Product Firms: Economies of Scale and
Scope”, Review of Economics and Statistics , 1989, pp. 284 -290; para Turquía, Lewis, D. y Dundar, H , .
“Economies of Scale and Scope in Turkish Universities", Education Economics 3 (2), 1995, pp. 133 158; -
..
para España, San Segundo, M J , “Diversification and Decentralization in Spain”, Higher Education
Management, 1997 .
..
8 E Cohn, S. Rhine, S. y M. Santos, M., “Institutions of Higher Education...", ob. cit.
61
LA REFORMA D E LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
62
EL SISTEMA UNIVERSITARIO BOLIVIANO
.
IV Los recursos humanos de las universidades
A. Los docentes
j
Entre 1972 y 1981, la ratio (proporción) media de alumnos por docente creció
rápidamente en las universidades públicas, pasando de 11 a 20. Entre 1981 y
1995, continu ó aumentando, aunque a menor velocidad, hasta alcanzar un
valor de 25, que puede considerarse algo elevado para el nivel terciario de
educación. Conviene tener en cuenta que estas cifras se refieren al nú mero
absoluto de docentes, sin considerar la dedicación. Si se redujese toda la cifra
a su equivalente de docentes a tiempo completo, la ratio sería sin duda mayor.
A título de ejemplo, en la UAGRM de Santa Cruz, si se considera el n ú mero
absoluto de profesores se obtiene una ratio de 23 alumnos por docente. Si
consideramos el n ú mero ponderado o equivalente de docentes a tiempo
completo, la ratio sería de 39 alumnos por profesor9.
Ahora bien, en el cuadro 2.11 se comprueba que las universidades técnicas
(la de Oruro y, especialmente, la del Beni) se sitúan siempre por debajo de la
media nacional, junto con la Universidad Tomás Fr ías. Por el contrario, dos
de las instituciones de mayor tamaño, laUMSA y la UMSFX, superan claramente
la media nacional con ratios en torno a 30 alumnos por docente. En los 23
años analizados, las mayores tasas de crecimiento se producen en la Univer-
sidad Juan Misael Saracho (43 alumnos por profesor en 1995), seguida por la
UMSA (31) y la UMSFX (30).
í Aunque los ratios muy elevados suelen reflejar d éficit importantes de
á recursos docentes, hay que recordar que estas ratios alumnos-profesor no
9. Yolanda Siu Chávez, “El manejo de las estadísticas universitarias”, Revista de Humanidades y Ciencias
Sociales, vol. 1, no. 2, diciembre 1995, pp. 5 ss.
63
L A R E F O R M A D E L A U N l V E R S1 D A D P Ú B L I C A D E B O L I V I A
;
CUADRO 2.11
RATIOS ALUMNO-PROFESOR
.
Fuente: Estad ísticas universitarias (CEUB)
10. Ibfd , p. 6.
64
EL SISTEMA UNIVERSITARIO BOLIVIANO
.
1 1 García Guadilla, Carmen, Situación y principales dinámicas de transformación de la educación superior en
América Latina, CRSLAC, Caracas, 1996
12. Información facilitada por autoridades universitarias.
.
13 Desde luego, es necesario anotar qua los salarios son insuficientes, y que los ambientes de trabajo son
muy pobres, dado que no se dispone de oficinas ni de ningún tipo de espacio para sostener la permanencia en
.
la universidad
65
A
L A R E F O R M A D E L A U N I V E R S I D A D P ÚB L I C A D E B O L I V I A
B. El personal de administración
La ratio docentes-administrativos mantiene en Bolivia valores muy reducidos,
próximos a uno, y sólo en 1995 se eleva ligeramente hasta 1,3 (cuadro 2.12).
Se observa que dos universidades (UMSFX y UTO) mantienen vatios en torno
a 1,5 en los últimos años. Otras dos instituciones (UTF y UJMS) no superan
ratios de 1 durante los últimos 15 años. Por último, cabe señalar que en las dos
universidades de mayor tamaño (UMSAy UMSS) se producen vatios docentes-
personal de administración muy próximos a la media nacional.
66
EL SISTEMA UNIVERSITARIO BOLIVIANO
CUADRO 2-12
RELACIÓN DOCENTES AÜMINISTRATIVOS -
Universidades 1986 1990 1995
San Andrés ;
1 1 1 ,2
San Simón 1.1 1.1 1,3
San Francisco Xavier 1.4 1,4 1.6
Gabriel René Moreno 0,9 1 ,0 1,4
Técnica De Oruro 1 ,7 1,4 1,5
Tomás Frías 0,6 0,9 1 ,0
Juan Misael Saracho 0, 9 0,9 0,7
Nacional S XX . 1 ,1 1.8 2,1
Técnica Del Beni 1,0 0,6 1 ,2
Total 1.0 1.1 1,3
Resulta necesario, sin embargo, manejar con cuidado las cifras, y sería muy
deseable que éstas se afinaran en el futuro para diferenciar las distintas
ías de personal "administrativo". Al parecer, por ejemplo, un n ú mero
categor
significativo de los individuos que figuran en las estad ísticas como
"administrativos" son en realidad investigadores de tiempo completo (entre
un 10 y un 15% de la planta burocrática de la Universidad de San Simón, en
Cochabamba14). Habr ía que conocer también el porcentaje de administrativos
con contratos"políticos", limitados a la gestión rectoral o realizados en tiempo
de elecciones15, frente al de trabajadores fijos. Y, finalmente, disponer de una
información centralizada y homogénea sobre los porcentajes de administrativos
que trabajan en el campo de la producción y en distintas modalidades de
n
*5 servicios a la sociedad.
i Ratios tan reducidas como las observadas en las universidades públicas
bolivianas pueden ser necesarias en un sistema universitario en el que las
universidades consigan ofrecer una amplia red de servicios a los estudiantes
! y a la comunidad, en forma de bibliotecas, aulas informá ticas, laboratorios, y
servicios médicos, de orientación y de empleo, por ejemplo. Si no es éste el
;}
5 caso (y todos los indicios apuntan a que no lo es), no parece que este volumen
de personal administrativo esté justificado, y se puede pensar que ratios más
elevadas (entre 1,5 y 2, por ejemplo) serían adecuadas para la mayoría de las
universidades.
íá
67
K!'
L A R E F O R M A D E L A U NI V E R S l D A D P Ú B L I C A D E B O L I V I A
CUADRO 2.13
% TITULADOS SOBRE MATRICULADOS .
Universidades 1986 1990 1995
San Andrés 2,8 2,4 2, 6
San Simón 2 ,3 2,2 2,7
San Francisco Xavier 7,9 5, 3 5 ,4
Gabriel Ren é Moreno 1,4 3,7 2,9
Técnica de Oruro 1.2 LO 3,4
Tomás Frías 1 ,9 1 ,5 5 ,0
•
Juan Misael Saracho 4,6 3, 2 2,8
.
Nacional S XX L1
Técnica del Beni 0, 2 1 ,4 1.6
Total 2,9 2,7 2,9
68
EL SISTEMA UNIVERSITARIO BOLIVIANO
í CUADRO 2.14
% EGRESADOS SOBRE MATRICULADOS
i
4
! San Andrés
San Simón
2,4
2,7
2,8
4,1
2,5
5,4
San Francisco Xavier 8,4 8,8 10,4
Gabriel René Moreno 1,6 3,5 3,1
Técnica de Oruro 2,6 3,6 5,7
Tomás Frías 9,2 7,2 5,7
Juan Misael Saracho 9,6 6,9 6,2
Nacional S. XX 5,1 19,2 7,9
Técnica del Beni 7,5 7,1 5,9
Total 3,9 4,6 4,8
CUADRO 2.15
TASAS DE TITULACIÓN
TITULADOS SOBRE NUEVOS MATRICULADOS 5 AÑOS ANTES
69
!
;
i
LA R E F O R M A D E LA UNI V ER S I D A D PÚB L I C A D E B O L I V I A
CUADRO 2.16
TASAS DE GRADUACIÓN EN 1988
(graduados en relación con los nuevos matriculados n años antes)
. . .
16 C García Guadilla, Situación y principales.. , ob. cit., p. 228 .
70
EL SISTEMA UNIVERSITARIO BOLIVIANO
CUADRO 2.17
AÑOS DE PERMANENCIA DESDE EL INGRESO EN LA UNIVERSIDAD
HASTA L’A TITULACIÓN (UMSA)
de 4 a 10 años 67 58 86 • - 45
% titulados en más de 10 años 33 42 14 55
. .
1 7. G Rodríguez Ostria, El posgrado.. , ob. cit.
71
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
VI. Conclusiones
A. La « masificación» de la educación universitaria
No disponemos de una explicación satisfactoria de la diná mica del proceso
de la expansión de la matrícula universitaria en Bolivia, aunque parece
indiscutible que la constelación ideológica «nacional-popular» de la revolución
de 1952, el desarrollo de la burocracia pública, el creciente poder político de
los sectores medios urbanos y la transición democrática, han tenido tanta o
más incidencia que los factores derivados directamente de la modernización
económica. La relativa democratización social iniciada en 1952 y la expansión
del mercado ocupacional de posiciones medias, que ha estado vinculado ante
todo al crecimiento de la burocracia p ública y en menor medida al desarrollo
de la industria, del comercio y los servicios en el sector privado, generaron,
en efecto, expectativas de movilidad individual y colectiva, provocando las
consiguientes presiones políticas por la ampliación del acceso a la universidad
sobre los sucesivos actores políticos del «Estado del 52». Estas presiones,
alcanzaron sin duda su clímax a lo largo del último proceso de apertura política,
cuando se eliminaron las restricciones al ingreso que había impuesto la
dictadura. Junto a ello, es indiscutible que la matrícula ha crecido en gran
medida por la entrada masiva de la mujer en la universidad; por una marcada
diversifícadón institutional de la educación universitaria que, como ya hemos
anotado, no ha sido acompañada sin embargo por un desarrollo equivalente
de la educación superior no universitaria; y por el proceso, insuficiente pero
sin duda notable, de regionalización de la matrícula.
Finalmente, hay otro factor que ha tenido tambié n una influencia
determinante en el rápido crecimiento del nú mero de alumnos, y que ha
venido ocupando cada vez más un lugar central en los debates sobre el
«estado» de la universidad: la ineficiencia interna de las instituciones,
expresada, para lo que aquí importa, en sus muy bajas tasas de titulación, que,
como hemos visto, se han mantenido por debajo del 17 % en la última década.
Bolivia es, en cualquier caso, una demostración palpable de que no existe
una correlaci ón definida entre las variables estructurales (el grado de
urbanización y el FIB por habitante) y la cobertura universitaria. Con un
ingreso bajo y un nivel de urbanización todavía muy alejado de la media
latinoamericana, el país tiene, en efecto, una tasa bruta de cobertura semejante
a la de Chile o México, y esto ha generado al menos dos problemas específicos:
En primer lugar, todos los actores implicados coinciden en que, asociado
con el bajo ingreso nacional y con las restricciones financieras derivadas
72
r
EL SISTEMA UNIVERSITARIO BOLIVIANO
I 73
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
74
A
EL SISTEMA UNIVERSITARIO BOLIVIANO
2. Desbordamiento institucional
En primer lugar, es indiscutible que el proceso de diferenciación del sistema
&
universitario boliviano se ha caracterizado ante todo por una ausencia total
de planificaci ón y regulación. Y creemos, por nuestra parte, que este
desarrollo radicalmente desregulado está comenzando a producir una
situación de desbordamiento institucional, que amenaza en verdad con
deteriorar las normas de calidad de la educación universitaria. Cabría
preguntarse, en efecto, si la creación en sólo cuatro añ os (1993-1996) de 17
nuevas universidades privadas, en un país de las dimensiones económicas y
demográficas de Bolivia, no responde a una dinámica que tiene muy poco
que ver con los recursos reales de que se dispone. A este respecto, resulta
evidente para todos que muchos de los nuevos centros universitarios (que,
por supuesto, no pueden plantearse siquiera la hipótesis de iniciar actividades
de investigación) ni reú nen los requisitos mínimos para enseñar, ni tienen
otro horizonte que la obtención de un beneficio empresarial de corto plazo al
amparo de la desinformación. Que, por lo tanto, es necesario proceder a una
depuración del subsector universitario privado. Pero también lo es plantearse
con rigor la conveniencia de mantener el número actual de universidades
públicas.
• Desde luego, existe conciencia generalizada, tanto entre los actores de la
75
á
EL SISTEMA UNIVERSITARIO BOLIVIANO
1. Desbordamiento institucional
En primer lugar, es indiscutible que el proceso de diferenciación del sistema
universitario boliviano se ha caracterizado ante todo por una ausencia total
de planificación y regulación. Y creemos, por nuestra parte, que este
desarrollo radicalmente desregulado está comenzando a producir una
situación de desbordamiento institucional, que amenaza en verdad con
deteriorar las normas de calidad de la educación universitaria. Cabría
preguntarse, en efecto, si la creación en sólo cuatro años (1993-1996) de 17
nuevas universidades privadas, en un país de las dimensiones económicas y
demográficas de Bolivia, no responde a una dinámica que tiene muy poco
que ver con los recursos reales de que se dispone. A este respecto, resulta
evidente para todos que muchos de los nuevos centros universitarios (que,
por supuesto, no pueden plantearse siquiera la hipótesis de iniciar actividades
de investigación) ni reú nen los requisitos mínimos para enseñar, ni tienen
otro horizonte que la obtención de un beneficio empresarial de corto plazo al
amparo de la desinformación. Que, por lo tanto, es necesario proceder a una
depuración del subsector universitario privado. Pero también lo es plantearse
con rigor la conveniencia de mantener el número actual de universidades
públicas.
• Desde luego, existe conciencia generalizada, tanto entre los actores de la
75
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
2 . Segmentación
El rápido desarrollo de un sector privado que por imperativo constitucional
se financia exclusivamente mediante aportaciones privadas, básicamente el
cobro de aranceles, y que nace en el contexto de un fuerte enfrentamiento
ideológico con las universidades p ú blicas, parece condenado a agravar
progresivamente la segmentación de la educación superior boliviana.
La equidad del sistema se resiente, en efecto, con el crecimiento de algunos
centros universitarios de élite vinculados con grupos empresariales, que
garantizan en la práctica el empleo a sus titulados y en los que no cabe una
selección meritocrá tica, dada la ausencia de sistemas nacionales de préstamos
y/o becas. Se reducen así las oportunidades laborales de los sectores de
menores ingresos, obligados a estudiar en universidades públicas que emiten
credenciales muy devaluadas o, en menor medida, en universidades privadas
marginales. Este proceso de segmentación está apenas iniciándose, pero sin
un esfuerzo sistemá tico de integración interuniversitaria, con un sistema
nacional de becas, no es dif ícil avizorar un horizonte marcado por una
vinculación sistemática entre el origen social de los estudiantes, la calidad
de la enseñanza que reciban y el valor de mercado de los títulos universitarios
que obtengan.
3 . Relevancia
Finalmente, es necesario señalar que la expansión de la matrícula ha
continuado concentrándose en gran medida en carreras distantes de la i
producción material y del manejo tecnológico. Pese a que ya inmediatamente
después de la Revolución Nacional la universidad comenzó a alejarse del viejo
molde «doctorista», creando facultades vinculadas a la tecnología y la ciencia
experimental (Agronomía, Geología), estrechamente ligadas a las exigencias
76
EL SISTEMA UNIVERSITARIO BOLIVIANO
G El desaf ío presente
Es f ácil ver que los arreglos actuales en el seno de la educación universitaria
boliviana no constituyen un "sistema" en ningún significado aceptable del
término. No existe, en efecto, ninguna posibilidad real de planificar o dirigir ,
77
i
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
78
ik
C A P ÍT U L O I I I
EL ESTADO Y LA UNIVERSIDAD . LA AUTONOMí A
A. La construcción de la autonomía
A la par que orgullosos con razón de la antigüedad de sus universidades, a la
hora de hablar de la autonomía algunos universitarios bolivianos tienden a
i
•
SI considerar sólo una parte de la historia. En las últimas décadas y hasta el día
de hoy en Bolivia el debate y, sobre todo, los monólogos universitarios se
producen como si la historia hubiese comenzado en Córdoba, centrándose
con fervor místico en el asunto de la autonomía, como si todo lo demás se
1 diera por añadidura. Sin embargo, la Universidad de Chuquisaca tiene 333
años de vida. La UMSA y la UMSS de la Paz y de Cochabamba nacieron casi al
mismo tiempo que la Rep ública. Las Universidades de Santa Cruz, Tarija,
.
Potosí y Oruro son más que centenarias Y el Manifiesto Liminar de Córdoba
(Argentina) data apenas de 1918 y sus ecos bolivianos se producen diez años
más tarde.
2. Antes de Córdoba
Varios estudiosos bolivianos nos llaman la atención sobre la importancia del
siglo xix. Por un lado, aún limitándonos a la era republicana, desde 1845 hasta
1928 hubo intervenciones políticas y legislativas de gran calado, como el
Decreto Orgánico de las Universidades de 1845 y el Estatuto General de
Instrucción de 1874, cuyo impacto est á a ú n vigente en algunos usos y
costumbres y, sobre todo, en ciertas ideas que renacen en los momentos
reformistas. El ex secretario ejecutivo del CEUB, Alfonso Vía Reque, destaca
varias ideas-fuerza de estos dos momentos fundacionales de la universidad
republicana1 :
.. . - . .
1 J Komadina, ob. c¡t Vía Reque, Alfonso, “La universidadboliviana”, Boletín CEPROLAt, n® 23, La Paz , 1989
.
A Vía-Reque, La Universidad Boliviana y la necesidad histórica de estructurarse en sistema , La Paz, 1989.
79
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA
DE BOLIVIA
I
£
i El movimiento estudiantil fue la primera manifestación organizada y
a
£v programática del sistema universitario boliviano. La Primera Convención de
ñ Estudiantes Universitarios de Bolivia (Cochabamba,1928) creó la Federación
« s Universitaria Boliviana (FUB) y aprobó un programa de principios, entre los
:* cuales obviamente destacaba la autonomía. Aquel movimiento reformista
£ nacido al calor del mito de Córdoba, identificado en la memoria actual con la
$
'i mera autonomía y el cogobierno, no fue sino la culminación exitosa de
í
l reivindicaciones anteriores. Así, la Primera Convención Nacional de Estu -
diantes formuló en su "programa de principios" propuestas e ideas muy
sI semejantes a las de los reformadores del siglo xix:
Se propugna que la universidad ha de ser el poder organizador del sistema
3
£ educativo, vinculando la autonomía precisamente a tal pretensión. Para
t institucionalizar tal objetivo, se propone la creación del Consejo Nacional
de Educación, encargado del nombramiento de inspectores, de la elaboración
de planes y programas deestudio, de los presupuestos educativos nacionales...;
i Se propugna la reforma de toda la instrucción pública bajo la idea matriz de
la formación integral, que combine el trabajo manual y el intelectual en
simultáneo, en la más pura sintonía con el pensamiento Makarenko o con la
contemporánea Institución Libre de Enseñanza delos reformadores españoles;
La escuela única, «que determinaría la fusión de las clases sociales», sería
el colof ón ideológico a este notable manifiesto reformista que, lejos de ser
una originalidad boliviana, recoge de manera brillante un sentimiento muy
i
propio de las minorías reformistas de su época.
i La autonomía se pone al servicio de las ambiciosas misiones que se le
i
encargan a la universidad.
• :
«Toda la educació n debería ser entregada a la universidad, erigida en
i:-;
3 organismo autónomo, constituida como poder especial del Estado: poder que
nacería por elección de los maestros y de los universitarios, que son los
ciudadanos m ás interesados en su perfecta constitución»2.
La manifiesta hipérbole contenida en este texto (despotismo ilustrado en
estado puro) no enfrenta la universidad con el Estado, sino que la asume co-
mo un poder especial del mismo, basado curiosamente en el saber de quie-
nes lo ejercitarían. Como observa un especialista, el af á n revolucionario de
los estudiantes no puede ocultar el talante y el «discurso generacional, elitista,
iluminado y utópico»3- La universidad podría ser un poder especial del Estado,
porque los cultos son los más interesados en la buena marcha de la Rep ública. o
El mayor atisbo de realismo estudiantil se percibe al definir la vertiente econó- c
mica de la autonomía.
El Proyecto Constitucional, que José Antonio Arce redacta en 1929 por b
encargo de la Convención, da forma a las proclamas de aquélla, subrayando 1í
la idea de la unicidad de la Universidad Boliviana, desarrollando su estructura e
territorial, y formulando la estructura nacional y departamental del Consejo I
Nacional de Educación. Varios proyectos de reforma se suceden en pocos L
meses, hasta que el nuevo Estatuto de Educación Pública, redactado por s
Sá nchez Bustamante, adquiere el rango de ley en julio de 1930, en el gobierno e
del general Blanco Galindo4. La ley es plebiscitada al final de ese mismo año,
en un marco censatario, escasamente representativo, que permitió votar a é
muy pocas personas. Junto con declarar la unicidad del sistema universitario c
c
y crear un Consejo Supremo Universitario (que nunca funcionó), establecía
el «cogobierno docente estudiantil» (CDE), si bien éste no era aún paritario, p
pues se trataba en la práctica de la participación de los estudiantes en el
gobierno universitario.
. 1
4 E s preciso recordar que también!a autonomía económica tomó forma en los llamados “decretos históricos’
- . . .
del coronel Toro en 1936 (Vía Reque, La Universidad Bolviana ’, ob cit , p. 27)
“
1
82
EL E S T A D O Y LA U N I V E R S I D A D. LA A U T O N O M ÍA
í
I
3§ convocar el Primer Congreso Nacional de Universidades de inmediato, a
celebrar en octubre del mismo año 1941.
Mientras tanto, los estudiantes de la F U B ya daban señales inequívocas de
frustración con relación a los resultados de la conquista de la autonomía. En
la IV Convención de Estudiantes, celebrada en 1938, éstos manifestaron su
escándalo ante el conflicto gravísimo que enfrentaba a los rectores de Sucre y
La Paz, que les parecía «un síntoma de descomposición» del espíritu que animó
la lucha por la reforma universitaria. A sólo ocho años de la conquista histórica,
se denuncia ya con vigor la degeneración del sentido de la autonomía. Los
estudiantes afirmaban, en efecto, que la manera de practicar la autonomía
estaba creando divisiones entre las universidades y un distanciamiento de
éstas con relación a los otros ciclos educativos, contradiciendo la intención
original de constituir una universidad única implicada en la transformación
de toda la educación boliviana:
«La conquista de la autonomía, articulada en Estatuto del 25 de julio, constituyó
un cambio que no modificó en nada el espíritu de nuestras casas de estudio,
que, desligadas del poder central, cobijaron en su seno a los mismos dirigentes
de épocas anteriores. Nada se transformó. Ni la orientación de sus aulas, ni
los métodos, con excepción de estatutos defectuosos que sirvieron de origen
para futuras divergencias... Planes, programas y reglamentos diferentes en
cada una de ellas, como si se tratara de universidades ubicadas en países
distanciados por la raza, el idioma y la cultura».
El entonces dirigente estudiantil Alberto Echaz ú tuvo una intervención
que, por el contenido, el talante y el estilo, es una muestra de la sintonía que
existía entonces entre los universitarios bolivianos y el pensamiento reformista
y revolucionario en el ámbito internacional. «La Universidad actual ha perdido
el significado que el siglo liberal trataba de atribuirle, haciendo de ella la fuerza
generadora de las grandes transformaciones sociales...». Y acuñaba una frase
que era y es todo un programa: «Poner a tono la universidad con el momento
en que vivimos».
Las deliberaciones y propuestas de renovación de los estudiantes consti-
tuyeron la materia prima principal del Primer Congreso Nacional de
Universidades (1941), que, merced a las contradicciones a que nos referiremos
seguidamente, se saldó en un fracaso. Los acontecimientos del trienio 1938-
41 marcaron en realidad la pauta de lo que iban a ser los ciclos reformistas a
lo largo de estos casi sesenta añ os5: esperanza utópica-conflictos-neutraliza-
5. Contra lo que pudiera creerse, los ciclos reformistas y los ciclos ¡evolucionistas, incluidos los avances o los
estancamientos legales, no coinciden con per íodos democráticos o gobiernos de facto. De hecho, varios avances
hist óricos en este campo está n ligados a los nombres del general Galindo (1930), el coronel Toro (1936) o el
general Torres (1971 ). A partir de 1971, cambia la situación. La reforma modemizadora emprendida por e!
gobierno de Banzer no echó rafees en la Universidad , porque se intent ó al precio de la represión de los dirigentes
-
universitarios electos. En el bienio 1980 82, la brutal represi ó n de los universitarios invalida cualquier conato
de transformación de la Universidad. Por ello, tras la dictadura de Garc ía Meza , las universidades vuelven a
comenzar de nuevo su marcha hacia el futuro con las ideas previas a 1971.
83
1
i
LA REFORMA D E LA U N I V E R S I D A D P ÚBLICA DE BOLIVIA
84
EL ESTADO Y LA UNIVERSIDAD . LA AUTONOMÍ A
85
ML
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
"La educación en todos sus grados se halla sujeta a la tuición del Estado,
ejercida por intermedio del Ministerio del ramo", otorgando con ello al citado
ministerio competencias y responsabilidades en la educación superior.
.
6 L o s relatos de este incidente varían. Pero hay un detalle (señalado por Siles Salinas, La Universidad.. , ob.
.
.
cit., p. 118) que podría ser significativo en cuanto a la pureza ideoló gica del concepto de “autonomía” Para el
rector de la UMSA de entonces el referente del concepto de autonomía exclusiva de cada universidad eran las
universidades anglosajonas .
86
EL ESTADO Y LA UNIVERSIDAD . LA AUTONOMÍA
4
.
7 Así, por poner un ejemplo, el régimen jurídico actual de las universidades españolas encajaría en el marco
.
constitucional boliviano, si bien la Constitución española de 1978 se limita a señalar (art 27.10) que las
universidades serán autónomas en los términos que la ley establezca”, sin mayores precisiones .
87
1
L A R E F O R M A D E L A U N I V E R S I D A D PÚ B L I C A DE BOLIVIA
i
8. G. Neave, “On Living in Interesting Times: Higher education in Western Europe 1985-1995", European I
Journal of Education 30 (4), 1995, p. 390. f
9. Para una buena descripción de los desarrollos más recientes en América Latina, véase H. R. Kells, “Higher
education evaluation systems for Latin America: An analysis of recent experiences and the formulation of a
generalized model”, en Higher Education Policy 9 (3): 239-253.
88
4 .
r
E L E S T A D O Y L A U N I V E R S I D A D. L A A U T O N O M Í A
1 0.L a L e y Fundamental de la Universidad Boliviana del 2/06/1972 y del 17/10/1975 tuvo como finalidad “acabad
.
con la “politización" de la autonomía Sobre las visiones de los mentores de esta ley, véanse Siles Salinas, La
Universidad..., ob cit ; M. Rolón Anaya, La crisis universitaria, Oruro, UTO, 1975, y M. Bonifaz, La Universidad
. .
en Bolivia, La Paz, Urquizo, 1975 .
.
11 En la práctica de Bolivia, las universidades sólo reconocen tales títulos cuando son expedidos por otra
» universidad pública. No aceptan los títulos otorgados por el Ministerio de Educación para contratar a sus
profesores, inclusive cuando se trata de títulos extranjeros o títulos de universidades privadas convalidados
por el Estado Para estos y otros efectos, el Estado son las universidades públicas.
.
1 89
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
1 2. T.Becher, ‘The Intemalities of Higher Education", en European Journal of Education 30 (4):, 1995, p. 402.
13. Banco Mundial, La enseñanza superior: Las lecciones derivadas de la experiencia, Washington, 1995, p. 1 .
14. J. M. Malloy, La revolución inconclusa , Cochabamba: CERES, 1989.
k
90
EL ESTADO Y LA UNIVERSIDAD . LA AUTONOMÍA
i -
1 5. A Via Reque e I. Cossio, Autonomía y cogobiemo en la crisis de la Universidad Boliviana, La Paz: CEUB,
1989, p. 44.
.
16. Ibíd
17. J. Dunkerley, Rebelión en las venas. La lucha política en Bolivia 1952-1982, La Paz: Quipus, 1987, p. 287.
i
91
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
.
1 8. L. Whitehead, “La democratización frustrada de Bolivia, 1977-1980”, en G. O’Donnell, Ph, Schmitter y L
Whitehead (comps.), Transiciones desde un gobierno autoritario, vol. 3, Buenos Aires: Paidós, 1988.
92
E L E S T A D O Y L A U N I V E R S I D A D. L A A U T O N O MÍA
19. Aunque sea en tono menor, vale la pena recordar que en el paroxismo del poder paralelo, durante la
Asamblea Popular de 1971, se dijo que la universidad es autónoma con relación al poder actual..., pero no es
aut ónoma con relación a la clase obrera y al campesinado. Por ello cuando se instaure el socialismo no habrá
lugar para ella. Siles Salinas, La Universidad 1971, ob. cit., p. 119).
93
A
L A R E F O R M A D E L A U N I V E R S I D A D PÚB L I C A D E B O L I V I A
D. El peso de la herencia
1. La universidad frente a todos
Su destacado aporte a la recuperación democrá tica pudo haber sido el capital
con que la Universidad Boliviana abordase la nueva era en 1982, que pudo
. .
2 0. Sobre el proceso similar en América Latina, véase S Schwartzman, América Latina Universidades en
.
transición; Washington, OEA, 1996, pp.115-120
94
EL ESTADO Y LA UNIVERSIDAD . LA AUTONOMÍA
.
2 1 CEUB, Documentos del VIH Congreso, La Paz, 1995, p. 65
22. Ibid.
95
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
96
E L E S T A D O Y L A U N I V E R S I D A D. L A A U T O N O M Í A
que hay una actitud cultural, que se ha hecho como consubstancial al ethos
universitario. Es como si se quisiera llevar la autonom ía al paroxismo: que
sean otros los que me señalen los límites, puesto que yo en principio no tengo
ninguno. Es conocida la interpretación de la autonomía no sólo del, sino
también, contra o en lugar del gobierno, de la que se pueden extraer abun-
dantes citas en el informe de la Comisión primera del ú ltimo Congreso
Nacional24. Mas la práctica declarativa y normativa de los congresos y
conferencias de universidades esconde una desconfianza o/y una voluntad
de autonomía también con relación al Parlamento y al poder Judicial. No
pretendemos sacar las cosas de quicio, pero nos parece que valdría la pena
que todos los interesados en la reforma del sistema, dentro del ordenamiento
democrá tico boliviano, presten la debida atención más que a los textos, a los
presupuestos políticos que subyacen que, no por implícitos o inconscientes a
veces, son un factor que frena el desarrollo de unas relaciones sanas y normales
de la universidad con el Estado y con el país.
97
L A R E F O R M A D E L A U N I V E R S I D A D PÚB L I C A DE BOLIVIA
largo del ciclo autoritario que se inició con el golpe de Estado de Barrientos
en 1964 y se prolongó hasta comienzos de la década pasada. Pero el entorno
del accionar universitario ha cambiado mucho desde entonces, y hoy resulta
indispensable liberarse del peso muerto de esa herencia para iniciar una nueva
relación cooperativa con el Estado democrático (que no equivaldrá en absoluto,
qué duda cabe, a la desaparición de los desencuentros y los conflictos de
intereses) y recuperar a la vez el sentido pleno de la autonomía universitaria
como autonomía académica.
Ciertamente, una autonomía al servicio del desarrollo del país y de su
pueblo. Pero no al servicio de alguna ideología de poder. Porque la subor-
dinación a cualquier ideología de poder, y no ú nicamente al poder del Estado,
distrae fuerzas del progreso académico (algo que, repetimos de nuevo, sin
duda "mereció la pena" en otro tiempo) e impone siempre una u otra forma
de oficialismo que coarta la creatividad, limitando el ejercicio del debate
científico libre y abierto que debiera florecer en los ámbitos de autonomía
acadé mica.
No está de más recordar que la reivindicación de la autonomía universitaria
nació de la lucha de los intelectuales seculares por emanciparse del control
de los eclesiásticos, hasta que el ascenso de los Estados nacionales modernos,
que subordinaron a las iglesias, transfirió la resistencia de los intelectuales
hacia la defensa contra la intromisión de los aparatos estatales. La reivin-
dicación de la autonomía y la lucha por la libertad académica han estado,
por lo tanto, indisolublemente unidas desde el principio. Pero es indispensable
insistir en que se trata de dos conceptos distintos.
La libertad académica puede estar, en efecto, perfectamente a salvo bajo
un Estado laico y democrático, que imponga sin embargo límites claros a la
autonomía institucional en cualquiera de sus contenidos, ya sea fijando
contenidos program á ticos mínimos, estableciendo cuotas obligatorias de
admisión de estudiantes de minor ías é tnicas, o interviniendo, mediante el
establecimiento de estructuras de incentivos o la determinación de prioridades
nacionales , en la distribuci ó n de los fondos -
p úblicos dentro de las univer
sidades . Desde luego , la intervenci ó n estatal, cuando no está estrictamente
limitada por principios de derecho, tiende a cercenar sistemá ticamente la
libertad académica, y la historia de la Universidad Boliviana ofrece suficientes
ejemplos de ocupaciones, censuras y detenciones de docentes y estudiantes
para que sea necesario abundar en este punto. Por otro lado, conviene señalar
que el Estado puede recibir presiones para limitar la autonom ía institucional
tanto desde la derecha como desde la izquierda, y que esta última (recuérdese,
por ejemplo, la posición de laCOB en 1953-55), comprometida con la promoción
de los derechos económicos y colectivos, ha tendido en muchas ocasiones a
circunscribir la autonom ía, demandando una mayor responsabilidad y
relevancia social a las universidades.
Pero debe quedar claro que "autonomía" y "libertad acadé mica" son con -
ceptos distintos. Esta segunda, que podemos definir como el derecho de cada
98
E L E S T A D O Y L A U N I V E R S I D A D. L A A U T O N O MÍA
26. Habría que incluir también el derecho de los estudiantes y el personal administrativo a no ser seleccionado
o rechazado por motivos de origen étnico, de creencias, o de orientación sexual. Véase E.Shils, E. "Academic
.
Freedom”, en P Albach (ed.) r International Higher Education: An Encyclopaedia, Garland Publishers, 1991 .
.
27 Véase J. J. Brunner, Universidad y sociedad en América Latina: un esquema de interpretación, Caracas:
CRESALC/UNESCO, 1985, pp. 75-76 .
.
28. N Cloete y T. Moja, "Academic Freedom, Autonomy and Accountability ', Centre for Education Policy
1
99
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD P ÚBLICA DE BOLIVIA
.
E La renovación insoslayable
2 . Redefinir las relaciones entre la universidad y el Estado democrático
En el actual contexto sociopolítico se reclama crecientemente a la universidad
un buen desempeño en el cumplimiento de sus funciones institucionales espe-
cíficas, al igual que se le pide al gobierno que gobierne, al Parlamento que
legisle y a los sindicatos que defiendan y orienten a los trabajadores. Cada
vez es más cierto que «ni los gobiernos, ni los parlamentos, ni el pueblo en
general aceptan la idea de cheques en blanco»30, y el mayor inter és que
2 9. Ibfd., p. 1 1.
3 0. J. L. Tellería-Geiger (ed), Educación superior con miras al siglo XXL Memorias del Simposio copatrocinado por
la UNESCO y el Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana (CEUB), Caracas:CRESALC-UNESCO, 1996, p.19.
100
EL ESTADO Y LA UNIVERSIDAD. LA AUTONOM ÍA
2 . Rehacer el discurso
Resumiendo, éstos son los rasgos más destacados de la cultura del sistema
universitario, desde la óptica de sus relaciones con el Estado democrá tico:
Una concepción integrista de la autonomía, es decir, referida a los procesos
y procedimientos y a los productos y resultados, sin aceptar interferencia
exterior alguna.
En el discurso m ás duro, las misiones y competencias de la universidad
son presentadas de tal manera que ésta parece alternativamente como un
"miniestado" o como el "partido ú nico de la UB".
Una práctica aislacionista de cada universidad, que ha sido calificada de
"feudal" y que fue severamente condenada desde sus albores en los a ños
30 por un sector de los universitarios y, desde 1969, por todos los congresos
universitarios.
La universidad como arena de confrontación política, primero con referencia
3 al exterior y, después, entre las facciones internas de cada universidad.
Una cultura de la confrontación, de la desconfianza y del recelo hada
cualquier proyecto de innovación, tanto si surge en el interior como, sobre
todo, si la inidativa es exterior a la universidad.
Y, como resultado de todo ello, una muy débil e inconexa estructura de
representación y de autogobierno del conjunto del sistema frente a la
sodedad y frente al Estado y, por parte del Estado, una cierta impotenda
y fatalismo, como si se pensara que el sistema es irreformable.
A lo largo de este informe ir án agregándose otros elementos y matices.
Valga por ahora esta lista como ayuda-memoria de algunos elementos que
son un componente básico de la situación actual y que, de una u otra manera,
cualquier cambio que quiera ser eficaz habr á de abordarse con decisión, si no
se quiere que sea el comienzo de una nueva frustración.
En primer lugar, hay que invertir esfuerzos políticos e intelectuales en
cambiar el discurso dominante, que es uno de los pilares en que se sustenta la
situación actual. Además de los aspectos substantivos señalados, puede ser
101
L A R E F O R M A D E L A U N [ V E R SI D A D P Ú B L I C A DE BOLIVIA
3 1. Resulta cuando menos anacrónico que, junto a las declaraciones revolucionarias y populistas, el Congreso
de Universidades apruebe en 1994 la creación de un sistema de reconocimientos y condecoraciones (Palmas
.
Académicas) con denominaciones como Gran Maestro, Comendador, Caballero, Gran Oficial, Oficial. . (Resoluc .
.
39/94) Dado el nacionalismo y la opción de clase del discurso dominante, no se sabe qué resulta más chocante:
.
si las reminiscencias foráneas y medievales o la clasificación clasista de las condecoraciones
102
EL ESTADO Y LA UNIVERSIDAD. LA AUTONOMÍA
32 Como significativas de tal “estado de guerra", cabe citar las declaraciones del rector de la UMSA, licenciado
.
Pablo Ramos, al diario Presencia, el 21/07/1997, en que anuncia que la nueva coalición gubernamental intentará
.
privatizar las universidades, “apelando incluso a la fuerza"
103
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
104
EL ESTADO Y LA UNIVERSIDAD. LA AUTONOM ÍA
privadas
lo insuficiente. Esto se demuestra por la existencia de instituciones
en infraestru ctura reducida , viviendas refaccion adas en algunos
que funcionan
sin biblioteca s, menos laborator ios»33.
casos ,
.
3 3. M. Virreira y E. Llanos, Universidades privadas en Bolivia. Estudio preliminar La Paz
; CEUB, 1996, p. 7.
105
LA REFORMA DE LA UN I VER SID A D P ÚBLI C A DE BOLIVIA
.
D El nuevo Reglamento Institucional de las Universidades Privadas
En todo caso, a fines de 1996 la Subsecretaría de Educación Superior y el
Ministerio de Desarrollo Humano decidieron elaborar una norma m ás
completa que tuviese en cuenta la experiencia reflejada en las críticas
anteriores y tuviese en cuenta la legislación sobrevenida desde 1990. El nuevo
Reglamento Institucional de las Universidades Privadas ha sido aprobado por
resolución ministerial35 en agosto de 1997 y consta de 15 capítulos y 94
artículos.
El texto evidencia el intento de dar respuesta a las críticas y satisfacción a
las demandas más obvias: condiciones jurídicas y de viabilidad académica
para abrir una universidad, las infraestructuras, los requisitos para la creación
de carreras, sobre todo en áreas sensibles como medicina, etc. Ante la crítica
de laxitud, el reglamento opta por exigir una larga serie de certificaciones y
de documentos que deben presentarse para obtener la autorización de
apertura. Establece una serie de obligaciones y de controles para abrir una
nueva carrera y para la aprobación de planes y programas, así como informes
.
3 5. Resolución n°. 020/97 del Ministerio de Desarrollo Humano
106
EL ESTADO Y LA UNIVERSIDAD. LA AUTONOM ÍA
3 6. El término se emplea aquí en el sentido de Linz (La quiebra de las democracias, Madrid: Alianza, 1987, pp.
36ss), que define la efectividad de un sistema político como su capacidad para aplicar o “¡mplementar" realmente
sus decisiones. Se trata de una dimensión distinta y previa a la eficacia, dado que esta última se refiere a la
medida en que las decisiones adoptadas y ejecutadas alcanzan los objetivos deseados. Un sistema político
-
puede ser efectivo e ineficiente en la medida en que, por ejemplo, las consecuencias no buscadas de la
acción sean más importantes que la consecución de los fines deseados-, pero no a la inversa.
107
L A R E F O R M A D E L A üNI V E R S I D A D P ÚBL IG A DE BOLIVIA
.
3 7. G. O'Donnell, “Delegative democracy”, Journal of Democracy 5 (1), 1992; G O'Donnell, “7he State,
-
Democratization, and Some Conceptual Problems (A Latin American View with Glances at Some Post Communist
Countries”, en W. C. Smith, C. H. Acuña y E. Gamarra (eds.), Latin American Political Economy in the Age of
Neoliberal Reform. Theoretical and Comparative Perspectives for the 1990'$ , New Brunswick: Transaction
Publishers, 1994.
108
E L E S T A D O Y L A U N I V E R S I D A D. L A A U T O N O M Í A
En este punto (que toca por supuesto temas que van mucho m ás allá del
debate sobre la educación superior), coinciden plenamente el Banco Mundial
y la UNESCO, dado que las dos instituciones atribuyen un papel central al
Estado en la regulación y supervisión de una educación superior que ambas
consideran fundamental para el desarrollo económico y la consolidación de
las democracias. Cabría introducir, sin duda, muchos matices a lo que estamos
afirmando, pero la posición de este equipo es nítida respecto a la necesidad
de que el Estado boliviano asuma en adelante un rol activo en la definición
de políticas específicas para el desarrollo de la educación superior.
I. Control estatal
El modelo de control estatal era, por supuesto, el característico de las econo-
mías de planificación central del ámbito soviético, pero se extiende también
al Japón y a algunas de las m ás sólidas democracias occidentales, como Sueda,
Alemania y Francia, que son tal vez el ejemplo m ás nítido, dado que allí una
38. M. Grindle, Challenging the State: Crisis and Innovation in Latin America and Africa , Harvard Institute for
International Development (mimeo), 1993.
39. G. Neave, G. y F. Van Vught (eds.), Government and Higher Education Relations Across Three Continents:
The winds of change, Londres: Pergamon, 1994; C. Cox (ed.), Formas de gobierno en la educación superior
,
109
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
.
B El "modelo" boliviano
1. Interferencia estatal esporádica
Desde luego, es f ácil ver que ninguno de estos dos modelos resulta ú til para
caracterizar las relaciones actuales entre el Estado y las universidades públicas
bolivianas. Si queremos hacerlo, deberíamos recurrir a un tercer "tipo ideal",
que podríamos denominar tal vez de "interferencia" o de "intervención estatal
esporádica"40.
En este modelo de interferencia estatal esporá dica, no existe ni regulación
efectiva ni un control estatal sistemático sobre la educación superior. Por el
contrario, la inhibición (cuando no la pura indiferencia) es la norma de
conducta de un Estado cuyo ministro de Educación no tiene competencias
. . .
4 0. N. Cloete, J Muller, y T Moja, “Towards new forms of regulation In education" University of Cape Town,
1994 (mimeo).
110
EL ESTADO Y LA UNIVERSIDAD . LA A U T O N O MÍA
111
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
IV Conclusiones
Después de todo lo dicho, se imponen tres conclusiones sugerencias de cara
al futuro: la cooperación ha de reemplazar al enfrentamiento entre el Estado
-
y las universidades, que han de establecer un modelo estable y democrá -
ticamente acordando relaciones de cooperación. Para es ello indispensable
que el Gobierno se dote de una estructura administrativa sólida.
está preñada de desafíos que desbordan el alcance del presente informe. Pero
no cabe discutir que la educación superior es un ámbito institucional estra-
tégico para la democratización social y política, y que los contenidos y alcances
de su reforma serán una prueba cr ítica de la capacidad delos actores nacionales
112
EL ESTADO Y LA UNIVERSIDAD. LA AUTONOMÍ A
113
LIVIA
L A R E F O R M A D E L A U NI V E R S 1 D A D P Ú B L I C A D E B O
114
EL ESTADO Y LA UNIVERSIDAD . LA AUTONOMÍA
experiences and
4 4. H. R. Kells, “Higher education evaluation systems for Latin America: An analysis of recent
the formulation of a generalized model”, en Higher Education Policy 9 (3), 1996.
115
Í
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
.
C La tuición del Gobierno nacional
La Constitución Política afirma en su art ículo 190 que «La educación, en todos
sus grados, se halla sujeta a la tuición del Estado ejercida por intermedio del
Ministerio del ramo». No obstante las resistencias a aceptar que este art ículo
pueda atemperar la práctica autonomista vigente, la Constitución dice lo que
dice. En materia universitaria, el ministro de Educación ve limitado su poder
de decisión en materia universitaria por la evolución f áctica de la aplicación :
del marco constitucional y por la delegación voluntaria de autoridad en otras
instituciones (siempre revocable, como es el caso de la concesión de í ttulos en
provisión nacional). Pero limitado o no el poder de decisión, la tuición del Ir
116
EL ESTADO Y LA UNIVERSIDAD. LA AUTONOM Í A
117
i.
C A PÍT U L O I V
LA ADMINISTRACI ÓN UNIVERSITARIA . EL COGOBIERNO
I. De la autonomía al cogobierno
Como antes decíamos, «autonomía y cogobierno constituyen hoy por hoy las
dos metáforas ordenadoras del pensamiento y de la acción de la Universidad
Pública boliviana»2. Si esto es así con carácter general, tratándose del modo
de gobierno y gestión del sistema universitario y de cada universidad, resulta
imprescindible entender por qu é en Bolivia este asunto ha llegado a convertir-
se en un asunto central, como si fuese la quintaesencia de la vida universitaria
desde hace 45 añ os.
Como es sabido y hemos visto en los capítulos precedentes, la historia de
Bolivia hizo que la Universidad desempeñara un papel político muy peculiar
a lo largo de varias décadas, y no sólo en períodos de gobiernos represivos o
defacto. La autonomía adquirió, por lo mismo, una densidad política y cultural
muy peculiar. Como en ningú n otro país, el movimiento de Córdoba es hasta
el día de hoy en Bolivia un referente mítico, mucho más que en la misma
Córdoba. Se pueden citar varios factores que confluyeron para dar este
resultado. Tal vez, caló al principio porque las universidades de la época
.
1 Las universidades privadas tienen también su propio problema de gobernabitidad, como ha puesto de
manifiesto la reciente evaluación encargada por el Ministerio de Educación de Bolivia. Pero, aunque sería
-
interesante analizar las razones histórico culturales entre los dos modelos antagónicos de gobierno, tal asunto
excede el mandato de este equipo. Por ello, nos limitamos a llamar la atención sobre el fenómeno.
. . .
2 G Rodríguez, Autonomía y cogobiemo paritario Entre la historia, las dudas y las perspectivas, La Paz,
1997.
119
L A R E F O R M A D E L A UN t VE R S1DA D P ÚBL I C A D E B O L I V I A
120
LA ADMINISTRACIÓN UNIVERSITARIA. EL COGOBIERNO
121 .
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
3. Sindicato de Docentes de la UMSA , Bases para una doctrina delcogobiemo docente-estudiantil, La Paz, 1987
.
4. A falta de una doctrina claramente establecida, el cogobierno ha recibido un tratamiento 'pragmático
1
,
expresándose en diferentes formas, según la coyuntura que vivía la universidad y, por qué no decirlo, según el
prestigio y el peso de los paladines de las diferentes tendencias. Así se expresaba en 1987 el sindicato de
docentes de la UMSA, “Bases para una doctrina del cogobierno docente estudiantil”, p. 6.
122
L A A D M I N I S T R A C IÓN U N I V E R S I T A R I A . EL COGOBIERNO
5. E l V Congreso aprueba una parte del Estatuto Orgánico y da un impulso a la “reforma académica", aunque
intentando tomar distancias con relación a la reforma del gobierno de facto precedente.
123
L A R E F O R M A D E L A U N1 V E R S ID A D PÚ BL I C A D E B O L I V I A
. ...
6. G Rodríguez, Autonomía , ob. cit. ,
.
7 Para algunos, la restauración de la democracia se asociaba con la recuperación de la autonomía universitaria
y de la libertad sindical. El resto era democracia burguesa.
8. Lo mismo cabría decir en cuanto a docentes, campo donde la politización ha sido más plural y difusa y, al
.
menos en los últimos años, menos espectacular El discurso “único” de la UB nunca ha tenido fundamento
sólido, a no ser en momentos revolucionarios, en que las “mayorías silenciosas" suelen corear las consignas
de las vanguardias.
124
LA ADMINISTRACIÓN UNIVERSITARIA. EL COGOBIERNO
125
LA REFORMA D E LA U N I V E R S I D A D PÚBLICA D E BOLIVIA
lógica y suscite tanta emotividad entre los defensores y los detractores del
cogobierno en su actual forma. La ideología hace de la autonomía y del
cogobierno paritario categorías y derechos indisolublemente unidos. La
emotividad dificulta su separación, siquiera sea analítica. La ideología y la
emotividad impiden ver que, en su forma actual, la autonomía y el cogobierno
dificultan la consecución de la finalidad social que el movimiento reformista
les asignó. Por ello, es tan dif ícil encontrar una salida a los actuales impasses ,
que se prolongan ya demasiado. El cogobierno es para unos la garantía de
que la luch á histórica prosigue, mientras para otros su transformación o su
abolición es la condición necesaria para emprender los cambios que comienzan
a ser impostergables.
126
LA ADMINISTRACIÓN UNIVERSITARIA. EL COGOBIERNO
(1984), en que se presentaron con nitidez las tres posiciones enfrentadas. Por
un lado, la Confederación Sindical de Docentes (CONSIDU) opinaba que la
f órmula en vigor no era propiamente de cogobierno, sino de gobierno
mayoritariamente estudiantil, pues, mientras los representantes estudiantiles
son elegidos sólo por los estudiantes, los representantes que son autoridades
han sido elegidos también por los estudiantes, por lo que no son necesaria-
mente los más representativos de los docentes. En consecuencia, opinaban
que el cogobierno habría de integrar igual n úmero de representantes docentes
elegidos sólo por docentes y de representantes estudiantiles elegidos sólo
por estudiantes y por las autoridades elegidas conjuntamente por docentes y
estudiantes. Estos últimos tendrían como función la de dirimir los empates y,
sobre todo, serían los encargados de la ejecución de las decisiones colegiadas.
Esta tesis es sostenida por la denominada "tendencia del cogobierno numérico".
El sector estudiantil estimaba que el cogobierno esresponsabilidad de dos:
las autoridades electas por docentes y estudiantes en forma proporcional y
ponderada, y los estudiantes. Los docentes estarían representados por las
autoridades que son necesariamente docentes. Ésta es la tesis que sigue soste-
niendo la tendencia "poder estudiantil".
No habiéndose logrado el consenso ni en aqu él ni en sucesivos congresos
entre las posiciones mayoritarias, siempre ha habido una posición intermedia,
al menos en cuanto al cogobierno del sistema en su conjunto y se ñaladamente
para los congresos universitarios. Para obviar la negativa de los docentes a
ser representados por autoridades elegidas tambié n por los estudiantes, se
ha optado por ampliar la representación docente de cada universidad y de la
propia Confederación de docentes, lo cual implica ampliar la representación
estudiantil. En el VIH Congreso (1994-95) volvieron a aparecer las dos posi-
ciones antagónicas y una intermedia. La f órmula vigente, que era la tesis de
la corriente denominada gobierno efectivon, se plasmó en el inciso final del
artículo 47 antes citado y que fue contestado por una minoría significativa
del Vm Congreso (1994-95), sobre todo del sector de docentes, por las razones
expuestas.
Nos detenemos en esta casuística sobradamente conocida por los bolivia-
nos, porque ella en sí misma es muy significativa. El hecho de que los órganos
del sistema universitario hayan empleado más tiempo y energías en elucubrar
sobre las f órmulas de la paridad, que en diseñar y planificar carreras y planes
de investigación y de estudio, es un síntoma de que el binomio autonomía-
cogobierno, tal vez, se haya convertido en un problema y que haya dejado de
ser, si alguna vez lo fue, la solución de ninguno de los problemas reales de la
Universidad.
. . .
11 Véase SIDUMSA , ob cit , pp. 20 y ss.
127
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
.
1 2. Debe recordarse que las universidades tenían la tuición de los niveles inferiores del sistema educativo
128
LA ADMINISTRACIÓN UNIVERSITARIA. EL COGOBIERNO
conjunto de universida des «como una sola entidad » . Dado que la UMSA ,
principal universidad del pa ís , no particip ó precisament e porque no aceptaba
este planteamiento, el Congreso no tuvo consecuencia práctica alguna y se
impuso má s bien la tesis de la autonom ía individual . No es de extra ñ ar, por lo
mismo que, transcurrier an 28 a ños entre el primero y el tercer Congreso y
que sólo partir
a de 1978 los Congresos empezaran a tener la periodicida d
regular (cada cuatro años).
Habría que esperar hasta 1952 para el nuevo intento de dar un órgano de
coordinación al sistema universitario. Ya vimos que el gobierno del MNR de
1952 creó una Comisión de Reforma de la Educación Pública, que recomendó
instituir un Congreso de Rectores y un Comité o Secretariado Universitario Perma-
nente. En 1955, el nuevo Código de Educación creó el Consejo Nacional Universi-
tario, que, por lo demás, tampoco llegó a constituirse.
La reforma de 1967 incluye el ya dtado artículo 185 de la Constitución, que
establece la obligación de crear «un organismo central que programará y coordinará
sus fines y funciones de acuerdo a un plan nacional de desarrollo universitario».
Sólo en 1969, el m Congreso Nacional reacciona ante el mandato constitu-
cional y crea la Asociación de Universidades Bolivianas, como «órgano de
coordinación, planeamiento y desarrollo». Como ha sido usual en la vida insti-
tucional universitaria, el propio Congreso aprueba un Estatuto Orgánico de
la Asociación de Universidades, cuyo artículo primero estipula que el objeto
de la misma es «coordinar sus fines y fundones, asodar sus esfuerzos, fomentar
su solidaridad y defender la autonomía universitaria» (art.1). La preocupadón
por administrar la autonomía está ausente del propio texto, que no estaba a
la altura de la exigencia constitucional de un organismo central. Por consi-
guiente, el trabajo m ás significativo de la Asociación no fue organizar ni pro-
gramar. Desde un punto de vista acad émico, realizó 13estudios e informes
estadísticos que fueron valorados aún por sus detractores . Con todo, su faceta
más conocida fue la implicación de la Universidad como actor político de
primera línea, sea cual fuere el juicio que merezca a posterioriu.
El IV Congreso se celebra en julio de 1971, en un clima revolucionario. El
Congreso redescubre la Universidad Boliviana ú nica y se propone reestruc-
turarla «en fundón de las necesidades de la clase obrera y de todo el pueblo
boliviano». Se da a la Asoriación de Universidades, creada sólo dos años antes,
un nuevo rango y sentido, al dotarla de un Secretariado Ejecutivo de la
Universidad Boliviana (SEUB ),con poderes ejecutivos.
.. .
1 3. J Siles Salinas, La Universidad. , ob cit., p.118.
.
14. Vía-Reque, "La Universidad...", ob. cit., p.53.
129
LA REFORMA DE LA U N I V E R S I DA D P Ú B LI C A DE BOLIVIA
Sólo duró dos meses este nuevo intento. En septiembre de 1971, el gobierno
del general Banzer suspende las actividades académicas. Pocos meses despu és i
( junio de 1972) se publica la Ley Fundamental de la Educación Superior, que
afectaba de raíz a todos los asuntos tocados en este capítulo. Con el fin de
"acabar " con las distorsiones "politizantes" de la autonomía, ésta se limitaba
a lo meramente administrativo, anulando cualquier dimensión política. Se
reducía a menos de un tercio la participación estudiantil. Y, lo más importante
para el asunto que nos ocupa, se creaba un órgano suprauniversitario, con
poderes reales de regulación, planificación, administración y control, incluido
el control financiero: el Consejo Nacional de Educación Superior ( CNES ) ,
dependiente del Presidente de la República e integrado por representantes
de varias instancias. Como ya se dijo en el capítulo inicial, aun sus críticos
más firmes reconocen que «no todo fue negativo» en la reforma de 1972, pero
tuvo un defecto capital: fue impuesta y antidemocrá tica.
Luego de la apertura democrática conquistada al final del gobierno de
Banzer, se celebra el V Congreso (1978) que, como reacción lógica, deroga la
reforma anterior por su vicio de origen15. Pero el Congreso, reunido bajo el
signo de la unidad de las fuerzas progresistas, firma el Acta de Constitución
(sic) de la Universidad Boliviana y de su Comité Ejecutivo. Nace el CEUB, como
organismo central, encargado de «representar a las universidades autónomas,
de coordinar, planificar, programar y relacionar las actividades académicas,
administrativas y financieras de la educación superior ». Junto con lasfunciones i
del CEUB, el V Congreso de 1978 integra en el Estatuto Orgánico las funciones
y modalidades de los congresos y de las conferencias universitarias, configu-
rando, tal vez por primera vez, la estructura de regulación, coordinación y
gestión del sistema universitario.
La dictadura de García Meza (1980-82) entr ó a saco en las universidades,
creando nuevos planes de estudio, una nueva organización académica y un
nuevo órgano general, el Consejo General de Reforma Universitaria. Huelga dedr i
que el siguiente Congreso, el VI (1984), fue otra vuelta atrás. En el sentido
esperado y en otro menos esperado:se redujeron las competencias del CEUB. i
•
15. El rechazo en bloque es tal que, para referirse al período en cuestión, algunos hablan de la “Universidad
4
Cenesista", como si la idea del Consejo fuese algo ligado a una dictadura y no una necesidad del sistema, que
ya se había intentado antes, como acabamos de ver. Esta visión maniquea dificulta sin duda la tarea de utilizar
referencias históricas para hacer propuestas de futuro.
vV
130 %
j
J
LA ADMINISTRACIÓN UNIVERSITARIA . EL COGOBIERNO
131
L A R E F O R M A D E L A U N I V E R S ID A D P 0 B L | C A D E B O L I V I A
.
1 7 L a Universidad Católica y la Escuela Militar de Ingeniería no son consideradas entre las universidades
.
autónomas Como desde su fundación se les integró en el "sistema", el Estatuto (art. 13) les autoriza a enviar
un invitado con derecho a voz. Recordamos de paso que la situación atípica de ambas universidades es otra
anomalía del sistema .
132
LA ADMINISTRACIÓN U N I V E R S I T A R I A. E L C O G O B I E R N O
133
L A R E F O R M A D E L A U N I V E R S 1 D A D P U B L IC A D E B O L I V I A
134
LA ADMINISTRACIÓN UNIVERSITARIA. EL COGOBIERNO
2. La consolidación institucional
No obstante las observaciones anteriores, es de suyo muy positivo que las
instituciones del sistema funcionen desde hace ya casi 15 años, de manera
cada vez más regular y casi rutinaria. Las "rutinas" de funcionamiento no
son malas cuando las instituciones han pasado por tantas turbulencias. Es
obvio que el esquema organizativo no puede dar más de sí y resumiremos en
seguida las insuficiencias, pero el funcionamiento de los órganos, sobre todo,
de las tan frecuentes conferencias universitarias, y los asiduos actos de
presencia comunicaciones, fax, correo electrónico, visitas in situ- de los
-
secretarios del CEUB, están acostumbrando a las universidades a la existencia
de un referente exterior, a experimentar los beneficios y las responsabilidades
que comporta el ser parte de un sistema y no una mónada aislada. Los múlti-
ples signos de ineficacia que mencionaremos a continuación no menoscaban
í la valía del aprendizaje del rodaje institucional de cara al futuro.
135
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
pasos importantes en los últimos años, sobre todo desde el CEUB y gradas al
esfuerzo sostenido de sus secretarías de Planificación Académica y de
Investigadón.
El Estatuto Orgánico fija claramente el procedimiento para la aprobación
o supresión de institutos, facultades y carreras, que ha de culminar en la
aprobación del Congreso Nacional de Universidades. En cuanto a la modifi-
caci ón de los planes de estudio, pareciera que las universidades son plena-
mente autónomas, como veremos en seguida. Conviene destacar que jus -
tamente lo que est á aconteciendo es la superación de un aislamiento
inveterado en materia de planes de estudio y de actualization de carreras, no
por la vía del cambio normativo, sino utilizando los mecanismos existentes
de coordinación y de constructión de consensos. Eso es lo que está hadendo
el CEUB al activar el funcionamiento de los órganos de asesoramiento.
Siguiendo el mandato de los congresos, se han convocado varias Reuniones
Acadé micas Nacionales (RAN) y otras reuniones sectoriales, haciendo un
esfuerzo por coordinar la actualization de los planes de estudio en varias
áreas, al tiempo que se intenta detectar las necesidades de formación de los
profesores y se organizan algunas acciones formativas, como las maestrías en
formación did áctica.
El principal fruto de este esfuerzo es el nuevo Reglamento General de
Títulos, que, como vimos en el capítulo 2, fue aprobado en febrero de 1997
en la V Conferencia Extraordinaria de Universidades. La realidad queda lejos
de las ambiciones, según muchos indicios. Pero sean cuales fueren los futuros
cambios en la organización del sistema, es claro que el nuevo reglamento
constituye un importante dato de partida.
Esta línea de trabajo del CEUB entronca de alguna manera con aquella
minoría que ha luchado por décadas para que el sistema acometiese una
reforma académica con profundidad. La vieja aspiración, aplazada porque
otras urgencias reclamaban la atención de autoridades y órganos de gobierno,
empieza a encontrar su sitio en las prácticas administrativas y en la cultura
del sistema. Este es un paso decisivo.
En efecto, si echamos de nuevo la vista atrás, vemos cómo, tras la recu-
peración democrá tica de 1978, el V Congreso Nacional lanza la renovación
promoviendo reuniones sectoriales de áreas, de facultades y de carreras. Las
universidades le ponen manos a la obra, y en 1979 entran en vigor nuevos
planes comunes de estudio en muchas carreras del sistema. En algunas se da
un paso metodológico que rescata algo de la reforma anterior, como es el
sistema modular en los curricula18.
Pero, una vez más, al momento de euforia constructiva sucede una etapa
de turbulencias y de dictadura. Cuando se celebra el VI Congreso (1984), el
1 8. Esta y otras “novedades" académicas son asumidas responsablemente por los dirigentes de entonces, a
pesar de las críticas de quienes consideraban tales innovaciones como una concesión al régimen anterior Es .
obvio que el clima de unidad de las fuerzas progresistas estaba a favor de las actitudes positivas y prospectivas.
136
LA ADMINISTRACIÓN UNIVERSITARIA. EL COGOBIERNO
ón de
19. El documento fue el resultado de la propuesta conjunta del CEUB y de la Universidad de San Sim
Cochabamba. Una construcción intelectual sobre las relaciones de la universidad con la sociedad
, que, a partir
Boliviana.
de la teoría dialéctica del conocimiento, redefinía la misión y los rasgos específicos de la Universidad
el raciocinio a ese nivel de abstracción se pretend ía que cada facultad y cada carrera formulase los
Siguiendo
cuanto a la
perfiles profesionales y los cambios que debían ser introducidos en cada unidad académica en
,
concepción de su quehacer, a los contenidos programáticos y al diseño curricular de cada carrera
.
.
20. CEUB, Documentos para la reforma..., ob. cit., p 78.
137
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
f .
21Jbíd
22. Dada la actual composición del arco parlamentario, cualquier combinación de gobierno habría de ser calificada
con la misma fórmula. Una vez más, el sistema universitario se posiciona frente al sistema político como
"reserva histórica en expectativa” o/y como alternativa.
23. CEUB, Documentos del VIII Congreso, La Paz, 1995, p 65. .
.
24 Ibid., p. 102.
138
r L A A D M I N I S T R A C IÓ N U N I V E R S I T A R I A . E L C O G O B I E R N O
139
í
A
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD P ÚBLICA DE BOLIVI
(89-94), sobre la base del informe que presentó el CEUB sobre su gestión de los
mandatos del anterior Congreso y de las conferencias intermedias. El cuadro
que bosqueja es desolados El balance con relación a la operatividad del sistema
es demoledor.
La Comisión pasó revista al grado de cumplimiento de los acuerdos del
anterior Congreso sobre asuntos institucionales: el Proyecto Universitario
Nacional y, como paso previo, el Programa de Automejoramiento basado en
la autoevaluación institucional; la reestructuración del sistema; el Plan de
Desarrollo Universitario; las autorizaciones de universidades privadas, la
estructura orgá nica del CEUB, un balance de las 23 conferencias universitarias
celebradas en el per íodo... Entre los temas académicos: el nuevo modelo
académico, que venía arrastrándose desde el VI Congreso (1984), el sistema
nacional de posgrado, el sistema nacional de investigación y tecnología, las
normas sobre la creación de nuevas carreras y varios temas de menor relieve
general.
Como se ve, se trata de los puntos clave del sistema desde hace a ños. Iras
pasar revista a cada tema, la conclusión, asunto tras asunto, es siempre la
misma. He aquí varias de las expresiones que se reiteran:
el CEUB ha hecho lo que ha podido, pero las universidades no responden, no
dan información, no cumplen, no se interesan ... Todo se queda en propuestas...
Algunos rectores no asisten a las Conferencias y no conocen ni las Resoluciones
que los obligan...
Lo mismo da que se trate de mandatos o de prohibiciones. En el quinquenio
,
se crearon 20 carreras nuevas sin pasar por la aprobación de una conferencia
¿
como está reglamentado. La Comisión se pregunta: Para qué tomar resoluciones
?
de alcance nacional, si son incumplidas por una autonomía mal interpretada
La primera conclusión de la Comisión es que es dif ícil evaluar la labor del
CEUB, porque, si bien es cierto que hace muchas cosas (documentos
, semina -
de
rios, etc.) «todas estas realizaciones resultan infructuosas por la falta ».
ril
respuesta de las universidades... Su labor en muchos casos ha sido est é
Para que no quede ninguna duda de que, según los delegados, el problema
del
no es el CEUB, sino las universidades que ellos representan, acotan al final no
informe que el CE Ú B ha cumplido cabalmente «las actividades que
dependían de una respuesta o aceptación de las universidades». El propio
representante del CEUB en la citada Comisión señ alaba que
«lamentablemente el sistema no funciona por la concepción que tiene cada
universidad de la autonomía y que, si esto no cambia, no cambiará nada, criterio
25
compartido por la comisión» .
140
LA ADMINISTRACIÓN UNIVERSITARIA. EL COGOBIERNO
26. En la práctica, es sabido que las candidaturas triunfantes al CEUB son el resultado de los juegos de equilibrio
entre varias universidades.
27. Hay quien haya calculado el peso en pape!de las resoluciones aprobadas en los diversos órganos de gobierno
.
en el lapso de 30 anos Frente a las toneladas de lo estatuido colocan los gramos de lo realizado y lo cumplido.
141
L A R E F O R M A D E L A U NI V E R SID A D P 0 BLI C A D E B O L I V I A
.
28 . L a C U B comparta locales con el CEUB y es probable que el diálogo sea fluido Pero no hablamos de relaciones
políticas, sino de cogestión.
142
L A A D M I N I S T R A C IÓN U N I V E R S I T A R I A . EL COGOBIERNO
143
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD P Ú BLICA DE BOLIVIA
Los órganos del sistema han llegado repetidas veces a la conclusión de que el
sistema ha agotado sus reservas de autorreforma en el aspecto institucional
y, por lo mismo, carece de los resortes para acometer las reformas substantivas
del quehacer universitario. Los miembros de la citada comisión de políticas
institucionales del último Congreso Nacional de Universidades sólo encon -
traba dos salidas, que propuso como alternativas al Congreso:
La reestructuración del CEUB otorgá ndole poderes ejecutivos.
Decidir su desaparición: pues es dispendioso mantener un organismo que elabora
proyectos y documentos que no son tomados en cuenta. En tal caso, cada universidad
podría desempeñar, de manera rotatoria, el papel coordinador.
Cuando llega el momento de poner remedio a la situación, los delegados
sólo encuentran la solución de adoptar nuevas resoluciones. Así, pues, a la
carencia de capacidad real de intervención del CEUB (que no es el único
problema del autogobierno) el último Congreso aportó una solución admi-
nistrativa (aumento del n ú mero de secretarías), pero no dio salida política al
estrangulamiento de la autogobernabilidad del sistema, que, como vimos,
reside en la resistencia de las universidades a perder soberanía. Por ello persiste
inmutada la percepción del estancamiento y, a veces, de que algo habrá que
hacer:
« El sistema es una quimera . Sólo existe como discurso ideológico, que se
construye sobre el rechazo de la injerencia gubernamental -real o supuesta-
corno principal nexo de unión», dicen unos. «El sistema hay que reinventarlo
y hacerlo», dicen otros.
Los diagnósticos oscilan, por consiguiente, entre la carencia de gobierno y
la ingobernabilidad del sistema. Las propuestas van desde el fortalecimiento
de los órganos actuales, se ñaladamente el CEUB, hasta la propuesta de un
nuevo esquema de organización del sistema, aceptando la presencia del
"mundo exterior" en la regulación de la Universidad. Explicitamos este
diagnóstico en las conclusiones generales del capítulo.
144
LA ADMINISTRACIÓN UNIVERSITARIA . EL COGOBIERNO
29. La UMSA declara ser "nacional, democrática, popular y antiimperialista" (Estatuto Orgánico del a UMSA, art.11).
30. J. L. Tellería, La universidad del siglo XXI, La Paz: CEUB, 1996, pp. 73 y ss.
145
LA REFORMA DE LA UNIVER SI D A D PÚB LIC A DE BOLIVIA
146
L A A D M I N I S T R A C IÓN U N I V E R S I T A R I A . E L C O G O B I E R N O
Según los testimonios recibidos, las asambleas se reúnen con escasa fre-
cuencia, por las dificultades organizativas obvias y porque todavía siguen
debatiéndose problemas básicos de procedimiento, como es el quorum míni -
mo de participantes de uno y otro sector para que se considere válida una
asamblea y el modo de ponderar los votos de cada uno de los sectores en
función del porcentaje de asistentes de cada uno de ellos.
31. El Estatuto de la UMSA ha suprimido el término, pero ha conservado la sigla tradicional de HCU.
147
k
L A R E F O R M A D E L A U NI V E R S I D A D P Ú B L I C A D E B O L I V I A
3 2. E l término proviene de los tiempos en que el claustro estaba integrado por la totalidad de docentes de una
unidad académica y un número igual de delegados estudiantiles.
148
Ü
i
La estructura de cogobierno paritario se reproduce hacia abajo y, aunque se
aplica en principio a todas las instancias, sólo está claramente establecido en
i la estructura académica: facultades y carreras33, sin que quede clara la situación
en los institutos de investigación, bibliotecas, laboratorios, etc. Sus órganos y
la distribución de funciones entre decano y vicedecano son una fotocopia
reducida de los órganos generales de la universidad, excepto en lo relativo al
congreso. No existe tal órgano en las facultades y carreras, pero el Estatuto
i
mantiene la Asamblea General Docente- Estudiantil en sus dos modalidades y el
i
Consejo Facultativo y de Carrera, presidido respectivamente por el decano y el
director de carrera.
En las unidades administrativas no existe el cogobierno. Por ejemplo, el
secretario general no tiene a su vera un docente y a su paridad estudiantil, lo
cual indica que, aunque sus funciones sean formalmente de asesor ía al rector
y de coordinació administrativa
n , esta figura clave y algunos directores tienen
i
mayor libertad de acci ó n para gestionar su esfera de competencias que el
f
: propio rector o los decanos en su campo .
3 .
3 3 E l propio 1 Congreso do la UMSA que aprobó el Estatuto elevó al Vil Congreso la petición de que las
rj
carreras se denominasen escuelas.
.. . .
34. Sindicato de Docentes de la UMSA, Bases. , ob. cit., p 21
149
i
i
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
.
3 5 Algunos aluden con ironía a las prácticas de la época virreinal, en que se acataban las leyes, pero no era
necesario cumplirlas.
36. CEUB, Documentos del VIII Congreso, La Paz, 1995, p. 97.
150
L A A D M I N I S T R A C I Ó N U N I V E R S I T A R I A. E L C O G O B I E R N
O
.
37. Sindicato de Docentes de la UMSA, Bases..., ob. cit., p. 29
151
LA REFORMA DE LA U NIVER SI D A D RÚBL I CA DE BOLIVIA
.
38 Entresacamos textualmente algunas de las Ideas expresadas en el documento de trabajo de la UMSA, Plan
de Desarrollo Institucional (1997-2000). Síntesis.
152
L A A D M I N I S T R A C I Ó N U N I V E R S I T A R I A. E L C O G O B I E R N O
Más allá de las disfundones que nos parecen inherentes al modelo de gobierno
que es el cogobierno, consideramos necesario destacar algunas de las prácticas
daramente perversas del cogobierno39:
a. La profesionalizaci ón de algunos líderes estudiantiles que, mediante
estrategias de corte "político", consiguen el control de los órganos clave
de la vida universitaria y que, transformados en apparatchik políticos,
inhiben, en lugar de canalizar, la participación de los estudiantes. El
fen ómeno, escasamente documentado por razones obvias, es uno de los
estereotipos recurrentes en el debate sobre la universidad. La profe -
sionalizadón como dirigentes universitarios de los estudiantes es uno de
los estereotipos más escuchados en Bolivia. No tenemos datos empíricos
para discernir el fundamento objetivo de tal convicción generalizada, así
como tampoco hay datos sobre análogo fenómeno entre los docentes,
colectivo de donde surge con mayor énfasis la denuncia sobre la profesio -
nalización de algunos dirigentes estudiantiles.
b. La conformación de nomenclaturas entre los docentes, que se rotan en los
• puestos de dirección y/o representación a lo largo de los años, aunque se
3 9. L a s ¡deas y hasta las expresiones nos han sido sugeridas por nuestros interlocutores. Sea cual
fuere su
actual ocupación, la mayoría de ellos han sido o son docentes, muchos fueron en su día dirigentes estudiantiles
o/y han ocupado como docentes puestos de dirección o de representación gremial en una u otra universidad
.
Los estudiantes con quienes hemos hablado no se han referido al asunto de la profesionalización o de las
nomenclaturas.
153
il
L A R E F O R M A D E L A U NI V E R S I D A D P Ú B L I C A D E B O L I V I A
es posible abrir un proceso por tener tesis contrarias a las de la mayor ía,
aunque se disfrace de otra manera. Hemos podido comprobar cómo
algunos prestigiosos profesores e investigadores bolivianos no querían
entrevistarse con este equipo, aduciendo el temor a ser considerados
desleales para con "el sistema".
e. El mal clima se debe, entre otras causas, al temor a tales procesos (o censuras
poco más o menos sutiles) a profesores, autoridades o estudiantes, por
supuesta o real infracción contra la autonomía, "delito" con imprecisa
frontera con los delitos de opinión y que, relatados desde la perspectiva de
los potenciales transgresores, son, al menos en los últimos años, amenazas
o procesos de censura de disidentes molestos a la mayoría ocasional.
Censura pública que equivale a un linchamiento moral, atenta gravemente
contra la libertad de expresión e incluso de cá tedra, implica restablecer los
viejos tribunales de honor (hoy prohibidos en la mayor ía de los textos consti-
tucionales) y, sobre todo, genera una constante autocensura en el debate y
en la expresión pública, dando lugar a formas muy perniciosas de doble
lenguaje, ocultando en público lo que se manifiesta con rotundidad en
privado. Todo ello genera una perversión esencial del debate democrático
y transparente, impidiendo no ya la formación de consensos que resulten
de una comunicación no-distorsionada, sino incluso la misma definición
realista de los problemas, algo sin duda esencial para conservar blindadas
ideologías ya retóricas, pero letal para la reforma democrática de la
universidad.
f. Aunque incluida entre las disfunciones generales, nos parece que la
apropiación del cogobierno por parte de los gremios de docentes y de
estudiantes, la llamada gremialización del poder, es la raíz de las otras
desviaciones del cogobierno. Volveremos sobre ella.
154
L A A D M I N I S T R A C IÓN U N I V E R S I T A R I A . EL COGOBIERNO
155
L A R E F O R M A D E L A ü N I V E R S I D A D PÚ B L I C A D E B O L I V I A
.
4 0. G. Rodrí guez, Autonomía y cogobiemo. ,, ob. cit.
. .
41 Tomamos como referencia el diagnóstico de la UMSA antes citado
156
LA ADMINISTRACIÓN UNIVERSITARIA. E L COGOBIERNO
A las "corruptelas" antes mencionadas hay que añadir las que las propias
universidades diagnostican41. En cuanto a los alumnos: ausencia de criterios
homogéneos de admisión y de permanencia y discrecionalidad en su aplica-
ción; bajos índices de rendimiento y dé eficiencia académica; ausencia de
seguimiento y de mecanismos de apoyó a los estudiantes; ambigüedad en las
normas que regulan las modalidades de titulación...
En cuanto a los docentes, se señala la falta de formación para la docencia,
el escaso control del trabajo docente, el excesivo número de docentes interinos
y de tiempo parcial, la inadecuación de los mecanismos de evaluación de los
docentes y la falta de incentivos para la mejora...
Se trata, reiteramos, de efectos del funcionamiento normal del tipo de
organización en que ha devenido la universidad cogobernada, que no se van
a atajar sólo con cambios en los reglamentos, sino con eficaces formas de
seguimiento y control y con aplicación de remedios y de sanciones. Pero el
modelo de gobierno que es el cogobierno se caracteriza precisamente por su
rechazo intrínseco a cualquier forma objetiva de control, porque, como vere -
mos más abajo, al consistir en la negociación permanente y no en un pacto
estable, cualquier objetivación de los comportamientos pone al descubierto
la endeblez intrínseca del entramado.
«El cogobierno paritario tiene muchos aspectos antipedagógicos», señala
un profesor. Todas las disfunciones, perversiones y demasías antes señaladas
.
42. Algunas universidades , como la UMSS de Cochabamba, están aplicando fórmulas que suavizan ambos
aspectos.
157
LA 'REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
. .. .
4 3 G. Rodríguez, Autonomía y cogobierno. , ob cit. Según él mismo, se encarga de recordar en su paper, el
profesor Rodríguez Ostria ha hecho una lectura y una aplicación muy sugerente de los análisis de Cox y
Courard, Clark y Baldrige. En cuanto a las conversaciones, han sido tantas las personas con quienes hemos
hablado del cogobierno, que sería imposible citarlas a todas.
158
L A A D M I N I S T R A C I Ó N U N I V E R S I T A R I A. E L C O G O B I E R N O
-
2. Cogobierno y pacto de la mediocridad .
159
L A R E F O R M A D E L A U N 1 V E R S ID A D P Ú B L I C A D E B O L I V I A ú
44. En efecto, si en lavida política de cualquier país se divulgaran los cabildeos para la designación de candidatos,
el toma y daca en las negociaciones internas y hasta los acuerdos secretos intrapartidar í os o en las coaliciones, A
los sistemas políticos perderían respetabilidad, aun cuando en tales cabildeos no existan delitos. Los ciudadanos
saben que existen tales cosas, pero en las democracias consolidadas se hace como si no existieran, sirviendo a
&
160
r
-
3
J
L A A D M I N I S T R A C IÓN U N I V E R S I T A R I A. E L C O G O B I E R N O
ser vistas por la sociedad y por el Estado, y, por lo mismo, tienen miedo a
verse a sí mismas», nos dijo un académico boliviano.
161
LA REFORMA DE LA UN I V E R SI D A D P ÚBLI C A DE BOLIVIA
&
.
4 6. fbíd , p. 6 4
. . . .
4 7 Sindicato de Docentes de la UMSA , Bases.. , ob cit., p. 29
162
LA ADMINISTRACIÓN UNIVERSITARIA . -EL COG
OBIERNO
IV Recomendaciones y sugerencias
,
A pesar de que pueda resultar cosa sabida para los lectores bolivianos hemos
querido adentrarnos en el cogobierno del sistema y de cada universidad
. Pro -
bablemente nuestra comprensión adolece de errores y de lagunas . Pedimo s
o
comprensión por las deficiencias y, sobre todo, por habernos atrevid sugerir
a
una interpretación que, construida con materiales bolivianos, la ofrecem
os
í . Como
como hipó tesis de trabajo para escapar de los juicios morales y pol ticos
observadores externos necesitábamos entender este tema que es uno
de los
de cualqu ier
resortes culturales e institucionales que aparecen en el camino
.
de cada univers idad
hipó tesis de transformación del sistema universitario y
Recapitulemos las conclusiones y sugerencias m ás signific ativas , primero
con cará cter general y, en seguida, con relación a la administración del sistema
y al gobierno de las universidades.
163
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
1
.
A Sobre el cogobierno en general
Los miembros de este equipo reciben muchas observaciones sobre el asunto.
La mayoría son críticas de mayor o menor calado. Las favorables al actual
modelo de gobierno lo son generalmente por razones de principio y de lealtad
a la historia, aduciendo argumentos defensivos frente a las críticas. No
recordamos haber escuchado ninguna argumentación sólida sobre las ventajas
prácticas del actual esquema de decisión, gobierno y gestión ordinaria del
.
sistema y de las universidades Para los defensores a ultranza del modelo, es
como si las disfunciones cotidianas fuesen el tributo que hay que pagar a la
razón histórica y a algunos principios sagrados.
Recogemos ahora algunas sugerencias que pueden ser ú tiles para proceder
al cambio del sistema de gobierno universitario. A
a
1. Una de las lecturas posibles de lo que sucede es que el cogobiemo es un
tigre de papel, que produce un miedo infundado. Hay tanta distancia entré
un tigre verdadero y uno de papel como la que media entre el discurso y i
la práctica del cogobierno del sistema; entre el discurso de las minorías
con manejo "político" y la opinión y la sensibilidad de la mayoría de los
estudiantes y de los profesores; entre el discurso público y la conversación
privada de muchos que viven de las rentas de un pasado todavía
cronológicamente cercano, pero muy lejos del tiempo histórico real. Por
una serie de circunstancias históricas, en Bolivia el discurso revolucionario I
puede ser una manera de anclarse en el inmovilismo y vivir al socaire del Ii
statu quo. - ;
'
3
2. La resistencia al cogobierno está bastante extendida. Los debates
recurrentes sobre la f órmula de representación y sobre los ámbitos y las
formas del cogobierno, son la manifestación de la resistencia a aceptar el
modelo de cogobierno paritario. En unos casos, precisamente por ser
paritario, inclusive discriminatorio en varios aspectos a favor de la
representación estudiantil. Quienes así opinan piensan que los estudiantes,
precisamente por serlo, no pueden estar en pie de igualdad con los
profesores en la toma de decisiones sobre materias que ignoran. Este sector
de opinión abarca un abanico muy grande de sensibilidades, desde los
que estiman que en el futuro habrá que mantener una sólida y significativa
participación estudiantil en los órganos de gobierno, hasta quienes
sostienen que los estudiantes han de dedicarse exclusivamente a estudiar.
De cara al futuro, no hay que olvidar que este sector ganó la partida en las
universidades privadas, donde desterr ó la participación docente y
estudiantil e instauró un sistema de gobierno muy vertical, sin que se hayan
hecho notar ni las protestas ni las demandas de ambos sectores. Los
fundamentalistas del cogobierno deberían tener en cuenta la ley del
péndulo si quieren preservar una significativa participación docente y
estudiantil en la futura organización universitaria, lo que, a la luz de la
164
RNO
LA ADMINISTRACIÓN UNIVERSITARIA. EL COGOBIE
165
L A R E F O R M A D E L A U N I V E R S I D A D PÚB L I C A D E B O L I V I
A
166
L A A D M I N I S T R A C I Ó N U N I V E R S I T A R I A. E L C O
GOBIERNO
168
LA ADMINISTRACIÓN UNIVERSITARIA . EL COGOBIERNO
169
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
170
L A A D M I N I S T R A C I Ó N U N I V E R S I T A R I A. E L C O G O B I E R N O
171
LA REFORMA D E LA UNIVERSIDAD P ÚBLICA D E BOLIVIA
172
LA ADMINISTRACIÓN UNIVERSITARIA. EL COGOBIERNO
173
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD P ÚBLICA DE BOLIVIA
.
D Sugerencias para el proceso de cambio
A lo largo de todo el informe hemos insistido en los escollos que es preciso
sortear para emprender la reforma institucional, y hemos sugerido, aquí y
allá, algunas ideas y propuestas. Evocamos, para concluir, las principales.
1. Si un gobierno pretendiera suprimir el cogobierno desde fuera, encontrar ía
una resistencia activa muy fuerte, porque los sectores, probablemente
.
48. CEUB, Premisas de !a reforma universitaria, La Paz, 1993, pp. 75 y ss
174
LA ADMINISTRACIÓN UNIVERSITARIA . EL COGOBIERNO
175
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
176
C A P ÍT U L O V
EL FINANCIAMIENTO DEL SISTEMA UNIVERSITARIO
Introducción
La expansión de los sistemas universitarios, la crisis de los presupuestos
públicos y los debates acerca del estado del bienestar han llevado a muchos
países a plantear reformas en sus modelos de financiación universitaria en
los últimos diez años.
En este capítulo se describe brevemente la situación del sistema de
financiación de la educación superior en Bolivia y se presentan los rasgos
fundamentales del debate internacional, que puede ser útil para establecer
los elementos básicos de un modelo de financiación del sistema universitario
boliviano (SUB). Los objetivos fundamentales serían mejorar la eficiencia y
calidad de la educación superior al mismo tiempo que se avanza en el logro
de la igualdad de oportunidades. Conviene, sin embargo, recordar desde un
principio que la consecución de estos objetivos no depende ú nicamente de la
adopción de políticas de financiación, sino que requiere medidas adicionales
como la potenciación de la evaluación (individual e institucional) de las
actividades universitarias, así como la mejora de los niveles educativos previos
a la educación superior, y la incentivación del rendimiento académico.
Al analizar la financiación de la educación universitaria pública en diversos
países se observa, en general, que las universidades financian sus actividades u
. .
3 D Albrecht y A. Ziderman; “Deferred Cost of Recovery for Higher Education: Student Loans Programmes in
. .
Developing Countries”, World Bank D. P. 137, Washington, D C , 1992.
178
EL FINANCIAMIENTO DEL SISTEMA UNIVERSITARIO
»,UDAPSO,
4 Esta sección hace uso del documento «Financiamiento del sistema universitario nacional de Bolivia
.
La Paz, febrero, 1997.
. .
5. UDAPSO, “Financiamiento. .”, ob. cit
179
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
CUADRO 5.1
ESTRUCTURA DE FINANCIACIÓN
% de ingresos mediante transferencias del TGN
CUADRO 5.2.A
ESTRUCTURA DE FINANCIAMIENTO DEL SISTEMA UNIVERSITARIO
Serie histórica de todas las fuentes de financiamiento (en %)
CUADRO 5.2.B
FINANCIAMIENTO DEL SISTEMA UNIVERSITARIO (EN MILLONES DE DÓLARES)
6. Véase J. J. Brunner, "Educación superior en América Latina durante la década de los ochenta: la economía
política de los sistemas”, en Desafíos de la educación superior; UDAPSO, La Paz, 1993.
7. García Guadilla, Carmen, Situación y principales dinámicas de transformación de la educación superior en
América Latina, Caracas, CRSLAC, 1996.
181
L A R E F O R M A D E L A U N I V E R S I D A D PÚB L I C A D E B O L I V I A
CUADRO 5.3
FINANCIAMIENTO POR ALUMNO (EN DÓLARES CORRIENTES)
Las diferencias en gasto por alumno entre las nueve universidades públicas
del SUB se pueden observar en el cuadro 5.5. Sin embargo, la dispersión en los
recursos disponibles por alumno se ha reducido en este período, y si en 1986
la de mayor gasto (U. del Beni) emplea 6,6 veces los fondos de la de menor
gasto (U. Siglo XX); en 1995, el abanico entre la más costosa (U. del Beni) y la
más econ ómica (USFX) se sitú a en una ratio de 2,8 ú nicamente.
En general, se observa que las universidades de mayor gasto per capita son
las de menor tama ñ o (capítulo 2). Este hecho se puede explicar por la
importancia de las economías de escala en la educación superior, un fenómeno
bien conocido que se presenta en todos los sistemas universitarios8. Esta
característica de los costes educativos puede ser incorporada en el modelo de
financiación de las universidades, haciendo que la subvención pública para la
educación superior no sea idéntica (por alumno) en centros de diverso tamaño .
9
CUADRO 5.4
ESTRUCTURA DE FINANCIACIÓN
% Recursos propios
. .
8 Entre otros estudios se pueden destacarlos siguientes:J Johnes, "Unit costs: some explanations of differences
.
between UK universities", Applied Economics 22, 1990, parae! Reino Unido; D Lewis y H. Dundar, “Economies
,
of Scale and Scope in Turkish Universities", Education Economics 3 (2), 1995, para Turquía; y M. San Segundo
“Decentralization and Diversification in Spain ", Higher Education Management , 1997 , para el caso espa .
ñol
9 Véase una descripción de la f órmula en Nueva Zelanda en G. Preddey, “New Zealand model: Public funds
.
..
allocation to universities”, Ministry of Education, Wellington, 1996; y una propuesta para Argentina en L P Piffano
,
“ Un modelo de costo est ándar para la asignació n del aporte público a la enseñanza de grado ”, Buenos Aires, 1996 .
182
EL FINANCI AMIENTO DEL SISTEMA UNIVERSITAR
IO
CUADRO 5.5
GASTO POR ALUMNO (EN BOLIVIANOS)
:
i 183
i
i
J
L A R E F O R M A D E L A U N I V E R S I D A D PÚB L I C A D E B O L I V I A
ios ingresos medios de un titulado superior equivalen a 2,5 veces los ingresos
de los graduados de educaci ón media. En el caso de las mujeres, este
diferencial oscila entre el 2,15 en 1996 y el 2,76 correspondiente a 1993, indican
que sus incentivos económicos para realizar estudios superiores pueden ser
aú n mayores que para los hombres10.
CUADRO 5.6
INGRESOS MEDIOS POR NIVEL EDUCATIVO EN 1996
. .
10 Una situación similar ha sido observada en España en los años 80 Las mujeres derivan mayor rentabilidad
económica que los hombres de sus estudios universitarios, y este hecho puede influir en el hecho de que sus
. ..
tasas de escolarización superior sean también mayores. Véase A Alba y M J San Segundo, The returns to
education in Spain* , Economics of Education Review , 14 (2), 1995.
1
... ...
11 J J Brunner, “Educación superior ", ob. cit .
184
ARIO
EL FINANCIAMIENTO DEL SISTEMA UNIVERSIT
a la
1990, sólo el 5,8% de los jóvenes del último quintil de ingresos acude
universidad.
En el caso de Bolivia, se dispone de información parcial que permite
deducir que los problemas de equidad son también importantes y
, que no
onómicos
existe igualdad de oportunidades entre diferentes grupos socioec
para acceder a la universidad y para completar los estudio s. Así, en el cuadro
A en los ú ltimos cuatro
5.7 se observa que la mayoría de los titulados de laUMS
a ñ os proceden de familias con padre que ha realiza do
a
estudio
padres
s
que
pos
son
-
secundarios. Entre un 15 y 20 % de los casos corresponden
profesionales o empresarios.
CUADRO 5.7
ORIGEN SOCIOECONÓMICO DE LOS TITULADOS DE LA UMSA
185
lí
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
12. D. Albrecht y A. Ziderman, “Student loans and their alternatives: improving the performance of deferred
payment programs", Higher Education 23, 1992.
186
EL FINANCIAMIENTO DEL SISTEMA UNIVERSITARIO
y J. L. Moreno,
13. También se denominan préstamos renta, según la terminología acuñada en M. Blaug
Financiación de la Educación Superíoren Europa y España, Madrid: Siglo XXI, 1984.
187
VIA
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD P ÚBLICA DE BOLI
Asimismo, estos países han decidido que las ayudas a estudiantes tambi én
se articulen parcialmente mediante préstamos renta , adem á s de becas .
14 En
188
EL F1NANCIAMIENT0 DEL SISTEMA UNIVERSITARIO
Eñ resumen, cabe concluir que tanto los préstamos renta como los
impuestos universitarios se pueden utilizar para redefinir la composición de
la finandadón universitaria, así como para variar su volumen total. En el caso
boliviano, un programa de préstamos renta (o alternativamente un impuesto
universitario) podr ía permitir una reforma de la política de becas y/o de las
tasas, en diversos escenarios en los que el gasto total permanezca constante o
aumente Por ejemplo, manteniendo constante el nivel dé gasto público actual
^
podría elevarse el gasto total en educación superior, utilizando uno de los
esquemas aquí planteados para finandar una elevadón de la contribución de
los usuarios al sostenimiento de la educadón universitaria.
Debe destacarse qué en los tres ejemplos internacionales redentes de
aumento significativo de la financiación mediante tasas (Australia, Nueva
Zelanda y las propuestas recientes para el Reino Unido) se ha combinado
una serie de factores que han hecho posible la adopdón de estas medidas. Se
han celebrado amplios debates, y se han aportado estudios acerca de las
necesidades de finandadón del sistema (niveles óptimos de gasto por alumno),
y sobre el origen sodoeconómico del alumnado, entre otras cuestiones. Para
obtener un amplio apoyo al alza de tasas (incluso de la Conferencia de
Rectores) se ha propuesto que los fondos recaudados no se confundan con
otros ingresos pú blicos, sino que regresen al sistema de educadón superior
para finandar programas de mejora de la calidad, así como becas y préstamos
para estudiantes. Asimismo, el consenso en torno a estas políticas de predos
parece basarse en la adopción de esquemas «a la australiana», en los que los
alumnos no deben hacer frente a los costes de la educación en el momento de
*
189
IVIA
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOL
.
A Tipologías de la f órmula de subvención
Un modelo de este tipo se utiliza ya en la mayoría de los países europeo s, y se
22). Aunque
aplica marginalmente en México, Chile y Brasil (para el posgrado
de
en todos los países la subvención pública sigue siendo la principal fuente
financiación de la educación universitaria, especialmente en los centros
las
públicos, se puede considerar que los nuevos sistemas de financiación de
, H Grebe (comp ),
. .
2 0 Véase, G. Rodríguez, “Políticas públicas y modernización de la Universidad Boliviana” en
.
Educació n superior : contribucio nes al debate, Milenio, 1996; y M. Conteras , “La evolución de las políticas
universitarias en Bolivia", ¡bíd.
... ...
21 J J Brunner, “Educación superior ", ob. cit.
, UDAPSO, Desafíos
.
22 E. Wolynec, “Eficiencia intema y asignación presupuestaria: la experiencia brasilera" en
, .
de la educación superior, La Paz 1993
190
EL FINANCIAMIENTO DEL SISTEMA UNIVERSITARIO
2 3. Véanse, B. Jongbloed y J. Koelman, “Funding Mechanisms ¡n Dutch Higher Education”, iviE, Valencia,
1992; y J. Sheehan, "Reform of Higher Education Finance. What are the practical issues when implementing
.
change?" World Bank, 1995.
24. Recientes debates de financiación que han seguido procedimientos similares han sido los del Reino Unido
í ng), y el español (Consejo de Universidades, “Informe sobre financiación de la Universidad",
{ Informe Dear
Universidades , Madrid, 1995.
^
191
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
Las propuestas elaboradas por este grupo, tras haberlas aprobado los
,
192
EL FINANCI AMIENTO DEL SISTEMA UNIVERSITARIO
plazas por áreas. En algunos casos (ciencias de la salud) este ajuste es casi
imposible, pero en otras especialidades, conforme aumenta el nú mero de
doctores o de profesorado altamente cualificado, es factible la ampliación
de la oferta por nuevas contrataciones o por reasignación de los recursos
docentes existentes en las universidades. Una forma sencilla de aplicar un
sistema de incentivos consiste en conceder una financiación extra (del 5%
o del 10% ) por cada alumno admitido en primera opción.
Segundo, el modelo debe tener en cuenta la importancia de las economías
de escala en la educación superior La evidencia empírica en diversos países
muestra que el coste por alumno disminuye conforme aumenta el n úmero
de alumnos matriculados, por la existencia de importantes costes «fijos»,
asociados a bibliotecas, centros de cálculo, laboratorios y servicios centrales
de las universidades. Los nuevos modelos pueden recoger las economías de
escala mediante la introducción de un elemento fijo en la subvención, así
como mediante otras f órmulas de subvención media corriente decreciente.
En tercer lugar, hay que mencionar que los modelos recientes (por ej., en
. Holanda y en Dinamarca) tienden a incluir incentivo
s a la producción de
graduados, aunque , f ó rmulas que recompe nsen directame nte los apro -
. bados pueden tener efectos negativos sobre la calidad de la educaci ón, si
no existe un mercado que discipline el comportamiento de las universi-
dades. Debe recordarse que el objetivo no es tanto producir graduados,
.
193
LA R E F O R M A D E L A U NI VER S I D A D FÚBLI CA DE BOLIVIA
194
EL FINANCIAMIENTO DEL SISTEMA UNIVERSITARIO
195
L A R E F O R M A D E L A U NI V E R S ID A D P 0 BL!C A D E B O L I V I A
IV Financiamiento y gestión
Un programa de financiación de las universidades debe incluir propuestas
tendentes a mejorar la gestión de las universidades. En primer lugar, porque
la elevación de la calidad de la educación y la investigación no depende
únicamente del aumento en el gasto por alumno, sino también de los esfuerzos
que se realicen para agilizar y dar eficacia a la gestión de los recursos dentro
de cada universidad. En segundo lugar, porque los centros de educación
superior deben aspirar a una imagen de total transparencia en el uso de los
recursos (fundamentalmente públicos) que eleve su prestigio ante la sociedad
y los poderes públicos. Para avanzar en esta dirección se pueden apuntar
varias medidas:
La adopción de un modelo "objetivo" de financiación, que regule las
relaciones entre la Administración y las universidades tomando como base
una f órmula normativa, debe favorecer una reflexión interna en el seno de
cada institución acerca de la asignación de recursos a las distintas facultades
y departamentos27. Los órganos de gobierno de las universidades son compe -
tentes para determinar el reparto de fondos a las distintas áreas, pero la
reforma del modelo de financiación en la dirección propuesta introduce en
los procesos de decisión un marco de referencia que tiende a propiciar un
debate sobre la eficiencia de los diferentes departamentos y titulaciones. La
asignación interna de fondos, en lugar de descansar exclusivamente en el
statu quo heredado y en el poder de negociación de los grupos, pasa a referirse
al coste tipo establecido en la f órmula de financiación. ¡
. .
2 7 D A. Turner, “Formula Funding in Higher Education: Neither Centralized nor Decentralized”, en K. Watson
.
(comp ), Reforms in Higher Education, Cassell, 1997.
196
E L F I N A N C1A M I E N T O D E L S I S T E M A U N I V E R S I T A R I O
197
L A R E F O R M A D E LA UN í V E R SIDA D P ÚBL ICA D E B O L I V I A
V. Conclusiones
1. En primer lugar, cabe destacar que los «nuevos» sistemas de financiación,
bien sean los préstamos renta o los impuestos universitarios, ofrecen
numerosas alternativas en la redefinición de la política universitaria. Se
pueden utilizar para reducir la subvención generalizada (tasas muy
reduddas) de la educadón superior y aumentar la contribudón del usuario;
como ha ocurrido en Australia y Nueva Zelanda. También se pueden
emplear para redefinir la política de becas y ayudas, como ha sucedido en
esos países, así como en Sueda y Estados Unidos. Estas reformas tienden
a mejorar tanto la efidenda como la equidad (igualdad de oportunidades)
del sistema universitario.
Si bien en la actualidad la mayor ía de los países de América Latina apenas
utiliza las tasas como instrumento de finandación de sus universidades
p ú blicas (con la excepd ó n de Brasil y Chile), en muchos casos se encuentra
en estudio el proceso de introducción o elevación de los precios aca-
démicos30.
Aunque la utilizadón de estos nuevos instrumentos de finandadón puede
mejorar la efidenda y la equidad de la educación p ública, es necesario
recordar que su funcionamiento descansa en los sistemas de recaudación
o en lá seguridad social. Si no resulta conveniente introducir préstamos
renta o impuestos universitarios, las opciones en materia de finandadón
se reducen.
Pese a ello, cabe se ñalar que políticas de discriminadón de predos, que
orienten la subvención (tasas reduddas) hada los grupos más necesitados,
mientras que eleven los predos que deben pagarse para los estudiantes
más acomodados (en términos de renta familiar, activos, status sodoeco-
n ómico, etc.), pueden también contribuir a mejorar la equidad del sistema.
198
EL FINANCIAM1ENT0 DEL SISTEMA UNIVERSI
TARIO
199
i
;
.
C A P ÍT U L O V I
UNIVERSIDAD Y SOCIEDAD
Introducción
201
LA REFORMA DE LA UNlV ER S1 D A D PÚBLICA DE BOLIVIA
institucional. Sobre los otros dos temas, se cuenta solamente con datos
puntuales o dispersos y con opiniones de diversas personas.
1. Manuel Castells, La era de la información. Economía, sociedad y cultura, vof. /. La sociedad Red, Madrid
:
Alianza Editorial, 1997, p. 23.
202
UNIVERSIDAD Y SOCIEDAD
o de
del Estado, que es el segundo gran cambio, no sólo se refiere al abandon
s pú blicas
uno de sus roles tradicionales, la de ser administrador de empresa con el conjunto
(es todavía el principal emplead or ), sino a todas sus relacione s
, a la rearticul aci ó n de los territorio s y de
de la sociedad y, muy especial mente
bolivian as en un nuevo tipo de Estado , que ha de
las varias comunidades
conformarse a partir de un Estado con una gran inercia centralis ta .
La iniciativa de nuevos planes de desarrollo ya no depende exclusivamente
del Gobierno de Bolivia, sea del signo que fuere. Cualquier estrategia o
plan
de una negociac ió n compart ida entre el Gobiern o del
nacional ha de surgir
regional es , los inversio nistas privados naciona les y
Estado y las instancias
extranjeros, así como , en algunos sectores , con los gobierno s de los pa í ses
limítrofes. Aún así, todo plan o decisión de carácter nacional se mueve
dentro
de la franja estrecha que permiten las decision es que otros pa íses , organism os
ionales tomaron , est án tomando o tomar á n en el futuro .
y empresas transnac
% Sería torpe y escasamente cient ífico considerar que tal situación es el fruto
de una conspiraci ón internac ional , a la que se habrían plegado los políticos
bolivianos. Para cualquier país del mundo, la situación de cambio global
es
un dato, no es una opción entre otras. Las opciones se toman dentro de este
nuevo marco. Cada país, Bolivia en este caso, ha de correr el riesgo de
equivocarse, porque, si no corre el riesgo, ciertamente se equivoca La
.
respuesta a los desaf íos que le plantea su inserción en el mercado y en la
sociedad mundial puede ser poco más o menos adecuada. La estrategia general
siempre será perfectible y cada decisión o solución específica puede
ser
desacertada. Ahí están el sentido y el rol principal de la alternan cia democr á tica
de los gobiernos, puesto que, caso por caso, un gobierno puede corregir o
mejorar el enfoque o la solución dada por el anterior.
’ Es obvio que cambios tan dr á sticos tienen que producir
turbulencias y
desasosiegos, al igual que está sucediendo en todo el mundo . Los cambios
económicos producen nuevos ricos y nuevos pobres . El camino hada un nuevo
equilibrio es arduo para muchos. En el plano sodocul tural , Bolivia ha entrado
en una era de profunda conmoción que unos , pueden vivir como desarrai go,
otros con desasosiego y frustració n algunos , con crispaci ó n y otros con
entusiasmo. Con la ayuda de las instituciones y de las organizaciones
*
á
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
204
UNIVERSIDAD Y SOCIEDAD '
205
L A R E F O R M A D E L A U N I V E R S I D A D PÚB L I C A D E B O L I V I A
"normales" con las instancias privadas o públicas (aparte de las malas relacio -
nes con el Gobierno), como son los municipios, las empresas, las asociaciones
profesionales, las organizaciones especializadas en los varios campos de la
actividad humana. Aparte de las declaraciones de car ácter estrictamente
político, no es muy visible la colaboración con la C O B en el campo específico
de la formación de recursos humanos, de la investigación social o del desarrollo
institucional, como sería de esperar de instituciones tan hermanadas histórica -
mente. La distancia entre el discurso y la pr áctica, o sea, la ineficacia, parece
ser una de las consecuencias ya conocidas de las construcciones ideológicas
acabadas, que tienen dificultades enormes para dejarse impresionar por las
ideas, los deseos, críticas y demandas de los otros, inclusive cuando el otro es
un aliado fraternal.
Tal vez, por la misma razón, aunque chocante a primera vista, es lógica la
dificultad del aparato institucional universitario para definir, en los términos
usuales de las ciencias sociales, cuáles sean sus funciones y las tareas de las
universidades en su conjunto en cuanto al desarrollo de la Bolivia actual y
cu áles las responsabilidades específicas de cada universidad con relación al
desarrollo regional, local y sectorial. Los excelentes cientificistas sociales boli -
vianos que escriben sobre estos asuntos han de hacerlo desde "fuera" del
sistema, y su producción científica es, con frecuencia, mirada con recelo, abierta
o voladamente censurada o, más comú nmente, ignorada por el establishment
universitario.
206
UNIVERSIDAD Y SOCIEDAD
óximas al mundo
recursos humanos de alto nivel. Aparentemente m ásrolprde mediación 6 de
económico, tampoco parece que estén cumpliendo un
interfaz entre el mundo de la ciencia y el de la producción . Es cierto que las
idad,
universidades m ás próximas al mundo empresarial hablan de la global
de la sociedad del conocimiento y del rol estratégico de los recurs
os humanos
arnado de la
en el desarrollo de la empresa. Pero este discurso est á desenc
s v á lidos
realidad boliviana. Hablan de una empresa ideal y de unos criterio
. s casos , si
para cualquier país del mundo o, tal vez, para ningun o En alguno
se trata de
en los folletos no apareciese la dirección, sería imposible saber que
universidades bolivianas.
Los dirigentes empresariales dicen que la decisión de crear las universida-
cimiento
des privadas se tomó tras un análisis profundo, que les llevó al conven
de que era imposible transformar las pú blicas. s
No estamo s seguro de que el
de mejora del desemp e ño
análisis versara sobre la pertinencia y la capacidad ón
académico de las facultades y escuelas. Lo más probab le es que la contrad icci
ariales y los dirigen tes
de enfoques políticos entre los dirigentes empres
r el
universitarios fuese entonces y ahora un obstáculo suficiente para impedi
diálogo y la cooperación eficaz entre la univers idad y la empre sa . Di álogo y
cooperación que el país necesita para desarro llar su democr acia y su tejido
económico, social y cultural en el contexto nacional e internacional ya comentado
.
207
L A R E F O R M A D E L A UNI V E R $ I D A D R Ú BL I CA D E B O L I V I A
208
UNIVERSIDAD Y SOCIEDAD
209
LA REFORMA D E LA UNIVERSIDAD P ÚBLICA D E BOLIVIA
210
UNIVERSIDAD Y SOCIEDAD
211
I
L A R E F O R M A D E L A U NI V E R $ ] D A D P ÚB L IC A D E B O L I V I A
212
i 1
I3 • UNIVERSIDAD Y SOCIEDAD
8. D e acuerdo con uno de los pocos estudios existentes en 1992 el sector público constituía el empleador más
.
importante, con un 39,9% de profesionales, seguido del privado con 27,2% M. Cárdenas, "Empleo y
requerimiento de profesionales en Bolivia”, uDAPSO, La Paz, junio de 1993, p.10.
213
L A R E F O R M A D E L A U NI V E R S I D A D P Ú B L I C A D E B O L I V I A
214
U N I V E R S I D A D Y .S O C I E D A D
1
4. La demanda de posgraduados
Los estudios de posgrado, por ser muy recientes en Bolivia, no han alcanzado
todavía un impacto decisivo en el mercado de trabajo. Aunque los graduados
opinan que cada vez será m ás dif ícil lograr buenos empleos sin exhibir un
certificado posgradual, lo cierto es que los empleadores todavía no han
reaccionado decididamente en ese sentido. En una encuesta realizada en
noviembre de 1992 a establecimientos pú blicos y estatales se halló que un
215
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
5. Conclusiones
Aunque se sospecha que, como corolario de las reformas estructurales, el
marcado profesional boliviano está en proceso de transformación, no existen
estudios amplios y continuados que nos permitan visualizar la naturaleza de
este mercado. Por diferentes vías, sin embargo, se llega a la conclusión de ,
.
1 6 U n 66,6% se inclinó por un licenciado y un 12,5% señaló que le era indiferente el grado académico del
.
posible contratado
.
17 Estudio de la UCB ya citado, p. 34.
216
UNIVERSIDAD Y SOCIEDAD
ocupan más de 15 páginas de las actas del mismo. Si bien subsisten expresiones
del discurso consagrado, los miembros de la comisión hicieron un análisis
autocrítico muy severo, al tiempo que, una vez más, se plantearon objetivos
muy ambiciosos y muy pertinentes, que se concretan en proyectos muy preci-
sos. Es asimismo notable el trabajo de información y del tipo propositivo que
lleva adelante la Secretaría Nacional de Investigación, Ciencia y Tecnología del
CEUB, como puede apreciarse en la bibliograf ía, así como en la cantidad de
convenios y acuerdos firmados con muchas instituciones nacionales y extranjeras.
Por ello, no se puede decir que en la universidad no haya ideas y propues -
.
tas En éste como en otros aspectos , las hay y muy abundantes , pero sucede
que las ideas y propuestas no cuajan en estrategias viables, en funci ón de los
recursos disponibles . Por lo que, como dicen con frecuencia los delegados en
los congresos , casi todo se queda en papel mojado .
A continuación, presentamos los datos contrastados sobre el peso de la
investigación universitaria dentro del conjunto de la investigación boliviana
y algunos comentarios sobre los problemas m ás importantes.
18. El contraste con los países vecinos es flagrante: Brasil invierte tres mil millones (3.000,000.000) y 500
-i millones anuales, Argentina o Chile.
.
19 Según la memoria de la UMSAdel año 1995, su presupuesto en “investigación y servicios” habría superado
los tres millones y medio de dólares.
217
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
.
B Las prioridades del esfuerzo investigador
De acuerdo con los datos disponibles para el conjunto del sistema de I + D de
Bolivia, la mayor parte de los recursos se destinan a las ciencias básicas y a las
ingenierías. Las ciencias sociales y las humanidades utilizan apenas con el
7,80 % del total nacional. En las universidades públicas se evidenciaba en 1994
una distribución similar, pues 10,43% de su inversión en I + D pertenece a
estas últimas ciencias y el restante y mayoritario 89,57% a salud, ingenierías y
ciencias exactas y naturales. Naturalmente, este peso se replica en cuanto al
uso de recursos humanos con un predominio nuevamente de las ciencias
duras frente a las blandas. En efecto, de los 1.204 directivos, investigadores y
técnicos registrados (en 1995) en el sistema universitario público, 203 (16,86% )
pertenecían a las segundas y 1.001 (83,14 % ) a las primeras22 .
. .
20 Informe Final Consultorfa PUE a la Universidad Mayor de San Simón, abril de 1995, p. 80.
. .
21 CEUB. Reforma Universitaria, La Pa2, 1993 pp. 14-15.
.
,
.
22 “Inventario del Potencial Científico y Tecnológico del Sistema Universitario Boliviano", CEUB, 1996
218
UNIVERSIDAD Y SOCIEDAD
.
C Organización, financiación y gestión
En cada universidad existe la Dirección de Investigación Cient ífica y Tecno-
lógica, que es en teoría la autoridad responsable de tales acciones. Sin embargo,
los varios centros y programas de investigación son autónomos, pues la
dirección, por ser órgano asesor del vicerrector y del consejo, carece de
autoridad para regular y controlar a las unidades. Su influjo es más bien moral
e indicativo. Al no existir una instancia académica que genere un verdadero
plan y una estrategia de investigación, los llamados planes son el resultado
de la adición de iniciativas específicas, a cargo de las facultades e incluso de
unidades más peque ñas como las carreras.
Si bien, dadas las dimensiones del sector de la investigación, la situación
no conduce a duplicaciones frecuentes, sí refuerza el aislamiento de cada
programa e instituto de investigación. Cada uno es una isla con relación a los
otros. Son virtualmente nulas las investigaciones multidisciplinarias y las
instancias que las promuevan. Tampoco circula información fluida respecto
a procesos y resultados de las distintas investigaciones. Las diferentes "Ferias
de Ciencias y Tecnología" han logrado mostrar al p úblico las líneas de trabajo
de las universidades, pero todavía es necesaria una información m ás
sistemá tica, crítica y extensa en el interior de la propia comunidad de investi-
gadores y docentes. Las 140 revistas universitarias tienen de cara a ese objetivo
una circulación marcadamente endogámica y localista.
En cuanto al presupuesto de investigación, que representa, como ya
dijimos, el 7% del presupuesto total de las universidades públicas, los recursos
provienen del Tesoro General de la Nación (TGN). NO viene como una partida
específica destinada a I + D, sino dentro del monto global que cada universidad
logra obtener cada añ o. La distribución es un proceso interno, sometido por
lo mismo a la determinación de las necesidades prioritarias dentro del juego
de poderes propio del sistema de gobierno que hemos descrito en el capítulo
pertinente. En consecuencia, no siempre los órganos universitarios toman las
decisiones de asignaci ón de recursos con criterios de optimización y de
racionalidad académica y cient ífica. Como no podía ser menos, dados los bajos
salarios existentes y dentro del modelo de gobierno descrito, se privilegia el
pago de sueldos de docentes y de administrativos. Por lo demás, bastantes
investigadores, probablemente ayudantes de investigación, están contratados
como administrativos, que es la ú nica vía para una dedicación exclusiva a
tareas de investigación. Numé ricamente pequeños y muy dispersos, los
institutos y los investigadores individuales tampoco forman un grupo de
presión frente a los órganos y a las autoridades universitarias. Por ello, los
recursos asignados para la investigación universitaria tienen un carácter
marginal o residual.
Las universidades p úblicas hacen pocos esfuerzos sistemá ticos para
obtener recursos adicionales o alternativos para investigación. Son pocos los
centros e institutos universitarios que han podido materializar apoyo de la
219
L A R E F O R M A D E L A U NI V ER SI D A D PÚBL IC A DE B O L I V I A
.
23 Una evaluación de la relación empresa-universidad en Bolivia, puede verse en el “Informe Final de
.
Consultoría", realizado por Manuel Contreras para el CONACYT, La Paz, marzo de 1995
220
UNIVERSIDAD Y SOCIEDAD
D, Los investigadores
.
2 La formación de los investigadores
Una verdad por todos reconocida, pero sobre la cual existe poco sustento
empírico con carácter general, es la ausencia de una masa crítica con alto nivel
de formación para encarar las tareas de investigación en las universidades
-
públicas. En el caso de laUMSS, de sus 124 docentes investigadores (un 90 % a
tiempo completo) el 4% alcanzaron el grado de doctorado y el 19% el
de
maestría . Sumand
24 o ambos campos llegamo s al 23% de investig adores con
estudios posgraduados. En cuanto a la UMSA, los porcentajes son superiores
,
,
pero, aun así, insuficientes: un 11,68% con doctorado y un 22,62 con maestr ía
sumando en total el 34 ,3% 25
.
Así pues, en las dos instituciones de mayor tamañ o del sistema universitario
público, sólo tiene formación posgraduada entre un tercio y un cuarto de los
responsables de tareas de investigación. Es de presumir que en las otras
universidades estos porcentajes sean sensiblemente menores.
.
24 “ Inventario del Potencial Científico y Tecnológico de la Universidad ,
-
Mayor de San Sim ón ”, 1993 1994.
ón de Investigación ,
25 UMSA, “Gu ía Universitaria de Investigación y Postgrado”, Vicerrectorado Coordinaci
.
Postgrado e Interacción Social. La Paz, 1996.
221
L A R E F O R M A D E L A U N I V E R S I D A D P Ú B LlC A D E B O L I V I A
222
UNIVERSIDAD Y SOCIEDAD
regla única y frecuentemente varía de una universidad para otra y hasta entre
I facultades de la misma universidad.
Por último, el trámite de selección, que toma bastante tiempo, está natu-
ralmente influido por los avatares del cogobierno, y por ello no está inmuney
a los criterios del tipo político y al juego de equilibrios entre las coaliciones
los grupos de interés de las facultades o carreras. Rituales todos que contri
-
buyen a alejar a potenciales investigad ores poco inclinados a participar en
tales juegos. El propio modelo de gobierno hace que se banalicen las labores
de investigación, que por su naturaleza demandan saberes especializados y
requieren evaluaciones imparciales y especí ficas .
. . .
2 6 Véase C Aguirre "Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología” Propuesta para Reglamentaci
ón, La Paz, 24
de julio de 1995.
223
IVIA
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOL
A. La idea r
Durante la d é cada de los 60-70, sobre todo a partir de mayo del 68, las
universidades de América Latina, quitaron el énfasis o criticaron abiertamente
)
las actividades clásicas de extensión (conferencias, exposiciones y similares
orientadas a las capas medias urbanas. En consonancia con la opción por las
clases populares y aleccionados por la campaña de alfabetización en Cuba
,
en muchas de las universidades de la región se organizaron trabajos de verano
con fines educativos (alfabetización, educación sanitaria, apoyo a la auto -
construcción...), de las que a veces emanaban otras formas más estables de
colaboración de una facultad o escuela con una comunidad rural o urbana
.
Con frecuencia, la organización estudiantil de una universidad o facultad
organizaba por sí sola o secundaba al órgano universitario responsable de
tales tareas. En este contexto se produce el replanteo teórico que dio lugar a
que los viejos departamentos de extensión pasaran a denominarse de
comunicaciones, algunas veces, con el rango de vicerrectorado. La idea
de
fondo era que en el proceso de relación con los sectores populare s la universi -
dad recibía tanto cuanto daba.
... .
2 7. J J Brunner, “Educación superior ", ob. cit., p. 34
..
224
UNIVERSIDAD Y SOCIEDAD
225
i
í
Sólo hay datos de las acciones y del presupuesto del canal universitario, al
que se dedica un capítulo bajo el nombre de "acciones de difusión" (sic).
Así pues, no existen fuentes documentales que nos permitan describir las i
i
si las universidades hiciesen en este campo sólo una parte de lo que dicen sus
documentos que han de hacer, habr ía algunos indicios visibles. Si fuera lícito
juzgar por la falta de visibilidad, hemos de decir que no parece que las
universidades estén muy presentes en la vida cultural de sus ciudades sede,
ni que estén animando los debates centrales del país y de sus regiones, ni que
impulsen o asesoren a proyectos significativos de desarrollo regional y local,
ni, menos todavía, que tengan buenas antenas para captar la opinión y los
deseos del pueblo... Es una impresión muy superficial, pero que, contrastada
con nuestros interlocutores bolivianos, no parece que se deba a un defecto de
visión por nuestra parte.
Pareciera como si, al haberse orientado el país por una senda diversa a la
que traza la ideología del sistema universitario, éste no supiera bien cómo
habérselas con una sociedad que le ha salido díscola. La relación más notoria
226 .í.
UNIVERSIDAD Y SOCIEDAD
es de la sociedad
3 0. A continuación, se lamentaba el distanciamiento de la universidad con las organizacion
civil, lo cual dificulta la Identificación de las demandas sociales.
31 Prospecto UMSA (mandato del rector ingeniero Antonio Saavedra) , 1994, p.
12.
.
227
LA REFORMA DE LA UNIV ER SI D A D PÚBLI C A DE BOLIVIA
3 2 Según los testimonios recogidos in situ, los órganos universitarios estarían más preocupados por oponerse
.
la capitalización de la fábrica de cemento (de la que la UMSFX es accionista) que por abrir un debate sobre las
alternativas del desarrollo regional y de la propia universidad.
. . ...
33 G Pef áez Gautier, La crisis , ob. cit.
228
UNIVERSIDAD Y SOCIEDAD
229
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚ BLICA DE BOLIVIA
230
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Resumen ejecutivo
L Introducción
A. Alcance y l í mites de este informe
1. El objetivo de este Informe es simplemente hacer un an álisis del sistema
p úblico universitario de Bolivia, an álisis que inevitablemente lleva a
indagar temas colaterales con los que é ste se encuentra íntimamente
vinculado, como son las universidades privadas de una parte, y el conjunto
de la educación superior no universitaria, de otra. De este modo, indaga,
directa o indirectamente, todo el sistema de educación superior de Bolivia.
En todo caso no tiene por objetivo la evaluación de las universidades.
2. Nuestro objetivo inicial fue elaborar un libro blanco sobre la educación
superior en Bolivia. No obstante, y aunque hay excelentes trabajos sobre
aspectos particulares de la educación universitaria, la falta de investi-
gaciones en numerosos campos -singularmente en educación superior no
universitaria y en el ámbito de las universidades privadas- nos obligó a
moderar nuestra ambición. Creemos, no obstante, que este informe se
3 aproxima a un libro blanco tanto como es hoy factible hacerlo.
3. En todo caso este an álisis parte de los datos e informaciones actualmente
disponibles pues, por razones presupuestarias, no se ha podido generar
nuevos datos, sino sólo explotar los existentes. Esto, que no debiera ser
una limitación importante, lo es en este caso debido a que Bolivia dispone
de un muy deficiente sistema de estadísticas sobre la educación superior,
de modo que debemos comenzar lanzando una duda sobre la casi
totalidad de los datos estadísticos que se manejan en este informe. No
será difícil encontrar otros distintos, pues con frecuencia las fuentes no
coinciden, los métodos de recogida de los datos no son homogé neos y se
producen saltos incomprensibles en las series temporales. No obstante
nuestras dudas sobre la precisión de los datos de origen estadístico, los
hemos incluido por cuanto sí sirven como indicadores de los órdenes de
231
LA REFORMA D E LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
232
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
al manifestar enf áticamente que la educación es la más alta función del Estado
(art. 177.Y), una afirmación que no debe aceptarse retóricamente. Ello es
tanto más importante -como veremos- en el ámbito universitario en el
que, justamente, se echa de menos una mayor presencia del Estado bolivia-
no. Ese papel esencial del Estado en la educación no es incompatible con
la iniciativa privada, también consagrada en la Constitución pues ésta seña-
la que se garantiza la libertad de enseñar, pero para añadir inmediatamente
que esa libertad se halla bajo la tuición del Estado (art. 177.11).
3. El principio de igualdad de oportunidades. Consideramos unánimemente
que, dada la importancia de la educación como mecanismo de movilidad
social y de distribución de recursos colectivos, el principio de igualdad de
oportunidades en el acceso a los diversos niveles educativos es de general
aplicación y debe ser, sin duda alguna, uno de los ejes rectores de toda la
política educativa. Ello es tanto más importante cuanto que la educación
primaria y secundaria hacen de filtro tremendamente selectivo en el acceso
a la educación superior. Así lo señala también la Constitución Política del
J
Estado en su artículo 180 al manifestar que «El Estado auxiliar á a los
estudiantes sin recursos económicos para que tengan acceso a los ciclos
superiores de educación, de modo que sean la vocación y la capacidad las
condiciones que prevalezcan sobre la posición social y económica». Por el
momento ese principio se plasma, si acaso, sólo en la gratuidad de la
educación, pero no -como sería deseable-en un sistema estatal de becas y
ayudas al estudio.
4. Prioridades educativas. Todo sistema educativo es una pirá mide en la que
cada nivel se sustenta en el anterior. Ello define unas prioridades
inevitables en política educativa: la educación primaria es más importante
que la secundaria, y ésta m ás importante que la superior, aunque sólo sea
porque la calidad de cada nivel depende de la del anterior y la igualdad
de oportunidades va disminuyendo a medida que ascendemos. Pues bien,
segú n datos comparados de la UNESCO para 1992 nada menos que el 37%
de la población adulta rural (y hasta el 51% de la femenina adulta rural)
no han ido a la escuela.
5. La tasa de escolarización superior no es excesiva. No obstante, los datos
comparados muestran que Bolivia no parece tener una tasa de escolari-
zadón en educación superior excesiva, pues la tasa bruta de escolarizadón
superior es del 22,6 %, muy próxima a la media regional del 24,5%, casi a la
par con Chile (23,3% ), muy por debajo de Argentina (43,4% ) o Perú (39,4% ),
aunque significativamente por encima de Brasil (11,7% ) o Paraguay (8,2% ),
por fijarnos sólo en sus vecinos. Ello significa dos cosas importantes:
a. En contra de lo que suele afirmarse, más que haber demasiados univer-
sitarios lo que Bolivia tiene es un notable déficit escolar en educadón
primaria y, sobre todo, secundaria, déficit tanto cuantitativo como
cualitativo. Así, la tasa bruta de escolarizadón secundaria -datos Unesco
233
!
LA R E F O R M A D E LA U N I V E R S I D A D PÚBLICA D E BOLIVIA
para 1991- es del 34%, cuando la media del continente es del 54% (en
Argentina o Chile es superior al 70 % y en Perú casi alcanza ese porcenta-
je). Además, esas bajas tasas apenas han variado en la última década
(pasa del 31 % al 34% de 1975 a 1991, mientras que en la región han pa-
sado del 41% al 54% ).
b. Que en todo caso las relaciones entre los diversos niveles no deben
concebirse como un juego de suma cero, tal que la mejora de unos
deba hacerse a costa de la financiación de otros, sino más bien como un
juego en el que deben buscarse recursos que permitan mejorar la
educación superior sin que ello redunde en perjuicio de los restantes
niveles, e incluso aprovechando esos nuevos recursos generados para
que la educación universitaria contribuya a la mejora de las restantes.
6. Universidad docente e investigadora. Consideramos de forma unánime
que la universidad moderna no debe limitarse a las tareas docentes y de
crítica cultural y social, y debe dar un paso adelante para abarcar,
igualmente, tareas de creación del conocimiento e investigación. Pues
no se pueden transmitir conocimientos si no hay al tiempo una paralela
creación de conocimientos y ésa es, hoy por hoy, la especificidad de la uni
versidad frente a otras instituciones simplemente educativas. Sin duda la
-
distribución de tareas docentes e investigadores no puede ser uniforme y
algunas universidades -y Facultades dentro de ellas- bascularán más en un
sentido u otro, pero la tarea debe ser abordada por el conjunto sin demora.
7. Universidad autónoma. Las universidades, indiscutiblemente, deben ser
autónomas para la realización de sus tareas específicas: la creación y
transmisión de conocimientos. Si bien el análisis comparado muestra que
el grado y límites de esta autonomía varía de unos a otros países en función
del contexto institucional y las tradiciones políticas (y veremos que el
artículo 185 de la Constitución Política del Estado, que consagra ese princi-
pio de autonomía, admite, ciertamente, muchas interpretaciones). Pero la
universidad, justamente como problema de Estado, debe quedar al margen
de los naturales vaivenes de la política y los gobiernos. Ello supone un
dif ícil equilibrio institucional de mutuo respeto y confianza.
8. Universidad democrá tica y eficaz. La universidad, como institución
autónoma, debe organizar una gestión interna democrática, pero esa
gestión debe ser responsable y eficaz. Que haya un gobierno democrá tico
interno no debe significar ausencia de gobierno.
9. Universidad responsable. Las universidades del sistema público, en cuanto
instituciones financiadas con cargo a los impuestos que pagan los
bolivianos, deben dar cuenta precisa a la sociedad del uso que hacen de
dichos fondos. La autonomía en la gestión no sólo no está reñida con los
principios de accountability y de transparencia, sino que los presupone.
10. La reforma universitaria como proceso de autorreforma. Finalmente -y
este es quizá el más importante- toda reforma universitaria es un proceso
de autorreforma, es una autorreforma continua y permanente. Las leyes,
234
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
de existir, son sólo hitos de un proceso que se extiende antes y, sobre todo,
después. Lo más importante es el proceso, el camino, no la meta, que debe
ser reconstruida a medida que se avanza. Más importante que cualquier
reforma concreta es generar mecanismos institucionales que aseguren una
evaluación y autorreforma constante. La reforma de la universidad o es
una reforma permanente o no es.
235
L A R E F O R M A D E L A U N I V E R S I D A D PÚB L I C A D E B O L I V I A
sólo fuera por este doble cambio institucional político y económico Bolivia
necesitaría una revisión profunda de su educación superior.
3. Por lo demás, esa misma transición ha dejado obsoletos y/o ineficaces el
esquema normativo (legal o simplemente ético) que tradicionalmente
regula la educación superior. La obsolescencia normativa -cuando no la
simple anomia- se manifiesta en la débil legitimidad de que gozan las
normas legales, en su variada e incluso contrapuesta interpretación y en
el incumplimiento, si no generalizado, sí frecuente. La pérdida de vigor
del marco normativo es sin duda la prueba más palpable, no sólo de
discordancia entre la educación superior y la realidad social a la que debe
supeditarse, sino también de la necesidad de su reforma.
4. Así lo percibe, además, la opinión pública. Estudios comparados1 recientes
muestran que, de los países latinoamericanos, Bolivia se caracteriza por
una cultura política de muy alta desconfianza en sus instituciones: así, el
59 % desconf ía del sistema electoral (la media latinoamericana es del 49 % );
el 67% desconfía del Congreso (frente a una media del 64% ); el 75% de la
justicia (frente a una media del 66% ) -la más alta de Latinoamérica después
de Venezuela-; otro 75% desconf ía de la policía (frente a una media del
65%; de nuevo, la más alta junto a Venezuela y Colombia); y el 82%
desconfía de los partidos políticos (frente a una media del 77% ) Son pues .
niveles muy altos de desconfianza en un continente caracterizado por la
fuerte desconfianza institucional. Sólo se conf ía en los medios de co-
municación (79 %, de nuevo la tasa más alta del continente) Pues bien, .
donde m ás destaca esa desconfianza es en lo referente a su sistema
educativo: nada menos que el 62% de los bolivianos desconf ía de sus
sistema educativo, la tasa más alta del continente seguida por la de Brasil
(60 % ), Venezuela (56% ) y Uruguay (52% ); datos para contrastar con la
media latinoamericana del 45% de desconfianza. Este bajo aprecio por su
sistema educativo se ve reforzado si comparamos la opinión que los
. bolivianos tienen sobre las más importantes instituciones para su país y el
desempeño efectivo de esas mismas instituciones. Pues bien,los bolivianos
consideran casi unánimemente que la educación es la institución más
importante; así lo indica nada menos que el 81% . Seguida a distancia por
la justicia (65% ) y los servicios de salud (58% ). Sin embargo, la valoraci ón
que hacen del desempeño de la educación es muy negativa: -42%, casi
tanto como la que hacen de la justicia (-44% ), pero mucho peor que la de
-
los servicios de salud ( 28% ). En resumen hay un agudo contraste entre la
importancia que se atribuye a la educación y su bajísimo desempeño,
contraste que, evidentemente, muestra un alto nivel de frustración de
expectativas. Podemos pues dedr que la opinión pública boliviana percibe
una gran distancia entre lo que pide de su sistema educativo y lo que recibe.
236
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
237
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
1. Para comenzar puede apreciarse que hay una seria confrontación entre
dos concepciones ideológicas maximalistas, rígidamente estereotipadas,
que enfrentan a los actores e intentan movilizar la opinión pú blica
boliviana:
a. De una parte, una ideología -todavía portadora de emociones antiimpe-
rialistas y hasta antiempresariales- que se apoya en la autonomía
universitaria como defensa frente al mundo externo y bandera de
combate, pretende también hurtar cualquier responsabilidad el Estado
en la educación universitaria. Sin duda, la autonomía universitaria ha
cumplido un relevante papel histórico como instrumento de defensa
de las libertades públicas, pero el sentido de la autonomía es muy
distinto en una sociedad democrá tica o en una sociedad autoritaria.
b. Y de otra parte, una ideología antiestatalista, neocapitalista y proempre-
sarial que se apoya en la libertad de mercado en la educación como
derecho fundamental y que en nombre de tales valores también desea-
ra ver al Estado fuera de la educación superior, y que desearía continuar
í
con un crecimiento indiscriminado y desregulado de las universidades
privadas.
2. Debe destacarse que entre estas dos ideologías -predominantes,
respectivamente en las universidades públicas y privadas- hay una fuerte
confrontación latente o, en el mejor de los casos -y como señaló una alta
autoridad de las universidades privadas- una simple coexistencia; desde
luego no convivencia y menos aun cooperación. Dos citas extraídas de
nuestras entrevistas mostraran esa confrontación: "las universidades
privadas no existen", declaran algunos rectores de universidades pú blicas
o autoridades del CEUB, en clara rebeldía frente a la legislación vigente,
que se niegan a aceptar. "Jamás contraría a un titulado de la universidad
pública", declara un empresario directivo de universidad privada.
3. En todo caso, no está de más señalar que, a pesar de sus mutuas diferencias,
ambas ideologías se parecen -e incluso se refuerzan tácitamente- en
aspectos relevantes:
a. Ambas otorgan prioridad a la enseñanza sobre el aprendizaje (podría
decirse que dan prioridad al adoctrinamiento, en una u otra doctrina),
al tiempo que devalúan en la práctica la verdadera educación (crítica,
necesariamente) y menosprecian el papel de la creación del conoci-
miento y de la investigación.
b. Ambas rechazan al Estado y deslegitiman su papel en la educación
superior. Bien sea por la autonomía, bien por la libertad de empresa, el
hecho es que el rol que al Estado otorga la Constitución Política del
Estado (art. 190:la educación,en todos sus grados,se halla sujeta a la tuición
del Estado ejercida por intermedio del Ministerio del ramo ) es menospreciado.
c. Cuando mencionamos que son ideologías en el sentido clásico del £
&
término (falsa conciencia, visión distorsionada), queremos decir que:
&
i
238
1
*3
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
239
L A R E F O R M A D E L A U N I V E R S I D A D PÚB L I C A D E B O L I V I A
240
A
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
241
L
LA REFORMA D E LA U N I V E R S I D A D PÚBLICA D E BOLIVIA
242
k
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
243
LA REFORMA D E LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
244
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
superior, y que defina las tareas, los órganos y las competencias, así como
los mecanismos de coordinación.
.
B Nueva y vieja autonomía universitaria
1. La autonomía universitaria ha tenido, históricamente al menos, una doble
justificación:
a. De una parte, estrictamente académica. La neutralidad y despo -
litización de la creación y transmisión del conocimiento como garantía
máxima de la libertad de cá tedra (docente e investigadora) y de la
libertad de expresión y de crítica, sin la cual es imposible el avance del
conocimiento. Es una freedom from, una libertad negativa o defensiva
frente a la intervención distorsionadora del Estado, pero también frente
a cualquier otro intento de imposición de una ideología política o un
"canon" de saber rutinizado.
b. De otra, política. Ser espacio de libertad de expresión y de reunión
bajo condiciones políticas de autoritarismo político como vanguardia
en la lucha por las libertades. Ahora se trata pues de una freedom for,
una libertad positiva de exigencia frente al Estado.
c. Aunque ambos argumentos están vinculados -y de hecho no cabe la
autonomía académica sin autonomía política, pero tampoco viceversa-
sus lógicas son distintas y puede darse primacía a una u otra lógica. La
tradición latinoamericana, desde el movimiento de reforma de Córdoba
de 1918 -pero no antes, como se ñalamos en el informe-, ha dado
prioridad a la segunda dimensión mientras la tradición europea y
americana -al menos desde que Humboldt fundó la Universidad de
Berlín- se lo ha dado a la primera.
2. Ello es perfectamente comprensible, pues bajo condiciones de regímenes
autoritarios (cuando no simplemente dictatoriales o despóticos) la
autonomía universitaria no puede limitarse a ser una libertad negativa y
se proyecta como vanguardia en la lucha popular por las libertades,
alcanzando incluso un carácter simbólico similar a la libertad de prensa o
de expresión, o a la libertad de reunión y asociación. La autonomía
universitaria llega así a proyectarse como extraterritorialidad de la
universidad frente al Estado autoritario y, en última instancia, como un
miniestado democrá tico dentro de otro Estado autoritario, al que pretende
sustituir; germen de Estado democrá tico en un Estado autoritario.
3. Y ello no sólo es comprensible sino también encomiable, pues la univer -
sidad hubiera incumplido sus más importantes funciones si se hubiera
desentendido de la libertad y la democracia externa, enclaustrándose en
su propia y egoísta autonomía académica. Pero es evidente que al proceder
de ese modo estaba tambié n politizando la autonomía acad é mica y
ponié ndola al servicio de otros fines, sin duda m á s importantes pero
245
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD P ÚBLICA DE BOLIVIA
246
J
> CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
I
:~ ñ
i. Autonomía reglamentaria, la elaboración y aprobación de los
estatutos de cada universidad
ii. Autonomía en la selección de su personal. El nombramiento de sus
rectores, personal docente y administrativo.
iii. Autonomía académica. La elaboración y aprobación de sus de planes
de estudio.
iv. Autonomía presupuestaria. La elaboración y aprobación de sus
presupuestos anuales; que se combina con la posibilidad de aceptar
legados y donaciones, y negociar empréstitos, pero esto último sólo
previa aprobación legislativa. Adem ás, el art ículo 187 señala
tajantemente que las universidades públicas serán obligatoria y
suficientemente subvencionadas por el Estado con fondos nacionales,
independientemente de sus recursos departamentales, municipales y
propios, creados o por crearse.
b. Todo ello define el contenido clásico de la autonomía universitaria -
con un énfasis especial en la obligación del Estado de subvencionar las
universidades- contenido que admite por lo demás, las más variadas
interpretaciones. Así, por poner un ejemplo, el r égimen jurídico actual
de las universidades españolas encajaría en el marco constitucional
boliviano, si bien la Constitución española de 1978 se limita a señalar
(art. 27.10) que las universidades serán autónomas en los términos que la ley
establezca, sin mayores precisiones.
.c Pero el párrafo I del artículo 185 debe interpretarse, como es obvio, en
concordancia con otros preceptos constitucionales y en primer lugar
con lo señ alado en su párrafo II, a nuestro entender de extrema
importancia. Efectivamente, éste señala, de una parte, que el conjunto
de universidades públicas constituirán, en ejercicio de su autonomía, la
Universidad Boliviana , con may úsculas y substantivada, dando a
entender -muy acertadamente- que el ejercicio de las diversas
autonom ías debe coordinarse en una autonomía genérica o autonomía
de la Universidad Boliviana, distinta -pero emanada de-las autonomía
de cada universidad. Y de otra, que esta Universidad Boliviana, que se
constituye en el ejercicio de las autonomías de cada universidad,
coordinará y programará sus fines y funciones mediante un organismo central,
y de acuerdo a un plan nacional de desarrollo universitario.
d. A nuestro entender, esta precisión del párrafo II es esencial por diversas
razones:
i. Desde un punto de vista de arquitectura constitucional, porque
sabiamente diferencia dos tipos de autonomí a, la propia de cada
universidad y la que debe derivar de la coordinación de todas ésas
en una autonom ía de la universidad en su conjunto.
ii. Porque ello obliga a una coordinación de todas las universidades
i públicas, tarea que tiene atribuida el CEUB pero que ejerce con
enormes limitaciones, hasta tal punto, que puede afirmarse con
i
i 247
f
LA R E F O R M A D E LA U N I V E R S I D A D PÚBLICA D E BOLIVIA
? j-
248
CONCLUSIONES V RECOMENDACIONES
249
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
í
250
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
2. Las ideas y hasta las expresiones nos han sido sugeridas por nuestros interlocuto
res. Sea cual fuere su
ellos ha sido o son docentes, muchos fueron en su d ía dirigentes estudiantiles
actúa! ocupació n, la mayoría de
o/y han ocupado como docentes puestos de dirección o de representación gremial
en una u otra universidad .
hemos hablado no se han referido al asunto de la profesiona lización o de las
Los estudiantes con quienes
nomenclaturas.
251
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
i
de la universidad.
5. Entendemos que las asociaciones representativas de docentes, de
estudiantes y de administrativos debieran hacer una seria y profunda
reflexión sobre las pr ácticas corruptas que deforman el espíritu del
cogobierno, pues, estando al parecer relativamente extendidas, des-
legitiman a la propia universidad frente a la sociedad y debilitan a los
movimientos asociativos dentro y fuera de las universidades y en nada
contribuyen a la solución de los graves problemas de las universidades
bolivianas. Dado que los males del cogobierno se imputan sobre todo a la
parte estudiantil, pensamos que el propio movimiento estudiantil podr ía
asumir el liderazgo de la denuncia de tales desviaciones y, sobre todo, la
iniciativa en la reformulación del propio sistema de gobierno universitario,
no para perder, sino para ganar mayores cotas de participación efectiva
de todos los estudiantes en la vida universitaria.
6. Pero más allá de las claras perversiones del cogobierno están ciertas
exageraciones esenciales que deberían clarificarse, como son qu é se
puede y se debe cogobernar, de una parte, y de otra cómo se ejerce ese
cogobierno.
252
i
¡
..
I CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
253
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA D E BOLIVIA
%
formado sería, sin duda, la solución eficiente.
í&: •
r
E. El financiamiento de las universidades públicas
V
£f-
*
1. Ya se ñalábamos que, frente a opiniones muy difundidas, no creemos que ?:
haya demasiados universitarios en Bolivia, ni en términos de flujo ni, por
I•
254
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
también pasando de poco mas de 400 dólares por alumno y año en 1986 a
casi 850 diez a ños más tarde (en dólares corrientes). Aunque puede
discutirse si todo ello es "suficiente"-según exige la Constitución Política
del Estado-, claramente no es "insuficiente" para los recursos de que dis-
pone la República de Bolivia. Por lo demás, parece razonable que el Estado
boliviano se resista a aumentar los recursos que invierte en sus univer-
sidades en tanto, éstas no mejoren considerablemente el control y la
eficiencia en su uso.
3. En todo caso -y esto nos parece de extraordinaria importancia-, es tambi
én
evidente que entre la població univers
n itaria - incluso de las univer -
sidades públicas- aparece sobrerr epresen tada la clase media y alta, y
notablemente infrarrepresentada la clase baja, sobre todo la de origen
campesino.
a. Ya señalábamos que a nuestro entender Bolivia no ha conseguido aún
una plena democratización del acceso a la universidad, aunque sólo
sea porque tiene un largo camino por recorrer para unlversalizar la
educación primaria y democratizar el acceso a la secundaria. De este
modo, si las universidades han abandonado la formación exclusiva de
élites y a su cuerpo estudiantil se ha incorporado un buen número de
jóvenes de clase media e incluso de clase baja urbana, sufre a ú n cuatro
claros sesgos discriminatorios: por clase social, por género, por etnia, y
por h ábitat.
b. Así, y según la mayoría de nuestros informantes, no menos del 50 % de
los estudiantes de las universidades públicas provienen de colegios
privados, en los que pagan tasas anuales muy superiores a las de la
universidad.
c. Además, resulta evidente que tener estudios superiores "paga , de
"
modo que quien m ás se benefic ia de la educaci ó n superior es el mismo
estudiante. Segú n la encuesta Integrada de Hogares, y para 1993 y
ciudades capitales, los universitarios cobraban 2,50 veces más que
quienes sólo tenían estudios medios, y 4,66 veces más que los sin
estudios.
4. Todo ello nos lleva a concluir que, en tales condiciones, la gratuidad
de la
educación universitaria no nos parece ni progresiva, ni justa , ni equitati va,
pues significa tanto como que la sociedad boliviana -una de las m á s pobres
del continente- está financiando los estudios de jóvenes de clases
acomodadas y con nivel de vida superior a la media; es tanto como una
imposición regresiva, por la que los pobres financian a los ricos. Y si
bien
este argumento puede rebatirse en aquellos pa íses con sistemas impositi vos
progresivos y universales sobre la renta pues - los m á s acomod ados ya
.
cumplen pagando el impuesto sobre la renta ,-tal no es el caso
de
de
una
Bolivia
fuerte
5. Creemos pues que, aun manteniendo el compro miso social
participación pública en el financiamiento de las universidades, ésta debe
ser redefinida.
255
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD P ÚBLICA DE BOLIVIA
/
*
256
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
que ésta mejore la calidad. Así, y ademá s del acuerdo sobre las tasas, se
hace necesario pactar un porcentaje de financiación pú blica (por ejemplo,
en torno al 75% del coste tipo de la educación) articulado en torno a las
siguientes ideas:
a. El volumen de financiación pública debe objetivárse a través de una
f órmula normativa que fije el coste tipo de diversos grupos de carreras
(sanitarias, técnicas, no técnicas). La formula operativa se basaría sobre
todo (1) en el número de estudiantes según carreras (aunque primando
la demanda sobre la oferta), (2) tomando en consideración las economías
de escala, (3) e incorporando también incentivos asociados a los outputs
(titulados producidos o a otros objetivos) que se establezcan como
consecuencia de los programas de evaluación de las universidades.
b. Una vez calculado el monto correspondiente a cada universidad, las
subvenciones del Tesoro General de la Nación (TEN) compensarían las
desigualdades intrauniversitarias que se derivan del diverso peso de
la coparticipación tributaria.
c. De este modo, tasas y f órmula normativa, conjuntamente, cubrirían
los gastos corrientes de las universidades atendiendo a la financiación
-
básica ( = tasas + transferencias del TGN coparticipación tributaria)
8. Fondo de mejoramiento de la calidad. La financiación básica se comple -
mentaría con otra adicional por medio de convocatorias competitivas
administradas por el Estado en un Fondo de Mejoramiento de la Calidad.
Estas convocatorias deben financiar actividades tales como nuevos
programas de tercer ciclo, formación del profesorado, proyectos de
investigación, innovaciones docentes o actividades evaluadoras, buscando
siempre la mejora de la calidad.
9. Inversiones. La financiación básica + la competitiva se complementa con
un programa plurianual de inversiones que contemple las necesidades
globales del sistema, tanto de nuevas construcciones como de adaptación
y mejora de las existentes, prestando especial atención al desarrollo de
bibliotecas y de sistemas de información.
10. Coparticipaci ón tributaria . Consideramos que el principio de la
coparticipación tributaria (en éste como en cualquier otro caso que pudiera
darse) debería repensarse pues implica romper la caja ú nica de la Hacienda
Pública, un principio general que, si se rompe para las univer-sidades,
igualmente puede romperse para cualquier otra institución.
11 . Préstamos. Deber ía estudiarse con urgencia la viabilidad de crear un
sistema de préstamos blandos a estudiantes, para devolver tan pronto
como encuentren empleo, financiados parcialmente por el Estado.
12. Autofinanciación. Finalmente, debe incentivarse la autofinanciación de
las universidades eliminando trabas existentes (como la prohibición legal
de que realicen actividades de consultor ía, que priva a la sociedad de la
utilización de sus mejores recursos humanos) y creando órganos encarga-
dos de la transferencia de tecnología entre las universidades y la sociedad.
257
LA REFORMA D E LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
258
k
if
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
i
d. La tendencia parece ser, adem á s, negativa: el crecimiento de los
abandonos durante la última d écada parece ser espectacular: de poco
m ás de 2.000 abandonos en 1986 (el 2,1% del total de alumnos) se ha
pasado a los 20.000 de 1995 (el 15,5%). Otro tanto puede decirse respecto
al porcentaje de titulados: en 1972 se titularon el 4,6% del total pero en
1995 sólo el 2,9 %. En el mismo sentido, la tasa de titulación sobre nuevos
matriculados cinco años antes subió de 12,1% en 1989 a 17,3% en 1991
para descender de nuevo a 14,1% en 1994.
2. A falta de un estudio singular y más detallado de cada universidad creemo
, s
que las siguientes recomendaciones (referidas al acceso , a los planes de
)
estudio, a la modalidad de titulación y a la salida al mundo laboral
una educaci ón
contribuirían a aumentar la eficiencia en orden a conseguir
de calidad .
3. Medidas sobre el acceso:
a. Es necesario racionalizar los procedimientos de selección en el acceso
a la educación universitaria, mecanismos que deberían ser progre-
a
sivamente homogeneizados y normalizados para poder acceder
cualquier universidad. Además, en Bolivia no disponese de ningun a
información sobre el rendimiento de las distintas escuelas y colegios y
sus progresos relativos, aunque recientemente ha comenzado a
funcionar el Sistema de Medición de la Calidad (SIMECAL). Un examen
de ingreso universitario homogéneo, administrado por las propias
universidades y el Ministerio, permitiría evaluar el rendimiento de las
diversas instituciones de educación media.
er
b. Entendemos que debe estudiarse la conveniencia de establec
s de ciencia s de la salud (y
nútnerus clausus en la admisión a carrera
en el acceso a Medicina, sobre todo y), ello por diversas razone s: 1) son
carreras en las que resulta posible prever con razonable precisión las
necesidades nacionales de titulados ( id est , la demanda de titulados) y,
se dispone de haremos internacionales suficientemente contrastados
cosa que no ocurre en otras ramas; 2) son estudios comparativamente
muy costosos, que exigen recursos considerables y las universidades
bolivianas están lejos de ofrecer una educación de calidad en este campo
por carencia de recursos; 3) si hay carreras en las que no es aceptable;
una formación deficiente ésas son, sin duda, las de ciencias de la salud
4) finalmente, se trata de formaciones muy poco versá tiles de modo
que los profesionales en ciencias de la salud desempleados tienen pocas
le
o ninguna salida laboral alternativa. Por todo ello no parece razonab
formar más profesionales de los necesarios, lo que sería tanto como invertir
en la producción de desempleados o de profesionales para la exportación
.
4. Mejoras de los planes de estudio:
ad
a. Entendemos que es de la máxima importancia potenciar la cidicid
de
de los estudios universitarios que lo admitan, con un primer ciclo
título
formación general de tres años que conduzca a la obtención de un
259
¥
LA R E F O R M A D E LA U N I V E R S I D A D PÚBLICA D E BOLIVIA
260
Jk
m CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
i
f. El mecanismo matricial para generar nuevas carreras basado en la
combinatoria simple de asignaturas ya ofertadas, que se está implan-
tando en algunas universidades, es positivo y multiplica la eficiencia
en el uso de recursos docentes escasos, pero debe utilizarse con cuidado
pues se pierde la unidad formativa de la carrera. Sería por ello necesario
evaluar los resultados de experiencias existentes y quizá complementar
la matridalidad con otras medidas que permitan reforzar la unidad
formativa de la carrera.
5. Reformas en la finalización y salida al mundo laboral
a. La modalidad de titulación dominante en la actualidad (la tesis) es un
serio impedimento a la mejora de la eficacia, pues se les exige a los
estudiantes que rindan un resultado investigador para el cual no han
sido debidamente preparados. Las cifras actuales de titulados no deben,
pues, sorprender; al contrario, son la consecuencia lógica de una
exigencia incoherente con la formación y preparación recibida.
Creemos, por ello, que deberían buscarse otras formas alternativas de
examen de grado -como ya se está haciendo-, bien bajo la forma (sin
duda más sencilla de administrar) de exámenes de fin de carrera, o
bajo la más costosa de las pasantías (esta última bajo estricta y rigurosa
supervisión por parte de la universidad, pues puede dar lugar a muchas
formas defraude). Y en todo caso el examen de grado debe incorporarse
en el plan de estudios de la carrera como parte de la docencia reglada.
b. Creemos también que debería diferenciarse entre dos tipos de maestr ía,
una que capacite para realizar tareas de investigación (y que es, defacto,
un predoctorado) y otra m ás profesionalizada y especializada y para la
que la tesis o la preparación a la investigación no deberían ser necesarias.
Pretender que todas las maestrías capaciten para la investigación es
una exigencia innecesaria en muchas ocasiones y que puede privar a la
sociedad boliviana de especialistas acreditados en muchos campos.
c. Finalmente, y con objeto de reducir el desempleo de los titulados las
universidades deben crear bolsas de trabajo para estudiantes, mediante
convenio con instituciones públicas o privadas que acojan, al menos
temporalmente, a los titulados ofreciéndoles una formación práctica.
El Estado debiera, a su vez, crear modalidades de contratación laboral
en prácticas, adecuadas para estas figuras. En todo caso, las univer -
sidades públicas deben hacer un esfuerzo para aproximarse a las
empresas y colaborar con ellas en la formación inicial, pero también en
el reciclaje de los empleados.
261
LA REFORMA D E LA UNIVERSIDAD PÚBLICA D E BOLIVIA
262
s CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
263
L A R E F O R M A D E L A U N I V E R S I D A D PÚB L I C A D E B O L I V I A
H. Universidad y sociedad
1. Un diagnóstico general
1. Las profundas reformas estructurales, que desde 1985 enfrenta la economía
y la sociedad boliviana, forman parte del cambio general que está n
experimentando todas las sociedades del planeta y cuyos elementos
substanciales son conocidos. En el caso de Bolivia, se están produciendo
cambios substanciales en dos asuntos cruciales: la reconversión del tejido
económico y el cambio del papel del Estado en la sociedad, y, en particular,
con relación a sus funciones económicas. La raíz tecnológica y económica
de los cambios actuales genera evidentes alteraciones sociales y culturales,
con sus consiguientes secuelas en forma de turbulencias y desasosiegos.
Los cambios económicos producen nuevos ricos y nuevos pobres. Los
cambios culturales, nuevos contentos y nuevos descontentos. El camino
hacia un nuevo equilibrio es arduo para muchos. En todos los planos,
Bolivia está atravesando una era de profunda conmoción, que unos vivirán
como desarraigo, otros con desasosiego y frustración, otros con crispación
y otros con entusiasmo.
2. Con la ayuda de las instituciones y de las organizaciones responsables, la
convulsión socioeconómica y cultural puede y debe tornarse en excelente
oportunidad de maduración colectiva y de encuentro con un futuro mucho
más libre y próspero. En el nuevo escenario todos los actores sociales están
obligados a aportar su contribución generosa, adaptando sus estrategias y
sus comportamientos tradicionales a la nueva situación. La Universidad
Boliviana, como actor principalísimo del cambio económico, social, cultural
y político de Bolivia, le debe a la sociedad boliviana un nuevo acto de
generosidad: el gesto de emprender su propia renovación.
3. La Universidad Boliviana, merced al rol político que se vio obligada a
desempeñ ar en el pasado y, sobre todo, por la lectura retrospectiva que
del mismo sigue haciendo un sector importante del sistema, tiene una
especial dificultad para establecer una relación positiva, prospectiva y
fructífera, al tiempo que muy crítica y plural, con un entorno económico,
social y político tan cambiante. La dificultad de la autocr
ítica interna es el
contrapunto de la actitud hipercrítica e ideologizada (y, por lo mismo,
socialmente ineficaz) hacia otros actores sociales, lo que está impidiendo
que el mundo académico desempeñe el rol indispensable que le corres-
ponde en el proceso de cambio de Bolivia, incluida una cr ítica objetiva
capaz de ser influyente en la sociedad.
264
L
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
265
I
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
266
k
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
(3.000.000.000) y 500
3. E! contraste con los países vecinos es flagrante: Brasil invierte tres mil millones
millones anuales, Argentina o Chile.
habría superado
4. Según la memoria de la UMSA del año 1995, su presupuesto en “investigación servicios"
y
los tres millones y medio de dólares.
267
%
268
m
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
3.2 Recomendación
Sin dejar de insistir en la necesidad de aumentar el presupuesto pú blico de
investigación y, tal vez, en la conveniencia de que se pudieran canalizar más
recursos públicos por medio de las universidades, sugerimos lo siguiente:
1. Es fundamental formar personal investigador en las áreas prioritarias
para superar la penuria de investigadores con el í ttulo de doctor o de
magíster, que forma parte de la problemática general del sistema, como
efecto y como causa.
2. Es necesario que las universidades descubran la importancia de instituir
o de organizar mejor los mecanismos alternativos sugeridos para la
obtención de recursos. Además de su importancia para allegar más fondos
para las tareas de investigación, las relaciones internacionales, la vin -
culaciones con las empresas de su territorio y los nexos con los planes
regionales y locales de origen público, son convenientes por sí mismos
para el desarrollo académico y para la interacción de la universidad con
su entorno.
3. Es necesario potenciar el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
(CONACYT), como organismo de promoción, concertación y enlace del
esfuerzo investigador de Bolivia y, sobre todo, articular las funciones y
las tareas de la Academia de Ciencias, del sistema público y de cada una de
las universidades públicas y de las privadas que sean evaluadas y
consideradas como universidades investigadoras.
4. Por último, recomendamos vivamente que, a efectos sobre todo de
FondoNacional de Ciencia y Tecnología, previsto desde el decreto de 1991, el
Gobierno y el Parlamento aseguren la coheren cia y la armonía entre el
Proyecto de Ley de Ciencia y Tecnolog í a 6,
y las demá s normas o
disposiciones que pudieran dictarse para el desarro llo y mejora de la
educación superior.
Para concluir, y remitiéndonos para mayor detalle al último capítulo del
informe, queremos subrayar el valor estratégico de la Red Universitaria de
Radio y Televisión como instrumento para la propia transformación interna
de la universidad y para establecer unas relaciones más fruct íferas con el
,
resto de la sociedad así como la importan cia de cada canal universitario
para conectar las varias universid ades con el desarrol lo regional y local de
Bolivia.
269
T
Conclusión
La sociedad boliviana parece haber asumido como tarea prioritaria la reforma
de su educación superior. Ello nos parece ineludible si consideramos, de una
parte, la importancia de la educación y el conocimiento en las sociedades
modernas y su papel como factor de movilidad y justicia social y de equilibrio
democrá tico. Y de otra, los serios déficit que arrastra la educación en Bolivia:
1) carácter muy poco equitativo al segregar claramente por razones de clase
social, etnia, género y hábitat; 2) muy deficiente calidad formativa e inves-
tigadora y bajo nivel de formación de los profesores; 3) alta ineficiencia,
manifestada en las bajas tasas de éxito escolar.
Se trata, pues, de una tarea que compete a toda la sociedad y que es, por lo
tanto, tarea de Estado más que de partido o incluso de gobierno. Pero la
reforma de una compleja institución como la universidad, con culturas fuertes,
tradicionales y densas, es tarea que el Estado no puede asumir sin contar con
la ilusión, el esfuerzo, la colaboración activa de los principales actores: tas
comunidades universitarias y de profesores, investigadores y estudiantes. Ello
es tanto m ás cierto en un país con una larga tradición de autonomía
universitaria entendida como ausencia de intervención del Estado.
Desgraciadamente el deterioro o vaciamiento de la cultura académica de
las universidades, supeditada a otros intereses, ha impedido la emergencia
de fuerzas sociales y actores activamente interesados en liderar procesos de
reforma. La escasa dedicación del profesorado a la universidad (consecuencia,
sin duda, de la escasa remuneración), su en general baja cualificadón, la
ausencia de núcleos investigadores dedicados a trabajar por tiempo completo
y la dependencia de las autoridadesacadémicas de redes clientelísticas cuando
no prebendalistas (en parte consecuencia de una exageración del principio
del cogobierno), todo ello hace que la Universidad Boliviana carezca en
general de n úcleos fuertes objetivamente legitimados y subjetivamente
interesados en liderar procesos de reforma institucional. De modo que Bolivia
se encuentra ante la necesidad de una reforma pero sin actores capaces de
llevarla a cabo.
Esta situación de bloqueo debe romperse y a ello deben contribuir todos:
el Estado asumiendo sin miedo el liderazgo de la reforma pero sabiendo que
ésta debe contar con la codedsión de las universidades; las universidades
públicas, profundizando en un proceso de reflexión ya iniciado -e impulsado
—
por el CEUB acerca de la dinámica de la reforma y el nuevo sentido de la
autonomía en condiciones de democracia estable y soberanía del Parlamento;
las universidades privadas, analizando su necesaria coordinación en un
sistema global de educación superior y sus propias limitaciones curriculares
e investigadoras; las comunidades de profesores, indagando su papel como
docentes e investigadores; los estudiantes reflexionando sobre el sentido del
cogobierno, la eficiencia y la equidad de la educación superior; y la opinión
pública apoyando y reforzando esa dinámica por intermedio de fundaciones,
270
r
3 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
271
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I
SIGLAS
279
?
A
4
R e l a c i ón d e p e r s o n a s e n t r e v i s t a d a s
* Como se expresa en el apartado de agradecimientos, la lista incluye desde personas con quienes hemos
mantenido entrevistas estructuradas, hasta personas que han participado en una reunión amplia. No hemos
querido hacer distinciones, que habrían sido siempre dif íciles. En cualquier caso, declaramos que, agradecidos
como estamos a todas ellas, ninguna de las personas de la lista es responsable de las opiniones del informe.
281
I
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD P ÚBLICA DE BOLIVIA
282
, i
Semblanza de los autores
283
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA DE BOLIVIA
Entre 1983-89, fue asesor del Ministerio de Educación de España y hasta 1992
fue director de la Red de Información sobre Educación de la Comunidad
Europea (EURYDICE). En Chile (1964-1973), fue profesor de filosof ía en la
Universidad Católica de Chile; trabajó en proyectos de educación para el
desarrollo y fue director del Instituto de Capacitación e Investigación para la
Reforma Agraria (ICIRA).
284
ANEXO
De te fábula narratur
Introducción
La universidad debe ser autónoma y democrática, para funcionar realmente
como universidad. En México, la autonomía y las formas del gobierno, aspectos
centrales para el funcionamiento de la universidad pública, pasaron por
cambios profundos en las últimas tres décadas. Empezaré con una breve
revisión de las tendencias principales en los setenta y ochenta. La brevedad
inevitablemente implica simplificar, y no hacer justicia a las numerosas
excepciones de la regla en un sistema tan diverso como el mexicano. En una
segunda parte, revisaré los cambios más sobresalientes alrededor de estos
dos aspectos en los noventa, en relació n con las políticas de reforma
emprendidas por el gobierno federal. Para concluir, presentaré algunas
observaciones sobre los logros y los problemas en la actualidad.
La autonomía y las formas de gobierno son, por supuesto, dos aspectos
distintos de la organización universitaria. Generalmente, se relacionan entre
sí: las instituciones autónomas tienden a organizar su gobierno de manera
distinta que sus colegas sin autonomía. Sin embargo, la autonomía no define
las formas de gobierno, ni las formas de gobierno la autonomía. Hecha esta
observación, en este trabajo revisar é los dos aspectos, pasando libremente de
uno al otro.
La historia reciente
La autonomía ha sido un tradicional anhelo de la universidad pública
mexicana. Con un sistema político turbulento y generalmente autoritario, la
autonomía garantizaba cierta independencia para las universidades frente a
las autoridades federales y estatales. La conquista de la autonomía fue
producto de luchas universitarias -a veces sangrientas- contra la intervención
gubernamental en asuntos acadé micos desde inicios de este siglo. Diferentes
instituciones obtuvieron su autonomía en distintos momentos, desde la UNAM
en 1933, hasta otras apenas en los noventa, como las universidades estatales
de Guadalajara y Veracruz.
285
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD DE BOLIVIA
286
ANEXO
287
t
Los noventa
Las políticas presentadas por el gobierno federal desde 1988 significan un
cambio importante. Algunas propuestas en materia de evaluación y di-
versificación de fondos estaban presentes desde el inicio de la década, pero
nunca produjeron acciones. Sin embargo, la decisión del gobierno de re -
lacionar sus políticas con un incremento en los fondos produjo un cambio
radical en la disposición para el cambio en las universidades. Una d écada de
austeridad y de conflictos internos sin duda contribuyó al viraje de los noventa.
Visto desde la perspectiva tradicional, la nueva actitud gubernamental
atentaba claramente contra la autonomía. La obligación de informar al
gobierno federal por medio de autoevaluaciones institucionales y numerosos
informes, prerrequisito para recibir fondos adicionales, implicó una práctica
completamente nueva y hubiera sido considerada anatema apenas tres o
cuatro años antes. Otros programas, como el Fondo para la Modernización
de la Educación Superior (FOMES) o el Programa de Becas al Desempeño
Académico, modificaron las lógicas institucionales. Para el FOMES, las universi-
dades someten proyectos de reforma que son evaluados por el gobierno, y
sólo los aprobados reciben financiamiento. El programa de becas otorga
288
I
ANEXO
1. E n e l caso mexicano, ya existen varios estudios sobre los cambios organizacionales en las universidades
p ú blicas, véanse: Kent (1996), Acosta (1997), de Vries (1996).
2. Ejemplos de estos cambios son las universidades de Sonora y Veracruz. Ambas instalaron una junta directiva
en los noventa , formada por miembros internos y extemos. La Universidad de Sonora en 1993 contrató a un
director de un centro regional de investigació n como rector. La Universidad de Veracruz contrató en 1997 a un
alto funcionario de la Subsecretaría de Educación Superior e Investigación Cient ífica como rector.
289
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD DE BOLIVIA
3. La contratación y promoción de personal se efectuaba por negociaciones políticas y por procesos automáticos
como Jas cláusulas de que un académico con dos años de servicio adquiría automáticamente la definí tividad en
el puesto. Muchas universidades tenían un “pase automático” para los estudiantes provenientes de sus escuelas
preparatorias, y las recomendaciones políticas de estudiantes eran comunes. Así, tanto el número de sus
estudiantes como el número de académicos escapaban del control de la universidad.
4. Durante una reunión nacional en 1990, los rectores de las universidades públicas atacaron duramente la
exigencia gubernamental de efectuar evaluaciones, y señalaron que estos procesos atentaban contra la
autonomía. Sin embargo, en 1992, todas las universidades públicas participaron en los procesos de evaluación
propuestos por el gobierno.
290
ANEXO
291
LA REFORMA DE LA UNIVERSIDAD DE BOLIVIA
Conclusiones
Las experiencias mexicanas indican entonces que la autonomía se construye
en los hechos: una universidad es autónoma cuando decide democrá ticamente
sobre sus aspectos acad émicos. Una universidad que esquiva decidir sobre
estos aspectos deja de ser autónoma y se convierte en anarquía. La lección de
los ochenta es que la autonomía extrema puede dañar seriamente el funcio -
namiento acad émico de las universidades. La lección de los noventa es que la
autonomía académica puede incrementar cuando aumenta la regulación
gubernamental.
A su vez, resultó que la democracia universitaria no puede funcionar como
una república, donde todos son iguales. Las formas de gobierno se deben
basar en el conocimiento o el mérito acadé mico, lo cual siempre implica que
la participación sea diferenciada y desigual. Las modificaciones en las formas
de gobierno en los noventa abrieron el paso para decidir efectivamente sobre
procesos acad émicos y así reformar la universidad.
Finalmente, los cambios en los noventa reflejan que la autonomía y las
formas de gobierno no son conceptos intocables o inalterables. Resultaron no
ser el punto central, sino aspectos secundarios una vez que las universidades
emprendieron reforma de sus aspectos académicos básicos. A final de cuentas,
la autonomía y las formas de gobierno son los medios para lograr la reforma,
no los fines en sí.
292
ANEXO
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