Trabajo Exposición - Avance 1

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Universidad de San Carlos de Guatemala – USAC -.

Centro Universitario del Sur Occidente –CUNSUROC -.


Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales. Abogacía y Notariado.
V Ciclo Sección “B”
Derecho de los Pueblos Indígenas
Lic. Marcelo Antonio Orozco Orozco

Ley de Femicidio y Otras Formas de Violencia Contra la Mujer.


Declaración Universal de los Derechos Humanos

Grupo 5
Kenia Elizabeth Ixcayau Solval 202148548
María Felisa Mazariegos Cantor 202240040
Luis Ángel David Linares García 202046958
Damaris Karina Catalán Cruz 202240888
Miguel Ricardo Marroquín Chovón 201219288
César Amílcar Castillo Sandoval 202248796

Mazatenango, 2024
Introducción

La Declaración Universal de los Derechos Humanos, Enfatiza la importancia de reconocer


la dignidad inherente y la igualdad de derechos de todos los seres humanos, prohibir la esclavitud
y la tortura, garantizar igual protección ante la ley y promover el progreso social. El documento
describe varios derechos y libertades, como el derecho a la vida, a no ser esclavo de la esclavitud
y el derecho a la educación y al trabajo.
La Ley Contra el Femicidio y Otras Formas de Violencia Contra las Mujeres en Guatemala
tiene como objetivo proteger los derechos de las mujeres y eliminar la discriminación y la
violencia contra ellas. Se alinea con las convenciones internacionales y garantiza el acceso a la
información, asistencia legal y servicios integrales de apoyo para las víctimas. La ley define el
feminicidio y diversas formas de violencia contra la mujer, prescribiendo penas y haciendo
hincapié en la prevención. Exige coordinación interinstitucional, órganos judiciales especializados
y centros de apoyo para sobrevivientes. La ley también aborda la violencia económica y prohíbe
las justificaciones culturales de la violencia contra las mujeres.
Los derechos de los pueblos indígenas se refieren a los derechos fundamentales de los
pueblos originarios, reconocidos internacionalmente a través de diversos instrumentos jurídicos
como la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Estos
derechos incluyen el derecho a la autodeterminación, el derecho a la tierra y recursos naturales, el
derecho a la cultura y la identidad, el derecho a la consulta y el consentimiento previo, entre otros.
A nivel mundial, las diferentes manifestaciones de violencia hacia las mujeres por razones
de género han alcanzado niveles preocupantes. Social- y culturalmente arraigada, la violencia de
género resulta ser un problema multifacético, que frecuentemente sigue siendo tolerado o
justificado, y es uno de los principales problemas a que se enfrentan las mujeres latinoamericanas.
Teniendo en cuenta que Guatemala ocupa el octavo lugar de 136 países como país más
violento en cuanto al femicidio. A pesar que la legislación guatemalteca ha obtenido barios
avances en la creación tanto de leyes que protegen y garantizan la vida, la dignidad y la igualdad
de todas las mujeres ante la ley y sociedad sin importar cuestiones de raza, etnia y cultura, como
lo es La Constitución Política de la República de Guatemala, La ley contra el Femicidio y otras
formas de Violencia contra la Mujer. Así mismo hay organizaciones que velan por la prevención
de cualquier acto violento cometido hacia las mujeres como lo es tanto a nivel mundial ONU-
MUJERES Entidad de las naciones Unidas para la igualdad de Género y el Empoderamiento de
las mujeres, a nivel nacional DEMI, CONAPREVI, SEPREM, entre otras.
Hoy en día los indígenas representan más de la mitad de la población total de Guatemala,
alrededor de 6 millones de habitantes. El Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos
Indígenas (AIDPI), firmado en 1995, reconoce que la nación guatemalteca tiene un carácter
multiétnico, pluricultural y multilingüe, y que los pueblos indígenas incluyen a los pueblos Maya,
Garífuna y Xinca constituyen más del 75% de la población. Es un acuerdo internacional que
reconoce y protege los derechos de los pueblos indígenas en todo el mundo. Este acuerdo busca
garantizar la preservación de la identidad cultural, la autonomía y la participación de los pueblos
indígenas en la toma de decisiones que les afecten.
Ser pobre e indígena en Guatemala significa también vivir predominantemente en el medio
rural, dedicarse principalmente a las actividades agrícolas; ser en gran medida analfabeto, tener
índices de escolaridad inferiores a la media nacional, no tener acceso a los servicios básicos, y
sufrir diferentes grados de marginación y exclusión social. Las mujeres indígenas son las que
acusan los índices más bajos de bienestar económico y social, en gran medida son las que se ven
más afectadas por esta situación.
Los derechos de los pueblos indígenas
Los derechos humanos de los individuos y pueblos indígenas de Guatemala, de la
Comisión. El pueblo maya, el mayor en número de integrantes, comprende las comunidades
lingüísticas Achi’, Akateco, Awakateco, Ch’orti’, Chuj, Itza, Ixil, Popti’, Q’anjob’al, Kaqchikel,
K’iche’, Mam, Mopan, Poqomam, Pocomchi’, Q’eqchi’, Sakapulteko, Sipakapense, Tektiteko,
Tz’utujil y Uspanteco. La población indígena esta también integrada por los pocos sobrevivientes
del antiguo pueblo xinca, y por el pueblo garífuna, este último de raíces indígenas y africanas
ubicadas en áreas cercanas a la costa atlántica de Guatemala.
Por su conformación poblacional Guatemala es un Estado multiétnico, multilingüe y
pluricultural. La población de Guatemala es en su mayoría rural. El 65% de los habitantes residen
en zonas rurales, y de ellos 52% son indígenas, mayoría que es más pronunciada en los
departamentos alejados de la capital. Los indígenas constituyen algo menos de la mitad de la
población urbana.
Los indígenas en Guatemala históricamente han sido discriminados étnicamente,
constituyen gran parte de la población pobre o en extrema pobreza y son mayoría en los
departamentos con los más altos índices de exclusión social. Lo mismo ocurre en asentamientos
urbanos marginales. Sin embargo, rurales o urbanos, mantienen en todas las regiones, una
actividad y organización social intensa y una cultura rica y en continua adaptación a las exigencias
de los cambios históricos, defendiendo y desarrollando su identidad cultural.
La legislación en Guatemala contiene una serie de normas específicas y dispersas, de rango
constitucional y legal, sobre los pueblos indígenas. La tendencia legislativa de la última década
en esta materia se ha caracterizado por incorporar en el ordenamiento legal normas de
reconocimiento y protección en favor de los indígenas, en relación por ejemplo con la protección
del niño o la niña indígena, la promoción de la educación bilingüe intercultural, la creación de
instituciones de protección y defensa de la mujer indígena, entre otras.
La Declaración Universal de Derechos Humanos reconoce que el respeto y protección a
los diversos grupos étnicos y asegura reconocer, respetar y promover sus formas de vida,
costumbres y tradiciones.
Guatemala está formada por diversos grupos étnicos entre los que figuran los grupos
indígenas de ascendencia maya, el xinca y la garífuna. El Estado reconoce, respeta y promueve
sus formas de vida, costumbres, tradiciones, formas de organización social, el uso del traje
indígena en hombre y mujeres, idiomas y dialectos.
A partir de este reconocimiento de identidad “fundamental para la construcción de la
unidad nacional basada en el respeto y ejercicio de los derechos políticos, culturales, económicos
y espirituales de todos los guatemaltecos”, el Gobierno de Guatemala se obligó por estos acuerdos,
a realizar una serie de acciones en relación con la identidad de los pueblos indígenas, la lucha
contra la discriminación, los derechos culturales, los derechos civiles, políticos, sociales y
económicos, incluyéndose el derecho consuetudinario, los derechos relativos a la tierra de los
pueblos indígenas y la regularización de la tenencia de la tierra.

Ley de dignificación y promoción integral de la mujer


El artículo del cuerpo legal establece que la ley se basa en el reconocimiento del carácter
pluricultural y multilingüe de la Nación guatemalteca y se fundamenta en los principios
constitucionales de respeto por la libertad, la igualdad, la vida humana y la igualdad ante la ley.
Al definir discriminación contra la mujer, el artículo dos señala que es toda distinción, exclusión,
o restricción basada en el sexo, etnia, edad y religión, entre otros, que tenga por objeto o dé como
resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce, o ejercicio de sus derechos sociales e
individuales consignados en la Constitución Política de la República y otras leyes,
independientemente de su estado civil, sobre la base de igualdad del hombre y la mujer, de los
derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas políticas, laboral, económica,
ecológica, social, cultural y civil o en cualquier otra.
En el artículo 9 establece que el Estado garantiza a las mujeres la educación nacional en
condiciones de equidad, en todas las etapas del proceso educativo y favorecerá el respeto y
valoración de las identidades culturales sin afectar la unidad de la nación. La letra c) de la norma
establece que el Sistema Educativo Nacional se obliga a proporcionar a las estudiantes indígenas,
la opción de continuar utilizando en el ámbito escolar, la indumentaria y atuendos que les
corresponde por su pertenencia cultural.
Además, en los artículos 19, 20, 23 y 27 se establecen algunas normas relevantes para los
indígenas en relación con la implementación de mecanismos específicos en la esfera de cultura y
los medios de comunicación social, en la esfera económica y del poder político, y para el
cumplimiento de la ley.
Creación de la Defensoría de la Mujer Indígena
Su objetivo es atender “las particulares situaciones de vulnerabilidad, indefensión y
discriminación de la mujer indígena, para lo cual deberá promover las acciones de la defensa y
pleno ejercicio de sus derechos”.

Derechos económicos, sociales, y culturales de los pueblos indígenas


La Comisión lamenta tener que repetir aquí en este informe lo que manifestó en el
correspondiente de 1993, sobre que el capítulo respectivo sobre los derechos económicos y
sociales muestra las discriminatorias y deplorables condiciones de vida de los pobres de
Guatemala, población constituida masivamente por los indígenas guatemaltecos. Prácticamente la
totalidad de la población indígena está debajo de la línea de pobreza con las implicancias
respectivas en cuanto a su situación de servicios de educación, salud, analfabetismo, servicios
sanitarios, empleo, situación de la mujer y de los niños. Según informes del Sistema de Naciones
Unidas en Guatemala el 90% de la población rural se encuentra en situación de pobreza y un 69%
en estado de indigencia.
La población indígena está asentada en tierras altas, de baja productividad, sobreexplotada,
caracterizada por la estructura del minifundio. Sin embargo y pesar de ello, los pequeños y
medianos agricultores producen más de una cuarta parte del café centroamericano y un 35% de
las exportaciones agrícolas no tradicionales.
Alimentación insuficiente, extrema pobreza e inexistencia de políticas de salud
preventivas son las causas de los problemas de salud de la población indígena en Guatemala. Las
principales causas de las enfermedades y problemas de salud de la población indígena se originan
en las condiciones de sanidad ambiental de las comunidades y en las condiciones laborales de los
asalariados agrícolas.
El 80% de los médicos en Guatemala se encuentran en la región metropolitana. Las zonas
rurales donde vive la mayoría de la población y donde se concentran los grupos de mayor riesgo
son atendidas por auxiliares de enfermería, técnicos de salud rurales, comadronas y promotores
voluntarios de salud comunitaria.
La Comisión nota con satisfacción que el Ministerio de Educación de Guatemala está
realizando esfuerzos a nivel nacional para desarrollar políticas destinadas a ampliar la cobertura
y la calidad de la educación y a modernizar la institucionalidad del sector.
La sociedad indígena se estructura en base a su relación profunda con la tierra, y en
Guatemala ello significa una porción importante del territorio, donde los indígenas viven y
trabajan desde épocas ancestrales. Sin embargo, como se señaló anteriormente muy pocos y no
precisamente los indígenas, son los dueños de la mayoría de la tierra productiva en Guatemala.
Nadie puede negar la excesiva desigualdad existente en nuestros días en cuanto a la
tenencia de la tierra. El problema agrario guatemalteco se mide actualmente en la sola
consideración del latifundio y del minifundio, al margen de los cuales se sitúa la gran mayoría de
campesinos que no poseen un pedazo de tierra.

Reseña histórica de la Declaración Universal de Derechos Humanos


El 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de la Organización de las Naciones
Unidas (ONU) proclama la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH), estableciendo
que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad
intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana.
Después de las atrocidades cometidas durante la Segunda Guerra Mundial, la comunidad
internacional se comprometió a no permitir que esos hechos se repitieran, tal como indica el
segundo considerando del preámbulo de la Declaración: “el desconocimiento y el menosprecio de
los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la
humanidad.
Es en ese momento histórico que mujeres y hombres, líderes del mundo, decidieron
complementar la Carta de las Naciones Unidas con una hoja de ruta para garantizar los derechos
de todas las personas en cualquier lugar y en todo momento. Este documento, que más tarde se
convertiría en la Declaración Universal de Derechos Humanos, fue examinado en la primera
sesión de la Asamblea General en 1946.
Posteriormente, la Asamblea traslada el proyecto al Consejo Económico y Social para ser
analizado por la Comisión de Derechos Humanos (predecesora del Consejo de Derechos
Humanos) para que prepare una carta internacional de derechos humanos. Dicha Comisión
autorizó a sus miembros formular el anteproyecto en su primer periodo de sesiones celebrado a
principios de 1947, en Nueva York. Esta labor fue asumida por un Comité de Redacción
conformado por integrantes de la Comisión procedentes de ocho Estados, elegidos teniendo en
cuenta la distribución geográfica.
La Comisión de Derechos Humanos estaba integrada por 18 miembros de diversas
formaciones políticas, culturales y religiosas, entre ellos estaban Eleanor Roosevelt, viuda del
presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt,
Posteriormente, ante las críticas por la falta de europeos, latinoamericanos y soviéticos se
sumaron representantes de Australia, Chile, Unión Soviética y Reino Unido. En septiembre de
1948 se propuso el primer proyecto de la Declaración y más de 50 Estados miembros participaron
en la redacción final. En diciembre de dicho año, por medio de la Resolución 217 A (III), la
Asamblea General, reunida en París, aprobó la Declaración Universal de Derechos Humanos con
48 votos a favor, ninguno en contra y con ocho abstenciones. El texto completo de la DUDH fue
elaborado en menos de dos años.
Inicialmente, el título original del texto en español fue “Declaración Universal de
Derechos del Hombre”; sin embargo, la Asamblea General, en su resolución 548 (VI), del 5 de
febrero de 1952, determinó modificar todos los documentos de trabajo en lengua española, en el
sentido de aludir a “derechos humanos” en lugar de “derechos del hombre”, por considerar que el
contenido y la finalidad de la Declaración “tienen un amplio significado que no cabe dentro del
título en lengua española de derechos del hombre”, teniendo en cuenta, además, que el cuerpo del
instrumento alude a la expresión “derechos humanos”.
Para destacar la trascendencia histórica de la aprobación de este documento, Naciones
Unidas establece que cada 10 de diciembre se conmemore el Día de los Derechos Humanos, según
Resolución 423 (V) emitida en 1950.
Respecto del contenido de la Declaración, consta de un preámbulo y 30 artículos, en los
cuales se puede establecer una división de los derechos así:
• Derechos civiles y políticos: artículos del 2 al 21.
• Derechos económicos y sociales, artículos del 22 al 28.
• Deberes del Estado, deberes de los individuos hacia la comunidad, cláusula limitativa
y principios de interpretación: artículos 29 y 30.
La Declaración en números:
• Contiene 30 artículos.
• Traducida a más de 500 idiomas.
• Ha inspirado más de 70 declaraciones y tratados internacionales.
• Actualmente ha sido firmada por 193 Estados miembros.

En Guatemala, la historia de la ley contra el feminicidio y otras formas de violencia contra


la mujer está marcada por un largo proceso de lucha y activismo de organizaciones de derechos
humanos y de mujeres que buscaban visibilizar y erradicar la violencia de género en el país. A
continuación, se presenta un resumen de los eventos clave relacionados con esta temática:
Durante décadas, Guatemala ha enfrentado graves problemas de violencia contra las
mujeres, incluyendo el feminicidio, la violencia doméstica, la violencia sexual y otras formas de
agresión basadas en el género. Estas problemáticas estaban arraigadas en una cultura patriarcal y
en un contexto de impunidad y falta de acceso a la justicia para las víctimas.
En 2001, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió un informe
sobre la situación de los derechos humanos en Guatemala, donde señalaba la preocupación por la
violencia contra las mujeres y la impunidad en los casos de feminicidio.
Creación de la Ley contra el Femicidio y otras Formas de Violencia contra la Mujer: En
2008, después de una intensa presión y movilización por parte de organizaciones feministas y de
derechos humanos, el Congreso de la República de Guatemala aprobó la Ley contra el Femicidio
y otras Formas de Violencia contra la Mujer (Decreto 22-2008). Esta ley es considerada un hito
en la lucha contra la violencia de género en el país.
La Ley contra el Femicidio y otras Formas de Violencia contra la Mujer tiene como
objetivo principal prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en todas sus
formas. Establece la tipificación del delito de femicidio, define sus características y grados, y
establece penas específicas para quienes lo cometan.
A pesar de la existencia de esta ley, Guatemala sigue enfrentando desafíos significativos
en la prevención y sanción de la violencia de género. La falta de recursos, la corrupción en el
sistema judicial, la impunidad y la persistencia de actitudes machistas son algunos de los
obstáculos que dificultan la plena efectividad de la ley y la protección de los derechos de las
mujeres.
La Ley contra el Femicidio y otras Formas de Violencia contra la Mujer en Guatemala se
creó como respuesta a una situación grave y preocupante de violencia de género que afectaba de
manera significativa a las mujeres en el país. A continuación, se detallan algunas de las razones y
motivaciones que llevaron a la creación de esta ley:
 Altos índices de feminicidio: Guatemala enfrentaba altos índices de feminicidios, es
decir, asesinatos de mujeres motivados por razones de género. Estos crímenes
reflejaban una violencia extrema y una falta de protección efectiva para las mujeres
en situación de riesgo.
 Violencia doméstica y agresiones sexuales: Además del feminicidio, también existía
una prevalencia significativa de violencia doméstica, agresiones sexuales y otras
formas de violencia basada en el género. Estas situaciones generaban un ambiente de
temor y vulnerabilidad para las mujeres guatemaltecas.
 Presión y activismo de organizaciones feministas y de derechos humanos:
Organizaciones de la sociedad civil, activistas feministas, defensoras de los derechos
humanos y otros grupos trabajaron arduamente durante años para visibilizar la
violencia de género y exigir medidas concretas por parte del Estado para prevenirla,
sancionarla y erradicarla.
 Compromisos internacionales: Guatemala es signataria de diversos tratados y
convenciones internacionales que establecen la obligación de los Estados de proteger
los derechos de las mujeres y prevenir la violencia de género. La creación de la ley
también respondió a estos compromisos internacionales asumidos por el país.
 Impacto en la sociedad: La violencia de género tenía un impacto devastador en la
sociedad guatemalteca, afectando la vida, la salud, la seguridad y la dignidad de las
mujeres, así como también teniendo repercusiones en sus familias y comunidades en
general.
En este contexto, la creación de la Ley contra el Femicidio y otras Formas de Violencia
contra la Mujer en Guatemala representó un avance significativo en el reconocimiento y la
protección de los derechos de las mujeres, así como en el combate a la impunidad y la prevención
de la violencia de género en el país. Sin embargo, es importante señalar que aún persisten desafíos
en la implementación efectiva de la ley y en la erradicación completa de la violencia contra las
mujeres en Guatemala.
La falta de una ley específica que protegiera a las mujeres guatemaltecas, incluidas las
mujeres indígenas, del maltrato o la violencia, tuvo un impacto significativo en los pueblos
indígenas en varios aspectos:
 Vulnerabilidad a la violencia de género: Las mujeres indígenas, al igual que las
mujeres de otros grupos étnicos, estaban expuestas a un mayor riesgo de violencia de
género debido a la ausencia de leyes y políticas que las protegieran de manera efectiva.
Esto incluía violencia doméstica, abuso sexual, violencia en el ámbito comunitario,
entre otros tipos de agresiones.
 Falta de acceso a la justicia: La falta de una legislación específica para abordar la
violencia contra las mujeres indígenas contribuyó a la impunidad de los agresores y a
la falta de acceso a la justicia para las víctimas. Muchas mujeres indígenas enfrentaban
barreras adicionales al intentar denunciar los casos de violencia, como la
discriminación, la falta de recursos y la falta de servicios de apoyo adecuados en sus
comunidades.
 Perpetuación de patrones de violencia cultural: En algunos casos, la ausencia de leyes
para proteger a las mujeres indígenas del maltrato reflejaba patrones de discriminación
y marginalización arraigados en la sociedad guatemalteca. Esto incluía prácticas
culturales que perpetuaban la subordinación de las mujeres y toleraban la violencia de
género en las comunidades indígenas.
 Impacto en la salud y el bienestar: La falta de protección legal contra la violencia de
género tenía un impacto negativo en la salud y el bienestar de las mujeres indígenas,
así como en el desarrollo de sus familias y comunidades. La violencia afectaba la salud
física y mental de las mujeres, y también tenía consecuencias en la educación, la
participación económica y la cohesión social de las comunidades indígenas.
DEMI: nos habla que en la ley de femicidio y otras formas de violencia en su capítulo V
las obligaciones del ESTADO y en ellas se mencionan a varias instituciones que velan y dan
acompañamiento a las victimas sobre vivientes, apoyo a los familiares de las fallecidas y hacen
investigación de los femicidios, estos se llevan a cabo en muy poco porcentaje ya que el Estado
no brinda los recursos necesarios para que se cumpla con ellos. Y estos son unos de los factores
en los cuales las no denuncias.
Dentro de estas instituciones hay carencia de personal, se hablan de programas que no
cuentan con los recursos económicos necesarios para llevar su ejecución, se hacen mención de
instalaciones que no son descentralizadas en los departamentos para en apoya a las víctimas.

Violencia por área Geográfica


60 55.2

50
40.5
40

30

20

10

0
URBANA RURAL

Violencia contra la Mujer

Fuente: Instituto Nacional de Estadística, 2018.

Manifestaciones de Violencia

Violencia Económica 14.93

Violencia Física 18.14

Violencia Psicologica 31.67

Violencia Sexual 34.48

Incidente en la vida 48.8

0 10 20 30 40 50 60

Porcentaje de Violencia

Fuente: Instituto Nacional de Estadística, 2018.


Fuente: Elaboración propia con datos del MP, PNC e INACIF. La diferencia de datos se basa en que
la PNC toma el dato en la escena del crimen, el INACIF reporta necropsias por hechos violentos incluyendo
los suicidios; y por su lado el MP es quien luego registra los casos que corresponden a muertes violentas
Conclusión
La Declaración Universal de los Derechos Humanos es fundamental pues establece los
derechos y libertades básicas que deben ser protegidos para todas las personas, sin distinción de
raza, género, religión u origen étnico. En el caso de los pueblos indígenas en Guatemala, esta
Declaración tiene una incidencia significativa, ya que reconoce y protege los derechos de estas
comunidades. La aplicación de esta declaración en los pueblos indígenas ha sido un tema de debate
y desafío debido a diversas problemáticas históricas y actuales.
Se puede concluir, que la falta de una ley específica que protegiera a las mujeres
guatemaltecas, incluidas las mujeres indígenas, del maltrato y la violencia contribuyó a su
vulnerabilidad y a la perpetuación de patrones de discriminación y violencia de género en la
sociedad guatemalteca. La creación de la Ley contra el Femicidio y otras Formas de Violencia
contra la Mujer en Guatemala representó un avance importante en la protección de los derechos
de las mujeres, aunque aún existen desafíos en la implementación efectiva de la ley y en la
erradicación completa de la violencia de género en el país.
La ley contra el feminicidio y otras formas de violencia contra la mujer en Guatemala es
el resultado de años de lucha y movilización social para enfrentar una problemática arraigada en
la sociedad guatemalteca. Si bien representa un avance en la protección de los derechos de las
mujeres, aún queda mucho trabajo por hacer para garantizar su plena implementación y
efectividad.
Que la ley de femicidio y otras formas de violencia contra la mujer, sin duda fue creada en
beneficio de la mujer guatemalteca que sufre de cualquier tipo de violencia, ya que la función que
tiene esta ley es prevenir, sancionar, erradicar cualquier forma de violencia que se cometa contra
la mujer sin importa la cultura, tradiciones, grupo religioso o la etnia a que pertenezca.
Sin embargo, muchos de los delitos que la ley hace mención se quedan sin resolver o darle
el debido proceso. En ocasiones las víctimas no lo denuncias, ya que no existen programas que
faciliten la información a que se debe hacer en caso que se sufra violencia.
Otros de los factores es que cuando la víctima es de alguna llega a denunciar no se cuentan
con intérpretes, lo que hace muy difícil que ella comprenda de que se le esté hablando.
No se leda el siguiendo que la ley señala, ya que en el área de Suchitepéquez no cuentan
con un centro donde albergar a la víctima que en muchas ocasiones llega acompañada de sus hijos,
lo cual hace sea difícil seguir con el proceso ya que ella por necesidad de un hogar para sus hijos
regresa con el agresor.
En Suchitepéquez no existe un centro de ayuda de talleres que les enseñe un oficio en el
cual puedan defenderse económicamente.
Las instituciones que velan por estas mujeres víctimas de violencia, no cuentan con el
apoyo económico sufriente por parte del estado. La Defensoría de la mujer Indígena en
Suchitepéquez no cuenta con el apoyo suficiente del gobierno, ni el personal ya solo cuenta con
una licenciada jurídica y una persona de recueros humanos quienes le tiene que dar seguimiento
a los casos tanto del área de Suchitepéquez como al departamento de Retalhuleu y la Boca Costa.
Es importante que es ESTADO tome cartas en el asunto para la violencia de las mujeres
en Guatemala disminuya día con día.
E-grafías

Instituto Nacional de Estadística. (n.d.). El INE presenta indicadores de prevalencia de violencia


contra las mujeres en Guatemala. Gob.gt. Retrieved March 30, 2024, from
https://www.ine.gob.gt/2024/03/07/el-ine-presenta-indicadores-de-prevalencia-de-
violencia-contra-las-mujeres-en-guatemala/
Derechos de los pueblos indígenas en Guatemala. (Dakota del Norte). Ridh.org. Recuperado el
30 de marzo de 2024 de https://ridh.org/news/derechos-de-los-pueblos-indigenas-en-
guatemala-por-cecilia-aracely-marcos-raymundo/

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