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FUNCION DEL ESTADO Y GARANTIAS CONSTITUCIONALES EN RELACION A LA

MINORIA DE EDAD Y CONDUCTAS ADICTIVAS:

CONCEPTOS BASICOS:

1-FUNCION DEL ESTADO:

En nuestro País la Ley 5288 es la que se encarga de la protección


Integral de la niñez, adolescencia y familia. Esta ley tiene como
función principal asegurar al niño la protección y el cuidado que
sean necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los
derechos y deberes de sus padres, tutores u otras personas
responsables de él ante la ley y, con ese fin, tomarán todas las
medidas legislativas y administrativas adecuadas. En términos
prácticos la obligación reforzada del Estado significa muchas
obligaciones particulares. Entre ellas pueden mencionarse
obligaciones como:

• Actuación oficiosa para la protección de niños, niñas o


adolescentes.

• Obligación de exhaustividad para atender la causa de pedir.

• Obligación de aplicar el principio superior del niño en temas que


afectan a la infancia

2-GARANTIAS:

-Los Organismos del Estado deben asegurar políticas, programas y


asistencia apropiados para que la familia pueda asumir
adecuadamente esta responsabilidad, y para que los padres asuman,
en igualdad de condiciones, sus responsabilidades y obligaciones.
Las obligaciones del Estado con respecto a las niñas y los niños
implican, además de facilitar una mediación adulta que siempre los
considere sujetos de derechos, que tales derechos puedan ser
ejercidos y protegidos por medios prácticos y efectivos a través
del actuar de todas la instancias del Estado, las cuales deberán
tomar en cuenta el carácter integral de los derechos humanos.
Seguir haciéndolo de manera asistencialista o parcializada
contraviene las disposiciones internacionales en la materia. Hay
tres obligaciones que cobran particular relevancia ante el reto de
construir una política para la atención integral de la primera
infancia, las cuales son:

• Garantizar un Estado útil para la infancia.


• Garantizar asistencia y representación suficientes y adecuadas
para el ejercicio de sus derechos.

• Garantizar la integralidad en la atención y protección de sus


derechos.

Garantizar un Estado útil para la infancia Ha sido común que la


relación Estado-infancia se establezca como algo excepcional.
Tradicionalmente aquél se relacionaba sólo con niños y niñas que
por alguna razón se encontraran fuera de la protección familiar o
con la infancia únicamente a través de sus órganos de asistencia
social. Ambos tipos de relación corresponden a una visión tutelar o
de situación irregular de la infancia4 en los que se niega la
obligación que existe entre el Estado y las y los niños,
independientemente de las circunstancias en que ellas y ellos
estén. Es decir, que las niñas y los niños necesitan del Estado aun
cuando se hallen en condiciones ordinarias, y que el Estado se
encuentra obligado con la infancia como parte de sus acciones
cotidianas y no únicamente como un tema de asistencia social o
protección especial. La obligación de garantizar un Estado útil
para la infancia implica reconocer que las y los niños, al igual
que todo ser humano, requieren de diversas instituciones públicas y
sendas acciones para el cabal ejercicio de sus derechos. Dicho
reconocimiento ordena las acciones de todas las secretarías o
ministerios del Estado para que consideren a las niñas y los niños
dentro del marco de sus obligaciones en lugar de mantenerlos como
un grupo invisible ante todos, salvo aquellas personas expresamente
dedicadas a ellos. 15 Análisis Garantizar asistencia y
representación suficientes y adecuadas para el ejercicio de sus
derechos El requerimiento de las y los niños de la mediación adulta
para el ejercicio de sus derechos no merma sus derechos; más bien
determina la obligación que se tiene respecto a ellas y ellos. La
mediación necesaria y proporcional para el ejercicio de tales
derechos es en sí parte del derecho de niñas y niños. Si la
mediación necesaria no se reconoce como obligación, el ejercicio
del derecho se torna como un tema de discreción de las personas
adultas y contraviene la propia esencia de lo que es un derecho.
Ante dicha característica particular de la infancia, el Estado
adquiere una nueva obligación reforzada: no sólo deberá velar por
el libre ejercicio de los derechos de las y los niños a través de
la representación/mediación tradicionalmente concentrada en los
padres o tutores a partir del denominado principio de autonomía
progresiva, sino que además deberá garantizar que cualquier
deficiencia en ella no constituya un impedimento para el resguardo
de sus derechos. Es decir, también es responsabilidad del Estado
garantizar que cualquier niña o niño que lo requiera cuente con la
adecuada representación o mediación adulta para ejercer sus
derechos. En principio muchos Estados han delegado esta delicada
obligación a órganos sustitutivos de la familia; sin embargo,
también es deber del Estado velar por la integralidad de los
derechos de las y los niños. En ese tenor el Estado se encuentra
obligado a garantizar una adecuada representación y a la vez velar
por el derecho de niños y niñas a la menor separación de la
familia. Por lo tanto la tarea implica una responsabilidad directa
hacia la propia familia reconocida como el espacio idóneo para el
desarrollo de las y los niños. La obligación de garantizar una
adecuada representación para ellas y ellos pasa de ser una
disyuntiva de la o el niño con la familia o separado de ésta a
convertirse en una obligación progresiva desde la coadyuvancia con
la familia, la suplencia hasta, y sólo de manera excepcional, la
sustitución de la familia. Dicha obligación se expresa en el
artículo 18 de la Convención sobre los Derechos del Niño al
referirse a “la asistencia apropiada a los padres y a los
representantes legales para el desempeño de sus funciones en lo que
respecta a la crianza del niño y velarán por la creación de
instituciones, instalaciones y servicios para el cuidado de los
niños”.5 Garantizar integralidad en la atención y protección de sus
derechos Otra de las obligaciones reforzadas del Estado frente a
las niñas y los niños implica que en toda decisión que les afecte
deberá tomarse en consideración la esfera íntegra de sus derechos.
Así, podemos afirmar que tal grado de interrelación amplía el
alcance de las obligaciones de la autoridad frente a los derechos
de las y los niños debido a que la vulneración de uno de los
derechos implicará necesariamente la afectación de otros. Al
respecto son relevantes dos características de la infancia.

3-GARANTIAS CONSTITUCIONALES QUE PROTEGEN AL MENOR ANTE CONDUCTAS


ADICTIVAS:

En argentina la Ley 2318 es la encargada de la prevención y


asistencia del consumo de sustancias psicoadictivas y de otras
prácticas de riesgo adictivo. Decreto 2202/2000. Prevención y
tratamiento del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirido y a
diferentes adicciones.-

A su vez esta Ley trabaja en forma conjunta con leyes, decretos y


reglamentaciones destinadas a la protección de niños y adolecentes,
teniendo como fin que garantizar el desarrollo normas de los mismo
ante el estado a su vez creando centros comunitarios de
Prevención de Consumos Problemáticos, que serán distribuidos en
el territorio nacional por disposición de la autoridad de
aplicación, tomando como puntos prioritarios los de mayor
vulnerabilidad social.

POLITICAS PUBLICAS Y EDUCACION EN LA PREVENCION DE ADICCIONES

En la Argentina el organismo rector en materia de políticas


públicas sobre consumo problemático de sustancias es la Secretaría
de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina
(SEDRONAR), cuya denominación hasta el año 2017 fue Secretaría de
Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha
contra el Narcotráfico. Fue creada en 1989 con el fin de asistir al
presidente de la Nación en todo lo relativo a las políticas de
drogas a nivel nacional, teniendo en cuenta tanto la dimensión de
la oferta de drogas como la de la demanda. Este organismo ha
experimentado a lo largo de sus tres décadas de existencia
numerosas transformaciones, vinculadas a procesos políticos
nacionales e internacionales. En esta ponencia nos proponemos
ensayar una hostilización de las políticas implementadas por la
SEDRONAR a partir del análisis de documentos oficiales, fuentes
secundarias y literatura especializada, y la realización de
entrevistas a sujetos que trabajan o han trabajado en la
Secretaría. Hemos distinguido 5 etapas. Cada una de ellas se
caracteriza por cambios en las políticas públicas sobre el abordaje
del consumo problemático de sustancias, articulados con cambios
organizativos y discursivos dentro la Secretaría. Si bien la
SEDRONAR es el organismo rector en la materia, integramos en el
análisis también los discursos y prácticas de otros sectores del
Estado que intervienen en la formulación e implementación de estas
políticas, así como una contextualización general de cada etapa.
Los documentos de las políticas públicas suelen estar formulados en
un lenguaje unívoco y pretendidamente técnico y neutral. Sin
embargo, detrás de ellos subyacen procesos de negociación y disputa
no exentos de conflictos y contradicciones. Un enfoque
antropológico de las políticas públicas permite indagar en lo
desordenado y contradictorio de esos procesos, y su articulación
con diferentes escalas de lo social. En el campo específico del
abordaje del consumo problemático de sustancias coexisten
diferentes paradigmas que se expresan en una ambivalencia entre un
enfoque punitivo y un enfoque de derechos que atraviesa la
formulación e implementación de las políticas en los diferentes
sectores y niveles del Estado.
EL ROL DE LA ESCUELA EN EL SISTEMA DE PROTECCIÓN INTEGRAL DE
DERECHOS DE NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES.

Como resultado de un trabajo de investigación realizado entre los


meses de mayo y agosto de 2019, el Ministerio Público Tutelar
elaboró el documento “El rol de la escuela en el Sistema de
Protección Integral de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes”.

Se trata de un informe acerca de la importancia de las


instituciones educativas dentro del Sistema de Protección Integral,
específicamente en lo que respecta a la corresponsabilidad en
materia de prevención, protección y restitución de derechos de
Niñas, Niños y Adolescentes.
Para su producción, se llevo a cabo un trabajo de campo en escuelas
de gestión pública y de gestión privada de la Ciudad con el
objetivo de observar el rol que desempeñan dentro del sistema de
protección.
La escuela cumple un rol fundamental tanto en la promoción como en
la protección integral de los derechos de niñas, niños y
adolescentes, otorgándoles herramientas adecuadas para la plena
construcción de su ciudadanía. A su vez, es un actor por excelencia
en la detección de conductas que restringen sus derechos, como así
también en la advertencia temprana de abusos y/o maltratos.
La normativa vigente establece que toda vulneración de derechos de
niños, niñas y adolescentes que ocurra en el ámbito público o
privado es un asunto de interés público. En virtud de ello, todos
los actores que realicen tareas diarias con personas menores de
edad cumplen una función fundamental en cuanto a la protección y
promoción de sus derechos.
A su vez, para que la corresponsabilidad opere en todos los ámbitos
y active el sistema de protección integral de derechos es necesario
que todas las personas y más aún aquellas que están en contacto
habitual con NNyA conozcan dichas normas y perciban el grado de
responsabilidad que tienen respecto de la protección y la
restitución de sus derechos, con especial énfasis en lo relacionado
a su integridad física y emocional.
Como docentes es de vital importancia la detección temprana de
cualquier vulneración de derechos que puedan sufrir niñas, niños y
adolescentes y la correcta intervención por parte de todas las
instituciones. En este sentido, la escuela se encuentra en una
situación privilegiada para observar las conductas y advertir
abusos y/o maltratos dado que es el lugar donde pasan gran parte
del día durante la infancia y la adolescencia y, por lo tanto, en
el que pueden sentirse más cómodas/os a la hora de manifestar sus
inquietudes, sus miedos y dificultades.”
Además es necesario desarrollar mecanismos de acompañamiento para
las y los docentes que intervienen y crear equipos de asesoramiento
permanente para las instituciones.
Al respecto sostuvo que “Es necesario acompañar y robustecer a las
instituciones educativas; en especial, apoyar a las escuelas de
gestión privada que, a diferencia de la escuela de gestión pública,
muchas veces cuentan con menos herramientas de supervisión y
acompañamiento.”
El principal objetivo de este trabajo es generar debates
conducentes para mejorar la articulación entre los diferentes
actores, contribuir a fortalecer el rol de la escuela dentro del
sistema de protección integral de derechos y, de este modo, a la
efectivizarían de los derechos de la infancia y adolescencia.

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