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LA IMPORTANCIA DE LAS

NECESIDADES RELACIONALES
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21Ene 2021 No hay comentarios


Hoy os traemos la importancia de las necesidades relacionales. Ocho necesidades
que todas las personas necesitamos cubrir en nuestras relaciones para que estas sean
sanas y funcionales. ¿Te has planteado alguna vez si tus seres queridos cubren tus
necesidades? Veámoslo en el siguiente blog.

¿QUÉ SON LAS NECESIDADES


RELACIONALES?
Cuando hablamos de necesidades relacionales estamos hablando de las necesidades
que tienen su origen en la interacción humana. Estas necesidades están presentes
en todo contacto interpersonal a lo largo de todo nuestro ciclo vital. Son elementos
que completan la calidad de vida y el sentido de uno/a mismo/a dentro de una
relación. Y son partes fundamentales de un deseo humano y universal de
relaciones íntimas, ya que todas las personas necesitamos sentirnos amadas y
cuidadas (Erskine, 2007; Erskine, Moursund y Trautmann, 2012; O’Reilly-Knapp y
Erskine, 2003).

Solemos experimentar nuestras necesidades relacionales en forma de anhelo o deseo


en el plano inconsciente. Cuando una necesidad en concreto se ve satisfecha por
otra persona la presión por esa necesidad disminuye y de forma natural
aparece una nueva necesidad relacional a cubrir (Erskine, 2007; Erskine,
Moursund y Trautmann, 2012).

En cambio, cuando nuestras necesidades relaciones no son satisfechas esa


necesidad se hace más consciente. Al ser conscientes de esa insatisfacción se nos
van acumulando experiencias incómodas y dolorosas. Dicha necesidad relacional
se nos hace más intensa y apremiante, y entonces experimentamos sensaciones de
vacío, anhelo, soledad o nerviosismo. Si la privación de las necesidades
relacionales continúa estas sensaciones pueden convertirse en frustración,
agresividad o enfado. Y si esta privación es prolongada y constante en el tiempo se
genera una sensación de desesperanza, abatimiento o pérdida de energía vital.
Incluso esta insatisfacción se muestra en creencias de guión como “¿nadie está ahí
para mí?” o “¿para qué?”. Estas creencias de guión forman una defensa cognitiva
contra la plena consciencia del dolor de las necesidades no satisfechas (Erskine,
2007; Erskine, Moursund y Trautmann, 2012).

¿CÓMO SATISFAGO MIS NECESIDADES


RELACIONALES?
Hay que tener en cuenta que para que nuestras necesidades relacionales se
satisfagan es necesaria la presencia de una persona que esté sintonizada con
nuestras necesidades relacionales, para que pueda proporcionarnos una
respuesta apropiada y satisfactoria. Para ello, la otra persona debe contar con
una gran capacidad de contacto y alta sensibilidad. Sin embargo, muchas de las
personas de este mundo no han tenido acceso a este tipo de contacto de forma
continua ni fiable. Así que, muchos/as de nuestros/as clientes/as habrán
experimentado la no satisfacción de necesidades relacionales en el pasado (ego
arcaico) y/o en el presente (aquí y ahora) (Erskine, 2007; Erskine, Moursund y
Trautmann, 2012; O’Reilly-Knapp y Erskine, 2003).

Las necesidades relacionales, tanto las presentes como las antiguas, deben tratarse
en la relación psicoterapéutica. El/la psicoterapeuta debe: a) reconocer las
necesidades relacionales de el/la cliente/a a través de su sintonía e implicación; y b)
responder con una respuesta afectiva recíproca a la necesidad y adecuada (auténtica,
espontánea y comprensiva) a el/la cliente/a que le aporte reconocimiento, validación
y normalización de sus necesidades relacionales y sus afectos. Esta respuesta será la
esencia de la relación sanadora de contacto pleno entre psicoterapeuta y
cliente/a. Una relación sanadora donde el/la psicoterapeuta busca la forma más
adecuada de estar presente, ser consistente y sintónico/a para ofrecer a el/la cliente/a
la oportunidad de satisfacer sus necesidades relacionales (Erskine, 2007; Erskine,
Moursund y Trautmann, 2012; Mauriz, s.f.).
Las necesidades relacionales

¿CUÁLES SON MIS NECESIDADES


RELACIONALES?
A continuación, profundizaremos en la importancia de las necesidades relacionales.

1. La necesidad de seguridad
Necesidad de sentir que tengo mis vulnerabilidad físicas y
emocionales protegidas incondicionalmente.
Se trata de tener la experiencia visceral de que se respeta y se protege nuestra
vulnerabilidad física y emocional en la relación. Saber que la relación es un lugar
donde podemos ser y compartir quienes somos realmente. Un lugar donde poder
mostrarnos sin temor a perder el respeto y el afecto que la otra persona siente por
nosotros/as. Es sentir la ausencia de un peligro de rechazo o de ridículo (Erskine,
Moursund y Trautmann, 2012).

En la práctica clínica la presencia auténtica, la espontaneidad, la comprensión y la


aceptación del/la psicoterapeuta podrán superar las fantasías y anticipaciones de
burla o abandono que pueda tener el/la cliente/a (Erskine, Moursund y Trautmann,
2012).

2. La necesidad de validación, afirmación e importancia


(ser significativo/a) dentro de una relación
Necesidad de sentir que mis emociones y necesidades son
legítimas, reconocidas y aceptadas.
La valoración a través de la relación psicoterapéutica se genera cuando el/la
psicoterapeuta declara que cualquier comportamiento, afecto, sensación física o
creencia de el/la cliente/a tiene una función importante. Estas respuestas deben ser
valoradas y respetadas por el importante propósito que cumplen en la experiencia
del/la cliente/a y por el importante mensaje que comunican sobre el/la mismo/a. A
pesar de que la respuesta que el/la cliente/a realiza puede provocarle dolor, cierta
confusión o sea incapaz de comprenderla. Además, valorar una respuesta también
implica normalizarla, lo que ayudará al/la cliente/a a comprenderla como una
reacción normal a una situación anormal (Erskine, Moursund y Trautmann, 2012).

Todo esto ayudará al/la cliente/a a redefinir su experiencia interna, entendiendo que
su respuesta era la mejor respuesta de autoprotección que encontró ante una
situación difícil. Aliviando asimismo la vergüenza, la distorsión o la actitud
defensiva que el/la cliente/a pueda tener respecto a esa respuesta (Erskine,
Moursund y Trautmann, 2012).

3. La necesidad de aceptación por una persona estable,


dependible, protectora y confiable
Necesidad de sentir que agrado a otra persona, y que ese
agrado sea estable, fiable y fidedigno.
Hace referencia a la necesidad de aceptación por otra persona consistente y fiable de
la que podamos depender. A través de esta necesidad buscamos que la otra persona
pueda brindarnos la protección intrapsíquica, la expresión de seguridad, la
contención y la introspección necesarias. Es la búsqueda de protección y guía, que
en ocasiones puede manifestarse en forma de idealización de la otra persona,
incluyendo la figura del/la psicoterapeuta (Erskine, 2007).

Para satisfacer esta necesidad el/la psicoterapeuta debe proteger y facilitar la


integración del afecto proporcionando oportunidades para expresar, contener o
entender la función de tales dinámicas (Erskine, 2007).

4. La necesidad de confirmación de la propia experiencia


personal por la otra persona
Necesidad de que la otra persona me confirme que ha
vivenciado la misma experiencia, para yo poder validar mi
propia experiencia.
Es la necesidad de estar con una persona que haya vivido lo mismo que hemos
vivido nosotros/as. Sentir que esa persona puede entender lo que estamos
experimentando porque ya ha experimentado algo parecido en su realidad o en su
imaginación (Erskine, Moursund y Trautmann, 2012).

En la relación psicoterapéutica el/la cliente/a necesita que el/la psicoterapeuta sepa


en su propia experiencia cómo es soportar aquello que el/ella está experimentando.
Es la necesidad de que el/la psicoterapeuta no solo dé su opinión, sino que tenga una
percepción afectiva y cognitiva de esa experiencia para que sea capaz de responder
con apoyo y sensibilidad. La reciprocidad conlleva una experiencia de
reconocimiento y de validación en el/la cliente, ya que es otro tipo de normalización,
un reconocimiento concreto e inmediato. Para ello, es necesario que el/la
psicoterapeuta revele experiencias personales (reales o metafóricos) si el/la cliente/a
lo necesita (Erskine, Moursund y Trautmann, 2012).

5. La necesidad de autodefinición
Necesidad de sentir que puedo expresar mi singularidad
mostrándome tal y como soy.
Se define como la necesidad relacional de conocer y expresar la propia unicidad y
recibir reconocimiento y aceptación por parte de otra persona. La autodefinición es
la comunicación de la identidad elegida por uno/a mismo/a mediante la expresión de
preferencias, intereses e ideas sin humillación o rechazo (Erskine, 2007).
La labor terapéutica consiste en sanar la ausencia de reconocimiento y aceptación a
través del apoyo consiste de el/la psicoterapeuta en la expresión de la identidad
del/la cliente/a y su normalización de la necesidad de autodefinición. Es importante
tener en cuenta que en la expresión de autodefinición puede darse desacuerdos,
discusiones o competiciones, por lo que esta labor requiere por parte del/la
psicoterapeuta una capacidad de gran consistencia interna, contacto pleno y respeto
por la otra persona (Erskine, 2007).

6. La necesidad de hacer impacto en otra persona


Necesidad de sentir que lo que hago y digo es importante para
la otra persona y atrae su atención.
Hacer impacto consiste en tener una influencia que afecta a la otra persona de la
forma deseada. La sensación de ser competente emerge de la destreza y la eficacia
en atraer el interés y la atención de la otra persona, produciendo en esta un cambio
de afecto o de comportamiento (Erskine, 2007).

El/la psicoterapeuta deberá permitirse ser impactado/a por el/la cliente/a y responder
con sintonía. Esta sintonía debe darse incluso cuando el/la cliente/a ejerce una crítica
sobre la labor terapéutica. La necesidad de impacto debe ser correspondida a través
de un cambio en la conducta del/la psicoterapeuta (Erskine, 2007).

7. La necesidad de que la otra persona tome la iniciativa


Necesidad de sentir que la importancia en la relación es
recíproca, gracias a que la otra persona toma la iniciativa de
hacer contacto conmigo.
Tener iniciativa se refiere al ímpetu que una persona pone para entablar contacto
interpersonal con otra persona (Erskine, 2007).

El/la psicoterapeuta debe tener esta necesidad en cuenta, ya que en ocasiones ciertos
comportamientos de los/las clientes/as se interpretan como pasivos, cuando
realmente pueden expresar una necesidad de que el/la psicoterapeuta sea el/la que se
aproxime a ellos/ellas. Para satisfacer esta necesidad relacional el/la psicoterapeuta
debe iniciar el contacto interpersonal y asumir una mayor responsabilidad del
trabajo terapéutico. De esta manera la necesidad de acercamiento manifestada y
sentida por el/la cliente será normalizada (Erskine, 2007).

8. La necesidad de expresar amor


Necesidad de expresar afecto, gratitud e importancia.
Cuando nuestra necesidad de expresar amor se obstruye también se frustra la
expresión de nuestro yo dentro de la relación (Erskine, 2007).

El/la psicoterapeuta debe ser consciente y estar en sintonía con esta necesidad para
que el/la cliente/a pueda expresar su agradecimiento o afecto, dejando de lado las
creencias limitadas de que la expresión de afecto implica manipulación
transferencial o violación de la neutralidad (Erskine, 2007).

¿POR QUÉ TIENEN TANTA IMPORTANCIA


LAS NECESIDADES RELACIONALES?
Cuando hablamos de necesidades seguramente nos vienen a la cabeza las
necesidades básicas, como comer, dormir o respirar. Pero, las necesidades
relacionales son tan importantes como el aire que respiramos.

Las necesidades relacionales conforman nuestra calidad de vida. Solo si


satisfacemos nuestras necesidades relacionales podremos sentir bienestar. Y para
satisfacerlas siempre necesitaremos de otras personas, por eso se llaman relacionales
y no individuales.

Y es que desde que nacemos necesitamos de otras personas, tanto para cubrir
necesidades como para reflejarnos en la mirada de la otra persona. Es de esta
manera como nos construimos en relación: como aprendemos a «mirarnos» en base
a como nos han «mirado». En otras palabras, nuestra salud depende de que
nuestras relaciones a lo largo de nuestra vida cubran o no las necesidades
relacionales.

Es importante entender que nuestras heridas más profundas surgen cuando


alguna de estas necesidades no han sido satisfechas en la relación con una
persona importante en nuestra vida.

Cuando vivimos el fracaso en esa relación transformamos esa experiencia tan


dolorosa en mensajes del tipo: «no importo», «no valgo», «nos soy suficiente»,
etc.

Es entonces cuando llega el vacío, la soledad, la tristeza, al frustración o el enfado.


Y estas sensaciones llegan enmascaradas bajo creencias como: «hay algo malo/raro
en mí».

Psicología en Bilbao para cubrir tus necesidades


relacionales
Si sientes que necesitas algo de esto o sufres el anhelo de ello, es normal, eso
significa que eres muy humana/o, no que haya nada malo en ti.
Pero, si ves que se te hace difícil o encuentras limitaciones para ello no dudes en
poder iniciar un proceso de psicoterapia integrativa con nosotras.
Paula Martín Castresana
Codirectora, Psicóloga General Sanitaria y Psicoterapeuta Integrativa del Centro
DAMAR.

Servicio de Psicología
Psicoterapia Integrativa
Psiconutrición
Referencias
Erskine, R.G. (2007). La relación terapéutica: una psicoterapia integrativa en
acción.

Erskine, R.G, Moursund, J.P. y L. Trautmann, R.L. (2012). Más allá de la Empatía.
Una Terapia de Contacto-en-la-relación. Bilbao: Desclée de Brouwer. 181-223

Mauriz, A. (s.f.) ¿Qué es efectivo en Psicoterapia?. Publicado en la Revista del


Colegio Oficial de Psicología de Bizkaia. Septiembre 2004.

O’Reilly-Knapp, M. y Erskine, R.G. (2003). Conceptos Centrales de un Análisis


Transaccional Integrativo. Trabajo original publicado en Transactional Analysis
Journal, Vol. 33, No. 2, pp. 168-177.

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