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La Mesa D.D H del Oriente pide que se declare crisis humanitaria por aumento de delitos
La Mesa D.D H del Oriente pide que se declare crisis humanitaria por aumento de delitos
En el informe "Bajo El Cielo Que Perdimos: Informe de DDHH Oriente 2023", se alerta a
las instituciones sobre las preocupaciones claramente identificadas para los 23 municipios
del oriente: la presencia, avance y consolidación de estructuras armadas, los efectos
nocivos por los megaproyectos de desarrollo, las inversiones de dineros ilícitos y la
decadencia de las condiciones socioeconómicas, emocionales y de seguridad estructural
combinan una alerta que denota una clara Crisis de carácter Humanitario que se
transforma en cifras de hecho violentos y aumento de las víctimas de nuevos conflictos2.
Las violaciones a los derechos humanos coinciden con los escenarios geográficos donde
grupos armados ilegales se consolidan, ejerciendo una contundente presencia a cielo
abierto por corredores urbanos y rurales dejando un rastro nauseabundo que coincide
geográficamente con las agendas económicas trazadas por los sectores económicos, pero
también con la vulneración del derecho a la vida, la dignidad y la integridad de los
habitantes del oriente.
1El Espectador. 2022. Mesa de Derechos Humanos lanzó alerta por ola de violencia en el Oriente
Antioqueño. https://www.elespectador.com/colombia/medellin/mesa-de-derechos-humanos-lanzo-alerta-
por-ola-de-violencia-en-el-oriente-antioqueno/
2IPC. 2024. Defensores de DDHH piden reconocimiento de la crisis humanitaria que hay en el Oriente
antioqueño. https://www.ipc.org.co/agenciadeprensa/index.php/derechos-humanos/defensores-de-dhh-
piden-reconocimiento-de-la-crisis-humanitaria-que-hay-en-el-oriente-antioqueno/
La crisis humanitaria en el oriente de Antioquia: Un análisis de los casos de
homicidios como reflejo de la situación
En detalle el fenómeno de los homicidios en el Oriente Antioqueño es especialmente grave
y persistente por el aumento sistémico de los últimos 4 años. Los lugares que muestran
un comportamiento más preocupante son los municipios de Rionegro, Marinilla y La Ceja,
y se vinculan a dinámicas de control territorial y económico por parte de grupos armados
ilegales3.
Estas violencias escalan debido a la importancia estratégica del Oriente Antioqueño como
corredor de movilidad para los actores armados hacia otras subregiones del departamento
y hacia el resto del país. Además, la disputa territorial entre los diversos grupos ilegales
por asumir el control en áreas urbanas y rurales tiende a incrementar los niveles de
violencia, incluyendo homicidios.
Del 2020 al 2023 se han registrado 731 casos de homicidios solo en el Oriente Antioqueño,
evidenciando no sólo el incremento de la violencia sino también la grave amenaza a la
seguridad general de la población, afectando el tejido social y la estabilidad de la
comunidad. Estos fenómenos de violencia prolongada también han provocado
desplazamientos forzados masivos, aumentando la inseguridad y desestabilización en la
región.
Los municipios donde más se concentran los casos de personas desaparecidas son
Rionegro (44.1% del total de casos en la región), Guarne (10.4%), Marinilla (9.5%),
Carmen de Viboral (7.6%), La Ceja (3.8%), El Peñol (3.3%), San Vicente Ferrer (3.3%) y
San Carlos (2.8%).
Estas cifras delinean claramente los municipios donde se registran los mayores índices de
desapariciones, evidenciando la magnitud y la dispersión geográfica de un problema que
afecta profundamente a la comunidad y, además, dejan una preocupación en las
organizaciones de defensa de los derechos humanos ya que la tendencia ascendente en
las desapariciones proyecta una clara amenaza a los derechos fundamentales, tales como
el derecho a la vida, la libertad y la integridad.
3La Nueva Prensa. 2022. El paramilitarismo y la mafia se están tomando el Oriente antioqueño.
https://www.lanuevaprensa.com.co/component/k2/el-paramilitarismo-y-la-mafia-se-estan-tomando-el-
oriente-antioqueno
4BAJO EL CIELO QUE PERDIMOS. Mesa de Derechos Humanos del Oriente antioqueño y Observatorio de
Derechos Humanos, Paz y Medio Ambiente. 2024
Desplazamiento Forzado y Reconfiguración de Espacios por Grupos
Armados
El desplazamiento forzado y la reconfiguración de espacios por grupos armados en el
oriente de Antioquia han dejado en el pasado más de 354.525 casos de personas
desplazadas en las épocas más atroces de la violencia. Sin embargo, entre los años 2020
y 2023 se reportaron cerca de 1500 casos, lo que evidencia que el fenómeno del
desplazamiento forzado persiste en la región de manera silenciosa 5.
Desde el año 2020, el municipio de Nariño ha sido el epicentro del desplazamiento forzado
en la región. Según los reportes, Nariño lidera esta las estadísticas con 183 casos, seguido
por San Francisco con 155, Argelia con 136, Rionegro con 112, Cocorná con 95, San Luis
con 92, Granada y San Carlos con 88 cada uno, El Carmen de Viboral con 62, El Santuario
con 61, y Marinilla con 50, entre otros. Estos datos revelan una realidad desgarradora:
todos los municipios enfrentan casos de desplazamiento forzado provocados por diversos
factores. Pero, más preocupante aún es que el Estado siga afrontando la criminalidad y
sus amenazas a la comunidad de la misma forma que las afrontó hace 20 años, dejando
desplazar a las personas, como si las capacidades adquiridas y el alto presupuesto anual
no fueran suficiente para hacer su tarea constitucional de brindar seguridad y tranquilidad
a las comunidades.
En el caso de San Carlos, se registró un aumento del 100% en la tasa de amenazas entre
2020 y 2021, alcanzando una tasa del 63%. En Rionegro, las amenazas representaron el
22,5% del total registrado en el Oriente Antioqueño en 2023. En Guarne, el aumento de
las amenazas fue del 13,6%, mientras que en El Carmen de Viboral se registró un aumento
del 9,4%, y en La Ceja del Tambo del 8,1.
5 Ídem.
Este patrón de aumento de extorsiones en la región es un fenómeno complejo, que se
conecta con la presencia y expansión de grupos armados y la delincuencia organizada y
donde se interrelaciona la presencia del crimen organizado con los megaproyectos de
desarrollo.
Según estadísticas del informe, los municipios más afectados por la extorsión en la región
del Oriente Antioqueño son Rionegro, Marinilla, La Ceja del Tambo, Guarne, El Carmen
de Viboral, Sonsón, El Santuario y El Peñol. Las cifras sobre casos demuestran cómo la
concentración del fenómeno se vincula directamente con centros de poder económico,
como los municipios mencionados.
Los municipios que han registrado el mayor número de casos de hurto en 2023 son
Rionegro con el 31,2% del total de casos, Marinilla con un 19,2%, La Ceja con el 12%,
Guarne con el 8,9%, y El Santuario con un 6,4.
Es claro el uso de corredores interveredales para actividades ilegales (con conexión con
Medellín a través de Santa Elena y con el municipio de Guarne y desde allí al sector norte
del Área Metropolitana), donde se han avistado personas vestidas de civil, encapuchadas
y armadas con armas cortas y largas, circulando en motos de alto cilindraje y vehículos de
alta gama. Se presume un aumento en puntos de venta de sustancias ilícitas tanto en
áreas urbanas como rurales, operando hasta altas horas de la madrugada y generando
impactos sociales que podrían afectar a niños, niñas y adolescentes.
Se alerta a las autoridades sobre la presunta construcción ilegal de vías que sirven como
corredores para estructuras criminales que intentan dominar y consolidarse en el territorio.
Se conoce que posibles integrantes de estas estructuras armadas buscan interferir en las
reuniones de varias Juntas de Acción Comunal a las que llegan a intimidar a la población
diciendo que han llegado para quedarse y para reactivar presuntamente estructuras
armadas y expandirlas hacia Doradal. El análisis de esta situación revela la complejidad y
gravedad de la situación actual en Granada y zonas cercanas, poniendo en peligro la
amenaza inminente, la seguridad y el bienestar de la comunidad.
Un suceso que ha marcado la actual situación en Granada tiene que ver con un ataque a
una familia que tuvo lugar en la noche del Jueves Santo. La familia estaba viajando en un
taxi por una zona entre la vereda La Aurora y Reyes en el municipio de Granada cuando
fueron atacados por desconocidos armados. Aparentemente, había un retén instalado
ilegal que intentaba detener el vehículo o esperar a alguien para fines desconocidos.
Estos grupos imponen su control territorial a través de prácticas violentas, como los
homicidios selectivos, las desapariciones y los desplazamientos forzados de personas.
Durante el año en curso se han registrado cerca de 7 asesinatos. Esta situación preocupa
a quienes ejercen liderazgo social y a la población en general que ha visto cómo se
recrudece la situación de violencia en la zona, ya que se percibe que un ambiente de uso
de patrones de violencia.
Históricamente la vía entre Abejorral y Santa Bárbara ha sido vital para el control de grupos
armados organizados en el pasado y ahora como centro de la disputa entre las AGC, el
Clan Isaza o Autodefensas del Magdalena Medio y bandas criminales de Medellín que
llegan o se fugan del municipio por la vía a la Ceja o por la vía de Santa Bárbara a Medellín.
Guarne: una sombra que oscurece la vida de sus habitantes
La presencia de actores armados ilegales y sus rentas ilícitas muestran un escenario sobre
la escalada de violencia en donde la ausencia del Estado y dejan desamparados a cada
uno de los habitantes de este municipio.
Veredas como Bellavista, Colorado, Juan XXIII, Guamito y Chaparral y los corredores
históricos de movilidad desde zonas rurales hacia y también desde zonas urbanas sobre
las vías importantes, como la autopista Medellín-Bogotá, la vía al municipio de San Vicente
y otras vías veredales están en riesgo porque siguen siendo usados como corredores
delincuenciales por grupos armados. Esta situación se refleja en un aumento significativo
de homicidios en el 2023 y las consecuencias generadas por el miedo a la ruptura del
tejido social y la naturalización de las problemáticas por temas de seguridad, comercio y
de consumo de alucinógenos cerca de instituciones educativas y en áreas residenciales.
Estas deficiencias podrían llevar a situaciones como justicia por mano propia, homicidios
selectivos bajo la modalidad de "limpieza social", influencia indebida en las herramientas
institucionales, control ilegal de espacios civiles y la imposición de normas de conducta
por parte de civiles, ya que no habría supervisión por parte de las autoridades
democráticamente constituidas.
Existe una desconexión entre el Estado y diversos sectores con las realidades que marcan
las agendas ciudadanas, lo que se traduce en una falta de respuesta estatal a las
necesidades económicas, sociales y de seguridad de las comunidades -lo que hemos
llamado seguridad humana integral-.
La sostenibilidad requiere políticas reales para prevenir el daño ambiental, la pérdida
cultural y mejorar la atención en salud mental. Los modelos de desarrollo propuestos
continúan mostrando rasgos de exclusión en la participación de las comunidades en su
construcción, perpetuando desigualdades económicas y sociales.
Es obligación del Estado de Colombia cumplir con los mandatos emanados de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) sobre las garantías de seguridad a la
población de las personas civiles, las garantías de no repetición, e implementar normativas
basadas en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario para establecer
mecanismos que prevengan la recurrencia de violaciones de derechos.
Según denuncia recibida, en San Carlos la mayoría de los comerciantes están apoyando
económicamente la presencia de las AGC y del Clan Isaza.
Las implicaciones de estos actos violentos son profundas y contravienen los principios
fundamentales consagrados en los Derechos Humanos y el Derecho Internacional
Humanitario. Es crucial que el Gobierno Colombiano actúe de manera proactiva y decisiva
para proteger la vida y la integridad de sus ciudadanos en el Oriente Antioqueño.