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UNIVERSIDAD PANAMERICANA

FACULTAD DE DERECHO
CON RECONOCIMIENTO DE VALIDEZ OFICIAL DE ESTUDIOS ANTE LA S.E.P
CON NUMERO DE ACUERDO 944893 DE FECHA 24-III-94

“LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES DE


CONFIANZA AL SERVICIO DEL ESTADO EN EL SISTEMA
JURÍDICO MEXICANO: UN DIAGNÓSTICO A LA LUZ DE
LOS PARÁMETROS DE CONTROL DE REGULARIDAD
CONSTITUCIONAL ”

TESIS PROFESIONAL

QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE

LICENCIADO EN DERECHO

PRESENTA

SOL GONZÁLEZ ROLDÁN

DIRECTOR DE TESIS: DR. MARCOS F. DEL ROSARIO


RODRÍGUEZ

MEXICO D. F. 2015
Esta tesis en especial se la dedico a cada uno de los
trabajadores al servicio del estado que entregaron tantos años
de trabajo, navidades sin sus seres queridos, arriesgaron en
reiteradas ocasiones su vida y las instituciones simplemente los
cesaron sin ninguna explicación.
A mi Padre el Doctor en Derecho Moisés Enrique
González Pacheco, por ser un ejemplo de
bondad, sabiduría, humildad y de lucha diaria,
por demostrarme que la familia es lo más
importante y sobre todo por nunca darse por
vencido y siempre tener una solución para todo.
Gracias por nunca dejar de creer en mí. Te
quiero.

A mi Madre, María Antonieta Roldán Martínez,


por darme la vida, por enseñarme desde
pequeña el amor a la profesión y sobre todo por
demostrarme que se puede ser la mejor mamá y
la mejor abogada al mismo tiempo, por
enseñarme siempre a ver el lado bueno de las
cosas y enseñarme que no hay ningún pretexto
para no sonreírle a la vida.

A mi hermano Yuri González Roldán, por ser mi


hermano mayor, mi confidente, porque contigo
tengo los mejores recuerdos de mi infancia y
porque la distancia no ha sido ningún obstáculo
para que siempre me cuides. Por ser el ejemplo
de que un abogado mexicano puede enseñarles
derecho romano a los Italianos Te quiero Yurito.

A mi hermano Carlitos o mejor dicho al


Licenciado Carlos González Roldán por ser mi
apoyo siempre, por nunca dejarme sola y estar
conmigo en los momentos más difíciles, por
enseñarme que es posible alcanzar el éxito en
todos los aspectos. Gracias hermano por cada
regaño y por siempre festejar cada triunfo
conmigo. Pero sobre todo gracias por ser el
guardián de nuestra familia. Te quiero Carlitos.

A mí cuñada Dulce, por ser una hermana mayor,


mi amiga, una gran esposa con mi hermano
Carlitos y por regalarme la mayor alegría, la de

II
ser tía de dos hermosas niñas, Renatita y Abril.
Las Quiero.

A mi Mamaqueta y mi abuelito que sé que desde


el cielo están celebrando este logro.

A Juan Pablo Villela, por ser el mejor novio y ser


la única persona que puede hacer que mi
corazón se acelere y se detenga al mismo
tiempo, por cuidarme siempre y recordarme que
es más fuerte la persona que se cae y se levanta
que la persona que nunca se ha caído, por ser la
razón por la cual el destino me llevó a la UP
Santa Fe. Te amo. Gracias por ser mi sueño de
amor.

A Sof, por ser mi primera amiga en la Up, mi


fortaleza en todo momento y por formar parte de
los mejores recuerdos en esta etapa.

A Jaimi, mi mejor amigo, gracias por enseñarme


el valor de la amistad, ser mi confidente y
enseñarme que se puede perder una batalla pero
eso no significa que pierdas la guerra.

A Cecil, por apoyarme en todos los momentos


difíciles, por siempre echarme porras, motivarme
y nunca permitir que yo dejara de creer en mí. Te
quiero amigo.

A Julieta, por todas las tardes que me dedicaste


para que yo pudiera aprobar el TOEFL, sin ti no
lo hubiera logrado. Te quiero Tram

A Pau, por siempre estar presente en todo


momento y por los más de diez años de amistad.
Te quiero amiga.

A Julia, por todas las noches de estudio mi amor


lo logramos!!!.

A Samantha, por cada oración antes de entrar a


un examen oral.

A mis mejores amigos de la UP Santa Fe


Josechin, Mariano y Majo por hacer que esta

III
etapa fuera más divertida y por enseñarme el
valor de la amistad

A todos los Balagardos, porque sin ustedes no


hubiera podido seguir adelante.

A mis mejores amigos de la Libre, Yuri, Stef,


Vane, Clau, Camila, Grinchy, Mamis,
ClauGutierrez y Adriana, gracias por su amistad y
todo su apoyo para lograr este sueño.

Agradecimientos Especiales

A todos mis amigos de la UP Mixcoac y en


especial, a Punta Cana por el mejor viaje, al
Comité de Graduación por ser el mejor equipo, y
a Maquito, Rioja, Jorge Morales y Daniel.

A cada uno de los profesores de la Universidad


Panamericana por enseñarme el amor a la
carrera y los valores. En especial al Dr. José
Antonio Lozano, al Dr. Marcos Del Rosario, alDr.
Preciado, al Maestro Héctor Salazar, y al
Licenciado Gálvez.

A la UP, gracias por abrirme las puertas y


enseñarme que lo más importante es la dignidad
de las personas.

Por último a mi jefa, Fiorella Pastor, Sandra


Cuellar, a los abogados de Latinoamérica, Ana
Claudina y Vicky, todos de Grupo Elektra, que
aunque ya han pasado 3 años de no trabajar
juntos nos sigue uniendo una gran amistad.

IV
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN____________________________________________________1

1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA LEGISLACIÓN LABORAL

BUROCRÁTICA___________________________________________________3

1.1. Constitución de 1857____________________________________________4

1.2. Declaración de los Derechos Sociales de los empleados

públicos______________________________________________________5

1.3. Ley del Servicio Civil____________________________________________6

1.4. Estatuto Jurídico de los Trabajadores al Servicio del

Estado_______________________________________________________6

1.5. Estatuto Jurídico de los Trabajadores al Servicio de los Poderes de la Unión

1941________________________________________________________14

1.6. Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado________________17

2. ESTRUCTURA Y NATURALEZA DEL APARTADO B) DEL ARTÍCULO 123 DE

LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS

MEXICANOS____________________________________________________20

3. SITUACIÓN JURÍDICA DE LOS TRABAJADORES DE BASE Y DE LOS

TRABAJADORES DE CONFIANZA AL SERVICIO DEL ESTADO EN EL

SISTEMA JURÍDICO MEXICANO____________________________________40

3.1. Relación de Trabajo___________________________________________ 43

3.2. Efectos de la Relación de Trabajo ________________________________46

3.2.1. Efectos Principales de la Relación de Trabajo__________________46

V
3.2.2. Efectos Secundarios de la Relación de Trabajo de los Trabajadores al

Servicio del Estado_________________________________________46

3.3. Del Nombramiento_____________________________________________47

3.3.1. Elementos del Nombramiento_______________________________50

3.3.2. Aceptación del Nombramiento_______________________________51

3.4. De los Trabajadores de Base____________________________________ 52

3.4.1. Condiciones Generales de Trabajo___________________________53

3.4.2. El Salario_______________________________________________55

3.4.3. De la Jornada de Trabajo___________________________________55

3.4.4. Días de Descanso________________________________________56

3.4.5. De las Vacaciones________________________________________56

3.4.6. Aguinaldo_______________________________________________57

3.4.7. Prima Vacacional_________________________________________57

3.4.8. Prima Dominical__________________________________________57

3.4.9. Quinquenios_____________________________________________58

3.4.10. Fondo de Ahorro Capitalizable_________________________ 58

3.4.11. Licencias__________________________________________58

3.4.12. Escalafón__________________________________________58

3.4.13. Causas de rescisión de la Relación Laboral_______________60

3.5. De los Trabajadores de Confianza________________________________ 61

3.5.1. Condiciones de Trabajo de los Trabajadores de Confianza________ 65

3.6. Servidores Públicos de Carrera___________________________________67

VI
4. CONSIDERACIONES NECESARIAS PARA OBTENER LA VIGENCIA PLENA

DE LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES DE CONFIANZA CONFORME

A LOS PARÁMETROS DE CONTROL DE REGULARIDAD

CONSTITUCIONAL_______________________________________________74

4.1. Principio de Universalidad_______________________________________76

4.2. Principio de Interdependencia____________________________________77

4.3. Principio de Indivisibilidad_______________________________________78

4.4. Principio de Progresividad_______________________________________79

4.5. Principio de Interpretación Conforme______________________________80

4.6. Principio Pro Personae_________________________________________80

4.6.1. Clasificación de las Reglas Principales del Principio Pro Personae__82

4.7. El Modelo de Ponderación reglas/ principios en Materia de Derechos

Humanos___________________________________________________ 95

4.8. La Restricción Constitucional Respecto a la Estabilidad de los Trabajadores

de Confianza al Servicio del Estado_______________________________97

4.8.1. Amparo Directo 25/2012__________________________________ 100

4.8.2. Amparo Directo 35/2012__________________________________ 102

4.8.3. Amparo Directo 62/2012__________________________________ 102

4.8.4. Amparo Directo 32/2012__________________________________ 103

4.8.5. Amparo Directo 55/2012__________________________________ 103

4.9. Consideraciones respecto a la Restricción Constitucional de la Estabilidad de

los Trabajadores de Confianza al Servicio del Estado________________ 104

5. Conclusiones___________________________________________________111

6. Fuentes Bibliográficas____________________________________________ 113

VII
INTRODUCCIÓN
En la actualidad, existe una problemática respecto a los trabajadores de confianza
al servicio del Estado; toda vez que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha
realizado diversas interpretaciones, en las cuales en ninguna forma se favorece a
la persona, porque en ningún momento debemos olvidar que el trabajador de
confianza antes que ser trabajador, es una persona, a la cual se le reconocen
derechos humanos, simplemente por el hecho de ser persona.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha realizado diversas
interpretaciones, al considerar que el empleado de confianza no cuenta con
derecho a la estabilidad laboral y solo tiene derecho a la protección al salario y a la
seguridad social, y bajo esta interpretación, simplemente se les puede cesar sin
más, y ejemplo de esto, tenemos a un número considerable de personas que
fueron cesadas, sin que procediera la indemnización constitucional , lo que resulta
con la reforma en materia de derechos humanos de junio del 2011, contrario a la
vigencia de los derechos humanos laborales a la luz del parámetro del control de
regularidad constitucional.
En la actualidad existe el Protocolo Adicional a la Convención Americana
sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales el cual, reconoce el derecho humano a la estabilidad laboral; sin
embargo la Suprema Corte de Justicia de la Nación, integró jurisprudencia en el
que se señala que la falta de estabilidad de los trabajadores de confianza al
servicio del estado obedece a una restricción constitucional.
En el desarrollo de esta investigación, primeramente se exponen los
antecedentes históricos de la legislación laboral burocrática, que abarca desde la
constitución de 1857, hasta la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del
Estado, esto con el objeto de analizar los avances y como se ha regulado la figura
del trabajador de confianza en la legislación mexicana.
En el segundo capítulo se hace un análisis respecto a la estructura y la
naturaleza jurídica del apartado b) del artículo 123 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos; con el objeto de examinar cada una de las catorce
fracciones que lo integran y realizando una interpretación armónica, con el fin de

1
demostrar que los trabajadores de confianza no solo cuentan con la protección al
salario y la seguridad social, sino que cuentan con otros derechos que la misma
constitución les reconoce.
Por último en el Capítulo cuarto se hace el análisis del actual modelo
constitucional, integrando el principio pro personae y haciendo un estudio respecto
la restricción constitucional que hace la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
respecto a que los trabajadores de confianza no cuentan con estabilidad laboral,
con el fin de demostrar que son válidas las restricciones constitucionales, siempre
y cuando sean razonables, proporcionales y constitucionales.
Este proyecto de investigación se realiza con el objeto de demostrar un
problema actual de miles de trabajadores, que dejan su vida en un empleo sin la
justa retribución de todo su esfuerzo, de todas las veces en las que posiblemente
arriesgaron su vida, descuidaron a su familia por dar lo mejor de sí en su fuente
laboral y lo único que recibieron fue un cese, del cual no fue posible defenderse;
toda vez que la interpretación realizada por nuestra Suprema Corte de Justicia ha
sido, que únicamente tienen derecho a la protección del salario y a la seguridad
social, y no así a una indemnización constitucional, a un reconocimiento por
antigüedad o que tengan derecho a saber cuál es la razón de su cese.

2
CAPITULO I.
ANTECEDENTES HISTORICOS DE LA LEGISLACIÓN LABORAL
BUROCRÁTICA
La finalidad del presente capítulo consistirá en el análisis de los antecedentes
históricos que dieron lugar a la actual legislación en materia laboral burocrática;
iniciaremos el estudio a partir de la constitución de 1857 que después del triunfo
liberal y de la abolición de la Constitución de 1836 denominada las Siete Leyes de
origen conservador se presenta como el primer fundamento legal de nuestra
materia, procederemos posteriormente con el análisis de la Declaración de los
Derechos Sociales de los Empleados Públicos probablemente creada como
adición del apartado B), que se le hiciera en el año de 1960 al artículo 123 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, no obstante existan dudas
sobre el momento preciso en que se pronunció la primera declaración como será
visto en este estudio. El proyecto de Ley del Servicio Civil elaborado por conocidos
abogados del así llamado Partido Nacional Revolucionario tuvo como finalidad
mejorar la situación de los empleados públicos definiendo sus derechos y
obligaciones que si bien fue solo un intento que no obtuvo aprobación legislativa
sirvió como antecedente en la elaboración del Estatuto de los Trabajadores al
Servicio de los Poderes de la Unión, promulgado el 27 de septiembre de 1938 y
publicado en el Diario Oficial el 5 de diciembre del mismo año.
Sobre el Estatuto Jurídico de los Trabajadores al Servicio de los Poderes de
la Unión expedido por el Congreso de la Unión a iniciativa del Presidente Lázaro
Cárdenas observaremos como su característica primordial fue la de ser el primer
ordenamiento de carácter federal emanado por el Congreso de la Unión
estableciendo recíprocamente derechos y obligaciones entre el estado y sus
trabajadores y posteriormente, años después, se elaboró el Estatuto Jurídico de
los Trabajadores al Servicio de los Poderes de la Unión publicado el 4 de abril de
1941 en el Diario Oficial de la Federación completando algunos aspectos del
Estatuto entonces vigente, creando un nuevo Estatuto de los Trabajadores al
Servicio de los Poderes de la Unión, decretado por el Presidente General Manuel

3
Ávila Camacho. Concluiremos el primer capítulo con la actual Ley Federal de los
Trabajadores al Servicio del Estado.
1.1 CONSTITUCIÓN DE 1857
La Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1857 1 considerada
como una constitución liberal escrita en México durante la presidencia de Ignacio
Comonfort, fue promulgada el 5 de febrero de 1857 y señaló importantes políticas
liberales tales como: la libertad de expresión, de conciencia, de asamblea e
inclusive la libertad de levantarse en armas, garantizando libertades básicas civiles
a los mexicanos; reafirmó la abolición de la esclavitud, eliminó la prisión de deudor
por deudas de carácter civil, estableció la llamada educación laica separándola de
la religión disminuyendo además el poder de la iglesia católica, abolió todas las
formas de castigo cruel e inusual, incluyendo la pena de muerte, eliminó todas las
alcabalas en México, prohibió los títulos de nobleza, honores hereditarios y
monopolios; así como también dictó que cualquier esclavo que pisara territorio
mexicano obtendría su libertad.
A pesar de lo anterior , y aunque sea considerada como una constitución
liberal, no se consagró en realidad ningún derecho social, sin embargo en las
discusiones del proyecto se trataron argumentos en cuanto a la legislación laboral
de los empleados al servicio del Estado, de los que destacan dos: el pronunciado
por el diputado de Jalisco, Ignacio Ramírez, así como el del también diputado de
Jalisco, Ignacio Vallarta, el primero se refirió en forma general al proyecto para
señalar sus graves omisiones existentes defendiendo los derechos de los
trabajadores no reconocidos en el mismo mientras que el segundo hizo mención
del artículo 17, relativo a la libertad de trabajo. Sobre tal argumento Vallarta
pronunció un discurso en el que señalaba la libertad de los ciudadanos de ejercer
cualquier género de industria, comercio o trabajo que fuere útil y honesto y
respecto a la crítica del proyecto puso de manifiesto la necesidad de modificar el
orden social, para lograr que los trabajadores, libres del yugo de la miseria,
pudieran disfrutar de sus derechos y de las garantías sociales.

1
Tena Ramírez, Felpe, Leyes fundamentales de México 1808-2005, 24 ed, México, Porrúa. 2008,
Pág. 606

4
En esta constitución, en su artículo 85, se establecen las facultades y
obligaciones del Presidente de la República y en la fracción II se ordenaba:
“Nombrar y remover libremente a los secretarios del despacho, remover a
los agentes diplomáticos y empleados superiores de Hacienda y nombrar y
remover libremente a los demás empleados de la Unión cuyo nombramiento
no esté determinado de otro modo en la Constitución o en las leyes”2
En el año de 1896 fue expedida una ley reglamentaria de los artículos 104 y
105 de la Constitución de 185, en donde se establecían algunas penas a los
funcionarios como la destitución del cargo o inhabilitación, así como recompensas,
inamovilidad del cargo y otorgamiento de ascensos, haciendo especial mención a
la responsabilidad de los altos funcionarios.
1.2 DECLARACION DE LOS DERECHOS SOCIALES DE LOS
EMPLEADOS PÚBLICOS
Sobre la Declaración de los Derechos Sociales de los empleados públicos
data de la adición del apartado B), que se le hiciera en el año de 1960 al artículo
123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos existen ciertas
dudas ya que no se sabe con precisión cuál fue el momento en que se pronunció
la primera declaración; algunos sostienen que fue el mismo artículo 123
Constitucional de 1917, otros piensan que la declaración fue posterior, en el año
1934 con el Acuerdo sobre Organización y Funcionamiento del Servicio Civil
publicado en el Diario Oficial de la Federación el día 12 de abril de ese año
cuando era presidente Abelardo L. Rodríguez. Lo cierto es que a partir de este
momento se tuvo una regulación más amplia, ya que se constituye el principal
intento por regular jurídicamente el trabajo de los servidores del estado no
obstante se excluyera de su aplicación a los trabajadores de confianza; tal
declaración representó el primer paso formal para regular los derechos de los
trabajadores al servicio del estado aunque su vigencia fue relativa debido a su
inconstitucional, porque la constitución prevenía la existencia de una ley y no de
una disposición reglamentaria por lo que tuvo vigencia hasta el 30 de noviembre
de 1934.

2
Idem

5
Posteriormente, el Presidente Lázaro Cárdenas del Rio adoptó una serie de
medidas para proteger el trabajo público en nuestro país dando origen al Estatuto
de los Trabajadores al Servicio de los Poderes de la Unión.
1.3 LEY DEL SERVICIO CIVIL
El proyecto de la Ley del Servicio Civil fue elaborada por varios abogados
del entonces Partido Nacional Revolucionario, encabezados por el Profesor Jorge
Olivera Toro, quien nos recuerda que el Partido Nacional Revolucionario formuló
un Proyecto de Ley del Servicio Civil debido a que se sintieron obligados hacia los
empleados públicos que integraban una gran parte de sus filas tratando de
mejorar su situación y definir claramente sus derechos y obligaciones.
A pesar de que el proyecto era superior a la reglamentación expedida por el
Gobierno del General Abelardo L. Rodríguez puede considerarse únicamente un
intento que no mereció la aprobación legislativa aunque sirvió como antecedente
para la elaboración del Estatuto de los Trabajadores al Servicio de los Poderes de
la Unión, promulgado el 27 de septiembre de 1938 y publicado en el Diario Oficial
el 5 de diciembre del mismo año, fecha en que por fin la burocracia considera
haber obtenido un gran triunfo para garantizar la estabilidad en el empleo del
trabajador al servicio del estado, reconocimiento de antigüedad y existencia de un
tribunal para la resolución de las controversias con el estado exceptuándose a los
trabajadores de confianza.
1.4 ESTATUTO JURIDICO DE LOS TRABAJADORES AL SERVICIO DE
LOS PODERES DE LA UNIÓN.
El Estatuto fue expedido por el Congreso de la Unión a iniciativa del
Presidente Lázaro Cárdenas, con la finalidad de proteger los derechos de los
trabajadores, creándose a favor de ellos, preceptos proteccionistas y tutelares
respecto de sus derechos individuales. El mismo es considerado el primer
ordenamiento de carácter federal emanada por el Congreso de la Unión el cual, de
manera clara y metódica, consigna derechos y obligaciones del estado para sus
trabajadores y de estos para con el estado.
Este estatuto permitió a los trabajadores la defensa de sus derechos ante el
Tribunal de Arbitraje, de igual manera se establecían los requisito para los

6
nombramientos de los servidores públicos, jornadas de trabajo, regulación de
salarios, obligaciones de los trabajadores, causas de suspensión de los efectos
del nombramiento, la organización sindical y el derecho a huelga, sin embargo no
distinguía si los trabajadores a los que se refería el estatuto eran de base o de
confianza pensándose que los derechos esenciales solo hubieran sido para los
trabajadores de base.
El estatuto fue publicado el 5 de diciembre de 1938 y consta de 115
artículos y 12 transitorios, estructurados en siete títulos que son los siguientes:
- Disposiciones generales

- Derechos y obligaciones individuales de los trabajadores

- De la organización de los trabajadores al servicio de los poderes de la


unión

- De los riesgos profesionales y de las enfermedades profesionales

- De las prescripciones

- Del Tribunal de Arbitraje y Juntas Arbitrales para los Trabajadores al


Servicio

- Del procedimiento que debe seguirse ante el propio tribunal y juntas

A continuación describiremos el contenido de la normativa; el título primero


se denomina “Disposiciones Generales” y comprende los ocho primeros artículos
los cuales son de suma importancia toda vez que se definen conceptos
fundamentales que se mantienen vigentes hasta la fecha. El artículo 1º establece
el ámbito de aplicación de la Ley a todas las autoridades de los tres poderes de la
Unión, del Distrito Federal y Territorios Federales.
El artículo 2º define el concepto de trabajador al servicio del estado, como
“toda persona que preste a los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, un servicio
material, intelectual o de ambos géneros en virtud del nombramiento que le fuere
expedido o por el hecho de figurar en las listas de raya de los trabajadores
temporales”

7
El artículo 3º señala que la relación jurídica de trabajo reconocida por la ley,
se entiende establecida para todos los efectos legales, entre los trabajadores
federales y los poderes legislativo, ejecutivo y judicial incluyéndose a los gobiernos
del Distrito y Territorios Federales, representados por sus titulares respectivos.
En lo que corresponde a los trabajadores de confianza el Estatuto de los
Trabajadores al Servicio de los Poderes de la Unión, en sus artículos 4º y 5º
afirma:
“Artículo 4º Son Trabajadores de Confianza
a) En la cámara de diputados el oficial mayor; el tesorero, el contador mayor de
Hacienda, el oficial mayor de Contaduría y secretarios particulares autorizados
por el presupuesto.
b) En la cámara de senadores; el oficial mayor; el tesorero y secretarios
particulares autorizados por el presupuesto
c) En la presidencia de la República: el secretario particular, el oficial mayor de la
secretaría particular, los miembros de la Comisión de Estudios, el jefe del
departamento de intendencia, el intendente del Castillo de Chapultepec; y los
empleados del servicio personal del C. Presidente de la República que por
acuerdo expreso del propio funcionario tengan ese carácter según su
nombramiento respectivo.
d) En las secretarias de estado, con excepción de la Defensa Nacional: los
secretarios, subsecretarios, oficiales mayores, directores generales y jefes de
departamento; así como los secretarios particulares de dichos funcionarios.
Además en la Secretaria de Gobernación: el jefe de la Colonia Penal de las
Islas Marías y el jefe de los Servicios de Información Política y Social y sus
agentes; en la Secretaría de Relaciones Exteriores: los miembros del cuerpo
diplomático y consular, los miembros de las comisiones de reclamaciones y los
de las comisiones internacionales de cualquier clase; en la Hacienda y Crédito
Público: el contralor general de la federación, el tesoro general de la misma y el
cajero general; en la Secretaria de Agricultura y Fomento; el jefe de la comisión
nacional de la educación superior de la investigación científica.
e) En los Departamentos Autónomos y en las Procuradurías Generales de la
República y del Distrito y Territorios Federales: los jefes de departamento y la
oficina, los procuradores, secretarios, oficiales mayores, así como sus
secretarios particulares.
En el Departamento de Trabajo: El Presidente de la Junta Federal de
Conciliación y Arbitraje; en el Departamento Agrario, los vocales del cuerpo
consultivo; en la Procuraduría General de la República los dos
subprocuradores, el jefe de la policía y el jefe de las comisiones de seguridad
así como los agentes de estas comisiones.
f) Las dependencias de la Secretaría de la Defensa Nacional y todos los
miembros del Ejército Nacional.

8
g) En el Poder Judicial, los secretarios de acuerdos de juzgados, salas de cortes
penales y Tribunal Superior de Justicia de la Nación, los secretarios de
acuerdos de las salas de la propia Suprema Corte, los secretarios generales de
la Suprema Corte de Justicia, los secretarios de acuerdo del Tribunal de
Circuito y de los Juzgados de Distrito.”
En este artículo se distinguen dos tipos fundamentales de servidores
públicos: servidores de base y de confianza.
Dentro de los trabajadores de confianza fueron incluidos los miembros del
servicio consular y diplomático, empleados financieros, los miembros de la Junta
Federal de Conciliación y Arbitraje y todos los trabajadores de las secretarias de la
Defensa Nacional y Marina; los trabajadores de las empresas descentralizadas
siguieron siendo considerados por la Ley Federal del Trabajo, a excepción de los
mencionados, todos los demás empleados y funcionarios fueron considerados
como trabajadores de base.
“Artículo 5º.- Esta ley solo regirá relaciones entre los poderes de la unión y los trabajadores
de base, los empleados de confianza no quedan comprendidos en aquella; y los miembros
del Ejército Nacional, las dependencias de la Secretaria de la Defensa Nacional, las
policías estimadas como de confianza, incluyendo preventiva, se regirán por su estatuto
Especial”
Es de reiterar la importancia de estos primeros artículos del estatuto que se
comentan pues, como se ha observado, establecieron pautas y criterios
avanzados para su tiempo, conformando a su vez conceptos doctrinales en la
construcción del derecho laboral de los trabajadores al servicio del estado3.
El título segundo “Derechos y Obligaciones Individuales de los
Trabajadores”, comprenden los artículos 9º al 44 y se agrupa en siete capítulos.
En la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, al título segundo se
le denomina “Derechos y Obligaciones de los Trabajadores y de los Titulares”.
El capítulo I se titula “Disposiciones Generales” y agrupa a los artículos 9º al
17, en el cual se abordan tópicos muy relevantes que permanecen vigentes en la
ley actual, tales como las características y formalidades del nombramiento,
precisándose que las listas de raya únicamente se emplearán para trabajadores
por obra o tiempo determinado y sobre todo se habla del principio de estabilidad
en el empleo.

3
Gutiérrez Cantú, Miguel Ángel. “Análisis del Estatuto Jurídico de los Trabajadores al Servicio de
los Poderes de la Unión 1938” El derecho laboral burocrático y el Tribunal Federal de Conciliación
y Arbitraje. Ensayos temáticos, México, Secretaria del Trabajo y Previsión Social, 2013, p. 113.

9
El capítulo termina con el artículo 17 que no tiene correlativo en la ley
actual, el cual establece una clasificación o categorización de los trabajadores
federales de base de acuerdo con su calificación o especialidad
El capítulo II, denominado “De las horas de trabajo y de los descansos
legales”, comprende los artículos 18 al 28 y aborda las jornadas diurna, nocturna,
descanso semanal, periodos de descanso por maternidad etc. El artículo 27
señala que los trabajadores que tengan más de seis meses consecutivos de
servicios, disfrutarán de dos periodos anuales de vacaciones, de diez días cada
uno.
El capítulo IV, se denomina “De las obligaciones de los Poderes de la Unión
con sus trabajadores considerados individualmente” y se limita al artículo 41, el
cual consta de diez fracciones, en las que se abordan de manera detallada los
temas de escalafón, acceso a viviendas, seguridad e higiene en el trabajo, servicio
médico, y farmacéutico, indemnizaciones por separación injustificada, por
accidentes de trabajo, y enfermedades profesionales, equipamiento, capacitación,
acceso al deportes y retención de cuotas sindicales, tal y como lo menciona el
Magistrado Miguel Ángel Gutiérrez Cantú, con base en este artículo se dieron los
primeros cimientos de lo que en la actualidad son instituciones públicas tan
importantes como el ISSSTE y FOVISSSTE4
El capítulo V se denomina “De las obligaciones de los trabajadores” en el
que se abordan conceptos tales como subordinación, comportamiento adecuado,
cumplimiento del Reglamento Interior de Trabajo, guarda de reserva o sigilo
respecto a los asuntos de los que se conoce por razón del trabajo, evitar poner en
riesgo la seguridad en el centro de trabajo, puntualidad y aplicación en el trabajo.
El capítulo VI “De la suspensión de los efectos del nombramiento de los
trabajadores” también de un solo artículo, en este caso el 43, detalla la figura de la
suspensión de los efectos del nombramiento, la cual hasta la actualidad se
mantiene en la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado.
Por último, el titulo segundo concluye con el capítulo VII, relativo a la
terminación de los efectos del nombramiento de los trabajadores. El artículo 44

4
Ibídem, p 115

10
precisa los casos de terminación sin responsabilidad para el Estado, cuya
numeración es similar a la ley vigente.
El título tercero “De la organización colectiva de los trabajadores al servicio
de los Poderes de la Unión”, comprende los artículos 45 al 83, los cuales se
agrupan en 4 capítulos.
El capítulo I se titula “De los sindicatos”, y agrupa los artículos 45 al 61, a lo
largo de los cuales se define primeramente, de forma similar a la Ley Federal del
Trabajo a los sindicatos de trabajadores al servicio del Estado como asociaciones
de trabajadores federales dependientes de una misma unidad burocrática y se
establece la figura de un solo sindicato por dependencia, el derecho de los
trabajadores a formar parte del sindicato pero la limitación a retirarse de la
organización sindical salvo por expulsión, se precisa que los trabajadores de
confianza no podrán formar parte de los sindicatos.
El capítulo II del título tercero aborda el tema de “Las condiciones
Generales de Trabajo” y comprende únicamente los artículos 63 al 65,
estableciéndose que dichas condiciones se fijaran por los titulares de las unidades
burocráticas, se tratan aspectos relativos a la jornada, horarios de trabajo
seguridad en el trabajo, disciplina y salud en el trabajo, y que en los casos de
cualquier objeción del correspondiente sindicato se deberá acudir al Tribunal de
Arbitraje para que resuelva en definitiva.
Los capítulos III y IV, se refieren a las huelgas, el procedimiento
correspondiente y la intervención del Tribunal de Arbitraje, y abarca los artículos
del 66 al 83.
El título cuarto se titula “De los riesgos profesionales y de las
enfermedades profesionales “y comprende los artículos 84 y 85, agrupados en un
solo capítulo bajo el rubro “De los riesgos profesionales”.
Es necesario recordar que al surgir este Estatuto en 1938, no existían en
nuestro país instituciones de seguridad social. El artículo 84 establece que los
riesgos profesionales que sufran los trabajadores al servicio del Estado se regirán
por la Ley Federal de Trabajo, pero agrega que las licencias que con este motivo
se concedan serán con goce de sueldo íntegro en los casos en que el propio

11
Estado conceda igual prerrogativa tratándose de enfermedades no profesionales,
lo cual se detalla en el artículo 85, relativo precisamente al otorgamiento de la
licencias en caso de enfermedades no profesionales, dependiendo la extensión de
la licencia del tiempo de servicio del trabajador.
El Título Quinto corresponde al tema de las prescripciones y comprende los
artículos 86 al 91, sin agruparse en capítulo. El plazo genérico para las
prescripciones se establece de un año, precisándose casos específicos de
prescripciones de un mes o de dos años y fijándose los momentos a partir de los
cuales corre el término de las prescripciones así como los casos en que no corren
dichos términos y aquellos en que se interrumpan.
El título sexto se tituló “Del Tribunal de Arbitraje y Juntas Arbitrales para los
Trabajadores al Servicio del Estado y del procedimiento que debe seguirse ante el
propio Tribunal y Juntas” y abarca del artículo 92 al 114, agrupándose en 3
capítulos.
El capítulo I se refiere a la integración el Tribunal y Juntas de Arbitraje en el
cual establece qué debe de ser colegiado y se integra por el representante del
gobierno federal, designado de común acuerdo por los tres poderes de la unión,
un representante de los trabajadores designado por la Federación de Sindicatos
de Trabajadores al Servicio del Estando y un tercer arbitro que nombren entre si
los dos representantes citados.
Por su parte, las juntas arbitrales se integran por un representante del titular
de la dependencia o denominado como “Jefe de la Unidad”, otro del Sindicato de
Trabajadores y un tercer árbitro elegido por los dos anteriores, agregándose que
las Juntas Arbitrales podrán ser permanentes o accidentales, según la frecuencia
de sus labores. Lo que corresponde a las juntas arbitrales se considera hasta
cierto punto efímeras, debido a que solo funcionaron tres años ya que
desaparecieron en el estatuto modificado de 1941.
De igual forma, se establece en el artículo 94, que el miembro del tribunal
no representante del estado o de las organizaciones de los trabajadores, durará
en su encargo seis años y disfrutará de emolumentos iguales a los de los ministros
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

12
Los artículos 95 al 98 se refieren a los requisitos para ser representante en
el tribunal, en los cuales se encuentra la nacionalidad, edad y no haber tenido
ninguna condena por delitos contra la propiedad o condenas mayores a un año de
reclusión. Respecto de los representantes de las organizaciones de trabajadores
se establece un requisito específico de un mínimo de cinco años al servicio del
estado y en ninguno de los casos se menciona como requisito alguno la
escolaridad para alguno de los representantes.
En lo que corresponde al artículo 98, se establecía que los gastos que
origine el funcionamiento del Tribunal y la Junta de Arbitraje serán cubiertos por
partes iguales por el estado y las organizaciones de trabajadores, situación la cual
posiblemente se modificó al considerar inconstitucional dicho precepto
El capítulo II aborda el tema de la competencia del tribunal y las juntas y
comprende únicamente el artículo 99, y establece que la junta es competente para
conocer de los conflictos individuales que se suscitan entre las dependencias y
sus trabajadores, así como conflictos intersindicales que surjan en la propia
dependencia.
En cuanto al tribunal, el estatuto determina que será competente para
resolver en revisión los conflictos individuales que se ventilen en las juntas, así
como los conflictos que surjan entre el estado y las organizaciones sindicales, los
conflictos intersindicales que se susciten entre las organizaciones sindicales al
servicio del estado y, finalmente el registro de los sindicatos burocráticos y las
cancelaciones de registros.
Por último el título séptimo establece en su capítulo denominado “De las
sanciones por infracciones a esta Ley, y por desobediencia a las resoluciones del
Tribunal de Arbitraje”. Este título se compone por un solo artículo, artículo 115 en
el que se señala una multa hasta de $1,000,00, que impondrán discrecionalmente
el Tribunal y las Juntas de Arbitraje, y con la destitución del empleo, sin
responsabilidad para el estado.

13
1.5 ESTATUTO JURÍDICO DE LOS TRABAJADORES AL SERVICIO DE
LOS PODERES DE LA UNIÓN 1941.
Fue publicado el 4 de abril de 1941 en el Diario Oficial de la Federación
toda vez que el Congreso de la Unión se vio precisado a examinar y aprobar un
proyecto de reformas y adiciones para completar algunos aspectos del Estatuto
entonces vigente, creando un nuevo Estatuto de los Trabajadores al Servicio de
los Poderes de la Unión, decretado por el Presidente General Manuel Ávila
Camacho y se caracterizó por lo siguiente:
- La necesidad de reformar en parte el estatuto de 1931 debido a que
ciertos aspectos no fueron regulados con precisión.

- La ampliación de la enumeración de los empleados de confianza.

- Al mismo tiempo excluir del estatuto, a ciertos grupos de servidores del


estado, entre ellos los trabajadores de confianza

- El perfeccionamiento del sistema de escalafones.

- La competencia como punto básico de todo acceso. Esta es una nueva


característica en los procedimientos para escoger al personal, se
establece que los empleados de base presentarán examen de
competencia cada dos años.

- Libre ejercicio de derecho de asociación.

- Previa calificación de la legalidad de la huelga para que sea procedente

- Abreviación de los procedimientos para resolver los conflictos entre el


estado y sus servidores.

De igual manera que el estatuto de 1938, los trabajadores de confianza al


servicio del estado, en el estatuto de 1941, se referían en los artículos 4º y 5º del
mismo.
“Artículo 4º Son trabajadores de confianza
a) Aquellos cuyo nombramiento o ejercicio requiera de la aprobación
expresa del presidente de la república

14
b) En general los directores y subdirectores generales; jefes y
subjefes de departamentos e institutos, todos los empleados de
las secretarías particulares y ayudantías autorizados por el
presupuesto, pero en cuanto a los que integran la planta de la
Secretaría Particular de la Presidencia de la República solamente
aquellos a quienes se les atribuya tal calidad por acuerdo del
propio presidente, la servidumbre destinada la atención directa y
personal de los altos jefes, intendentes, tesoreros, y cajeros
generales, subtesoreros, contadores, subcontadores generales,
gerentes, encargados directos de adquisiciones y compras,
inspectores de impuestos y personal del Departamento de
Inspección, Auditoría, de la Secretaría de Comunicaciones y
Obras Públicas, jueces y árbitros investigadores

Además de los enumerados, serán también de confianza:


Los jefes de la colonia penal de las Islas Marías; jefes de los
servicios de información política y social y sus agentes y jefes,
subjefes y agentes encargados de la Agencia del Servicio de
Migración.
Directores industriales; jefes de oficinas federales de Hacienda y
delegados financieros; directores de hospitales y administradores
de asistencia; administradores y visitadores de Aduana; miembros
de la junta directiva y director, subdirector, auditor, contador,
cajero general, jefes de oficina de la Dirección de Pensiones.
Agentes generales de agricultura y economía; visitadores
generales, superintendentes de primera a cuarta, en obras de
irrigación y los de la Comisión Federal de Electricidad, así como
los jefes de oficina y costos de ésta comisión.
Gerente, secretario general, auditor, delegados de la gerencia,
agentes inspectores manejadores de fondos, jefes de
departamento y miembros del Consejo Directivo de la Lotería
Nacional.

15
Capitanes de embarcación, patrones y sobrecargos que estén
presupuestalmente destinadas a unidades y capitanes de puerto.
Director de la Escuela Normal el Distrito Federal.
Jefes de servicio coordinados sanitarios; jefe de servicio médico
de la laguna; jefe del servicio de sobrevigilancia y el personal que
integre este servicio.
En los departamentos autónomos y en la Procuraduría de Justicia
también los secretarios; los oficiales mayores y los jefes y subjefe
de oficina o supervisores de obras del Departamento del Distrito
Federal
c) Todos los miembros de las policías preventivas, judiciales y
sanitarias, los agentes de las comisiones de seguridad y las
comandantes del resguardo aduanal

d) En el poder legislativo se consideran empleados de confianza los


que, mediante disposición de carácter general, determinen cada
una de las cámaras

e) En el poder judicial, los secretarios de los Ministros de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación y en el Tribunal Superior
de Justicia del Distrito y Territorios Federales, los secretarios del
pleno y de las salas

Los trabajadores no incluidos en la enumeración anterior serán de


base y por ello inamovibles.
Los de nuevo ingreso serán de base, después de seis meses de
servicios, sin nota desfavorable de su expediente. Cuando se
trate de plazas de nueva creación la clasificación que
corresponda a un trabajador será determinada por la disposición
legal que establezca”
“Artículo 5º.-Esta ley solo regirá las relaciones entre los poderes
de la unión y los de base, los de confianza no quedan
comprendidos en ella. También quedan excluidos del presente

16
estatuto, los miembros del ejército y armada nacional con
excepción de la Dirección General de Materiales de Guerra, el
personal militarizada o que se militarice legalmente, los miembros
del servicio exterior mexicano y el personal de vigilancia de todo
género de establecimientos penitenciarios, cárceles o galeras que
se regirán por sus leyes y reglamentos especiales.
Así mismo quedaran excluidos los trabajadores de las líneas y
empresas petroleras pertenecientes a la nación o expropiadas
poseídas o administración por el gobierno y el personal de todas
las demás empresas que en lo sucesivo fueran expropiadas,
poseídas o administradas por el mismo gobierno que se sujetarán
a la Ley Federal del Trabajo, y además aquellos que preste sus
servicios mediante contrato”

1.6 LEY FEDERAL DE LOS TRABAJADORES AL SERVICIO DEL


ESTADO
Es una ley de observancia general para los titulares y trabajadores de las
dependencias de los Poderes de la Unión, del Gobierno del Distrito Federal, de las
instituciones que a continuación se enumeran: Instituto de Seguridad y Servicios
Sociales de los Trabajador del Estado, Juntas Federales de Mejoras Materiales,
Instituto Nacional de Protección a la Infancia, Instituto Nacional Indigenista,
Comisión Nacional Bancaria y de Seguros, Comisión Nacional de Valores,
Comisión de Tarifas de electricidad y gas, Centro Materno infantil, Máximo Ávila
Camacho y Hospital Infantil; así como de los organismos descentralizados,
similares a los anteriores que tengan a su cargo función de servidores públicos.
La relación jurídica de trabajo se entiende establecida entre los titulares de
las dependencias e instituciones citadas y los trabajadores de base a su servicio.
Asimismo en el poder legislativo, las directivas de la Gran Comisión de cada
cámara asumirán dicha relación.
La ley divide a los trabajadores al servicio del estado en dos grupos: de confianza
y de base; enumerando en su artículo 5º que entiende por trabajadores de
confianza y, estableciendo que aquellos trabajadores que no se encuentran en

17
dicha enumeración serán considerados de base y por ello tendrán derecho a la
estabilidad en el empleo o inamovilidad exigiendo a los trabajadores de nuevo
ingreso la permanencia de seis meses de servicios sin nota desfavorable en su
expediente, para ser inamovibles.
Del mismo modo establece que al crearse categorías o cargos no comprendidos
en su artículo 5º, la clasificación de base o de confianza que les corresponda se
determinará expresamente por la disposición legal que formalice su creación.
Asimismo establece que quedan excluidos del régimen de dicha ley los
trabajadores de confianza a que se refiere el citado artículo 5º; los miembros del
ejército y armada nacional con excepción del personal civil de las Secretarias de la
Defensa Nacional y de Marina; el personal militarizado o que se militarice
legalmente, los miembros del Servicio Exterior Mexicano; el personal de vigilancia
de los establecimientos penitenciarios, cárceles o galeras y aquellos que presten
sus servicios mediante contrato civil o que sean sujetos al pago de honorarios.
Lo anterior se considera claramente inconstitucional ya que la fracción XIV
del Apartado B del artículo 123 constitucional establece protección al salario de la
que gozan los servidores públicos de confianza, por lo cual el que estos se
excluyan de la ley en comento representa una violación directa al texto
constitucional; además de que el artículo 123 de la Constitución en su primer
párrafo establece el derecho al trabajo, que interpretado en conjunto con la
protección al salario implica que los trabajadores de confianza al servicio del
Estado sí tienen derechos laborales, aunque no tengan estabilidad en el empleo,
lo que no implica que puedan ser despedidos injustificadamente como año con
año se ha hecho en la mayoría de las dependencias de la Administración Pública,
ya que ello los deja en un estado de indefensión lo que vulnera el artículo 1º de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que establece que todas
aquellas personas que estén en territorio mexicano “gozaran de los derechos
humanos que concede la Constitución”5 hecho que olvida el artículo 8º de la ley
laboral burocrática.

5
Art 1º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos publicada en 1917 reforma del
2011 en materia de derechos humanos.

18
Esta ley laboral burocrática preceptúa que en lo no previsto por ésta o por
disposiciones especiales, aplicará supletoriamente, y en su orden, la Ley Federal
del Trabajo, el Código Federal de Procedimientos Civiles, las leyes de orden
común, la costumbre, el uso, los principios generales de derecho y equidad
Sin embargo con la reforma publicada en 2011 en materia de derechos
humanos, es importante realizar un estudio, respecto si México ha celebrado algún
Tratado en el que se regule la estabilidad laboral como derecho humano. En los
siguientes capítulos realizaremos un estudio con el fin de ver si es posible
aumentar los derechos con los que cuenta un empleado de confianza basándonos
y respaldándonos en los tratados de derechos humanos celebrados por México y
ratificados por el Senado.

19
CAPITULO II.
ESTRUCTURA Y NATURALEZA DEL APARTADO B) DEL ARTÍCULO 123 DE
LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.
No obstante que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de
1917 sea conocida como la primera carta magna que incorporó garantías sociales,
los servidores públicos no fueron beneficiados de los mínimos derechos
establecidos por el artículo 123, pues la misma señalaba, en su artículo 89, que el
poder ejecutivo tenía total facultad de nombramiento y remoción de sus
empleados, independientemente de la jerarquía que ocuparan en su cargo.
“Art. 89.- Las facultades y obligaciones del Presidente son las siguientes:
II.- Nombrar y remover libremente a los secretarios del despacho, al
procurador general de la república, al gobernador del Distrito Federal y a
los gobernadores de los territorios, al procurador general de justicia del
Distrito Federal y Territorios, remover a los agentes diplomáticos y
empleados superiores de Hacienda y nombrar y remover libremente a los
demás empleados de la unión, cuyo nombramiento o remoción no esté
6
determinada de otro modo en la constitución o en las leyes.”
En sus orígenes, dicho artículo, no daba ninguna protección a los
trabajadores al servicio del Estado, sino que, gracias al decreto del 21 de octubre
de 19607, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 5 de diciembre de
1960, se atribuyeron derechos a tales trabajadores. El artículo 123 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos nace, de acuerdo con el
constituyente de Querétaro, como un precepto unitario pero con base en la
reforma constitucional señalada, aparecerá tal precepto con dos apartados, el A) y
el B), esta última materia de nuestro estudio. A continuación nos permitiremos citar
la exposición de motivos de la iniciativa del ejecutivo federal presentada en 1959 a
la cámara de senadores, que permitió la inclusión en el texto de la constitución de
los mencionados derechos.
“Con la preocupación de mantener y consolidar los ideales
revolucionarios, cuyo legado hemos recibido con plena
conciencia y responsabilidad por todo lo que representa para
el progreso de México dentro de la justicia social, en el
informe que rendí ante el Congreso de la Unión el día 1º de
septiembre último, me permití anunciar que oportunamente
propondría a su elevada consideración, el Proyecto de
6
Texto conforme al Diario Oficial, Tomo V, 4ª. Época, No. 30, Lunes 5 de febrero de 1917, pp.149-
161.
7
Bolaños Linares, Rigel, Derecho Laboral Burocrático, 4ª edición, México, Porrúa, 2014, p.4

20
Reformas a la Constitución General de la República
tendiente a incorporar en ella los principios de protección
para el trabajo de los servidores del estado.
Los trabajadores al servicio del estado, por diversas y
conocidas circunstancias, no habían disfrutado de todas las
garantías sociales que el artículo 123 de la Constitución
General de la República consigna para los demás
trabajadores.
Es cierto que la relación jurídica que une a los trabajadores
en general con sus respectivos patrones, es de distinta
naturaleza de la que liga a los servidores públicos con el
estado, puesto que aquellos laboran para empresas con
fines de lucro o de satisfacción personal, mientras que éstos
trabajan para instituciones de interés general,
constituyéndose en íntimos colaboradores en el ejercicio de
la función pública. Pero también es cierto que el trabajo no
es una simple mercancía, sino que forma parte esencial de
la dignidad del hombre; de allí que deba ser siempre
legalmente tutelado.
De lo anterior se desprende la necesidad de comprender la
labor de los servidores públicos dentro de las garantías al
trabajo que consigna el antes citado artículo 123, con las
diferencias que naturalmente se derivan de la diversidad de
situaciones jurídicas.
La adición que se propone el texto constitucional comprende
la enumeración de los derechos de los trabajadores y
consagra las bases mínimas de previsión social que
aseguren, en lo posible, tanto su tranquilidad y bienestar
personal, como los de sus familiares: jornada máxima, tanto
diurna como nocturna, descansos semanales, vacaciones,
salarios, permanencia en el trabajo, escalafón para los
ascensos, derecho para asociarse, uso del derecho de
huelga, protección en caso de accidentes y enfermedades,
así profesionales como no profesionales, jubilación,
protección en caso de invalidez , vejez y muerte, centros
vacacionales y de recuperación, habitaciones baratas, en
arrendamiento o venta, así como las medidas protectoras
indispensables para las mujeres durante el periodo de la
gestación, en el alumbramiento y durante la lactancia.
Se reitera en el Proyecto el funcionamiento de un Tribunal de
Arbitraje al que, además se le asignan, en forma expresa,
funciones conciliatorias, para el conocimiento y resolución de
los diversos conflictos que puedan surgir entre el estado y
sus servidores.
Una necesaria excepción se establece a este respecto: los
casos de conflicto entre el Poder de Judicial Federal y sus
trabajadores. Con el propósito de salvaguardar su dignidad y

21
decoro como el órgano máximo que ejerce la función
jurisdiccional, se establece la competencia exclusiva del
pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para
conocer de estos conflictos y resolverlos en una sola
instancia, conforme al procedimiento que la Ley
Reglamentaria establece.
La iniciativa también prevé que, a reserva de que esa H.
Congreso legisle sobre el particular, se continúen
observando, como normas reglamentarias vigentes, la
disposiciones del actual Estatuto de los Trabajadores al
Servicio de los Poderes de la Unión, en lo que no se oponga
a la adición que se ha proyectado.”8
Desde nuestro punto de vista no resulta en la exposición de motivos de
1959 distinción alguna respecto a los tipos de trabajadores al servicio del estado
que iban a ser regulados en dicho precepto, razón por la cual, parecería esta
consideración un argumento válido para pensar que no existió voluntad por parte
del poder constituido de realizar entre tales tipos de trabajadores separaciones o
distinciones en sus derechos como servidores públicos.
En la actualidad el apartado B) del artículo 123 de la constitución se
encuentra integrado de quince fracciones, señalándose que entre los poderes de
la unión, el Gobierno del Distrito Federal y sus trabajadores, se establecen los
derechos señalados en esas fracciones. La fracción primera nos dice el número de
horas que debe durar la jornada diaria máxima de trabajo diurna y nocturna; la
primera corresponderá a ocho horas diarias y la segunda de siete horas,
consagrándose además el señalamiento de la llamada jornada extraordinaria, que
corresponderá a las horas excedentes de trabajo, tanto de las ocho horas diarias
como de las siete horas diarias. Se establece además un límite a tal tipo de trabajo
extraordinario, en el sentido de que el mismo no podrá exceder de tres horas
diarias y tampoco de tres veces consecutivas. En consecuencia, esta fracción
establece derechos sustantivos para los trabajadores del Servicio Público Federal
y del Distrito Federal.
En la fracción II se señala, tomando como base la semana, que por cada
seis días de trabajo, el trabajador disfrutará de un día de descanso cuando menos,
con goce de salario íntegro. Debemos hacer notar, como veremos más adelante,

8
Exposición de motivos del Proyecto de Reforma al artículo 123 de 1959.

22
que los criterios afirmados anteriormente no podrían ser aplicados a los
trabajadores de confianza en virtud de falta de tutela que tienen los mismos en
nuestra constitución visto que no cuentan con un horario laboral, razón por la cual
como sostiene el maestro Acosta Romero, podrían exigir justamente la aplicación
en su beneficio, del derecho que consigna esta fracción en virtud de su naturaleza
humana: “Los trabajadores de confianza también son seres humanos como los de
base que necesitan de periodo de descanso y, salvo los casos de verdadera
urgencia, deben de disfrutar del día de descanso semanal”9
Debemos además recordar el convenio de la Organización Internacional del
Trabajo denominado “CONVENIO RELATIVO A LA REGLAMENTACION DE LA
DURACION DEL TRABAJO EN EL COMERCIO Y LAS OFICINAS10” suscrito por
México y ratificado por el Senado de la República publicado en el Diario Oficial de
la Federación, el sábado 10 de agosto de 1935 en el que se establece lo siguiente
en sus artículos 3° y 4º:
“ARTÍCULO 3.- La jornada de trabajo del personal al que se aplica el presente convenio no
podrá exceder de cuarenta y ocho horas por semana y ocho horas por día, a reserva de las
disposiciones que se mencionan más abajo”.

“ARTICULO 4°
La duración semanal del trabajo previsto en el artículo 3° podrá ser repartida de manera
que el trabajo de cada día no exceda de diez horas.”

En relación con el presente Convenio, se puede apreciar que aunque


México sea parte, desafortunadamente no se ha considerado aplicable para los
trabajadores de confianza, por ello, en línea teórica podría exigírseles un trabajo
superior al que un ser humano sería capaz de afrontar dañándose su integridad
psicofísica y causándoles graves problemas de salud que repercutirían en la
estabilidad de la propia familia y por su supuesto en la sociedad. Hombres nacidos
solo para trabajar al límite de la tolerancia aislados de un ambiente familiar y de la
sociedad de la cual forman parte.
En la fracción III del apartado B) de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, se nos señala el derecho de los servidores públicos a gozar de
9
Acosta Romero, Miguel, Derecho Burocrático Mexicano, 3ª edición, México, Porrúa, 2002, p
794.
10
Convenio Relativo a la Reglamentación de la Duración del Trabajo en el Comercio y las Oficinas,
publicado en el Diario Oficial de la Federación, el sábado 10 de agosto de 1935

23
un periodo vacacional; y al efecto, se estableció a nivel constitucional dicho
derecho, partiendo del mínimo de veinte días; esto es, que tal lapso vacacional no
será inferior a veinte días correspondientes en un año. Con base en este derecho,
en las condiciones generales de trabajo que suscriben los titulares de las
secretarias de estado con los titulares del sindicato, tal periodo vacacional se ha
dividido en dos partes; situación por la que se podría hablar de dos periodos
vacacionales al año como se señala a continuación en esta tesis emitida por el
Tercer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito.
Tesis: I.3o.T.89 L
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XX, Noviembre de 2004
Novena Época
Pág. 2038
180046
Tesis Aislada(Laboral)
Tribunales Colegiados de Circuito

TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO. EL TÉRMINO PARA TENER


DERECHO AL PAGO DE VACACIONES DEBE COMPUTARSE A PARTIR DE
LA FECHA EN QUE INICIÓ LA RELACIÓN LABORAL.

De lo dispuesto por el artículo 30 de la Ley Federal de los Trabajadores al


Servicio del Estado se desprende que los trabajadores que tengan más de seis
meses consecutivos de servicios tienen derecho a disfrutar de dos periodos de
vacaciones anuales de diez días cada uno, y si el empleado no pudo gozar de
ese derecho, en virtud del despido de que fue objeto, es acreedor al pago; por
tanto, el cómputo relativo a los seis meses consecutivos no debe constreñirse a
la parte proporcional del año en que ocurrió el despido, sino que debe atenderse
al momento en que inició la relación laboral para conocer si a partir de esa fecha,
hasta que se dio el despido, se cumplió este periodo, en cuyo caso procederá el
pago que corresponda.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL PRIMER


11
CIRCUITO.

En la fracción IV, correspondiente al apartado B) de la Constitución Política


de los Estados Unidos Mexicanos, se señala que los salarios serán fijados en los
presupuestos respectivos sin que su cuantía pueda ser disminuida durante la
vigencia de éstos, sujetándose en lo dispuesto por el artículo 127 de la
Constitución Política. A continuación me permito citar el artículo 127 constitucional:

11
Tesis: I.3o.T.89 L, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, t XX,
Noviembre de 2004 p. 2038

24
“Art. 127.- Los servidores públicos de la Federación, de los
Estados, del Distrito Federal y de los Municipios, de sus
entidades y dependencias, así como de sus
administraciones paraestatales y paramunicipales,
fideicomisos públicos, instituciones y organismos
autónomos, y cualquier otro ente público, recibirán una
remuneración adecuada e irrenunciable por el desempeño
de su función, empleo, cargo o comisión, que deberá ser
proporcional a sus responsabilidades.
Dicha remuneración será determinada anual y
equitativamente en los presupuestos de egresos
correspondientes, bajo las siguientes bases:
I. Se considera remuneración o retribución toda percepción
en efectivo o en especie, incluyendo dietas, aguinaldos,
gratificaciones, premios, recompensas, bonos, estímulos,
comisiones, compensaciones y cualquier otra, con excepción
de los apoyos y los gastos sujetos a comprobación que sean
propios del desarrollo del trabajo y los gastos de viaje en
actividades oficiales.

II. Ningún servidor público podrá recibir remuneración, en términos


de la fracción anterior, por el desempeño de su función, empleo,
cargo o comisión, mayor a la establecida para el Presidente de la
República en el presupuesto correspondiente.
III. Ningún servidor público podrá tener una remuneración igual o
mayor que su superior jerárquico; salvo que el excedente sea
consecuencia del desempeño de varios empleos públicos, que su
remuneración sea producto de las condiciones generales de trabajo,
derivado de un trabajo técnico calificado o por especialización en su
función, la suma de dichas retribuciones no deberá exceder la mitad
de la remuneración establecida para el Presidente de la República en
el presupuesto correspondiente.
IV. No se concederán ni cubrirán jubilaciones, pensiones o haberes
de retiro, ni liquidaciones por servicios prestados, como tampoco
préstamos o créditos, sin que éstas se encuentren asignadas por la
ley, decreto legislativo, contrato colectivo o condiciones generales de
trabajo. Estos conceptos no formarán parte de la remuneración.
Quedan excluidos los servicios de seguridad que requieran los
servidores públicos por razón del cargo desempeñado.
V. Las remuneraciones y sus tabuladores serán públicos, y deberán
especificar y diferenciar la totalidad de sus elementos fijos y variables
tanto en efectivo como en especie.
VI. El Congreso de la Unión, las Legislaturas de los Estados y la
Asamblea Legislativa del Distrito Federal, en el ámbito de sus
competencias, expedirán las leyes para hacer efectivo el contenido
del presente artículo y las disposiciones constitucionales relativas, y
para sancionar penal y administrativamente las conductas que

25
impliquen el incumplimiento o la elusión por simulación de lo
establecido en este artículo”
Nos parece necesario tratar dos puntos fundamentales respecto al artículo
127 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos antes citado. El
primero corresponde al presupuesto de egresos de la nación, mismo que es anual,
y en donde están establecidas las partidas presupuestales de los egresos que
corresponden a cada secretaria de estado, así como a la Procuraduría General de
la República, dinero destinados para el cumplimiento de las atribuciones de tales
secretarias, así como para el pago de sueldos. El segundo punto fundamental lo
constituye el catálogo general de puestos del Gobierno Federal, a que alude el
artículo 20 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado,
reglamentaria del apartado B) del artículo 123 constitucional y los catálogos de
puestos de cada secretaria de estado y de la Procuraduría General de la
República.
Este precepto contiene una relación íntima con el texto del artículo 127
constitucional. En esta disposición ya se advierte un mayor tecnicismo para
referirse a los trabajadores al Servicio de los Poderes de la Unión y del Gobierno
del Distrito Federal; toda vez que se utiliza el concepto de servidores públicos,
especificando en el plano constitucional que los servidores públicos de la
federación, de los estados, del Distrito Federal y de los municipios, de sus
entidades y dependencias, así como de sus administraciones paraestatales y
paramunicipales, fideicomisos públicos, instituciones y organismos autónomos, y
cualquier otro ente público recibirán una remuneración adecuada e irrenunciable
por el desempeño de su función o empleo, cargo o comisión, que deberá de ser
proporcional a sus responsabilidades.
El artículo 127 constitucional en cita, amplia el concepto de trabajador al
servicio de los poderes de la unión toda vez que incluye a los trabajadores o
servidores públicos de las entidades federativas y de los municipios así como
también del sector descentralizado del estado federal.
El concepto de salario genérico al que alude el artículo 123, apartado B,
fracción IV viene denominado ‘remuneración’ aunque tradicionalmente se le llama
sueldo o estipendio, definiéndose tal concepto como una percepción en efectivo

26
(moneda de cuño corriente) o en especie, incluyéndose dietas, aguinaldos,
gratificaciones, premios, recompensas, bonos, estímulos, comisiones,
compensaciones y cualquier otra, con excepción de los viáticos mismos que
deberán estar sujetos a comprobación.
Se estableció en la fracción II del artículo 127 constitucional un límite en las
remuneraciones o percepciones de los servidores públicos, lo que en cierta forma
resultó novedoso ya que se estableció un tope máximo cuya referencia es la
remuneración o sueldo que percibe el Presidente de los Estados Unidos
Mexicanos o titular del Ejecutivo Federal, señalándose que ningún servidor público
en el país podría tener un sueldo mayor al del citado titular del Ejecutivo Federal.
En la fracción III, así como el la fracción IV del artículo 127 constitucional,
se establece categóricamente que ningún servidor público podrá tener una
remuneración igual o mayor al de su superior jerárquico, y una vez más se vuelve
a tomar como límite el sueldo del titular del ejecutivo federal, señalándose que las
remuneraciones por especialización o derivado de un trabajo técnico no deberán
exceder a la mitad de las remuneración establecida para el Presidente de la
República. Las jubilaciones, pensiones o haberes de retiro, así como liquidaciones
por servicios prestados deben de estar asignadas por ley, decreto legislativo,
contrato colectivo o condiciones generales de trabajo, señalándose que aquí
quedan excluidos los servicios de seguridad que requieran los servidores públicos.
En la fracción V del artículo 127 constitucional se señalan que las
remuneraciones y sus tabuladores serán públicos y deberán especificar y
diferenciar la totalidad de sus elementos tanto monetarios como en especie. En la
fracción VII se establece la existencia de la ley reglamentaria de este precepto,
tanto en materia federal como local y municipal.
A continuación proseguiremos con el análisis del artículo 123 apartado B)
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en lo
correspondiente a la fracción V, la misma expresa que a trabajo igual
corresponderá salario igual sin tener en cuenta el sexo. En la fracción VI se señala
que solo podrán hacerse retenciones, descuentos, deducciones o embargos al

27
salario en los casos previstos en las leyes ya sea como, el descuento por
concepto de alimentos previsto en los códigos civiles de los estados
En la fracción VII del apartado B) del artículo 123 constitucional se consagró
la obligación del estado de organizar escuelas de administración pública, lo que es
sumamente loable, porque estas escuelas resultan ser el punto de inicio de un
servicio civil de carrera altamente tecnificado, tal y como “El Real Instituto de
Administración Pública en Gran Bretaña el cual constituye un mecanismo de
promoción profesional y académica, sin fines de lucro ni participación política”12.
La designación del personal, entiéndase de los servidores públicos, que es a
través de nombramiento, se hará mediante sistemas que permitan apreciar
conocimientos y aptitudes de los participantes. Cuando esto se aplicará en la
realidad se eliminarán las prácticas discriminatorias de designaciones por
influencias y compromisos que contagia nuestro actual sistema.
En la fracción VIII constitucionalmente está consagrado el derecho al
escalafón, lo que hoy únicamente se aplica a los empleados de base
discriminándose así a los de confianza.
De lo anterior se desprende que en las fracciones de la I a la VIII están
consagrados para los servidores públicos derechos de índole sustantivo referentes
a la jornada de trabajo, duración de la misma, vacaciones, escalafón e igualdad de
salario en relación al trabajo que se desempeñe y en las siguientes fracciones, a
partir de la IX, ya se consagran derechos en relación a la destitución o separación
del cargo del servidor público, así como a la asociación de estos servidores
públicos, a su seguridad social y a la competencia del Tribunal Federal de
Conciliación y Arbitraje y del Consejo de la Judicatura Federal resultando
importante sobre todo la existencia de un régimen de exclusión del articulo 123
apartado B) para ciertos trabajadores.
En este momento de nuestra investigación nos formulamos la cuestión de
cual pueda ser la naturaleza de los derechos de los servidores públicos expresado
en las primeras ocho fracciones del artículo 123. Apartado B), frente a la reforma

12
Guerrero, Omar, La Ley del Servicio Profesional de Carrera en la Administración Pública Federal.
Una apreciación administrativa, México, Instituto de Investigaciones Jurídicas,2003, Núm. 5,
colección de estudios jurídicos, p.19

28
constitucional del artículo 1º, reforma del 10 de junio del 2011. La razón de tal
pregunta surge porque antes de esta reforma, en los tratados de derecho laboral,
así como en los que se refieren a las garantías individuales, se enseñó que las
mismas estaban contenidas en los artículos 1º al 29 de nuestra constitución
considerada como la parte dogmática, incluyéndose además el texto del artículo
31 fracción I en virtud de que los derechos asignados a los trabajadores se les
consideraba como garantías sociales. Se podría pensar que en la actualidad
existen dos tipos de derechos humanos, los primeros estrictamente individuales
que se refieren al ciudadano como persona que debe ser respetada y los
segundos de naturaleza social en donde el ser humano al formar parte de una
determinada comunidad necesita protección dentro de la misma; ciertamente tal
solución al problema carece de argumentos de índole teórico; porque, si nos
remitimos a los textos de los múltiples tratados y convenios Internacionales en
materia de derechos humanos, podremos percatarnos que el viejo concepto liberal
de garantía individual ha quedado superada por el concepto de derecho humano
que comprende bien sea al individuo como a la misma colectividad en donde el
centro de gravedad es el ser humano, pero atención, no necesariamente se le
individualiza como sucedería en el régimen liberal. En consecuencia pensamos
que se deba hablar simplemente de derechos humanos sin puntualizar la
individualidad o sociabilidad de los mismos.
El artículo 123, apartado B), fracción IX de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, está integrada por dos párrafos, en el primer párrafo
se establece en una forma categórica, clara y directa que los trabajadores solo
podrán ser suspendidos o cesados por causa justificada, en los términos que fije la
ley, sin hacer la distinción sobre trabajadores de base o trabajadores de confianza.
En caso de separación injustificada los servidores públicos tendrán derecho
a optar por la reinstalación en su trabajo o por la indemnización correspondiente
previo procedimiento legal. En los casos de supresión de plazas se señala que los
trabajadores afectados tendrán derecho a que se les otorgue otra de carácter
equivalente a la suprimida o una indemnización conforme a la ley.

29
El dispositivo constitucional en cita está redactado en una forma genérica,
lo que implicaría la posibilidad que pudiera ser interpretado en el sentido que su
aplicación corresponda tanto a los empleados de confianza como a los empleados
de base; toda vez que, al no hacerse distinción alguna, según las reglas de la
interpretación jurídica ‘el intérprete de la ley no debe distinguir lo que la ley no
distingue’; toda vez que en caso de separación injustificada, entiéndase de
cualquier servidor público, este al ocurrir a dirimir sus derechos al Tribunal Federal
de Conciliación y Arbitraje y al obtener previo procedimiento un laudo en donde
establezca que esa separación fue injustificada, entonces se debe ordenar en tal
laudo la reinstalación en el trabajo; o bien la opción para optar por la
indemnización constitucional; pero este criterio de interpretación lógica no se logra
en la práctica con los trabajadores de confianza, ya que la falta de estabilidad en
el empleo se hace todavía un mayor perjuicio al negarle al servidor público el
derecho a la reinstalación y al pago de la indemnización constitucional.
En la fracción X se establece el derecho de asociación para los
trabajadores al servicio del estado, en la inteligencia que en la ley reglamentaria
de este apartado B) se señaló que únicamente por dependencia del ejecutivo
habría un solo sindicato, lo que en la actualidad ya se ha modificado por criterio de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Tesis: I.13o.T.296 L
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Novena Época
Número de Registro 162551
Tribunales Colegiados de Circuito
Tomo XXXIII, Marzo de 2011
Pág. 2370
Tesis Aislada (Laboral)

LIBERTAD SINDICAL DE LOS TRABAJADORES AL SERVICIO DEL


ESTADO. NO ABARCA EL DERECHO PARA AFILIARSE A TODOS
LOS SINDICATOS QUE SE CONSTITUYAN EN LA DEPENDENCIA A
LA QUE PERTENECEN, POR LO QUE SU BAJA EN UNO POR
PERTENECER A OTRO NO VIOLA AQUÉLLA.
El Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la tesis de
rubro: "SINDICACIÓN ÚNICA. EL ARTÍCULO 68 DE LA LEY FEDERAL
DE LOS TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO, VIOLA LA
LIBERTAD SINDICAL CONSAGRADA EN EL ARTÍCULO 123,
APARTADO B, FRACCIÓN X, CONSTITUCIONAL.", declaró la
inconstitucionalidad del artículo 68 de la Ley Federal de los Trabajadores
al Servicio del Estado, lo que da lugar a que en cada dependencia
gubernamental pueden existir más de un sindicato. Asimismo, en el

30
Convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo, suscrito por
nuestro país en mil novecientos cincuenta, impone la obligación a los
Estados de respetar la decisión de los trabajadores a constituir las
organizaciones que estimen pertinentes; y en su artículo 3o. se precisa
que las autoridades públicas deberán de abstenerse de toda intervención
que limite el derecho o entorpezca el ejercicio legal, para redactar sus
estatutos, elegir a sus representantes y organizar su administración y
actividades. Por tanto, la garantía de libertad sindical en tratándose de
los trabajadores al servicio del Estado, se refiere a su libertad de
asociación en el sentido de que pueden afiliarse al sindicato que ellos
elijan, no ingresar o separarse de uno y que dentro de cada dependencia
gubernamental puede conformarse más de un sindicato. Por otra parte,
el artículo 123 constitucional establece la garantía social de la libertad
sindical como derecho de los trabajadores, la que en correlación con el
contenido de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado,
debe entenderse como la obligación del Estado de respetar la libertad de
los trabajadores, profesionales y empresarios, para organizarse en
defensa de sus intereses; asimismo, dicha garantía se refiere a que esas
organizaciones deben funcionar con verdadera democracia interna sin
que el Estado intervenga directa o indirectamente en la designación de
sus dirigentes; como la obligación de asegurar la representación
auténtica de los agremiados mediante elecciones directas y secretas, sin
aceptar presiones políticas o económicas; establecer un sistema objetivo
y eficaz para exigir responsabilidades a sus dirigentes y proscribir
cualquier tipo de sanciones por razones políticas o ideológicas; además,
da derecho a los sindicatos, y en general a todas las organizaciones
formadas por razón de ocupación o de trabajo, a actuar en la vida
pública para gestionar, frente al Estado y a la opinión pública, las
medidas generales o particulares que reclamen el bien común o el
interés profesional de sus agremiados y de recomendar las opciones
electorales que consideren más convenientes para los mismos, con la
limitante de actuar directamente en cuestiones políticas, principalmente
en las electorales, y respetar la libertad y los derechos de sus miembros.
Lo anterior da lugar a tres aspectos fundamentales en el derecho sindical
de cada trabajador, a saber: 1. Un aspecto positivo, que se traduce en la
facultad del trabajador para ingresar a un sindicato ya formado, o de
concurrir a la constitución de uno nuevo. 2. Un aspecto negativo, que
implica la posibilidad de no ingresar a un sindicato determinado y la de
no afiliarse a ninguno; y, 3. La libertad de separación o renuncia de
formar parte de la asociación. No obstante lo anterior, esa libertad no
abarca el derecho de los trabajadores para afiliarse a todas las
organizaciones sindicales que se constituyan en la dependencia a la que
pertenecen; ello, porque la conformación de un sindicato tiene por objeto,
entre otros, la defensa de los intereses comunes de los trabajadores que
podrían dar margen a conflictos con otras agrupaciones sindicales, para
obtener la prioridad en un contrato colectivo de trabajo o cualquier otro
diverso del mencionado; o bien, lograr mejoría de alguna otra índole; y
por lo mismo, no es admisible que trabajadores miembros de un
sindicato, puedan ser a su vez integrantes de otro en una misma
dependencia, ya que de aceptarse así, se daría lugar a pugnas
intergremiales o a choques de intereses encontrados entre esos dos
sindicatos, y al mismo tiempo, a que miembros de ambas agrupaciones,
estuvieran indistintamente con alguna de ellas, según les conviniera,
pues ello rompería con la armonía que debe reinar en dichas
agrupaciones, trascendiendo en perjuicio de la finalidad a que se refiere
el numeral 356 de la ley laboral.

31
DÉCIMO TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE
TRABAJO DEL PRIMER CIRCUITO.
Amparo en revisión 92/2009. Venancio Roberto Guadarrama
Gonzáles y otros. 6 de agosto de 2009. Unanimidad de
votos. Ponente: María del Rosario Mota Cienfuegos.
Secretaria: Erika Espinosa Contreras. 13
En la fracción XI, se señalan las bases mínimas sobre la que se organizará
la seguridad social, a través de los incisos a) al f). Esto está debidamente normado
por la ley del ISSTE, a través de los diversos seguros que proporciona esta
institución.
En la fracción XII, se señala la existencia del Tribunal Federal de
Conciliación y Arbitraje, como sede en donde se dirimen conflictos individuales,
colectivos e intersindicales de los trabajadores al servicio del estado. Este
mencionado tribunal no pertenece al Poder Judicial Federal, su naturaleza es
similar al de las Juntas Federales de Conciliación y Arbitraje que pertenecen al
poder Ejecutivo Federal. Su lugar de residencia es en la Ciudad de México dentro
del Distrito Federal y se encuentra integrado por ocho salas, en donde en cada
una encontramos a un magistrado representante de los trabajadores, un
magistrado representante del gobierno federal y un tercero que actúa como
presidente cuya función es la de dirimir controversias así como la de conciliar. Al
dirimir controversias se dictan laudos en colegiación; y una vez pronunciado un
laudo, el empleador o el trabajador podrán acudir al Poder Judicial Federal a
través de Amparo Directo.
Destaca en esta misma fracción el señalamiento de la competencia en el
Poder Judicial Federal del Consejo de la Judicatura Federal, que propiamente es
un tribunal dentro del propio Poder Judicial en donde se dirimen las controversias
de sus servidores públicos.
La fracción XIII, del indicado artículo 123 apartado B) ha sufrido reformas
actuales en el 2008 y en el año de 1999. Estas reformas se orientaron a normar
las relaciones de los trabajadores al servicio de las instituciones de seguridad

13
Tesis: I.13o.T.296 L, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época Tomo
XXXIII, Marzo de 2011, p. 2370

32
pública, creando un régimen de excepción, o si se prefiere de exclusión de los
servidores públicos que prestan sus servicios en las procuradurías generales de
justicia del país. Los servidores públicos en lo específico son designados como
agentes del Ministerio Público, peritos y miembros de las instituciones policiales de
la federación, el Distrito Federal, los estados y los municipios, quienes podrán ser
separados de sus cargos si no cumplen con los requisitos que las leyes vigentes
en el momento del acto señalen para permanecer en dichas instituciones
(requisitos de permanencia acreditables a través de exámenes de control de
confianza), o removidos por incurrir en responsabilidad en el desempeño de sus
funciones.
En la reforma del 2008 se ha llegado a señalar expresamente que si la
autoridad jurisdiccional resolviere que la separación, remoción, baja, cese o
cualquier otra forma de terminación del servicio fuera injustificada, el estado solo
estaría obligado a pagar la indemnización y demás prestaciones a que tenga
derecho, sin que en ningún caso proceda su reincorporación al servicio, cualquiera
que sea el resultado del juicio o medio de defensa que se hubiere promovido. Esta
disposición constitucional es rotunda y para su estudio tendrán que tomarse dos
puntos de referencia. En la Ley Federal del Trabajo ya existe, y es un concepto
común señalar que el patrón, cuando el trabajador gane un juicio por rescisión de
contrato, en donde se establezca el despido injustificado, tendrá el derecho de no
reinstalar a un trabajador de confianza, previo el pago de la indemnización
constitucional; y siguiendo este lineamiento, podríamos comparar, con todas las
reservas a los indicados servidores públicos como empleados de confianza del
apartado A), por lo que no resulta inusitado que al empleador le asista el derecho
a no reinstalar al servidor público que haya ganado un laudo.
Existe otro punto de referencia u óptica para tratar tal negativa de
reinstalación del servidor público que ganó un juicio, y aquí si resulta sumamente
discutible, e incluso contradictorio el que un trabajador, por ejemplo, un agente
policial que haya ganado un juicio de nulidad ante el Tribunal Federal de Justicia
Fiscal y Administrativa, del cual se hubiera declarado la nulidad del cese por vicios

33
acreditados, no sea reinstalado en su plaza, porque en tal caso se estaría
alterando el propio sentido del laudo o del juicio de nulidad.
El régimen de exclusión como se ve, es sumamente severo con los
trabajadores al servicio de instituciones de seguridad pública y que tengan la
denominación ya precisada; porque al ser separados, y ocurrir estos, bien sea al
Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje; o al Tribunal Federal de Justicia Fiscal
y Administrativa, y obtener laudo o sentencia que estableciera que el despido,
cese o separación en el cargo, fue injustificado o viciado, a lo único que tendría
derecho tal servidor público, sería a la indemnización constitucional, pero jamás, y
vuelvo a repetirlo para subrayarlo, jamás a la reincorporación o reinstalación de su
plaza.
El dispositivo Constitucional reformado, materia de este análisis trasciende
sustancialmente a otros preceptos legales y doctrinales, que hoy en día no han
quedado dilucidados.
Encontrarse frente a la normativa de los trabajadores al servicio del estado
se implica por definición, estar tutelados por el apartado B) del artículo 123
constitucional; pero en el momento en que a algunos de ellos se les excluya de tal
apartado, los conceptos de trabajador, de relación de trabajo o relación laboral y
régimen jurídico cambian totalmente. Hoy en día se señala categóricamente que
no existe relación de trabajo o relación laboral entre esos servidores públicos y el
estado, señalando que se trata de una relación administrativa denominada “acto
condición”14, institución francesa estudiada por los administrativistas. Debemos,
por otra parte, destacar la grave situación a la que se encontraría el servidor
público que no pueda ser reinstalado en su empleo, porque si bien esa separación
daría origen a la opción del trabajador de buscarse un nuevo empleo en cualquier
otra parte al tenor del artículo 5º de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos que consagra el derecho humano de libertad de trabajo; en el caso de
los peritos, agentes del ministerio público o policías la situación es diferente
porque al impedírseles su reincorporación a la plaza, esto produciría graves
consecuencias, según nuestra opinión, en virtud que el impedimento se volvería

14
Gabino Fraga, Manuel, Derecho Administrativo,48 ed., México, Porrúa, 2012, p.24

34
de carácter infamante ya que a nivel nacional, por medio de la tecnología de
comunicación electrónica, ese tipo de servidores públicos ya no podrían volver a
trabajar en ninguna institución de seguridad pública; y si sus estudios
profesionales los habían dirigidos a una meta específica como ser policías, peritos
o agentes ministeriales, no solo se acaba la carrera de ellos, sino que además
teniendo claros conocimientos de cómo actúa la delincuencia en nuestro país
formarán en algunos casos, como sucede actualmente, nuevas personas
desesperadas integrantes de la delincuencia organizada.
A continuación procederemos a establecer algunos puntos de orden teórico
a cerca de lo que es “acto condición”, con la finalidad de entender cuál es el status
jurídico de esas personas excluidas, y hasta donde puede trascender tal régimen.
Con base en los efectos jurídicos que producen los actos jurídicos Duguit
hace una clasificación en donde se encuentra incorporado el acto condición,
según el autor son “actos condición” aquellos actos necesarios para que una
situación jurídica general pueda ser aplicada a un caso individual, el significado de
esta expresión da a entender que el acto condiciona la aplicación de la norma
general15
Acto-condición es “todo acto que determina un individuo, de tal manera que
una norma jurídica que no le era anteriormente aplicable llega a serle, a todo acto,
a consecuencia del cual nace para un individuo un estatus que no tenía antes”16
A continuación citamos el criterio establecido en jurisprudencia en donde se
puede apreciar la aplicación del acto-condición.
Tesis 1ª/J
Primera sala
Semanario judicial de la Federación y su Gaceta Tomo XXXIII,
Enero 2011
Novena Época
Número de Registro 163055
Jurisprudencia Administrativa

POLICIA FEDERAL MINISTERIAL. LOS NOMBRAMIENTOS


DE SUS AGENTES NO SON CONTRATOS DE TRABAJO
SINO “ACTOS CONDICIÓN”

15
Ibidem, p.25
16
Borja Soriano, Manuel, Teoría General De Las Obligaciones,20 edición, México, Porrúa, 2006, p
89.

35
Los nombramientos a cargos públicos, como los de Policía
Federal Ministerial, representan actos administrativos
condicionados, también conocidos como “actos condición”, en
virtud de que sus investiduras no se concretan mediante un acto
unilateral (aunque sea discrecional) emitido por la persona
facultada para hacer la designación, pues no puede imponerse
obligatoriamente un cargo público a un administrado sin su
aceptación, ni tampoco se trata de un contrato, porque el
nombramiento no origina situaciones jurídicas individuales. Por
ende, se trata de actos diversos en cuya formación concurren las
voluntades del Estado y del particular que acepta el
nombramiento, cuyos efectos no son fijar derechos y
obligaciones recíprocas, sino condicionar la existencia del acto
administrativo del que deriva el cargo a las disposiciones legales
vigentes en las que se determinen abstracta e impersonalmente
derechos y obligaciones que les corresponden, de manera que
esta modalidad representa una expresión de la voluntad de la
administración pública mediante resolución, que se caracteriza
porque su validez o extinción se relaciona necesariamente con
acontecimientos futuros e inciertos que representan las
condiciones a las cuales se subordina tanto el valor como la
subsistencia del acto. Por tanto , los nombramientos de los
agentes policiales, siendo actos condición, jurídicamente no
pueden considerarse contratos de trabajo conforme a la fracción
XIII del apartado B) del artículo 123 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, que excluye a los miembros de
seguridad pública y policías de la aplicación de las normas que
rigen las relaciones del Estado con sus trabajadores, siendo esa
expulsión el fin constitucional perseguido con la introducción de
esa regulación, concretada mediante el decreto de reformas a la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos publicado
en el Diario Oficial de la Federación el 5de diciembre de 1960, en
cuya exposición de motivos se mencionó que era necesario
establecer bases constitucionales para un régimen protector de
los empleados al servicio del Estado en términos semejantes-no
iguales-a los previstos en el apartado A, por una parte, pero con
la precisión, por la otra, de que dicho estatus se haría la
exclusión expresa de cuatro grupos: militares, marinos,
miembros de los cuerpos de seguridad pública y el personal del
servicio exterior, lo que a la fecha permanece a pesar de las
17
reformas constitucionales posteriores.
La fracción XIII bis establece que el banco central, (Banco de México) y las
entidades de la Administración Pública Federal que formen parte del sistema
bancario mexicano, sus relaciones laborales con sus trabajadores se regirán por el
apartado B) del artículo 123 en comento, a continuación citaremos una tesis de
Jurisprudencia de la Décima Época, en la que se señala que los trabajadores de
confianza de sociedades nacionales crédito, tienen derecho al pago de

17
Tesis 1ª/J, Semanario judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, t XXXIII, Enero
2011, p 1035

36
indemnización constitucional por causa de cese injustificado, situación que no
ocurre con los trabajadores de confianza de la administración pública federal.
Tesis: PC.I.L. J/6 L (10a.)
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación Décima Época
Número de Registro 2007465
Plenos de Circuito
Libro 10, Septiembre de 2014, Tomo II
Pag. 1904 Jurisprudencia(Laboral)

TRABAJADORES DE CONFIANZA AL SERVICIO DE LAS


SOCIEDADES NACIONALES DE CRÉDITO, CON EXCEPCIÓN
DE LOS DIRECTORES GENERALES, TIENEN DERECHO A
EXIGIR EL PAGO DE INDEMNIZACIÓN, PERO NO LA
REINSTALACIÓN, CUANDO SEAN DESPEDIDOS
INJUSTIFICADAMENTE.
El derecho de los trabajadores de confianza de las sociedades
nacionales de crédito, con excepción de los Directores
Generales, al pago de una indemnización para el caso de que
sean despedidos injustificadamente, se encuentra previsto en el
artículo 4o. de la Ley Reglamentaria de la Fracción XIII Bis del
apartado B del artículo 123 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos; atendiendo al principio pro persona y
a la interpretación más favorable al trabajador, debe
considerarse que la circunstancia de que dicho precepto
establezca que los trabajadores de base tienen derecho a la
permanencia en el empleo y que cuando sean despedidos
injustificadamente podrán optar por la reinstalación o por el pago
de una indemnización, así como que los trabajadores de
confianza no tendrán derecho a la reinstalación, no desconoce el
derecho de estos últimos al pago de la indemnización, pues sólo
está limitando la forma en que debe ser reparado el daño
causado por el despido injustificado, excluyendo la reinstalación.
Por ello, esos trabajadores pueden legalmente exigir el pago de
una indemnización, pero no la reinstalación, cuando la sociedad
nacional de crédito correspondiente decida poner fin a la relación
de trabajo sin que exista alguna causa de cese prevista en el
artículo 20 de la ley secundaria invocada.
PLENO EN MATERIA DE TRABAJO DEL PRIMER
18
CIRCUITO.
En la fracción XIV, fracción última del artículo 123 apartado B) en comento,
establece que la ley determinara los cargos que serán considerados de confianza;
y que las personas que los desempeñen disfrutaran de las medidas de protección
al salario y gozarán de los beneficios de la seguridad social. Esta fracción tiene
diversos ángulos planteados en múltiples controversias; toda vez que en la Ley
Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, en su artículo 5º se define a
los trabajadores de confianza, y en lo específico en la fracción II de tal precepto,

18
Tesis: PC.I.L. J/6 L (10a.), Gaceta del Semanario Judicial de la Federación Décima Época, t II,
Septiembre de 2014, p. 1904

37
incisos a) al l) se señalan quienes son trabajadores de confianza dentro de la
administración pública federal; empero este precepto constitucional ha tenido
diversas interpretaciones dadas por la Suprema Corte Justicia de la Nación y
tribunales colegiados en tesis y jurisprudencias; puesto qué se ha señalado que el
trabajador de confianza queda definido no por el nombre o denominación de su
plaza, sino que por las funciones que desempeña; pero en diversos litigios, para
definir una plaza de confianza se ocurre a los catálogos generales de puestos o
plazas de la administración pública, en donde aparecen las plazas como de
confianza aunque resulte que las funciones de quien tiene esa plaza no lo sean.
En tal virtud esto genera diversos criterios, unos favorables y otros desfavorables
para el servidor público litigante.
El tema del empleado de confianza, es un argumento complejo, en donde
no pueden aplicarse criterios simplistas para determinar que una plaza es de
confianza solo porque así se le denomina en una ley ordinaria, ya que si bien esto
sería aplicable a todos los directores generales, directores de área, jefes de
departamento, subjefes o bien secretarios particulares de un oficial mayor podría
aplicarse tal criterio a otros funcionarios de menor rango que desempeñan
funciones que son claramente de confianza v.gr, si se considera trabajador de
confianza en la administración pública quien realice funciones de inspección,
vigilancia o fiscalización, tal función se podría extender inclusive a un modesto
servidor público vigilante o bien a cualquier servidor público al cual se le señalen
funciones de vigilancia aunque realmente no sea un vigilante.
Con motivo de la vigencia de la Ley General del Sistema de Seguridad
Pública, que se publicó en el régimen del Presidente Calderón publicado en el
Diario Oficial el 2 de enero del 2009, se definen en esta ley como empleados de
confianza, a aquellos que presten sus servicios en instituciones policiales aunque
no sean policías. Se piensa que existe otra ley que alude a los empleados de
confianza como sería el caso de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la
República en su artículo 13 fracción III; pero propiamente hablando aquí la
definición de tal empleado es sumamente precaria toda vez que, según tal ley, son
empleados de confianza aquellos que no sean agentes del Ministerio Público de la

38
Federación, peritos ni Agentes Federales de Investigación, ni tampoco empleados
de base. De tal suerte que aquí por exclusión se define al empleado de confianza;
en otras palabras, son empleados de confianza ‘todos los demás’; otra disposición
en donde se trata el argumento es la Ley del Servicio Profesional de Carrera en la
Administración Pública Federal, publicada en el Diario Oficial de la Federación el
10 de abril del 2003, quien define a los servidores públicos de carrera y que un
capitulo posterior ahondaremos en este tema.

39
CAPÍTULO III
SITUACIÓN JURÍDICA DE LOS TRABAJADORES DE BASE Y DE LOS
TRABAJADORES DE CONFIANZA AL SERVICIO DEL ESTADO EN EL
SISTEMA JURÍDICO MEXICANO.
La definición legal de trabajador al servicio del estado se encuentra en el artículo 3
de la ley reglamentaria del apartado “B” del artículo 123 constitucional al señalar
que:
“Artículo 3.- Trabajador es toda persona que preste un servicio físico, intelectual o
de ambos géneros, en virtud de nombramiento expedido o por figurar en lista de
raya de los trabajadores temporales.”
El trabajador desempeña una actividad física o material, intelectual o
ambas; según, el maestro Mario de la Cueva debemos entender a los trabajadores
al servicio del estado como los que desempeñan las funciones propias de este
ente, en otras palabras, las actividades que no pueden ser cumplidas sino por la
organización nacional, siendo todos aquellos trabajadores que sirven como
instrumentos a través de los cuales se realizan las funciones de los órganos
titulares del poder público19.
Según la opinión de José Dávalos los trabajadores al servicio del estado
son todas aquellas “personas físicas que prestan sus servicios en la realización de
la función pública, de manera temporal, bajo subordinación del titular de una
dependencia o de su representante y en virtud de un nombramiento expedido por
la autoridad competente o por figurar en listas de raya de los trabajadores
temporales”20
Desde nuestro punto de vista los presentes conceptos de los trabajadores
al servicio del estado de los investigadores son limitativos y probablemente
demasiados genéricos a su vez, por ello preferimos aceptar una definición, que
según nosotros nos parecería más completa, nos referimos a la expresada por el
maestro Morales Paulin quien los define como “toda persona física que presta un
servicio físico, intelectual o de ambos géneros a un órgano del estado
independientemente de la situación que le es aplicable, y que asume una relación

19
De La Cueva, Mario, El Nuevo Derecho Mexicano del Trabajo, 3ª ed, México, Porrúa,1978,
p.545
20
Dávalos Morales, José, Derecho del Trabajo, 4ª ed., México, Porrúa, 1992, p5

40
jurídica laboral por virtud de un nombramiento expedido por la autoridad
competente, por figurar en las listas de raya, de trabajadores temporales para obra
determinada o por tiempo fijo, por asumir tal relación laboral conforme a lo
establecido en las condiciones generales de trabajo, o su equivalente21
El maestro Roberto Báez Martínez considera en su obra del derecho del
trabajo que: “la función pública la constituyen las tareas burocráticas, las cuales
implican una relación laboral, por ello, sería de considerarse que cuando el común
de la gente generaliza, al emitir sus juicios respecto de la burocracia, tiene razón,
porque se trata de un todo homogéneo, no obstante la aparente diversidad de
regímenes que le son aplicables, inclusive la distinción existente según los niveles
jerárquicos que la caracterizan; por lo tanto, en el derecho burocrático tendría
aplicación, la insuperada teoría integral del derecho del trabajo”22
Después de haber hecho una panorámica de las varias definiciones sobre
trabajadores al servicio del estado, hemos decidido conceptualizarlos en el sentido
de considerar a los trabajadores al servicio del estado como: “todas aquellas
personas que prestan una actividad física, intelectual o de ambos géneros en la
realización de la función pública, asumiendo una relación jurídico- laboral, en
virtud de un nombramiento estatal”.
En la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, en su artículo
4º se clasifican a los trabajadores de este tipo en dos grupos, de confianza y de
base:
“Artículo 4.- Los trabajadores se dividen en dos grupos de confianza y de
base”
Sin embargo, debemos de observar, tal y como señalamos en el capítulo
anterior, que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no
establece quienes serán considerados como trabajadores de confianza,
limitándose únicamente a afirmar que dichos trabajadores disfrutarán de las
medidas de protección al salario y de los beneficios de la seguridad social
conforme a la fracción XIV del apartado “B” del artículo 123 constitucional.

21
Morales Paulín, Carlos, Derecho Burocrático, México, Porrúa, 1995, p77
22
Báez Martínez, Roberto, Derecho del Trabajo, México, Sista, 1989, t I, p 97

41
Sobre tal punto transcribimos el criterio de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, en donde se puede apreciar la posición por la cual nuestro H. Tribunal
ha optado en relación con los trabajadores de confianza.
Tesis: 2a./J. 204/2007
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Novena Época
Número de Registro 170892
Segunda Sala
Tomo XXVI
Noviembre de 2007
Pág. 205
Jurisprudencia(Constitucional, Laboral)
TRABAJADORES DE CONFIANZA AL SERVICIO DEL
ESTADO. AUNQUE NO GOZAN DEL DERECHO A LA
ESTABILIDAD EN EL EMPLEO, EL ARTÍCULO 123,
APARTADO B, FRACCIÓN XIV, DE LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, LES
OTORGA DERECHOS DE PROTECCIÓN AL SALARIO Y DE
SEGURIDAD SOCIAL.
El artículo 123, apartado B, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos establece, en sus diversas
fracciones, los derechos que tienen los trabajadores al servicio
del estado, así como las normas básicas aplicables a las
relaciones de trabajo que serán materia de regulación
pormenorizada a través de la ley reglamentaria correspondiente.
Asimismo, clasifica a dichos trabajadores en dos sectores: de
base y de confianza. Ahora bien, la fracción XIV del referido
artículo constitucional, al prever expresamente que la ley
determinará los cargos que serán considerados de confianza y
que quienes los desempeñen disfrutarán de las medidas de
protección al salario y de seguridad social, limita algunos de sus
derechos como el relativo a la estabilidad o inamovilidad en el
empleo previsto en la fracción IX, los cuales reserva para los
trabajadores de base. Sin embargo, tales limitaciones son
excepcionales, pues los trabajadores de confianza tienen
reconocidos sus derechos laborales en la aludida fracción XIV,
conforme a la cual gozarán de los derechos derivados de los
servicios que prestan en los cargos que ocupan, esto es, de la
protección al salario, que no puede restringirse, así como la
prerrogativa de obtener el pago de prestaciones como aguinaldo
y quinquenio, además de todos los derivados de su afiliación al
régimen de seguridad social, dentro de los cuales se incluyen,
entre otros, seguros de enfermedades y maternidad, de riesgos
de trabajo, de jubilación, de retiro, por invalidez, servicios de
rehabilitación, préstamos para adquisición de casa, entre otros.
Amparo directo en revisión 813/2003. Arturo Eduardo Cervantes
y Cervantes. 8 de agosto de 2003. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Juan Díaz
Romero. Secretaria: Sofía Verónica Ávalos Díaz.
Amparo directo en revisión 214/2006. José María T. Espinoza
Garibay. 12 de mayo de 2006. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: Guillermo
I. Ortiz Mayagoitia. Secretaria: Aída García Franco.

42
Amparo directo en revisión 1165/2006. Miguel Ángel Melchor
Martínez. 25 de agosto de 2006. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: Sergio
Salvador Aguirre Anguiano; en su ausencia hizo suyo el asunto
Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretario: Arnulfo Moreno Flores.
Amparo directo en revisión 1190/2007. Georgina Batres Murillo.
22 de agosto de 2007. Cinco votos. Ponente: Genaro David
Góngora Pimentel. Secretario: Javier Arnaud Viñas.
Amparo en revisión 436/2007. Comité Ejecutivo del Sindicato de
Trabajadores del Instituto Federal Electoral. 19 de septiembre de
2007. Cinco votos. Ponente: José Fernando Franco González
Salas. Secretaria: Maura Angélica Sanabria Martínez.
Tesis de jurisprudencia 204/2007. Aprobada por la Segunda Sala
de este Alto Tribunal, en sesión privada del diecisiete de octubre
23
de dos mil siete.

3.1. RELACIÓN DE TRABAJO


En opinión de Miguel Cantón Moller el trabajo es: “toda actividad humana,
intelectual o material, independientemente del grado de preparación técnica
requerida para cada profesión u oficio, que ofertada en el mercado laboral, y al
subordinarse, percibe por esos servicios una contraprestación, creándose con ello
una relación jurídica entre las partes, en el caso que nos ocupa trabajador-
Estado”24
La relación de trabajo “se da a favor de otro bajo la dependencia de ésta, en
forma voluntaria y mediante el pago de una remuneración cualquiera que sea el
acto que le de origen, vinculación fáctica entre el empleador, y el dependiente, con
prestación de trabajo, que tiene vigencia aun cuando no se haya producido el
pago inmediato de la retribución”25
En su opinión Mario de la Cueva considera que la relación de trabajo en
definitiva es: “una situación jurídica objetiva, que se crea entre el trabajador y un
patrón por la prestación de un trabajo subordinado, cualquiera que sea el acto o la
causa que le dio origen, en virtud de la cual se aplica al trabajador el estatuto
objetivo, integrado por los principios , instituciones y normas de la declaración de

23
Tesis: 2a./J. 204/2007, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, t
XXVI, Noviembre de 2007, p. 205
24
Cantón Moller, Miguel, Derecho Individual del Trabajo Burocrático, México, Cárdenas Editor,
2002, p.121
25
Valle Martínez, María Laura. Diccionario Jurídico. 3ª ed, Buenos Aires, Valleta, 2004, p.120

43
los derechos sociales, de la ley de trabajo, de los convenios internacionales, de los
contratos colectivos y contratos ley y de sus normas supletorias”26
De lo anterior resultaría que la relación de trabajo deviene de la prestación
de un trabajo subordinado constituyéndose entre el patrón- estado y el trabajador.
Tal y como menciona el maestro Dávalos, existen diversas formas para
constituir una relación de trabajo, “cualquiera que sea el acto que le dio origen a
una de estas formas, la más común, es el contrato”27
Basta que se preste el servicio para que se dé la relación laboral, esto
quiere decir, que puede darse una relación de trabajo sin que exista previamente
un contrato de trabajo, pero no al contrario.
El contrato de trabajo es una figura autónoma que no se identifica con
ningún contrato nominado o innominado del derecho civil en virtud de que el así
llamado ‘derecho social’ se desvinculó del derecho privado obteniendo una propia
autonomía. En este caso el servicio o trabajo es personal, esto quiere decir que se
trata de aquellos servicios de un ser humano a otra persona física o jurídica en
donde se contrata el esfuerzo personal físico, intelectual o ambos y sus
resultados, pero no la misma persona del trabajador; esta prestación debe ser
subordinada, esto es, que el que desempeña el trabajo deberá de cumplir las
instrucciones o direcciones de su empleador en el lugar y en la oportunidad que él
señale a cambio del pago de una remuneración denominada salario.
La legislación laboral, específicamente en el artículo 20 de la Ley Federal
del Trabajo establece:
“Artículo 20.- La relación de trabajo, es cualquiera que sea el acto que le de
origen a la prestación de un trabajo personal, subordinado a una persona,
mediante el pago de un salario”
En este orden de ideas, para que exista una relación de trabajo, serán necesarios
varios requisitos:
 Deberá existir una prestación de un servicio personal

 Sin que resulte importante el acto que le haya dado origen

 Debe de ser de carácter subordinado (patrón- trabajador)


26
De La Cueva, Mario, op. cit., nota 21, p158
27
Dávalos Morales, José. Tópicos Laborales, 3ª, México, Porrúa, 1992, p187.

44
 Debe de ser remunerado

El maestro Néstor de Buen opina al respecto “La relación jurídica es un


derecho básico de todos los contenidos jurídicos y no así un derecho subjetivo” 28.
Tomando en consideración tales ideas, para que nazca la relación de
trabajo se requiere la existencia de un vínculo en la relación, trato o comunicación
entre el trabajador y el estado, siendo el primero quien presta una actividad
humana, un esfuerzo físico, intelectual o ambos, personal subordinado a una
institución pública, federal, estatal o municipal, a cambio de un salario retribuido
por parte de la dependencia pública que lo ejecuta, logrando la creación de
satisfactores para ambas partes, engendrándose así una situación jurídica
permanente y general, por lo que de la naturaleza de las relaciones se desprende
el acto que le da origen.
Sin embargo en el artículo 2 de la Ley Federal de los Trabajadores al
Servicio del Estado se establece lo siguiente:
“Artículo 2.- Para los efectos de esta ley, la relación jurídica de trabajo se entiende
establecida entre los titulares de las dependencias e instituciones citadas y los
trabajadores de base a su servicio. En el poder legislativo los órganos competentes de
cada cámara asumirán dicha relación”.

Como se puede apreciar en dicho ordenamiento no se define la relación de


trabajo, solo se concreta al señalarse que se entiende como tal la establecida
entre los titulares de las dependencias del estado y los trabajadores de base,
desconociéndose e ignorándose el vínculo existente respecto a los trabajadores
de confianza, interinos, eventuales así como también los incluidos en la lista de
raya con el estado, no obstante estos desempeñen una actividad humana, un
esfuerzo físico o intelectual, personal que se encuentra claramente subordinado a
una institución pública federal, estatal o municipal, a cambio de un salario y que
además tienen derecho a la protección que les concede la ley fundamental, lo cual
resulta claramente, según nuestra opinión, una injusticia y una violación a los
preceptos de nuestra constitución.

28
De Buen Lozano, Néstor, Derecho del Trabajo, 10ª ed, México, Porrúa, 1994,Tomo I, p.535

45
De lo anterior resulta que confrontándose tal disposición con los artículos de
la Ley Federal del Trabajo (supletoria de la Ley Federal de los Trabajadores al
Servicio del Estado) emergen algunas diferencias:
 La Ley Federal del Trabajo reconoce la relación de trabajo como una
prestación de un servicio subordinado a cambio de una remuneración,
tanto para trabajadores de base, como de confianza.

 Diferentemente la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del


Estado considera que la relación de trabajo se acredita con el
nombramiento y únicamente se reconoce entre el estado y los
trabajadores de base excluyéndose a los trabajadores de confianza.

3.2. EFECTOS DE LA RELACIÓN DE TRABAJO


El maestro Miguel Acosta Romero en su obra de Derecho Burocrático Mexicano,
señala dos tipos de efectos de la relación de trabajo
3.2.1 EFECTOS PRINCIPALES DE LA RELACIÓN DE TRABAJO
a) Respecto al trabajador.
Se considera que el trabajador se pone a disposición del estado y que este último
utilice los servicios o prestaciones establecidos en la ley burocrática y en el
nombramiento.
b) Por parte del estado.
El estado permite que el trabajador desempeñe su empleo con la finalidad de que
pueda mantener a su familia y se permita el desarrollo del bien común además
que tendrá la facultad de exigirle al empleado el desempeño de las funciones de
las que se encuentra obligado a desempeñar. El incumplimiento por parte del
trabajador de su actividad generará una responsabilidad que el estado se
encontraría facultado a exigir.
3.2.2 EFECTOS SECUNDARIOS DE LA RELACIÓN DE TRABAJO
DE LOS TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO.
Sobre tal aspecto nos referimos a las prestaciones que el trabajador se hace
acreedor por el simple hecho de ingresar al servicio del estado y dentro de las
mismas podemos incluir.

46
a) La rendición de protesta de cumplir la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, al momento de entrar en
función.

b) Ejercer los servicios personales que implica el cargo.

c) Residir en el lugar donde se llevarán a cabo dichos servicios.

d) El respeto de la obediencia jerárquica.

e) Guardar respeto a sus superiores e inferiores y comportarse de acuerdo a


las normas sociales de decoro.

f) Respetar la confidencialidad de los datos, informes y conocimientos que


llegue a obtener al prestar el servicio evitando de revelarlos por motivo de
indiscreciones o para obtener un beneficio económico o simplemente de
notoriedad.

g) Debe prestar a su trabajo el cuidado, atención y eficiencia como un buen


padre de familia para el buen funcionamiento de la administración pública.

h) Respeto y lealtad a la nación mexicana.

3.3. DEL NOMBRAMIENTO


El nombramiento es el informe que mediante documento se designa a una
determinada persona para que desempeñe algún trabajo en una dependencia o
institución del estado, se puede decir que es aquella declaración de la autoridad
que formaliza la relación laboral entre el estado y sus trabajadores.
Sin embargo cabe aclarar, que no solamente el nombramiento es la prueba
documental que comprueba una relación de trabajo con el estado, sobre tal
aspecto el investigador Carlos Reynoso nos expresa que “en algunas ocasiones la
jurisprudencia ha establecido que tal documento (el nombramiento) no
necesariamente es suficiente para acreditar en juicio la existencia de dicha
relación laboral29 declarando además que “sería necesario que efectivamente

29
Reynoso Castillo, Carlos, Curso de Derecho Burocrático, 2ª ed, México, Porrúa,1999, pág. 63

47
dicho nombramiento llegue a ser ejecutado causando la existencia de una efectiva
existencia de un trabajo personal y subordinado”30
Por otro lado, la ley burócrata, nos da otra opción para que un trabajador
pueda comprobar la relación laboral con el estado, y es la de aparecer en las listas
de raya de trabajadores temporales, por obra determinada o por tiempo fijo. Tal
hecho serviría como prueba para demostrar la existencia de una relación de
trabajo con el estado mexicano sin que llegara a existir nombramiento alguno.
El autor Carlos Reynoso señala que otra forma en la que se puede
comprobar una relación laboral entre el estado y sus trabajadores es tomando en
cuenta la subordinación que puede desprenderse del artículo 44, fracción I de la
ley aplicable a los trabajadores del estado, al señalarse que el trabajo será
considerado existente al sujetarse el trabajador a la dirección de sus jefes.”31
Sobre el argumento la jurisprudencia ha efectuado varias aclaraciones y
sobre tal punto, vale la pena citar la siguiente tesis aislada de la octava época.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo V- Segunda Parte Enero Junio de 1990
Octava época
Pág 511
226215
Tesis Aislada (Laboral)
Tribunales Colegiados de Circuito
TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO. LA FALTA DE
NOMBRAMIENTO Y LA NO INCLUSION EN LAS LISTAS DE
RAYA, NO DETERMINA LA INEXISTENCIA DE RELACION DE
TRABAJO, TRATANDOSE DE.
El artículo 3o. de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio
del Estado, establece que trabajador es toda persona que presta
un servicio físico, intelectual o de ambos géneros, en virtud de
nombramiento expedido o por figurar en las listas de raya de los
trabajadores temporales; sin embargo, la falta de nombramiento
o el hecho de que no aparezca en las listas de raya no determina
necesariamente la inexistencia de relación de trabajo entre el
prestador del servicio y los titulares de las dependencias o
instituciones del Estado, si de otros elementos de prueba se
advierte la existencia del vínculo laboral.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO
32
DEL PRIMER CIRCUITO.
Sin embargo la presente tesis fue superada por existir un problema de contradicción como veremos
a continuación.
Tesis: 2a./J. 76/98

30
Idem
31
Ibidem, pág. 66
32
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Octava Época, t V- Segunda Parte Enero
Junio de 1990 p 511

48
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Novena Época
195426
Segunda Sala
Tomo VIII, Octubre de 1998
Pág. 568
Jurisprudencia(Laboral)
TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO. SI
DEMUESTRAN QUE HAN VENIDO PRESTANDO SERVICIOS
A LA DEPENDENCIA ESTATAL POR DESIGNACIÓN VERBAL
DEL TITULAR, TIENEN ACCIÓN PARA DEMANDAR LA
EXPEDICIÓN DEL NOMBRAMIENTO O SU INCLUSIÓN EN
LAS LISTAS DE RAYA Y, EN SU CASO, TODAS LAS DEMÁS
ACCIONES CONSECUENTES.
Esta Suprema Corte ha establecido que la relación jurídica entre
el Estado y sus servidores es sui generis, pues aunque se
equipara a la laboral, no puede, válidamente, confundirse
totalmente con ella por varias razones, entre las que sobresalen
la naturaleza imperativa del estado y la clase del acto jurídico
que genera la relación, pues tanto el nombramiento como la
inclusión en listas de raya, según establece el artículo 3o. de la
Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado,
constituyen la condición que permite, que al individuo designado
se le apliquen automáticamente una serie de disposiciones
generales que le atribuyen una determinada situación jurídica
fijada de antemano en cuanto al tipo de su puesto o cargo, sus
obligaciones y derechos, la forma de su desempeño, la
temporalidad de sus funciones, las protecciones de seguridad
social y otros conceptos más, puesto que su entrada como
servidor del estado está regulada en el presupuesto de egresos;
de lo anterior se infiere la importancia que tiene el nombramiento
(o la inclusión en las listas de raya) a que se refiere el citado
artículo 3o., así como el artículo 15 del mismo ordenamiento, que
establece los requisitos que debe contener el nombramiento. No
obstante lo anterior, cuando el titular de la dependencia o el
autorizado legalmente para ello, designa a una persona para
desempeñar un puesto de manera verbal o sin llenar las
formalidades necesarias, tal situación irregular no debe
perjudicar al servidor ni conducir al desconocimiento de la
existencia de esa relación de trabajo con el estado, por lo cual,
conforme a los principios deducidos del artículo 123, apartado B,
constitucional y a los artículos 43, 118, 124 y demás relativos de
la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, el
servidor tiene acción para demandar la expedición del
nombramiento o la inclusión formal en las listas de raya,
pudiendo demostrar los extremos de su acción con cualquier
medio de prueba; sólo entonces, demostrado el nombramiento,
procederán, en su caso, las demás acciones que el servidor
pueda tener.
CONTRADICCIÓN DE TESIS 96/95. Entre las sustentadas por el
Tercer y el Séptimo Tribunales Colegiados en Materia de Trabajo
del Primer Circuito. 29 de abril de 1998. Unanimidad de cuatro
votos. Ausente: Mariano Azuela Güitrón. Ponente: Sergio
Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: José Carlos Rodríguez
Navarro.

49
Tesis de jurisprudencia 76/98. Aprobada por la Segunda Sala de
este Alto Tribunal, en sesión pública de veintinueve de abril de
33
mil novecientos noventa y ocho.
Con fundamento en las tesis citadas llegamos a la conclusión que el
nombramiento no resulta ser la única forma de constitución de un vínculo laboral
con el estado, siendo aplicables otros elementos como la subordinación, el
encontrarse su nominativo en las listas de raya por un trabajo de tiempo
determinado y todos aquellos aspectos que probarán la existencia una relación
laboral con el patrón – estado; sin embargo, como ya vimos anteriormente, fue
necesario superar este criterio con la finalidad de garantizar seguridad jurídica al
trabajador, situación por la cual en materia laboral burocrática existen varias
posiciones en materia.
Sobre el nombramiento, la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del
Estado, dedica algunos artículos, iniciando con el numeral 3, en donde se dice que
el trabajador será considerado aquel que preste servicio físico, intelectual o ambos
y el puesto será obtenido por nombramiento.
En la misma línea, el artículo 12 de la ley en comento, nos señala que el
trabajador prestará sus servicios por medio de un nombramiento, el cual deberá
ser expedido por un servidor o funcionario facultado para ellos.
3.3.1 ELEMENTOS DEL NOMBRAMIENTO
Los elementos que debe de contener el nombramiento según la Ley Federal de los
trabajadores al Servicio del Estado son los siguientes:
I. Nombre, nacionalidad, edad, sexo, estado civil y domicilio.

II. Los servicios que deban prestarse, que se determinaran con la mayor
precisión posible.

III. El carácter del nombramiento ya sea definitivo, interino, provisional, por


tiempo fijo o por obra determinada.

En este supuesto debemos de entender como:


a. Nombramiento definitivo.- Aquel en el que las labores son
permanentes o tiempo indeterminado.
33
Tesis: 2a./J. 76/98, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, t VIII,
Octubre de 1998, p 568

50
b. Nombramiento interino.- Este nombramiento se otorga cuando
existen plazas vacantes temporales, que no excedan de seis
meses.

c. Nombramientos provisionales.- Este tipo de nombramientos se


dan cuando se deban de ocupar vacantes temporales mayores a
seis meses

d. Nombramiento de tiempo fijo.- Son los nombramientos que


establecen la fecha de cuando se terminara el trabajo a realizar

e. Nombramiento por obra determinada.- Este tipo de


nombramientos determinan las tareas precisas y por su
naturaleza no son permanentes, su duración deriva del tiempo
necesario para que se lleve a termine la obra señalada.

IV. La duración de la jornada de trabajo

V. El sueldo y demás prestaciones que habrá de percibir el trabajador

VI. El lugar en que prestará sus servicios.

3.3.2 ACEPTACIÓN DEL NOMBRAMIENTO


El artículo 18 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado
establece:
“Artículo 18.- El nombramiento aceptado obliga a cumplir con los deberes
inherentes al mismo y a las consecuencias que sean conformes a la ley, al uso y a
la buena fe”
Con el nombramiento se obtienen derechos para los trabajadores de base,
sin embargo, para los de confianza no, a excepción de la protección al salario y a
la seguridad social. Dentro de los derechos de los trabajadores de base
encontramos: la estabilidad en el empleo, derecho a un salario, derecho a
vacaciones, descanso semanal, derecho al ascenso, derecho a la sindicalización,
derecho a premios y recompensas, derecho a huelga, derecho a la seguridad
social y derecho a hacer valer sus pretensiones mediante acción legal ante el
Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje.

51
En cuanto al nombramiento para los trabajadores de confianza, el profesor
Acosta Romero34 nos dice que deben contener en su mayoría los datos que
existen en el caso del empleado de base dependiendo obviamente del cargo del
trabajador.
3.4 DE LOS TRABAJADORES DE BASE
Los trabajadores de base se caracterizan por ser considerados inamovibles,
este beneficio o derecho se adquiere después de los seis meses de servicio y la
única forma para cesarlos será por una causa justa.
El autor Manuel Mora Rocha35, realiza una clasificación de los trabajadores
de base, tomando en cuenta dos puntos: las listas de raya y el nombramiento.
Clasificación que se muestra a continuación:

Aparecen en Obra determinada son retribuidos


lista de raya en efectivo, en
una orden de
pago
Tiempo fijo
Trabajadores
de Base
Por Nombramiento Definitivo
Son retribuidos
Interino mediante
cheque
expedido por
Provisional la Tesorería
de la
Por tiempo fijo Federación o
depósito

Como se puede observar, después de verificar que un trabajador es de


base, se tiene que establecer en que categoría cae, si en las listas de raya o si
cuenta con algún nombramiento, posteriormente se debe constatar de qué tipo de
34
Acosta Romero, Miguel. op cit., nota 14, p.266
35
Mora Rocha, Manuel, Elementos Prácticos del Derecho del Trabajo Burocrático, México, Porrúa,
1992 pág.59

52
trabajador se trata, por obra determinada, de forma interina, o por cualquier otra
que se señale en el esquema anterior.
Ahora bien, el mismo autor Manuel Mora Rocha, nos dice que “la diferencia
entre estos preceptos (listas de raya y nombramiento) estriba en un aspecto
puramente presupuestal; en la forma del sueldo con que sea remunerado”36, tal y
como se muestra en el esquema anterior.
Para este tipo de trabajadores, es aplicable la Ley Federal de los
Trabajadores al Servicio del Estado
3.4.1 CONDICIONES GENERALES DE TRABAJO
Las condiciones generales de trabajo37 en ningún caso podrán ser inferiores
a las fijadas en la ley laboral burocrática, ya que son considerados irrenunciables
los derechos laborales burocráticos, por lo que en ningún caso el cambio de
funcionarios de una dependencia podrá afectar los derechos de sus trabajadores
como lo son el salario, jornada de trabajo, días de descanso, vacaciones,
aguinaldo, maternidad y las demás condiciones derivadas del marco normativo
aplicable.
El autor Carlos A. Morales Paulín citando a Héctor Santos Azuela nos
señala tres puntos considerados como efectos que se busca con las condiciones
generales de trabajo y apunta:
“En primer término las condiciones de naturaleza individual
destinadas a garantizar a cada trabajador un nivel económico digno
que le permita subsistir en el orden material e intelectual; se
comprenden también; las disposiciones destinadas a la preservación
de su vida y su salud, como ejemplo la jornada máxima de trabajo
Una segunda categoría de naturaleza colectiva que pretende
garantizar la seguridad de los trabajadores en forma general,
mediante medidas preventivas de la existencia y de la salud.
La tercera… también colectiva se integra con las disposiciones que
garantizan conjuntamente a los trabajadores el disfrute de

36
Ibidem, p. 65.
37
Bolaños Linares, Rigel, Curso de Derecho ,2ª ed, México, Porrúa,.2006, pp 163-166

53
prestaciones sociales como bibliotecas, centros recreativos o de tipo
asistencia”38
El maestro Carlos Reynoso Castillo39 menciona que las condiciones
generales de trabajo se asemejan a un contrato colectivo de trabajo ya que de
ellos emanan derechos y obligaciones para las partes en la relación laboral, pero
también señala que dichos documentos tienen sus diferencias, y algunas de ellas
se podrían identificar en este modo:
- El periodo en que se revisan. Las condiciones generales de trabajo se
revisan aproximadamente cada tres años, mientras que el contrato
colectivo, tratándose de salarios, puede ser cada año y de forma
completa cada dos años.

- En cuanto a su creación. En las condiciones generales de trabajo no


existe una negociación entre las partes en un inicio, mientras que en el
contrato colectivo, se pueden obtener mayores ventajas causando
presiones al patrón mediante la huelga con la finalidad de que se llegue
a una negociación.

- En cuanto a las objeciones que se podrían formular. Las condiciones


generales de trabajo pueden objetarse respecto a su contenido y ello se
puede realizar ante el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje en
modo individual porque en el contrato colectivo no existe esta acción
legal.

Con base en lo anterior consideramos que en las condiciones generales de


trabajo no existe una negociación tangible entre el estado y sus trabajadores, pero
a través de los años los sindicatos han podido alcanzar metas en cuanto a
mayores pretensiones, ya que en algunos casos estas condiciones generales son
creadas con opinión de los sindicatos y sobretodo, que son tomadas en cuenta por
el titular de la dependencia o institución tratando de asemejarse lo más posible a
un contrato colectivo de trabajo .

38
Morales Paulín, Carlos Axel, op cit, nota 23, p 155.
39
Reynoso Castillo, Carlos, op cit, nota 30, pp 127 y 128

54
3.4.2. EL SALARIO
El salario se debe de entender como la retribución, que debe de pagar el
patrón- estado al trabajador por su actividad laboral, el cual está integrado con los
pagos hechos en efectivo, gratificaciones, percepciones, habitación, primas,
comisiones, prestaciones en especie y cualquiera otra cantidad o prestación que
se le entregue al trabajador por su trabajo como por ejemplo bonos de despensa.
En la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado se establece que
el salario o sueldo que se asigna en los tabuladores regionales para cada puesto,
constituye el sueldo total que debe pagarse al trabajador a cambio de los servicios
prestados, sin perjuicio de otras prestaciones ya establecidas; aclarando que los
niveles de sueldo del tabulador que consignen sueldos equivalentes al salario
mínimo deberán incrementarse en el mismo porcentaje en que aumente este.
El sueldo o salario es uniforme para cada uno de los puestos consignados en
el Catálogo General de Puestos del Gobierno Federal y se fijará en los
tabuladores regionales, quedando comprendidos en el Presupuesto de Egresos,
por lo que la cuantía del salario no podrá ser disminuido durante la vigencia de
este, tal y como lo señale en el capítulo anterior.
3.4.3 DE LA JORNADA DE TRABAJO
La jornada de trabajo es el tiempo durante el cual los trabajadores burocráticos
están a disposición del patrón, que en este caso es el estado para prestar su
trabajo, la cual puede ser diurna, que es la que comprende el tiempo que va de las
seis a las veinte horas y cuya duración será de ocho horas; una jornada nocturna,
que se desarrolla de las veinte horas a las seis horas, estableciéndose que la
duración máxima de este horario será de siete horas y por último, la jornada que
podríamos llamar mixta, que es aquella que comprende periodos de tiempo de las
jornadas diurna y nocturna, siempre que el periodo nocturno abarque menos de
tres horas y media ya que en caso contrario sería considerada como una jornada
nocturna y por lo tanto la duración máxima de esta jornada será de siete horas y
media.
Cuando por circunstancias especiales deban aumentarse las horas de jornada
máxima, el trabajo realizado será considerado como extraordinario y nunca deberá

55
de exceder de tres horas diarias ni tres veces consecutivas, debiendo ser
remunerado con un cien por ciento más del salario asignado a las horas de
jornada ordinaria.
El maestro Bolaños Linares señala que esto no sucede en realidad, ya que
todos aquellos que hayan sido trabajadores al servicio del estado saben que las
jornadas pueden prolongarse más allá de lo permitido por el marco normativo y
considera además inverosímiles las condiciones en las que laboran los
trabajadores al servicio del estado ya que por lo general los mismos son guiados
sobretodo por un cariño especial que los une a su fuente de trabajo viendo en ella
una posibilidad real de ofrecer sus servicios para el engrandecimiento de México
considerándose como proyecto de vida ir escalando posiciones dentro del sector
público, tal situación será comentada más adelante por nosotros.
3.4.4. DÍAS DE DESCANSO
En la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado se considera que por
cada seis días de trabajo disfrutará el trabajador cuando menos de un día de
descanso con goce de salario íntegro; estableciendo además que serán días de
descanso obligatorios los que señale el calendario oficial y los que determinen las
leyes federales y electorales, en caso de elecciones ordinarias, para participar en
la jornada electoral; sin embargo debemos hacer una anotación, ya que el
ejecutivo federal publicó en el Diario Oficial de la Federación el 28 de diciembre de
1972 el “Acuerdo por el que se establece la semana laboral de cinco días de
duración para los trabajadores de las secretarias y departamentos de estado,
dependencias del ejecutivo federal y demás organismos públicos e instituciones
que se rijan por la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado”
Acuerdo, por virtud del cual se estableció la semana laboral de cinco días y de dos
días de descanso continuo, de preferencia sábado y domingo, con goce íntegro de
salario; claro con sus respectivas excepciones ya que evidentemente este acuerdo
no es aplicado a los trabajadores de confianza.
3.4.5 DE LAS VACACIONES
La Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado establece que los
trabajadores que tengan más de seis meses consecutivos de servicios disfrutarán

56
de dos periodos anuales de vacaciones, de diez días laborales cada uno, en las
fechas que se señalen para tal efecto. En este caso se dejan guardias para la
tramitación de los asuntos urgentes, para los que se utilizan preferentemente los
servicios de quienes no tuvieron vacaciones.
En caso de que un trabajador en función de las necesidades del servicio no
pudiera hacer uso de las vacaciones en los períodos señalados, disfrutará de ellas
durante los diez días siguientes a la fecha en que haya desaparecido la causa que
impidiere el disfrute de esas vacaciones, pero eso sí en ningún caso los
trabajadores que trabajen en periodos de vacaciones tendrán derecho al doble del
pago del sueldo.
Se debe notar este apartado como un amplio beneficio concedido a los
trabajadores al servicio del Estado; toda vez que aquel o los que son sujetos a la
tutela del apartado A del artículo 123 constitucional gozan, inicialmente, de seis
días laborales siempre y cuando tengan más de un año continuo de servicios.
3.4.6 AGUINALDO
Los trabajadores al servicio del Estado tienen derecho a un aguinaldo anual
comprendido en el Presupuesto de Egresos, el cual deberá ser pagado en un 50%
antes del 15 de diciembre y el otro 50% a más tardar el 15 de enero y será
equivalente a 40 días de salario cuando menos, sin deducción alguna, salvo que
no se haya laborado la totalidad del año, caso en el cual se deberá de pagar la
parte proporcional del aguinaldo que corresponda.
3.4.7 PRIMA VACACIONAL
La Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado determina la prima
vacacional como una condición general de trabajo, la cual se integra por el dinero
que recibe el trabajador burocrático que disfrute de uno de sus dos periodos
vacacionales, monto que asciende al treinta y cinco por ciento sobre el sueldo o
salario que le corresponda en la jornada ordinaria.
3.4.8 PRIMA DOMINICAL
Se entiende como el monto extra al salario ordinario que perciben los trabajadores
que presten sus servicios durante los domingos, esto entendido como un pago
adicional del veinticinco por ciento de dicho sueldo.

57
3.4.9 QUINQUENIOS
Esta condición general de trabajo se otorga, por cada cinco años de servicios
efectivos prestados, hasta llegar a veinticinco, los trabajadores tienen derecho al
pago de una prima como complemento del salario.
3.4.10 FONDO DE AHORRO CAPITALIZABLE
La Magistrada Patricia Sánchez Avendaño40, señala como derecho de los
trabajadores de base, nivel operativo, que si es su deseo inscribirse, puedan
disfrutar de un complemento a su salario, como lo es FONAC. El importe de
ahorro lo determina la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, y se descuenta
de manera quincenal vía nómina siendo su pago anual en los primeros días de
agosto.
3.4.11 LICENCIAS
Los trabajadores regulados en la Ley Federal de Trabajadores al Servicio del
Estado tienen derecho a permisos que se conceden sin menoscabo de los
derechos del trabajador y de su antigüedad, en los siguientes casos: para el
desempeño de comisiones sindicales; cuando sean promovidos temporalmente al
ejercicio de otras comisiones, en dependencia diferente a la de su adscripción;
para desempeñar cargos de elección popular; a trabajadores que sufran
enfermedades no profesionales; y por razones de carácter personal del trabajador.
3.4.12 ESCALAFÓN
Es un derecho regulado en la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, en la fracción VIII, del apartado B, del artículo 123, que textualmente
señala “Los trabajadores gozaran de derecho de escalafón a fin de que los
ascensos se otorguen en función de los conocimientos, aptitudes y antigüedad. En
igualdad de condiciones, tendrá prioridad quien representa la única fuente de
ingreso en su familia”41, así como en el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales, y Culturales y en el Protocolo de San Salvador, en sus
artículos 7, inciso c)
“Artículo 7 Condiciones Justas, Equitativas y Satisfactorias de Trabajo
40
Sánchez Avendaño, Patricia. “Los Derechos Laborales de los Servidores Públicos” en El
Derecho Laboral Burocrático y el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje Ensayos Temáticos,
México, Secretaria de Trabajo y Previsión Social, 2013 p. 155.
41
Artículo 123, fracción VIII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

58
Los Estados partes en el presente Protocolo reconocen que el derecho al trabajo al
que se refiere el artículo anterior, supone que toda persona goce del mismo en
condiciones justas, equitativas y
satisfactorias, para lo cual dichos Estados garantizarán en sus legislaciones
nacionales, de manera particular:
c. El derecho del trabajador a la promoción o ascenso dentro de su trabajo para lo
cual se tendrán en cuenta sus calificaciones, competencia, probidad y tiempo de
42
servicio.”
Este derecho se considera que solo lo disfrutan los servidores públicos de
base, que no es otra cosa más que el sistema organizado para obtener un
ascenso o promoción de plaza, ya sea porque existe una plaza vacante o de una
nueva creación, y para ello se tendrá en cuenta el catálogo general de puestos
que corresponda.
En cada institución pública habrá un reglamento de escalafón, el cual
formulara de común acuerdo por el titular y el sindicato respectivo, que normará
ese tipo de movimientos atendiendo antigüedad, aptitud, conocimiento, disciplina y
puntualidad del servidor público.
Las vacantes se otorgan a los servidores públicos de la categoría inmediata
inferior que acrediten mejores derechos en la valoración y calificación de los
factores escalafonarios. En igualdad de condiciones tendrá prioridad aquel que
acredite ser la única fuente de ingresos de su familia, cuando existan varios
trabajadores con esta situación se preferirá al que demuestre mayor tiempo de
servicios prestados dentro de la misma unidad administrativa.
En palabras de la Magistrada Sánchez Avendaño43, actualmente la
ocupación de plazas, vacantes o de nueva creación por escalafón, se ve afectada
al interior de las instituciones, pues lejos de llevarse a cabo por medio del
procedimiento que los reglamentos consideran y que vengan otorgados en función
de los conocimientos, aptitudes, antigüedad y otros, se observa un autoritarismo,
no solo de las autoridades, sino también de los líderes sindicales, situación que
consideramos que es necesario cambiar en México, y que solo será posible
cuando los propios trabajadores de base hagan valer el derecho que les asiste de
ascender laboralmente para mejores condiciones de vida.

42
Protocolo Adicional a la Convención Americana Sobre Derechos Humanos en Materia de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales "Protocolo De San Salvador"
43
Sánchez Avendaño, Patricia. Op cit, nota 39, p.192

59
3.4.13 CAUSAS DE RESCISIÓN DE LA RELACIÓN LABORAL.
Rescindir la relación laboral es suspenderla definitivamente, esto es romper el
vínculo que une a un trabajador burocrático con el patrón – estado44, lo cual en
materia laboral burocrática solo puede acontecer por causas imputables a los
trabajadores, caso en que se liberaría al titular correspondiente de cualquier
responsabilidad.
Ningún trabajador podrá ser cesado sino por causa justa, ya que se
considera que tienen inamovilidad. En consecuencia, el nombramiento o
designación de los trabajadores solo dejará de surtir efectos sin responsabilidad
para los titulares de las dependencias en los siguientes casos que se encuentran
regulados en el artículo 46 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del
Estado:
a) Por renuncia, por abandono de empleo o por abandono o repetida falta
injustificada a labores técnicas.

b) Por conclusión del término o de la obra determinantes de la designación.

c) Por muerte del trabajador.

d) Por incapacidad permanente del trabajador, física o mental, que le impida el


desempeño de sus labores.

e) Por resolución del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje en los


siguientes casos:

a. Cuando el trabajador incurriere en faltas de probidad u honradez o


en actos de violencia, amagos, injurias o malos tratamientos contra
sus jefes o compañeros o contra familiares de unos u otros, ya sea
dentro o fuera de las horas de servicio.

b. Cuando faltare por más de tres días consecutivos a sus labores sin
causas justificadas.

44
Bolaños Linares, Rigel. Op cit, nota 12, p. 43.

60
c. Por destruir intencionalmente edificios, obras, maquinarias,
instrumentos, materias primas y demás objetos relacionados con el
trabajo.

d. Por cometer actos inmorales durante el trabajo.

e. Por revelar los asuntos secretos o reservados de que tuviere


conocimiento con motivo de su trabajo.

f. Por comprometer con su imprudencia, descuido o negligencia la


seguridad del taller, oficina o dependencia donde preste sus
servicios o de las personas que allí se encuentran.

g. Por desobedecer reiteradamente y sin justificación las órdenes que


reciba de sus superiores.

h. Por concurrir, habitualmente, al trabajo en estado de embriaguez o


bajo la influencia de algún narcótico o droga enervante.

i. Por falta comprobada de cumplimiento a las condiciones generales


de trabajo de la dependencia respectiva.

j. Por prisión que sea el resultado de una sentencia ejecutoria

3.5 DE LOS TRABAJADORES DE CONFIANZA


La Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, Reglamentaria del
apartado B del artículo 123 Constitucional, como ya mencionamos en el capítulo
anterior enumera en el artículo 5º aquellos servidores que se consideran como
trabajadores de confianza.
De igual modo el artículo 8º de la Ley Federal de los Trabajadores al
Servicio del Estado establece lo siguiente:
“Artículo 8º.- Quedan excluidos del régimen de esta ley los trabajadores de
confianza a que se refiere el artículo 5º ; los miembros del ejército y armada
nacional con excepción del personal civil de las secretarias de la Defensa
Nacional y de Marina; el personal militarizado o que se militarice
legalmente; los miembros del servicio exterior mexicano; el personal de

61
vigilancia de los establecimientos penitenciarios cárceles o galeras y
aquellos que presten sus servicios mediante contrato civil o que sean
sujetos al pago de honorarios”
El maestro Mario de la Cueva, expresa “para determinar el significado de
este término, en carácter general, debe tomarse en cuenta que la categoría de
trabajador de confianza constituye una excepción al principio de igualdad de todos
los prestadores de trabajo ante la ley; por lo tanto, su interpretación debe ser
restrictiva, en concordancia con la formula mencionada en la exposición de
motivos: la función ha de referirse en forma inmediata y directa a la vida misma del
estado, a sus intereses y fines generales. Sin duda, que tratándose de altos
funcionarios, incluso nombrados por el ejecutivo federal, “la confianza” resulta
necesario e imprescindible, porque se trata de sus colaboradores más cercanos.
Pero en los demás casos, deben determinarse claramente las funciones y
atribuciones que correspondan a los puestos de confianza, para evitar
injusticias.”45
De lo anterior se deduce, que confiar significa entregar a una persona
alguna cosa, haciéndola participe de algo, o bien, dejar que ejecute actos de
dirección, administración o fiscalización de la misma manera, para que ejerza
funciones directivas o administrativas en nombre del estado. Para adquirir dicha
confianza se requiere la verificación de varios hechos por parte de un individuo
que engendre necesariamente en el ánimo de otra la idea de confiar, siendo esto
un proceso psicológico por parte de aquel que deposita esa confianza en
determinada persona, en este contexto “trabajador de confianza” proviene de una
designación totalmente subjetiva, en virtud de que dicha calidad se determina de
acuerdo a múltiples características y circunstancias de quien la infunde.
La categoría de confianza en el régimen laboral burocrático proviene única
y exclusivamente de la ley, no del nombramiento ni esencialmente de la naturaleza
de las funciones, por lo tanto su interpretación debería ser restrictiva, es decir
determinar el carácter singular de los trabajadores de confianza, incluyendo un
capítulo especial en la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado,

45
De La Cueva, Mario, op.cit. nota 21, p. 158

62
reglamentando al trabajador de confianza, atendiendo las necesidades de índole
jerárquica, autoritaria y dominante de cada rango, y que sin descuidar los
requerimientos personales de quien presta el servicio, le brinde plena protección
en el ejercicio de sus funciones.
En opinión de Santiago Barajas Montes de Oca los trabajadores de
confianza son “Las personas que por la naturaleza de sus funciones que
desempeñan en una empresa, establecimiento o al servicio de un patrón, en lo
particular ajustan su actividad a condiciones especiales en la relación de trabajo,
que al ser de excepción dan a su contratación un carácter sui generis, acorde con
las labores que realizan” y agrega que “Empleado de confianza, voz que se
emplea como sinónimo de trabajador de confianza para efectos legales, es la
persona que desempeña el trabajo que atañe a la seguridad, eficiencia y
desarrollo económico o social de una empresa o establecimiento, y la que
conforme a las atribuciones que se le otorgan, actúa al amparo de una
representación patronal que le permite gozar de ciertos beneficios y distinciones,
es por ello que es necesario establecer un concepto y una regulación específica
en estos casos”.46
En conclusión, cabe afirmar que los trabajadores de confianza al servicio
del estado son aquellos que desempeñan funciones que se confieren para
realizarse con discreción, en cargos como son los de dirección, inspección,
vigilancia, fiscalización, manejo de fondos, auditoria, control directo de
adquisiciones, en almacenes o inventarios, investigación científica, asesoría o
consultoría; estando de acuerdo con ello, en que la determinación de un trabajador
de confianza debe hacerse tendiéndose en consideración las funciones que
realiza y no por causa de un nombramiento, tal y como lo señaló el pleno de
nuestro H. Tribunal Supremo en la siguiente tesis de jurisprudencia.
Tesis: P./J. 36/2006
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Novena Época
Número de Registro.- 175735
Pleno
Tomo XXIII,

46
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURIDICAS. Diccionario Jurídico Mexicano. 12ª ed,
Porrúa/UNAM, México, 1999

63
Febrero de 2006
Pág. 10
Jurisprudencia(Laboral)
TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO. PARA
DETERMINAR SI TIENEN UN NOMBRAMIENTO DE BASE O
DE CONFIANZA, ES NECESARIO ATENDER A LA
NATURALEZA DE LAS FUNCIONES QUE DESARROLLAN Y
NO A LA DENOMINACIÓN DE AQUÉL.
De la fracción XIV del apartado B del artículo 123 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que
establece que "la ley determinará los cargos que serán
considerados de confianza", se desprende que el Poder Revisor
de la Constitución tuvo la clara intención de que el legislador
ordinario precisara qué trabajadores al servicio del Estado, por la
naturaleza de las funciones realizadas, serían considerados de
confianza y, por ende, únicamente disfrutarían de las medidas de
protección al salario y de los beneficios de la seguridad social y,
por exclusión, cuáles serían de base; lo que implica, atendiendo
a que todo cargo público conlleva una específica esfera
competencial, que la naturaleza de confianza de un servidor
público está sujeta a la índole de las atribuciones desarrolladas
por éste, lo que si bien generalmente debe ser congruente con la
denominación del nombramiento otorgado, ocasionalmente,
puede no serlo con motivo de que el patrón equiparado confiera
este último para desempeñar funciones que no son propias de
un cargo de confianza. Por tanto, para respetar el referido
precepto constitucional y la voluntad del legislador ordinario
plasmada en los numerales que señalan qué cargos son de
confianza, cuando sea necesario determinar si un trabajador al
servicio del Estado es de confianza o de base, deberá atenderse
a la naturaleza de las funciones que desempeña o realizó al
ocupar el cargo, con independencia del nombramiento
respectivo.
Conflicto de trabajo 1/2003-C. Suscitado entre Elia Elizabeth
Rivera Arriaga y la Directora General de Recursos Humanos y el
Director General de Inmuebles y Mantenimiento de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación. 1o. de abril de 2004. Unanimidad
de diez votos. Ausente: Humberto Román Palacios.
Conflicto de trabajo 3/2003-C. Suscitado entre Nuria Beatriz de
Landa Sánchez y la entonces Directora General de Desarrollo
Humano de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y otro. 6
de junio de 2005. Once votos.
Conflicto de trabajo 5/2004-C. Suscitado entre María Marcela
Ramírez Villegas y la entonces Directora General de Desarrollo
Humano de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. 4 de julio
de 2005. Unanimidad de diez votos. Ausente: José de Jesús
Gudiño Pelayo.
Conflicto de trabajo 3/2005-C. Suscitado entre Jesús Salinas
Domínguez y el Director General de Personal de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación. 7 de noviembre de 2005.
Unanimidad de ocho votos. Ausentes: Mariano Azuela Güitrón,
Genaro David Góngora Pimentel y Olga Sánchez Cordero de
García Villegas.
CONFLICTO DE TRABAJO 4/2005-C. Suscitado entre Clemente
González Núñez y el Director General de Personal de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación y otro. 7 de noviembre

64
de 2005. Unanimidad de ocho votos. Ausentes: Mariano Azuela
Güitrón, Genaro David Góngora Pimentel y Olga Sánchez
Cordero de García Villegas.
El Tribunal Pleno, el veinticuatro de enero en curso, aprobó, con
el número 36/2006, la tesis jurisprudencial que antecede.
México, Distrito Federal, a veinticuatro de enero de dos mil
47
seis.
De igual forma es necesario mencionar la laguna que existía respecto a la
determinación de lo que se entiende por ‘protección al salario de los trabajadores
de confianza’, sobre tal aspecto el poder judicial determinó que “la protección al
salario se hace extensiva, en general, a las condiciones laborales bajo las cuales
se presta el servicio, entre las que quedan comprendidas el pago de vacaciones,
aguinaldo, y horas extras.”48
3.5.1 CONDICIONES DE TRABAJO DE LOS TRABAJADORES DE
CONFIANZA.
Según el maestro Bolaños Linares las condiciones de trabajo de las que gozan los
trabajadores de confianza son semejantes a aquellos que gozan los trabajadores
de base49, salario, jornada de trabajo, días de descanso, vacaciones, prima
vacacional, prima quinquenal, aguinaldo; sin embargo, sobre este punto no
estamos de acuerdo con el investigador toda vez que son claras las distinciones
que existen entre ambos respecto al salario de un trabajador de base con un
salario de un trabajador de confianza. Claramente el trabajador de confianza
percibe un sueldo superior al de un trabajador de base, sin embargo tenemos que
analizar si realmente vale la pena tener un sueldo mayor, sabiendo que en
cualquier momento el trabajador puede ser cesado, sin que tenga derecho de
audiencia, ni mucho menos indemnización alguna o reinstalación en el caso de
que llegara a ser injustificado el cese.
Nuestra Constitución en su artículo 1º establece lo siguiente:
“Art 1º En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozaran de los
derechos humanos reconocidos en esta constitución”.
Tomando en consideración el precepto de que todas las personas gozan de
los derechos humanos reconocidos en la constitución no puede omitirse bajo
47
Tesis: P./J. 36/2006, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, t XXIII,
Febrero de 2006 p. 10
48
Tesis: III.19 C.J, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, t VIII,
septiembre de 1998, p. 1218
49
Bolaños Linares, Rigel, op. cit., nota 21, p. 58

65
ningún pretexto la garantía individual establecida en los artículos 14 y 16
constitucional relativo al derecho de audiencia que debería ser aplicado también a
los trabajadores de confianza, esta situación anómala será analizada en el
siguiente capítulo de manera más profunda.
De igual forma se señala que la jornada laboral corresponde a la misma
condición que tiene un trabajador de base, sin embargo, como comentamos en el
capítulo anterior, los trabajadores de confianza, cuentan con una hora de entrada
pero no con una hora de salida.
De igual forma debemos notar que los Colegiados de Circuito han tenido un
gran avance al considerar que negar el pago de salarios caídos cuando se cesa
un trabajador de confianza resulta ilegal, sin embargo esta tesis forma parte de
una denuncia por contradicción señalada con el número 55/2015, la cual está
pendiente de resolver la segunda sala.
Tesis: XX.3o. J/2 (10a.)
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Décima Época
Número de Registro 2005728 5 de 17
Tribunales Colegiados de Circuito
Libro 3
Febrero de 2014
Tomo III
Pag. 1914
Jurisprudencia(Laboral)
SALARIOS CAÍDOS. DEBEN PAGARSE A LOS
TRABAJADORES DE CONFIANZA AL SERVICIO DEL
ESTADO, CUANDO SE DETERMINA LA ILEGALIDAD DE SU
DESPIDO.
Si la separación de un trabajador de confianza al servicio del
Estado es ilegal, ello trae como consecuencia, de conformidad
con el artículo 123, apartado B, fracción XIV, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, que se condene a la
dependencia demandada al pago de las prestaciones derivadas
de las medidas de protección al salario y de los beneficios de la
seguridad social, como los salarios caídos, pues el precepto
constitucional no prohíbe pagar ese concepto, ya que prevé que
las personas que se desempeñen con esa calidad, disfruten de
las medidas de protección al salario, encontrándose inmersos los
salarios caídos. De ahí que sólo procede el pago, entre otras
prestaciones, de los salarios no cubiertos desde la fecha de la
ilegal remoción hasta aquella en que se lleve a cabo
correctamente, sin que esto último tienda a proteger la
estabilidad en el empleo de un trabajador de confianza, sino que
obedece a la ilegalidad de la separación en caso de ser así.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO CIRCUITO.
Amparo directo 230/2013. José Luis Aquino Juárez. 16 de mayo
de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Susana Teresa

66
Sánchez González. Secretario: Francisco Rodrigo Solórzano
Antonio.
Amparo directo 356/2013. Alba Alcalá Díaz, por conducto de su
apoderado. 13 de junio de 2013. Unanimidad de votos. Ponente:
Susana Teresa Sánchez González. Secretario: Francisco
Rodrigo Solórzano Antonio.
Amparo directo 424/2013. Claudia Díaz Reyes. 11 de julio de
2013. Unanimidad de votos. Ponente: Susana Teresa Sánchez
González. Secretario: José Luis Martínez Villarreal.
Amparo directo 449/2013. Verónica Morales Gallardo. 11 de julio
de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: J. Martín Rangel
Cervantes. Secretario: Silvino Arturo López Hernández.
AMPARO DIRECTO 700/2013. 25 de noviembre de 2013.
Unanimidad de votos. Ponente: Walberto Gordillo Solís,
secretario de tribunal autorizado por la Comisión de Carrera
Judicial del Consejo de la Judicatura Federal para desempeñar
las funciones de Magistrado, en términos del artículo 81, fracción
XXII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.
50
Secretario: Víctor Hugo Coello Avendaño.
3.6. SERVIDORES PÚBLICOS DE CARRERA
Tal y como señala el maestro Omar Guerrero en su obra la Ley del Servicio
Profesional de Carrera51 los trabajadores de confianza actualmente se encuentran
sin una normatividad específica; si bien es cierto algunas dependencias han
realizado esfuerzos importantes para profesionalizar a sus integrantes, estos son
casos aislados como: el Servicio Exterior Mexicano de la Secretaria de Relaciones
Exteriores, el Sistema de Especialistas en Hidráulico de la Comisión Nacional de
Agua, el Servicio Profesional Agrario de la Secretaria de la Reforma Agraria, el
Sistema de Profesionalización del INEGI, el Servicio de Administración Tributaria,
el Servicio Civil de Carrera del Ministerio Público de la Federación y el Programa
de Carrera Magisterial de la Secretaria de Educación Pública.
En las reuniones celebradas a partir del 2000 para analizar la viabilidad de
la Ley del Servicio Profesional de Carrera el senador Carlos Rojas señaló
primordialmente la certidumbre y continuidad en las políticas públicas del gobierno
federal, así como la necesidad de garantizar los derechos de los servidores
públicos en el desempeño de sus funciones.
Por su parte el senador César Jáuregui52 fundó la propuesta en ofrecerle al
país la seguridad de una institución sólida, confiable, honesta, trasparente y con

50
Tesis: XX.3o. J/2 (10a.), Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro
3, t III, Febrero de 2014, p. 1914
51
GUERRERO, Omar. op cit nota 17. p. 44.
52
Ibidem, p.46

67
alto desempeño, que permita a los gobiernos emanados de distintos partidos
contar con un cuerpo técnico, eficaz, capaz de transformar la filosofía política de
los gobernantes, en políticas públicas que beneficien a los ciudadanos y permitir la
continuidad del sistema democrático.
Con el fin de impulsar el desarrollo de la función pública en beneficio de la
sociedad y mejorar la situación del personal de confianza se implementó un
sistema que tomó como base el mérito y tuvo como finalidad garantizar la igualdad
de oportunidades en el acceso a la función pública. Por lo tanto el 10 de abril del
2003 fue publicada en el Diario Oficial de la Federación la Ley del Servicio
Profesional de Carrera en la Administración Pública Federal, “el servicio
profesional de carrera en nuestro país consiste en una política para la
profesionalización de los servidores públicos”53 con el fin de fomentar la eficiencia
y eficacia de la gestión pública, permitiendo administrar los recursos humanos de
las instituciones y garantizar su ingreso, desarrollo, permanencia en la
administración pública federal tal y como señala el artículo 2º de la Ley del
Servicio Profesional de Carrera de la Administración Pública Federal, que a
continuación nos permitimos transcribir.
“Art 2º El sistema de servicio profesional de carrera es un mecanismo para garantizar la
igualdad de oportunidades en el acceso de la función pública con base en el mérito y con el
fin de impulsar el desarrollo de la función pública para beneficio de la sociedad .
El sistema dependerá del titular del poder ejecutivo federal que será dirigido por la
Secretaria de la Función Pública y su operación estará a cargo de cada una de las
dependencias de la administración pública
Serán principios rectores de este sistema la legalidad eficiencia, objetividad, calidad,
imparcialidad, equidad, competencia por mérito y equidad de género.”
Esta ley define al servidor público de carrera como “persona física
integrante del Servicio Profesional de Carrera en la Administración Pública
Federal, que desempeñe un cargo de confianza en alguna dependencia”
La ley abarca los rangos de Director General, Director de Área, Subdirector
de Área, Jefe de Departamento y Enlace, aunque también los servidores de libre
designación y los de base pueden ingresar al sistema, sujetándose a los
procedimientos de reclutamiento , selección y nombramiento que prevé la ley.

53
Diez Barroso Repizo, Alejandro, “EL Servicio Profesional de Carrera en la Administración
Pública y Las Competencias Del Tribunal En Esa Materia” en el Derecho Laboral Burocrático y el
Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, México, Secretaria del Trabajo y Previsión Social,2013,
p. 579.

68
Al sistema se accede por concurso. La convocatoria es pública y abierta, el
aspirante debe de cumplir con los requisitos y pasar exámenes de conocimiento y
habilidades. a cambio obtiene un nombramiento como servidor público de carrera,
lo que les da derecho a recibir indemnización cuando es despido injustificado.
Lo que se pretende con esta ley es que los servidores de carrera gocen de
permanencia en el servicio, siempre y cuando cumplan con las evaluaciones
periódicas y cumplan con los requisitos que establece la ley para certificar su
competencia y que puedan ser retirados sin responsabilidad para la dependencia
solamente en caso de renuncia formulada por el servidor cuando no apruebe en
dos ocasiones la capacitación obligatoria o en el caso en que en su segunda
evaluación de desempeño resulte deficiente, en los términos que señale su
reglamento. La ley contiene una laguna muy grave, según nuestra opinión, porque
no indica lo que sucedería si el servidor de carrera no obstante pasando todas las
evaluaciones fuera despedido por pérdida de confianza.
En el caso de que transcurran dos años sin que el servidor obtenga su
nombramiento de carrera por causa imputable a ellos, la dependencia debe sujetar
a concurso el puesto y debe cesar en sus funciones a quien venía ocupándolo en
caso de que éste no resulte ganador.
Entre las ventajas que establece esta ley es que los servidores de carrera
pueden solicitar reubicación en otra área de la propia dependencia o de alguna
otra cuando sus puestos se encuentren en proceso de desaparición por
reestructuración , lo que no a consideración de la Magistrada Susana Barroso
Montero no resulta fácil en la práctica, porque se tiene que conseguir la
autorización del Comité de Selección de la dependencia en que se lleve a cabo el
movimiento y de su superior jerárquico, además, de que se debe de observar que
el perfil de los puestos cumplan las condiciones de equivalencia, homologación y
afinidad y que el movimiento no implique incremento o disminución en las
percepciones mayor al 30% y que no suponga una promoción a otro rango.
A cambio de los beneficios que establece la ley, el servidor de carrera
adquiere obligaciones establecidas en la ley, en los ordenamientos aplicables en
materia laboral así como en otras disposiciones legales reglamentarias, en este

69
caso, la dependencia puede iniciar un procedimiento de separación y, según la
gravedad del incumplimiento, puede suspender temporalmente al servidor.
Cuando se determine la separación definitiva del servidor público de
carrera, se debe de solicitar al Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje la
autorización para dar por terminado los efectos del nombramiento
correspondiente. En caso de que se hubiere suspendido al servidor y el Tribunal
Federal de Conciliación y Arbitraje no autorice su separación del Sistema, la
dependencia deberá restituirlo en el goce de sus derechos y cubrirle las
percepciones que debió recibir durante el tiempo de la suspensión. Cuando el
Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje resuelva autorizar la separación, el
servidor público no tiene derecho al pago de salarios caídos o cantidad
equivalente, tal y como se señala en la siguiente tesis.
Tesis: I.9o.T.33 L (10a.)
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Décima Época
Número de Registro 2007850
Tribunales Colegiados de Circuito
Libro 11
Octubre de 2014
Tomo III
Pág. 2969
Tesis Aislada(Laboral)

TRABAJADORES DE CONFIANZA AL SERVICIO DEL


ESTADO. SI PERTENECEN AL SERVICIO PROFESIONAL DE
CARRERA Y SON SEPARADOS DE SU CARGO SIN SEGUIR
EL PROCEDIMIENTO ESTABLECIDO EN LA LEY RELATIVA,
DEBEN SER REIVINDICADOS EN SUS DERECHOS.
Si bien la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación ha establecido que, por regla general, los trabajadores de
confianza no gozan de estabilidad en el empleo, ya que realizan
un papel importante en el ejercicio de la función pública del
Estado que no puede soslayarse, toda vez que sobre este tipo
de servidores públicos descansa la mayor y más importante
responsabilidad de la dependencia o entidad del Estado, criterio
que se materializó en las jurisprudencias 2a./J. 21/2014 (10a.) y
2a./J. 160/2013 (10a.), publicadas en la Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 4, Tomo I, marzo
de 2014, página 877, y Libro 3, Tomo II, febrero de 2014, página
1322, de títulos y subtítulos: "TRABAJADORES DE CONFIANZA
AL SERVICIO DEL ESTADO. SU FALTA DE ESTABILIDAD EN
EL EMPLEO RESULTA COHERENTE CON EL NUEVO
MODELO DE CONSTITUCIONALIDAD EN MATERIA DE
DERECHOS HUMANOS.", y "TRABAJADORES DE
CONFIANZA AL SERVICIO DEL ESTADO. AL CARECER DEL
DERECHO A LA ESTABILIDAD EN EL EMPLEO, SU

70
REMOCIÓN ORDENADA POR QUIEN CARECE DE
FACULTADES PARA DECRETARLA, NO TIENE COMO
CONSECUENCIA QUE SE DECLARE PROCEDENTE EL PAGO
DE SALARIOS CAÍDOS (LEGISLACIONES DE LOS ESTADOS
DE BAJA CALIFORNIA Y GUANAJUATO)."; respectivamente,
sin embargo, nuestro Máximo Tribunal de Justicia ha señalado
que dicha regla tiene una excepción, derivada de que la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos sólo
establece derechos mínimos en favor de los gobernados, los
cuales pueden ser ampliados en leyes secundarias, o bien,
tratándose de trabajadores, en los contratos colectivos,
condiciones generales de trabajo o en los contratos individuales,
razón por la cual, si el legislador ordinario establece en favor de
los trabajadores de confianza que pertenezcan al servicio
profesional de carrera el derecho a la estabilidad en el empleo,
éste debe respetarse, tal como se advierte de la jurisprudencia
2a./J. 184/2012 (10a.), emitida por la misma Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima
Época, Libro XVI, Tomo 2, enero de 2013, página 1504, de
rubro: "SERVIDORES PÚBLICOS DE CONFIANZA DEL
ESTADO DE JALISCO Y SUS MUNICIPIOS. LA LEY RELATIVA
LES CONFIRIÓ EL DERECHO A LA ESTABILIDAD EN EL
EMPLEO Y, POR ENDE, A RECLAMAR LAS PRESTACIONES
CORRESPONDIENTES EN CASO DE DESPIDO
INJUSTIFICADO (LEGISLACIÓN VIGENTE HASTA EL 26 DE
SEPTIEMBRE DE 2012).". Por tal razón, si la Ley del Servicio
Profesional de Carrera en la Administración Pública Federal
establece un procedimiento de investigación administrativa para
separar de sus funciones a los trabajadores de confianza,
regulado en sus artículos 59, 60, 63, 79 y 80, así como en los
numerales 73, 77, 78, 79, 80, 81, 82 y 84 de su reglamento, y
que es análogo al establecido en el artículo 46, fracción V, de la
Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado,
destacándose que el Comité Técnico de Profesionalización,
únicamente está facultado para establecer la existencia de una
causal de separación, empero debe acudir ante el Tribunal
Federal de Conciliación y Arbitraje para que se autorice el cese,
por ello, cuando se separa a un servidor público de confianza
perteneciente al citado servicio profesional de carrera, sin
cumplir con el procedimiento de investigación administrativa ante
el referido comité y éste ante el Tribunal Federal de Conciliación
y Arbitraje, dicho acto debe calificarse como nulo, pues la
separación se dio por quien no tiene facultades, por lo cual la
declaración de nulidad trae como consecuencia que se
retrotraigan sus efectos, como si nunca hubiera existido el acto
calificado de nulo; por tanto, el trabajador debe ser reivindicado
en sus derechos, lo que significa que ha de ser reincorporado y
deben pagársele los salarios caídos.
NOVENO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO
DEL PRIMER CIRCUITO.

71
Amparo directo 889/2014. Alicia Martínez Bringas. 20 de agosto
de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Emilio González
54
Santander. Secretario José Roberto Córdova Becerril
El Sistema establece también un Registro único del Servicio Público
Profesional que es el padrón que sistematiza la información relativa a la
planeación de recursos humanos, ingreso, desarrollo profesional, capacitación y
certificación de capacidades evaluación del desempeño y separación de los
miembros del sistema de carrera para identificar al servidor público como
candidato para ocupar vacantes con fines de apoyar el desarrollo del servidor
público de carrera dentro de las dependencias, pero tal y como lo comenta la
Magistrada Barroso Montero55 este registro no ha sido el “semillero” de servidores
de calidad que se pretendía , porque la oferta se ha reducido en las dependencias,
que además ofrecen mucho riesgo , mucha responsabilidad, ningún horario.
Es necesario mencionar que aunque esta Ley fue un gran avance para
nuestro sistema, no ha sido del todo aplicable; toda vez que esta ley igual que la
Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado hace una distinción y
señala a quienes no es aplicable.
“Artículo 8.- El Sistema no comprenderá al personal que preste sus servicios en la
Presidencia de la República, la Secretaria de Relaciones Exteriores, los rangos de
Secretarios de Despacho, Jefes de Departamento Administrativo, Subsecretarios, Oficialías
Mayores, Jefes o Titular de Unidad y cargos homólogos; los miembros de las Fuerzas
Armadas del sistema de seguridad pública y seguridad nacional, del Servicio Exterior
Mexicano, y asimilado a éste; personal docente de los modelos de educación preescolar,
básica, media superior y superior; de las ramas médica, paramédica y grupos afines, los
gabinetes de apoyo, así como aquellos que estén asimilados a un sistema legal de servicio
civil de carrera; y los que presten sus servicios mediante contrato; sujetos al pago por
honorarios en las dependencias”
En la conceptualización del servidor público de carrera debe de quedar
claro que no se le otorga inamovilidad pero si garantiza que no podrán ser
removidos de su cargo por razones políticas o por causas y procedimientos no
previstos en ésta o en otras leyes aplicables, tal y como se encuentra establecido
en el artículo 63 de la presente ley
“Artículo 63.- La pertenencia al servicio no implica inamovilidad de los servidores públicos
de carrera y demás categorías en la administración pública, pero si garantiza que no

54
Tesis: I.9o.T.33 L (10a., Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro
11, t III, Octubre de 2014, p. 2969
55
Barroso Montero, Susana, “Trabajadores de Base y de Confianza en la Administración Pública
Federal” El Derecho Laboral Burocrático y el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, México,
Secretaria del Trabajo y Previsión Social, 2013, p 425.

72
podrán ser removidos de su cargo por razones políticas o por causas y procedimiento no
previstos en esta o en otras leyes aplicables”
Sin embargo tal y como señala el Magistrado Diez Barroso 56 se puede
encontrar cierta protección especial a los trabajadores que forman parte de este
sistema, en razón a la garantía de permanencia respecto a cambios ajenos a lo
laboral y al desempeño de los trabajadores, que se ven reflejados en la
administración pública federal.
Con la implementación del servicio profesional de carrera se ha logrado que
los trabajadores de confianza certificados puedan reclamar una indemnización
cuando sean cesados injustificadamente, pero por lo que se refiere a la
permanencia y al mejoramiento de la situación de la situación de los trabajadores
a la más eficiente prestación del servicio público no se ven los resultados
esperados ya que las convocatorias y concursos pueden ser manipulados para
que ganen personas previamente seleccionadas, y además ahora sucede la
atención de los servidores de carrera está más enfocada en estudiar y aprobar los
exámenes para asegurar la plaza laboral, que cumplir con sus labores cotidianas.
Agregando además que las evaluaciones son demasiado teóricas y no reconocen
el desempeño cotidiano de cada trabajador y su capacidad de servicio a la
comunidad, por lo que muchos empleados son cesados por no aprobar el examen
teórico aun cuando sean útiles en la actividad que realizan, sin que el jefe
inmediato pueda hacer nada para retenerlos, viéndose obligado a contratar y
capacitar a nuevos trabajadores constantemente, lo que crea ambientes de miedo
e inseguridad en detrimento de la calidad y prontitud en el servicio.

56
Diez Barroso Repizo, Alejandro. op cit nota 50, p.580.

73
CAPITULO IV
CONSIDERACIONES NECESARIAS PARA OBTENER LA VIGENCIA PLENA
DE LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES DE CONFIANZA CONFORME
A LOS PARÁMETROS DE CONTROL DE REGULARIDAD CONSTITUCIONAL
En pleno siglo XXI los derechos humanos han adquirido una importancia
fundamental para cualquier estado democrático, sobre todo en aquellos en donde
constantemente son violentados.
Resulta difícil poder pensar en la existencia de un desarrollo democrático,
económico, social y cultural de un país cuando se ultrajan los derechos
fundamentales; por ello, según nuestra opinión, para medir tal desarrollo deben
tomarse en consideración todos aquellos factores que permitan la cultura del
respeto, promoción y protección de los derechos humanos. Ningún Estado que
sea considerado democrático y moderno puede eludir o soslayar el respeto de los
derechos humanos de las personas que viven en él.
Para que todo ser humano pueda desarrollarse dentro de la sociedad
democrática y obtener todas las condiciones necesarias para su desarrollo físico y
espiritual necesita de la protección de los derechos fundamentales, por ello, para
alcanzar esta loable tarea, el estado se encuentra obligado a salvaguardar estos
derechos. Por otra parte debemos recordar, que no importa cuántas disposiciones
puedan reconocer la existencia de los derechos fundamentales si en la práctica las
autoridades no los respetan o la misma sociedad no exige el reconocimiento de
los mismos; el individuo como parte de una comunidad debe estar consciente en
la necesidad que la sociedad conozca, reconozca y proteja estos derechos, e
inclusive luche por el respeto de los mismos como hace tiempo había mencionado
Jhering en su famosa obra ‘La lucha por el derecho’. Siguiendo esta tarea
individual y social reconoceremos la propia dignidad humana y obtendremos para
todos los ciudadanos el así llamado bien común.
Los derechos humanos son la base fundamental de toda sociedad para que
pueda desarrollarse de manera integral y como consecuencia de ello, logre
alcanzar su desarrollo democrático, político social, cultural y jurídico.

74
Estas ideas fueron la causa por las cuales surgió la reforma constitucional
de junio del 2011, la cual dio la bienvenida a un orden constitucional diferente en
nuestro país en donde los tratados internacionales sobre la materia generaron una
propuesta de interpretación a las normas de derechos humanos que permiten hoy
la existencia de un sistema integral, en donde las normas que provienen de una
fuente internacional participan activamente en la construcción del contenido
esencial de los derechos constitucionales.
Los principales puntos que se establecieron y que fueron modificados con la
reforma, fue el cambio de denominación del capítulo primero de la constitución
que se conocía como “De las Garantías Individuales” sustituyéndose por el “De
los Derechos Humanos y sus Garantías”, de igual forma el artículo primero
constitucional, en vez de “otorgar” los derechos establecidos en la carta magna,
ahora se “reconocen”, es decir, no es el estado mexicano el que concede al ser
humano sus derechos sino que la función del mismo es protegerlos puesto que la
existencia de ellos es anterior a la misma idea de estado, son derechos naturales
que existen y que se encuentran intrínsecos en la dignidad de la persona. A partir
de la reforma se reconoce además que toda persona “goza” de los derechos y de
los mecanismos de garantía reconocidos tanto por la constitución como por los
tratados internacionales. Tal y como lo señala el maestro Carbonell57, la
constitución se abre de forma clara y contundente al derecho internacional de los
derechos humanos y como diríamos nosotros en la grande tarea de la búsqueda
de un orden nacional e internacional más justo hacia el respeto de la dignidad del
ser humano.
De igual forma en el artículo primero constitucional se señala que las
normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de manera conforme a
la constitución y a los tratados internacionales, este es un cambio radical ya que
anteriormente en las aulas siempre se decía, que nada podía estar por encima de
la constitución y con esta reforma la carta magna y los tratados internacionales en
materia de derechos humanos se encuentran a la par formando parte de un orden
internacional de respeto al ser humano. Este hecho implica la creación de un
57
Carbonell, Miguel, “La Reforma Constitucional En Materia De Derechos Humanos ; Principales
Novedades”, pp 4-5 http://www.miguelcarbonell.com, fecha de consulta mayo 2015.

75
bloque de constitucionalidad integrado bien sea por la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos bien sea por los tratados internacionales en materia de
derechos humanos, a la luz del cual se deberá interpretar el conjunto del
ordenamiento jurídico mexicano.
En el párrafo segundo del artículo primero constitucional se incorpora el
principio de interpretación “pro personae”. Este principio supone que, cuando
existan distintas interpretaciones posibles de una norma jurídica, se deberá elegir
aquella que otorgue mayor protección al ser humano y además significa que,
cuando en un caso concreto se puedan aplicar dos o más normas jurídicas, el
intérprete deberá elegir aquella que (igualmente) proteja de mejor manera a los
titulares de un derecho humano (más adelante profundizaremos sobre este
principio).
En el párrafo tercero del artículo primero se señala la obligación del estado
mexicano de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos; de
esta forma se plasma en nuestra carta magna que todo derecho humano
“reconocido” por la constitución y los tratados internacionales genera obligaciones
para las autoridades mexicanas, con independencia del nivel de gobierno que
ocupen o de la modalidad administrativa bajo la que estén organizadas, siempre
de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia,
indivisibilidad y progresividad que a continuación se detallarán.
4.1 PRINCIPIO DE UNIVERSALIDAD
Deviene del reconocimiento de la dignidad que tienen todos los seres
humanos sin distinción de nacionalidad, credo, edad, sexo, preferencias o
cualquier otra, por lo que los derechos humanos se consideran prerrogativas que
le corresponde a toda persona por el simple hecho de ser persona.
La universalidad de los derechos humanos puede definirse como
característica o como principio. La universalidad como característica remite a la
construcción teórica que reconoce a los derechos humanos como demandas
moralmente sustentadas y reivindicativas de exigencias éticas justificadas.

76
“La universalidad de los derechos humanos está muy relacionada con su
esencia jurídica natural y moral, por tal razón, estos se mantendrán vivos con
independencia de su reconocimiento por el sistema local del estado en cuestión”58
La universalidad de los derechos humanos se convierte en una fórmula
moral única de todos los hombres que consiste en la protección de la libertad,
igualdad y seguridad no obstante el derecho positivo vigente no los prevean, estos
derechos son equiparables en todas las personas sin importar donde se
encuentren y las autoridades de cualquier país se encuentran obligados a velar
por su aplicación.
4.2 PRINCIPIO DE INTERDEPENDENCIA
El principio de interdependencia presupone la existencia de un vínculo entre los
derechos humanos de tal forma que establecen relaciones reciprocas entre sí. La
interdependencia señala la medida en la que el disfrute de un derecho en
particular o un grupo de derechos dependen para su existencia de la realización
de otro derecho o de otro grupo de derechos.
Pedro Salazar Ugarte nos presenta un ejemplo claro sobre este aspecto
“los derechos políticos como serían el de votar, dirigir los asuntos políticos y
participar en la función política no deben verse de manera independiente a los
derechos fundamentales como son la libertad de asociación, de expresión y de
ausencia de discriminación. El principio de interdependencia, como se indica
líneas atrás, se aplica al conjunto de derechos humanos y se transforma en algo
complejo a partir de casos particulares”59; vemos así, según nuestra opinión, una
especie de pirámide que tiene como base derechos fundamentales generales que
sirven para apoyar otros que resultan ser más específicos, por ello, eliminando un
derecho fundamental básico, todos los demás derechos que derivan se irían abajo
derrumbándose.
Este principio de interdependencia está íntimamente ligado con el principio
de indivisibilidad de los derechos humanos, esto se puede entender en el sentido

58
López Olvera, Miguel Alejandro, El Control de Convencionalidad En La Administración Pública,
México, Instituto de Investigaciones Jurídicas UNAM, 2014, p.85.
59
Salazar Ugarte, Pedro. Las Reformas Constitucionales Sobre Derechos Humanos, México,
Instituto Belisario Domínguez, 2013, p 105.

77
que todos los principios constitucionales consagrados en el artículo primero
constitucional tienen una relación muy estrecha entre ellos porque cada uno
protege de manera uniforme cada derecho humano.
Además, el principio de interdependencia está íntimamente relacionado con
el de la indivisibilidad de los derechos, como hemos mencionado anteriormente,
pues mientras el segundo principio indica que los derechos humanos deben de
entenderse en un todo y no por separado, el primero señala que ese derechos
necesita tanto de uno como de otro para ser efectivos. La palabra
interdependencia expresa, como es notorio, vinculación entre derechos y el
término indivisible, la negación de la existencia de una separación entre ellos.
“Consiste en que todos los derechos humanos se encuentran vinculados
entre sí, de tal forma, que el respeto y garantía o bien, la transgresión de alguno
de ellos, necesariamente impacta en otro derechos. En el entendido de que por
esta interdependencia unos derechos tienen efectos sobre otros, se deben tener
una visión integral de la persona humana a efectos de garantizar todos y cada uno
de sus derechos universales”60
Consiste en que todos los derechos humanos se encuentran vinculados
íntimamente entre sí, de tal forma, que el respeto y garantía o bien, la transgresión
de alguno de ellos, necesariamente impacta en otros derechos
En el entendido que por esta relación unos derechos tienen efectos sobre
otros, se debe tener una visión integral de la persona humana a efecto de
garantizar todos y cada uno de sus derechos universales.
4.3 PRINCIPIO DE INDIVISIBILIDAD
Este principio indica que todos los derechos humanos son infragmentables sea
cual fuere su naturaleza.; cada uno de ellos conforma una totalidad, de tal forma
que se deben de garantizar en esa integridad por el estado, pues todos ellos
derivan de la necesaria protección de la dignidad humana.
“El principio de indivisibilidad implica una visión integral de los derechos
humanos en la que se encuentran unidos porque, de una u otra forma. Los
derechos conforman una sola construcción. Así tanto la realización como la

60
López Olvera, Migue Alejandro, op cit nota 54, p 86.

78
violación de un derecho repercuten en los otros derechos, pues la individualidad
niega cualquier separación, categorización o jerarquía entre los derechos
humanos. El aspecto central de este criterio es que los estados no están
autorizados para garantizar y proteger una determinada categoría de derechos
humanos en contravención de otras, sino que todos los derechos humanos
merecen la misma atención y urgencia. Con base en esta lógica, la existencia real
de cada uno de los derechos humanos solo puede ser garantizada por el
reconocimiento integral de todos ellos”61.
Los derechos humanos no pueden ser divididos ni ser separados uno de los
otros, porque los mismos deben de ser vistos de forma integral, en conjunto y no
de forma separada ya que cada uno cumple con una función específica pero no
por esto son interdependientes, sino que cada uno da pauta al otro; por lo tanto,
los derechos humanos son un conjunto uniforme, indivisible y especial inherente al
ser humano.
4.4 PRINCIPIO DE PROGRESIVIDAD
Este principio establece la obligación del Estado de generar en cada momento
histórico una mayor y mejor protección y garantía de los derechos humanos, de tal
forma, que siempre estén en constante evolución y bajo ninguna justificación en
retroceso.
“El principio de progresividad es el resultado del desarrollo que se ha dado
en los derechos internacionales en materia de derechos humanos, tanto en el
clausulado de los tratados internacionales como en la interpretación que le han
dado los órganos jurisdiccionales”62.
Después del análisis de dicho párrafo podemos concluir que la
progresividad va más allá de cualquier limitación jurídica local, por lo tanto este
debe ser tratado desde un ámbito internacional y sobre este punto nos permitimos
citar el artículo número 26 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Artículo 26 Desarrollo Progresivo
Los Estados partes se comprometen a adoptar providencias, tanto a nivel
interno como mediante cooperación internacional, específicamente
económica y técnica, para lograr progresivamente la plena efectividad de

61
Salazar Ugarte, Pedro, op cit, nota 55 p 107
62
Ibidem p 91.

79
los derechos que se derivan de las normas económicas, sociales y sobre
educación, ciencia y cultura, contenidas en la Carta de la Organización de
los Estados Americanos, reformada por el Protocolo de Buenos Aires, en la
medida de los recursos disponibles, por vía legislativa u otros medios
apropiados.
El principio de progresividad tiene una relación directa con la manera de
cómo se deben de cumplir las obligaciones estatales en materia de derechos
humanos, los derechos contenidos internacionalmente deben de entenderse como
un aumento gradual en la garantía de los mismos y una mejor protección a estos,
ya que se trata de un progreso corto, mediano y a largo plazo.
El mismo texto del artículo 1º de la constitución establece que las normas
relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con la
constitución y con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo
tiempo a las personas la protección más amplia. De aquí que se desprendan otros
dos principios importantes como lo son el principio pro personae y el principio de
interpretación conforme, máximas que explicaremos en este momento.

4.5. EL PRINCIPIO DE INTERPRETACIÓN CONFORME.


Este principio refiere que cuando se interpreten las normas constitucionales se
podrán utilizar normas de derechos humanos contenidas en los tratados
internacionales de los que México sea parte, con el propósito de ofrecer una
mayor protección a los habitantes de nuestro territorio, nacionales o extranjeros.
4.6 PRINCIPIO PRO PERSONAE
El artículo 1º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos exige
que todo el conjunto de leyes relacionado con los derechos humanos se debe de
interpretar forzosamente, primero, de conformidad con la indicada constitución; y
en segundo, con los tratados internacionales de los que nuestro país forma parte,
de tal manera que su aplicación favorezca ampliamente a las personas, lo que se
traduciría necesariamente en una obligación para la autoridad, inclusive de oficio,
de analizar el contenido y alcance de tales derechos a partir del principio
doctrinalmente llamado “pro homine”, o “pro personae”

80
Este principio que tiene esencialmente su origen en el ámbito del derecho
internacional de los derechos humanos ha sido definido como:
“…Un criterio hermenéutico que informa todo el derecho internacional de los
derechos humanos, en virtud del cual se debe acudir a la norma más amplia
o a la interpretación más extensiva, cuando se trata de reconocer derechos
protegidos e inversamente a la norma o a la interpretación más restringida
cuando se trata de establecer restricciones permanentes al ejercicio de los
derechos o suspensión extraordinaria” 63
Para entender este concepto es necesario desentrañar su significado, la
interpretación hermenéutica o hermenéutica jurídica “consiste en determinar o fijar
el sentido de una norma oscura o imprecisa, que justamente por razón de tal
oscuridad o imprecisión resulta susceptible de tomarse en varios sentidos”64
Dicho principio por un lado define la base de interpretación de los derechos
humanos y, por otro, otorga un amplísimo sentido de protección a favor del
hombre, pues ante la opción de aplicación de varias posibilidades para solucionar
un conflicto o problema, obliga a que la autoridad, no solamente jurisdiccional,
opte por la opción que proteja esos derechos universales de la forma y manera
más amplia, tal hecho significaría que se tendría que tomar como fundamento la
ley que contiene el derecho más extenso y, al contrario, dejar de aplicar el
fundamento legal que restrinja estos.
El principio se basa en que los derechos humanos son inherentes a la
persona por lo cual, deben de ser protegidos frente al accionar u omitir actos
ilegítimos del estado, esto es de sus agentes, empleados, funcionarios o
servidores públicos, así como frente a la red de interacciones institucionales que
favorezcan permitan o amparen las violaciones de los derechos humanos.
La trascendencia del principio va más allá de ser eventual criterio de
interpretación, pues al existir normas de derecho fundamentales en todos los
niveles de orden jurídico del estado aun en leyes que no tienen la denominación

63
Pinto, Mónica, La aplicación de los tratados de derechos humanos por los tribunales locales.
Argentina, Editorial del puerto, 1997 p.163
64
Nogera Laborde, Rodrigo, Introducción general al derecho, vol II, Introducción a la ciencia del
derecho, 2ª ed, Colombia, Institución Universitaria Sergio Arboleda 1996, vol II, p.145

81
de derechos fundamentales, derechos humanos o garantías individuales pero que
se consagran o reconocen de manera directa o indirecta de estos, el principio pro
personae se constituye en una verdadera garantía de interpretación constitucional
que permite asegurar en y para todos los niveles el respeto y la vigencia de los
derechos humanos, podría considerarse el punto de partida de una adecuada
interpretación de los derechos fundamentales garantizados por la constitución y
así mismo permitir que permeen y resplandezcan los derechos humanos en todo
el ordenamiento jurídico.

4.6.1 CLASIFICACIÓN DE LAS REGLAS PRINCIPALES DEL


PRINCIPIO PRO PERSONAE
La preferencia de normas del principio pro personae se presenta cuando a una
determinada situación concreta le es posible aplicar dos o más normas vigentes,
esta regla aporta una solución práctica de gran importancia, ya que desplaza la
tradicional discusión del conflicto entre normas de origen internacional y las de
origen interno, superado así el debate doctrinal entre tradiciones monistas,
dualistas; por otra parte, ayuda a superar otro debate relacionado con la jerarquía
de la norma, pues teniendo como fin la protección de los derechos de la persona,
lo que importa es la aplicación de la norma que dé una mejor vigencia a los
derechos humanos sin importar la posición que ocupe.
La aplicación de la norma mayormente protectora permite que el juez o el
intérprete legal, seleccione una de las varias normas concurrentes o al menos
escoja una entre dos normas existentes. Se deberá escoger aquella norma que su
contenido ofrezca una protección más favorable a la persona o aquella que
contenga de manera más especializada la protección que se requiere para el
individuo o víctima en la relación a sus derechos fundamentales.
La conservación de la norma más favorable consiste en darle una mayor
importancia a la protección que ofrezca la misma norma y no a la jerarquía de la
misma añadiéndose además un elemento de temporalidad ya que se trata de
casos en los que una norma posterior podría desaplicar o incluso derogar una
norma anterior de igual o inferior jerarquía.

82
La preferencia interpretativa conlleva dar a una norma que contiene
derechos humanos su más amplia interpretación para que estos se ejerzan, o
bien, el mismo alcance interpretativo posible si se trata de limitar o suspender su
ejercicio, sin dejar afuera los matices que entre ambos extremos se podrían
presentar.
La interpretación extensiva, además de tener como fin una mejor y mayor
protección de los derechos fundamentales al dar un alcance y contenido más
amplio a estos, permite adecuar el derecho a la realidad social de un momento
determinado, podemos señalar que esta manifestación del principio pro personae
busca alejarse lo más posible en sentido positivo del centro o núcleo del derecho
humano a fin de alcanzar su mejor y más amplia expresión.
La interpretación restringida implica que cuando se establecen restricciones
permanentes al ejercicio de los derechos o su suspensión extraordinaria, la norma
debe ser interpretada de la manera que se limite o restrinja lo menos posible, por
lo que en dicho ejercicio, se deberá adoptar la interpretación que permita
mayormente la permanencia del derecho que mejor tutele a la persona aun
cuando esto signifique establecer limitaciones al ejercicio de los demás derechos.
El ministro José Ramón Cosió Díaz al examinar y dar su voto en la contradicción
de tesis 293/2011, señaló enfáticamente que no existen ni derechos absolutos ni
restricciones absolutas. Esta aseveración es importante porque explica que el
precitado derecho pro personae es una forma para interpretar en amplitud una
norma referida a derechos humanos, y normalmente, por criterio de nuestra H.
Suprema Corte Justicia de la Nación son contenidas en diversas tesis
concediendo al constituyente la facultad de restringir esos derechos en casos
necesarios.
Esto significa que ante un caso concreto en que por condiciones
extraordinarias se tenga que imponer una restricción al ejercicio de un derecho
humano determinado, el juzgador o interprete legal deberá optar por la
interpretación que menos reduzca la esencia de dicho derecho, se optará por la
interpretación que aun ante la restricción se permita el ejercicio de los aspectos
claves del derecho de que se trate, se decidirá la interpretación más restringida y

83
que en la medida de lo posible haga viable el ejercicio del derecho como si no
existiera tal restricción.
Es importante destacar además que la aplicación de la manifestación del
principio pro personae implica acudir o utilizar la norma más protectora o la menos
restrictiva según sea el caso teniendo el cuidado de atender los ámbitos de validez
de la misma, debidamente explicados por el maestro García Máynez (espacial,
material, personal y temporal), es decir , que en virtud del principio pro personae
la norma que prevalecerá es aquella que mejor proteja al ser humano en el
ejercicio de sus derechos fundamentales debido a que lo importante es asegurar
el ejercicio y garantía de los derechos humanos, preservar la dignidad y alentar el
desarrollo de ellos. A este respecto y a manera de ejemplo, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos ha establecido que “si a una misma
situación son aplicables la convención americana y otro tratado Internacional,
debe prevalecer la norma más favorable.
Para poder entender un poco más a fondo el ámbito de aplicación del
principio pro personae se muestra un ejemplo.
Artículo 33 de Vs Artículo 13 de Aplicación del
la Pacto principio pro
Constitución Internacional personae
Política de los de Derechos En principio
Estados Civiles y parece que ambas
Unidos Políticos.- El disposiciones son
Mexicanos.- extranjero que igualmente
Son personas se halle protectoras, sin
extranjeras legalmente en embargo, del
las que no territorio de un contenido resulta
posean las Estado parte claro que la
calidades en el presente disposición del
determinadas pacto solo pacto es más
en el artículo podrá ser protectora al
33 expulsado de establecer

84
constitucional él en expresiones como
y gozarán de cumplimiento - Se
los derechos de una permitirá a
humanos y decisión tal
garantías que adoptada extranjero
reconoce esta conforme a la exponer las
constitución. ley; y, a razones
El Ejecutivo menos que que lo
de la Unión, razones asistan en
previa imperiosas de contra de
audiencia seguridad su
podrá nacional se expulsión
expulsar de oponga a ello, - Someter su
territorio se permitirá a caso ante
nacional a tal extranjero autoridad
personas exponer las competente
extranjeras razones que frente a las
con lo asistan en expresione
fundamento contra de su s como:
en la ley, la expulsión , así - Sin
cual regulara como someter necesidad
el su caso a de juicio
procedimiento revisión ante previo
administrativo, la autoridad - El Ejecutivo
así como el competente o de las
lugar y tiempo bien ante la unión
que dure la persona o tendrá la
detención personas facultad
designadas exclusiva
especialmente de hacer
por dicha abandonar

85
autoridad el territorio
competente y
hacerse
representar
con tal fin
ante ellas

En consecuencia con este ejemplo pretendemos demostrar la importancia


del análisis pormenorizado para poder determinar que norma es la que más
favorece a la persona para salvaguardar los derechos fundamentales y de esta
manera dignificar sus facultades, por ello su importancia nos muestra la manera
en que el juzgador deberá entrar al análisis del caso en concreto.
Las ponderaciones ayudan a resolver las colisiones entre derechos
fundamentales; así el jurista Alexy propone inicialmente determinar la diferencia
conceptual entre reglas y principios, ello como una alternativa que evite la falta de
aplicación de un derecho fundamental.
El criterio de diferenciación fundamental consiste en que los principios son
mandatos de optimización, realizables en diferentes grados; así se llegará a la
realización de una máxima de optimización que provenga de principios que
colinden y de reglas que se contradistingan causando así el surgimiento de
fronteras jurídicas.
La solución de las colisiones entre principios consiste en el establecimiento
de una relación de jerarquía condicionada entre los mismos principios que
colinden. Esta relación de jerarquía expresa a cuál de los principios en conflicto le
correspondería un mayor peso en razón de las circunstancias relevantes del caso.
Debido a que la construcción de la relación jerárquica no debe de proceder
de una voluntad caprichosa, la ponderación de los principios tiene que ser
justificable bajo el aspecto argumentativo. La exigencia de la racional no implica

86
que el procedimiento de ponderación conduzca en cada uno de los casos, de
manera necesaria, a un resultado preciso65
No obstante que el resultado quede abierto y otorgue cierta inseguridad,
resulta justificado que el establecimiento de la relación de jerarquía deba ser visto
como el resultado emanado del conocimiento práctico evitando así la aplicación de
una decisión caprichosa.
Los tres pasos básicos de la argumentación según la Doctora Fabiola
Martínez Ramírez66 son:
a) Indagación de los derechos fundamentales que colisionan.

b) Determinación de las condiciones de la jerarquía entre los principios.

c) Ponderación de los principios, que a su vez se subdivide en la


determinación de consecuencias de hecho; la comprobación del grado
en que se ven perjudicados los principios y finalmente la
proporcionalidad del grado de perjuicio.

Una de las alternativas que propone antes de la inaplicación de una ley


cuando las alternativas no sean posibles es la utilización del principio pro
personae, como un criterio hermenéutico, asumiendo diversas facetas que
deberán ser consideradas:
a) Principio pro personae como pauta hermenéutica.- El cual se debe de
decir que no es un principio de reciente creación, en virtud de
encontrarse inmenso en la jurisprudencia de la SCJN desde hace
tiempo, a través de los denominados in dubio pro reo, interés superior
del niño, in dubio pro operario, principio de no discriminación, los
anteriores determinan la forma de aplicación de las normas sobre
derechos humanos. Por ello, se señala que este principio supone que
las normas consuetudinarias, los contenidos de los derechos protegidos
en los tratados que deben tener cabida en el orden jurídico interno de un

65
ROJAS AMANDI Victor. La Ética discursiva de las teorías del derecho de Habermas y Alexy, UNAM,
México, 2012 pp253-258.
66
Ramírez Martínez, Fabiola, Interpretación Conforme y Dialogo Jurisprudencial en Derechos
Humanos, México, Instituto de Investigaciones Jurídicas UNAM,2014 p 251.

87
país, siempre serán vigentes mientras enriquezcan las disposiciones
nacionales.

b) Principio pro personae como una pauta para la regulación jurídica de los
derechos humanos.

Los derechos humanos señala la maestra Mónica Pinto, consagrados por el


orden jurídico son esencialmente relativos y por ello susceptibles de ser
reglamentados razonablemente. Por lo anterior algunos derechos pueden ser
objetos de restricciones legítimas para su ejercicio e incluso motivo de suspensión
extraordinaria.
En este aspecto, es necesario tomar en cuenta tres elementos 1) la
reglamentación razonable, que es aquella regulación legal del ejercicio de un
derecho que, sin desvirtuar su naturaleza tenga en miras su pleno goce y ejercicio
en sociedad. 2) Son restricciones legítimas, los límites de tipo permanente que se
imponen al ejercicio de algunos derechos en atención a la necesidad de preservar
o lograr determinados fines que interesan a la sociedad en general. 3) La
suspensión, apunta a la situación extraordinaria en la cual se encuentra en peligro
la vida de la nación, lo que haga necesario decidir la suspensión del ejercicio de
determinados derechos por el tiempo y en la medida estrictamente limitada a las
exigencias de la situación. En la interpretación que ha realizado nuestra H.
Suprema Corte de Justicia de la Nación se observan algunos ejemplos.
Tesis: 1a./J. 2/2012 (9a.)
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Novena Época 160267 19 de 29
Primera Sala
Libro V, Febrero de 2012, Tomo 1 Pag. 533
Jurisprudencia(Constitucional)

RESTRICCIONES A LOS DERECHOS FUNDAMENTALES.


ELEMENTOS QUE EL JUEZ CONSTITUCIONAL DEBE
TOMAR EN CUENTA PARA CONSIDERARLAS VÁLIDAS.
Ningún derecho fundamental es absoluto y en esa medida todos
admiten restricciones. Sin embargo, la regulación de dichas
restricciones no puede ser arbitraria. Para que las medidas
emitidas por el legislador ordinario con el propósito de restringir
los derechos fundamentales sean válidas, deben satisfacer al
menos los siguientes requisitos: a) ser admisibles dentro del
ámbito constitucional, esto es, el legislador ordinario sólo puede
restringir o suspender el ejercicio de las garantías individuales
con objetivos que puedan enmarcarse dentro de las previsiones

88
de la carta magna; b) ser necesarias para asegurar la obtención
de los fines que fundamentan la restricción constitucional, es
decir, no basta que la restricción sea en términos amplios, útil
para la obtención de esos objetivos, sino que debe ser la idónea
para su realización, lo que significa que el fin buscado por el
legislador no se pueda alcanzar razonablemente por otros
medios menos restrictivos de derechos fundamentales; y, c) ser
proporcional, esto es, la medida legislativa debe respetar una
correspondencia entre la importancia del fin buscado por la ley, y
los efectos perjudiciales que produce en otros derechos e
intereses constitucionales, en el entendido de que la persecución
de un objetivo constitucional no puede hacerse a costa de una
afectación innecesaria o desmedida a otros bienes y derechos
constitucionalmente protegidos. Así, el juzgador debe determinar
en cada caso si la restricción legislativa a un derecho
fundamental es, en primer lugar, admisible dadas las previsiones
constitucionales, en segundo lugar, si es el medio necesario para
proteger esos fines o intereses constitucionalmente amparados,
al no existir opciones menos restrictivas que permitan
alcanzarlos; y en tercer lugar, si la distinción legislativa se
encuentra dentro de las opciones de tratamiento que pueden
considerarse proporcionales. De igual manera, las restricciones
deberán estar en consonancia con la ley, incluidas las normas
internacionales de derechos humanos, y ser compatibles con la
naturaleza de los derechos amparados por la constitución, en
aras de la consecución de los objetivos legítimos perseguidos, y
ser estrictamente necesarias para promover el bienestar general
en una sociedad democrática.
AMPARO EN REVISIÓN 173/2008. Yaritza Lissete Reséndiz
Estrada. 30 de abril de 2008. Cinco votos. Ponente: José Ramón
Cossío Díaz. Secretaria: Dolores Rueda Aguilar.
Amparo en revisión 1215/2008. Jorge Armando Perales Trejo. 28
de enero de 2009. Unanimidad de cuatro votos. Ausente y
Ponente: José Ramón Cossío Díaz; en su ausencia hizo suyo el
asunto el Ministro José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria:
Dolores Rueda Aguilar.
Amparo en revisión 75/2009. Blanca Delia Rentería Torres y otra.
18 de marzo de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: José
de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: José Ramón Cossío Díaz.
Secretaria: Francisca María Pou Giménez.
Amparo directo en revisión 1675/2009. Camionera del Golfo, S.A.
de C.V. 18 de noviembre de 2009. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: José Ramón
Cossío Díaz. Secretaria: Francisca María Pou Giménez.
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1584/2011. 26 de octubre de
2011. Cinco votos. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo.
Secretaria: Rosa María Rojas Vértiz Contreras.
Tesis de jurisprudencia 2/2012 (9a.). Aprobada por la Primera
Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada de ocho de febrero
67
de dos mil doce.
El principio pro personae en estas circunstancias, implica no extender más
allá de lo permitido en el campo de las restricciones, ni mucho menos de la

67
Tesis: 1a./J. 2/2012 (9a.), Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época ,
Libro V, t I, Febrero de 2012, Pag. 533

89
suspensiones, incluso nos obliga a replantear la forma en como los derechos
pueden ser limitados en su ejercicio. Con lo cual se afirma la idea de que el
principio pro personae, cuenta con dos ámbitos, siempre que sea para favorecer a
la persona tendrá que interpretarse amplia y extensivamente y siempre que sea
para restringir derechos sea limitado a lo mínimo posible.
c) El principio pro personae y las restricciones legítimas.- Los instrumentos
internacionales de derechos humanos, en general, prevén restricciones
específicas respecto de determinados derechos. Esto es, que tales
derechos contienen en su propia enunciación, el criterio válido que
legitima una restricción.

Las restricciones que se impongan al ejercicio de los derechos humanos,


deben de establecerse con arreglo a ciertos requisitos de forma, que atañen a los
medios a través de los cuales se manifiestan y a condiciones de fondo,
representadas por la legitimidad de los fines que, con tales restricciones pretende
alcanzarse.
Tesis: 1a. L/2014 (10a.)
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Décima Época 2005536 21 de 117
Primera Sala
Libro 3, Febrero de 2014, Tomo I Pag. 672
Tesis Aislada(Constitucional)

LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y DERECHO A LA


INFORMACIÓN. FORMA EN QUE LA "MORAL" O
"LAS BUENAS COSTUMBRES", PUEDEN
CONSTITUIR RESTRICCIONES LEGÍTIMAS A
DICHOS DERECHOS FUNDAMENTALES.
Si bien es cierto que el artículo 6o. de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos señala
como límite a la libertad de expresión y el derecho a la
información "el ataque a la moral", y que el Código
Civil para el Distrito Federal en su artículo 1830,
define ese hecho ilícito como aquel contrario a las
leyes de orden público o a las "buenas costumbres",
también lo es que los límites a aquéllos constituyen la
excepción a la regla y, como tales, deben
interpretarse en forma restrictiva. Así, atendiendo al
carácter abstracto e indefinido que tienen los
conceptos de "moral" y "buenas costumbres", así

90
como a su mutabilidad, porque cambian
constantemente desde una perspectiva social y de
persona a persona, debe determinarse la medida y el
alcance en que éstos pueden constituir restricciones
legítimas a la libertad de expresión y el derecho a la
información. Entonces, con base en la doctrina
desarrollada por este alto tribunal, las restricciones a
los derechos fundamentales no deben ser arbitrarias,
sino que deben perseguir finalidades
constitucionalmente válidas, ser necesarias para su
consecución y proporcionales, esto es, la persecución
de ese objetivo no puede hacerse a costa de una
afectación innecesaria o desmedida de los otros
derechos fundamentales. Ahora bien, lo que debe
entenderse por "moral" o por "buenas costumbres", no
puede identificarse con las normas culturales que
prevalecen en una sociedad y época determinadas,
sino que debe constreñirse al concepto de moral
"pública", entendida como el núcleo de convicciones
básicas y fundamentales sobre lo bueno y lo malo en
una sociedad. De ahí que interpretar el término
"moral" o "buenas costumbres" en forma más extensa,
o apelando a lo que consideran las mayorías,
constituiría una herramienta para hacer negatorios los
derechos fundamentales de las minorías, y resultaría
contrario al pluralismo característico de una sociedad
democrática. En ese sentido, el Comité de Derechos
Humanos de las Naciones Unidas ha reconocido que
la moral pública varía ampliamente, por lo que no
existe un principio aplicable universalmente; sin
embargo, ha agregado que toda restricción a la
libertad de expresión no sólo debe justificarse en la
protección de un objetivo legítimo -la moral pública-,
sino que también debe acreditarse que la medida sea
necesaria para lograr ese objetivo. Asimismo, el
Relator de Naciones Unidas para la Libertad de
Expresión ha señalado que las restricciones a la
libertad de expresión no deben de aplicarse de modo
que fomenten el prejuicio y la intolerancia, sino que
deben protegerse las opiniones minoritarias, incluso
aquellas que incomoden a las mayorías. Por lo tanto,
debe distinguirse entre el fomento a la conducta
inmoral, que puede ser un motivo legítimo para la
aplicación de restricciones, y la expresión de
opiniones disidentes o la ruptura de tabúes. En
conclusión, la determinación del concepto de "moral"
o "buenas costumbres", como límite a los derechos a

91
la libertad de expresión y de información, no puede
ser exclusivamente valorativa, ni atender a los
criterios de un grupo determinado, sino que debe
quedar plenamente justificada, sin limitarlos
innecesariamente.
Amparo directo 23/2013. Teresita del Niño Jesús
Tinajero Fontán. 21 de agosto de 2013. Cinco votos
de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José
Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena,
Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge
Mario Pardo Rebolledo; los Ministros Arturo Zaldívar
Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo
Gutiérrez Ortiz Mena y Olga Sánchez Cordero de
García Villegas reservaron su derecho a formular voto
concurrente. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo.
Secretaria: Rosa María Rojas Vértiz Contreras68
Las exigencias de una ley en sentido formal, además de material, cuando
se trata de restringir derechos provienen del sistema interamericano69 El sistema
interamericano de protección de derechos humanos constituye un sistema
internacional que ha sido acordado por los estados y cuyo objetivo es establecer
estándares mínimos comunes en materia de respeto, garantía y adecuación de
los ordenamientos jurídicos nacionales fijados convencionalmente
Las restricciones a su vez, deberán ser conforme a los siguientes
presupuestos:
1. Criterio de orden público.- Se entiende como el conjunto de reglas
fundamentales sobre las cuales se erige una sociedad. En este sentido,
su interpretación debe ajustarse al contexto del derecho que se
restringe.

2. Criterio de bien común.- En el sistema interamericano ha sido entendido


como un concepto referente a las condiciones de la vida social que
permiten a los integrantes de la sociedad alcanzar el mayor grado de
desarrollo personal y la mayor vigencia de los valores democráticos

68
Tesis: 1a. L/2014 (10a.), Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época
2005536 , Libro 3,t I Febrero de 2014, p. 672
69
Pinto, Mónica, “El principio pro homine. Criterios de la hermenéutica y pautas para la regulación
de los derechos humanos” en Abregú, Martín y Courtis, Christian (comp), La aplicación de los
Tratados Sobre Derechos Humanos Por Los Tribunales Locales, Argentina Centro de Estudios
Legales y Sociales, 2012, p 180.

92
3. Criterios de salud pública.- Apunta a las restricciones que permitan
proteger contra peligros para la seguridad de las personas con sus
bienes

d) El principio pro personae y la suspensión del ejercicio de determinados


derechos humanos.

Los tratados generales de derechos humanos facultan al estado a disponer


la suspensión de ciertas obligaciones contraídas en su virtud, en razón de la
vigencia de un estado de excepción.
Por aplicación del principio pro personae como criterio residual de
interpretación, la vigencia simultánea en un estado de diversas normas causaría el
conflicto entre dos aspectos; el derecho y sus restricciones, existiendo así un tipo
de relación especial, es decir la de la restricción.
Si la relación entre derecho y restricción se entenderá de tal manera
podemos afirmar que por una parte existe el derecho en sí, que no está restringido
y por otra parte la subsistencia del derecho cuando se le añaden restricciones; en
otras palabras, el derecho restringido70. En este aspecto el Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación ha propuesto por vía de interpretación que:
Tesis: P./J. 20/2014 (10a.)
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Décima Época 2006224 13 de 52
Pleno Libro 5, Abril de 2014, Tomo I Pag. 202
Jurisprudencia(Constitucional)

DERECHOS HUMANOS CONTENIDOS EN LA


CONSTITUCIÓN Y EN LOS TRATADOS
INTERNACIONALES. CONSTITUYEN EL
PARÁMETRO DE CONTROL DE REGULARIDAD
CONSTITUCIONAL, PERO CUANDO EN LA
CONSTITUCIÓN HAYA UNA RESTRICCIÓN
EXPRESA AL EJERCICIO DE AQUÉLLOS, SE
DEBE ESTAR A LO QUE ESTABLECE EL TEXTO
CONSTITUCIONAL.
El primer párrafo del artículo 1o. constitucional
reconoce un conjunto de derechos humanos cuyas

70
Alexy, Robert, Teoría de los Derechos Fundamentales,2ª ed,, Madrid, Centro de Estudios
Políticos y Constitucionales, 2008 p 268.

93
fuentes son la constitución y los tratados
internacionales de los cuales el estado mexicano sea
parte. De la interpretación literal, sistemática y
originalista del contenido de las reformas
constitucionales de seis y diez de junio de dos mil
once, se desprende que las normas de derechos
humanos, independientemente de su fuente, no se
relacionan en términos jerárquicos, entendiendo que,
derivado de la parte final del primer párrafo del citado
artículo 1o., cuando en la Constitución haya una
restricción expresa al ejercicio de los derechos
humanos, se deberá estar a lo que indica la norma
constitucional, ya que el principio que le brinda
supremacía comporta el encumbramiento de la
Constitución como norma fundamental del orden
jurídico mexicano, lo que a su vez implica que el resto
de las normas jurídicas deben ser acordes con la
misma, tanto en un sentido formal como material,
circunstancia que no ha cambiado; lo que sí ha
evolucionado a raíz de las reformas constitucionales
en comento es la configuración del conjunto de
normas jurídicas respecto de las cuales puede
predicarse dicha supremacía en el orden jurídico
mexicano. Esta transformación se explica por la
ampliación del catálogo de derechos humanos
previsto dentro de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, el cual evidentemente
puede calificarse como parte del conjunto normativo
que goza de esta supremacía constitucional. En este
sentido, los derechos humanos, en su conjunto,
constituyen el parámetro de control de regularidad
constitucional, conforme al cual debe analizarse la
validez de las normas y actos que forman parte del
orden jurídico mexicano.71
En su voto aclaratorio de la contradicción de tesis 293/2011, indica el
Ministro Zaldivar Lelo de Larrea que las restricciones:
“… con independencia de la ambigüedad que afecta al término
“restricciones”, en la teoría constitucional resulta pacífico
sostener que los derechos humanos no son absolutos. Así lo
ha reconocido la propia Corte Interamericana de Derechos
Humanos , al señalar que “salvo algunos derechos que no

71
Tesis: P./J. 20/2014 (10a.), Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época,
Libro 5, t I, Abril de 2014, p. 202

94
pueden ser restringidos bajo ninguna circunstancia, como el
derecho a no ser objeto de tortura o de tratos o penas crueles
e inhumanos o degradantes, los derechos humanos no son
absolutos”.
En relación con este punto, puede surgir válidamente la siguiente pregunta:
¿Es legítimo que una Constitución establezca restricciones al ejercicio de algunos
derechos humanos?
Desde mi punto de vista es posible ya que tanto el constituyente como el
poder revisor de la constitución son legisladores democráticos que pueden
restringir legítimamente el ejercicio de los derechos humanos. En efecto, el
reconocimiento del rango constitucional de los derechos humanos contenidos en
los tratados internacionales de los que el estado mexicano es parte no implica
descartar que su ejercicio sea susceptible de restringirse. Con todo esto, el
problema central no se ubica en la discusión de la legitimidad de la existencia de
dichas restricciones, sino más bien en la valoración caso por caso de cada una de
estas a la luz de las exigencias que impone la vigencia de un estado democrático
y constitucional de derecho”72
4.7 EL MODELO DE PONDERACIÓN REGLAS/PRINCIPIOS EN
MATERIA DE DERECHOS HUMANOS
El modelo puro de reglas, señala Alexy, fracasa en los tres tipos de normación de
derecho fundamental considerados y se podría suponer que también es
insuficiente para otros tipos de normación. Así, diversos autores señalan que en
toda interpretación deberá regir el principio de ponderación y proporcionalidad que
constituye una técnica aplicable a la intervención del estado legislador en el
ámbito de los derechos fundamentales. Constituye un parámetro de control de
cada vez con objeto de optimizar un bien colectivo y el legislador limitará o
restringirá un derecho fundamental.
Asimismo, en dicho modelo, sobre todo respecto al discurso práctico se
utiliza el instrumento de la argumentación para determinar la validez de los

72
Voto aclaratorio y concurrente que formula el Ministro Arturo Zaldivar Lelo de Larrea en relación
con la contradicción de tesis 293/2011 resuelta por el Tribunal del Pleno de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación p.15

95
enunciados normativos; sobre este punto Alexy propone una teoría de discurso
racional, en donde es imprescindible determinar quiénes son los individuos que
participan en el mismo, las exigencias que se imponen en el procedimiento y a la
peculiaridad del proceso de decisión73 Numerosos ejercicios de proporcionalidad
se podrían incluir en este apartado de la interpretación que ha realizado la
Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Tesis: 1a. XLIII/2010
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Novena Época 164992 42 de 64
Primera Sala
Tomo XXXI, Marzo de 2010 Pág. 928
Tesis Aislada(Constitucional)

LIBERTAD DE EXPRESIÓN, DERECHO A LA


INFORMACIÓN Y A LA INTIMIDAD. PARÁMETROS
PARA RESOLVER, MEDIANTE UN EJERCICIO DE
PONDERACIÓN, CASOS EN QUE SE
ENCUENTREN EN CONFLICTO TALES
DERECHOS FUNDAMENTALES, SEA QUE SE
TRATE DE PERSONAJES PÚBLICOS O DE
PERSONAS PRIVADAS.
La libertad de expresión y el derecho a la información
operan en forma diversa tratándose de personajes
públicos, quienes, como las personas privadas, se
encuentran protegidos constitucionalmente en su
intimidad o vida privada, por lo que podrán hacer valer
su derecho a la intimidad frente a las opiniones,
críticas o informaciones lesivas. La solución de este
tipo de conflictos ameritará un ejercicio de
ponderación entre los derechos controvertidos, a
efecto de determinar cuál de ellos prevalecerá en
cada caso. Así, el interés público que tengan los
hechos o datos publicados, será el concepto
legitimador de las intromisiones en la intimidad, en
donde el derecho a la intimidad debe ceder a favor del
derecho a comunicar y recibir información, o a la
libertad de expresión cuando puedan tener relevancia
pública, al ser un ejercicio de dichos derechos la base
de una opinión pública libre y abierta en una sociedad.
Por consiguiente, en la solución al conflicto entre la
libertad de expresión y el derecho a la información,

73
Atienza, Manuel, Las Razones Del Derecho Teorías de la Argumentación Jurídica, México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas UNAM, 2013 p.154

96
frente al derecho a la intimidad o a la vida privada,
deberá considerarse el caso en concreto, a fin de
verificar cuál de estos derechos debe prevalecer
distinguiéndose, en el caso de personas públicas a la
mayor o menor proyección de la persona, dada su
propia posición en la comunidad, así como la forma
en que ella misma ha modulado el conocimiento
público sobre su vida privada.
Amparo directo 6/2009. 7 de octubre de 2009. Cinco
votos. Ponente: Sergio A. Valls Hernández.
Secretarios: Laura García Velasco y José Álvaro
Vargas Ornelas.74
La ponderación por tanto, exige la máxima realización posible de cada uno
de los principios y de todos los derechos involucrados en alguna colisión, permite
que por vía interpretativa su función se optimice, se cierre y se aplique.
4.8. LA RESTRICCIÓN CONSTITUCIONAL RESPECTO A LA
ESTABILIDAD DE LOS TRABAJADORES DE CONFIANZA AL SERVICIO
DEL ESTADO.
Como ya señalé anteriormente, la reforma del 2011 fue un gran avance en materia
de derechos humanos; sin embargo consideramos que este hecho fue efectivo
hasta cierto punto, ya que existen datos que demuestran la existencia de una
contradicción de tesis 293/2011 ya señalada en párrafos anteriores que tuvo la
finalidad de proteger y limitar ese gran avance; según nuestra opinión falta todavía
un criterio para efectuar tales restricciones ya que no se cuenta con un método y
en determinados casos se observa una forma caprichosa de decidir en qué
materias se pueda considerar la existencia de una restricción constitucional.
Respecto a los trabajadores de confianza al servicio del estado en el 2011,
se consideró un gran avance la implementación del principio de interpretación pro
personae, ya que un tratado internacional como lo es el Protocolo Adicional a la
Convención Americana Sobre Derechos Sociales y Culturales, en su artículo 7
apartado d, reconocía la estabilidad del empleo como un derecho humano social,
sin embargo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación al ver esta interpretación
que podía garantizar mayores derechos a los trabajadores de confianza al servicio

74
Tesis: 1a. XLIII/2010, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta , Novena Época t XXXI,
Marzo de 2010 p. 928

97
del estado decidió limitar y restringir la presente interpretación y el resultado fue,
que por reiteración de tesis, se emitió en 2014 la siguiente Jurisprudencia.

Tesis: 2a./J. 23/2014 (10a.)


Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Décima Época 2005823 1 de 2
Segunda Sala Libro 4, Marzo de 2014,
Tomo I Pag. 874
Jurisprudencia(Constitucional)

TRABAJADORES DE CONFIANZA AL SERVICIO


DEL ESTADO. SU FALTA DE ESTABILIDAD EN EL
EMPLEO CONSTITUYE UNA RESTRICCIÓN
CONSTITUCIONAL, POR LO QUE LES RESULTAN
INAPLICABLES NORMAS CONVENCIONALES.
La actual integración de la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación ha reiterado la
interpretación de la fracción XIV, en relación con la
diversa IX, del apartado B del artículo 123 de la
Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, en el sentido de que los trabajadores de
confianza sólo disfrutarán de las medidas de
protección del salario y gozarán de los beneficios de la
seguridad social, sobre la base de que no fue
intención del constituyente permanente otorgarles
derecho de inamovilidad en el empleo y que, por ello,
representa una restricción de rango constitucional. En
tal virtud, si bien el Protocolo Adicional a la
Convención Americana sobre Derechos Humanos en
Materia de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales (Protocolo de San Salvador), en su artículo
7, apartado d, establece el derecho de las personas a
una indemnización o a la readmisión en el empleo, o a
cualquier otra prestación prevista en la legislación
nacional, en caso de despido injustificado, lo cierto es
que esta norma de rango convencional no puede
aplicarse en el régimen interno en relación con los
trabajadores de confianza al servicio del estado,
porque su falta de estabilidad en el empleo constituye
una restricción constitucional.
Amparo directo 25/2012. Salvador Arroyo Barboza y/o
Barbosa. 29 de mayo de 2013. Cinco votos de los
Ministros Luis María Aguilar Morales, Alberto Pérez
Dayán, José Fernando Franco González Salas,
Margarita Beatriz Luna Ramos y Sergio A. Valls
Hernández; Margarita Beatriz Luna Ramos votó en

98
contra de consideraciones y Luis María Aguilar
Morales votó con salvedades. Ponente: Sergio A.
Valls Hernández. Secretario: Luis Javier Guzmán
Ramos.
Amparo directo 35/2012. Arturo Sánchez García. 29
de mayo de 2013. Cinco votos de los Ministros Luis
María Aguilar Morales, Alberto Pérez Dayán, José
Fernando Franco González Salas, Margarita Beatriz
Luna Ramos y Sergio A. Valls Hernández; Margarita
Beatriz Luna Ramos votó en contra de
consideraciones y Luis María Aguilar Morales votó con
salvedades. Ponente: Sergio A. Valls Hernández.
Secretario: Luis Javier Guzmán Ramos.
Amparo directo 67/2012. Diana Guadalupe Paz
Turrubiates. 5 de junio de 2013. Cinco votos de los
Ministros Luis María Aguilar Morales, Alberto Pérez
Dayán, José Fernando Franco González Salas,
Margarita Beatriz Luna Ramos y Sergio A. Valls
Hernández; Margarita Beatriz Luna Ramos votó en
contra de consideraciones y Luis María Aguilar
Morales votó con salvedades. Ponente: Alberto Pérez
Dayán. Secretario: Jorge Antonio Medina Gaona.
Amparo directo 32/2012. Adán Fernando Chávez
Fuentes. 12 de junio de 2013. Cinco votos de los
Ministros Luis María Aguilar Morales, Alberto Pérez
Dayán, José Fernando Franco González Salas,
Margarita Beatriz Luna Ramos y Sergio A. Valls
Hernández. Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos.
Secretario: Fausto Gorbea Ortiz.
AMPARO DIRECTO 55/2012. Gabriel Martínez Cruz.
12 de junio de 2013. Cinco votos de los Ministros Luis
María Aguilar Morales, Alberto Pérez Dayán, José
Fernando Franco González Salas, Margarita Beatriz
Luna Ramos y Sergio A. Valls Hernández; Margarita
Beatriz Luna Ramos votó en contra de
consideraciones y Luis María Aguilar Morales votó con
salvedades. Ponente: Luis María Aguilar Morales.
Secretaria: Amalia Tecona Silva.
Tesis de jurisprudencia 23/2014 (10a.). Aprobada por
la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del diecinueve de febrero de dos mil catorce.75

75
Tesis: 2a./J. 23/2014 (10a.) , Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época ,
Libro 4, t I Marzo de 2014, p. 874

99
A continuación procederemos a efectuar un estudio de las cinco sentencias
que formaron dicha interpretación, para analizar cuáles fueron sus puntos
centrales.
4.8.1 AMPARO DIRECTO 25/2012
Al resolver la solicitud de ejercicio de la facultad de atracción 83/2012, la Segunda
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación advirtió como tema de
importancia y trascendencia, el aparente trato diferenciado que el artículo 123 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece, así como
también en la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado y las
legislaciones estatales burocráticas respecto a los trabajadores de confianza, en
cuanto existe la carencia de estabilidad en el empleo; esto sería debido al actual
modelo de constitucionalidad y convencionalidad sobre normas de derechos
humanos que impera en el actual régimen jurídico nacional.
El argumento utilizado hasta hoy en día era que desde la Quinta Época, ya
se hacía un reconocimiento de los trabajadores de confianza y la limitación que
éstos tenían en la estabilidad del empleo; la entonces Cuarta Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, determinó que la falta de estabilidad en el empleo
de los trabajadores de confianza, se justificaba por simples razones políticas y de
orden práctico, conforme a la siguiente tesis aislada:
Registro: 366,725
Quinta Época,
Cuarta Sala
Tesis Aislada
Semanario Judicial de la Federación,
Tomo: CXXVI
Materia(s): Laboral
Página 900

“TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO, DE


CONFIANZA. Estuvo en la mente y en el propósito del legislador
al expedir el Estatuto de los Trabajadores al Servicio de los
Poderes de la Unión, hacer estable la situación de los servidores
del estado, sustrayéndolos tanto a las contingencias de las
políticas, como a la arbitrariedad de los jefes de las unidades
burocráticas, por estimar que estos trabajadores, como
cualquiera otro trabajador, tienen derecho a la protección por
parte de la sociedad y del Estado, del único patrimonio de que
pueden disfrutar, constituido por la seguridad de su trabajo; con
el propósito anterior se estableció como regla general la
inamovilidad de los servidores del estado y como excepción a
esta regla se precisaron por el estatuto los puestos que el mismo

100
consideró de confianza y respecto de los cuales debía estimarse
que quienes los desempeñaran no eran inamovibles, tanto por
razones de tipo político como de orden práctico, y fue así como
limitativamente el estatuto hizo una enumeración de dichos
puestos, habiendo dejado solamente una posibilidad para
sujetarse estrictamente a la enumeración propuesta, consistente
en que puedan considerarse también como empleados de
confianza a aquéllos que desempeñen funciones análogas a los
que enumera en la fracción II, inciso b), del artículo 4o. de dicho
ordenamiento; pero para la aplicación de esta fracción, por
jurisprudencia constante de la Suprema Corte, deberá
demostrarse la analogía en cada caso; así pues, siendo la
enumeración de puestos de confianza que hace el estatuto una
excepción a la regla general de la inamovilidad, esa disposición,
de acuerdo con lo que establece el artículo 11 del Código Civil
para el Distrito y Territorios Federales, aplicable en materia
federal, no puede comprender caso alguno que no esté
expresamente especificado, de suerte que no puede aplicarse
por analogía, ni por mayoría de razón, ni en forma extensiva,
pues todas estas interpretaciones están prohibidas tratándose de
una disposición que establece excepción a una regla general; de
manera que los razonamientos que se hagan en el sentido de
que no hay razones lógicas o jurídicas para que otros
inspectores diversos de los de la Secretaría de Comunicaciones
y Obras Públicas no puedan ser considerados como empleados
de confianza, son valederos para proponer la reforma de la
disposición del estatuto que contiene la enumeración de
empleados de confianza, pero no lo son para pretender que se
haga una aplicación analógica o extensiva de la disposición
76
citada”.
Las restricciones a la estabilidad en el empleo de los trabajadores de
confianza fueron cada vez más aceptadas por la jurisprudencia de este alto
tribunal; a partir de la Séptima Época fueron surgiendo criterios que puntualizaban
la inexistencia de la estabilidad en el empleo de los trabajadores de confianza al
servicio del estado.
Así lo estableció la entonces Cuarta Sala de esta Suprema Corte de Justicia
de la Nación, en la tesis jurisprudencial:
Registro: 242,807
Séptima Época
Cuarta Sala
Jurisprudencia
Semanario Judicial de la Federación,
Volúmenes 175 a 180 Quinta parte
Materia(s): Laboral
Página 68

“TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO DE


CONFIANZA. NO ESTÁN PROTEGIDOS POR EL APARTADO

76
Semanario Judicial de la Federación, Tomo: CXXVI p. 900

101
‘B’ DEL ARTÍCULO 123 EN CUANTO A LA ESTABILIDAD EN
EL EMPLEO. El Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje no
incurre en violación de garantías si absuelve del pago de
indemnización constitucional y salarios caídos reclamados por un
trabajador de confianza que alega un despido injustificado, si en
autos se acredita tal carácter, porque los trabajadores de
confianza no están protegidos por el artículo 123 de la
Constitución, apartado ‘B’ , sino en lo relativo a la percepción de
sus salarios y las prestaciones del régimen de seguridad social
que les corresponde, pero no en lo referente a la estabilidad en
77
el empleo”.
Como puede advertirse, la fracción XIV, del apartado B, del artículo 123 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ha sido interpretada por
esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, de manera reiterada, en el sentido
de que los trabajadores de confianza sólo gozan de medidas de protección al
salario y otorgue derecho a la seguridad social; concluyéndose en este modo que
la Constitución Federal no les ha otorgado algún otro derecho o beneficio.

4.8.2 AMPARO DIRECTO 35/2012


Respecto a la sentencia del amparo, la Segunda Sala establece el mismo criterio
al considerar que la interpretación del artículo XIV del apartado B del artículo 123
ha sido interpretada de manera reiterada.
Lo único que nos demuestra este argumento es la falta de creación e
interpretación jurídica; toda vez que una interpretación no puede realizarse de
manera tan restrictiva, considerando, que como se ha hecho así por años se debe
de seguir haciendo en tal modo.
4.8.3 AMPARO DIRECTO 62/2012
En esta sentencia se señaló que, la fracción XIV, del apartado B, del artículo 123
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos ha sido interpretada
por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de manera reiterada, en el sentido
de que los trabajadores de confianza sólo gozan de medidas de protección al
salario y de derecho a la seguridad social; de tal situación se concluyó que la
constitución federal no les ha otorgado algún otro derecho o beneficio.
Una de las razones que han sostenido ese criterio, es que de la
interpretación de la fracción IX (a contrario sensu) y de la fracción XIV, del

77
Semanario Judicial de la Federación, Volúmenes 175 a 180 Quinta parte, p. 68

102
mencionado artículo 123, apartado B, se infiere que los trabajadores de confianza
están excluidos del derecho a la estabilidad en el empleo.
La otra razón es que la exclusión de un derecho no necesariamente debe
estar establecida expresamente en la norma constitucional, sino que basta atender
a los derechos que confirió el constituyente a los trabajadores de confianza para
determinar, por exclusión, que no pueden gozar de los otorgados a los de base.
Es decir, se ha concluido que si la fracción XIV, del apartado B, del artículo
123 constitucional indica que los trabajadores de confianza disfrutarán de las
medidas de protección al salario y gozarán de los beneficios de la seguridad
social, entonces únicamente tendrán derecho a esos beneficios lo cual a nuestro
parecer resulta simplemente escandaloso.
Esto es, si la fracción XIV, del apartado B, del artículo 123 de la
Constitución Federal dispone que los trabajadores de confianza disfrutarán de las
medidas de protección al salario y gozarán de los beneficios de la seguridad
social, y la diversa fracción IX, establece que los trabajadores sólo serán
removidos por causa justificada; resulta claro, como se ha interpretado, que el
constituyente permanente no tuvo la intención de otorgar derecho de inamovilidad
a los trabajadores de confianza, porque de haberlo querido así lo habría señalado
expresamente; de manera que debe considerarse como una restricción de rango
constitucional.
4.8.4 AMPARO DIRECTO 32/2012
Al hacer un estudio respecto esta ejecutoria, podemos decir que la Segunda Sala,
de igual forma ejerce la facultad de atracción, y vuelve a citar los argumentos
señalados en los amparos anteriores, sin embargo aquí el quejoso, logró probar
con base en las funciones que realizaba en su trabajo, que no era un trabajador de
confianza.
4.8.5 AMPARO DIRECTO 55/2012
Al analizar esta sentencia es interesante señalar, que en ningún momento el
quejoso señala como concepto de violación la aplicación del artículo 7, apartado
D, del Protocolo Adicional a la Convención Americana Sobre Derechos Humanos
en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, sino que solo la

103
Segunda Sala señala que no debe de pasar inadvertido ese precepto y vuelve a
considerar todos los puntos señalados en los amparos anteriores.
4.9 CONSIDERACIONES RESPECTO A LA RESTRICCIÓN
CONSTITUCIONAL DE LA ESTABILIDAD DE LOS TRABAJADORES DE
CONFIANZA AL SERVICIO DEL ESTADO.
A continuación señalaré la opinión atinada del Maestro Marcos Del Rosario,
respecto a las restricciones constitucionales, el autor afirma “siendo la persona el
eje rector del sistema jurídico resulta un tanto contradictorio que la Suprema Corte
de Justicia de la Nación se haya decantado por hacer prevalecer restricciones que
están contempladas en el texto constitucional, sin señalar que para que estás
sean válidas, deberán ser proporcionales y razonables, pues de lo contrario
generarán una merma o debilitamiento de los derechos humanos”78
En este sentido la Corte Europea ha establecido criterios jurisprudenciales
claros, en el cual se reconoce a la validez de las restricciones, siempre y cuando
sean razonables, proporcionales, constitucionales y que atiendan a un interés
legítimo”79
Por lo tanto en el estudio realizado de las sentencias de amparo 25/2012,
35/2012,67/2012, 32/2012, 55/2012, las cuales por reiteración de tesis integraron
la jurisprudencia “Trabajadores de Confianza al Servicio del Estado. Su falta de
estabilidad en el empleo constituye una restricción constitucional, por lo que les
resulta inaplicable normas convencionales” se puedo apreciar, que en ningún
momento nuestra H. Suprema Corte de Justicia de la Nación, realizó una
interpretación conforme a la razonabilidad, proporcionalidad, constitucionalidad y
de interés legítimo.
80
En lo referente a la característica de razonabilidad de las restricciones a
los derechos humanos, implica que la medida prevista no debe vulnerar la esfera

78
Del Rosario, Rodríguez, Marcos “El principio pro persona y las restricciones constitucionales al
ejercicio de los derechos humanos” . Análisis sobre los alcances del resolutivo de contradicción de
tesis 293/2011.
79
Idem
80
CARRASCO PERERA, ÁNGEL, “El juicio de razonabilidad en la justicia constitucional”, Revista
Española De Derecho Constitucional, España, No 11, 1984, pp. 39-106 en Del Rosario, Rodríguez
Marcos “El principio pro persona y las restricciones constitucionales al ejercicio de los derechos
humanos. Análisis sobre los alcances del resolutivo de la Contradicción de Tesis 293/2011”.

104
jurídica de las personas. En este caso se tiene que evaluar si esta restricción
planteada en la tesis citada, viola la esfera jurídica de las personas y desde
nuestro punto de vista, es evidente la violación a la esfera jurídica de los
trabajadores de confianza; toda vez que limita y restringe sin permitir la
interpretación pro personae al caso concreto, ya que en ningún momento la
Suprema Corte de Justicia de la Nación dio la oportunidad de interpretar la
fracción IX del apartado B) del artículo 123 de manera armónica con la fracción
XIV del precitado artículo.
El principio de proporcionalidad responde especialmente a “una vigencia
armoniosa”81 y sobre todo al criterio determinativo de Alexy “cuál de los intereses
en conflicto, de igual jerarquía en abstracto, tiene mayor peso en el caso
concreto”82. En este segundo punto debemos de analizar si es más importante las
razones políticas y el orden práctico que muestra la interpretación de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación al señalar la falta de estabilidad de los trabajadores
de confianza al servicio del estado versus el derecho humano a seguir un proyecto
de vida, el cual se encuentra mermado y destruido al momento del cese
injustificado de los trabajadores de confianza, ya que por ejemplo, una persona
que trabajó durante quince años como trabajador de confianza realizando
actividades que requieren una especial preparación en un determinado campo al
momento en que sea cesado sin la demostración por parte de la autoridad de una
efectiva causa de cese se destruiría el derecho que cada ser humano tiene a
seguir un proyecto de vida. Sobre este aspecto queremos manifestar en esta sede
que no concebimos bajo ningún modo como mientras nuestro H. Tribunal
Supremo en el tema del aborto se haya permitido ponderar el derecho humano a
la vida versus el derecho humano al proyecto de vida de la mujer, ya que desde
nuestro punto de vista el derecho humano a la vida es el derecho humano por
excelencia, y que en el tema motivo de nuestra investigación no sea capaz de
ponderar el tema político con el derecho humano al proyecto de vida de los
trabajadores de confianza. Realmente quedamos perplejos de como un adecuado

81
Sánchez Gil, Rubén, El Principio De Proporcionalidad, México, Investigaciones Jurídicas UNAM,
2007, p. 22.
82
Ibidem p.49

105
criterio jurídico falte hoy en día solo para salvaguardar posiciones políticas en
detrimento de la dignidad de la persona.
El criterio de constitucionalidad que se exige como característica para
cualquier restricción al ejercicio de los derechos humanos requiere plena
adecuación al contenido constitucional83. Sobre este punto la restricción contenida
en la tesis citada no se adecua al contenido constitucional; toda vez que realiza
una interpretación restrictiva y no extensiva respecto a la fracción IX y XIV del
apartado b) del artículo 123 en cita.
Lo único que se señaló en las citadas ejecutorias fue, que dada la
interpretación constante y reiterada de las fracciones IX y XIV del apartado B) del
artículo 123 constitucional, se considera que existe una restricción constitucional,
violando en todo momento la interpretación conforme al principio pro personae. No
es posible que el argumento de nuestro H. Tribunal Supremo, consista en que solo
porque se ha realizado una interpretación a partir de la Quinta Época debe de
seguir siendo igual; este hecho lo único que nos demuestra es la aplicación de un
criterio injusto que existe hasta nuestros días y que bajo un pseudo fundamento
histórico se pretende de conservar sin alteración alguna, ignorándose que nuestro
país en la actualidad ha evolucionado adecuándose a los principios humanos
establecidos por las naciones occidentales.
Los seres humanos somos dinámicos, no estáticos por lo que el derecho
siempre debe de ir evolucionando en su aplicación a la realidad histórica de
acuerdo a las necesidades de los integrantes de la sociedad para lograrse el bien
común; por lo tanto es imperdonable que la restricción constitucional exista
únicamente por un simple capricho de nuestro tribunal supremo permitiendo
actualmente que la política decida qué ser humano podrá beneficiarse de los
derechos humanos reconocidos en la constitución y quienes no tendrán tales.
Al examinar en una forma atenta la jurisprudencia contenida en la Décima
Época del Semanario Judicial de la Federación Registro 25823 y tomando el texto

83
Bernal Pulido, Carlos. El principio de proporcionalidad de los derechos fundamentales, El
principio de proporcionalidad como criterio para determinar el contenido de los derechos
fundamentales vinculante para el legislador, 3ª ed, Madrid, Centro de Estudios Políticos y
Constitucionales, 2007, p.147

106
del artículo 7 del Protocolo Adicional a la Convención Americana Sobre Derechos
Humanos en Materia de Derechos, Económicos Sociales y Culturales “Protocolo
de San Salvador”, ambos textos como premisas, consideramos que la restricción
constitucional a que alude tal jurisprudencia no afecta en modo alguno la
aplicación del artículo 7 apartado d, por las siguientes razones:
En la jurisprudencia en cita, se señala, interpretando la fracción XIV en
relación con la IX del apartado B) del artículo 123 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, que los trabajadores de confianza, (en un sentido
genérico) solo disfrutarán de las medidas de protección al salario y gozaran de los
beneficios de la seguridad social, y en forma inmediata agregan que no fue
intención del constituyente otorgarles derecho de inamovilidad en el empleo. Al
respecto aquí pensamos que a los señores Ministros soslayaron el párrafo primero
de la fracción IX del apartado B) del indicado ordenamiento constitucional; esto es
que los trabajadores de confianza no solo tienen los dos derechos a que aluden y
que se contienen en la fracción XIV, sino que el derecho a que solo pueden ser
suspendidos o cesados por causa justificada. Esto es que si no existiera causa
justificada en términos que fija la ley, entonces, en buena lógica se tendría que
llegar a afirmar el derecho a la inamovilidad en el empleo, situación que como
sabemos no es así.
Veamos uno de los muchos problemas que se presentan hoy en día, un
servidor público de confianza con 28 años de antigüedad y gran experiencia
podría ser cesado por un joven funcionario inexperto sin razón alguna y si
hacemos caso al criterio jurisprudencial restrictivo que los derechos
constitucionales son limitados a la seguridad social y a su sueldo, entonces se
llegaría a la conclusión absurda que el trabajador que recibió una injusticia no
podría bajo ningún motivo tutelarse. Obteniéndose así la legalización de injusticias
no correctas en un estado de derecho. Además debemos recordar que sobre la
jurisprudencia se encuentra la Constitución General de la República e invitamos a
reflexionar sobre el texto universal afirmativo del párrafo primero de la fracción IX,
para concluir que sobre esos dos derechos a que alude la corte, se encuentra un
derecho fundamental, el cual se puede traducir a que el cese o la suspensión deba

107
estar debidamente motivada y fundada; y al efecto, remítome a la conocida
jurisprudencia, bajo la voz ‘Fundamentación y motivación’. Motivar es señalar las
causas inmediatas, razones particulares y circunstancias especiales; y fundar es
adecuar el hecho dentro de las hipótesis normativas para aplicar el texto legal al
caso, el derecho humano de legalidad implica que se motive debidamente; esto es
con hechos verdaderos; y que la fundamentación sea debida, al invocar preceptos
legales cuyos hechos motivacionales coincidan en las hipótesis normativas.
De la simple lectura del indicado párrafo primero de la fracción IX en cita se
desprende ese derecho constitucional al citado servidor público de confianza.
Por lo anterior el artículo 7 apartado d del Protocolo Adicional a la
Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos
Económicos, Sociales, y Culturales “Protocolo de San Salvador” adoptado en la
ciudad de San Salvador el diecisiete de noviembre de mil novecientos ochenta y
ocho, al consagrarse el derecho humano de la ‘causa de justa separación’ nos
hace pensar que la estabilidad de los trabajadores en sus empleos sea un derecho
social. Por ello la restricción constitucional a que alude la jurisprudencia en cita,
está atendiendo únicamente a dos derechos que le asisten al trabajador de
confianza omitiendo haber considerado el derecho supremo a que tal suspensión
o cese tenga que ser justificado.
Diversos tratadistas en materia constitucional, tales como los maestros
Tena Ramírez, Ignacio Burgoa, Carbonell etc., cuando se refieren a la técnica de
interpretación constitucional, proponen que los preceptos no se interpreten en
forma aislada; si no que se concatenen unos con otros de la misma especie, para
que en esta forma se haga imposible que un precepto constitucional riña con otro.
De tal suerte que habrá que adminicular la citada jurisprudencia con los artículos
14 y 16 constitucionales, en lo referente a los derechos humanos de audiencia, y
sobre todo de legalidad en sus especies de la debida motivación y de la debida
fundamentación, porque el servidor público antes de ser servidor público es
gobernado, y por ello no se le pueden conculcar derechos constitucionales
fundamentales.

108
El citado párrafo primero de la fracción IX en cita, por su estructura
universal afirmativa establece ‘para todos ellos que si pueden ser suspendidos o
cesados, por causa justificada’; ergo, si no existiere la causa justificada de la
suspensión o cese, entonces surgiría la estabilidad en el empleo porque resultaría
ser una disposición general. Según nuestra opinión resulta válido, al interpretarse
este primer párrafo que todos los trabajadores al servicio de los poderes de la
unión y del Gobierno del Distrito Federal gozan de estabilidad en su empleo,
siempre y cuando esos trabajadores no cometan una causa justificada para su
suspensión o cese. Ya que la regla general sería esa estabilidad o inamovilidad, y
la excepción, que los trabajadores realizaran actos que en términos de ley se
consideraran causas justificadas para la suspensión o el cese.
En el segundo párrafo de la indicada fracción se establece otro derecho
para todos estos trabajadores consistente en que se les asiste el derecho a optar
por la reinstalación en su trabajo o por la indemnización correspondiente, siempre
y cuando se tratara de un cese injustificado. En tal modo ya no estaríamos
haciendo depender los derechos de los trabajadores de confianza en el concepto
de estabilidad como lo establece la referida jurisprudencia.
Señalar que el trabajador de confianza no tiene derecho a que se le
reinstale o a que se le indemnice, en caso de una separación injustificada, es
colisionar este criterio con el propio texto legal constitucional. En consecuencia
estimamos que la jurisprudencia multicitada por el hecho de señalarle a los
trabajadores de confianza únicamente los dos derechos a que alude la fracción
XIV del citado apartado b) e ignorar los otros derechos ya apuntados, en una
forma inconsistente produce una inestabilidad en el empleo atribuido al de
confianza, que se le hagan nugatorio la reinstalación o la indemnización
constitucional.
En conclusión con la precitada jurisprudencia, realmente no se están
limitando los derechos de los trabajadores de confianza, entiéndase, al señalarles
únicamente dos derechos a esos trabajadores, que son el derecho a la seguridad
social y el derecho a la protección del salario, que están mencionados en la
fracción XIV en comento, se está pasando por alto que esos trabajadores tienen

109
otros derechos aparte de esos dos, y que se encuentran debidamente perfilados
en los párrafos primero y segundo de la fracción IX, que, como ya indicamos, tales
trabajadores tienen el derecho a conservar el empleo, siempre y cuando no
incurran en causales de separación; y si a pesar de ello, se le suspendiera o
cesare, entonces surgiría la causa injustificada cometida por el empleador, lo que
a su vez produciría otro derecho a ese trabajador de confianza que consistiría en
optar por la reinstalación; o bien por el pago de una indemnización constitucional.
En consecuencia, al soslayarse en la precitada jurisprudencia los otros
derechos que le asisten a los trabajadores de confianza, previstos en la fracción
IX, eso no significa limitar la extensión de los derechos, sino que inatender la
existencia de derechos constitucionales como los ya señalados, esto es, que la
facultad que tiene el constituyente es el de limitar o restringir la amplitud de los
derechos; pero no así ignorar derechos que ya están en la propia constitución
porque al incorporarse un concepto secundario, como lo es la estabilidad en el
empleo, propiamente con este concepto no se pueden afectar los derechos ya
establecidos en la fracción IX.

110
V. CONCLUSIONES
A lo largo del presente trabajo de investigación, se analizó con rigor, cual es la
situación actual de los trabajadores de confianza al servicio del estado, así como
la interpretación errónea que hace la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
olvidándose en todo momento de la aplicación de una interpretación conforme a
los parámetros de constitucionalidad y convencionalidad actuales. Es por ello que
las conclusiones a las que se llega, derivado de la exposición del conflicto legal
existente son las siguientes.
PRIMERA.- Existe en México, cuatro tipos de trabajadores al servicio del
estado: los trabajadores de base, trabajadores de confianza, trabajadores
excluidos de la fracción XIII, y los trabajadores de confianza regidos por la Ley del
Servicio Profesional de Carrera en la Administración Pública Federal.
SEGUNDA.- Los trabajadores excluidos por la fracción XIII del apartado b)
del artículo 123, como lo son: Peritos, Agentes del Ministerio Público y miembros
de instituciones policiales, aún y cuando se pruebe que fueron cesados sin causa
justificada, no tienen derecho a ser reincorporados, solo tienen derecho a la
indemnización constitucional y es evidente que se ve violado el derecho humano a
la libertad de trabajo.
TERCERA.- Actualmente, los trabajadores de confianza para poder ser
oídos en el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje tienen que iniciar un
procedimiento de “basificación”, para acreditar que conforme a las funciones que
realizaban que no eran trabajadores de confianza, para poder tener derecho a una
indemnización o a la reinstalación.
CUARTA- La Suprema Corte de Justicia de la Nación no está actuando
conforme a los nuevos parámetros de convencionalidad y constitucionalidad, y
actualmente está violando el principio pro personae en contra de los trabajadores
de confianza.
QUINTA- Es válido realizar restricciones constitucionales, sin embargo esas
restricciones siempre deben de ser proporcionales, razonables y constitucionales y
no pueden imponerse por un simple capricho del constituyente permanente.

111
SEXTA- La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se debe
de interpretar de manera armónica.
SÉPTIMA.- La estabilidad laboral es un derecho humano conforme al
Protocolo Adicional a la Convención Americana Sobre Derechos Humanos en
Materia de Derechos Económicos Sociales y Culturales y al no ser reconocido y
ser restringido este derecho a los trabajadores de confianza al servicio del estado,
trae como consecuencia una violación también a los derechos humanos de
audiencia, legalidad y sobre todo al derecho humano a un proyecto de vida.
OCTAVA- Los trabajadores de confianza al servicio del estado tienen el
derecho humano de audiencia, por lo tanto en caso de cese injustificado tendrán
derecho a una indemnización constitucional,
NOVENA.- Los trabajadores de confianza al servicio del estado deben
acudir una vez que hayan agotado todos los mecanismos de defensa internos, a
realizar una petición ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para
posteriormente someter el caso ante la Corte Interamericana de Derechos
Humanos

112
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