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RIOACHA, LA GUAJIRA, 12/04/2024

SEÑORES
SUPERINTENDECIA DE SERVICIOS PUBLICOS
REF: QUEJA POR IRREGULARIDAD EN PROCEDIMIENTO DE LA VISITA TECNICA.

OCALIN MARYOLIS GNECCO COTES, identificado con cedula de


ciudadanía nú mero 40.936.751 de Riohacha, La guajira, actuando en
nombre propio y con todo respeto me permito elevar ante ustedes
DERECHO DE PETICIÓN de interé s particular, invocando el artículo 23 de
la Constitució n Política de 1991, así como los artículos 5, 6, 17, 31, 32 del có digo
de procedimiento administrativo y de lo contencioso Administrativo, con fundamento
en los siguientes facticos:
HECHOS
PRIMERO: El día 24 de noviembre de 2023, funcionarios de la empresa AIR-E, llegan a
mi domicilio CALLE 12 A CR 17-5 DPL EC7758 ubicada en el municipio de Riohacha,
La guajira, Informando sobre una revisió n y verificació n del contador.
SEGUNDO: Los funcionarios de la empresa AIR-E, acudieron hacer la respectiva
revisió n, pero les comunique que regresaran otro día a realizarla puesto que en el
momento me tocaba salir a realizar una diligencia médica, toda vez que tenía un niñ o
hospitalizado en casa y era apremiante la bú squeda de medicamentos y demá s
diligencias.
TERCERO: Luego de regresar encuentro mi domicilio sorpresivamente sin fluido
eléctrico, los vecinos atestiguaron y me comunican que arbitrariamente los
funcionarios de la empresa AIR-E en mi ausencia manipularon indebidamente el
contador, ocasionando dañ os en mi casa quemando la unidad de una nevera y un
ventilador.
Con base a esto soy notificada por un expediente físico en mi lugar de residencia, dicho
expediente informa que presuntamente existe en el contador una “manipulació n
indebida detectada” en consecuencia de la revisió n que realizaron arbitrariamente y
sin consentimiento, violando así la clá usula 43 “GARANTÍAS PARA LA VERIFICACIÓN
EN SITIO” del contrato de condiciones uniforme en sus incisos 2 “Al momento de la
revisió n se deberá solicitar la presencia de EL USUARIO” y 7 “Si al momento de la
revisió n de las conexiones y/o instalaciones de los equipos de medida EL USUARIO no
se encuentra presente en el inmueble, o se encontrare un menor de edad o alguien
considerado como “incapaz” por la legislació n Colombiana” Todo esto deja en
evidencia la violació n al debido proceso de los funcionarios de la empresa, dejando en
duda y sospecha toda la actuació n y por consiguiente, lo que se dictaminó ese día.
CUARTO: Al ejercer un mal procedimiento de revisió n, donde se cometieron
irregularidades por parte de estos funcionarios y al no saber con certeza lo
encontrado en la revisió n, es claro que tampoco se puede determinar con certeza si de
verdad existió una irregularidad técnica, y a su vez no sé puede establecer un consumo
facturable no medido o registrado.

PRETENSIONES
PRIMERO: Desestimar la actuació n administrativa ejercida por AIR-E S.A.S E.S.P cuya
referencia es: Fundamento y soportes del consumo no registrado pendiente por
facturar 73229582, toda vez que los funcionarios incurrieron en una serie de
irregularidades, atentando contra el principio de confianza legitima que está
estrictamente relacionado con el principio de buena fe.
SEGUNDO: Liquidar a $0 COP la determinació n del presunto consumo no registrado
pendiente por facturar, que segú n los cá lculos estimados abruptamente corresponde a
la suma $ 1.297.864 COP.
QUINTO: Que no se sigan menoscabando má s derechos fundamentales con relació n a
la prá ctica y actuaciones administrativas por parte de la empresa prestadora del
servicio eléctrico AIR-E E.S.A E.S.P.
FUNDAMENTOS DE DERECHO.
Fundamento este derecho de petició n bajo la siguiente normatividad:

Artículo 23 de la Constitución Política de 1991: Toda persona


tiene derecho a presentar peticiones respetuosas a las autoridades
por motivos de interé s general o particular y a obtener pronta
resolució n. El legislador podrá reglamentar su ejercicio ante
organizaciones privadas para garantizar los derechos
fundamentales.
Ley 1755 de 2015. Artículo 13: Objeto y modalidades del
derecho de petición ante autoridades. Toda persona tiene
derecho a presentar peticiones respetuosas a las autoridades, en
los té rminos señ alados en este có digo, por motivos de interé s
general o particular, y a obtener pronta resolució n completa y de
fondo sobre la misma.

Artículo 152 de la ley 142 de 1994.


Artículo 152. Derecho de petició n y de recurso. Es de la esencia del contrato de
servicios pú blicos que el suscriptor o usuario pueda presentar a la empresa
peticiones, quejas y recursos relativos al contrato de servicios pú blicos.

EL PRINCIPIO DE CONFINZA LEGITIMA


La garantía constitucional de buena fe es reconocida por el artículo 83 de la
Constitució n Política. Este indica que “[l]as actuaciones de los particulares y de las
autoridades deberá n ceñ irse a los postulados de la buena fe, la cual se presumirá en
todas las gestiones que aquellos adelanten ante estas”.
Al respecto, la jurisprudencia constitucional ha entendido el principio de buena fe
“como una exigencia de honestidad, confianza, rectitud, decoro y credibilidad que
otorga la palabra dada, a la cual deben someterse las diversas actuaciones de las
autoridades pú blicas y de los particulares entre sí y ante éstas, la cual se presume, y
constituye un soporte esencial del sistema jurídico; de igual manera, cada una de las
normas que componen el ordenamiento jurídico debe ser interpretada a luz del
principio de la buena fe, de tal suerte que las disposiciones normativas que regulen el
ejercicio de derechos y el cumplimiento de deberes legales, siempre deben ser
entendidas en el sentido má s congruente con el comportamiento leal, fiel y honesto
que se deben los sujetos intervinientes en la misma. En pocas palabras, la buena fe
incorpora el valor ético de la confianza y significa que el hombre cree y confía que una
declaració n de voluntad surtirá , en un caso concreto, sus efectos usuales, es decir, los
mismos que ordinaria y normalmente ha producido en casos aná logos”.
Una de las garantías que esta Corte ha reconocido como parte de la clá usula
constitucional de buena fe es el principio de la confianza legítima. Se trata de una
“protecció n del administrado, para que este no sufra cambios intempestivos, cuando
de forma previa se ha iniciado un trá mite”. Ha indicado la Corte que:
“(…) si la persona tiene razones objetivas para confiar en la durabilidad de la
regulació n, y el cambio sú bito de la misma altera de manera sensible su situació n,
entonces el principio de la confianza legítima la protege. En tales casos, en funció n de
la buena fe (CP art. 83), el Estado debe proporcionar al afectado tiempo y medios que
le permitan adaptarse a la nueva situació n.
Como puede verse, la Corte ha hecho referencia a la estabilidad de la regulació n con la
cual el ciudadano planea su actuació n. Sin embargo, el principio no se limita a la
normativa vigente, sino que también “se puede predicar de las respuestas e
instrucciones que pueda recibir el administrado dentro del desarrollo del proceso
mismo”. Al respecto se indicó en la sentencia T-850 de 2010 que:
“El principio de la confianza legítima constituye una proyecció n de la buena fe que
debe gobernar la relació n entre las autoridades y los particulares y permite conciliar,
en ocasiones, el interés general y los derechos de las personas. Esa confianza legítima
se fundamenta en los principios de la buena fe consagrado en el artículo 83 de la
Constitució n Política, en la seguridad jurídica estipulada en los artículos 1º y 4 del
Ordenamiento Superior y en el respeto al acto propio y adquiere una identidad propia
en virtud de las especiales reglas que se imponen en la relació n entre administració n y
administrado”.
Uno de los elementos centrales del principio de confianza legítima es la estabilidad en
las acciones de la administració n de cara a los particulares. Al respecto, la Corte ha
sostenido que “el principio de la confianza legítima se ha aplicado cuando al
administrado se le ha generado una expectativa seria y fundada de que las actuaciones
posteriores de la administració n, y en casos excepcionales de los particulares, será n
consecuentes con sus actos precedentes, lo cual generan una convicció n de estabilidad
en sus acciones”
Ahora bien, frente a la legalidad o no de los actos de la administració n que generan
confianza legítima la Corte ha establecido que se trata de “de amparar unas
expectativas vá lidas que los particulares se habían hecho con base en acciones u
omisiones estatales prolongadas en el tiempo, bien que se trate de comportamientos
activos o pasivos de la administració n pú blica, regulaciones legales o interpretaciones
de las normas jurídicas”. En la sentencia C-131 de 2004 sostuvo, siguiendo a Mü ller,
que “ciertas expectativas, que son suscitadas por un sujeto de derecho en razó n de un
determinado comportamiento en relació n con otro, o ante la comunidad jurídica en su
conjunto, y que producen determinados efectos jurídicos; y si se trata de autoridades
pú blicas, consiste en que la obligació n para las mismas de preservar un
comportamiento consecuente, no contradictorio frente a los particulares, surgido en
un acto o acciones anteriores, incluso ilegales, salvo interés pú blico imperioso
contrario”.
SENTENCIA C- 150 DE 2003
De acuerdo con lo previsto en la Sentencia C-150 del 2003, los prestadores deberá n
abstenerse de suspender los servicios pú blicos a su cargo cuando se trate de personas
o bienes protegidos especialmente por la Constitució n Política, es decir, menores de
edad, mujeres embarazadas, adultos mayores, personas con disminuciones físicas o
síquicas y las personas en situació n de desplazamiento, entre otros. Así, indicó la
Superintendencia de Servicios Pú blicos Domiciliarios, cuando la suspensió n recaiga
sobre un sujeto de especial protecció n constitucional, se desconozcan sus derechos
fundamentales y el incumplimiento de la obligació n de pago obedezca a circunstancias
involuntarias, insuperables e incontrolables los prestadores deberá n abstenerse de
ello, pero sí podrá n suministrar las cantidades mínimas que se determinen en el
contrato de condiciones uniformes o en la visita correspondiente, con el fin de
satisfacer las necesidades bá sicas de los usuarios y garantizarles una vida digna.
NOTIFICACIONES
Para efectos de notificació n en CALLE 12 A CR 17-5 DPL EC7758
A mi correo electró nico: agustinredondoc@gmail.com

En los términos planteados dejo plasmada mi queja contra su empresa.

Cordialmente,

OCALIN MARYOLIS GNECCO COTES


CC. 40.936.751 de Riohacha, La guajira

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