En las zonas rurales de Andalucía encontramos un plato histórico por su
elaboración simple y por tener un gran sabor: las migas. Esta receta tiene cuatro ingredientes básicos: harina, agua, aceite y sal. Es un plato ideal para ahorrar porque también puede hacerse con pan del día anterior. Su origen se remonta a las largas jornadas de los agricultores andaluces. Para poder trabajar con energía necesitaban un plato contundente, que solía acompañarse de pimientos fritos, chorizo, morcilla, pescado frito y remojón (un caldo de verduras que se sirve caliente). Hoy en día es un plato típico de los fines de semana en celebraciones con familiares y amigos, aunque también podemos encontrarlo en tapas. Para su elaboración es ideal hacerlas en una lumbre con una sartén especial muy hondo y con una “rasera”: instrumento de cocina especial para hacer este plato y evitar que las migas se nos peguen. ¡Pero si se nos queman un poco las migas no pasa nada! Podemos retirar esas partes quemaditas para comerlas antes de acabar el plato. Incluso tienen un nombre: “los pegadillos”. No te vayas de Granada sin probar este plato, ¡es delicioso!