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POR: Hannah García

La Mentira
¿Es Necesaria En
La Sociedad?
INTRODUCCION

Según la RAE “La Mentira es una expresión o manifestación contraria a lo que se sabe,
se piensa o se siente.”

Las personas repiten de manera constante la importancia de la verdad. Lo padres crían a sus
hijos con el principio de la honestidad; los profesores lo reiteran en la escuela, pero la vida
lo niega aplastantemente ya que, al crecer, te das cuenta de que todos vivimos a base de
mentiras pasivas.

La gente cree que la honestidad es la base de la sociedad; creemos que todos somos
honestos y por eso todo lo que ha tardado siglos en construirse sigue en pie, pero ¿Cuál es
realmente la verdad aquí? ¿Somos realmente honestos? Si lo analizas bien, la respuesta es
no, no somos honestos, nadie en el mundo es cien por ciento honesto.

Sabiendo esto podemos analizar más a fondo la pregunta ¿la mentira es necesaria en la
sociedad?

El problema a partir de este punto es claro, “Realidad o Moral” el mundo comenzara a


dividirse porque “¿Cómo podría ser correcto mentir?” ¿No? Y es que las personas
siempre son honestas.

Según Pamela Meyer, una de las grandes especialistas en psicología de la mentira, llego a
la conclusión de que la persona promedio miente entorno de cien veces al día, incluso
afirma que las relaciones se basan en falsedades ya que, al conocer a alguien nuevo,
alcanzamos las tres mentiras cada diez minutos. Así que ¿realmente somos honestos?
¿Estamos seguros de que no mentimos, aunque sea solo un poco? Y también, si todos
mentimos entonces ¿Por qué lo tachamos como algo totalmente incorrecto, inmoral e
incluso malvado? ¿Es realmente malo? Son preguntas comunes y, me atrevo a defender
que, en moderación, las mentiras no son malas del todo, las mentiras pequeñas, pueden
mantener o formar una relación de cualquier tipo, así como estabilizar cosas como la misma
economía y la política.
Según científicos de las universidades de Oxford, Aalto y La Universidad Nacional
Autónoma de México “las mentiras piadosas son buenas para la sociedad”

Aun así, no podemos negar que existen mentiras que resultan dañinas, sin embargo,
mentiras tales como decirle a tu pareja que estas bien, aunque tengas un mal día o darle la
razón a una persona en medio de una discusión son consideradas “piadosas” y son
socialmente aceptadas.

Según estos expertos, nuestras acciones han derivado en “convertir a los seres humanos
con el paso del tiempo en unos expertos en las mentiras” asimismo afirman que “son una
parte fundamental de la formación y consolidación de las comunidades”. Para
reafirmar esto se desarrolló un modelo matemático sobre cómo crecen los grupos de
personas con la variable clave de La Mentira. Se integraron desde grandes mentiras hasta
pequeñas y piadosas derivando en que las mentiras grandes conducían a la desintegración
de las comunidades y las mentiras pequeñas, por el contrario, afianzaban los lazos y
conexiones entre las personas.

Ahora claro, no podemos olvidar la importancia de la verdad y la honestidad, eso es obvio,


pero, si analizamos la realidad social no es difícil concluir que el embuste es necesario ya
que una total honestidad podría causar incluso más dolor y problemas que una infame
mentira ¿Por qué? Es una pregunta valida en esta situación y, en realidad, la respuesta es
sencilla. Imagina un día en el que, desde que te levantas por la mañana hasta que te vas a
dormir por la noche, eres cien por ciento honesto con todos a tu alrededor, un “día sincero”
en el que digas la primera cosa que viene a tu mente cuando ves a alguien o te hacen una
pregunta. Un día en el que le digas a todas las personas a tu alrededor (compañeros,
amigos, familia, jefes, etc.) todo, absolutamente todo. Si eres capaz de imaginarlo podrás
llegar a la conclusión de que sería un desastre total.

La razón de todo esto es que la total honestidad hundiría al mundo en la tristeza al ser
resaltados todos los defectos, todo lo que no se puede cambiar, así como la inmensa
cantidad de errores que cometemos diariamente, solo imaginen lo que sería escuchar todos
los días cada una de las cosas en las que fracasas, seria horrible.
“La humanidad tiene necesidad de la verdad; pero tiene aún más necesidad
de la mentira, que la adule, la consuele, le dé esperanzas ilimitadas. Sin la
mentira, perecería de desesperación”.

− Escritor francés Anatole France

Las mentiras piadosas son necesarias ya que nos hacen sentir mejor de lo que somos y nos
impulsan a ser mejores y a superarnos. Viéndolo más a fondo incluso podríamos considerar
a la verdad egoísta. Un ejemplo sería el presumir a un amigo tu éxito en alguna actividad en
la que fracaso o resaltar un defecto incorregible en alguien; ese tipo de verdades son solo
debidas a un deseo de liberación, ira, o desahogo que atribuimos al “amor a la verdad”
cuando no son más que acciones egoístas. Esto es malvado en muchos sentidos, no importa
la razón por la que se haga.

Solemos dosificar la verdad para traer más paz a nuestra vida cotidiana ya que, si no lo
hiciéramos, todo derivaría en interminables discusiones por las razones o situaciones más
tontas y absurdas. Esto es parte de nuestra vida social y, de hecho, no solo ocurre en los
humanos ya que los primatólogos Richard Byrne y Andrew Whiten postularon hace unos
años la llamada “hipótesis de la inteligencia maquiavélica”. Según estos investigadores, el
papel que desempeñó la mentira en la vida social de los primates contribuyó en gran
medida a la rápida expansión de su inteligencia. Es decir: disimular, contar ciertas cosas a
unos y no a otros y graduar la información en función de las circunstancias es parte de la
inteligencia interpersonal.

Existen personas que son “extremadamente sinceras” al grado de llegan a ser hirientes o
incluso ocasionar conflictos entre terceros cuando hacen comentarios inapropiados o sacan
información en momentos inadecuados y esto lo adjudican a su “honestidad”, y aquí va
otra razón por la que la verdad no siempre es lo mejor. Estas personas de excesiva
honestidad terminan con ella cuando conocen a otro como ellos ya que se dan cuenta lo
incomoda, molesta o hiriente que puede ser la verdad en su máximo esplendor.
De hecho, es muy fácil saber cuándo la mentira es mejor que la honestidad, simplemente
pregúntate a ti mismo “¿Qué sentiría yo si alguien me dijera esto?” todos tenemos las
mismas emociones y, aunque reaccionemos diferente de los otros, eso no cambiara. Si algo
te lastima a ti podría lastimar a otros o no y en algunos casos resulta ser mejor prevenir que
lamentar

Ahora ¿si la mentira es tan buena porque nadie la defiende? Bueno, el investigador
Marvin Harris afirma que un fenómeno social tiene dos versiones: La de los participantes
(punto de vista EMIC) y la de Los observadores externos (punto de vista ETIC). Lo más
importante aquí es que ambas partes no están obligadas a ver lo mismo. Un ejemplo sería:
un investigador puede tomar el punto de vista ETIC y recogerá cifras que podrían derivar
en que es una práctica extensa y extremadamente común (como la doctora Pamela Meyer a
quien mencione anteriormente).

Por otro lado, un analista que tomo el punto de vista EMIC podría preguntar a los
miembros de nuestra cultura que tipo de comunicación preferimos y podría llegar a la
conclusión de que somos una sociedad honesta basada en la verdad absoluta.

A pesar de todo hay una variable que contrarresta el punto ETIC. La empatía humana suele
ser bastante poderosa y es la causa de nuestras constantes mentiras.

Conociendo esto soy capaz de llegar a la conclusión con mi opinión reafirmada. La mentira
SI es necesaria en la sociedad mientras sea de manera empática y pasiva. La mentira que
busca evitar el daño de la honestidad es buena y necesaria no solo para quienes nos rodean
sino también para nosotros mismos.

Las mentiras que harán el mismo daño que la honestidad no deben ser dichas.

Todos mentimos, esa es la realidad innegable que ha sido corroborada por la ciencia, pero
la razón de las mentiras pasivas es buena y humana; es la que ha mantenido al mundo en
pie. La sociedad prevalece a base de mentiras, nosotros mismos sobrevivimos gracias a
ellas.

“Mentir es una prueba de empatía. Los perversos y los psicóticos no mienten


porque los demás no les importan nada”
− Psiquiatra francés Boris Cyrulnik

Toda la información analizada en este proyecto fue


proporcionada por:

⮚ http://www.magazinedigital.com/historias/reportajes/necesidad-mentira

⮚ https://www.muyinteresante.es/innovacion/articulo/las-mentiras-son-buenas-para-

la-sociedad-321406197324#:~:text=Seg%C3%BAn%20la%20investigaci
%C3%B3n%20de%20estos,y%20consolidaci%C3%B3n%20de%20las
%20comunidades.

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