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EL MIEDO ESCÉNICO

Has estudiado la obra durante semanas, incluso meses, en casa te sale perfectamente y
cuando llegas al auditorio tu cuerpo empieza a abandonarte, sientes angustia, te sudan
las manos, te duele el estómago, se te sale el corazón por la boca y subes al escenario
manteniendo una conversación con tu yo interior, y te encuentras diciéndote a ti mismo
“pero qué cojones te pasa”.

Y algunos pensarán, bueno esto solo le pasa a los intérpretes amateurs, a los estudiantes,
a los iniciados en el tema…

Estoy seguro que piensas que los mejores pianistas de la historia disfrutan sobre el
escenario, que no tienen miedo escénico, que es algo natural en ellos salir ahí y que lo
disfruten delante del público.

Y más aún, nunca lo dirías de uno de los mejores, del mismísimo Chopin, quien
solamente ofreció 30 conciertos en grandes salones en 30 años. Como lo oyes, en toda
su carrera musical solo hizo 30 conciertos. Algo que la concertista Yuja Wang hace en
un solo trimestre. Y es que esta pianista tiene agendados en su web 100 conciertos al
año.

Aunque es cierto que Chopin en pequeños grupos de amigos sí se sentía muy cómodo y
realizaba interpretaciones memorables.

Él mismo confiesa en una ocasión al mismísimo Frank Liszt

“Los tres días previos a un concierto son un verdadero suplicio”. “No estoy
preparado en absoluto para dar conciertos, la multitud me intimida, su respiración
me sofoca, me siento paralizado por miradas curiosas, y las caras desconocidas me
enmudecen”.

Se trata de una fobia social muy concreta en su caso lo llamaría “Terror al


escenario” Porque hay que tener mucho de esto para que alguien como Chopin se
bloquee con la idea de actuar en público.

No hay duda, es un diagnóstico claro de miedo escénico. Se trata de una patología


separada totalmente de las propias cualidades del intérprete, algo que está de sobra
documentado, que se trata de Chopin hablamos de uno de los mejores de toda la historia
del piano.

Y hablando de Yuja Wang, Crees que no tiene miedo al escenario?… claro como hace
100 conciertos al año pues estará acostumbrada…pues mírala antes de empezar…

¿Quieres más ejemplos? Martha Argerich, que justamente es bien conocida, no solo por
su enorme talento frente a las teclas, sino también por suspender conciertos poco antes
de la actuación.

Mira una de sus reacciones justo antes de salir al escenario…

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Y tantos otros que han tenido verdaderos episodios de pánico escénico como Arthur
Rubinstein, o María callas, también el violonchelista Paus Casals. Ojo, estos solo
son los que lo admiten, los que deciden no sufrirlo en secreto y compartirlo.

Te diré que muchos de los grandes concertistas mantienen sus problemas de miedo
escénico en silencio, como si fuera algo que no se puede permitir uno de los grandes,
como si esto les fuera a dar mala imagen. Al fin y al cabo, si tiene miedo de salir al
escenario, pues no será tan bueno en lo suyo…

Sobre esto, quiero rescatar una frase que dice la cantante y pedagoga argentina
Madeleine Mansión.

“Solamente aquel que sale al escenario ignorando los requerimientos de una buena
técnica vocal, sale tranquilo” Vamos que al menos cierto grado de inquietud es
normal…

Además el nivel de exigencia dentro del mundo de la música clásica es tan alto, y es tan
fácil que un dedo resbale sobre el teclado, que un pasaje se olvide, que perdamos notas
por el camino, que el miedo a que alguna de estas cosas ocurra durante la actuación se
puede convertir en un verdadero trauma, una sensación de pánico que puede anular por
completo la calidad interpretativa, incluso de un gran pianista.

Pero quieres más ejemplos… Vladimir Horowitz, uno de los más grandes de todos los
tiempos, sin duda alguna. Es posible que sea sino el caso más dramático de todos, uno
de los más sonados, porque llega incluso a dejar de tocar en varios conciertos.

Este pianista, en el año 1926, actuaba por primera vez en el Carnegi Hall de Nueva
York. Poco sospechaba el público que abarrotaba la sala a la espera de la aparición
sobre el escenario del gran Horowitz, que interpretaría el Concierto Número 1 para
piano de Tchaikovsky, con la Orquesta Filarmónica de Nueva York. Pues que se
encontraba dentro de un taxi dando vueltas a la manzana, con la intención de anular el
concierto en el último momento, por el ataque de pánico que sufre ante este desafío.
La orquesta sobre el escenario y el público esperando, solo faltaba Horowitz.

Finalmente hace su aparición este pianista, con la frente sudorosa, la boca seca y un
nudo en el estómago. Un verdadero terremoto biológico.
Y es que este intérprete, poco a poco acaba perdiendo su batalla contra el miedo
escénico y abandona definitivamente los escenarios.

Hay que matizar que este es un miedo mucho más frecuente entre los solistas, ya que
salir al escenario arropado por otros músicos, donde el piano es uno más, como puede
ocurrir en un concierto de Jazz, pues es otra historia. Pero el rigor de un solista frente a
la precisión que hay que desarrollar frente a la música más purista de todas, la música
clásica, es un verdadero reto para muchos intérpretes.

Por supuesto, cierto grado de preocupación antes de actuar en público es normal, es algo
humano, pero un sistema nervioso colapsado, con reacciones físicas alarmantes, como
temblores excesivos, sudor frío, verdadero terror, que llegan a bloquear, a sabotear la
interpretación por completo. Pues esto es algo bien distinto. Y esto nada tiene que ver
con saberse mejor o peor la obra.

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Parece que ya queda claro que el miedo escénico, no la inquietud antes de salir a escena,
que eso es normal, es algo patológico, al extremo de que te impide desarrollarte sobre el
escenario, pues nada tiene que ver con la calidad del intérprete… Bueno si no te sabes la
obra, si no sabes estudiarla, o no le has dedicado el tiempo necesario, pues no te salva ni
un milagro…

Y es que salir con cierta inquietud y preocupación es normal, y esto mantiene despierto
al músico frente al reto, sus sentidos están más agudos y centrados, y en cierta manera
eso es beneficioso claro. Pero hablamos del bloqueo, de llegar al extremo de perder el
control del sistema nervioso y parecer que en cualquier momento te vas a desmayar.

Os puedo contar mi experiencia, mi primera actuación en público fue un desastre.


Pensaba que me sabía perfectamente la obra, el preludio y fuga nº 5 de Bach del Clave
bien temperado, pero cuando empecé, literalmente a ese piano le habían crecido teclas
nuevas, estaba perdiendo el control conforme avanzaban los compases y yo por dentro
decía “qué cojones me está pasando”. Es verdad que eso me hizo cogerle respeto al
tema y esto mejoró mucho… Ya no podía olvidar que en una ocasión me “Cagué” sobre
el escenario.

Pero vamos que esto no pasa solo entre los intérpretes de música clásica, sino que es
común en otros ámbitos, como ocurre en el cine también.

Bruce Willis, Nicole Kidman, Julia Roberts, Robbie Williams, Hugh Grant, Harrison
Ford, y en la cancion, Adele, Pastora Soler, David Bowie, etc…

He de decir, que después de subir muchas veces al escenario, has trabajado tanto
tu sistema nervioso, que adquieres esa habilidad. Y que otras situaciones de la
vida, en las que otros se bloquean llegan a parecerte nimias. De hecho, el escenario
es algo que todos los niños deberían probar cuanto antes…

Pero, es posible eliminar por completo el miedo al escenario? se puede dominar


tanto que se llegue a disfrutar sin más?

Veamos que dice el actor de cine James Cosmo.

Como dijo una vez un famoso violinista a la pregunta ¿Qué técnicas emplea para
perder el miedo antes justo del concierto? Y contestó, que se decía a sí mismo, soy
el mejor del mundo, voy a salir ahí a demostrar lo que valgo, me siento como en el
slón de mi casa… ¿Y eso le funciona maestro?
Para nada, contestó, no me sirve un carajo…

Muchos intérpretes profesionales desarrollan todo un protocolo que les hace


sentirse más tranquilos antes de un concierto. Cuando algo les ha funcionado,
tienden a repetirlo, y cada uno tiene su ceremonia, sus manías para el día del
concierto. Barenboim sobre esto tiene algo que contarnos…

Y aquí va mi opinión sobre este tema… Es cierto que se puede mejorar, reducir la
ansiedad, subir ahí más tranquilo… Cuando estudiaba piano en el conservatorio

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pues iba probando cosas… lo que más gracia me hace recordar esto es ese diálogo
interno antes de salir… que si tú puedes, que si no es tan importante, tampoco te
juegas la vida… o sí… al final lo que aprendí es que cuando las cosas se estudian y
trabajan bien… cuando tienes una técnica de estudio adecuada y le dedicas el
tiempo requerido, las cosas salen bien… puedes subir ahí con síntomas de miedo
escénico, comenzar un poco rígido, pero cuando compruebas que depende de ti, y
que te lo sabes muy bien, te vas tranquilizando. Si un dedo resbalaba sobre el
teclado, mi cabeza seguía dictando notas, posiciones, digitaciones, porque me sabía
la obra desde muchos enfoques… podía incluso escribirla de memoria, nota a
nota…
Como decía un profesor de piano que tuve, no es lo mismo tocar la obra sin mirar
la partitura que saberse la obra… y se refería a esto, debes ser capaz de leerla sin
el piano delante, también con la partitura sobre el piano, también delante del
piano sin partitura, y por último, sin el piano y sin la partitura…
Cuando aprendí a estudiar, me di cuenta que aunque subieras muy nervioso al
escenario, te ibas tranquilizando y acababas disfrutando la interpretación, por
qué? Porque te la sabías muy bien, el trabajo estaba hecho, se te pueden ir notas,
por fallos mecánicos, puede haber pasajes que pienses que podrían haber salido
mejor… y esto se puede extrapolar a cualquier disciplina…

En muchas ocasiones se le echa la culpa a los nervios, pero sencillamente no estaba


bien preparada la obra…

Ahora bien, si después de preparar todo adecuadamente, se experimenta un


bloqueo preocupante sobre el escenario, si se trata de algo patológico, de una fobia
social específica al escenario, que no te deja ser ni hacer… ese es otro tema… yo a
eso no lo llamo miedo escénico, que es natural en todos los humanos… eso es
pánico, terror, bloqueo… si tu sistema nervioso colapsa a este nivel… es otro
tema… aunque cuidado, es fácil confundirlo, de hecho yo pensaba que tenía esto,
hasta que aprendí a estudiar adecuadamente… y claro, no iba a tener miedo de
subir ahí, poco me pasaba… dedicaba muchas horas al piano, pero no sabía
estudiar, mis técnicas de estudio eran nulas… y es que en el piano no importa tanto
el qué sino el cómo… De repente me vi subiendo al escenario más de lo que
deseaba, acabé acompañando a otros instrumentistas incluso en conciertos de
graduación…
Mi sistema nervioso era el mismo, lo único que cambió fue mi forma de estudiar al
piano…

Ahora bien, no hay duda de las cualidades interpretativas de Horowitz o del


mismísimo Chopin son indiscutibles… Sin duda en ellos esto es patológico, se trata
de pánico escénico con mayúsculas…

Piensa una cosa, imagina que tienes atrofiado en tu cerebro el sistema por el cual
sientes miedo, vergüenza, ridículo sobre el escenario, que no te afecta en absoluto
el público (VOY A HACER EL GESTO “BEGOÑA”)… y subes ahí sin tener bien
preparada una obra, sin tener una técnica de estudio eficiente, con un plan muy
concretado previamente… ¿saldría bien ese concierto? Pues NO… y claro,
sentirías miedo, terror sobre el escenario. Y esto vale para hablar en público, para
un actor, etc… Hay que preparar las cosas bien, la improvisación es eso que
hacemos cuando algo de lo que te has preparado muy bien, no sale…

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Hay que aceptar que el miedo escénico es instintivo, normal, forma parte de
nosotros ante una situación de incertidumbre donde nuestra supervivencia o
nuestro valor como seres sociales que somos está en juego, se disparan los sistemas
de alerta de nuestra biología. Y el elenco de síntomas? Todo un poema.

• A nivel cognitivo: Temor al ridículo, al fracaso, al rechazo, fallos de memoria,


expectativa de fracaso, exageración de errores, fallo de concentración,
confusión de ideas, autoexigencia.

• • A nivel fisiológico: Manos heladas, sequedad en la boca, malestar del


aparato digestivo, sudoración exagerada, respiración acelerada, urgencia
urinaria, dolor de cabeza, rubor facial, escalofríos, taquicardia.

• • A nivel conductual: Sentimiento de escape de la situación “Sácame de aquí


Por Dios”, acciones automáticas, posponer el tocar en público, descontrol
rítmico, de tempo, afinación, etc

Vamos, parece que tu cuerpo se prepara para un escenario de guerra…

Como anécdota para terminar te diré que el mejor intérprete de mi promoción, justo
antes de una audición, en la que también participaba yo, me confesó que estaba a punto
de colapsar del pánico que sentía, y en ese momento caí en la cuenta de que era normal,
se esperaba todo de él, y nada de los demás, es más, a los demás ni se nos esperaba…

Qué te quiero decir con esto, pues que del miedo al escenario no se escapa nadie, por
eso no hay que hacer un drama de esto, aprende a preparar bien las actuaciones, que es
lo que sí puedes controlar, y el resto simplemente pues deja que suceda. Esto es todo lo
que te puedo decir sobre el tema… Y nada más.

Muchas gracias por tu tiempo, espero que haya sido ameno para ti, que te haya hecho
reflexionar este video, y ya sabes… nos vemos en el próximo video.

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