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TEMA 9.

LA LITERATURA HISPANOAMERICANA CONTEMPORÁNEA:


POESÍA AMERICANA DESPUÉS DE LAS VANGUARDIAS, LA NOVELA
REGIONALISTA, LA NOVELA DEL BOOM, LA NARRATIVA POSTERIOR AL
BOOM.

Durante el siglo XX, el continente americano estuvo marcado por recurrentes dictaduras
militares, revoluciones y una progresiva globalización. Estos sucesos dejarán marca en las
diferentes corrientes, autores y obras de este periodo.

Después de las vanguardias, la poesía transitó por derroteros muy diversos: rehumanización por
la vía del compromiso político, como el argentino Raúl González Tuñón (La muerte en
Madrid); la poesía negra o afroantillana, por ser en las islas del Caribe donde se desarrolla con
mayor vigor, con poetas como el cubano Nicolás Guillén (Motivos del son); estilo barroco cuyo
precedente más inmediato es el neogongorismo de la poesía española de fines de los años
veinte, cuyo máximo representante es el cubano José Lezama Lima (Muerte de Narciso); o la
poesía irónica, antirretórica y prosaica de Nicanor Parra.

Mención aparte merece el mexicano Octavio Paz, cuyas obras se han considerado como un
resumen de la poesía del siglo XX, pues pasa de un tono posmodernista, a ser influido por los
poetas mexicanos y de la generación del 27, a comprometerse políticamente y, finalmente, a
poemas surrealistas y existencialistas. Una de sus obras a mencionar es Libertad bajo palabra.

En cuanto a la novela, debemos hacer referencia, en primer lugar, a la regionalista, también


llamada de la tierra o telúrica. El tema común de estas novelas suele ser el intento del hombre de
dominar la todopoderosa naturaleza americana. Esa lucha desproporcionada del débil ser
humano con la implacable naturaleza alcanza en ocasiones proporciones de epopeya y acaba
normalmente con la derrota de los hombres. Son tres las novelas relevantes: La vorágine, de
José Eustasio Rivera; Don Segundo Sombra, de Ricardo Güiralde; y Doña Bárbara, de
Rómulo Gallegos.

A partir de la década de 1960, se produce la difusión internacional de la narrativa


hispanoamericana. Se habló por ello de boom de la novela hispanoamericana, aunque la
renovación ya se había producido décadas anteriores, con autores como: Jorge Luis Borges
(con cuentos como El Aleph), Juan Carlos Onetti (El pozo), Alejo Carpentier (El reino de
este mundo), Julio Cortázar (Rayuela) o Juan Rulfo (Pedro Páramo). Estos nuevos autores
son deudores de la tradición narrativa hispanoamericana anterior, y algunas de sus obras se
consideran la culminación del realismo mágico, corriente que rompe con el realismo tradicional,
dejando paso a elementos legendarios, mágicos, fantásticos, pero conservando una trama
verosímil.

El autor más aclamado internacionalmente, sobre todo por Cien años de soledad, es el
colombiano Gabriel García Márquez. Periodista, en sus obras funde mito, historia y aspectos
de su Colombia natal. La mayoría de sus obras se desarrollan en Macondo, lugar imaginario que
aúna lo mítico y lo histórico: además de la ya citada, también se da en La hojarasca, El coronel
no tiene quien le escriba. Relevante es también Crónica de una muerte anunciada.

El mexicano Carlos Fuentes publicó La muerte de Artemio Cruz en 1962, verdadero hito en la
renovación: pluralidad de puntos de vista, dislocación temporal, juegos narrativos varios…
Ofrece en ella una crítica al proceso de la Revolución mexicana.
El peruano Mario Vargas Llosa, todavía vivo, conoce el éxito literario muy temprano, con Los
jefes y La ciudad y los perros, novela inaugural del boom. Sus obras se caracterizan por su
virtuosismo narrativo, la abundancia de elementos autobiográficos y realismo mordaz y crítico:
La casa verde, La tía Julia y el escribidor, Conversación en la Catedral o La fiesta del Chivo.

Son innumerables los narradores que han destacado en la literatura hispanoamericana después
del boom, durante el siglo XX y el actual, algunos de los cuales son: Cristina Peri Rossi,
Isabel Allende (La casa de los espíritus), Mariana Enríquez, Roberto Bolaño, cuya obra más
elogiada es Los detectives salvajes, o Leonardo Padura (El hombre que amaba a los perros o
las novelas protagonizadas por Mario Conde, un policía borracho y desencantado que sueña con
ser escritor).

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